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De Sacrificios y Recompensas Kaisoo/KaiDo por Azul Olivia

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Notas del capitulo:

Hola bebés, siempre tan puntual.


Estuve/estoy deprimida, creo. Ñe.

Lamento demorarme tanto. ¿Vacaciones? JAJAJA. ¿Qué es eso?
Mi trabajo me ahorca horrorosamente, pero bueno, estoy aquí, una vez más, no puedo dejarlos de lado. :3

 

 

¡Pasen y lean! 

 

1313. 

:3

Pov Jongin




-Soy tuyo.-


Me dice, un escalofrío me recorre la nuca, y a la mierda los juguetes de Luhan, se supone que yo tendría que haberlos visto primero, pero Kyung los descubrió, y, no los necesita.


Me quito el pantalón de golpe. El aire frio casi no existe en la habitación, Kyung parece bastante frío pero su piel está demasiado caliente, su piel hierve y es casi insólito creerlo.


-Mío.-


Mis labios van directo a su cuello como vampiro. Estoy marcando territorio, ¿Por qué no? Kyungsoo es mío. Le dejaré marcas en toda la piel para que lo recuerde tan bien como yo lo haré. Mi lengua juguetea con su lóbulo, puedo sentirlo sisear y temblar debajo de mí, puedo sentir y oír sus suspiros, susurros, y maldiciones.


De nuevo a su cuello, pero esta vez, con las manos inquietas, tocándolo de lado a lado, dibujando figuras amorfas y sin sentido sobre su nívea piel. 

-Jongin, humm.-


Mi lengua se desliza, desde su cuello hasta su clavícula. Más que hacerlo por Kyungsoo, lo hago por mí. Estoy aplacando mi deseo ferviente que tenía dormido, y ¡Madre mía! ¡Su piel es deliciosa! No es ni la mitad que algún día imaginé.


Sus brazos me rodean, me queman como la lava.


Gruño despacio, y hago fricción, no me acuerdo en qué momento me quedé solo en bóxer pero hacer eso no fue buena idea. Siento su miembro despierto y le veo abrir la boca para dejar salir un jadeo.


-Mmm. Kyung.-


Me arrodillo en la cama, y atraigo a Kyungsoo, jalándolo, su pelvis choca con la mía en cuestión de segundos, su miembro más que despierto rosa el mío de nuevo. Y rayos. Necesito satisfacerme ahora.


Mis manos en su cadera. Sus manos en mi nuca y sus ojos llenos de fuego mirándome. Un beso más, no sé cuántos le eh dado hoy.


Esta vez es un beso brusco. Sus dientes chocan ligeramente con los míos y nuestros labios hacen sonidos muy bulliciosos, su lengua parece experta, o quizás eso me parece a mí porque siento que floto.


Le agarro el culo y se lo aprieto. Jamás me han faltado ganas de hacerlo. Jamás.


-Hey, nini. Humm.-


Su lengua me lame el cuello rápido. Mi cuerpo tiembla y es en estos momentos donde pienso que Kyungsoo no es lo que parece, tan inocente como se hace notar.


Lo giro sobre mí, acomodándolo, ahora yo estoy al borde de la cama y él encima de mí, sobre mi pelvis. Kyungsoo me da besos en el cuello, estamos en una posición donde yo puedo ver hacia arriba y él puede verme hacia abajo, solo un poco de diferencia entre los dos.


Le quito la camisa y lo dejo solo en bóxer sobre mí. Él ríe divertido, sus ojos brillan tanto que podríamos iluminar la habitación solo con eso. Sus labios acorazonados, más rojos que de costumbre, me invitan a devorarlos una y otra vez, son tan suaves y tan deliciosos que se vuelve obsesión probarlos.
Mis manos sobre su espalda subiendo y bajando hasta su trasero y sus manos sobre mis hombros, arañando un poco la piel que toca sus dedos.


Le doy un beso rápido, un pico. Y él me hace un puchero, algo distorsionado, pero puchero. Sonrío de medio lado y le beso, acariciando sus labios con los suyos y moviendo la lengua por todos los espacios de su boca, el gime cuando mis manos curiosas le aprietan el trasero un vez más en este día. Rompe el beso y se tira para atrás, mordiéndose el labio.


Una visión de él, para fotografía.


Aunque cualquier visión de él, es para fotografía, hasta cuando solo respira.
Cabello desordenado, ojos lujuriosos, hambrientos, labios mordidos.
Kyungsoo es la perfección hecha persona.

-Te pones orgásmico cuando te lo propones, blanquito.- le digo, riendo, él me levanta una ceja. ¿Se acordará aún?


-Nada de eso, lo que pasa es que tú me tienes ganas, y alucinas.- me dice, riendo también, juntando su frente con la mía, mirándome con eso ojos de complicidad que me encanta.

 

~~~~


-¡Hey! ¡Kyungsoo!- grito, se escucha la regadera abierta, así que, se debe estar bañando. Justo ahora acabo de entrar al cuarto, se supone que debería estar alistándome para ir a la fiesta en el cuarto de Chanyeol, pero, me pasé la tarde y casi noche jugando videojuegos con Taemin.


-¡Estoy ocupado!- le escucho gritar, giro los ojos.


-¡Sal de ahí, necesito entrar!- le grito, buscando ropa en el armario, una camisa negra y un pantalón azul estará bien. ¿Dónde están mis zapatillas negras?


-¡Me estoy duchando, no me jodas!- me grita. Rayos ese chico.


Cojo mis zapatillas y las pongo encima de la cama, tengo que ordenar un poco mi parte del cuarto, es un asco. O quizás le pague a Kyungsoo para que lo haga, al fin de cuentas, seguro lo hará, sé que necesita dinero.


-¡Mierda, Kyungsoo! Como no salgas de ahí en este momento voy a entrar ¡Te lo juro!- ¿dónde mierda esta mi colonia? Ah, sí, en el baño, que idiota.


-¡Entra y te romperé los huesos!- me grita, oh, no tengo tiempo para pelear con Kyungsoo. Mi celular vibra y seguro es Sehun, pero cuando abro el mensaje, es Taemin.


“Jongin, Sehun está yendo a tu habitación, y está muy enfadado.”


-¡Caaarajo!-


Dejo mi teléfono en la cama y empiezo a quitarme la ropa, cojo las llaves sin hacer ruido y busco la llave del baño, seguro Kyungsoo le ha metido llave desde adentro.


Abro la puerta sin el pantalón y sin el polo, los zapatos me los saqué hace mucho.


Lo primero que veo es el perfecto y redondo culito de Kyungsoo, creo que no ha notado que entré, eh sido muy silencioso.


Su piel es tan blanca que parece una hoja de papel, creo que por eso llaman un poco más la atención sus grandes y hermosos ojos negros.


-Mierda, Jongin.- dice cuando se gira, antes de cerrar el grifo. –Me estoy bañando. Carajo.- no se cohíbe, porque hace mucho pasamos por eso, suele ser graciosa nuestra convivencia, pero no es como si se hubieran arreglado mucho las cosas desde la navidad pasada. –Sal del puto baño. Ya voy a terminar.- ahora sí hay un pequeño sonrojo en sus mejillas, diría que es incluso, adorable.


-Sal tú, te dije que entraría.- le veo hacer un puchero enfadado, se cruza de brazos y voltea el rostro. ¿Ya he mencionado lo perfectos que son sus labios? Me lo he imaginado más de una vez alrededor de mi polla, haciéndome una buena mamada. –No te enfades, blanquito, solo necesito darme una ducha rápida, solo dos minutos. Por favor.- suplico, quitándome el bóxer, él me mira de pies a cabeza, sin expresiones, creo que es la única persona que no se derrite por mi cuerpo.


-Al menos pásame una toalla.- me dice, cansado. Le sonrío de lado y busco una, están sobre el lavado, Kyungsoo la dejó ahí. –Me quedaré en el baño y te jodes.- me avisa.


-De acuerdo, solo dos minutos.- digo, entro a la ducha y abro el grifo de golpe, el agua fría me atropella de una manera deliciosa. Busco a tiendas el shampoó y el jabón, me aplico un poco sobre la cabeza y masajeo, me doy la vuelta para que sea más fácil y empiezo a pasar el jabón por todo mi cuerpo. Cuando abro los ojos, veo a Kyungsoo poniéndose alguna crema en la cara, se ve tan delicioso así. Semidesnudo y chorreante. Es un galán el tipo, aunque no lo sepa.


Me enjuago bastante rápido, dos veces, por las dudas. Apago el grifo y cojo una toalla para amarrarla sobre mi cintura.
-Valla, ya era hora.- me dice, se acomoda el cabello para atrás, espera a que salga de la bañera y entra, quitándose de golpe la toalla. Oye, eso fue sexy.


-Te pones orgásmico cuando te lo propones, blanquito.- le digo, sonriéndole de lado, el me mira con una ceja alzada. Y luego se gira para sacar espuma de su cabello, ¿cuándo prendió el grifo? ¿Tenía shampoó en la cabeza?


-Nada de eso, lo que pasa es que tú me tienes ganas, y alucinas.- me dice, su voz e oye distorsionada por el agua. -¿Te vas a quedar mirándome?- me pregunta, río con ganas.


-Valla, ahora hasta se bañan juntos.- se oye.


-Fuera de mi ducha. Mierda Jongin, si vas a venir a joder al menos cierra la puerta.- Kyungsoo corre la cortina de la ducha de golpe, yo río.


-Sehun, no molestes a Kyungsoo.- le digo riendo, busca mi crema de cabello y me la coloco.


-Hey, Do, no es como si y no tuviera lo mismo que tú, además, tengo más culo, no seas gruñón.- dice Sehun, ese chico es muy directo, a veces. ¿No estaba enfadado?


-Fuera, dije. ¡Fuera!- grita.


-Tranquilo, blanquito, ya acabé aquí.- le digo, cuando ya puse la colonia en su sitio.


Sehun sale primero y luego yo, cerrando la puerta.


Al salir, Sehun me encara, con las cejas más juntas que de costumbre.

Mierda. Si estoy en problemas.

~~~~




-Creo que esto estorba.- digo jalando el elástico de su bóxer, lo levanto con bastante facilidad y lo acuesto en la cama de nuevo, esta vez, para quitarle el bóxer despacio.


Su mirada es fuego.


Sus ojos hambrientos me miran con codicia, solo Dios sabe cuántas veces eh deseado este momento. Mis manos en su bóxer, bajando tan lento que lo hago tortura, para los dos.


Lo primero que veo, es la cuerva de su cadera, su piel es tan lechosa que me da miedo tocarla, descubro así, la segunda curva más bonita de Kyungsoo, porque la primera, es su sonrisa.

A la mierda la tortura, quiero a Kyungsoo y lo quiero ahora.

Bajo mi cabeza hasta su cadera, para depositar un beso, y porqué no. Un lengüetazo también. Lo siento temblar y eso me encanta.


-Nini.- susurra, sus ojos más abiertos que de costumbre, sus labios separados y su rostro tiene un dejo de preocupación, seguro asustado por algo.


-Tranquilo Hyung, todo está bien.- le susurro. Subo hasta sus labios y le doy un beso, de nuevo enredando nuestros labios y lenguas.


Esto debe sonar raro pero, hasta hace poco empezamos a besarnos y ya parece que lo estuviéramos haciendo de toda una vida.


-Quién diría.- susurra, cuando me separo de él, él aún conserva los ojos cerrados. Lo miro confundido, cunado abre los ojos despacio, Jesús, este chico me roba el aliento cada vez que se lo propone.


-¿De qué hablas?- le pregunto, el ríe.


-Nada, nada. ¿Me das un beso?- me pregunta, sus ojos brillantes me invitan a mirarlos por horas, sin cansarme. Kyungsoo es demasiado hermoso.


-Donde quieras.- le susurro, ante de guiñarle un ojo. El ríe de nuevo, es perfecto.


Pone un dedo delante de mis ojos y me mira coqueto. Su dedo va hacia su frente, baja a su nariz, y baja a sus labios, y me apunta.
Río. Ya veo a donde va todo.


Le doy un beso en la frente, otro en la nariz y uno casi fugas en los labios.
De nuevo pone un dedo delante de mí, esta vez, su dedo empieza desde su barbilla, baja hasta su cuello, haciendo pequeños círculos, luego baja a su clavícula, dando toquecitos, baja un poco más, por abdomen, y se pierde entre sus piernas.


Oh, esto es lo que yo quería.


Le doy una sonrisa de medio lado, una vez más. Beso su barbilla y le doy una suave mordida un “humm” muere ahogado dentro de la boca de Kyungsoo, recorro con mis labios el camino que hizo Kyungsoo, solo deteniéndome de rato en rato para dejar pequeñas mordidas y chupetones.
Cuando mis labios llegan a su ombligo, es cuando siento vibrar el cuerpo de Kyungsoo más rápido, es incluso divertido.


-No t-te burles de mí.- dice, de manera entrecortada.


De cierta manera, estoy en ventaja, si no lo tuviera tan caliente, estaría volando hacia el suelo justo ahora.


Sonrío una vez más antes de lamer mis labios, el me mira totalmente sonrojado, tiene una capacidad impresionante para cambiar de tonos en su cara. Es todo un experto.



Ahora se viene lo bueno.

-¿Estás listo?- le pregunto. El asiente enseguida.


Tomo el miembro de Kyungsoo con mi mano izquierda y lo masturbo despacio, subiendo y bajando con gran lentitud. Es divertido ver la cara de frustración y goce de Kyungsoo.

 

Mi lengua también tiene ganas de jugar, por eso inquieta se dirige hasta ese punto donde termina el pene y empiezan los testículos, y mi otra mano, acaricia por fuera la entrada de Kyungsoo.


-Ahh, Jongin.- uh, los gemidos de Kyungsoo.


Empiezo a incrementar la rapidez de mi mano, mi lengua sigue jugueteando por ahí e incluso, un par de veces le mordí despacio el testículo derecho, y mi dedo, está dando hincones en la entrada virginal de Kyungsoo.
Decir que lo tengo bajo control es falso.


Yo no lo estoy contralando a él, él me está controlando a mí. Sus gemidos llenan la habitación y están haciendo que mi pene de brincos y palpitaciones que se me hacen dolorosas de aguantar. Pero vale la pena. Joder. Sí que vale la pena.


Mi mano derecha sube como pude a la boca de Kyungsoo, siento sus labios y empujo tres de mis dedos contra su boca. Levanto la cabeza para ver la cara de confusión de Kyungsoo, muevo mis dedos enredándolos con su lengua y creo que él lo ha pillado, porque empieza a lamer mis dedos de una manera deliciosa.


Saco mis dedos de golpe, aún chorreantes de saliva los dirijo a la entrada de Kyungsoo, haciendo círculos para que él los sienta. Mi otra mano sigue masturbando de manera casi bestial a Kyungsoo cunado una de mis dedos entra.


Kyung, da un brinco, pero seguro lo deja pasar cegado por el placer que le brinda mi mano, así que aprovecho, meto y saco mi dedo casi frenéticamente, haciendo caso omiso a lo apretado que se siente ahí dentro, Kyungsoo, está meneando su cuerpo como el de una serpiente sobre la cama, meto un dedo más, esta vez le oigo un pequeño chillido.


Kyungsoo no se queja, jamás se queja, tienes que averiguar que está mal con él para saber qué le pasa, él no sabe quejarse.


Mi lengua vuelve a su sitio, esa vez lamiendo con más frenesí la base de su miembro, solo empiezo a mover mis dedos cuando le escucho gemir de nuevo, esta vez, tiene ambas manos sujetas de manera casi bestial a la cama, se muerde los labios tratando de acallar sus gemidos.


Muevo mis dedos con bastante esmero, para arriba, para abajo, en círculos, tijeras, meto un dedo más, de nuevo Kyungsoo chilla, esta vez más despacio, los muevo bastante rápido. Demonios, necesito a Kyungsoo.
Lamo la puna del miembro de Kyungsoo, justo cuando meto, a duras penas, un cuarto dedo, uno sin lubricación, le oigo gritar, y casi enseguida busco un punto exacto. La transformación de grito en gemido me hace entender que lo encontré con éxito.


Succiono la punta del miembro de Kyungsoo, saboreando por primera vez en mi vida el líquido pre-seminal.


Un grito mesclado con dolor se escucha, río un poco. Está bien así. No recuerdo cunado fue la última vez que me preocupé tanto por preparar a alguien. Sin duda, Kyungsoo supera a todos, bueno, en este caso, todas.
Meto y saco mis dedos algo rápido, Kyungsoo está dando embestidas, seguramente de manera inconsciente, en mi boca, por eso decido empezar a tragar todo el miembro de Kyungsoo, o la mayor parte que puedo, al menos.
Y es así, mi cabeza subiendo y bajando, mis dedos entrando y saliendo, a veces haciendo círculos. Los gemidos de Kyungsoo me hacen sentir como brasas de fuego.


De la nada lo suelto, creo que a está preparado para lo que se viene.
Me alejo por completo de él, demonios. Kyungsoo es tan jodidamente sexy como el infierno.


Su piel empezando a sudar, su cabello pegado ligeramente pegado a la frente, sus ojos grandes, brillosos, sus labios mojados, rojos, su cuello, su cuerpo entero, repito. Kyungsoo es la jodida perfección.
Le escucho quejarse y sonrío.


Me quito el bóxer de golpe, mi miembro urgido se levanta en todo su esplendor, y creo que es tiempo de Kyungsoo para quedarse sin aliento, subo una vez más a la cama y le doy un beso demandante, mordiendo y succionando sus labios, y solo para romper el beso, hago fricción con nuestros miembros.


Y mierda, puedo sentir como el líquido pre-seminal se me sale a mí, y que Kyungsoo gima tan delicioso con esa voz tan bonita que tiene, no me ayuda a contenerme en lo más mínimo.


-Grrr. ¿Estás listo?- le pregunto, retrocediendo un poco y colocándolo sobre mis rodillas, el ríe, de medio lado, levantando el mentón mientras se muerde el labio.


-Nací listo, bonito.- me dice. El pasado me da una oleada de recuerdos que me hacen reír pervertidamente, justo como él acaba de hacerlo y como jamás creí verlo así alguna vez en mi vida.


Le abro las piernas para poder guiar mi miembro a su deliciosa entrada, el me mira con los labios entreabiertos.


Meto la punta despacio, Kyungsoo se aferra a las sábanas como si su vida dependiera de eso, de nuevos sus “humm” suenan, y su cara es de puro orgasmo combinado con dolor.


Termino de entrar despacio en él, muy lento, lo último que quiero es lastimarlo, y ya estamos bastante mayorcitos como para jugar a “la primera vez especial y llena de mimos” Somos hombres, casi pisando la base de los treinta. Y sí, lo amo, pero ya no como un amor de niños, este amor es más real.


Kyungsoo me extiende los brazos desde la cama y yo tomo sus manos levantándolo, en segundos tengo a Kyungsoo montado sobre mí, abrazándome como si no existiera un mañana.


Le abrazo con fuerza, haciendo sonar algunos huesos de su espalda, le acaricio mientras le beso el cuello, pero, llega un momento, en donde Kyungsoo da un brinquito, un chiquito. Que envía miles de descargas eléctricas a través de mi cuerpo.


Él me mira a los ojos, ojos brillosos, pero con otro tipo de brillo, este es un brillo d agua, son lágrimas. Pero no tiene cara de dolor, ni hay el mínimo rastro de dolor en sus preciosos ojos.

 


-Kyungsoo.-


-Jongin.-

 


Yo sigo arrodillado en la cama, y Kyungsoo con las piernas y brazos alrededor de mi cuerpo, sus ojos tienen un tono decidido, y es ahí cuando lo veo desenredarse de mí y tomar impulso, poniendo sus manos sobre mis hombros antes de dejarse caer y ah.


-Ahhhh. Mmmm.-


-Hummm.-


El movimiento se repite, o bueno, lo repite, apoyándose en mí y dejándose caer. Entrando y saliendo él solo. Ni en las más retorcidas de mis fantasías con él lo hubiera visto así.


Se repite una y otra vez, cada vez más rápido, con gemidos más audibles y con algunas maldiciones, ya casi cuando era todo más rítmico se me dio por ayudar, dando embestidas sutiles cuando él estaba casi abajo.


La primera embestida fue celestial, mi miembro que tanto me había pedido atención, estaba recibiendo la mejor de las atenciones, y eso no es todo. Lo mejor fue cuando la carita de Kyungsoo se transformó en una llena de placer, haciendo como eco de sus facciones una pequeña “O” en sus labios, eso estuvo a punto de ponerme al borde de la cordura.


Una vez más, lo tiré hacia la cama, su cuerpo no había terminado de rebotar contra el colchón cuando lo había atraído hacia el filo de esta, levantando sus piernas y metiéndole mi súper duro y casi chorreante miembro en su entrada, arrancándole un gemido desde la garganta.


Y así continuamos, con él gimiendo debajo de mí y yo penetrándolo con la fuerza que jamás pensé que tuve, era realmente abrumador todas las emociones que estaba sintiendo, Kyungsoo ahí, tendido sobre la cama, gimiendo mi nombre cada vez más alto, dándome un panorama espectacular que solo yo podía poseer.


De rato en rato me acercaba a robarle besos, aunque, en realidad, era más para juntar sus labios con los míos, o su lengua, o incluso, sus dientes.


El frenesí, la adrenalina, el goce, el morbo. Todo. Todo hacía una combinación perfecta y placentera que jamás me cansaría de probar y degustar.


De rato a ratos sentía hormigueos en mi parte baja, y rayos. Trataba de ignorarlos los mejor que podía porque no quería renunciar a tenerlo así, tan mío.


Pero este iba incluso desde más adentro, acelerando mi corazón y dejando de lado mi conciencia, quería resistir, enserio, quería.


Pero, no pude soportarlo cuando vi a Kyungsoo, dando el grito más agudo, largo y placentero que parecía cantado, sus ojos cerrados, su respiración agitada, su pecho subiendo y bajando frenéticamente y su semen chorreando hasta casi su cuello, me hicieron perder los estribos, liberándome en esa entrada tan estrecha que se había puesto, enterrando mis uñas en sus caderas y diciendo su nombre en casi un susurro.


Le di un beso más, otro beso irregular, y salí de él escuchando un pequeño gemido, me acosté a un lado de él, sentía todo los músculos agarrotados y rayos, ¿Hace cuánto no hago ejercicio?


-Me duele todo.- me susurra, su respiración casi volviendo a la normalidad, cuando volteo a verlo, tiene los ojos cerrados, y una enorme sonrisa en los labios.


-Creo que, esto es a lo que le dicen luna de miel.- le susurro, apegándome a su cuerpo. Él me mira, risueño, Jesús, jamás en mi vida me cansaré de ver sus ojos.


-¿En serio?- me pregunta, yo asiento y me levanto para tomar una sábana y cubrirnos, cuando elevo los ojos hacia él una vez más, me encuentro con un hermoso puchero. –Pensé que me llevarías de viaje, o algo así.- me dice riendo. Río junto con él. Con esas “sonrisas deformes” que llama Lu han, en donde los dos nos sonreímos agachando el mentón y enseñando todos los dientes.


-Te tengo otra sorpresa.- digo, pensando en la playa. Hasta donde sé, todavía es mi casa.


-¿Si? ¿Cuál?- me pregunta, acomodando su cabeza en mi hombro.


-Sorpresa.- le digo, guiñando un ojo. A él se le escapa un bostezo y luego se sonroja, se ve tierno, es lindo. –Descansa un poco, Hyung.-


-De acuerdo, duermo un poco, nini. Te quiero.- dice, y sus ojitos se cierran, quizás muy cansados, también hay una maravillosa sonrisa en sus labios.

Kyungsoo es hermoso.

Y con ese pensamiento, me quedo dormido.

 




^^

La alarma suena temprano, perforándome los tímpanos como de costumbre. Espera un momento, eso no es la alarma, es mi teléfono.
El aroma de Kyungsoo evita que me levante de mal humor, él está con las cejas juntas, seguro tan frustrado como yo por oír ese sonido tan molesto.
Me levanto de la cama, no sin antes probar los deliciosos labios de Kyungsoo y robarle una sonrisa, y busco mi pantalón, olvidado en alguna parte de la habitación, cuando lo encuentro, es Lay el que me está llamando.


-Buen día.- le saludo.


-No está mi libreta.- me dice, eso termina de despertarme, su voz es seria, y el respeto fue tirado por un tubo.


-¿Qué color?- le pregunto, conteniendo el aliento.


-Azul, lo siento. No fue mi intención, lo lamento.- cierra los ojos y aprieto la mandíbula.


-¿Pasa algo nini?- me pregunta Kyungsoo. Le hago un gesto para que me dé un momento.


-Tranquilo. ¿Recuerdas con quién estabas?- seguro alguien la ha de haber visto, esa libreta nunca está lejos de Lay, se le ha de haber caído por error, seguro.


-No lo sé, ese amigo tuyo que me rogó para que viniera a la boda, Suho, dice que se lama, Lu Han. No lo recuerdo bien, creo que tomé un poco, pero, no solté la libreta en ningún momento, lo curioso es que desperté en la enfermería. Lu Han me dijo que tu amigo se veía muy misterioso cuando se fue.-


-Suho. Voy para el orfanato, quédate donde estás.- le digo y cuelgo. Kyungsoo me mira preocupado. –Suho es posible sospechoso de tomar prestada sin autorización, la libreta de Lay, la libreta de negocios.-
La cara de Kyungsoo se transforma en segundos. Esta tan enfadado como yo.


-Te acompaño.-

Notas finales:

¿qué tal?
¿Me dan amor o me lo quitan?


Sigo pensando que, lo mío, son los oneshot -o como se escriba-

Un gusto leernos de nuevo, bebés, ¡Nos leeremos pronto!


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