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De Sacrificios y Recompensas Kaisoo/KaiDo por Azul Olivia

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Notas del capitulo:


Hola bebés! 

es algo tarde por aquí, creo que ya es costumbre mía publicar muy de noche c: 

 

Hoy traje dos capítulos! 

Como premio consuelo o recompensa (como quieran verlo) a mi falta de atención por aquí. (Tengo la agenda realemte apretada, mil perdones~ )

 

 

Ahora le toca a Jongin, Desde su perspectiva. Creo que ya es tiempo para eso. 

 

Pov. Jongin.

 

 

-¡Jongin! ¡Kyungsoo! Es bueno verlos, y ¡Juntos!- El de cabello naranja, Minseok nos saluda levantándose del suelo en donde estaba sentado. Alegrándose y sorprendiéndose de vernos.

-Sí, es la primera vez que vengo, y que Kyungsoo está aquí.- digo, ahora cargando a la pequeña Luna, que, desde que llegamos, ha estado pasando de los brazos de Kyung a los míos aleatoriamente. Se ve burbujeante, enseñándome cada cinco segundos ese par de ventanitas que tiene entre los dientes.

-Lo mismo digo.- susurra Kyungsoo, que aún sigue sorprendido y sin poder creérsela.

-¿Prepararás galletitas?- Pregunta la pequeña Luna mirando a Kyung, sus ojos brillan emocionados y yo arrugo la nariz de manera tierna. –Me gustan las galletas con forma de luna. Oppa Inin dijo que era como comer un pedacito de cielo. A Oppa Inin le gustan tus galletas. Él se las come todas cuando tú te vas.- La pequeña Luna tiene las cejas juntas y los labios abultados, se ve tan tierna~ Sin embargo. Debo defenderme.

-Son muy ricas.-Susurro, mirando a Luna. Ignorando a cualquiera que nos mire. No sé quién de los dos se ve más infantil. No me veo, pero estoy seguro de que tengo las cejas juntas y los labios fruncidos hacia adelante. La imagen se debe hacer muy cómica de ver. ¡Quién puede resistirse a los encantos de una pequeña niña de seis años!

-Ellos siempre son así.- oigo decir Minseok, lo volteo a ver, y él está platicando con Kyungsoo, giro hacia Luna y sonrío. –Siempre peleando. Suele ganar Luna con frecuencia, pero Jongin no es un fácil oponente.- dice riendo, río con sorna, en eso tienen razón.

-¿Me prestas la cocina?- Pregunta  Kyungsoo, me giro a verlo. ¿Preparará galletas?

-Claro es toda tuya. ¿Quieres que los demás niños te ayuden?- dice Minseok, dibujando una sonrisa en su rostro. Él tanto como yo, y todos los demás niños, adoramos las galletas de Kyungsoo.

-Claro, me encantaría. ¿Y Lu Han?- le pregunta Kyung,  ambos yendo hacia el patio, veo a Minseok encogerse de hombros antes de dar una gran sonrisa.

-Está lavando los platos, perdió la apuesta. Tendrá que hacerlo solo.- su cabello naranja brilla con el sol, se ve radiante. Como cada día, desde que conoció a Lu Han.

Pero si ese par está hecho el uno para el otro.

 

 

Los niños juegan alegres entre sí, hay alrededor de treinta niños, de distintas edades.  Minseok se aleja junto a Kyungsoo, y solo por esta vez los dejo ir sin seguirlos. Debo hacer algo primero.

-Eh, Luna.- le llamo. Ella me mira sonriendo y no sé cómo resistir esa sonrisa.

-¿Oppa?- me pregunta, ahora ladeando la cabeza.

-Tienes que cuidar a Kyungsoo-Hyung cuando yo no pueda, ¿De acuerdo?- le pregunto, ella asiente con la cabeza frenéticamente antes de levantar su dedo pulgar. –Debo hacer una llamada, ¿Puedes cuidar a mi Hyung por ahora?- le pregunto, ella ladea la cabeza de nuevo.

-¿Llamarás a Yin-Yin?- me pregunta, río al escuchar la manera en que lo llama.

-Así es, ¿Quieres que le pida algo por ti?- le pregunto, ella se lleva un dedo al mentón pensando, en un par de segundos, una sonrisa enorme adorna su bonita cara.

-Sí, dile que me traiga el unicornio rosa que me prometió.-  una risa risueña se le escapa, da una palmada al aire y sonríe, abriendo la boca. Esa niña es toda una dulzura.

-De acuerdo. Ahora ve y cuida a Kyungsoo por mí.- le digo, ella asiente y palmea mis hombros despacio. Cuando la dejo en el suelo, sale disparada hacia la cocina.

Sonrío. Esa niña es capaz de curar mis heridas… momentáneamente.

 

Saco mi teléfono y marco el número de mi amigo. Espero que lo tena cerca, porque si no, no contestará. 

-¿Joven?- oigo desde el otro lado y suspiro. ¡Lo tenía cerca!

-Hola, soy yo. ¿Estás enterado?- le pregunto, casi en susurro, procuro que nadie me oiga.

-Sí, lo sé todo.-me dice, su tono de voz cambia, se vuelve melancólico.

-¿Y?- le pregunto inquieto.

-Bueno, ya no tengo dónde vivir.- me contesta. Sonrío complacido.

-Puedes vivir conmigo desde cuando quieras. Mi casa tiene las puertas abiertas para ti.- ofrezco. Espero que Kyungsoo no se enfade.  -¿Por qué esta repentina decisión?-

-Me dieron a elegir, o servir a su padre, o servirlo a usted. Y bueno, estoy aquí sin empleo y sin hogar.- me dice, con un tono de voz más despreocupado. Juraría que acaba de alzar los hombros. Él suele ser así con frecuencia. –Tengo la libreta aquí, mañana es un día especial.-

-¿El cumpleaños de Kyungsoo?-

-No.- contesta rápido. ¿Qué día es más especial que ese?

-¿El mío?-

-No. Aquí dice, que mañana cumplen diez años.- ¿Diez años de qué? Oh…

-Ah… de eso.- una sonrisa triunfal se me escapa. –Arregla todo, Yi Xing. Mañana me caso con Kyungsoo. Anota eso.- le exijo. Esto es algo que por nada en el mundo debe olvidar.

-De acuerdo. Lo tengo.- me dice, asiento satisfecho.

-Bien. Luna dice que le traigas el unicornio rosa que le prometiste, estoy en el orfanato. Ya sabes que hacer.-

-bien, iré enseguida con todo. ¿Algo más?- me pregunta. Me rio enseñando todos los dientes.

-Kyungsoo está aquí.- anuncio.

-¿Conoceré a Kyungsoo? Valla. Espero ser buen chico.- me dice.

-Lo harás bien, no te preocupes por eso. Ya sabes. Tú has todo o que tienes apuntado en la libreta. Te veo en… ¿treinta minutos?- le pregunto, no le veo, pero me lo imagino asintiendo.

-Sí, claro. Me parece justo. Tengo la dirección, y un auto de respaldo. Podré llegar.- suspiro antes de dejar de sonreír. La memoria no es el fuerte de Yi Xing.

-Entonces nos veremos luego. Apresúrate.-

-Nos vemos luego, Joven.- corto la llamada y suspiro. Dejé sin empleo a mi  mejor empleado.

 

 

Yi Xing, es mi mano derecha. Es el encargado de resolver mi vida. Es mi mejor amigo también.

Supongo que la noticia lo tomó por sorpresa, pero tan valiente el, se enfrentó a mis padres en mi nombre, y ahora no tiene empleo ni hogar, como dijo. Yi Xing es una de las personas más eficientes que conozco. Dejando de lado su   ligero problema de retención, es una persona muy, muy inteligente.

 

 

Camino despacio hacia la cocina. Huele a masa de galletas y a huevo. Cuando entro, muchos niños alrededor de Kyungsoo lo observan con asombro y adoración, Kyungsoo les habla animadamente y ellos asienten con sus cabecitas con frecuencia. La imagen es bastante tierna. Es la primera vez que lo veo usando ese uniforme.

La idea de Yi Xing, de comprarles uniformes de pequeños chef a los niños fue bastante buena. Incluso el propio Kyungsoo tiene un traje blanco, casi perdiéndose con su tono de piel. El gorro que tiene sobre la cabeza lo hace un poco más alto, y la sonrisa gigantesca que tiene en la cara casi opaca por completo sus ojos hinchados. Casi.

Suspiro triste de repente.

-Hoy también llegó llorando.-me susurra Minseok. Parándose a mi lado en la puerta de la cocina.  Su rostro se ve triste y decaído. –Nunca me gusto verlo llorar, pero siempre fingí que jamás me daba cuenta. Es bastante evidente, lo sé. Pero por alguna razón, cuando Kyungsoo está aquí, la sonrisa que le aparece en la cara compensa todo el dolor que siente antes de venir.-

-Él es feliz aquí.- le digo. La pequeña luna le mancha con harina la nariz a Kyungsoo y luego se burla alegando que no se nota. Todo los niños ríen –Creo que este es su lugar favorito.- una idea cruza mi mente con una velocidad impresionante. -¿Qué opinas de una boda aquí?-  le pregunto. El me mira curioso.

-¿Una boda?- las palabras son robadas de su boca, Lu Han está detrás de él, abrazándolo, y justo ahora acaba de poner su mentón en el hombro ajeno. -¿Pagarás mi boda con la de Minseokkie, niño rico?- me pregunta, me rio arrugando los ojos, Minseok enrojece sin piedad. Y Lu Han… bueno, él ya está totalmente acostumbrado a este tipo de comentarios.

-¡No digas esas cosas!- Minseok se lleva las manos a la cara, escondiendo su rostro, pero, hasta sus orejas están rojas. Sonrío.

-Y entonces, para darle forma a las galletas, tiene que hacer presión de una manera firme pero delicada sobre la masa, ya saben niños, como les enseñe.- la vos de Kyungsoo me distrae.

 

¿Desde cuándo es tan guapo? ¿Por qué justo ahora?

 

Su cabello negro, casi escondido con el gorro, brilla tanto como su rostro. Podría decirse que sus ojos tiene un tamaño normal, no es la primera vez que lo veo con los ojos hinchados, pro sí la primera vez que lo veo llorar. Kyungsoo Hyung jamás llora.

Por obra y gracia del destino. Se me dio por salir por la puerta trasera del departamento, a solo minutos de que Kyung saliera de casa. Quizás sea el hecho de que salga sin decirme a dónde, ni a qué hora volverá, y no es como si yo lo estuviera supervisando o eso, (De eso se encarga Yi Xing, él sabe toda la agenda de Kyung.) pero… como dije, se me hizo extraño.

No sé qué le dijeron, pero su cara descolocada y descompuesta me detuvo el corazón.

 

Yo estaba bajando por las escaleras con algo de prisa, sin hacer ningún tipo de sonido, cuando lo vi, desde arriba, tenía la cabeza apegada al barandal, solo podía  verle el cabello pero hasta eso se me de memoria. Yo sé todo de Kyung. Ojalá Kyungsoo fuera mujer.

Así mis padres no lo odiarían. Porque demonios. Kyungsoo es mucho más hermoso que alguna chica que ellos puedan llegar a ver alguna vez. Es inteligente, es tierno, es dulce. Tiene un carácter de terror, pero solo cuando está enfadado. Es más. Ahora es como un ángel. Se ve tan tranquilo con los niños, su felicidad se le escapa de los poros.

Todo Kyungsoo es perfecto.

Su piel es tan suave, lo suelo tocar mucho cuando está dormido, le acaricio las mejillas y la nariz. Sé que esto suena bastante extraño, porque soy un hombre, y hasta hace tres semanas, se suponía que tenía novia.  Pero, Kyungsoo rompe todos mis esquemas. Me he acostumbrado tanto a él, que, sin él, mi vida no sería la misma.

 

 

Sé que Kyungsoo tiene sus propios demonios. ¿Quién no? Pero, me gustaría estar junto a él, el resto de mi vida, para cuidarlo y protegerlo.

Sonrío al recordar los ojos gigantescos de Kyungsoo. Esos ojos que puso cuando le propuse matrimonio. Jamás le vi ojos tan grandes en mi vida. No creo en Dios, pero en esos segundos que a mi parecer, fueron eternos, que me hizo esperar para decirme que sí, le rogué mentalmente a Dios que me haga el milagrito. Y, bueno. Mañana nos casamos. Al fin podremos estar juntos para el resto de nuestras vidas. Y adoptaremos niños, y seremos muy felices. Tendré que reconstruirme una fortuna de nuevo, para darle todas las comodidades que Kyungsoo merece, pero no importa.

Ahora eso no importa. Lo único que importa es Kyungsoo. Y su bella sonrisa.

 

-Muy bien Donghae. Eres bastante bueno. Pero. ¿Qué se supone que es eso?- pregunta Kyungsoo. Regreso de nuevo al mundo parpadeando. Esta junto Hae, el niño de ojos de avellana y cabello castaño.

-Es un monito.- su voz infantil hace que Kyungsoo arrugue la nariz de manera tierna. Robándome un suspiro.

-Oh, ¡Qué bonito! ¿Es para Eunhyuk?- le pregunta, hacia allá esta hyuk, jugando con la pequeña Hyo Yeon, la niña rubia de ojos bonitos.

-Sí. Es para ese feo.- contesta un Donghae pucheroso. Kyungsoo sonríe.

-¡Te estoy escuchando! ¡Pez feo!- grita hyuk. Otro niño rubio. El mejor amigo de Donghae.

-¡Ya sabía! ¡Pero estas con esa niña tonta y no me haces caso!- hyuk está al otro extremo, entre Hyo Yeon y Kyuhyun. Y Donghae está entre Kyungsoo y Amber. Una niña que se le parece bastante. Es bastante cómico verlos pelear, son bastante ruidosos y siempre están llamando la atención.

-¡Ella es más bonita que tú! ¡Tú eres un pez feo!- grita hyuk. Donghae hace un puchero, le tiemblan las cejas y también los labios. Oh. Oh.

-Pero tú también eres feo.-  una voz femenina, infantil se hace escuchar. Es la pequeña bailarina, Hyo Yeon. Donghae empieza a llorar, en los brazos de Kyungsoo. –Y ahora lo hiciste llorar. Eres malo.- le dice. Con rosto desaprobatorio. Hyuk se encoge en su sitio antes de levantarse y caminar hacia Donghae.

Esto es cosa de todos los días.

Uno insulta al otro, se celan. Se molestan. Uno hace llorar al otro. Y entonces el otro debe consolar al que llora, en unos minutos, ya se aman para siempre de nuevo, y jamás, nunca, nunca, volverán a pelear.

Sonrío al ver como Kyung habla con el par de niños. Los regaña de manera tierna y los dos asienten con la cabeza a la vez mientras sutilmente hyuk toma la mano de Donghae.

 

 ¿Así será con nuestros hijos? ¿Tan lindo y cálido como ahora?

 

-Valla, enserio te gusta. Yo pensé que solo era un capricho de niño rico.- La voz de Lu Han me trae de nuevo a la tierra. Lo miro confundido y él me señala a Kyungsoo. –Yo pensé que Soo era uno de eso caprichos, tú sabes, de los niños ricos y eso.- me contesta. –Pero parece que me equivoco. Debo poner a mi favor que jamás los he visto tan cerca. Sé que conociste este lugar por mandar a seguirlo, pero, no conocía tus sentimientos.- Lu Han está parado en el otro extremo de la puerta. Minseok ya no está a su lado. Lo busco con los ojos y lo encuentro cerca de Kristal. Una niña de cabello negro, todos los niños son como sacaos de revistas, son bastantes bonitos.

-Claro que me gusta. Es mi Hyung favorito.- le digo, el me gira los ojos.

Cuando vi por primera vez a Lu Han y no lo conocía, pensé que me odiaba. Luego lo conocí, y sí. Me odiaba. Pero su manera tan despreocupada, divertida, narcisista y altanera de ser, era natural. Por lo que, en todo este tiempo que lo conozco, ya me acostumbre.

-Eres idiota.- me dice, su manera de decirlo no parece un insulto, sino una afirmación, algo que es bastante obvio y que el solo está repitiendo. No sé s sentirme ofendido. –Pero no te preocupes, yo también lo era. Pensé que Minseokkie era alguien muy especial para mí, pero, me di cuenta de que lo amaba luego. Cuando el…- me mira y se me acerca, es un secreto. –Jodido de JongDae empezó a mirar con otros ojos a mi bebé.- sonrío al escuchar como insulta a “JongDae” Es cierto. En este lugar las palabras ocenas están prohibidas. –Ya sabes, celos. Así que, tuve que marcar mi territorio. Minseok es mío.- me dice. –Estás enamorado. Niño rico.- me anuncia. Sonrío divertido. ¿En serio?

Sus ojos se dirigen a Minseok y luego se pierden en él, lo mira con adoración. Con amor.

Entonces miro a Kyungsoo.

 

¿Celos?

Claro que he sentido celos. Por Suho. Él que tiene que mirar mucho a Kyungsoo. Él que tiene que ir a nuestro hogar todos los días. Él, siempre él. De una o de otra manera, siempre está metido entre los dos. No digo que JoonMyeon sea mala persona, pero, está siempre tan cerca de Kyungsoo, que hasta es molesto verlo.

Esa rivalidad que tenemos.

¿Quién hace más puntos con Kyungsoo?

¿Quién lo hace reír más?

¿Quién está más tiempo con él?

¿Quién está más cerca? 

Rayos. Suho es un entrometido.

Espera un minuto.

 

Celos. Esos celos.

Esos celos que sintió Lu Han cuando el  “Jodido de JongDae” miró con otros ojos a “Se bebé”

Estoy celoso. De esa manera. ¿Soy un idiota?

 

Sí. ¡Sí! ¡Soy un idiota!

 

Jamás me había sentido más feliz de serlo.

Estoy enamorado. Estoy enamorado de Kyungsoo. Eso hace más fácil todo. 

 

Mis ojos se encuentran con los de Kyungsoo. El me mira y me sonríe.

Valla, enserio es hermoso.

-Ven aquí, nini. Estamos haciendo galletas, ¿No quieres hacer una?- me pregunta. Asiento con la cabeza, el me señala el lavadero y capto la idea al instante.

-¿Nini?- pregunta la pequeña Luna. Un sonrojo violento adorna el rostro de Kyungsoo. -¿quién es “nini”?- me giro a lavarme las manos y sonrío.

-Es Jongin, Luna. Ya sabes, tu amigo “Inin”-  dice, su tono de voz ha disminuido. Está avergonzado.

-¿Te gusta?- le pregunta Luna. Me paralizo un instante antes de fingir que no los escucho mientras el agua se mete entre mis dedos.

-Sí. Pero es un secreto.- le susurra Kyungsoo. Cuando me giro a verlos, luna me mira sonriendo.

-¡Oppa!- grita, riendo – ¡Mira! Hice una luna de galleta, ya las van a hornear. ¿Te gusta?- me pregunta., asiento con la cabeza antes de contestar.

-Es muy bonita luna.- le digo. Cuando estoy al lado de Kyungsoo.

-Necesitas un mandil.- me dice Kyung, miro hacia atrás y veo uno, lo gogo sin cuidado.

-¿Este está bien?- le pregunto. El asiente.

-Claro. También un gorro. Espera, te daré el mío.- su rostro brillante se acerca al mío cuando me coloca el gorro. Me agacho un poco para hacer más fácil su tarea, pero estoy seguro de que se está parando en puntitas.

Sus ojos tan cerca de los míos me pierden. No es la primera vez que lo tengo así de cerca, pero sí la primera vez en donde estoy seguro de mis sentimientos.

-Gracias.- le digo, mi voz suena extrañamente ronca. El carraspea. El sonrojo en su rostro el hermoso. Le tomaré una foto y la pondré en mi pared. Ah no. Espera. Me encargaré de hacerlo visible el resto de mis días.

 

-Oppa~ te vi.- me dice la pequeña luna. –Te vi~- susurra, hincándome con sus pequeños dedos.

 

Ya sé quién me ayudará a enamorar a Kyungsoo. 

Notas finales:

Qué tal? Me dan amor o me lo quitan?

 

Opiniones? 

Alguna pregunta, duda, sueño, fantasía?  I'm open minded 

Dejenmelo saber en sus rw, bebés. 

 

Ya. 

 

Nos leeremos pronto! 


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