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De Sacrificios y Recompensas Kaisoo/KaiDo por Azul Olivia

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Notas del capitulo:

¡Hola bebés! Tiempo sin leernos, ¿No?

Mil perdones a todos los que  esperan, soy lenta, perdonen~ eh estado muy apretada de tiempo, y esta semana ha sido muy… ufff!

Pero ya les traje un nuevo capítulo, para reordenar todo, me odiaran,  me amarán y luego me odiarán más que antes, lo sé.

Hay muchos cabos sueltos, me gusta dejarlos con la intriga(?)

 

Estoy muy contenta por la cantidad de rw que me escriben, soy muy feliz de leerlos, y, para premiarlos, pueden dejarme una idea salvaje que se les ocurra, (no importa de qué, sean libres~) y yo, de alguna manera lógica, la pondré en la historia. Suena raro lo sé, pero es lo único que puedo hacer para recompensarlos por esperar~ 

Pov Kyungsoo. 

 

 

 

Se lo dije. Se lo dije. Se lo dije.

 

Lo veo paralizado. Mirándome a los ojos, metido en un trance. Se ve realmente perdido. Me asusta verlo así. Esto no es lo que yo estaba esperando.

Yo esperaba que se ponga a dar saltitos por toda la casa, me dé un par de abrazos y quizás solo quizás uno de esos besos suyos cariñosos. No… esto. Un Jongin parado frente a mí con toda la cara tatuada de frustración y sin aire en los pulmones.

 

Lo veo volver a la realidad. Sus ojos vagando en cada parte de mi cuerpo y deteniéndose de rato en rato sobre mi abdomen. Sus ojos se ven tan perdidos, que hasta con solo mirarlos, me pierdo también.

 

-Suponiendo que esto es cierto…- su vos suena apenas susurro, su voz tan distinta, es un tono nuevo, un sonido que no sabría descifrar. No está decepcionado, ni triste, ni mucho menos feliz. ¿Qué está pasando por tu mente, Jongin? –Y tú si puedes tener hijos propios…- continúa. La manzana de adán que tiene marcada en el cuello sube  baja por su garganta. De pronto cierra los ojos y una oleada de infinita tristeza recorre su cara, demonios. ¿Qué pasa ahora?

-Jongin.- me acerco a él. Le tomo los brazos con cuidado. Le acaricio los bíceps, tratando de darle algún tipo de consuelo. ¿Por qué se lo está tomando así?

-Kyungsoo.- de nuevo un susurro. De nuevo no sé cómo catalogar su tono de voz. De nuevo… no sé qué le está ocurriendo. 

Jongin encuentra sus ojos con los míos. Me mira con dolor. Como si yo fuera el culpable de la más grande de sus tristezas, sus ojos acusadores apuñalan mi alma. Y podría jurar que nunca en mi vida lo he visto así.  Ni siquiera cuando terminó su extensa relación con Hyuna. Ni siquiera cuando se enteró de que… un momento.

-Oh, Jongin. Lo olvidé. Perdóname. No debí decírtelo. Lo siento. Lo siento. Perdón.-

Jongin se muerde el labio y asiente, se agacha hacia mí, dirigiendo su cabeza a mi hombro, me apego a el abrazándolo con mis brazos sobre su espalda, él también lo hace de una manera más distorsionada. Su cuerpo empieza a temblar de una forma irregular y es ahí donde me siento el hombre más miserable del mundo.

 

Soy un maldito idiota.

 

Por eso mismo Hyuna le terminó. Por eso mismo arregló un contrato con Hyuna, se iban a casar, por eso. Porque querían una familia. Porque los Kim demandaban un heredero. Por eso.

 

 

Jongin no puede tener hijos.

 

 

La máquina sexual Jongin, es infértil.  

¡Qué castigo tan grande, Señor!

 

-No es tu culpa Hyung, no es tu culpa. El único culpable soy yo. Yo soy el problema.- oh no. Justo ahora que estaba tan feliz. Camino llevándolo conmigo de manera errática hasta el sillón. Hago que se siente y me acomodo a su lado. Nunca eh dejado de sorprenderme por lo alto que se ve junto a mí.

Jongin me mira con tristeza, con los ojos húmedos y las mejillas mojadas. Le acaricio el rostro con mis pulgares, el cierra los ojos de nuevo.

-Oh, nini~- su respiración empieza a regularse de nuevo. Sus hombros suben y bajan despacio. Está empezando a calmarse.

 -Luna me dijo “papi” hoy. Me lo dijo dos veces, fui muy feliz. Quiero mucho a esa niña.- me dice, por sus ojos corre una pequeña luz, hay una sonrisa en sus labios, recordar a Luna, lo pone feliz. Es una niña muy linda.

-Serás un buen padre Jongin.- le digo. El ríe irónicamente.

-Claro.- susurra. Evitándome con los ojos.  Le tomo por las mejillas y hago que me encare.

-Serás un buen padre Jongin. Te lo prometo. Estaré a tu lado, y cuando no lo  hagas muy bien, te daré una golpiza tan buena, que te hará volver a la raya de nuevo.- le digo & amenazo. El ríe enseñándome todos sus dientes mientras achina los ojos.

-Seré un buen padre.- me dice. Yo asiento con la cabeza. –Seré un buen padre porque estarás conmigo.-

Creo que me sonrojo.

 

 

 

 

Después de la cena, de haber terminado de lavar los servicios y de haber guardado un plato de comida con una notita en el refrigerador, para Lay, que según Jongin, vendrá a dormir esta noche. ¿Dónde dormirá? ¿En el sofá? ¿O ya debería mover mis cosas al cuarto de Jongin y usar mi cuarto para las visitas? A pesar de que este departamento es muy grande, tenemos pocas habitaciones. Creo que el cuarto de baile de Jongin ocupa mucho espacio. Y mi biblioteca, claro.  Debo decirle que acomodemos un cuarto para nuestros hijos.

 

“Nuestros hijos”

 

Qué bonito fue pensar eso…

 

 

Me seco las manos, Jongin está en su cuarto, y, solo por curiosidad, quiero verlo.

Digo, es muy normal que lo valla a ver por algún motivo, pero, no recuerdo que valla últimamente… es decir, creo que, se me hace raro verlo… sobrio.

Me he acostumbrado a verlo derrotado, infeliz y ebrio. Verlo jovial, natural, feliz y sobrio me gusta, pero también me sorprende.

Cruzo el pasillo y entro a u cuarto sin tocar, como siempre.

Lo encuentro saliendo el baño, con una toalla sujetada a la cintura, y otra más pequeña sobre la cabeza. Tengo un sentimiento extraño dentro del estómago.

 

Siempre he visto a Jongin semidesnudo andando por toda la casa sin pudor alguno. Es como si para el no existiera la palabra “vergüenza” Incuso, una vez, cuando estábamos peleando amistosamente por algo que no me acuerdo y estábamos muy pegados, a Jongin se le cayó la toalla, y muy campante, dijo: “¿Podrías alcanzarme la toalla, por favor?”

 

Repito.

Ni pudor, ni vergüenza.

 

Y eso no fue lo peor. Oh no. Lo peor fue que, cuando él se agachó a levantar la toalla luego de que yo le dijera que no era su esclavo y que no. No se la iba a mamar antes de casarnos. (Siempre jugábamos a sí, yo no pensé que algún día nos casaríamos.) El, se puso la toalla al hombro y me dio la espalda.

Juro que luche por no bajar mis ojos pero… no pude. Le vi el culo. Y fue una imagen mental que me persiguió por semanas.

 El chico sexo, Jongin. Fue, y es, quien sabe, el hombre más guapo y codiciado, de todas partes. Nos conocimos en la escuela, estudiamos juntos y, para ese entonces, él ya tenía bastante “apego” con todas las chicas, incluso ahora con su… ex-trabajo. Ah. Aun no entiendo cómo fui a parar cerca del niño rico Kim Jongin. 

Desde que lo conocí baila.

Y la manera que tiene que bailar… es impresionante. Ah pasado tanto tiempo y parece que cada vez se hace más flexible. Sus pasos son tan sincronizados, tan precisos, tan exactos, tan sensuales también. Es una máquina.

 

-¿En qué piensas? Sé que soy guapo, pero contrólate.- la vos de Jongin me trae a la tierra de nuevo. Me perdí en mis pensamientos. Y ¡Mis pensamientos eran Jongin! ¿Qué está pasando conmigo?

-¿Ah? Eh… ¿Dónde dormirá Lay?- le pregunto, tratando inútilmente de no sonrojarme.

-Ah, pensabas en eso. En tu cuarto, claro. ¿Dónde más?- me responde, como si fuera lo más obvio. Es decir, si lo era, pero él se lo toma de una manera muy natural. –No pensarás que se quede a dormir en el sofá ¿Cierto? Oye, es un amigo, no puedes tratarlo así, además solo será una semana… ¿De acuerdo? Luego le buscaré un lugar dónde vivir. No te preocupes Hyung.- me dice, muy confiado. Buscando algo en su ropero, con cara de frustración.

-No he lavado la ropa. No estuve aquí hoy, recuerda. Tu pijama está en el último cajón, busca algo que te guste, me pondré el pijama.- le anuncio, haciendo un mohín, en serio. Deo trasladar mis cosas al cuarto de Jongin. Sólo será por una semana, pero, Lay puede sentirse incomodo cuando entre mucho a mi cuarto.

-Dormirás conmigo ¿cierto?- me pregunta, lo miro enarcando una ceja.

-A menos que quieras dormir en el sofá, yo no me molesto. – le digo, el ríe de lado antes de asentir. Salgo de su cuarto.

¿Qué debería llevar?

Entro al baño. Todo es tan blanco. Que una vez Jongin dijo que no me encontraba adentro. Tan cómico.

Cojo mi cepillo, mi jabón de cara, y no. Mejor me baño primero. Sí. Eso haré.

 

 

Más relajado, con el cabello mojado, un bóxer, un polo negro gigantesco y lo que creo yo, necesario para pasar una semana en el cuarto de Jongin, salgo de mi cuarto, (luego de haber ordenado todo y dejar toallas limpias en el baño, claro.)  Jongin está en su cuarto, ya es algo tarde, deberíamos dormir, no sé si trabaje mañana, pero creo que debo dormir temprano por precaución. Hoy fue un día bastante duro.

-Tardaste.- me acusa Jongin, apenas atravieso el umbral de su puerta. Me encojo de hombros antes de cerrar la puerta tras de mí, el solo ríe. Jongin está echado en su cama, las sabanas tienen un tono lavanda, tiene el torso desnudo y me invita con su mano a echarme junta a él.

-Agradece que no te mando a dormir al sofá.- le digo riendo e ignorando su invitación al entrar al baño para dejar mis cosas de aseo, por la ropa no me preocupo, porque puedo usar la de Jongin, él no se molesta.

-Ya son más de las doce, ¿Sabes qué día es hoy?- me pregunta, ladeo la cabeza, pensando.

-¿Veintitrés de febrero?- le pregunto, subiendo a la cama, junto a Jongin. El hace un mohín con la boca. Oh, debe ser algo importante. Pero, no recuerdo nada…

-No. Hoy cumplimos diez años de vivir juntos.- me dice, sonrío.

-Eso no es algo que hallas podido haber recordado tú solo.- le digo, mirándolo acusadoramente, estoy encima de la cama,  Jongin me ha ofrecido su brazo amablemente, me echo acurrucándome junto a él, ¿Vamos a dormir abrazados? Genial.

-Sí, bueno. Quizás Lay me dijo, pero no importa. Quiero mi regalo.- me dice, se ve gracioso. Los últimos años hemos estado intercambiando regalos, pero… este año… lo olvidé.

-Lo lamento, no tengo regalo, pídeme lo que quieras, te lo daré.- le digo, el me mira enarcando las cejas, ¿Esa es una sonrisa… pervertida?

-Quiero un beso.- me anuncia.

Okey. Eso me tomó por sorpresa.

Lo miro extrañado, esperando alguna sonrisa o gesto de burla, pero se ve muy serio, ¿Es en serio? Habiendo antas personas, ¿Me quiere a mí? Debe ser porque estoy muer cerca.

Hoy besé a Suho. No espera, él me besó.  Luego le di una golpiza, pero eso no quita lo que pasó.  Besar a Jongin sería... detonante… ¡Es Kim Jongin!

 

-¿Por qué?- le pregunto confundido. El me mira extrañado.

-De todas las preguntas que pensé, no pensé en esa, ni mucho menos en esa reacción.- me dice, lo miro perplejo, él se lame los labios, y bueno, mentiría si digo que eso no fue seductor. Repito. ¡Es Kim Jongin!  

-Lo siento.- digo, el ríe.

-JoonMyeon te besó.- me dice, mirando al frene y apretando la mejilla. –Y detesto que lo haiga hecho antes que yo. No es que compita, Kyung, solo que… él sabe lo que siento y… bueno, es injusto, de cierta forma.-  ¿Lo que siente? ¿Qué siente? ¿Infinito desprecio hacia Suho? Por favor.

-Entonces quieres que te bese. ¿Sólo eso?- le pregunto, incorporándome y arrodillándome frente a él. Creo que me sonrojo.

-Quiero más cosas, pero, dejemos eso para la luna de miel, tú insistes en llegar “puro”- dice girando los ojos, un pequeño tono rosa acaricia sus mejillas, rio de su broma. Siempre así.

-De acuerdo, te besaré, pero después me darás mi regalo.- le digo, el asiente.  Le tomo de las mejillas, y me acerco a él, despacio. Mi respiración empieza a agitarse y no sé cómo controlarme, los nervios y la adrenalina corren por mis venas, los colores se me suben a la cara, y cuando mis labios chocan con los de él, mi corazón explota.

Su beso se siente tan distinto al de Suho.

Cuando Suho me beso, me sorprendió, y me quedé inmóvil, luego me acaricio la espalda y me toco el culo y ahí fue donde me molesté. Entonces, ¿Por qué con Jongin es distinto?

Jongin me acerca a él tomándome de la cintura, entreabre los labios y solo pos curiosidad abro los míos, puedo sentir humedad y lejos de asquearme, me gusta, cuando su lengua toca la mía.

Jesús.

Sus manos se deslizan desde mi cintura, hasta mis piernas, y luego me levanta tomándome del trasero. Coloca cada una de mis piernas a sus costados y joder. No me molesta nada ser toqueteado por Jongin.

De nuevo sus manos suben y bajan por mi cuerpo y piernas desnudas mientras  su lengua hace maravillas en mi boca. El beso es tan húmedo, tan delicioso, tan rico.

Para mi mala suerte, el timbre del departamento suena. Me separo de Jongin casi mordiendo su labio. Le oigo maldecir en voz baja y me hace reír. Quizás le gustó tanto como a mí.

-Buen regalo.- me dice, aun sin soltarme, me sonrojo violentamente, porque, vamos, ¿Qué más puedo hacer?

-Muy bueno.- le digo, el timbre de la puerta suena de nuevo.

-Acostúmbrate, Kyungsoo, mañana nos casaremos.- me dice, de nuevo me quedo perplejo.

¿Qué dijo?

Ventaja de ser niño rico.

Espera un momento.

Jongin ya no es un niño rico, oh rayos, ¿Está jugando conmigo?

-Jongin.- le llamo, pero ya no está debajo de mí, es más, ni siquiera está  en el cuarto. -¿Cómo?- no me di cuenta, ¿Cuándo se fue?

Salgo de su habitación, a espiar, quién carajos viene a esta hora, o bueno, quizás el Lay, ah, en ese caso, bienvenido sea~

-No es posible. Tú dijiste. ¿Y los exámenes? No pudiste haber manipulado eso.- la vos molesta de Jongin se oye, me molesto, ¿Quién es? ¿Quién lo viene a molestar tan de noche?

-Me cuide, tomaba pastillas, manipule al doctor, por favor, Jongin. Tú sabes que para nosotros, no es difícil mover a la gente con dinero.- esa vos.

Hyuna.

Salgo a encontrarlos, Jongin semidesnudo, molesto, y Hyuna más oxigenada que nunca, siendo rubia, se ve muy bien, debo admitir. Los dos, discutiendo acaloradamente en la entrada.

-¿Por qué lo hiciste?- esa es la vos dolida de Jongin, me preocupo.

-Sabía que si me embarazaba, tú me echarías de lado y mierda. A pesar de que finjas conmigo, el sexo es realmente bueno. Maldición, ¡Yo solo quería follar contigo! Tuve que aguantar lo empalago, lindo y tierno que eres, por sexo. Hasta que me aburrí. ¡Yo solo quiero tirar! Y tú… fingiendo amarme, porque tú y yo sabemos que no me amas. Tú amas a Kyungsoo.-

 

Esperen, ¿Qué dijo?

 

-Lo sabes.- Oh, espera, ¿Qué? –Me mentiste, creí en ti y me destruiste. ¿Por qué ahora?-

-No me cuide la última vez, hace dos meses que no me baja y fui al hospital hacerme unos exámenes. Maldición. No quiero deformar mi cuerpo. No quiero tener este engendro. No quiero convertirme en un cerdo por tu culpa. Ni mucho menos quiero criarlo. Este hijo es tuyo. No mío.-

 

 

Hyuna está embarazada.

 

Eso significa muchas cosas…

 

Maldición, Hyuna está embarazada.

 

Notas finales:

¿Qué tal? ¿Me dan su amor o me lo quitan?

 

Déjemelo saber en sus rw;

Recuerden que los amo~  c:

 

¡Nos leeremos pronto! 


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