-No es posible. Tú dijiste. ¿Y los exámenes? No pudiste haber manipulado eso.-
-Me cuide, tomaba pastillas, manipule al doctor, por favor, Jongin. Tú sabes que para nosotros, no es difícil mover a la gente con dinero.-
-¿Por qué lo hiciste?-
-Sabía que si me embarazaba, tú me echarías de lado y mierda. A pesar de que finjas conmigo, el sexo es realmente bueno. Maldición, ¡Yo solo quería follar contigo! Tuve que aguantar lo empalago, lindo y tierno que eres, por sexo. Hasta que me aburrí. ¡Yo solo quiero tirar! Y tú… fingiendo amarme, porque tú y yo sabemos que no me amas. Tú amas a Kyungsoo.-
-Lo sabes. Me mentiste, creí en ti y me destruiste. ¿Por qué ahora?-
-No me cuide la última vez, hace dos meses que no me baja y fui al hospital hacerme unos exámenes. Maldición. No quiero deformar mi cuerpo. No quiero tener este engendro. No quiero convertirme en un cerdo por tu culpa. Ni mucho menos quiero criarlo. Este hijo es tuyo. No mío.-
-¡Tú lo vas a tener! ¡Cómo puedes decir que no es tuyo! -
-¡No quiero tenerlo! -
-¡¿Entonces por qué viniste?!-
-¡Te extrañaba! Quería verte. Extrañaba tus besos. Tus caricias. Te extrañaba Jongin. Te extraño. Quiero volver contigo. Te necesito. Si tú regresas conmigo. Yo tendré este hijo. Sino. Yo misma me encargaré de que no nazca.-
“Yo misma me encargaré de que no nazca.”
Esto no puede estar pasando justo ahora.
Sentado en mi refugio. En un lugar escondido para Jongin, bajo la mesa del cuarto oscuro, al lado de la biblioteca. Jongin jamás entra a este sitio. Odia la oscuridad, los espacios cerrados, el polvo, el odia por completo este lugar. Es el único punto inaccesible de Jongin dentro del departamento.
Después de escuchar esa estúpida frase dicha por Hyuna, salí disparado hacia este lugar. Es muy de noche como para salir a la calle, sino, mis pies me hubiesen guiado de nuevo.
¿Cómo es posible que exista gente así en este mundo?
¿Es en serio?
Un hijo es una bendición, según decía mi madre cuando era niño. Una alegría infinita, la máxima demostración de amor. Bueno, es así para una mujer.
Con mis rodillas contra mi pecho es muy complicado respirar. Incluso pensar se hace difícil. Pero. No entiendo. No entiendo a esa mujer. ¿Por qué?
¿Todo esto es por Jongin?
¿Tan bueno es?
Hyuna se encargó en sus tres años de relación, hacer a Jongin feliz y muy infeliz, ¿Cómo lo hacía? Ni idea. Pero lo lograba. Jongin podía ser feliz de vez en cuando pero, seguir estando triste el resto del día. Incluso. Su fama de casanova se mantenía, tenía tacto con las chicas, y todas ellas sabían que Jongin tenía novia, y no les importaba por estar con él. Era bastante aburrido tener que lavar lápiz de labios de una camisa o el oler una fragancia distinta a la de Hyuna impregnada en la ropa de Jongin.
Jongin no fue fiel en esa relación.
Pero Hyuna tampoco lo fue.
Hyuna conoció a un chico hace un año. Entonces sus encuentros con Jongin se redujeron dramáticamente a uno o dos por semana, incluso horas, no se comunicaban, ni por teléfono. ¿Cómo es posible que tengan una relación así, entonces?
Los dos se jugaban sucio.
Jongin casi no sonreía en su trabajo. Lo sé porque trabajo en una de sus empresas, él es el jefe, la cabeza, de la cabeza. Y yo, yo soy un simple contador. Llevo las cuentas de su empresa, y mi “jefe” es Suho.
Ah. Suho.
Tonto Suho. ¿Por qué malograr una amistad tan buena? Y es posible que no haiga sido su culpa, sino mía. Por no haberme dado cuenta de sus sentimientos, por haber sembrado tantas ideas en su mente. Todo es mi culpa. He perdido a un gran amigo, y es mi culpa.
Demonios. Todo está mal justo ahora.
Suho y yo nos distanciamos. Jongin será padre. Hyuna está embarazada. Mi papá me odia, los padres de Jongin odian a su único hijo y es mi culpa también.
Solo soy un tropezó en la vida de Jongin.
Quizás el problema soy yo. Quizás no importa todo lo que esté pasando. Quizás, solo quizás. Si me voy, todo se arreglaría, Suho se olvidaría de mí. Hyuna conservaría a su hijo y se casaría con Jongin y automáticamente se solucionaría el problema con sus padres, devolviéndose así, toda esa vida de lujos a la que él está tan acostumbrado. Y yo... bueno, puedo seguir intentando que mi papa me quiera, que algún día se sienta orgulloso de mí.
Debería irme.
Y tengo una opción de hacerlo, si acepto la propuesta de Wu Fan, podría irme.
Pero aún le tengo mala espina a ese señor. No sé porque, pero hay algo dentro de mí que no me deja confiar en él. No me gusta nada ese resentimiento.
Si acepto. Viajaría a China para pertenecer a su firma. Eso sería genial, me llenaría de prestigio, mi nombre sería conocido y es posible que algún día llegue a conseguir una fortuna igual a la de Jongin. Y sería solo con mi esfuerzo.
Wu Fan tiene razón. Algunas cosas son así. Creo que, el no aceptar su propuesta en ese tiempo me las está cobrando ahora. Él tenía razón. A veces ser bueno con los demás no es necesario. A veces solo es conveniente.
Wu Fan ya es todo un hombre de experiencia. A sus 31 años, ya ha alcanzado muchas cosas. Me gustaría ser como él.
Salgo de mi escondite, no sé cuánto tiempo eh estado aquí. No sé si Hyuna siga peleando con Jongin en la entrada o si Jongin se fue por ahí, incluso, puede estar aquí, ensayando alguna coreografía. De esas en donde estira todo su cuerpo y mueve cada uno de sus músculos para cansarse a propósito. Cosas que hace cundo está frustrado o muy molesto.
Estoy un poco sucio, aunque no es novedad, ya que estuve en el suelo, así que tengo que bañarme. En el cuarto de Jongin. Y luego dormir en la cama de Jongin con la ropa de Jongin junto a Jongin, porque mi mundo entero gira alrededor de Jongin.
¿Qué está pasando conmigo?
Desde un inicio. Siempre ha sido Jongin.
Soy contador por él. Trabajo en una de sus empresas, junto a él y de cierta manera para él. Siempre lo veo, o bueno, veía, cuando iba. Cada día, usando ese taje entallado que lo hace ver sumamente varonil, esa corbata a juego, que resaltaba su sonrisa, esos ojos, su cabello. Todo Jongin es perfecto, es tan guapo, que te sientes mal con solo verlo.
Siempre ha sido él.
¿Qué es exactamente lo que siento por Jongin?
¿Gratitud?
Por dejarme vivir en su casa, sin ni siquiera pensárselo, cuando aún éramos unos niños, cunado no nos conocíamos tan bien y cunado aún lo odiaba por ser horrendamente rico, y tener una vida tan fácil sin algún tipo de esfuerzo.
¿Amistad?
Nos hicimos amigos con el tiempo, tuvieron que pasar muchas cosas entre los dos para llevarnos totalmente bien. Tuvimos que casi matarnos, incendiar la casa, romper la ducha y dejarnos algunos moretones para ser felices.
¿Amor?
¿Siento amor por Jongin?
Claro que siento amor, pero. ¿Qué tipo de amor? ¿Ese amor de amigos? ¿De confidentes?
¿Qué demonios siento por Jongin?
Nunca se me ha sido fácil aclarar mis sentimientos, ni cuando fui el novio de la chica más hermosa de mi salón, claro, adoraba a esa mujer, pero no me di cuenta hasta mucho después de haber iniciado la relación. Es decir, fuimos novios, pero yo no la quería tanto. Me enamoré de ella día con día, sonrisa tras sonrisa. Fue cosa de mucho tiempo.
¿Y si con Jongin se repite la historia?
¿Y si le pasa algo o decide cambiar de opinión, y se aleja totalmente de mí?
¿Y si mi corazón se rompe de nuevo?
No creo poder soportarlo. Ya me ha pasado una vez, y fue entonces cuando Jongin estuvo junto a mí, y ni aun así fue muy difícil, y casi imposible de lograr.
Me gusta Jongin. Y es posible que esté enamorado de él, pero. No voy a dejar que mis sentimientos crezcan. No voy a dejarme de nuevo.
Jongin quería tener un hijo. Y ahora lo va a tener, con Hyuna.
Ella le dará lo que él tanto le pidió. Lo hará feliz a su manera, crecerán como pareja y se llegarán a enamorar, serán felices, sus padres también lo serán. Nadie lo juzgará ni criticará por sus erróneas decisiones.
El será feliz.
Será feliz sin mí.
-Kyungsoo.- doy un salto asustado. Jongin está apoyando su frente contra la pared. No lo noté porque salí cabizbajo. –Son casi las dos de la mañana.- se me acerca y yo apoyo mi cuerpo contra la pared. Jongin coloca su frente sobre la mía y cierra los ojos.
-¿Qué estás haciendo aquí?- le pregunto, él se encoge de hombros, aún sin mirarme y yo sonrío. Esa comodidad que tengo al estar junto a él, esa calma momentánea que recae en mi cuerpo cuando me toca, es distinto estar con él.
Creo que me estoy enamorando de Jongin.
-Te estaba esperando. Odio cuando te encierras aquí.- me dice, una de sus manos me acarician la mejilla y su otra mano me toca la cadera.
¿Desde cuándo soy así de cercano con Jongin?
-Lo siento. Estaba pensando.- le digo, el mueve su frente contra la mía, como un gato buscando cariño sonrío cerrando los ojos.
-¿En qué pensabas?- me pregunta, su olor me inunda, su cuerpo se apoya sobre el mío, y entonces se encorva más hacia mí. Y yo empiezo a jugar con sus abdominales, pasando mis dedos sobre el borde de su tonificado cuerpo. Él se ríe, no lo veo, pero seguro está arrugando la nariz.
-Pensé en Suho. En Hyuna. En el inversionista que me ofreció incluirme a su firma y en lo que siento por ti.- le digo, sus manos aprietan mi cadera a la vez y me obligan a mirarlo a los ojos.
Sus ojos son tan profundos por un segundo me roban el aliento.
-En orden. No me importa JoonMyeon, así que lo obviare.- sonrío al escucharlo. Ellos se entercan en mantener esa extraña conexión. -¿qué pensabas de Hyuna? No te dejes engañar Kyung, todo está bien.- mis manos caen a cada lado de mi cuerpo al oírlo.
¿Qué todo estará bien?
-Vas a tener un hijo. Kim. Lo que tanto querías.- le digo, mi voz suena dura, incluso molesta.
-Yo te quiero a ti.- me dice. Tuerzo la boca antes de sonreír. Antes de sonrojarme. Antes de agachar la cabeza. Antes de parecer tan patético. ¿Acaso soy una quinceañera enamorada del chico más guapo del salón? No. Claro que no.
-Yo también te quiero.- le contesto, sincero. El ríe antes de chocar su nariz con la mía.
-¿Te puedo… besar?- me pregunta. Me muerdo el labio. Esto es muy vergonzoso.
-¿Tienes que preguntarlo?- le digo. Él sonríe. Se me acerca y antes de que me toque, como para arruinar el momento, menciono: -Me iré de aquí. Aceptaré pertenecer a la firma. Te podrás casar con la rubia y tener la familia que querías.- le susurro. El cierra los ojos y aprieta la mandíbula.
-Do Kyungsoo.- me toma de la mano, cogiéndola con más fuerza de la necesaria y me arrastra hacia mi cuarto. Toca la puerta y me sorprendo de ver a Lay. El me sonríe risueño, con la mirara adormilada.
-Buenas noches, Kyungsoo.- me saluda. Amable, se hace a un lugar y Jongin me arrastra adentro de mi cuarto.
-buenas noches, Lay. Qué bueno que ya estés en casa.- le digo.
-Enséñale.- la voz dura de Jongin me asusta, Lay abre un ropero y... dos trajes hermosos me deslumbran.
-Con esto se casarán, en unas horas.- dice, tranquilo.
-Pero.- digo, mis ideas vuelven a difuminarse en mi mente. -¿Y Hyuna?-
-Yo me encargaré de ella.- la voz de Lay resuena, distinta. Suena tan calmada, tan apacible. Tan serena y discreta. Oírlo me hace sentir tranquilo. –Todo estará bien. No te preocupes por eso Kyungsoo. Cuando llegue el momento de prestarle atención a ella, le prestaremos atención. Por ahora concéntrate en hacer feliz a mi amigo. Y por favor, sé feliz también tú. Ambos se ven muy enamorados. Son extraños, y nos son claros entre ustedes, pero lo están. Nacieron para estar juntos no dejen que todo se vuelva turbio. No pongas atención a lo de Hyuna, Kyungsoo. Encargarme de los problemas de Jongin, es mi trabajo. Tú no te afanes con eso.-
-Bueno, ¿Ahora si me da una beso?- me pregunta Jongin. Acercándose. Me sonrojo y escondo mis labios, la risa de Lay se oye apacible. Pero Jongin junta las cejas de golpe. –Por cierto. Lay, averigua quién es el inversionista interesado en Kyungsoo.- dice, antes de cruzarse de brazos. Lay coge un cuaderno y escribe, luego me mira curioso.
-Podrías, no sé. ¿Decirme su nombre?- me pregunta. Me encojo de hombros. Sonriendo.
-Wu Fan. Galaxi Asociados.- le digo.
Los dos me miran a la vez, con cara de espanto. Incluso me asustan a mí también.
¿Dije algo malo?
-¿Quién?- pronuncia Jongin, ¿Se ha puesto pálido?
-Kris.- susurra Lay.
-Sí, me dijo que podía llamarlo así. ¿Lo conocen?- les pregunto. Ellos me miran como si acaba de dispárales.
Hay algo extraño aquí.