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Encrucijada por limon18

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Notas del fanfic:

ya saben los personajes no me pertenecen 

Notas del capitulo:

Antes de irse a esa misión tuvo una gran pelea con Alde que hizo que rompieran su relación pero al regresar penso que ya todo seria olvidado y todo seguiria normal, pero se confundio... 

Ya habían pasado varios meses sin verle, hablarle mucho menos tocarle, trataba de colocar su mente en cualquier cosa menos en él, en esos recuerdos que lo hacían sufrir, pero esta vez, esta vez era diferente… al fin había conocido a ese alguien que lo hacía sentir nuevamente feliz, nuevamente lo hacía sentir vivo.

Lo primero que hizo El pelirrojo al llegar de su última misión fue  bajar  aquel gran coliseo, tratando de localizarlo. Lo buscaba sin desesperación y con mucha paciencia… allí estaba su grandote, sabía que la última vez que se vieron fue una gran riña, pero estaba seguro que todo seguiría normal. Baja el último peldaño mientras se le acerca. El toro lo siente voltea y lo mira detenidamente, puede ver su piel blanca algo bronceada, al parecer el sol le ha quemado un poco, nota un poco de delgadez en su cuerpo pero sus labios rosáceos lo hacen sonreír.

Camus sin notarlo, sin quererlo lo abraza fuertemente, hace meses no se ven y él ya lo extraña…. El toro le devuelve el abrazo, pero suelta el abrazo rápidamente.

-          Bienvenido Camus, que bueno verte por acá de nuevo (mientras sigue su entrenamiento)

El pelirrojo se asombra de tal actitud por lo que toma del brazo fuertemente al toro y le da media vuelta…

-          A mí no me dejaras acá parado como idiota mientras te haces el importante o el desentendido… (mientras se cruza de brazos)

-          ¿de qué hablas Camus? Dices que me hago el importante… vaya… mira quién habla (se cruza de brazos también)

-          Sigues peleando por lo de  la última vez, es que no lo olvidaras…. (mientras sonríe)

-          (el toro sonríe) en serio me sigues queriendo Camus, que ironía… en serio… mejor vete ya, que haces el ridículo acá (mientras vuelve a sonreír)

El pelirrojo toma un color carmesí en sus mejillas, esta que explota de enojado, como se atreve este tonto toro a decirle eso… respira muy profundamente. El toro le sonríe… antes que te vayas mi amorcito.

-          Ya sé por quién me cambiaste esa noche y por varias noches antes… en realidad me da mucha pena por él, porque no sabe a lo que se metió, no creas que soy ignorante, hace mucho se de esta traición estúpida, pero sigue con él… por mi… puedes seguir jugando a la casita con él, solo olvídate de mí… por cierto (le susurra al oído) creo que le hace falta mucho para hacerte sentir como yo lo hacía….

Se aleja caminando dejando a Camus casi congelado, no puede creer lo que escucho, traga saliva con mucha dificultad y su mente no deja de darle vueltas de todo lo que el toro sabe…

Aldebaran se siente genial, al fin este peso de encima se fue, ya se siente como nunca, lo amo mucho debe de aceptarlo, pero Camus ha estado con ese tipo muchas veces a sus espaldas y eso sino lo tolera el toro, cualquier cosa menos que jueguen con sus sentimientos, es hora de seguir su camino que el mismo ya trazo…

Llega a la casa de Aries, se adentra para darle una sorpresa, y justamente lo ve saliendo del templo, lo toma de la cintura para besar al pelilila con una lujuria extrema. El carnero muchas veces se ve algo forzado a soportar esos besos fogosos que casi lo ahogan en segundos pero algo más que soportar adora….  Suelta el beso, abriendo ambos los ojos…

-          ¿De dónde vienes Alde? Mientras se tapa la nariz con los dedos…

-          De entrenar (mientras huele sus axilas para fastidiar al carnero, cosa que logra)

Mu se aleja, pero el toro lo toma, lo carga y lo sube a sus hombros,… esta vez me acompañas a la ducha, mientras el carnero pelea para no ir… ambos se van a la ducha juntos.

El caballero de acuario esta aun atónito, siempre pensó que el toro jamás lo dejaría, que le perdonaría y todos en paz, pero esto…  esto no era lo planeado, no sabe si llorar, reír o solamente molestarse de la  habilidad del toro para saberlo todo.

Sube a su templo sin darse cuenta que el toro está en casa de Aries, al llegar a su templo lo primero que hace es dejarse caer en la cama, su mirada se pierde en el techo, dejando que su imaginación se dispare al mil por hora, pensando en si hay alguien más en la vida del maldito toro que lo ha dejado con ganas de todo pero a la vez con ganas de nada, se maldice una y otra vez  Damn… Damn… maldecía una y otra vez, hasta que escucha una voz conocida que le devuelve la sonrisa en cuestión de segundos…

-          Te esperaba con ansias Camus, que bueno que ya estas por acá (mientras se recuesta en el vano de la puerta)

-          ¿hablas en serio Milo? Porque yo no esperaba verte tan pronto… (mientras se sienta en la orilla de la cama)

Milo lo toma de la mano y lo hala afuera de la habitación, el acuariano nota que había un par de copas y vino, un vino tinto muy parecido al color de su cabello, sonríe al ver ese detalle que solo Milo podría tener…. El escorpión toma las copas mientras le da la suya… a tu salud mi amor… beben un sorbo, otro y luego otro… el pelirrojo esta algo confundido con sus sentimientos,  Milo siempre fue su haz bajo la manga, y esta vez quedaba como última jugada…

Milo lo toma de la mano, besándola para pasar al brazo y besaba en su camino hasta llegar a su cuello, cosa que hacía que Camus riera un poco mientras su piel se erizaba con el contacto del escorpión… ¡ya basta! Mientras lo aleja con una mano.

El bicho sabe que el acuariano siempre es así de pesado, pero no le importa, deja la copa de vino sobre un pequeño mueble que decora la sala pequeña de estar… ¿Qué sucede?

-          ¡Te diré que sucede bicho! Hoy vine al santuario y Aldebaran me dijo que ya sabía que nosotros… ya sabes… (mientras el color de sus mejillas se tornaban un rosáceo divino) supuestamente desde hace mucho lo sabe… eso me enoja, me entristece y ya sabes yo me aferro a estúpidas ideas, ideas como esta… ¿por quién me cambio ese toro tonto? (Milo suelta una carcajada grandísima sin poder disimularla, lo que hace que Camus se enoje con él)

-          No te pongas en ese plan de victima Camus, no te queda amor…  no sé cómo se enteró, ni siquiera sé porque si sabía no te lo dijo y espero hasta ahora… algo que si te diré es que sale con Mu, desde que te fuiste a Siberia ¡lo siento!…

-          ¿Por qué no hiciste nada? Tu estando acá debiste detenerlo (dice esto muy serio, pero Milo vuelve a reír sin poder parar)

El pelirrojo no soporta más, el poco de vino que tenía en la copa la lanza en el rostro del bicho, haciendo que este para de reír…

-          No me parece nada gracioso que te burles de mi vida Milo… (pero el bicho sigue riéndose, y es que no puede creer que Camus se haga la víctima y mucho menos que le diga esas tonterías)se limpia con lo primero que encuentra (su playera)

-          Si tanto querías al toro no te hubieras ido a Siberia… no…no… empezando por no acostarte conmigo

-          ¡vaya que eres sínico! Iré a casa de ese maldito carnero y allí los enfrentare, me escucharan…

-          No vaya amor, solo se hará daño, quedese hoy y mañana ya va más tranquilo y platica, aunque no le veo yo el lado bueno para que vaya… (Le habla el bicho muy serio)

Milo no pierde el tiempo, se le acerca por detrás para envolver su cintura y aspirar su aroma, besa delicadamente su cuello, pero Camus está muy molesto, por lo que trata de soltar ese agarre, pero no puede separarse ya que el buen bicho, lo tiene ya en sus brazos, muerde el lóbulo de su ojera, lamiéndolo con delicadeza, haciendo que el pelirrojo se sonroje, se le erice la piel como desquiciado y mientras espera el siguiente paso del bicho, escucha en susurro (vamos a ver las estrellas) cosa que hace sorprender al pelirrojo, voltea para ver si es en serio lo que el bicho pide…

Milo lo ve detenidamente, toma su mentón mientras besa su frente… toma su mano y sale junto a él.

-          ¿no crees que es hermoso el cielo de esta manera?

A Camus no le parece nada lindo esto, no sabe que rayos le pasa al bicho, o será posible que el también ya tiene a alguien más y por eso es que se comporta de esta manera…

-          ¿A qué juegas Milo? A mí no me veras la cara y si sales con alguien me lo dices de inmediato, porque no estoy para jueguitos…

El bicho sonríe, no puede creer lo que escucha, que le pasa a Camus, esta tan al pendiente del toro que casi a olvidado pequeños detalles que ellos han tenido en su vida…

-          No tengo nada con nadie más que contigo, pero ahora que lo mencionas yo tampoco estoy para seguir con tu juego, te amo, pero ya no soporto ser el otro, el que te consuela… y esto, fue la gota que derramo el vaso, mejor piensas que harás, o sigues con tu berrinche con el toro, o te vuelves completamente mío… el bicho baja las escaleras hacia su templo pero Camus corre para detenerlo…  lo toma del brazo

Pero luego lo suelta y lo deja ir, no sabe qué hacer, está en la encrucijada más grande de su vida,  se sienta en ese escalón, mientras se toma la cabeza,  cierra los ojos, lo tiene bien merecido… sí lo tiene, el toro ha sido lo más cerca al amor que ha tenido, siempre tan fiel, tan poderoso, a su lado se sentía invencible, protegido, amado… pero luego estaba Milo, que lo hacia reír por cualquier tontería, ese bicho poeta que tenía muy dentro, excelente amante… suspira mientras mira las estrellas y recuerda rápidamente una de las tantas noches que estuvo a su lado, la única luz que entraba esa vez por la habitación era la luna y algunas estrellas… sonríe y casi escucha esas palabras poéticas que le dedico esa noche, el bicho sí que lo hacía estremecerse sin que lo tocase… 

Notas finales:

bueno, como siempre espero les haya gustado, y si no, me lo hacen saber..:) 


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