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Quiéreme tal como soy (CHENMIN) por Moekare

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Notas del capitulo:

Holaaaaa!

Varios ya me deben haber dado por muerta y es entendible , 6 meses sin actualización es bastante pero bueeeno, aqui estoy con un nuevo capítulo. 

 

Espero que les guste, leaan ~~

El día miércoles luego de que acabaran los talleres, Jongin se dirigió al casillero en busca de sus pertenencias. Suerte que su madre le había convencido de dejar un paraguas en el colegio en caso de necesitarlo y vaya que lo iba a necesitar al ver como se había puesto a llover minutos atrás. Miró el gran portón de la entrada, luego el pasillo que dirigía hacia la piscina, en ese momento una idea surcó su mente.

Decidió que hoy no llegaría temprano a casa.

 

*****

 

Minseok miró las gotas de lluvia deslizarse una tras otra por la ventana de su habitación, un ahogado jadeo salió de sus labios obligándole a dejar la comodidad de la cama para salir corriendo fuera de su hogar con apenas un paraguas y el impermeable en mano.

El tiempo no podía haber elegido peor fecha para haberse equivocado en sus pronósticos.

 

 

*****

 

 

Dyo-ah, con los chicos iremos a comer, ¿te unes?

Do KyungSoo se detuvo a observar el cielo a través del ventanal del auditorio, el día lucía tan gris y nublado que simplemente negó con una sutil sonrisa a la propuesta de Chanyeol.

—Gracias pero no he venido preparado para la lluvia.

—Oh, en ese caso—Chanyeol rascó su nuca pensando en que responder— si quieres puedo acompañarte hasta tu casa.

KyungSoo volvió a negar.

—No es necesario, ustedes vayan y disfruten, los veo mañana— dijo, despidiéndose con la mano en alto antes de salir rápidamente hasta los casilleros de su nivel.

Su corazón se encontraba acelerado por la corrida, desvió la vista hacia la piscina de la escuela que estaba a un lado de él mientras recuperaba el aliento con la espalda apoyada en la pared. Cuando se sintió más calmado se quitó la mochila de los hombros colocándola sobre su cabeza listo para correr bajo la fuerte lluvia.

No tuvo tiempo de mojarse ya que tan pronto como intentó avanzar, la figura alta y esbelta de Jongin apareció frente a él cubriéndole con un paraguas mientras le sonreía de forma cálida.

Hyung ¿Qué pensabas hacer? — le oyó preguntar, con esa expresión de diversión que no dejaba de transmitirle paz y que le hacía sentir tan bien.

—Estaba a punto de correr por mi vida dispuesto a llegar empapado al menos hasta el autobús—respondió, causando la risa en Jongin.

—Tú no cambias— susurró el moreno, sin dejar de sonreír.

Se sumieron en un silencio agradable, KyungSoo sintió su estómago revolverse, algo que siempre ocurría cuando Jongin estaba cerca.

¿Hace cuánto que no hablaban? ¿Dos semanas...un mes?

Ninguno de los dos hacía gran esfuerzo por acercarse al otro, simplemente se veían a lo lejos y con pequeños gestos se saludaban, no eran amigos porque ninguno quería serlo.

— ¿Qué haces por aquí?

—Te estaba buscando.

Bien, eso le había sorprendido. ¿Por qué Jongin le buscaría? No habían quedado en hacer nuevas tutorías ¿o quizás sí y su memoria comenzaba a fallar?

Observó el rostro del moreno, en como su profunda mirada parecía querer descifrar lo que sus palabras provocaban en él. Jongin era jodidamente atractivo, KyungSoo lo sabía y en parte esa fue una de las razones por las que decidió no ilusionarse, porque Jongin jamás sería capaz de dejar su estilo de vida para aferrarse a alguien como KyungSoo y él prefería que las cosas siguieran así, siendo sólo "tutor" y "alumno".

Eso sería lo mejor, ¿verdad?

La respiración de Jongin sobre su rostro le hizo volver en sí ¿Cuándo se habían acercado tanto?

— ¿Q-qué? — preguntó, no pudiendo evitar que su voz saliera entrecortada, ¡Pero es que estaba nervioso! ¡Rayos!

—Hyung, tengo hambre, ¿por qué no vamos por un poco de comida? Ven yo te invito.

Le vio enderezarse tomando su habitual postura de chico rompe corazones, con las manos en los bolsillos y el cabello peinado salvajemente hacia el lado mientras intentaba convencerle con esa sonrisa tan encantadora propia de él.

KyungSoo tragó nervioso desviando la vista hacia su bolso que ahora sostenía fuertemente contra su pecho. ¿Debía aceptar?

— ¿Por qué me invitas? No tenemos tutoría esta semana, Jong...

—Lo sé—le cortó, KyungSoo alzó el rostro volviendo a juntar sus miradas— te invito porque realmente quiero pasar el tiempo contigo. Me gustas mucho, KyungSoo Hyung y quiero demostrártelo pero primero debo lograr que confíes en mí.

—Jongin...

—Aquí tienes mi paraguas— dijo, agarrándole la mano para que lo sostuviera —te doy la oportunidad de irte sin tener que mojarte, podrás llegar a tu casa y no coger un resfriado aunque lograrías hacer que yo me resfríe ya que sólo tengo mi uniforme escolar y la mochila, o —hizo una pausa— puedes elegir compartir paraguas conmigo, aceptar ir a tomar algo cálido hasta que la lluvia cese y finalmente volver a tu casa luego de haber tenido una amena conversación en donde ambos logremos conocernos un poco más. Tú decides, hyung, tienes diez segundos a partir de ahora , 10, 9, 8, 7...

¿Qué es lo que acababa de escuchar? Jongin debía estar de broma, sí, eso debía ser pero entonces ¿Por qué lo sentía sincero? Su corazón estaba como loco brincando dentro de su pecho, su rostro estaba caliente, todo su cuerpo temblaba, su mente en blanco. Vio como Jongin se alejaba con esa sonrisa traviesa plasmada en los labios, listo para dejar que la lluvia le empapara.

—3, 2...

— ¡Detente!

No supo cómo llegó a su lado, seguramente la adrenalina del momento. Sólo reconoció el suave tacto de la mano del chico bajo la propia.

— ¿Eso quiere decir que aceptas?

KyungSoo observó detenidamente el rostro de Jongin, sintiendo como de a poco su pulso volvía a la normalidad. Con un suspiro de cansancio asintió recibiendo un fuerte abrazo por parte del chico.

—Por un momento pensé que dejarías que me mojara.

KyungSoo rió. Se separó de los brazos del menor mirándole con cariño.

—No sería capaz—respondió con la mano aun puesta sobre el hombro de Jongin— ¿de verdad...? —dudó— ¿De verdad soy lo que estás buscando?

Aun no se sentía del todo seguro, necesitaba que Jongin le respondiera, que le dijera que podía arriesgarse. De pronto la mano de éste estaba envolviendo la suya, reconfortándole.

—Eres más de lo que siempre busqué, por favor quédate a mi lado.

Y no fueron necesarias más palabras, bajo aquella lluvia que ahora mojaba el paraguas que les cubría, KyungSoo y Jongin dejaron que sus labios cerraran un trato, uno que los mantendría juntos de ahora en adelante.

 

 

*****

 

 

Un jadeo de cansancio salió de los labios de JongDae al ver la plaza a pocos metros de distancia. De seguro estaría castigado de por vida cuando su madre entrara en su cuarto y no le viera en la cama que es donde debiera estar en esos momentos, pero es que él no podía quedarse en casa viendo como la lluvia empapaba las calles, menos teniendo en mente la imagen de Minseok todo mojado deambulando por ahí.

Tomó aire y dejó que su respiración volviera a la normalidad, su garganta se sentía rasposa causándole una tos horrenda. ¡Mierda! Si no moría por ser descuidado, de seguro lo hacía en manos de su madre. Un escalofrío recorrió su cuerpo ante aquella escena, pero bueno, no era tiempo de pensar en ello por lo que abrió el paraguas que traía en manos -cosa que no hizo antes por miedo a que el viento lo dañara- y avanzó cuesta abajo teniendo cuidado de no resbalarse.

Nada más bastó ver el bulto bajo la pasarela para hacerle ir más rápido hasta poder distinguir la pequeña figura de Minseok intentando cubrir con su impermeable la caja de los gatitos que por cierto, estaba totalmente mojada al igual que las mantas y los propios felinos.

JongDae se detuvo un segundo dejando que un suspiro se escapara de sus labios, el agarre sobre el bastón del paraguas se hizo más fuerte hasta que tuvo las fuerzas suficientes como para seguir caminando.

Minseok estaba concentrado en cubrir al par de gatitos de la lluvia, misión sumamente difícil gracias al viento que atraía las gotas hacia él, pero de un momento a otro la lluvia dejó de golpearle. Sintió la presencia de alguien más pararse a su lado, giró el rostro y lentamente fue alzando la vista, recorriendo con sumo detalle el cuerpo de aquel chico hasta detenerse en sus ojos.

¡Dios! JongDae estaba de pie a sólo centímetros de él impidiendo que el agua arrastrada por el viento le mojara, además de estar sosteniendo un paraguas con el que lo cubrió de la lluvia.

¿Cómo se supone que debía reaccionar?

Su corazón comenzó a latir tan fuerte, los nervios invadiéndole. Vio como JongDae se agachaba hasta quedar a su altura, el chico se dedicó a observarle con una seriedad que erizó su piel y le hizo bajar el rostro, acción que fue interrumpida por la mano de JongDae quien le sostuvo del mentón volviendo a conectar sus miradas. Minseok sintió como JongDae le quitaba los anteojos y los secaba contra su impermeable para luego volver a acomodarlos en su lugar, sonriéndole un tanto entristecido.

—Estás todo empapado, Minseok—susurró, quitándole la vista como si se sintiera un tanto culpable por todo.

Minseok le observó fijamente, mordiendo suavemente su labio, pensando bien en que decir.

— ¿Qué haces aquí, JongDae? —finalmente preguntó.

El chico hizo una pequeña mueca al escuchar su tono tan frío, un intento de sonrisa que no salió nada bien, antes de voltear el rostro hacia él.

—Sabía que te encontrarías en este lugar, yo...— suspiró— yo sólo no pude evitar preocuparme por ti.

Minseok desvió el rostro un tanto inquieto, las palabras de JongDae le hacían sentir ansioso y eso no estaba bien porque simplemente no sabía cómo debía reaccionar. Una parte de él quería lanzarse sobre JongDae, decirle que le quería y que ya lo había perdonado, pero la otra parte se mantenía reacia a perdonar tan rápido.

—Estoy bien, no tienes que preocuparte por mí— y esa parte parecía ser más fuerte.

De reojo pudo ver a JongDae desmoronarse, lucía tan triste que por un momento estuvo a punto de flaquear aun así se mantuvo firme. Siguió con disimulo los movimientos del chico quien se había puesto de pie dejando caer el paraguas al suelo, se veía tan frustrado pasándose las manos por el cabello intentando asimilar su fría actitud.

Pero luego de unos segundos JongDae volvió a estar junto a él, mirándole de tal forma que le hizo sentir demasiado tímido como para mantener la vista en frente.

Minseok...Minseok-ah— susurró JongDae, logrando tener nuevamente su atención— no sabes cuánto lo siento. Todo este tiempo juzgué sin conocer, desconfiaba de todo por miedo a salir lastimado pero entonces apareciste tú y comencé a ver las cosas desde otra perspectiva, me di cuenta de que estaba actuando mal, Minseok, hiciste que mi pecho estuviera inquieto, que quisiera estar todo el tiempo junto a ti, cuando Luhan estaba a tu lado me sentía inseguro y entonces comprendí que ya era demasiado tarde porque habías logrado entrar en mi corazón con tanta fuerza que dolía, y los últimos días han sido horribles, te extraño tanto...—sollozó.

Minseok sintió su pecho contraerse tan fuerte que se le hizo difícil respirar. JongDae estaba frente a él llorando desconsoladamente mientras la lluvia seguía cayendo sin piedad sobre ellos, empapándolos por completo y entonces Minseok reflexionó. Si él ya había logrado perdonar ¿por qué iba a seguir privándose de ser feliz? JongDae le correspondía y eso era lo que importaba.

Miró el paraguas tendido a su costado, estiró su brazo hasta alcanzarlo y sintiéndose decidido lo tomó entre sus dedos para luego cubrir con él la delgada figura de JongDae. De inmediato consiguió hacer que éste dejara de llorar y alzara su rostro para mirarle con asombro. Minseok aún se sentía un poco tímido pero logró darle una sonrisa de esas que el chico tanto extrañaba.

—Está bien JongDae—dijo, dándose ánimos para poder continuar— vamos a olvidar todo y volveremos a empezar, ¿tú...estás de acuerdo? —preguntó nervioso con los ojos húmedos y su labio temblando, aguantando las lágrimas.

No tuvo que esperar una respuesta, JongDae simplemente se lanzó sobre él con tantas fuerzas que no le dio tiempo de reaccionar ni de asimilar lo que estaba pasando. Al poco tiempo, el chico deshizo el abrazo para poder mirar bien su rostro y tomarlo entre sus manos antes de dejar un pequeño beso en cada una de sus mejillas. Minseok sintió su rostro enrojecer furiosamente, el palpitar de su corazón golpeteando fuerte por todo su cuerpo, estaba tan nervioso que si no fuese porque JongDae le tenía sujeto, él ya se hubiese derretido igual que una paleta en verano. Sintió nuevamente la mirada de éste puesta sobre él, era tan intensa que le puso aún más nervioso pero al mismo tiempo estaba tan feliz de haber solucionado todo que por primera vez hizo a un lado sus nervios y permitió a JongDae besar sus labios, un roce suave que revolvió su estómago de forma agradable y que le transmitió una calidez reconfortante, envolviéndole por completo hasta hacer que olvidara el frío que sentía a pesar de tener toda su ropa mojada.

Después de haber arreglado las cosas se mantuvieron refugiados uno al lado del otro bajo el paraguas de JongDae. Minseok resguardó a los gatitos dentro de su abrigo mientras esperaban que la lluvia cesara o al menos disminuyera su intensidad. Ambos actuaban tímidos, ya sea por algún pequeño roce entre sus manos o porque cruzaban miradas a lo que simplemente sonreían avergonzados.

— ¿Qué hay de tu paraguas, en serio has salido sin uno viendo el clima que hace? —preguntó JongDae, luego de que estuvieran un buen tiempo sin hablar.

Minseok desvió la vista riendo despacio.

—Lo he traído pero el viento lo destrozó cuando corría hacia la plaza.

JongDae no pudo aguantar la risa, esa fue la razón por la cual no abrió el suyo hasta estar cerca, el viento anteriormente le dio vuelta muchos paraguas además de romperle unos cuantos.

—Sigues siendo tan iluso—susurró, captando la atención del pequeño chico a su lado.

— ¿Eso está mal?

— ¿Qué? ¡No! — Se apresuró en responder al ver su expresión preocupada— me gusta esa parte de ti, sólo debes tener más cuidado y no confiarte de todo, ¿de acuerdo?

—De acuerdo.

—Bien—suspiró. De pronto el par de felinos había comenzado a maullar haciendo que ambos se enfocaran en mantenerlos cómodos, entonces una gran duda le envolvió— ¿Qué haremos con ellos?

JongDae sabía que Minseok no los querría dejar con este clima, mucho menos si continuaba lloviendo por varios días lo cual era muy probable ahora que el invierno se estaba haciendo notar.

—Los llevaré conmigo, de alguna forma los mantendré ocultos hasta que pueda encontrarles un lugar donde vivir.

A JongDae no le quedó otra más que asentir y cuando el viento dejó de atraer la lluvia hacia ellos, acompañó a Minseok hasta su casa.

La madre del chico les recibió en la puerta con un regaño por llegar totalmente empapados pero de inmediato les tendió un par de toallas para que secaran sus cabellos mojados y no fueran a coger un resfriado- demasiado tarde al menos para JongDae-.

En un descuido de Minseok los dos gatitos saltaron de su abrigo cayendo suavemente en el suelo. No tardaron en hacerse notar mediante lloriqueos que alertaron a ambos adolescentes y a la mujer que ahora volvía a mirarles con el ceño fruncido.

— ¡Oh no, Kim Minseok, dime que no es lo que estoy pensando­! — exclamó la señora Kim un poco impresionada y un tanto molesta por la sorpresa que su hijo traía oculta entre sus ropas.

Minseok inmediatamente se agachó a tomar ambos felinos, llevándolos a su pecho de forma protectora para luego mirar a su madre con un puchero plasmado en sus labios.

Omoni, déjame conservarlos, los pobrecitos fueron abandonados cuando sólo tenían un par de semanas y desde entonces me he dedicado a cuidarlos con ayuda de JongDae, por favor no me obligues a separarme de ellos, sólo míralos ¿no son tiernos? — se los acercó al rostro volviendo a poner expresión de niño bueno.

La mujer dejó salir un suspiro de cansancio intentando asimilar la reciente información.

—Minseok...sabes que no tenemos espacio suficiente para hacernos cargo de ambos. Lo siento pero si quieres puedes conservar sólo a uno.

El rostro del chico se descompuso con sólo escuchar la condición de su madre, los dos gatitos eran igual de importantes para él ¿Cómo podría escoger a uno sobre el otro?

Estaba tan ensimismado en sus pensamientos que no se dio cuenta cuando JongDae le había arrebatado a uno de los felinos de las manos.

—No tiene que preocuparse por eso, yo cuidaré bien de este peludo amigo ¿verdad Gato 1? Ya hasta lo he entrenado para ir tras la pelota—aseguró con una sonrisa mientras alzaba al minino en sus brazos pero se detuvo al ver la expresión de Minseok — siempre y cuando a ti no te moleste—cuestionó, pensando que quizás el muchacho no estaba de acuerdo con su idea.

Minseok se quedó quieto por unos segundos procesando lo que acababa de escuchar, JongDae le veía como esperando su aprobación, entonces sintió sus mejillas sonrojarse ante su intensa mirada.

—Ah...seguro, sería genial si pudieses cuidar de él— Bajó la vista haciendo más fuerte su agarre alrededor del pequeño minino restante.

—Bien, ahora que hemos solucionado el problema, ¿por qué no suben a cambiarse esas ropas húmedas? Minseok, préstale a JongDae algo seco, yo mientras tanto prepararé un poco de chocolate para que se sirvan y les subiré un trozo de cheesecake a cada uno.

Sin tener que esperar a ser regañados una vez más, los dos se dirigieron hacia la habitación de Minseok, JongDae siguiendo a éste muy de cerca aprovechando de mirar los cuadros familiares colgados en las paredes de la escalera.

Minseok tímidamente le dejó pasar primero para que pudiera ponerse cómodo en lo que él buscaba algo entre su ropa que no fuera tan grande ya que el 70% de su closet seguían siendo atuendos que ocupaba cuando tenía algunos kilitos de más.

JongDae tomó asiento en la silla del escritorio de Minseok, muy sorprendido por lo limpia y ordenada que estaba la habitación. Había una estantería llena de libros ordenados según su contenido, la cama bien hecha hacia el lado de la ventana, en las paredes algunos posters de series que él también veía en la televisión, notas adhesivas de colores pegadas en un rincón con la materia de la escuela, un pequeño mueble con un televisor que estaba frente a la cama y una alfombra color crema en medio del cuarto que no parecía tener siquiera una pelusa encima. La imagen de su ropa tirada en el suelo y su cama sin hacer apareció en su mente recordándole que esa sería otra razón para que su madre quisiera acabar con su vida cuando le viera. Un escalofrío le envolvió, sin duda no tenía ganas de aparecerse por su casa.

—Espero que esto te quede—oyó a Minseok decir, tendiéndole una polera color azul junto a un buzo negro— lo más probable es que sea un poco ancho pero puedes ajustar el pantalón con los cordones, no he tenido tiempo para ir a comprar nueva ropa con mamá.

JongDae recibió todo sonriendo.

—Esto está bien, gracias.

Minseok asintió algo nervioso, rascándose el dorso de la mano sin saber que decir.

—Ummm, la primera puerta del pasillo es el baño, puedes ducharte y luego cambiarte—habló con timidez—si necesitas algo más sólo pídelo, ¿está bien?

De pronto sintió la mano de JongDae posarse sobre la de él, dando un suave apretón que le reconfortó.

—Gracias, Minseok-ah.

Y entonces sólo pudo sonreír viendo como JongDae se levantaba del asiento para luego salir por la puerta hacia al baño.

La casa de Minseok no era ni tan grande ni tan pequeña, perfecta para tres personas y ahora un gato. JongDae miró su reflejo en el espejo, su rostro lucía bastante cansado, estaba pálido y un poco ojeroso pero era de esperarse después de todo estaba enfermo.

Se quitó el impermeable que traía encima y luego su camisa y los pantalones entubados. Al menos su pecho se había protegido de la lluvia, lástima que el resto de su cuerpo no pudiese gozar de la misma suerte.

"Valió la pena." Pensó.

Minseok le había perdonado y ahora podría estar junto a él sin sentirse como un jodido mentiroso hipócrita. Una sonrisa surcó su rostro mientras se metía en la tina y dejaba que el agua tibia mojara su piel. No demoró mucho en ducharse y vestirse, salió del baño secándose el cabello con la toalla que la madre de Minseok le había facilitado. Dentro de la habitación éste le estaba esperando ya cambiado, jugando con ambos gatos encima de su cama. Cuando se dio cuenta de su presencia se apresuró en ponerse de pie arreglándose la enorme sudadera color rojo. Su cabello castaño estaba mojado haciéndolo lucir sumamente atractivo a los ojos de JongDae, y esos jeans obscuros tan apegados resaltaban sus piernas delgadas pero no necesariamente escuálidas.

Minseok era simplemente "perfecto".

JongDae avanzó hasta detenerse frente a él notando como sus ojos marrones le miraban llenos de ansiedad tras los enormes lentes. JongDae no podía dejar de admirarle, se sentía tan dichoso de que aquel chico de mejillas regordetas le hubiese elegido a él, no había forma de que pudiera quitar la vista del bonito rostro de Minseok. Las ganas de besarle volvían a apoderarse de todo su ser, sin embargo se distrajo con el sonido de las garras de los felinos destrozando el pulcro cobertor de Minseok. Tal acto alertó al dueño de la habitación quien ya se encontraba sentado a los pies de la cama con ambos felinos entre sus brazos.

— ¿En qué momento se han propuesto destruir mi cobertor? ¿Eh? —musitó Minseok con voz de reproche aunque para JongDae sonaba más a que los estaba felicitando.

Siguió observando atento los movimientos del chico, sonriendo por lo lindo de su actuar. No demoró en decidir sentarse a su lado cogiendo a su ahora "nueva mascota" en brazos alzándole a la altura de su rostro.

—Bien, ahora que has pasado a ser mío pienso que sería bueno escogerte un nombre que realmente te venga, pequeña bola de pelos rellena de comida para gatos—le dijo al felino quien sólo maullaba moviendo la cabeza hacia los lados.

— ¿Otros nombres? —oyó a Minseok preguntar con notoria curiosidad.

Él asintió.

—Dijiste que no los nombrarías porque no querías encariñarte más de lo necesario pero yo insistí en ponerles nombre aunque siendo sincero, no fui lo más creativo y ahora que van a quedarse con nosotros pienso que merecen ser llamados de otra forma ¿qué dices, Minseok–ah? Gato 1 está de acuerdo, ¿no es así? —aseguró acercándole el gato a la cara haciendo que riera.

—Está bien ¿cómo le pondrás?

JongDae se detuvo a pensar la respuesta, tirando su cabeza hacia atrás para quedar apoyado en la cama.

—Aún no lo sé —respondió, viendo la expresión de desilusión en Minseok— ¿Qué hay de ti? ¿Se te ocurre algo?

La mirada del pequeño chico de mejillas gorditas se posó en el gatito acurrucado en su estómago. Le acarició con su dedo la nariz tan húmeda y fría dando delicados toques sobre ella. Se detuvo un segundo en su boca, en cómo sus esquinas se curvaban tan similar a...JongDae, y entonces su mente se iluminó. Giró el rostro de forma tan brusca que terminó por sorprender al chico a su lado pero no le tomó importancia, simplemente se fijó en los rasgos felinos de éste.

— ¿Qué pasa? — preguntó JongDae, mirándole con curiosidad por su repentina alegría.

Minseok le acercó el gato hasta tenerlo casi encima de su rostro.

— ¿Ves su boca? Tus labios se curvan de forma muy similar y para ser sincero siempre que les miro apareces en mi mente. Jjong-dda, se llamará así porque me recuerda a ti.

JongDae sintió el calor apoderarse de su rostro, Minseok había logrado hacerle sonrojar con sus palabras. Realmente se sentía feliz de saber que el chico le tenía presente a diario porque él también pensaba mucho en Minseok.

Meow

El minino entre sus brazos comenzó a inquietarse  intentando llamar su atención.

— ¿Qué sucede Gato 1, también quieres un cambio de nombre? —Le dijo recibiendo un ronroneo suave por parte del felino.

Al igual que Minseok, JongDae observó minuciosamente a su mascota. "Gato 1" era un poco más pequeño que "Jjong-dda" pero mucho más relleno que éste –relleno de amor según él-. No tuvo que pensarlo más.

—Baozi.

— ¿Baozi?

JongDae asintió bajo la mirada de confusión de Minseok.

— ¿Alguna vez has comido uno? Son redonditos, pálidos y con un relleno que te vuela los sentidos.

—Oh...¿y "Gato 1" te recuerda a un baozi?

—No, "Gato 1" me recuerda a ti, tú eres igual a un Baozi. Tu rostro es pequeño y redondo, me gusta mucho, especial tus mejillas ¿podría morderlas?

—Yah, JongDae— le empujó Minseok sonriendo de forma nerviosa por la cercanía entre ambos.

El silencio se apoderó de la habitación, no era incómodo del todo pero Minseok se había puesto nervioso. En uno solo día las cosas tomaban un nuevo rumbo y eso estaba causando estragos en su mente. JongDae se había movido más cerca de él porque ahora sus hombros lograban rozarse. Vio como se acomodaba hasta quedar mirándole de frente  y entonces tomar  su mano para llevarla a su pecho.

 

  — ¿Sientes esto?— le preguntó, su rostro totalmente serio logrando cautivarle por completo— está latiendo rápido y es sólo por ti, Minseok-ah, realmente haces que mi corazón se acelere.

El rubor no tardó en adornar su rostro, Minseok intentó cubrirse pero JongDae lo impidió alzando su mentón para poder verle a los ojos. Fueron sólo segundos en los que se mantuvieron mirando, segundos en los que la mano de JongDae se deslizo por su rostro hasta posarse en su nuca para luego atraerle hacia a él y acortar el espacio que les separaba con un beso en los labios que le robó el aliento. Minseok nunca había besado antes  por eso se sentía un poco torpe intentando seguirle, si bien este era su segundo beso aun no sabía como controlar los nervios que se apoderaban de su cuerpo, además de la sensación de mariposas aglomerándose en su estómago pero JongDae estaba siendo bastante paciente, le besaba con lentitud guiándole para que sus narices no chocaran y le acariciaba las mejillas con suavidad. Minseok ni siquiera supo que JongDae le estaba observando sólo para contemplar su rostro sonrojado mientras continuaba acariciando sus labios. Un jadeo salió de su boca cuando sintió los dientes de éste tirar de su labio inferior y luego volver a besarle para finalmente separarse,  atrayéndole a su pecho con un fuerte abrazo que le hizo sentir la calidez de su cuerpo.

  — No sabes lo feliz que me siento. Te quiero, Minseok-ah—susurró JongDae. Minseok cerró los ojos dejándose envolver por aquella sensación tan agradable y cálida que crecía en su pecho.

 

 

 

 

 

Notas finales:

Muchas gracias por todo el apoyo a la historia. Sólo nos queda un capítulo y acaba. Quizás haga epílogo, todo depende de si ustedes quieren leer un poco más de esta parejita.

Además, aprovecho de decirles que esta será la última historia que publicaré en esta página, me mudo oficialmente a wattpad debido a los virus y publicidad que infectan mi notebook T^T

Si desean seguir leyéndome, pueden buscarme por el mismo nombre "moekare" ahí estaré subiendo nuevas historias.

 

Gracias de nuevo por todo.

 


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