Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Llueve por girlutena

[Reviews - 285]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

upa!!! 

Su cuerpo se encontraba siendo aferrado fuertemente por unos fuertes brazos, podía sentir el calor del cuerpo desnudo del varón atravesar la fina camisa que tenía puesta como única prenda, un ligero suspiro salió de sus labios al sentir el fuerte golpeteo del corazón del mayor; se sentía tan cálido y aquello no le fastidiaba; le gustaba despertar de aquella manera, y más que eso, aquel dolor en su pecho había desaparecido completamente.


Abrió lentamente sus ojos, intentando acostumbrarse a la suave luz, podía ver como los rayos solares ingresaban por las finas cortinas, sonrió suavemente al sentir el olor a mar, el sonido de las olas golpeando entre ellas le causaba un sentimiento de nostalgia y tranquilidad. Se removió ligeramente, pero soltó una ligera risa cuando los fuertes brazos se aferraron con mucha más fuerza alrededor de su cintura, su cuerpo se estremeció cuando sintió como el mayor ocultaba su rostro en la curvatura de su hombro, sintió la pequeña barba raspando su piel desnuda.


-¿Me dejarás solo? –Sonrió despacio al escuchar la voz adormilada del mayor, un agradable escalofrío recorrió todo el largo de su columna vertebral, cuando empezó a repartir besos por el largo de su cuello.


-Dobe, tengo que ir a ver a Menma. –Escuchó como Naruto soltaba un leve gruñido y sintió un beso en su hombro para luego ponerse de pie.


Vio cuando el mayor desapareció por el vano de la puerta, no pudo evitar sentirse algo desolado y no le gustó para nada cuando un viento frio cubrió su cuerpo, pero se olvidó de ello y sonrió emocionado cuando Naruto ingresó a la habitación con el pequeño Menma, aún somnoliento, en brazos.


El mayor se acercó y lo acostó suavemente entre los brazos del doncel, regresó a su lado de la cama para abrazar a su familia, escondió su rostro en la curvatura del cuello del moreno, sintiendo el suave aroma.


-Tengo hambre.


-Ya pedí servicio a la habitación, llegará en unos treinta minutos. –Menma empezó a removerse y gateando llegó hasta el medio de sus dos padres, obligando que su papi también se volteara y así se quedaran cara a cara.


-Eres hermoso. –Naruto apoyó su frente contra la del menor y sonrió suavemente al ver como aquellas tersas mejillas se sonrojaban suavemente, le dio un pequeño beso en los labios y se alejó con una enorme sonrisa. –Vamos a tomar un baño.


-¡Glu glu! ¡Glu glu! –El par de ojos cayeron sobre el pequeño Menma quien agitaba sus manitos, emocionado al saber que tomaría un baño junto a sus padres.


-A alguien le gusta tomar un baño.


Sasuke tomó el cuerpecito de su hijo, mientras observaba como el mayor preparaba la tina de baño, besó los azabaches cabellos del infante, intentando calmar su emoción.


 


La tina se encontraba llena de espuma y se podía sentir el aroma a cerezos, su cuerpo se encontraba sumamente relajado, las burbujas cubrían gran parte de su cuerpo; tenía al varoncito entre sus brazos, quien se encontraba jugando haciendo burbujas; podía sentir los fuertes brazos de Naruto alrededor de su cintura.


Podía sentir el cuerpo desnudo del mayor muy cerca del suyo, ambos cuerpos se podían sentir como si fuesen una sola, se complementaban y sabía que no podía estar lejos de aquel hombre; sintió como el mayor apoyaba su quijada sobre su hombro, giró levemente su mirada y se topó con aquellos ojos azules, tan brillantes.


-¡Ño, ño! –Menma había girado levemente su cabecita y frunció ligeramente al ver a su papá muy cerca de su papi, golpeó el agua con sus pequeñas manitos, pero cerró levemente sus ojitos al sentir como su padre apoyaba su mano suavemente sobre sobre su cabecita.


-Ya vengo. –Besó los cabellos del doncel y salió del baño cuando el timbre sonó suavemente por la habitación.


-¡Oh mi bebé! –Sasuke abrazó el pequeño cuerpecito de su hijo y escondió su rostro fuertemente sonrojado entre los cabellos del menor. –Me siento tan feliz.


-¿Felish? –Menma rio divertido al sentir los besos de su papi sobre su rostro. Apoyó sus manitos sobre las mejillas de su papi, alzó su cabecita y le dio un besito en los labios; el doncel no pudo evitar sonrojarse, pero sonrió emocionado al saber que su pequeño niño lo amaba tanto como ellos a él.


-Es mejor que salgamos, antes que tu padre se acabe el desayuno.


Sasuke se colocó la bata de baño y arropó al menor con una fina toalla, le colocó el sombrerito para cubrir su cabecita mojada, aferró el cuerpo de su hijo entre sus brazos, mientras fruncía ligeramente su ceño al escuchar la voz de una mujer y la molesta voz de su esposo.


-¿Naru? –Su cuerpo se detuvo abruptamente en la sala y sintió como un calor empezaba a subir por todo su cuerpo.


Vio las manos de aquella mujer apoyadas sobre el pecho aún desnudo y algo mojado del rubio y como las manos de Naruto estaban apoyadas fuertemente alrededor de las muñecas de la mujer.


-Vaya, vaya; así que la putita está aquí.


-Vete de aquí. –Aquellas palabras ya no le causaban nada, pero pudo escuchar como la voz de Naruto sonaba ronca y molesta, observó como sus fuertes hombros se mantenían tensionados.


Se acercó con pasos rápidos y casi sin pensar en lo que hacía alejó con fuerza las manos de aquella mujer de su esposo.


-Lárgate de aquí. –Hinata vio como aquellos ojos negros se veían fijos y sin ningún avistamiento de miedo, y el pequeño niño le miraba con su ceño fruncido.


Aquellas manos se alejaron de su esposo, pudo sentir los brazos del mayor alrededor de su cuerpo, escondió su rostro en el pecho del mayor, intentando calmarse y calmar al pequeño, sintió como pequeños besos fueron repartidos sobre su cabeza.


-Namikase-san. Lamentamos mucho las molestias. –Naruto aflojó el abrazo cuando sintió que Sasuke empezaba a calmarse, sus miradas se posaron sobre Hinata quien empezaba a gritar a los guardias de seguridad.


Sasuke dejó que el mayor le abrazara protectoramente, apoyó su cabeza sobre el pecho del mayor, sintiéndose mucho más relajado. Observaron como los dos guardias de seguridad se llevaban casi arrastrando el cuerpo de la mujer, quien había empezado a gritar por todo el pasillo.


-Vamos. –Naruto cerró la puerta y soltó un frustrado suspiro. –Apenas lleguemos tomaré medidas para que no vuelva a acercarse a nosotros. –Lentamente Sasuke fue relajándose al sentir los fuertes brazos alrededor de su cuerpo, escondió su rostro en la curva de su hombro y asintió suavemente.


-Vamos a desayunar fuera. –Tomó a Menma, quien rápidamente escondió su carita en el hombro del mayor, besó sus mojados cabellos, mientras guiaba al doncel hasta la habitación, .


-Quiero panqueques.


-Bien, buscaremos un buen lugar.


Sasuke vio como Naruto jugaba con el pequeñín mientras le colocaba su ropa, soltó un ligero suspiro, había podido apartar la imagen de aquella mujer por mucho tiempo, pero ahora había algo diferente, podía ver el amor que le transmitía el rubio. Una sonrisa se fue mostrando poco a poco en su rostro, ahora tenía una familia, su pequeña familia y no iba a dejar que ni esa mujer ni nadie les separe.


El sol resplandecía en lo alto del cielo, se podía ver como las personas caminaban por las calles, mientras que a lo lejos se podía ver como el mar brillaba tan fuerte, gracias al sol. Naruto caminaba detrás de Sasuke, le había visto salir del hotel con una enorme sonrisa, y se alegraba de saber que aquella inoportuna visita no le había afectado; le vio observar una vitrina y giró su mirada hasta posarla en el pequeño objeto.


-Papi felish. –Naruto sonrió feliz al escuchar a su pequeñín quien señalaba al doncel, besó sus cabellos y caminó con algo de prisa hasta llegar a la altura de su esposo, besó los labios del menor siendo consciente de que muchos varones se encontraban observando al doncel.


No podía describirlo, pero se sentía feliz, le gustaba ver como aquellos labios se movían suavemente mientras le comentaba algo sobre su cumpleaños, podía y le gustaba observar aquella bruna mirada del doncel se veía brillante y aquella sonrisa, la amaba tanto y se sentía feliz al ser él el causante de ello.


-Oye Dobe ¿Me estás escuchando?


-Claro que sí, solo que no puedo evitar perderme en aquellos ojos, y esos labios. –Menma rio divertido al ver como su padre acariciaba la mejilla sonrojada de su papi.


-Eres un Dobe.


-Sí, pero este Dobe te ama. –Sasuke sintió como su corazón empezaba a bombardear más fuerte, cerró sus ojos al sentir los labios el mayor sobre los suyos. –Vamos a la playa.


-¡Shiii! ¡Alena! –La pareja de esposos rieron al ver como su pequeño se emocionaba.


 


El fin de semana se acabó tan rápido como llegó, Naruto dejó las maletas en la entrada mientras que Sasuke llevaba al menor hasta su habitación, soltó un ligero y abatido suspiro mientras iba hasta su pequeña oficina.


Acarició sus cansados ojos, mientras intentaba sacar el estrés de su cuerpo, recorrió con la mirada aquella oficina; no se parecía en nada a la antigua, le gustaba sentarse y observar las fotos de su esposo y la de su pequeño niño.


Escuchó los tres sonidos en el teléfono y por un momento pensó que su padre no iba a contestarle, pensó en ir a ver como su esposo arropaba a su pequeño, pensó en besar sus labios, recorrer aquella piel blanca; pero rápidamente abrió sus ojos cuando escuchó la voz de su padre.


-Oto-san, necesito tu ayuda.


-Me enteré de lo que pasó, Hiashi llamó pidiendo disculpas.


-No necesito disculpas, padre, necesito que se aleje de mi familia.


-Lo sé, lo entiendo. –Naruto acarició sus cansados ojos. –No te preocupes por ello, nosotros nos encargaremos. –Soltó el aire de sus pulmones e intentó sonreír al ver como Sasuke ingresaba a la oficina.


Padre te llamo luego. –No esperó que su padre le contestara, solo colgó y le sonrió al moreno. –Ven, siéntate aquí. –Sasuke caminó hasta sentarse sobre las piernas del mayor, dejó que le abrazara con fuerza, apoyó su cabeza sobre los cabellos del mayor, sintiendo como la frustración se concentraba en sus músculos, repartió pequeños besos por los rubios cabellos, mientras sus dedos pasaban suavemente por el largo de su cuello.


-Menma ya se durmió. –Naruto acarició la piel de su cuello con su nariz, percibiendo aquel aroma a almendras que tanto le gustaba. –Se divirtió tanto. Y yo también.


-No deseo ir a trabajar. –El mayor soltó un suave rugido al escuchar la suave risa del doncel. –Quiero quedarme aquí, con ustedes.


-Bueno, si deseas podemos acompañarte, no es bueno que el jefe le de un mal ejemplo a sus trabajadores.


-Me gusta tu idea. –Naruto besó la mejilla de su pequeño esposo.


Aquel edificio era sumamente enorme, las miradas de todos los trabajadores habían caído rápidamente sobre su cuerpo, y él no podía evitar sentirse extraño en aquel lugar; sintió como Naruto apretaba suavemente su mano y le dedicaba una pequeña sonrisa para seguir por el largo camino hasta el ascensor.


Vio como la mirada de Naruto cambiaba a una mirada llena de seriedad, podía sentir como el ambiente había cambiado, todos los trabajadores retiraron sus miradas y siguieron con sus trabajos, Menma se encontraba emocionado al observar aquel nuevo lugar, tanto que tuvo que dejarlo en el reluciente suelo.


-¡Naruto! –Pudo ver como Sakura se acercaba a ellos con una mirada llena de molestia, pero rápidamente giró su mirada hacía ellos y vio como una enorme sonrisa se reemplazaba en su hermoso rostro. - ¡Sasuke y el pequeño Menma también se encuentra aquí! –Sasuke sonrió feliz al ver siquiera a una cara amiga, cargó al pequeño bebé, quien se agitó feliz al ser el centro de atención. –Tu oficina está lista.


Naruto asintió suavemente y sonrió al ver que Sasuke le miraba sin entender de lo que hablaban, dejaron al pequeño Menma con Sakura, quien rápidamente lo llevó a la cafetería; caminaron hasta llegar a la oficina del mayor.


–Te tengo una sorpresa.


Naruto abrió lentamente la puerta, y pudo observar como el lugar se hallaba completamente reluciente, era una oficina demasiado grande para solo una persona, había una pequeña solita con tres sofás; no sintió cuando el mayor lo empujó suavemente hacía el interior; su cuerpo se había detenido al ver la pintura de su hijo, la que él había hecho y la que un extraño había comprado.


El cuadro se hallaba colgado detrás de la silla principal, a la vista de todos, su labio inferior tembló levemente, a la vez que sentía como el calor empezaba a recorrer todo el largo de su cuerpo.


-¿Fuiste tú?


-No pude dejar que otra persona tuviera algo de mi familia. –S asuke sintió como las lágrimas empezaban a aglomerarse en sus ojos y no supo que las estaba derramando hasta que Naruto se arrodilló al frente de él y con delicadeza empezó a besar sus mejillas.


-Quiero que todos vean lo talentoso que es mi esposo, y que sientan envidia de la familia que tengo. -Se dejó abrazar y consolar, le gustaba estar entre los fuertes brazos de aquel hombre, se sentía tan cálido y esperaba nunca más alejarse de él.


-Veo que ya le enseñaste la sorpresa. –La voz de Sakura se dejó escuchar suave y Sasuke rápidamente limpió sus lágrimas sobre la camisa del varón. –Es hermoso lo que puedes hacer Sasuke.


-Mío, mío. –Menma agitó sus bracitos al verse en aquel cuadro, cuando sus ojitos cayeron sobre el rostro mojado de su papi empezó a hacer graciosos pucheros al intentar llegar a su papi, deseaba limpiar sus mejillas aun mojadas.


-Tu papi aún se encuentra emocionado mi niño. –Menma dejó que su papi le abrazara y besara sus cabellos, y sonrió feliz al escuchar el suave latido de su corazón.


-Yo tengo que irme, tengo unas cositas que hacer. –La fémina se dio el lujo de abrazar al moreno y besar su mejilla. –Estoy muy feliz por ti, querido amigo. –El moreno sonrió ante las suaves palabras y vio como se marchaba.


 


Sakura subió al auto negro y sonrió al ver como Tsunade se encontraba en la parte de atrás esperándola.


-Tardaste mucho.


-Lo siento mucho, me entretuve con ese hermoso niño. –Tsunade asintió suavemente.


El auto empezó a movilizarse, adentrándose a las calles concurridas de Tokio, las mujeres iban calladas, recordando a cada detalle de lo que iba a ocurrir. Los ojos color miel se había posado en la ventana, observando como los grandes edificios iban desapareciendo poco a poco.


Amaba al doncel que se había adentrado a la vida de su nieto, y aquel varoncito que era la luz de sus ojos, quien había llegado en un mal momento para cambiar sus vidas por completo. Lentamente el auto fue adentrándose a una zona para nada concurrida, las calles sucias y vacías alejaban a todas las personas, Tsunade sonrió feliz al ver como Minato y Fugaku se encontraba esperándolas


- ¿Está ahí? –Los dos varones asintieron solo una vez dejando que las dos mujeres ingresaran al almacén. –Vamos Sakura, es hora de hacer nuestro trabajo.


El lugar era oscuro y tan solo era alumbrado por un pequeño foco de color ámbar, se podía escuchar la respiración agitada de alguien, pero ellas se detuvieron a unos centímetros, observando todo a su alrededor.


En una mesa había todo tipo de elementos quirúrgicos, Sakura caminó lentamente y sonrió levemente al ver como la mujer en la silla se movía fervientemente.


-Querida, querida. Es mejor que no intentes moverte. Pasó sus largas uñas por la mejilla de aquella mujer. –Esas sogas se incrustarán cada vez más en tus venas, cortando tu sangre.


-Veamos. –Tsunade tomó el bisturí y lentamente fue acercándose hacía la mujer, le sacó la venda fe los ojos. –Deseo ver tu mirada llena de terror.


Los ojos de Hinata se abrieron al máximo al ver como el bisturí iba acercándose a su brazo, se agitó con fuerza, haciendo que la punta se incrustara en su piel, los ojos de la mujer se abrieron a la par, intentó gritar, pero su voz se quedó atrapada en la tela de su boca.


-Me has ensuciado los zapatos. –Tsunado cerró sus dedos en la garganta de la mujer, y pudo ver miedo en esos ojos perlados. –No tuviste ningún deparo en destruir el matrimonio de mi nieto, no te importó que Sasuke tuviera un pre infarto. –Pudo ver como la mirada de la mujer empezaba a perderse, la soltó abruptamente, obligando que sus pulmones absorbieran un poco de aire.


-Ahora podrás sentir todo el sufrimiento que tuvo que pasar Sasuke. –Hinata fijó su mirada en los ojos verdes de Sakura, tuvo miedo cuando observó a Minato y a Fugaku muy cerca de ella.


-No te perdoné lo que le hiciste a mi hijo. –Fukaku se había acercado a ella, fijando su fría mirada en ella. –Mis hombres se encargarán de ti.


Su cuerpo se removió abruptamente llena de miedo, vio cómo se alejaban, dejándola sola.


-Toda suya. –Fugaku le dedicó tan solo una mirada al almacén, no dejaría que nadie dañara a su hijo; su cuerpo espabiló cuando sintió como una mano se apoyaba sobre su hombro. Vio a Minato sonriéndole levemente.


-Vamos a casa. –Siguió los pasos de su amigo. Deseaba llegar a casa y esconder su cuerpo en los delicados brazos de su joven esposo, sentir el calor de su cuerpo, y besar aquel lugar donde estaba su tercer hijo. –Naruto me llamó hace un rato; se encuentra en la oficina con Sasuke y el pequeño Menma.


-Deseo verlos. –Minato escuchó el suave susurro de su amigo y sonrió cómplice. Él también deseaba verlos.


Ahora todo dependía solo de ellos dos.

Notas finales:

Ciero... esta hikstoria está llegando a su fin... no me había dado cuenta hasta que - naruf - me lo dijo T_T

Pero sí... está llegando a su fin.

En el proximo capitulo se podrá ver como quedó Hinata... y lo que realmente pasó con ella xD

....Algún comentario???? T_T

Besos


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).