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Niños por hideky

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Notas del capitulo:

 

último capítulo

Cabe anunciar que no se cuando pueda pero cuando terminar el oneshot anexado a la historia de Kill Me Neko voy a subirlo asi que ya estan advertidas XD.

 

 

Al oír tal crasa declaración una pequeña venita se marcó en el siempre sereno rostro de Kaname — Yuu, Zero es MI pareja…nadie puede romper el lazo que forme con él — aclaró el castaño satisfecho al ver la leve molestia que se marcaba en el rostro del pequeño.

 

 

 Tras la pequeña aclaracíon con su pequeño sobrino, Kaname salió de la habitación mientras trataba de detectar la presencia del menor y al no sentirla se dispuso a buscarla cuando oyó unos pequeños llantos provenir de la cocina. — "¿que habrá sucedido?"— se preguntó mentalmente al oír llorar al pequeño, pensaba que aquel diablillo iba a endulzar a Zero con su falsa inocencia y dulzura para aprovechar a tocar a su ángel pero al parecer le había ocurrido algo.

 

Shh…ya pequeño, no llores — consolaba la suave voz de su ángel.

 

¿Qué ha ocurrido? — pregunto ingresando a la cocina el castaño; el pequeño Yuu estaba en el suelo con un leve corte en la frente, llorando y siendo abrazado por Zero.

 

Zero le miro molesto — ¡cielos Kaname! No deberías dejar correr así a Yuu ¡podría haberle pasado algo peor! — regaño el pelo plata.

 

Kaname arqueo ligeramente una fina ceja ¿a qué se refería su ángel? — ¿Qué quieres decir? No entiendo — inquirió con cautela el castaño, al parecer su pequeño sobrino ya había empezado su macabro plan de fin de semana.

 

Yuu me contó que le propusiste una carrera de  que quien corría más rápido iba tomar una ducha conmigo — respondió enojado y apenado a la vez-"Kuran Kaname ¡eres un pervertido y mal tío! ¿Cómo se te ocurre decirle al pequeño que me 'comerías en la ducha'? - Exigió saber el peli plata a través de un lazo mental.

 

Kaname iba a apresurarse a aclarar el mal entendido y, como si la suerte lo odiase, el pequeño Yuu interrumpió.

 

Tío Zero ¿si tomaras una ducha conmigo? No quiero que el tío Kaname te coma ¡no eres comida! — sollozo triste el pequeño.

 

Zero le envió una mirada furiosa al castaño antes de responder al "inocente" pequeño — Ya no llores por favor Yuu, tomaré una ducha contigo ¿vale? — calmó al niño tomándolo en brazos, Kaname suspiro irritado al ver que su pequeño contrincante había ganado, eso sí… no le dejaría la victoria por mucho tiempo.

 

Sonrió como hace mucho tiempo no lo hacía, su pequeño sobrino aprendería a no meterse con lo suyo.

 

Se dirigió hasta donde se encontraba Zero, lo abrazó por la cintura y resistió el leve forcejeo que le impuso el menor —  lo siento cariño, me he pasado… voy a preparar un par de comprimidos para compensar — susurro tocando con su aliento la parte más sensible de Zero sin que Yuu pudiera percatarse.

 

Zero suspiro cediendo mientras se giraba para corresponder a Kaname con un beso ante la mirada asesina que Yuu le proporcionaba al mayor sin que el albino se diera cuenta.

 

De acuerdo Kaname — jadeo Zero separando a su amante al recordar a Yuu, Kaname sonrió internamente.

 

Un punto para él nuevamente.

 

Seiren quién vigilaba a su señor desde la sombras observó con una gotita al ver la sonrisa de su amo.

 

-Zero-Sama sí que es muy paciente -

 

Fue lo único que pensó.

 

Seiren — llamó a lo que la joven apareció de inmediato tras él.

 

Si Kaname-Sama —

 

Ve por él… eso lo mantendrá ocupado — siseó lo último.

 

Si amo —

 

Kaname no vio la resignación de la joven noble.

 

Incluso para ella los fines de semana eran aburridos.

 

Cuando Zero y Yuu bajaron ya aseados Kaname le tendió un vaso a cada uno, Yuu pensando que poseía alguna otra cosa realizó una típica pataleta cómo las que solía hacer cada que quería la atención de Zero.

 

Kuran Yuu, discúlpate en este mismo instante con tu tío Kaname — ordenó Zero con seriedad sorprendiendo a ambos Kuran, Yuu poseía una expresión de incredulidad.

 

P-Pero…— balbuceo deteniendo su frase al ver que el pelo plata iba enserio.

 

Lo siento…tío — cedió finalmente, Kaname asintió permaneciendo aún en lapsus.

 

Zero relajó su expresión revolviendo los cabellos de Yuu, en ese instante sonó el timbre.

 

La sirvienta de la mansión, una muchacha noble, muy cordial; escoltó a los visitantes guiándolos hasta el salón donde los amos de la mansión se habían dirigido para recibir a los invitados.

 

Kaname, Zero-chan cuanto tiempo — saludó el más alto de los recién llegados era rubio de ojos esmeraldas afables.

 

De igual manera Takuma, Shiki es bueno tenerlos de regreso — correspondió el castaño saludando al rubio y  su primo un pequeño de cabellera rojiza, ojos hetero-cromáticos, expresión monótona y de cuerpo menudo.

 

Venga Haru, no seas tímido y saluda — alentó Shiki separándose un poco dejando ver a un tierno querubín de cabellos rubios sedosos, piel suave y tersa, belfos rosados carnosos, ojos heterocromáticos que destilaban inocencia pura, de rasgos andróginos.

 

Zero sonrió enternecido al ver al pequeño refugiarse tras su rubio padre  se acercó al menor poniéndose a su altura y sonrió suavemente.

 

Mucho gusto en conocerte Haru, eres un doncelito muy lindo — saludó haciendo sonreír al menor que se acercó con más confianza al pelo plata.

 

Un gusto, espero no molestar — saludó con una tierna sonrisa haciendo sonrojar incluso a Yuu con tan tierna escena.

 

Muchas gracias Kaname, no sabes lo mucho que significa para nosotros que cuides de Yuu, vendremos por él en unas horas entonces  — agradeció recibiendo el asentimiento del moreno que acercándose al menor se inclinó.

 

Un gusto Haru voy a cuidar de ti esta tarde — sonrió asiendo sonrojar al menor, Takuma soltó una leve risa.

 

Me pondré celoso — bromeó recibiendo un leve regaño del menor.

 

Luego de que la pareja se despidiera, el pequeño rubio más confiado ya se acercó a el moreno halando el borde de la camisa del mayor tímidamente — Kaname-nii ¿podrías llevarme a la biblioteca?— pidió rojito.

 

Ven — tomó la mano del menor comenzando ambos a caminar, el oji vino se detuvo a mitad de las escaleras — voy a pasar lo que resta de noche con Haru en la biblioteca, nos vemos en la mañana — comentó.

 

Zero asintió confuso al verse de cierta forma aplazado.

 

Yuu lo jalo al cuarto de juegos, se veía levemente irritado.

 

Pasaron horas jugando ajedrez hasta que el menor harto de perder abandonó el juego refunfuñando, divirtiendo al mayor.

 

Vayamos a ver cómo van Haru y Kaname — indicó recibiendo un asentimiento.

 

Ambos se dirigieron a la biblioteca, recomiendo la gran mansión puesto que el lugar al que iban queda al otro extremo de donde ellos se encontraban.

 

Yuu sintió algo en su estómago al oír la dulce risa del pequeño rubio, Zero detuvo un poco el paso quedando frente a la puerta de madera tallada.

 

Kaname-nii es cómo un príncipe azul, de no ser porque Kaname-nii ama mucho~ a Zero-chan hubiera dicho que querría casarme contigo —

 

Encontrarás a alguien Haru, créeme que cuando seas mayor serás un doncel muy bello —

 

Mo~ pero yo hubiese querido solo a Kaname-nii —

 

Zero tocó levemente la puerta en aquel instante, Yuu abrió la puerta, las cortinas estaban abiertas, la luna en todo su esplendor se lucía a través de los ventanales, Kaname y Yuu se encontraban en el mueble para dos, Kaname sostenía un libro.

 

Haru, ¿no deseas ir a pasear conmigo por los jardines?  Hay un bonito cerezo cerca de un lago — ofreció Yuu, Haru miró a Kaname pidiendo permiso y este asintió.

 

Cuida mucho a Haru, Yuu — indicó Zero, Yuu asintió y sin más sostuvo la mano del pequeño y lo llevo al lugar.

 

Kaname cerró el libro y lo colocó en su regazo, era un libro con varias leyendas de dioses de todo tipo de mitología.

 

No sabía que tenías libros para niños — comentó Zero tomando asiento a su lado, Kaname se recostó en su regazo como de costumbre y cerró los ojos — pues no los tenía hasta hace poco, sólo pensé que cuando tengamos hijos los necesitarás — respondió, Zero peino los bucles chocolate de su amante, aquella mirada vino era tan intensa que fue el primero en apartar la mirada.

 

Creo que Yuu se ha enamorado por cierto — añadió tras el corto pero cómodo silencio.

 

¿Es así?— inquirió, Zero asintió — desde que Haru llegó se comenzó a portar raro. — creo que esta celoso — agregó con un tono algo burlón.

 

-Cariño, siempre lo ha estado de hecho — suspiro Kaname ante la revelación que aparentemente tuvo Zero.

 

Dejando a un lado sus pensamientos Kaname fijo nuevamente sus orbes en su pareja — es un Kuran, si realmente gusta de Yuu el sabrá que hacer — comentó, Zero arqueo levemente una ceja ante aquella arrogante declaración.

 

Reitero nuevamente, espero que mis hijos no hereden el lado narcisista de los Kuran — espetó, Kaname se reincorporó un poco para tomar la barbilla de Zero iniciando un suave pero intenso beso.

 

Te amo… Kaname —

 

Los rayos crepusculares amenazaban con salir, los sirvientes de la casa comenzaron a cerrar las cortinas puesto que los menores que dormían en el salón aún eran sensibles ante los rayos.

 

Zero-Sama  ¿Desea que preparemos otra habitación para el joven Haru?— preguntó una noble pelo negro de ojos azul.

 

Descuida dormirá con Yuu — respondió Zero cargando al doncelito mientras Kaname hacia lo mismo con Yuu.

 

Una vez ya acostados Zero cerró la puerta de la  habitación, los pequeños se acurrucaron, Yuu abrazando posesivamente a Haru.

 

Zero gimió al sentir la mordida del castaño, su cuerpo se vio arrinconado al momento de cerrar la puerta, Kaname le abrazo por la espalda, colando sus manos inquietas bajo la camisa de lino blanco en busca de aquella piel fresca y deliciosa al tacto.

Mírame — pidió, Zero negó levemente, Kaname aún en la misma posición tomó la barbilla de Zero de tal forma que tuviera de vista aquel espejo que estratégicamente se había encargado de acomodar en su habitación.

 

Los hoyuelos de Zero se encontraban de un leve rosa pálido mientras que sus belfos pedían ser marcados con pasión.

 

Eres un p-per-ti… do — jadeo al sentir sus botones sensibles ante el toque de Kaname.

 

Y aunque Kaname no lo supiera, Zero amaba que Kaname lo tomase entre sus brazos derritiendo su cuerpo con amor y pasión, Zero  amaba ver aquellos orbes borgoña devorando su ser, la voz ronca de Kaname, y el movimiento de su pecho ante la errática respiración con cada embestida.

 

El moreno tomó al albino para llevarlo a la gran cama que compartían, desistió por completo a Zero admirando la desnudez del mencionado, se deleitó con aquel cuerpo, tocando puntos dulces para así recibir lascivos gemidos, Zero decidió participar también entonces.

 

Comenzó con un suave beso rodeando los hombros del castaño, descendió el beso hasta el cuello donde sólo lo acarició con sus colmillos a pesar del leve cosquilleo, acarició los brazos y pecho de Kaname sintiendo la dureza de los mismos.

 

Kaname tomó las manos de Zero para apresarlas y así rescatarlo en la cama para continuar, libero una mano y realizó un camino hasta el plano vientre de Zero y finalmente bajo al miembro del albino que se encontraba excitado, presionó levemente sus dedos largos en la punta, estremeciendo por completo al cuerpo bajo el, procedió luego con un suave vaivén, masturbándolo.

 

Jadeos, gemidos y lágrimas de placer no se hicieron de esperar, el moreno reprimió un grave gemido al sentir la suave mano de su pareja en su considerable y prominente erección.

 

Ka…na-me — suspiro cerca de los labios del mencionado, sus miradas se conectaron dando dulzura a aquel momento íntimo, sonrieron con amor mientras con un ritmo más pausados Zero permitió a Kaname preparar su cuerpo para ser penetrado.

 

Zero… Mi hermosa rosa — susurró el castaño con una intensa mirada.

 

Los orbes de Zero se empañaron de alegría, luciendo como preciosas amatistas.

 

El albino sorprendió al mayor cuando se las arregló para invertir las posiciones y quedar a horcajadas sobre el moreno.

 

Las suaves curvas de Zero dejaron hipnotizado al castaño mientras el menor comenzó a sentarse lentamente en la erección del moreno, suspirando y jadeando al sentir el duro, prominente y palpitante falo abriendo paso entre sus estrechas paredes.

 

Kaname sujeto las caderas del menor, jadeaba ante la iniciativa del albino, su cuerpo podía sentir por completo a Zero pues mediante el lazo podían compartir las sensaciones que disfrutaban en momentos como aquellos, Zero se arqueo levemente al sentir la excitación de Kaname.

 

Los embates fueron profundos, rápidos, luego lentos, fuertes.

 

Kaname…— gimió al sentir una fuerte oleada, Kaname había invertido las posiciones, Zero se aferró ante el ritmo antinatural que continuaba.

 

Las pupilas de Kaname se dilataron levemente, Zero notó esto y mordió la zona de su cuello.

 

Hazlo — gimió.

 

Kaname enterró sus colmillos dando embestidas casi dolorosas, no podía controlarse estando con Zero, el albino había llegado a conocer no de muy buena forma aquella parte de él.

 

Cuando incluso pensó que se alejaría al descubrirlo, Zero aceptó su lado vampírico completo, aquel lado sin represiones que podía llegar a ser muy siniestro.

 

Sentían mucho placer, sus cuerpos se erizaban y vibraban, sus respiraciones agitadas, sus cuerpos cubiertos con una capa de sudor, con un ritmo frenético, casi queriendo fundirse en uno solo.

 

Llegaron al paroxismo del placer, sintiendo el cuerpo del otro estremecerse, se abrazaron, se besaron, Kaname aún sobre Zero, mantenían las miradas unidas.

 

Kaname… — gimió al sentir el miembro de su amado abandonar su cuerpo, el semen del mayor se escurría brindando una sensación cálida.

 

N-No… me m-mires… pervertido — musitó apenado frunciendo levemente el ceño.

 

Kaname río como naturalmente lo hacía con Zero, sabiendo que amaba aquel tono profundo de su risa.

 

Rodeo la cadera del menor con unos de sus brazos pegando sus cuerpos desnudos, recargo un poco el peso en Zero para así mantener el contacto mientras que subía su mano de la cadera hasta la barbilla, elevando la mirada apenada de Zero.

 

Beso su frente para luego recargar su cabeza en el hombro del menor.

 

Te amo Kaname — oyó decir a Zero, sonrió y finalmente se recostó atrayendo a Zero a su pecho.

 

Quedaron dormidos así, abrazados y por supuesto muy cansados.

 

Pasaron días después de que Yuu conociera a Haru, ahora ambos iban a la casa de sus tíos para jugar juntos.

 

Y justamente Kaname observaba a Yuu pasear de la mano con Haru, ambos sonrojados y tímidos.

 

Haru le dirigió una mirada discreta y sonrió.

Kaname correspondió aquel pequeño gesto del menor, no iba a olvidar el pequeño e interesante pacto que surgió entre ambos aquel día en la biblioteca.

 

Haru había sido llevado a la biblioteca, corrió observando los estantes, se inclinó un poco hacia adelante leyendo el título de alguna obra.

 

¿Ese es el niño que Kaname-nii quiere que distraiga? — tomó el libro que había visualizado y se sentó en el mueble de dos, Kaname le imitó.

 

Cuento contigo — respondió con simpleza.

 

No… que sea Yuu ya es algo que también me importa, aprecio mucho a Yuu — el infante se sonrojó, Kaname elevó una ceja.

 

¿Conoces a Yuu?— cuestionó ya que al parecer Yuu ni lo recordaba.

 

El año pasado Yuki-nee visitó a Oka-chan, Yuu y yo no volvimos inseparables, hasta que me pidió demostrar mis poderes con él y termine por borrarme de su memoria junto a los recuerdos de ese año. — confesó con cierta tristeza.

 

Kaname simplemente acarició los cabellos del menor. — Entonces da tu mejor, esfuerzo porque te recuerde.

 

Me esforzaré pero si no lo logro buscaré alguien como Nii-chan, Kaname-nii es cómo un príncipe azul, de no ser porque Kaname-nii ama mucho~ a Zero-chan hubiera dicho que querría casarme contigo —

 

Encontrarás a alguien Haru, créeme que cuando seas mayor serás un doncel muy bello —

 

Mo~ pero yo hubiese querido solo a Kaname-nii —

 

Zero llegó en aquel momento sacándolo de sus recuerdos,  había regresado de visitar a su padrastro Cross,  Akatsuki lo escoltaba.

 

Kaname — saludó con un suave beso a su esposo, hundiendo si rostro en el pecho del castaño mientras reía muy feliz.

 ¿sucede algo? —

Colocó simplemente las manos del oji vino en su vientre y este se sorprendió y luego sonrió, Akatsuki salió del lugar para darles privacidad.

 

Seremos padres, Kaname — anunció en tono suave.

 

Kaname estrecho al menor en sus brazos, su amado Zero le daría un hermoso primogénito.

 

Acarició con suma delicadeza el vientre del albino, aquel pequeño ampliaría su familia, se encontraba muy feliz. 

Notas finales:

 

 

Gracias por su lectura.


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