III
Takano se hallaba sumido en sus pensamientos…Fastidioso…simplemente aburrido, desde hacía un tiempo esas eran las palabras con las que Takano describía las, desde su punto de vista; innecesarias advertencias de Mitzuki. Él sabía perfectamente lo que hacía y ni ella y toda la corte del infierno iban a evitar que Ritsu le perteneciera; el humano era suyo por derecho era simplemente la mezcla perfecta entre la inocencia y el deseo, su alma incorruptible lo embriagaba de tal forma que no podía evitar tomar su cuerpo cada vez con más frecuencia, y para su mala suerte Mitzuki también lo había notado.
Flash Back:
Odiaba que lo siguiera como si aún fuera un niño pequeño, y aún más odiaba que le repitieran las cosas que ya sabía sin embargo ahí estaba de nuevo ,en los jardines de la mención Onodera sosteniendo por milésima vez la misma e inútil discusión, escuchando exactamente lo mismo de siempre
-sabes que él no está dentro del contrato -fue directo al punto, comenzaba a cansarse del juego que Takano había comenzado hace ya mucho tiempo y se preguntaba a sí misma una y otra vez cuando por fin el ojimiel se aburriría
-eso ya lo sé -dijo y le restó importancia -te has encargado de repetírmelo por años, Ritsu no tiene nada que ver con eso, él es mío solo porque lo deseo
-no eres un humano Takano así que deja de comportarte como tal -el tono de su voz no cambio ni un poco -los caprichos son parte de los humanos y los demonios los utilizamos para llevarlos a su perdición, no al revés
-todos nosotros existimos por causa de un mero capricho, se perfectamente lo que hago -su voz siguió tranquila, pero su mirada se desvió de los ojos rojizos a una de las ventanas de la mansión
-y es por eso que necesitas poseerlo
-yo no…
-si es verdad lo que dices y es solo por placer, puedes conseguirlo en cualquier lugar, cualquier sombra del infierno estaría más que dispuesta, y la tierra está llena de humanos, no cometas una tontería estando tan cerca el ascenso
-si es lo que te preocupa, te cedo el trono, ¿lo has dirigido los últimos 2000 años, no es así?
-sabes perfectamente que ese no es el balance, la única razón por la que no lo ocupaste después de que tu padre fuera encerrado en una prisión de hielo fue que aun eras muy pequeño, un demonio inexperto que no había desarrollado por completo su poder, un blanco fácil, pero si estas tan deseoso de terminar como tu padre, sigue jugando con ese humano -sin decir más Mitzuki se retiró en una nube de polvo negra
Fin del Flash Back
Después de eso había regresado a su ‘’hogar’’ en el infierno, una especie de mansión situada en una de la entradas al inframundo, donde un rio con miles de lámparas en el corrían, dejándose llevar por la corriente a el lugar que le pertenecía en el infierno según los pecados que esa alma cometió aun estando en la tierra, el cielo a su alrededor era un eterno crepúsculo, que Takano observaba mientras divagaba en sus pensamientos; Solo esperaba que ella no se enterara de que había cometido la imprudencia de revelarle al castaño la mitad de su nombre pero….
No tenía de que preocuparse, rio para sus adentros.
Solo faltaban unos meses y él se convertiría oficialmente en emperador del infierno, y no importaría lo que Mitzuki y todo el maldito inframundo pudieran pensar o hacer, Ritsu le pertenecería por completo, y no solo sería su cuerpo como había sido hasta ahora, también obtendría su alma, ni siquiera importaba lo que Ritsu opinara al respecto, él era suyo y entre más rápido lo aceptara el castaño sería mejor…
Se hallaba perdido en sus pensamientos, sentado en el trono que había pertenecido a su padre, cuanto odiaba ese lugar, consideraba mucho más interesante el mundo humano…cuando sintió unos delgados brazos rodearlo por la espalda y que comenzaron a deslizarse por su pecho dentro de su camisa de manera sugerente, al tiempo que fríos labios besaban su mejilla y bajaban por su pecho
-Bienvenido Saga-sama -el chico se dio vuelta hasta estar frente a Takano y se sentó sobre sus piernas -lo he extrañado mucho -hablaba sobre sus labios
-Akira… -el joven era un chico hermoso de escasos 20 años, de un cuerpo esbelto y apetecible a la vista, su figura no muy alta que apenas alcanzaba el metro setenta estaba vestida en cuero negro que se pegaba a su cuerpo como una segunda piel, su cabello rubio y liso estaba adornado con plumas de cuervo y por ultimo estaban sus ojos de un bello y profundo azul que miraban a Takano de forma coqueta -deja de jugar, ¿has hecho lo que te encargue? -el azabache paso las manos por su cintura pegándolo más a su cuerpo
-mande a uno de mis mejores demonios -la expresión de Takano se hizo ligeramente más seria y Akira tomo una de las plumas de su cabello y de forma sensual acaricio con ella los labios de Takano -Shouta es casi tan bueno como yo, es capaz de despertar la lujuria en el alma más pura
-por tu bien eso espero -acariciaba las piernas de Akira -por ahora dile que solo vigile y que no haga nada tan estúpido como dejar que lo descubran, esto no es esa inútil guerra que existe desde hace años, es solo por precaución -ahora -saco las manos de Akira de su cuerpo y con algo de brusquedad lo hizo bajar de él -vete
-Pero… -no lo podía creer como lo sospechaba de nuevo había ido a visitar al humano, la ira comenzó a subir por su cuerpo -Saga-sama yo pensé que querría relajarse -intento acercarse de nuevo con movimientos felinos -después de que discutiera con Mitzuki-sama
-¿Cómo sabes eso? -lo tomo por la muñeca y lo halo más hacia sí, utilizando en su agarre una fuerza descomunal que habría roto el brazo de cualquier ser mortal, una fuerza y un fastidio que jamás había mostrado frente a Ritsu
-la corte me llamo, -aclaro rápidamente -quería que pusiera a su disposición a mis mejores demonios, pero puedo hacerme cargo de usted yo mismo, cuando y como lo desee, ¿lo recuerdas Saga?, como en los viejos tiempos -el ambiente se cargaba de lujuria y el calor en la habitación comenzaba a ser insoportable, al menos para Akira que susurraba con sus palabras cargadas de deseo, uno que quería contagiara a Takano
No funciono.
-ya basta Akira -lo empujo, haciendo que cayera -no pierdas tu tiempo, sabes que ‘’tu encanto’’, no tiene efecto en mí, si yo quiero des estresarme conseguiré algo mejor -el calor en el cuerpo de Akira comenzó a crecer aún más rápido pero esta vez por una razón diferente, la voz y la expresión de Saga seguían tan imperturbables como siempre y eso solo lograba enfurecerlo mas
-¿cómo el humano?, siento su aroma por todo tu cuerpo -escupió la frase que había estado reteniendo desde el principio de la charla, como si fuera un amante celoso
Y eso era.
-eso no te interesa -lo tomo por el cabello e hizo que lo viera a los ojos te prohibí que te acercaras a él, espero que no me desobedezcas, sabes perfectamente lo que puedo hacerte si lo haces -un sutil dejo de amenaza y cólera había aparecido en su voz y Akira lo había notado perfectamente, nunca se había mostrado así con él, ni siquiera en sus encuentros entre las sábanas de Takano, jamás había demostrado esa pasión desbordante y ahora la desperdiciaba solo por defenderlo…
Takano, Lo soltó y se dirigió de a la salida, tenía que hablar muy seriamente con Mitzuki, ¿Cómo se atrevía…?
Por su parte Akira seguía parado en el mismo lugar, temblaba de ira y la pasión que caracterizaba su esencia demoniaca ardía de rabia en contra del maldito humano, ¿Cómo se atrevía Saga a rechazarlo? Y por un simple humano, ¿cómo se atrevía a despreciarlo a él, que era la encarnación de la lujuria?, que podía sumergir a cualquiera en el más profundo y desesperado deseo, ¿Cuántas almas, puras o malvadas, hombres y mujeres sin importar su poder o posición, no se habían perdido solo por sus caprichos?, ciudades, reinos enteros sumergidos en la lascivia, él era el general supremo de uno de los 7 ejércitos más importantes y poderosos del infierno…No iba a permitir que un simple humano se interpusiera entre él y sus deseos y él quería a Saga…
-Ve por Shouta -tomo una de las plumas de su cabello y dejo que una corriente de viento de un sutil tono violeta se la llevara, se le había ocurrido una forma de quitar al humano del camino….
Miro con atención la muñeca que Saga había sujetado y noto que las marcas de sus dedos seguían ahí, subió su brazo a sus labios y lamio la herida, el sabor de Saga-sama, volvería a estar entre sus brazos y se perdería en su cuerpo una y otra vez como solía hacerlo; Saga, era el único capaz de evadir la tormenta de lujuria que el despertaba y en cambio era el quien terminaba perdido en el deseo de que se fundiera en su cuerpo, solo tenía que deshacerse del humano y sin importar lo que Saga pudiera pensar había reglas, solo tenía que usarlas a su favor y ni el mismo Saga aun con ayuda de la corte podían evitar que él se saliera con la suya, la decisión era solo del humano…
Y él sabía cómo engañar a un simple humano, aunque no pudiera acercarse a él…
-Akira-san -el chico que parecía ser una adolecente, se presentó casi de inmediato e hizo una reverencia, su mirada seductora era de un bello tono marrón, fue directo na los ojos azules de Akira que era más alto que el -¿en qué puedo servirle?
-quiero que corrompas a un humano -le dijo simplemente -consigue un trato con él, has que le ponga un precio a su alma
-Akira-san, con todo respeto sabe que son los humanos los que nos llaman, nosotros no podemos…
-eres un maldito demonio de la lujuria, -interrumpió a Shouta no quería que le digiera lo que ya sabía -corrómpelo, acuéstate con él, sedúcelo, engáñalo, no le propongas el trato pero has que él se interese, y en cuanto lo hayas logrado -sus ojos se tornaron tan rojos como los de Mitzuki, inmerso en la fantasía de tener a Takano de nuevo entre sus piernas -te daré más instrucciones, tiene que hacer que sea a mí a quien llame
Shouta lo miro divertido, no entendía como un demonio caprichoso como Akira, había sido nombrado el general del ejército de la lujuria, si era cierto que el rubio era sumamente poderoso, pero también dejaba que sus mismos deseos interfirieran en su mando y decisiones, y eso era peligroso, sin embargo no tenía otra opción más que aceptar y para ser honesto comenzaba a aburrirse, todos los humanos con lo que había jugado o pactado últimamente lo habían aburrido y ninguno fue capaz de satisfacerlo.
-¿Quién es el objetivo? -se relamió los labios al preguntar, ojala y su presa fuera lo suficientemente apetitosa
-busca al humano que tenga este aroma, puedes empezar en Japón -le extendió la pluma con la que había acariciado los labios de Takano y el otro capto su aroma extrañado, no sería tan sencillo corromperlo y , eso solo hizo que creciera su interés -y que no te engañe la fragancia de la inocencia cuando lo encuentres, su cuerpo está impregnado con la esencia de…del infierno -Akira no pudo revelar, que era Saga quien había marcado al humano, en parte porque no lo convenía y parte porque no quería aceptarlo, los celos lo consumían; Shouta asintió pero antes de que pudiera retirarse Akira agrego -esto es un trabajo muy especial, ¿entiendes?, nadie debe enterarse, debes aparentar que solo haces lo de siempre ir por el mundo en busca de almas que pervertir, Shouta solo debes responder ante mí -el de os ojos marrones asintió y después de reverenciar a su superior partió a la superficie, hacia el mundo humano, para aparecer en Tokio…
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Nunca antes había estado en el mundo humano, al menos no con un cuerpo físico, era algo que de alguna forma siempre había…suspiro fastidiado y decepcionado de sí mismo, no debía sentir algo como eso, pero no podía evitar envidiar a los demonios, ellos no solo eran meros espectadores que de vez en cuando susurraban al oído de los hombre y mujeres que poblaban la tierra, no, ellos actuaban bajaban al mundo humano y ponían pruebas, se divertían, aunque lo hacían con el sufrimiento y la perversión, siempre experimentaban y se deleitaban con la gran variedad de espíritus que lo rodeaban, no como la mayoría de los Ángeles…
Amadeo parecía un niño pequeño que observaba todo con gran curiosidad, ¡que diferente lucia todo!, los colores las personas que caminaban despreocupadas por las calles, incluso el cielo. Jamás había pensado que se pidiera ver tan azul, jamás había sentido el sol sobre su piel, anqué no lo percibía igual que los humanos en realidad jamás había sentido nada, los veintiún años que tenía había sido todo el tiempo solo un espíritu y ahora podía estar ahí en el mundo que tanto solía observar desde la nubes…pero no tenía que perder el tiempo, estaba en una misión y tenía cosas que hacer…aunque sería una verdadera lástima, estar ahí, era una oportunidad casi única, y él no podría experimentar nada…diferente…
A su alrededor la gente parecía notarlo, sobre todo las mujeres que quedaban como hechizadas por su belleza, Amadeo parecía un príncipe, era un joven muy atractivo y alto, su piel clara parecía resplandecer con el sol y su cabello y ojos parecían brillar todo el tiempo al igual que su sonrisa, que le regalaba a todo el mundo, caminaba tan casual como podía maravillado, del mundo a su alrededor que de cerca no parecía ser el sitio consumido por los vicios y el pecado que Haitini siempre le aseguraba…pero en definitiva no lo pudo creer en cuanto lo vio.
Lo más bello que jamás había visto.
Un chico de máximo, 17 años caminaba solo y confundido, sin tener un aparente rumbo figo, o eso es lo que le pareció, trato, de sondear su mente y leer su alma, pero por alguna razón desconocida no podía hacerlo, sin embargo parecía estar perdido y era su deber ayudarlo, decidió acercarse a el
-Hola, parece que buscas algo, ¿puedo ayudarte? -el chico que era considerablemente más bajo subió su mirada marrón hasta encontrase con la suya, sus ojos reflejaban tanta inocencia que…era completamente falsa a diferencia del inexperto Ángel frente a él, Shouta podía ocultar su alma y la verdadera forma de esta, después de todo él era mayor y no le costó ningún trabajo darse cuenta de que en realidad el chico castaño ere un ángel, y uno bastante ingenuo al parecer, nada más que un simple novato decidió seguir su juego y averiguar qué era lo que hacía ahí
-Hola -le regalo a Amadeo la sonrisa mas hermosa que el castaño habia visto nunca, tan a sus ojos era tan sincera y tan inocente, la misma sonrisa que habia a corrrompido a cientos de almas antes que él, un gesto tan estudiado y fiamente fabricado que no hizo sospechar en lo mas minimo al angel, quien lo único que sintió era un calor naciente en su pecho algo…completamente nuevo creo que si puedes hacer algo por mi…
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‘’No existe el bien definitivo, ni el mal absoluto’’
La voz de Mitzuki resonaba en su cabeza como si estuviera dentro de ella, ¿Por qué tenía que recordar algo como eso ahora?