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El favorito del Diablo por BeyondBirthday

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Notas del capitulo:

Hola, lamento mucho haber tardado taaaaanto tiempo con la actualizacion, pero si a alguien aun quiere leer esta historia, espero quew les guste el capituolo y ya no desarecere :3

IV.

Hace 18 años

Es una mentira. Repitió de nuevo Sayaka como si decirlo una y otra vez hiciera que las palabras de su esposo no fueran más que una broma cruel.

-¿cómo pudiste hacer algo así?, acaso… ¿no te importa lo que pueda pasar con nosotros?    -siguió sin  apartar la mirada de la de su esposo, aun cuando sus ojos sus humedecieron y las lágrimas empezaron a salir sin control, aun cuando su voz se quebró hasta ser poco más que un hilo, aun así no dejo de verlo ni un instante     -te importan más la riqueza y el poder que…   -no pudo más, su voz se quebró por completo y solo soltó un leve sollozo mientras llevaba sus manos a su vientre aun plano, no importaba lo que pudiera pasarle,  su alma, su vida nada de ello importaba, no si podía salvar a ese pequeño ángel que crecía en sus interior, el único rayo de inocencia que quedaba en su vida, lo único que le importaba…

-tú y nuestro bebé no tienen nada que ver en eso, yo vendí mi alma y soy el único que pagara por eso, Sayaka yo….     –no sabía cómo continuar y decir que se arrepentía habría sido mentir, Hiroto Onodera no era tonto, sabía perfectamente lo que apostaba cuando decidió hacer ese trato, sabia los riesgos y pensó que podría burlarlos, ¿Qué tan difícil podía ser burlar al Diablo?

Por su parte Sayaka no dijo más esa noche, sin embargo no había dejado de pensar, ¿Cómo podía salvar a su pequeño?, tal vez incluso ella también podría vender su alma…tal vez…

 

**************************************************

 

En la actualidad

El sol entraba por la ventana dando de lleno en su cara, obligándolo a despertar, Ritsu abrió sus ojos verdes con cansancio había dormido apenas 4 horas, era sábado y podía pasar el día completo en la cama si así lo deseaba pero...no soportaba estar ahí, las sabanas olían a él, y el aroma llenaba sus fosas nasales, no, no eran sólo las sabanas, su cama, su habitación...su cuerpo; Takano había probado, lamido y besado cada parte de él, el sólo recordar la noche anterior hacía que su cuerpo se estremeciera y una silenciosa  lágrima solitaria bajo por su mejilla.

"Idiota". Se regañó mentalmente y seco esa lágrima conteniendo su llanto.

No era la primera vez que sucedía.

Hacía años que Takano había tomado por primera vez su cuerpo y ya debería estar acostumbrado, suspiro pesadamente y por fin se levantó, como un zombi camino hasta la bañera la cual lleno con agua fría y se metió dentro, si tan sólo el agua pudiera limpiar su cuerpo desde adentro, borrar las suaves caricias de sus labios y sus manos...si eran tan suaves...incluso cuando utilizaba sus dientes...

-jajaja    -oculto su rostro en sus manos y se río frenéticamente a carcajadas sólo por no llorar, ¿cómo podía estar pensando algo como eso?

ya estaba perdido; la lasciva en la que se podría su cuerpo cada vez que se sumergía en el placer que Takano le ofrecía lo estaba corrompiendo por completo, debía reconocerlo por más que la culpa y la vergüenza lo inundaran cada vez que su cuerpo se fundía con el de él demonio, el placer y la ansiedad por sentirlo crecían haciendo que lo deseara por momentos, ¿en qué clase de pervertido se había convertido?, pero tal vez; aún no era demasiado tarde, tal vez incluso aún podría salvar su alma del infierno...su alma...lo único que de verdad le pertenecía y jamás le entregaría a Takano, jamás...

 

Flash Back

-sigues temblando     -dijo el azabache mientras observaba el cuerpo desnudo a su lado, Ritsu no dijo nada y en cambio de sus labios salió un sonoro sollozo acompañado de las lágrimas que una tras otra salían de su mirada pérdida      -Ritsu, mírame         -Takano intento tocarlo pero el castaño, se alejó rápidamente y dándole la espalda se cubrió por completo con la sábana  -Ritsu...     -seguía sin responder y el demonio posó una de sus manos en la espalda del castaño y pudo notar que comenzó a temblar con más violencia, estremeciéndose bajo su toque     -Ritsu, ¿me...tienes miedo?

-miedo...          -repitió, saboreando la palabra con un gusto amargo, ¿que si tenía miedo?        -dijiste que... Serías mi amigo       -su voz comenzó con un débil susurro que fue haciéndose más fuerte con cada palabra, se sentó sobre la cama y clavo su intensa mirada verde en los orbes miel de Takano        - porqué... ¡¿porque Takano-san!?           -gritó y sus puños cerrados chocaron con el fuerte pecho desnudo del mayor

-te quiero, te lo dije desde el primer día, yo nunca dije que sería sólo tu amigo, siempre he sido claro contigo, te dije que te quería y que serias mío         -su expresión era fría y seria mientras sujetaba a Ritsu por las muñecas y lo recostaba de nuevo en la cama colocándose sobre él y despacio pero con movimientos sensuales y seguros hizo que sus labios besaran cada parte del blanco cuello del menor         -eres mío Ritsu, no te confundas desde que te conocí decidí que eras mío y lo has sido desde entonces, no solo tu cuerpo, tu alma y cada fibra que hay en ti me pertenecen, solo tome lo que desde un principio me pertenecía     -dejo de besarlo y tomándolo del rostro hizo que lo mirara a los ojos  y sus labios atraparon otra vez lo suyos para poseerlo una vez más esa noche.

Esa noche Ritsu se perdió por primera vez en los brazos del Diablo y fue arrastrado por un río de placer que lo sumergía cada vez más entre suspiros, jadeos, lágrimas y sueños rotos.

“¿Porque tiene que ser así?”

Fue lo única frase lógica que consiguió formar su mente, más allá de la decepción y del dolor, más allá del innegable placer que a pesar de todo sentía, esa fue lo único que paso por su mente, ¿porque tenía que ser así?, hasta ese momento nunca había entendido que era realmente Takano... El Diablo...la idea había surgido de sus pensamientos como una nota vacía y sin embargo lograba tocar toda una sinfonía dentro de su cabeza, fue como si una venda que el mismo se había colocado de repente cayera; Takano nunca le había mentido:

-¿un demonio?      -preguntó confundido un pequeño castaño de 7 años, no era la primera vez que escuchaba esa palabra, por el contrario sus padres solían usarla a menudo sobre todo cuando discutían y creían que él no estaba cerca, sin embargo no entendía a lo que se refería, aunque siempre que sus padres la utilizaban iba acompañada de otras palabras como “mal” y “redención”, no sabía cómo definirla, Takano-san no le parecía una mala persona, no como ese niño que lo molestaba en la escuela o como su maestra de violín que solía regañarlo mucho y no dejaba que comiera galletas, ni siquiera le enseñaba realmente a tocar, todo lo que sabía acerca del violín (y lo tocaba bastante bien) lo había aprendido, con el profesor castaño y un poco enojón y tan orgulloso como el mismo Ritsu que le había llevado el propio Takano, no, él no podía ser una mala persona, no cuando a diario jugaban y le leía cuentos, le llevaba deliciosos dulces, y sobre todo le decía que lo quería. Takano-san no podía ser malo…

-si eso es lo que soy Ritsu, “el Diablo” en persona        -aclaro sonriendo, en un tono divertido el ojiverde no dijo nada y sólo abrió sus ojos con sorpresa         -¿te doy miedo Ritsu?       -el rostro de Takano se veía tan tranquilo como siempre pero el pequeño pudo notar cierta impaciencia y expectación por su respuesta

-¿eres malo?      -en definitiva eso no era lo que Takano esperaba oír, ni siquiera era una respuesta, miro a Ritsu y vio la duda dibujada en su expresión, esa inocencia que tanto le gustaba

-no existe el bien definitivo ni el mal absoluto Ritsu, cada acción es egoísta de alguna forma, hasta la más noble de ellas pose un toque de vanidad y orgullo que…   -vio que la duda crecía en el rostro del menor y negó riéndose para sus adentros, después de todo ese era un concepto que ni siquiera los humanos adultos entendían del todo y Ritsu solo tenía 7 años      -Ritsu, ¿conoces el cuento de la caperucita roja, verdad?       -el pequeño asintió        -¿y crees que el lobo es malo?       -volvió a asentir        -yo soy como el lobo Ritsu, y el lobo siempre será malo si es caperucita quien cuanta la historia;  ¿tú crees que soy malo Ritsu?   -se agacho hasta quedar a la altura del rostro del pequeño

Ritsu se quedó pensando por unos instantes antes de contestar, ¿Takano-san  era como el lobo?, ¿él también le mentiría para ganarse su confianza y después comérselo?, sin embargo…aunque le dijera eso él nunca podría pensar que Takano era malo.

-no…Takano-san yo no creo que tú seas malo     -el castaño le regalo al mayor la más bella sonrisa y se abrazó a su cuello para después besar su mejilla    -yo te quiero mucho Takano-san

Takano correspondió el abrazo y hundió el rostro en el cabello del menor aspirando su aroma, su pequeño Ritsu era algo sublime, tan delicioso y delicado, cada día que pasaba con él, su deseo por poseerlo crecía más y más al igual, que algo más que no sabía cómo describir y que en comparación con su lujuria era insignificante, decidió ignorarlo y el apetito del lobo crecía…

Pasó el tiempo y algo también crecía dentro del corazón de Ritsu, sin embargo un día, antes de que pudiera entender de qué se trataba…el lobo se lo comió…

-no…yo no…      -cuando sintió los dedos de Takano de nuevo jugar cerca de su entada, el miedo lo invadió, recordó cuanto había dolido la primera vez, como le había suplicado que parara, él no quería que las cosas fueran así, su primer beso, su primera vez…su…su primer am…, no Takano-san no podía, él no quería que lo hiciera así     -¡no quiero!, no quiero ser tu amante demonio, ¡jamás seré tuyo!    -empujo al azabache quitándoselo de encima, y se puso de pie alejándose de él, sus palabras estaban cargadas de veneno y un punzante dolor que ambos sentían aunque no de la misma manera

-¿amante?    -su tono era uno que el castaño jamás había escuchado, más profundo y oscuro, demasiado cruel, oírlo era aún más doloroso que todo lo que había pasado     -tu solo tienes que abrir las piernas y gemir para mí, y te tengo una noticia mi pequeño hermoso, no me interesa en lo más mínimo tu opinión, eres mío.

No tenía que haberlo dicho, no había querido decirlo en realidad, pero por alguna razón cuando la verde mirada de Ritsu lo atravesó como una verde puñalada de odio, sintió una punzada algo que nunca había sentido era desagradable parecido a…

Dolor.

No, era ridículo simple y llanamente ridículo, sin embargo por esa noche no volvió a tomar su cuerpo y en cambio lo acuno en sus brazos a pesar de los reclamos y resistencia del castaño, lo envolvió en sus brazos y acariciando su cabello velo sus sueños toda la noche.

Ritsu nunca supo porque lo hizo o lo que el demonio había sentido, ni siquiera Takano lo sabía…

Fin del Flash Back

-¿Ritsu?      -la voz de su madre y el sonido de los golpes en la puerta lo trajeron de vuelta al presente       -¿vas a desayunar?

Aun con la mirada perdida y demasiado confundido para reparar realmente en lo que le habían preguntado contesto con un distraído ´´si´´, durante varios minutos permaneció en la misma posición sentado en el agua más que fría de la bañera y con sus verdes ojos ahogados en lágrimas fijos en la nada, suspiro profundamente y bajo la cabeza, mirando de nuevo su cuerpo lleno de marcas de besos…ya no quería llorar más, pero no podía evitar preguntarse, ¿Qué era el para Takano-san?

´´ ¿Amante?``

 

Era una pregunta, con una respuesta  obvia, que el mismo Takano le había dado antes de que siquiera la hiciera, su juguete…

‘’Tu solo tienes que abrir las piernas y gemir para mí’’

Y así había sido durante años, al principio intento luchar y resistirse pero no tenía sentido siempre perdía…siempre…terminaba gimiendo y con el demonio entre sus piernas, lo único que logro fue descubrir lo cruel que Takano podía llegar a ser, y de una manera oscura el placer que se escondía dentro del dolor, Ritsu no podía evitar pensar que el solo era una…

‘’y te tengo una noticia mi pequeño hermoso, no me interesa en lo más mínimo tu opinión, eres mío.´´

Su puta, así se sentía como la distracción personal de Takano, una muñeca particularmente bonita con la que solo él podía jugar, su opinión no importaba, se lo dijo desde un principio pero Ritsu estaba harto, y si Dios lo había abandonado, entonces el abandonaría a Dios, se salvaría a si mismo…

‘’Sorath’’, desde hace días ese nombre daba vueltas por su cabeza una y otra vez.

Nunca había entendido porque Takano lo eligió precisamente a él para empezar, así como tampoco entendía la manía religiosa de su madre, era casi obsesiva y tampoco comprendía que era lo que su padre guardaba tan celosamente en su despacho privado, en el cual pasaba horas solo, nadie más que Hiroto Onodera podía entrar ahí; aunque claro como a todo niño; un día la curiosidad fue más poderosa y rompió la única regla que hasta entonces había conocido, ese día antes de ser descubierto y castigado, leyó ese nombre en muchos de los libros que había en el despacho, incluso más tarde descubrió que estaba grabado dentro del en el anillo que siempre llevaba su  padre…Sorath, hasta ahora nunca le había dado la suficiente importancia, pero estaba aseguro que ese nombre era solo la primera clave para responder a muchas de sus preguntas.

Salió de la bañera con una sola y clara idea, para empezar de nuevo debía entrar al único lugar prohibido dentro de la mansión Onodera…

Notas finales:

Espero que les haya gustado y por si alguien se confundio, dentro del Flash Back Ritsu recuerda lo que paso cuando Takano le dijo que era un demonio a los 7 años (en el texto centrado), despues termina el recuerdo de Ritsu, pero continua el Flash Back de la primera vezque Takano tomo a Ritsu, (se que es confuso, lo siento U.U)

Sorath: Dentro de la demonologia es una entidad infernal, que rige el 666, el número de la Bestia según el “Libro de las Revelaciones”, despues se sabra mas de el y quien es, (aunque creo que ya se lo imiganinan)

Gracias po leer...


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