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El favorito del Diablo por BeyondBirthday

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Notas del capitulo:

Hola, bueno pues solo quiero disculparme por mi enorme tardanza , Prometo que si aun hay alguein por ahi el siguiente capitulo no tardara mucho.

Una profunda tristeza, fue lo primero que Amadeo percibió en Ritsu, y de inmediato se contagió de ese sentimiento, el castaño era muy joven para tener ya el alma rota, podía verlo a través del verde de sus ojos: las fisuras de nuevas y viejas heridas que habían sangrado mucho, que aún lo hacían. Se sintió profundamente culpable y sus ojos se inundaron en lágrimas cuando se dio cuenta que aun a pesar del dolor esos bellos ojos verdes aun poseían un trasfondo de inocencia: la leve ilusión de un niño que se había resguardado en el amor y la esperanza…la fe absoluta y ciega en una idea que creía ya muerta y que permanecía ahí como un fantasma que lo atormentaba, era lo que había mantenido viva su inocencia y la pureza en su alma, lo mismo que hacía que sintiera ese dolor punzante en su pecho… Ritsu ni siquiera era consciente de que existía…

En ese momento Amadeo juro en nombre de Dios que salvaría al frágil castaño del abismo en el que se hallaba; aunque Haitini solo lo había enviado para observarlo por el momento; era más que evidente que Ritsu necesitaba ayuda… Ayuda… Recordó al lindo angelito con el que se había encontrado pero al tratar de dirigir de nuevo su mirada a él se dio cuenta de que ya no estaba, se entristeció aún más y no entendió la razón así como tampoco comprendió por qué quería volver a verlo.

 

***************************************

Aprovechando la distracción del Ángel, Kisa se había ido del lugar; ¡Maldición! Su tarea se complicaba y la idea de jugar con Amadeo parecía cada vez peor y tan peligrosa… irresistiblemente peligrosa; el bastardo era un Ángel guardián, un peligro y era tan bello, su combinación favorita y ese Idiota la representaba en la dosis perfecta.

Decidió calmarse y pensar con la cabeza fría mientras observaba al chico castaño buscar entre los estantes de la biblioteca, ¿Qué lo hacía tan especial?, debía tener algo si Akira lo deseaba tanto, miro con atención los libros que el ojiverde ojeaba y una perversa sonrisa aprecio en su rostro cuando se percató de la temática de los libros: ‘’Demonios’’, Al parecer no sería tan difícil ya que el chico estaba interesado en el tema, pero necesitaba saber que tanto, además debía poner a prueba su alma.

-veamos qué tan puro eres cuando te invade la tormenta de la lujuria mi querido…

Seducirlo sería fácil, o al menos eso fue lo que Shouta pensó en un principio; hasta ahora ningún humano se había resistido a la lascivia que el despertaba y dudaba que Ritsu pudiera, sin embargo se percató que desde una de las esquinas de la biblioteca, el Ángel también vigilaba al castaño. Se deshizo de su plan inicial no podía ser tan directo o seria descubierto en el acto y eso no era para nada conveniente; primero debía deshacerse del Ángel… solo necesitaba una gota de sangre…

 

‘’Concéntrate’’

Trato de decirse de nuevo, se supone que vigilaba a su nuevo protegido pero en lugar de prestar verdadera atención a Ritsu la mente de Amadeo se hallaba perdida dibujando en sus pensamientos una y otra vez la bella sonrisa de aquel chico, su inocente mirada que ocultaba algo, no podía decir porque pero Amadeo simplemente lo sabía, los bellos ojos de ese chico ocultaban algo además de que reflejaban vacío, y no necesito ser un Ángel para darse cuenta lo supo desde el primer instante porque, él también se sentía así, la única diferencia es que Amadeo lo sabía y el otro parecía ignorarlo por completo o simplemente no interesarse en ello.

‘’Concéntrate’’

¿Cómo planeaba proteger así a Ritsu?, presto por fin verdadera atención y se alarmo en el acto, cuando vio al joven castaño por primera vez no había percibido que su alma fuera cercana a Dios ni mucho menos, pero había decidido no exagerar en ese momento según Haitini era lo usual en el mundo en esos tiempos, pero entonces ¿Qué hacia Ritsu buscando en libros que hablaban de Demonios?, Al parecer Ritsu corría más peligro del que pensó en un principio, ¿ y que era ese aroma extraño que se aferraba a su alma?, sin duda la marca de un ser del inframundo y eso solo logro preocuparlo más, pues sea quien fuera ese ser era tan poderoso como para dejar su marca pero no su huella, ¿Qué clase de demonio podía ser el que…?

-Auchh     -un leve quejido, lo saco de sus pensamientos perdiendo por completo el hilo de ellos, esa voz tan irresistible de alguna forma era como música para sus oídos

Amadeo se giró y sonrió al instante cuando vio que aquel lindo chico también se hallaba en la biblioteca, buscando un libro en el mismo pasillo en el que él se encontraba, lo miro con más atención y noto que tenía uno de sus dedos en su boca.

-¿estás bien?       -dio un ligero salto fingiendo sorpresa cuando escucho la pregunta a sus espaldas, como Kisa suponía el ángel era tan ingenuo

-yo…      -se giró para observar al ángel de frente y le extendió el dedo que hasta hace unos segundos lamia, colocándolo con sutileza bajo su nariz rozando ‘’accidentalmente’’ sus labios        -me corte con la hoja de un libro

Algo extraño se apodero del cuerpo de Amadeo cuando aspiro el aroma dulce de la sangre del chico, una sensación nueva completamente desconocida….impulsada por la curiosidad y el deseo, él no era estúpido, si bien era un ángel eso no quería decir que no conociera conceptos como el deseo y la lujuria pero desde siempre aprendió que eso no eran más que distracciones, la tentación que te aleja de la perfección y la pureza o eso era lo que Haitini siempre decía y él no le mentiría, era su mentor además de ser un arcángel. Aun así no se sentía culpable, había algo más en medio de ese torrente de sanciones en su cuerpo, algo diferente y cálido, desconocido e indefinido, el amor en un sentido romántico no era lo mismo que sentía por los demás seres, la piedad, la bondad o la compasión y los ángeles no eran inmunes a los sentimientos.

Sintió el impulso de lamer la herida, aliviar su dolor y probar su sangre, fue tan fuerte que aun sin estar seguro del todo cuando quiso darse cuenta su lengua jugaba en círculos alrededor de la yema del dedo índice de Shouta que sonrió complacido, o de verdad ese ángel era muy ingenuo o demasiado idiota probablemente ambas y eso era muy bueno para el por muchas razones. Lo dejo hacer tanto como quiso, no objeto nada cuando el menor llevo por completo su dedeo dentro de su boca aunque la diminuta herida solo se hallaba en la yema y hacia mucho que dejo de sangrar; Amadeo era inconsciente de sus propios actos la sangre de Kisa sabía demasiado bien como para detenerse y él no quería hacerlo sin embargo ya no sangraba ¿tal vez era el sabor de su piel?, o el lindo sonrojo que cubría el rostro del más bajo, pasaron varios minutos en los que su lengua jugo una y otra vez por todo el largo de su dedo, sacándolo y metiéndolo de su boca con lentitud, Amadeo comenzaba a sentirse acalorado y no era el único.

-…gracias…       -dijo el más bajo, cabizbajo para que el otro se detuviera ya que estaba comenzando a disfrutar demasiado de lo que hacía.

Amadeo se detuvo en el acto y dirigió su mirada al demonio… rosa… ¿Por qué sus ojos tenían un sutil tono rosa? Shouta trato de no mostrarse tan perturbado como estaba, ¿rosa?, recordó a la perfección todas y cada una de las palabras que le había dicho Akira:

‘’La tormenta de la Lujuria es una de nuestras armas más poderosas Kisa, y sin dudas la más eficaz, se necesita de una pureza casi perfecta para poder eludirla y sin embargo casi ningún ser es capaz de escapar de ella y eso incluye a los ángeles, ¿entiendes lo especial y poderoso que es el regalo que te estoy dando? No me falles Kisa o lo lamentaras; y recuerda esto: para estar seguro que la tormenta de Lujuria funciono solo ve los ojos de tu victima si tienen un tono lila por sutil que este sea, esa alma comenzara a perderse en la lascivia y una cosa más; recuerda la sangre es el método más efectivo sobre todo cuando la prueban voluntariamente’’

 

Eso había sido exactamente lo que Akira le dijo, muy pocos de los demás demonios de Lujuria sabían cómo utilizar la tormenta y fue el mismo Akira, dirigente supremo del ejercito de la lujuria quien se la había enseñado a él y jamás había mencionado nada acerca de un tono rosa, de ningún otro color en realidad salvo el lila y hasta ese momento la regla siempre se había cumplido entonces, ¿qué significaba ese color?

-Yukina          -dijo el ángel guardián sacándolo de sus pensamientos

-¿Qué?

-mi nom…            -a Amadeo no le gustaba mentir, pero recordó una de las primeras  y más importantes reglas que ángeles y demonios debían seguir por igual: no revelar su verdadero nombre       -llámame Yukina

Parpadeo confundido y casi se perdió ante la brillante sonrisa que ‘’Yukina’’ le ofrecía, en estos momentos el chico debía de estar besándolo con pasión, rogando por hacerlo suyo, había utilizado su propia sangre para embriagarlo y él ni siquiera la ofreció fue Yukina quien la aceptó gustoso, el efecto debía ser inmediato y eficaz sin embargo, estaba ahí presentándose y sonriéndole como idiota, la sonrisa más bella que Kisa había visto nunca, el resultado era sumamente extraño e inusual, ¿acaso era que perdía su toque?, No, no podía ser eso… se negaba aceptarlo pero… Yukina incluso había sido tan cauteloso como para ocultar su verdadero nombre.

-¿Cuál es el tuyo?           -perdido en sus pensamientos el más bajo lo miro de forma extraña   -tu nombre      -aclaro

Tal vez fue la forma en la que Yukina lo miraba, tal vez la manera en que le sonreía o el cómo tomo su rostro con suavidad y ternura y lo miraba directamente a los ojos, el hecho de que esta vez su sonrojo era autentico y estaba genuinamente nervioso: el, un experimentado demonio de la lujuria cohibido ante tan simple acto… muy probablemente fue la pregunta, una simple pregunta y él no sabía qué hacer, hasta ahora ninguno de sus contratistas o amantes de un momento había sentido un sincero interés en ello a menos que fuera para obtener una ventaja, solo era una pregunta: su nombre, algo muy simple y sin embargo tan personal. Era cierto que los ojos eran una ventana al alma y el nombre era una especie de llave, si para un humano era peligroso, contra un ángel o un demonio podría ser un arma efectiva, solo debía mentir…como siempre lo hacía…sería tan sencillo…

-de…debo irme            - Kisa huyo prácticamente del lugar, furioso consigo mismo, ese ángel… ¿Qué le había hecho?, en solo unos instantes la simple presencia de Amadeo lo había desarmado y, no podía permitirlo, no sabía que era pero no iba a dejar que avanzara, él tenía una misión, era un demonio y no iba a permitir que nada se interpusiera en su camino y en cuanto al ángel, podría ser un divertido juguete…hasta que se aburriera…

 

La mirada de Amadeo permaneció fija por donde su ángel se había ido por unos momentos, suspiro con cierta tristeza, el chico era lo más lindo que él jamás había visto y no conocía su nombre, ni siquiera pudo revelar el suyo. Aunque trato de decirse a sí mismo que tal vez era mejor pues así no habría nada que lo distrajera de proteger y salvar el alma rota del castaño, un sentimiento de incertidumbre y vacío comenzó a crecer en él y… ¿si no volvía a verlo?

 

***********************

Un par de horas más tarde al fin Ritsu salió de la biblioteca y caminaba sin un rumbo fijo ya eran casi las 8 y debía volver a casa, aunque no quería hacerlo, llego hasta un parque y se sentó en una de las bancas a observar a las personas que aún se hallaban ahí: un niño pequeño jugaba con un tipo como de unos veinte años al que se refería como ‘’Onii-chan’’ y no pudo evitar que le recordara a sí mismo y a Takano-san antes de que…

-¡hola Ritsu!      -el aludido dio un pequeño salto por el susto que le causo el sorpresivo saludo de Raiden ya que estaba sumido en sus pensamientos y no vio llegar al rubio      -jjajja creo que te asuste.

Parpadeo un par de veces para luego asentir y sonreír como respuesta, aunque no conocía muy bien al chico rubio y de inocentes y coquetos ojos grises le agradaba ya que era una de las pocas personas que no se habían acercado a él solo por su apellido, además de que (debía admitirlo aunque nunca en voz alta por miedo a ser descubierto), era muy lindo y la mayoría de chicas y chicos de la escuela parecía estar de acuerdo con él; desde que llego a la escuela hacia unos cuantos meses había llamado su atención pues era muy inteligente con buenas notas en todas las clases y sobresaliente en los deportes a diferencia del castaño que odiaba matemáticas y sentía el cuerpo hecho polvo después de Gimnasia, incluso, Raiden se había unido a una banda que habían formado algunos de los chicos de su clase. Ritsu ya los había escuchado algunas veces pero innegablemente habían mejorado desde que el rubio estaba con ellos; cada vez se hacían más populares en la escuela y más de sus compañeros iban a escucharlos; pues la voz de Raiden era poderosa de cierta forma sensual y su presencia en general ejercía una especie de atracción magnética muy difícil de ignorar…

Bastante difícil, fue por eso que el castaño se sonrojo cuando Raiden se sentó a su lado y paso distraídamente uno de sus brazos por sus hombros.

-¿tienes algo que hacer hoy Ritsu?        -pregunto en un tono casual, casi juguetón

-no pero…

-genial, hoy tocamos en la fiesta de Ryo, ¿te invito cierto?, ¿Por qué no vamos juntos?         -le pregunto en un tono amable, ciertamente el ojigris lo desconcertaba un poco pues lo había observado y generalmente era un chico tímido, casi nunca aceptaba cuando alguien lo invitaba a salir y solía sonrojarse casi tanto como el, pero había días (como ese), en el que parecía seductor, coqueto, la mayoría del tiempo lo trataba como un amigo y había algo diferente en la forma en la que lo hacía ahora         -¿Qué dices?      -lo miro a los ojos y sus pupilas verdes se toparon directamente con las grises de nuevo ese magnetismo… no podía negarse y siendo sincero tampoco quería hacerlo, casi nunca iba aun lugar a si por miedo a la reacción de Takano, de hecho realmente nunca salía a divertirse y menos acompañado pues el demonio era posesivo, Ritsu no estaba seguro de poder catalogarlo como celos, la idea era ilógica, claro que no eran celos era solo que el pelinegro no quería compartir sus juguetes, ya se lo había dicho muchas veces y él estaba sencillamente harto…

-tal vez… vaya más tarde         -no podía creerlo era tan cobarde, Ritsu no podía ser más patético para sí mismo en ese momento

-bien te espero        -sin decir nada más el rubio se alejó con cierto alivio y una especie de frustración, a él le agradaba bastante Ritsu, la razón era muy simple ambos eran esclavos de un destino que no eligieron, a los dos les impusieron los papeles que debían jugar en su vida, no podía definir exactamente que era pero la misma oscuridad que se hallaba en el infierno y que lo perseguía a él (que lo perseguiría para toda su vida), se aferraba a el ojiverde, no quería lastimarlo pero tenía hambre,  tenía mucha hambre y estaba muy débil sabía que de seguir así probablemente moriría pronto, su piel era cada vez más pálida y sus sentidos eran menos agudos, estaba muy delgado, se parecía cada vez más a los humanos... La creación imperfecta... … los envidiaba; al menos el castaño en algún momento tendría la oportunidad de ser libre, Raiden en cambio aunque huyo siempre se consideraría a sí mismo un alma maldita, abandonado por Dios desde que nació, debía de estar muy desesperado para haber considerado alimentarse de Ritsu y… lo estaba de seguir así pronto moriría.

 

************************

Desde que Ritsu llego a su casa cerca de las nueve de la noche se había encerrado en su cuarto y reflexionaba a cerca de lo que había averiguado con respecto a Sorath; primero que nada se trataba de un nombre, el nombre de un demonio y no de cualquiera según sus investigaciones Sorath era el hijo de Lucifer, ‘’el ángel caído’’ y el primer demonio que existió, por lo tanto Sorath era el  heredero del infierno y también según la religión era la profecía…666, el número de la bestia que traería consigo el fin del mundo; por algún motivo decidió que eso no era importante le parecía demasiado…irrelevante, el fin del mundo no era algo que le afectara directamente a él…su mundo ya estaba destruido. También investigo acerca de otro tema, uno que realmente le interesaba ‘’pactos con el diablo’’ la venta del alma, el espíritu o como sea que la humanidad la haya nombrado a lo largo de su historia (nunca supo cuál era la forma correcta de nombrarla) a una entidad ‘’malvada’’ o sobrenatural era algo que se había practicado desde el comienzo de la conciencia, desde que el hombre definió o mejor dicho intento definir (sin éxito), el bien y el mal. El nacimiento de la conciencia trajo consigo más de lo que el hombre pudo imaginar; la avaricia y junto con ella también se crearon conceptos como la riqueza y el poder y en consecuencia desde el comienzo de su historia las personas siempre han buscado formas de ser más poderosas,  más ricas siendo capaces de dar a cambio de ello lo único de lo que realmente son dueños: su alma, se pusieron un precio así mismos.... En verdad ¿era capaz de ello?,  Ritsu no lo había pensado enserio, según había leído en diferentes fuentes (desde los libros más viejos, pasando por nuevas publicaciones y algunas que páginas que considero ‘’confiables’’ en Internet), los demonios por lo general no sólo llegan a ti,  normalmente tienen que ser llamados y tampoco pueden decidir de la nada ser tus dueños... Cuando él conoció a Takano solo tenía 5 años no creía haberlo invitado a su vida y mucho menos haberle cedido su alma, estaba seguro de ello; por eso necesitaba saber cómo y porque Takano lo había elegido precisamente a él,  que relación tenía su padre con el nombre "Sorath" y más importante si... sería capaz de venderse: en uno de los libros más viejos que encontró había un párrafo traducido de un texto aún más antiguo "un demonio puede liberarte de otro", estaba incompleto pero según la parte que hallo, si el demonio en cuestión no posee el alma de una persona de manera formal* se puede pactar con otro a cambio de algún beneficio y este sería tu dueño legítimo.

Ritsu rio con amargura, ser libre de Takano-san sólo para convertirse en esclavo de alguien más... No era de ninguna manera justo pero... Al menos así tendría paz y libertad lo que le quedara de vida, nunca había considerado el suicidio, no fue necesario Takano ya le había advertido que no iba a permitir que  ni siquiera el abismo de la muerte los separará,  ¿en verdad esa era su única opción entonces?; esperaba que no pero sabía que si no había otra forma lo haría, con tal de librarse de Takano-san no le importaba lo que le pudiera pasar al final. 

Suspiro y trato de  dejar todo eso de lado, al menos por esa noche,  ojalá no viniera Takano; miro por la ventana y algo llamo su atención: un auto entraba a los terrenos de la mansión,  no le costó mucho identificarlo se trataba de Ann-chan y su madre, rodó los ojos, genial lo que le faltaba a su día, no tenía ganas de lidiar con ellas hoy.

Aunque si bien era cierto que apreciaba a Ann-chan e incluso se podría decir que la quería enserio, Ritsu solo veía a la chica como su amiga, una hermana y para su desgracia desde hacía algún tiempo se le había metido a la cabeza a las tres (a su mamá, a Ann-chan y a la madre de esta) que ellos estaban comprometidos,  así que cuando venían de visita siempre terminaban hablando de lo mismo: la linda pareja que hacían y "planes" para la boda.

Cuando Takano-san se enteró del compromiso (que seguía sin ser formal) se puso furioso y le advirtió a Ritsu que no lo permitiría ya que solo le pertenecía a él y odiaba que alguien más tocará lo que ya había marcado, Takano-san dijo que era egoísta y no iba a cederle a nadie sus juguetes; al menos en algo estaban de acuerdo, Ritsu tampoco quería casarse con Ann, prefería en todo caso seguir siendo el juguete personal del demonio, sabía lo que la chica sentía por él, todo el mundo lo sabía (ni siquiera hacía falta su confesión, aunque igual el castaño seguía evitándola siempre que lo intentaba), pero no quería hacer enojar a Takano y ponerla en riesgo, además de que también sabia cuáles eran los verdaderos motivos de esa boda y la unión de la fortuna de la familia Onodera y la familia Kohinata era algo que a él no le interesaba, sin importar lo que pudiera decir su padre.

-bochan        -escucho que alguien tocaba su puerta y a una de las empleadas llamándolo

-adelante     -respondió sin muchas ganas, ya sabía a lo que venia

-su madre solicita su presencia, la señora Kohinata y su hija acaban de llegar

Solo asintió como respuesta y la chica partió después de hacer una reverencia, el castaño suspiro; si se quedaba y les seguía el juego como acostumbraba hacer, Takano se molestaría además de que tendría que soportar hasta muy tarde la misma conversación de la que ya estaba harto, aunque; tenía otra opción después de todo Raiden dijo que esperaba verlo en la fiesta, si asistía estaba seguro de que eso también molestaría al demonio incluso más que si solo decidía quedarse en casa y jugar a que era novio de Ann, pero al menos así podría distraerse por un rato y no le vendría mal fingir que solo era un chico más de los millones que había en el mundo, al menos por una vez, no le costó mucho trabajo elegir.

Tardo casi veinte minutos en bajar después de que le dieron el recado de su madre, indiscutiblemente fue vanidad; se arregló un poco y cambio su ropa con el pensamiento de que vería a Raiden quería; ‘’verse bien’’, En cuanto bajo Sayaka le dirigió una mirada severa debido a su tardanza pero decidió no darle importancia, se enojaría más dentro de unos momentos; saludo a las visitas como era debido y después de haberse quedado los 10 minutos que considero lo mínimo que la educación le exigía por fin lo dijo.

-¿una fiesta Ritsu?, no me habías dicho nada además Manami y Ann están de visita       -lo miro seria

-no quiero ser grosero pero le prometí a Raiden que iría      -fingió con inocencia

Sayaka suspiro era muy extraño que Ritsu saliera y más que mencionara a un amigo, últimamente veía a su único hijo como a un extraño: todo el tiempo pensativo y callado, con una expresión casi melancólica, pero no podía estar segura y eso le frustraba; se preguntó en que momento había dejado de ser ese niño feliz que siempre le hablaba acerca de su amigo imaginario, que iba a visitarlo casi a diario por las noches. Al principio se preocupó pero después de las cosas fantásticas que Ritsu le dijo a su madre que "Takano-san" hacia decidió no darle importancia,  ya que era normal que a su edad tuviese un amigo imaginario aunque la verdad es que estaba tan preocupada por encontrar la forma de salvarlo del mal que rodeaba a su familia que fue más sencillo dejarlo así y al final cometió un error porque ese mal del que tanto buscaba protegerlo se apodero de él y ella ni siquiera lo sabía y un día Ritsu simplemente ya no hablo más de Takano-san, dejo de hablar de casi todo en realidad.

-está bien          -dijo derrotada         -pero ya es tarde, que te lleve el chofer y que espere por ti,  no quiero que regreses muy tarde ¿entendido? Y tendrás que disculparte con Ann y su madre en otra oportunidad

El castaño asintió satisfecho, al principio iba a protestar ante la idea de que el chofer se quedara a esperar hasta que decidiera irse (no quería que como de costumbre "muchos amigos" en la fiesta se le acercaran por interés,  había veces que odiaba el apellido Onodera y todo lo que este significaba), pero no era tan mala idea,  pues realmente casi nunca asistía a cosas así y cuando lo hacía la mayoría del tiempo se sentía incómodo y así que podía irse en cuanto quisiera sin tener que esperar a que fueran a recogerlo y eso resultaba muy cómodo y pensándolo mejor también muy conveniente; se despidió de su madre y de las visitas con el mismo gesto formal con el que había saludado y se marchó.

 

************************************

Tan pronto llego a la fiesta había sido abordado por Ryo en el jardín, quien lo saludo y paso distraídamente uno de sus brazos por sus hombros.

-¡Ritsu!, pensé que no vendrías me alegra haberme equivocado        -le comento en un tono coqueto y la mano que estaba sobre uno de sus hombros bajo hasta su cadera, Ritsu recordó lo que Raiden le había dicho unos días antes:

‘’Ten cuidado con Ryo creo que le gustas y es un pervertido’’

Ryo siempre había sido amable con Ritsu y si bien era cierto que desde hace unos días había mostrado ‘’más interés’’ en él, Ritsu no le había dado mucha importancia a la advertencia de Raiden porque el rubio nunca le dijo como sabía que él le gustaba a Ryo o como sabía que este era un pervertido, sin embargo en ese momento pensó que tal vez el ojigris podía tener razón.

-gracias por invitarme          -trato de separarse un poco de Ryo que era un año mayor que él, de repente se sintió incómodo y solo atinó a decir       -¡feliz cumpleaños Ryo!       -el mayor lo tomo desprevenido cuando lo abrazo y sin saber muy bien que hacer Ritsu correspondió al abrazo          -etto… ¿sabes dónde está Raiden?       -se animó por fin a preguntar, no quería ser grosero

-debe estar a dentro tocando con los chicos     -se encogió de hombros

Tan pronto Ritsu entro una mirada marrón se posó en él; una sonrisa perversa y traviesa se dibujó en los labios de quien lo veía, Ritsu sintió esa mirada profunda sobre su persona y por instinto quiso buscar al dueño de esta pero en el acto se distrajo y en lugar de eso dirigió su atención hacia el improvisado escenario donde Raiden y su banda tocaban, la voz del Rubio tan atrayente como siempre le había atrapado, pero no era su magnetismo y sensualidad lo que hacía que Ritsu mantuviera fija su atención en él; esta vez era la música, la letra de la canción que parecía venir de una parte muy profunda, escrita dentro de los sentimientos más oscuros del chico rubio, era como si en esa canción se sintetizaran sus propios sentimientos de desesperanza y abandono, quiso llorar, más aún porque esta vez la voz de Raiden no buscaba seducir al espectador, en esta ocasión era triste como si la cantara para alguien en especial (casi para él; aunque Raiden no lo supiera) para alguien que claramente no estaba ahí, tal vez para sí mismo…

**‘’Born and Created  (Nacidos y creados)

In the image of a God  (A la imagen de un Dios)

** *Who has abandoned us (que nos ha abandonado)…

The Heavens fall  (se desploman los Cielos)  

No savior has been sent   (Ningún Salvador ha sido enviado)

No one to guide us (sin nadie que nos guie)

Alone we face the night  (solos enfrentamos la noche)   

Mortal life is brief (la vida mortal es breve)

Fort the rebel Angels (para los ángeles rebeldes) ’’

 

Una mano se posó suavemente sobre su hombro atrayendo su atención y sacándolo del extraño transe de tristeza en que esa canción lo había sumergido, Ritsu se giró con los ojos inundados en lágrimas contenidas y aun medio perdido hacia la persona que estaba detrás de él; por un instante Kisa casi sintió lastima por el castaño, casi... pero no debía olvidar porque estaba allí.

-es una canción trágicamente hermosa, ¿no lo crees?

-… y tan real      -lo dijo para sí mismo luego dándose cuenta por fin de la presencia del otro agrego      -bueno es solo que…

-es así como te sientes       -Ritsu se sonrojo y bajo la mirada completamente avergonzado de que un extraño pudiera ver tan fácilmente a través de su alma          -no tienes que preocuparte, no eres el único     -dijo para tranquilizarlo y le sonrió de manera amable, debía comenzar con su labor      -Soy Ren        -amplio su sonrisa y extendió su mano amablemente

-Rit…Ritsu…       -inseguro tomo la mano que le ofrecían, Ren parecía un chico amable pero… lo mismo creyó de Takano-san hace años.

Kisa dirigió su atención un momento hacia el escenario, específicamente al chico rubio y de ojos grises, él podía ver bien lo que se escondía  detrás esos iris grises como la lluvia, y que brillaban igual que la luna llena que a Raiden tanto le gustaba ver, como la luna que apenas brillaba cubierta de espesas nubes negras la noche en que el rubio se fue y se convirtió en Raiden.

-Ren; ¿tú conoces a Raiden?

-Nos conocimos hace mucho tiempo, Ren; no esperaba verte por aquí              -tan pronto como el chico noto la presencia de Kisa se alarmo y una vez que termino la canción fue rápidamente hacia donde estaban.

-comenzaba a sentirme aburrido      -levanto los hombros y sonrió de la forma tan lasciva que Raiden conocía tan bien, y eso no significaba nada bueno        -aunque podría decir lo mismo de ti         -paso distraídamente un brazo por los hombros de Ritsu.

-¡oye Raiden!, aquí estabas, ven hay una canción que nos están pidiendo desde hace horas       -llego uno de sus compañeros en la banda

-si pero…

-descuida yo me quedare con Ritsu       -¡demonios!, eso era justo lo que no quería, la última vez que se vieron se podría decir que él y Kisa eran amigos y era justo por eso que, Raiden sabía muy bien que cuando una presa le interesaba  a Kisa no la dejaba por nada; no lo entendía Ritsu era lindo e inocente pero no se ajustaba del todo a los gustos del pelinegro, debía haber algo más… ¿pero qué?

-no tardare Ritsu          -no tuvo más remedio que seguir aparentando y aun sabiendo el peligro que corría el castaño si lo dejaba solo ahí, se fue.

-¿quieres ir por algo de tomar Rii-chan?           -poco a poco el extraño sentimiento que se formó en el ojiverde desde que vio a Ren por primera vez comenzó a desaparecer, el chico parecía ser bastante amable y tenía un comportamiento un poco infantil.

-¿Rii….chan?         -no era que le molestará realmente pero nadie lo llamaba así desde hacía mucho tiempo.

-ven; vamos        -ignoro el ‘’reclamo’’ y tomándolo del brazo lo llevo hasta una mesa donde había bebidas.

 

-¿así que te interesan los tratos con demonios?         -Ritsu no estaba seguro de como la conversación había terminado en ese tema, pero él quería saber más acerca de ello y Ren parecía saber muchas cosas; tomo el vaso que el pelinegro le ofrecía.

-solo es curiosidad              -miraba inseguro hacia el suelo y le dio un sorbo a su bebida, Ren sonrió, ese vaso solo contenía una gota de su sangre pero era más que suficiente

-la condenación eterna de tu alma, ¿estás dispuesto a eso?

-yo no…

-si no lo sabes, no funcionara aunque bueno yo buscaría un demonio poderoso, algo como…. ¿Qué rayos hace el aquí?        -Ritsu dirigió su mirada hacia el lugar que Ren veía, en donde se encontraba un chico bastante apuesto y de apariencia angelical pero que parecía perturbado.

-mi ángel                  -al verlo de nuevo Yukina corrió hacia donde estaba el pelinegro y le abrazo posesivamente, respirando el aroma de su cuello, desde el incidente de la biblioteca Amadeo no era del todo consiente de sus actos, sentía un extraño fuego arder por su cuerpo y la imperiosa necesidad de apagarlo.

-¿Cómo fue que…                 -no pudo terminar si quiera de formular la pregunta ya que la idea no se concretaba en su cabeza, ¿Cómo era posible que Yukina hubiese despertado ya y como lo había encontrado?, sin mencionar que su sangre no parecía estar teniendo el efecto adecuado.

Algunas personas los observaban de forma curiosa pero Ritsu parecía no reparar en ellos ni en el hecho de que ese chico tan apuesto no precia querer soltar a Ren, ¿Qué se sentiría si la persona a la que abrazaba tan posesivamente fuera él? Su mente se nublo por un instante al tiempo que un calor desconocido y abrazador empezaba a invadir su cuerpo, No se dio cuenta en que momento Ren y el otro chico habían desaparecido, solo sabía que estaba ardiendo de excitación, ¿excitación?

-ahhh         -un pequeño gemido silencioso que intento fallidamente en disimular como un bostezo escapo de sus labios, ¿Cómo demonios había llegado a ese estado?

 

Una rara sanción invadió a Ridem que había observado la extraña escena a distancia, era como un hueco enorme en el estómago que se extendía sin control, se sentía tan débil y hambriento, ¿Cuánto tiempo había pasado desde su última visita a ese hombre? Quizá tres meses… y la última vez ni siquiera había tomado lo que necesitaba, no pudo hacerlo, ese atractivo humano que se ocultaba bajo el espantoso traje negro de un sacerdote comenzaba a adelgazar unas prominentes ojeras aprecian de bajo de sus bellos ojos, estaba cada vez más débil al igual que él, pero no quería hacerle daño y tenía la ligera (aunque absurda idea) de que el sacerdote comenzaba a sospechar algo, probablemente solo eran ideas suyas buscando un buen pretexto porque cada vez sus visitas se hacían más frecuentes aunque no necesitara alimentarse, cada noche que pasaba con él, Raiden sentía que pasaba algo más… y por eso se alejó, esa era la razón por la que estaba tan débil ahora, no había ido a visitar al sacerdote ni a nadie más en esos tres meses…

La lujuria era una de sus armas, en eso se parecía a Kisa, también era un experto en provocarla y sacar provecho de ella y del iluso humano que se dejara engañar pero a diferencia del otro demonio el rubio necesitaba de ella para sobrevivir, nunca fue por diversión, no obtenía verdadero placer (hasta que se encontró con el cura), en esos tres meses no había salido a alimentarse porque sentía que era una especie de tracción aunque muy probablemente a esas alturas el sacerdote ya se hubiera olvidado de esos ‘’sueños’’.

Su vista se tornó borrosa la debilidad en su cuerpo aumento de golpe, si seguía así podría morir; miro a Ritsu, sabía bien lo que había pasado; conocía lo suficiente al castaño para saber que ese comportamiento no era normal en él y conocía bien el efecto que tenía la sangre de Kisa… No quería lastimar al castaño pero tampoco quería morir; solo sería una vez, suficiente para sobrevivir por otros tres meses y…solo buscaba justificarse pero… eso los aliviaría a ambos….

 

***********

Ninguno de los do tenía idea de cómo habían terminado ahí, se había ido de la fiesta y se encontraban en el apartamento del rubio compartiendo un beso húmedo, la mente de Ritsu estaba confusa, la timidez natural en su personalidad y el miedo de que Takano se enterar de lo que hacía en ese omento carecían de importancia solo quería apagar el fuego en su cuerpo.

-Ahhh....               –estaban sobre la cama quitándose mutuamente la ropa con desesperación, las manos del ojigris viajaban ágilmente por su cuerpo, lo estremecían con satisfacción pero había algo que les faltaba y solo lograban que el calor creciera y fuera más insoportable, quería besarlo, sentirlo fundirse en su cuerpo, perderse en el placer que solo él podía darle…                   -Raiden!!!             -ese nombre sonó extraño en sus labios, cargado de excitación pero sin verdadero deseo, ¿Raiden?, una risa sarcástica abandono sus labios, acabada de darse cuenta de algo, no tenía idea de que había provocado la excitación que corría por sus venas pero sabía que solo había alguien capaz de calmarla y rio solo para no llorar ante su descubrimiento.

Raiden deposito un pequeño beso en la frente del ojiverde, se levantó de la cama y abrocho sus pantalones, no podía hacerlo… No quería hacerle daño a Ritsu y no quería traicionar a ese humano que había conocido hacia unos meses en una noche de desesperación en la que también sentí que iba a morir; miro a Ritsu que se vestía apenado viendo hacia el suelo, noto la erección que el castaño intentaba sin éxito ocultar, se acercó al él y sacudió su cabello, el castaño levanto su irada observando sus ojos grises tan culpables como los suyos, Raiden le sonrió de medio lado gesto que Ritsu correspondió con cierta tristeza, no quería que su amistad se arruinara, ya hablarían más tarde de ello pero ahora el ambiente era incomodo, debía irse.

El rubio lo observo marcharse, ahora una especie de lujuria insatisfecha también lo invadía sin mencionar el hambre atroz que desde hace días lo consumía, para su mala suerte al igual que como sucedía con el castaño solo había una persona capaz de satisfacerlo…

*********************

Ya eran cerca de la una de la madrugada cuando Ritsu llego, su mirada se hallaba perdida en algún punto inexiste, ni siquiera se percató de que el demonio se hallaba ahí, que lo miraba con severidad, tenía prohibido romper las reglas del juego y a juzgar por el aroma en su cuerpo, se había saltado más de una...

Aun sentía su cuerpo arder en el deseo, la lujuria que corría por la venas de Kisa ahora también lo hacía en las suyas, habría sido tan fácil satisfacerse con Raiden, calmar con el sexi rubio su sed de sexo y el fuego que ardía en lo profundo de sus entrañas; pero ese era el problema: no quería solo sexo, quería a Takano, perderse en su cuerpo y en el placer que este le brindaba. Aunque no sabía porque, pero estaba seguro de que si no era con el demonio no estaría satisfecho; se dio cuenta de ello en cuanto beso a su amigo y sintió sus manos recorrer su cuerpo, maldijo a Takano por eso, ¿Qué era lo que había hecho el demonio con él?, quería llorar de frustración…Miro la cama y pudo observase así mismo gimiendo entre los brazos del ojimiel, un extraño estremecimiento lo recorrió y se quitó la chaqueta dejándola a los pies de la cama para después recostarse lentamente en ella, separo ligeramente sus piernas, ya estaba alucinando o eso fue lo que creyó cuando entre las sombras de su recamara le pareció verlo, una alucinación…fue lo que su mente le dijo para explicar su visión y lo que estaba a punto de hacer: desabrocho su camisa botón por botón e hizo que una de sus manos bajara con suma lentitud desde su pecho por todo su vientre hasta llegar al borde de sus pantalones los cuales también desabrocho para rozar tímidamente su miembro, suspiro entrecortadamente, nunca se había masturbado pero ahora mismo sentía la urgencia de hacerlo mientras pensaba en Takano, en el demonio que lo había utilizado por años, desde que era un niño.

-Ahh!!!          -¿ya estaba tan duro?, sintió su miembro húmedo y caliente por encima de su ropa interior, pero no estaba tan excitado ante la idea de jugar consigo mismo ni siquiera cuando estaba con Raiden, entonces… eran los ojos intensamente profundos que lo observaban desde la oscuridad de la habitación, resplandecían en furia, ¿acaso Takano-san sabía que se había estado portando mal?             -mhhhg…Ahhh!!!          -metió su mano dentro de su bóxer y comenzó a subir y baja por todo el largo de su miembro, llevo sus dedos hasta sus labios para morderlos e intentar callar su gemidos, era tan vergonzoso, hacer eso mientras pensaba que eran las manos del demonio las que recorrían su cuerpo… era tan placentero.

Una ligera capa de sudor impregno su frente y empezó a mover sus caderas contra su mano, miraba fijamente a las orbes miel, el rostro del mayor se mantenía sereno pero Ritsu conocía sus facciones muy bien y era fácil para el darse cuenta de que estaba molesto, ¿era acaso que quería ser castigado?, la sola idea envió una descarga eléctrica por su cuerpo… Desde la primera vez que paso la sola idea de hacer que Takano se enfadara lo aterraba, había dolido y no solo físicamente, aunque eso no había evitado que lo retara algunas veces más en un vano e inútil intento por ser libre, pero entonces solo había logrado descubrir que Takano podía ser en verdad cruel y cada vez que era castigado algo dentro de él se rompía, pero también (y aunque era un pensamiento un poco enfermo), había descubierto el oscuro placer que se esconde sublime en el dolor.

-ahh…mmh...Ta…Takano-sann…        -su cuerpo temblaba ligeramente, el calor que empezó a sentir en la fiesta se extendía desde su vientre por todo su sistema, apretó más el suave agarre de su mano sobre su miembro y movió su mano de arriba abajo con más violencia, mordió sus labios estaba tan cerca…

La imagen de Takano se tornó ligeramente borrosa, Ritsu entrecerró sus ojos cuando una oleada de placer lo invadió al sentir como descargaba su esencia en su mano, pero nunca los cerro del todo, no quería romper la ilusión de que el mayor estaba ahí mientras se corría con un gemido ahogado por sus dedos, el ritmo en su corazón se aceleró y su respiración se volvió un poco errática hasta que un último espasmo sacudió su cuerpo, liberándose por completo, cerro finalmente sus ojos.

Takano lo miro fijamente durante todo el tiempo desde que había llegado, su mirada no cambio, daba la impresión de estar sereno, cualquiera lo creería a menos que como el castaño conociera bien la molestia que se escondía bajo esa mirada de aparente indiferencia, su expresión era casi la misma salvo por la tenue sonrisa que había en sus labios, la cual tenía un pequeño casi inexistente toque de maldad, parecía una mueca que pretendía ser inocente aun sin conocer en realidad el significado de la inocencia, lo que le confería un toque ligeramente atemorizante. Ritsu abrió los ojos y la alucinación que era el demonio sentado en la silla aun lo miraba directamente, su imagen aún era muy nítida y lo seguía siendo mientras Takano se ponía elegantemente de pie y sin prisa se acercaba a él, con esa inquietante sonrisa, era la misma que le brindo la noche en que lo conoció, una escalofrió recorrió su espalda cuando una idea hasta ahora ignorada pareció estarle gritado (ya demasiado tarde), que esa imagen no era un producto de su imaginación, de verdad Takano estaba ahí, en su habitación y era completamente real.

Paso saliva con dificultad y notó como de nuevo se aceleraba el ritmo de su corazón, un escalofrió recorrió su espalda cuando el demonio sin dejar de mirarlo ni de sonreírle se subió a la cama posicionándose sobre él, tomo sus manos y las elevo por encima de su cabeza donde las sostuvo con una sola de las suyas, sus fuerzas no tenían comparación; a Takano no le suponía ningún esfuerzo sostener sus manos para que no las moviera, sin en cambio Ritsu por más que quisiera e intentara forcejar le seria imposible soltarse, en ningún momento lo intento, se encontraba mucho más sorprendido al darse cuenta de que el calor en su cuerpo lejos de apagarse solo había aumentado con la presencia de Takano, sus ojos verdes chocaban directamente con los del mayor y una rara sensación lo invadió, estaba excitado, terriblemente excitado para la situación, Takano-san estaba realmente ahí, estaba realmente molesto, el sería realmente castigado… si no fuera por el hecho de que no podía pensar con claridad y que una sola idea invadía su mente, se sentiría mucho más asustado que deseoso.

-has sido un niño muy malo Ritsu                  -lo dijo directamente en su oído, su profunda voz y su aliento le hacían cosquillas al menor que cerró los ojos                 -¿creíste que podrías engañarme?              -con su mano libre recorrió el pecho desnudo, su dedos fríos provocaron un ligero y placentero temblor en Ritsu, la mirada del demonio se hizo más severa              -eres más estúpido de lo que creí si en verdad pensaste que podrías salir a juguetear por ahí sin que me enterara…              -comenzó a olfatear su cabello y cuello                -la traición tiene un aroma muy peculiar, ¿lo sabias?            -el tono en su voz no había cambiado ni un poco                -apestas             -declaro y el castaño sintió la humedad de la lengua del demonio recorrer el largo de su cuello, sus manos acariciar con mayor brusquedad su cuerpo, casi arañando su vientre, su cuerpo tembló, escuchaba su errática respiración cada vez más acelerada, luego nada… el peso sobre él se hizo más liviano, las caricias se detuvieron pero Takano aun sostenía sus manos fuertemente por encima de su cabeza, pasaron varios segundos sin que nada pasara, una especie de electricidad llenaba el ambiente, no se atrevió a abrir los ojos.

Lo miraba desde arriba, con el ceño levemente fruncido, ¿su pequeño Ritsu creía que estaba molesto?, se sentía furioso, su cuerpo también ardía de una forma en la que jamás lo había hecho, quería hacer que Ritsu entendiera que le pertenecía solo a él, que lamentara sus acciones, quería marcarlo tan profundamente que jamás se atreviera a pensar si quiera a traicionarlo de nuevo, ¿Qué se había creído ese simple humano para desobedecerle?, algo dentro de él quería hacerle daño, tanto como fuera necesario para que le quedara claro al castaño que él era su juguete, exclusivo para su placer y diversión.

-¡agghh!                 -una de las manos de Takano bajo hasta la intimidad del menor y se cerró fuertemente sobre ella, enviando una pequeña descarga de dolor a su cuerpo ¿ya se encontraba tan ansioso?

-no eres más que un niño patético, mírate aún no he hecho nada y tu lascivo cuerpo ya está temblando                -su voz sonaba extraña a sus propios oídos, estaba realmente molesto, ¿Por qué? Como primera respuesta toda su lógica le dictamino que era simple y llanamente que el odiaba que tocaran lo que le pertenecía, pero había algo más en lo profundo y lo sabía, algo que le escocia por dentro, ¿acaso se trataba de su propio orgullo herido? Muy probablemente, ya que ahí estaba el, heredero del trono del infierno, ardiendo en furia por los caprichos de un simple humano, cerro con más fuerza el agarre en las muñecas del menor que soltó un leve gemido ante el brusco contacto, había algo más, muy en el fondo, algo que era desconocido totalmente para Takano, una leve sensación de ardor en su pecho que se había encargado de ignorar desde hacía mucho tiempo, pero que ahora era la responsable de todas las extrañas sensaciones que lo invadían, quería tomar a Ritsu delicadamente entre sus brazos y llenarlo de besos hacerle suyo muy lentamente para que el menor lo deseara solo a él, quería lastimarlo y asustarlo tanto que jamás se atreviera a jugar con nadie más, quería ser el único, eso era lo que más le molestaba la idea de que el castaño hubiese encontrado a alguien más, alguien que hubiese logrado que Ritsu se masturbara, tal vez era una tontería y estaba exagerando pero lo cierto era que la última vez que estuvo en la necesidad de castigar al pequeño humano fue precisamente por esa razón, ese noche hacia un par de años; solo como un capricho Takano se lo ordeno: ‘’Tócate’’ ordeno simplemente, no era que en verdad deseara verlo mientras lo hacía ya que el demonio prefería que Ritsu terminara por su causa, por sus caricias que estremecían su cuerpo de placer, era solo un capricho, una simple orden que tenía cierta importancia oculta al principio hasta para sí mismo, sabia lo pudoroso que el menor era aun a esas alturas y quería medir que tan sumiso era a sus deseos, así que justo en el momento en que sintió su interior estrecharse y su cuerpo sacudirse con violencia justo como lo hacía cuando estaba por correrse salió de su cuerpo obteniendo un gemido ahogado en frustración como respuesta, lo tomo de la nuca y halo de el para que quedara sentado sobre la cama, paso la lengua desde el cuello del menor hasta su oído donde susurro de nuevo ‘’Tócate, vamos hazlo para mí’’ el rostro del menor se tornó intensamente rojo y solo pudo bajar su mirada y negar con la cabeza. Takano no se molestó, solo acaricio su cabello y le dijo ‘’duele ¿cierto?, no voy a hacer nada así que si quieres terminar tendrás que hacerlo tu mismo’’ el menor no dijo nada tampoco se movió, la paciencia de Takano que nunca había sido mucho comenzaba a agotarse, ‘’es una orden Ritsu, hazlo’’ una lagrima se asomó de sus ojos verdes y el miedo amenaza con invadirlo pero aun así, ‘’no…quiero hacerlo Takano-san, no lo hare’’…

Esa fue la última vez que el demonio castigo a Ritsu, desde esa noche habían pasado varios días sin que el menor le hablara o siquiera le dirigiera la mirada cuando por las noches iba a verlo, solo temblaba ante su presencia y sus ojos verdes se inundaban en lágrimas, justo como actuaba después de la primera vez que tomo su cuerpo, algo muy ligero dentro de él (que nunca quiso reconocer como culpa), lo orillo a tratarlo más cuidadosamente, casi con cariño, el personalmente había curado las heridas para que no dejaran marcas en su cuerpo y deseo que las interiores también sanaran, sin embargo esa noche había cambiado algo más profundo en su relación, fue la primera vez que Ritsu había ganado, la única vez que en no había cedido ante los deseos de Takano, no se había rendido ante el placer de sus caricias ni al dolor de sus castigos, por un momento Ritsu incluso se sintió libre; por otro lado el demonio sintió una especie de miedo, si podía hacerle frente, si no lograba que se entregase a él, si un día se decidía a apartarlo, si alguien más…Ritsu debía pertenecerlo solo a él…

Abandono sus pensamientos de nuevo ante ese recuerdo, era lo que le invadía en furia, ¿tal vez celos?, no se detuvo a pensar en eso, además para aceptar eso tenía también que aceptar una idea aún más absurda que lo había estado molestando mucho últimamente cada vez que estaba con el castaño, pero eso no importaba ahora, el hecho de que hubiera alguien más para el castaño, alguien que hubiera logrado ese nivel de entrega en el… le molestaba tanto que cualquier otra idea o sentimiento carecían totalmente de importancia, estaba tan molesto que quería lastimarlo…Ritsu le pertenecía solo a él y haría que el castaño lo aceptara así quisiera o no…

Ritsu se mantenía con los ojos cerrados, esperando ansiosamente, el silencio del demonio solo lo intranquilizaba haciendo que su miedo aumentara al igual que su excitación, no se esperaba el golpe; solo sintió como una de sus mejillas ardía, la bofetada que le propino el demonio había sido lo suficientemente fuerte para hacer que su rostro se girara con violencia, algo cálido y espeso comenzó a brotar de uno de sus labios tenía el inconfundible sabor metálico de la sangre, no era la primera vez que Takano-san hacia algo como eso. Su respiración se aceleró y por primera vez sintió que el miedo empezaba a ganar terreno, se giró esta vez el mismo para verlo, topándose con esa sonrisa casi imperceptible que se dibujaba en sus labios y sus ojos que se tornaron rojos, peligrosos, el cuerpo de Ritsu tembló casi inconscientemente ante el cambio y la sonrisa de Takano se amplió, intento apartar su mirada pero una mano lo tomo fuertemente del rostro para que no se girara, sintió una opresión en su pecho ante la intensidad de esa mirada carmesí, jamás la había visto tan de cerca ni por tanto tiempo aunque solo fueron unos segundos que parecían interminables, siempre que estaba con el evitaba verle directamente a los ojos porque temía darse cuenta de que en algún punto se había hecho adicto a esa mirada del color de la sangre, era como una especie de necesidad insana, sin importar el color los ojos de Takano siempre brillaban con un toque de peligro, maldad…crueldad.

Takano-san era cruel y Ritsu lo sabía.

Empezaba a gustarle verse reflejado en esos ojos, debió saberlo desde que era un niño, solo con haberlo visto a los ojos había firmado ya su sentencia.

 

‘’Esos ojos, un par de oscuras gemas, rojas o miel no importa; su intensidad siempre está ahí, te absorben, te envuelven, estas atrapado, una vez que dejas que su belleza te engañe espera tu final’’

-vamos a jugar Ritsu             -su tono oscuro era una advertencia, a Ritsu le fascino era increíble como a pesar de la situación, latente y ganando intensidad la lujuria que hervía en sus venas persistía en volverlo loco y buscar más de aquel placer que solo podía ofrecerle Takano-san.

Siguió observándolo fijamente peros su mirada verde había bajado hasta los labios del mayor tan suaves y expertos con un sabor insoportablemente dulce y fresco, peligrosamente deliciosos, sintió un ligero cosquilleo en los suyos y los mordió pasando sobre ellos con lentitud su legua que quería jugar con la de Takano, al verlo el mayor se acercó a él provocando que sus alientos se mezclaran.

-así que quieres que te bese          -no era una pregunta, lamio la sangre que se hallaba en la comisura de sus labios y bajaba tenuemente por su barbilla, estaba casi seca, el menor hizo algo que jamás se esperó, intento besarlo, paso la lengua de manera superficial por su boca esperando que el demonio le correspondiera, Takano alejo su rostro del suyo                -no lo hare, ¿creíste que sería tan fácil? ¿Por qué habría de complacerte? No eres más que un juguete para mi placer.          

-Agg…mmh…              -tirando con más fuerza de la necesaria de su castaño cabello, Takano puso su cuello a su disposición dando en el pequeños besos y mordidas, devoraba su cuello subía de nuevo hasta sus mejillas, se acercaba deliberadamente a su boca sin tocar sus labios por más que el castaño intentara buscar los suyos.

 

‘’Adictivo…con esos delicados y expertos labios, su suave tacto, al principio solo era un roce inocente…’’

 

-agggh…No…!!           -una nueva bofetada, mordió su cuello y sus hombros con fuerza, de nuevo broto la sangre, el pelinegro lamio con lujuria y devoción casi obscena la herida.

 

‘’Con violencia o ternura, aun si solo le interesa su placer… hace que todos tus sentidos se estremezcan’’

-déjalas ahí             -ordeno soltando sus manos, y siguió bajando con sus labios por su pecho hasta llegar a sus pezones, los cuales para su satisfacción ya estaban duros.

-Ah!!!          -una lagrima escapo de sus ojos cuando sin consideración el demonio mordió uno de sus rosados botones tornándolo rojo de inmediato mientras entre sus dedos retorcía el otro, nunca era tan brusco con él, la humedad de su lengua alivio un poco el dolor.

Mas lagrimas salieron acompañadas de un ligero sollozo, Takano rio con una serenidad inquietante, acaricio una de sus mejillas.

-¿ya estas llorando?            -no había burla en sus palabras, tal vez solo un poco de malicia, empezó a quitarse la ropa          -mírame               -ordeno, deshaciéndose más lentamente de sus prendas.

 

‘’seductivo…

 

Ritsu obedeció tan deseoso como nunca, totalmente asustado ya no por el castigo si no porque el demonio se detuviera antes de apagar el fuego que le consumía por dentro. Takano lo tomo de las caderas para girar su cuerpo haciendo que quedara acostado boca abajo.

-me perteneces solo a mi               -tomándolo por el cabello hizo que quedara hincado sobre la cama.

 

…intoxicante, despiadado…

 

-mío           -susurro en su oído y colocando las manos en sus hombros las hizo descender por toda su espalda arañándola en el proceso.

 …salvaje…

La humedad de su lengua alivio el ardor que sus manos habían provocado estremeciendo a Ritsu que lloraba con mayor intensidad, no era el dolor o la falta de ternura con la que trataban su cuerpo, quería que el ojimiel entrara de una vez en él, su cuerpo ardía desesperado por ser poseído por Takano.

-por favor… Takano-san…lo siento…           -suplico en un hilo de voz con un tono casi lastimero.

 

 …No tienes opción, te desmoronas en su prohibido jardín del placer…

 

-aun no me he divertido lo suficiente, aun puedes sentir más dolor…                

Sus palabras dolían, ya debería estar acostumbrado a esa clase de heridas pues el demonio nunca las dejaba cicatrizar, cada vez que le poseía sin importar su opinión, sin importarle si Ritsu lo deseaba o no siempre sangraban y siempre dolían; Aunque esta vez Takano-san no estuviera siendo tan rudo, llegando a considerarlo incluso amable mientras era castigado, esta vez el castigo resultaba mucho más doloroso, mas desesperante, su palpitante y duro miembro completamente erecto exigía atención que el parecer el demonio no estaba dispuesto a darle y tampoco iba a permitir que se la diera a sí mismo, nunca antes se había sentido tan impotente como en ese momento las cadenas invisibles que lo unían a Takano jamás lo habían hecho tan fuete, sin opción el siempre había estado ahí cada que el demonio quería jugar con su cuerpo, cada que quería satisfacerse, hasta ahora siempre le había parecido que el demonio también se preocupaba aunque sea solo un poco por él, siempre llevándolo hasta el éxtasis del placer aun en contra de su voluntad ‘’¿acaso quieres que te ruegue? ¿Qué tan humillado debo estar para que estés satisfecho?’’ una vez se lo pregunto, entonces ese era el momento para conocer la respuesta.

-así que ese amigó tuyo no puede complacerte, ¿lo entiendes ahora Ritsu? Eres solamente mío, tu cuerpo lo sabe, incluso tu alma solo tienes que aceptarlo           -empezó a besarle desesperadamente por todo el cuerpo             -dilo, di que eres mío Ritsu             -lo abrazo posesivamente de la cintura y tomo su rostro mirándolo directamente a los ojos, sus alientos acariciaban sus labios, Ritsu quería tan desesperadamente fundirse con ellos.

 

…un villano con más gracia que Dios…

 

No podía pensar en otra cosa que o fueran los labios de Takano, pero aceptarlo, rendirse ante él y entregarse por completo, ¿pero eso significaba que siempre le pertenecería? ¿Qué quería el de Takano, que era lo que buscaba en realidad el demonio de él? Siempre le decía que le pertenecía rebajándolo a nada más que un objeto pero, ¿Por qué?

-es así como lo quieres                 -Ritsu no sabría definir el tono de su voz jamás lo había escuchado, y en esos ojos profundamente rojos había algo extraño, algo que se parecía a la tristeza que a diario veía en su propia mirada.

 

…este joven atractivo, un hermoso demonio…

 

Lo recostó nuevamente, Ritsu se dejaba hacer con docilidad pero eso no evito que Takano fuera violento con el apretando sus brazos con fuerza, lo hundía en el colchón como si tuviera miedo de que escapara, descendió por su torso con besos y mordidas que se desbordaban en pasión, llego hasta su miembro.

-mahhg… Ah!!!               -sintió el tibio aliento en su erección, pero este se desvío cruelmente hacia sus muslos los lamio y mordió con fuerza al igual que todo el largo de sus piernas,               seguramente sus dientes dejarían algunas marcas, subió con sus labios por el mismo camino e introdujo el miembro del ojiverde en sus boca                -Ahh…        -lo succionaba con fuerza sin consideración.

De no ser porque Ritsu ya se encontraba lo suficientemente duro y excitado se hubiese dado cuenta que más que placenteras, las caricias de los labios de Takano-san alrededor su erección resultaban dolorosas, se separó un poco del menor y abrió tanto como pudo sus piernas posicionándose entre ellas. Con un gemido ahogado Ritsu se corrió en un suspiro ahogado en miles de sensaciones, con su cuerpo inundado en el placer físico del orgasmo que solo el demonio era capaz de brindarle, con su alma que había sido violada una y otra vez vacía, como nunca la había sentido.

-…porque…              -pregunto en un leve sollozo, su mirada fija en el demonio, sus manos que Takano había vuelto a colocar sobre su cabeza no se movieron solo se cerraron fuertemente, la sonrisa que en ningún momento desapareció en el ostro de Takano se dibujó aún más visible.

 

 …la sonrisa angelical del Diablo…

 

-porque cuando un demonio desea algo… cuando yo deseo algo, automáticamente pasa a ser de mi propiedad y tú me perteneces por derecho Ritsu, desde el momento en que nuestros caminos se cruzaron has sido mío, naciste para mí.

-Ahhh…Ahh…!!!!         -sintió al mayor entrar de golpe en su cuerpo, sin ni siquiera haberse molestado en prepararle antes, de una sola embestida llego hasta lo más profundo de su interior, los nudillos de Ritsu se volvieron blancos debido a la fuerza con la que cerro sus manos y mordió sus labios intentando que el gemido lastimero que salió de ellos no sonara tan fuerte, no podía verse más patético ya que aun a pesar de que sentía en cualquier momento sus caderas se partirían en dos, estaba feliz de que Takano no prolongara su tortura aún más.

 

‘’atorméntame con el dolor…

 

El demonio empezó a moverse con fuerza dentro de su cuerpo, sus movimientos eran rápidos y certeros, cada embestida era más fuerte que la anterior, Takano acariciaba sus piernas mientras le poseía,

-Ta…Takano-san…ahhhh!!               -acariciaba sus piernas al ritmo de sus movimientos, el calor en el vientre de Ritsu se expandía, enviando placenteras descargas a todo su cuerpo, quería tocar al mayor pero no podía mover sus manos, Takano se lo había advertido.

 

…vuélveme loco de placer…

 

-mahhg            -el ronco jadeo que salió de la garganta del demonio lo estremeció, sus miradas se encontraron de nuevo y Takano tomo una de sus manos.

 

…solo no olvides que…

 

El mayor pego más sus cuerpos, paso los brazos de castaño por su cuello, el menor se abrazó fuertemente a él, nunca dejaron de mirarse y los movimientos del ojimiel se volvieron más suaves, casi rítmicos dando una y otra vez justo en el punto que llevaba al ojiverde hasta el éxtasis.

 

…la locura es…

 

Estaba por terminar y quería que Ritsu lo hiciera con él, con suavidad y presionando un poco subió y bajo su mano a lo largo de la erección del menor.

-¡Takano-san!                -se corrió en la mano del mayor y contrajo su cuerpo al sentir la esencia de Takano invadir su interior, era cálido, delicioso, mordió sus labios ansioso por rozarlos con los del mayor, acaricio todo el largo de su espalda se abrazó fuertemente a él.

La imagen del castaño era tan erótica que el demonio no lo pudo resistir, ¿porque cada vez necesitaba mas a Ritsu?, su cuerpo, su alma, hasta el más pequeño de sus pensamientos; ¿cariño, amor, lujuria? No sabía que sentía por él, pero ahora estaba convencido ya no podía seguir negándose que sentía algo por él. Los ojos verdes de Ritsu se abrieron por un momento con sorpresa topándose directamente con el tono miel de los de Takano, luego se cerraron lentamente dejándose envolver por la suavidad de los labios del demonio sobre los suyos, ¡lo estaba besando! Por fin el fuego en su cuerpo se apagaba, abrió su boca permitiéndole el acceso a la juguetona lengua del mayor para que se fundiera con la suya, enredo sus dedos en el cabello negro, se dejó perder en el beso más dulce que había recibido en toda su vida.

 

…el principio de la destrucción’’

Notas finales:

Espero que les haya gustado, sobre todo el lemon fue de alguna manera muy complicado por que solo sabia que quería poner las últimos dos pensamientos de Ritsu y todo surgió a partir de ello.

Ahora solo algunas aclaraciones:
Arcángel: Según la jerarquía, Líderes de los seres celestiales, están a cargo de llevar los decretos divinos y de ayudar en todo lo que relacione el esfuerzo de los hombres. Serían los intermediarios más importantes entre los seres humanos y Dios.

*Según lo que leí un pacto formal con el diablo es un contrato oral.

**Parte de la letra de la canción ''Descending Angel'' de Misfits, amo esa canción y es muy importante para Raiden ¿saben de quien se trata?

***En la parte en que dice ''...que los ha abandonado...'' yo se la agregue para que reflejara mejor el como se sentía Ritsu y porque se sintió tan identificado con la letra.

Y como un pequeño adelanto:
-Mitzuki me ha hablado acerca de sus inquietudes respecto a tu comportamiento, has estado jugando mucho con un humano Masamune, es peligroso si dejas que...

-solo es peligroso si dejo que lo sea, ese humano no es mas que un juguete padre


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