¿Cuánto puedes amar a una persona? yo siento que cada vez quiero más a Kalet. Estando solo abrazados, desnudos, en la cama, pienso que no me molestaría pasar toda la eternidad así. Solos yo y él. Kalet está durmiendo aun, hace rato que ha amanecido y yo tengo un buen rato que desperté. Siento demasiada tranquilidad ahora, como si las cosas debieran ser así desde el principio.
.- ¿Merle?-ah, me siento ridículamente feliz de que sea lo primero en lo que Kalet piensa cuando se despierta. Se ha girado, frotándose los ojos.- ¿Qué hora es?-
.- no sé, como las diez de la mañana.-
.- es tarde.- murmura, bostezando, pero no se levanta.
.- ¿ibas hacer algo?-
.- no en realidad, pero no acostumbro levantarme tarde. Tengo hambre.-
.- umm.- es todo lo que digo, pues no quiero moverme aun.
.- no podemos quedarnos todo el día en la cama.- me dice Kalet, su tono tiene un poco de reproche mezclado con diversión.
.- ¿es una sugerencia?-
.- no.- Kalet ríe, antes de liberarse de mi abrazo. Yo sonrió, dejándome caer de nuevo sobre las almohadas. Escucho como Kalet sale de la habitación, pero yo me quedo ahí un rato más. Ahora que todo se ha aclarado, no sé si quiero romper esta tranquilidad. Me dirijo al baño, pues Kalet acaba de indicarme que puedo usarlo. No tardo mucho ahí. El olor de su shampoo aun flota por todo el pequeño baño. ¿Qué debo hacer ahora?- Merle…-
.- eh ¿Qué?-
.- ¿Qué te pasa?-
.- nada.- Kalet me ve, con una mirada que me indica que no me cree. Sonríe, dándose la vuelta en la cocina.
.- ¿puedo hacer lo que sea?-
.- ¿Por qué no deberías?- pregunto, confundido.
.- preparare el desayuno, te quiero preguntar si algo no te gusta.-
.- creí que habíamos salido lo suficiente como para que lo supieras.- Kalet ríe, puedo ver sus hombros agitarse.- ¿Cuántos días vas a quedarte?-
.- no lo sé. Pensaba quedarme hasta que me sintiera capaz de volver a hablar contigo… lo cual ya paso, ¿cuantos días pediste tú?-
.- sobre eso… solo vine. Le pedí a los Kazahaya que me cubrieran lo más que pudieran, y luego dijeran la verdad.
.- conociéndoles, nadie habría notado que te fuiste, de no ser por la funciones....-
.- espero que el castigo no sea muy severo.- Kalet vuelve a reír, sirviendo dos platos con lo que creo, son huevos revueltos.
.- ¿te has resignado ya a tener un castigo?- sí, son huevos revueltos. Sonrió, agradecido, mientras se sienta. Y vaya que esta hambriento, no tarda en tomar los cubiertos y ponerse a comer.
.- vale la pena si logre estar contigo de nuevo.- Kalet sonroja, con un tenedor en la boca.
.- no digas esas cosas mientras como.- murmura, desviando la mirada. Sin dejar de sonreír, comienzo a comer también. Nunca antes había comido comida hecha por Kalet. Terminamos de comer casi al mismo tiempo.
.- ¿está bien tu mano?- le pregunto, notando la venda que cubre su muñeca. Kalet la mira también, pensativo.
.- si, solo fue una torcedura de cuando caí. Duele un poco si la flexiono, nada que no se arregle con un poco de descanso.- dice, levantándose y recogiendo los platos.
.- ¿un poco? ¿Cuánto es un poco?- pregunto, levantándome y siguiéndolo.
.- no sé, quizá una semana más. ¿Cuánto piensas huir de tu castigo?- Kalet se da la vuelta, encarándome con una mirada divertida.
.- quizá una semana más.- le digo, acortando todo el espacio entre nosotros y besándolo. Sus manos me rodean el cuello. La perspectiva de pasar toda una semana solos los dos, es casi estar en el paraíso.
.- a Morgan no le gustara nada.- dice, sin separarse de mí. Me imagino que así será, pero no me molesta. Pasare unos días sin acto, sí, pero pasare también todo el tiempo que pueda con Kalet. Es una perdida insignificante comparada con lo que gane.
.- umm. No te lo tomes mal, pero… ¿has visto a Paul?- murmuro. ¿Por qué quiero saberlo? No lo sé, supongo que quiero saber si está bien, que ya no me atormenta su recuerdo.
.- no.- Kalet responde con tranquilidad. Sus manos sigues aferradas en mi espalda.- no le he visto. Créeme, si le viera, no hubiéramos hecho nada anoche, ni hoy.-
.- ¿hoy?- pregunto. Por toda respuesta, Kalet me besa, empujándome para que avance. La felicidad que siento, solo tiene una mancha oscura.
¿Aceptara Kalet?...
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Han pasado tres días desde que Merle y yo estamos en mi casa. Hemos acordado regresar en cuatro días más al circo. Mi mano aun duele, pero de igual manera, quiero regresar. Estar aquí con Merle se siente algo irreal. Desde que apareció en la puerta de mi casa, todo se ha sentido irreal, aun espero despertar y darme cuenta de que todo ha sido solo un sueño.
.- me has vuelto a nombrar en sueños.- me susurra Merle. Estamos en mi cama, no sé qué hora es.
.- ¿sí?- pregunto, sin interés. Merle me besa la frente.
.- ¿tenías una pesadilla?-
.- no.- respondo, no le miento a Merle, he decido no guárdame nada más, bueno, solo una cosa. Mi mano da una punzada cuando me muevo. No le dije a Merle que había caído por culpa de Paul. Después de conocer su historia, no soy capaz de denigrar el recuerdo que Merle tiene de Paul. Al final, he ganado yo.- no sé qué sueño. Siempre lo olvido.-
.- oh.-
.- oye, Merle…-
.- ¿sí?-
.-te quiero.- siento los brazos de Merle tensarse, apretándome más.
.- yo también te quiero… Kalet… hay algo más… algo que debemos hablar.- ladeo mi cabeza. Aun me siento algo aturdido por el sueño.
.- ¿Qué?-
.-…- escucho a Merle suspirar.- he vivido mucho tiempo, sinceramente, me gusta vivir. Paul no solo se suicidó por que le gustaban los chicos. Él me dijo que no quería ser como yo… yo le estaba haciendo mi aprendiz.- me siento en la cama, encendiendo la luz. ¿Aprendiz? ¿Entonces Paul también era un mago?- no lo era, solo habíamos comenzado.- me siento avergonzado cuando me doy cuenta de que hable en voz alta.
.- ¿Por qué?-
.- ah, Kalet, quiero pasar mi vida con la persona que amo. Aun si soy egoísta y quiero tenerte solo para mi.- oh… Merle quiere que yo… siento su mano acariciar mi mejilla.- pero jamás te obligaría a nada.-
.-… yo… no es que no quiera estar contigo, pero es…- trato de buscar las palabras correctas, lo cual es difícil.- no es algo que pueda elegir con simpleza. ¿Puedo pensarlo unos días?-
.- los que quieras.- Merle me atrae de nuevo hacia él. El sueño se me ha ido. Tampoco me exprese bien del todo. Merle quiere que yo también sea como él, un mago. Es difícil de imaginar. ¿Yo haciendo lo que Merle? Imposible. Sin embargo, no es eso lo que me preocupa.
Quiero estar con él, eso no lo dudo, y si es por siempre, tampoco me molesta. Lo que yo quería decirle a Merle, era más que nada que me dejara hacerme a la idea de que todo cambiaria. Espero que no haya malinterpretado lo que quiero.
.- Merle…. Merle…- le sacudo.- Merle…-
.- ¿Qué…? ¿Kalet? ¿Pasa algo?- la voz adormilada de Merle está a juego con su expresión.
.- quiero estar contigo para siempre.- le digo.- pero aun no puedo imaginarlo.- la última vez que no dije algo, termine cayendo seis metros de altura. Más vale ser precavido esta vez, aunque sea de madrugada y Merle estuviera durmiendo.- tengo miedo, y pienso que el cambio es aterrador.- Una sonrisa aparece en su rostro.
.- Kalet, tampoco es tan rápido. Pasaran algunos años antes de que puedas hacer la más simple magia, aun tienes mucho tiempo para eso. No te preocupes ahora.- sus palabras me tranquilizan, me recuesto contra él, y ahora sí, dormiré hasta que la luz del día me despierte. Cuando despierto, por supuesto que ya es de día, estoy solo en la cama. Bostezo mientras me levanto. No hay ruido en la casa, pero no me preocupo.
.- ¿Merle?- pregunto al verlo sentado en la mesa, inclinado sobre algo que no alcanzo a ver.
.- ah, Kalet, buenos días.-
.- ¿Qué haces?-
.- solo estoy repasando por donde debemos comenzar.-
.- ¿comenzar? ¿No habías dicho que aun había tiempo? ¿Y de donde sacaste eso?- señalo el libro en el que esta Merle.
.- es mío, nunca salgo sin él… es indispensable para aprender.- espera... ¿dijo aprender? ¿Tengo que aprender?...
.- ¿llevas eso a todos lados?-
.- si…-
.- y ¿cuando dices aprender te refieres a que tengo que estudiar?-
.- si.-
.- imposible.-
.- ¿Qué?-
.- no puedo hacerlo. Aprender y memorizar cosas no es lo mío. ¡Morgan tuvo que obligarme a terminar el bachillerato! Y lo hice a distancia.- me quejo. La escuela nunca me gusto, siempre me metía en problemas, y nunca ponía demasiada atención a lo que explicaban. Merle comienza a reír despacio, y luego más fuerte. Frunzo mis cejas, mirándolo mal.
.- lo siento… es que…- Merle respira. Por una parte, me hace gracia verle así, el casi nunca ríe de esa manera, hasta no poder respirar.- de todas las quejas que puedes tener, lo único de lo que te quejas es que crees que no puedes aprender. Es algo irónico.-
.- pues no mentía, todos me tuvieron que ayudar con las tareas para terminar el curso.-
.- ¿y que te hace pensar que lo harás solo esta vez? Yo estaré contigo.- aprieto los labios, mientras ruedo los ojos, rindiéndome.
.- lo intentare. Aunque sigo sin creer que pueda hacer lo que tú haces… prefiero solo saltar… de los postes y con una red bien puesta debajo.- añado, al darme cuenta de que lo que dije no sonaba muy bien tomando en cuenta la historia de Paul. Merle me sonríe, negando.
.- solo estoy viendo como comenzar, no iniciaremos hoy, ni muy pronto. Disfrutemos primero, hasta que llegue el momento.-
.- me parece una buena idea.- le sonrío, decido a olvidarme de todo ese asunto de la magia. Por ahora, solo estamos nosotros.
Nuestros cuatro días de vacaciones, terminan muy rápido para mi gusto. El viaje de regreso al circo es rápido y sin incidentes. Morgan llamo unos días antes, diciéndome a donde se había movido el circo. No le dije que Merle estaba conmigo, y ella tampoco me lo menciono. Sé que estaremos en problemas cuando entremos.
.- Merle ¿y alguien notara que estoy aprendiendo magia?- pregunto, cuando vemos ya el circo frente a nosotros.
.- no, a menos que se los digas.- yo solo asiento con la cabeza.
.- ¿y tendré que usar la magia?-
.- bueno, si no quieres, no. Puedes dejarlo después de… bueno… que aprendas magia no es en si el problema. Deberías conocer a Ryder.-
.- pero si le conozco.-
.- conocerlo realmente. El también es un mago, un tipo distinto de mago. El no usa la magia.-
.- ¡¿Ryder?! ¿En serio?- exclamo, sorprendido. Sabía que Ryder era algo extraño, pero no a tal extremo. Merle ríe, tomándome de la mano cuando llegamos al circo. Todo es demasiado familiar, como si nunca hubiera pasado nada, y no estuviera regresando de mi casa.
.- ¡Kalet!- antes de que pueda voltear, Bonnie ya me ha saltado encima.- te extrañe mucho.- lloriquea, mientras Alyssa también se apresura a llegar conmigo.
.- ¿Qué hace el mago contigo?- me susurra al oído.
.- larga historia. Ahora estamos bien, estamos saliendo de nuevo.- ella rueda los ojos.
.- ¡Amo!- yo no soy el único que ha terminado en medio de un abrazo. Los gemelos también lloriquean pegados a Merle, mientras él trata de calmarles. Entre las personas que han llegado a recibirnos, entre abrazos y sonrisas, sé que este lugar es mi hogar. Mis ojos buscan a Merle, el también me mira, y solo le sonrió.
.- ¡ustedes dos!- el grito de Morgan hace que todos se dispersen.- Kalet, ¡¿Por qué no dijiste que venias hoy?! Y tú, ¿Dónde te metiste?- nos mira, y por un momento siento que ella sabe que estuvimos juntos.- y lo más importante ¡¿Qué hacen juntos?!- nadie dice nada.- Kalet, vamos.- se da la vuelta, y después de despedirme de los demás con una mirada, sigo a Morgan hasta su carpa.
.- ¿Qué pasa? Creí que estarías feliz de verme…-
.-lo estoy.- me sonríe.- ¿Qué paso entre tú y el mago?-
.- nos encontramos de camino… y bueno… hablamos, solucionamos el problema.- miento. No le diré que hemos pasado toda una semana haciendo de todo en casa.
.- bueno, te creeré. Pero aun así, tú aun no estarás en el acto.-
.- ¿eh? ¿Por qué?-
.- sigues castigado por caer.- me guardo el decir que no es mi culpa y que no puede castigarme por caerme, pero eso solo me acarreara más castigo. Yo solo suspiro.- buen chico.- me dice, abrazándome.
.- mamá…- me quejo.
.- solo tres semanas más.- yo solo asiento, y después de eso, nos ponemos a charlar hasta que se hace tarde y me despido de ella. No se ha donde fue Merle cuando Morgan me trajo a su carpa, pero yo voy a la mía.
Eunji no está, así que me dedico a guardar mis cosas en su lugar. No tengo muchas cosas, y todo cabe fácilmente en un par de maletas. Cuando estoy por acabar, una sensación helada en mi espalda me hace pegar un brinco. Me quedo congelado unos segundos. ¿De verdad? No puede ser…
Cuando me giro, le veo de nuevo ahí, tan nítidamente como si aún viviera. Nos miramos. Hay algo diferente alrededor. Finalmente, Paul desvía su mirada. Interpreto eso como una rendición, una aceptación.
.- descansa en paz.- murmuro. Un instante después, se desvanece. Sé que no es la última vez que le veré, pues los fantasmas nunca se van del todo, pero ahora no será igual. De alguna forma, ahora todos estaremos en paz.
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1 año después
El circo es un lugar que tiene muchos cambios, pero no todos se notan. Las personas van y vienen, pero yo estoy acostumbrado a eso. La única persona que no quiero que se vaya, es Kalet. No tenemos función esta noche, pues hicimos coincidir nuestros días libres algunas semanas. Estamos en Alemania, cada que llegamos a un nuevo lugar, Kalet y yo vamos a conocer, en una cita. Ahora mismo, voy a buscarle a nuestra carpa. Si, nuestra carpa, hace tres meses que compartimos carpa.
.- Kalet, la función iniciara pronto.- Kalet esta acostado en la improvisada cama, leyendo el libro de magia que le di. Suelta un bufido, cerrándolo.
.- sigo sin entender la parte de la mezcla de energías elementales.-
.- te ayudare mañana.-
.- bien.- Kalet se levanta, guardando el libro entre sus cosas.- espera… ¿mañana? ¿Por qué no ahora?
.- ¿no quieres dar una vuelta?-
.-no…. Hoy no… todos están en la carpa principal… y… ¿te has preguntado cómo es hacerlo con un trapecista?-
.- ¿eh?- Kalet me abraza, parándose de puntas para susurrarme a poca distancia de mis labios. Me toma solo un segundo entender el plan de Kalet.- tienes razón. Hoy no es un buen día para caminar.- le digo, abrazándolo. El solo sonríe, empujándome sobre la cama.
.- tal vez deba mostrarte.- me dice, besándome. Hay pocas posibilidades de hacer estas cosas en la carpa, pues no somos precisamente muy discretos. Mis manos recorren todo su cuerpo, sacándole la ropa. Sí, es bueno encontrar nuevas formas para hacer estas cosas. No pasa mucho para que yo vuelva a tomar el control. Lo quiero, lo quiero…. Aunque no podamos hacer mucho en la carpa, si podemos quedarnos abrazados, solos, juntos. ¿Qué más puedo pedir?-
.- Merle… tengo una duda.-
.- ¿sí?-
.- estaba pensado en las flores que me das… ¿Por qué son azules?-
.- umm… era uno de los colores favoritos de Paul… también es el color de los tuyos.- respondo. Los temas sobre Paul ya no son incómodos entre nosotros.
.- es mi color favorito también.- me dice. Sí, no hay nada más que pueda pedir.
Entre las funciones del circo, los ensayos y las clases de Kalet, pareciera que nada pasa. Acompaño a Kalet al poste, a su función. Todavía me da miedo verle saltar, mi corazón aún se detiene unos segundos, los segundos que Kalet está suspendido en el aire. Todavía da un vuelco cuando Kalet logra sujetarse. Todavía se siente feliz cuando lo veo allá arriba. Eso es lo que le gusta, y no voy a hacerle cambiar ¿Qué puedo decirle? Solo vuela alto. Vuela lo más alto que puedas.
.- Merle, descuida, le cuidaremos.- Bonnie siempre me dice esas palabras. Todos me las repiten. Yo sé que lo harán, que no le dejaran caer. Kalet reclama, pero ríe. Yo siempre le beso antes de que suba.
.- vuela alto, Kalet.- le digo, antes de separarnos. El me mira, sonriendo antes de responder.
.- solo si no me dejas caer.- y se va, a volar alto. A intentar alcanzar el cielo. ¿Qué más puedo pedir? Ya no me lamento por Paul. Sé que donde este, él está bien, me he perdonado por lo que paso y con ello le he dejado descansar en paz. Kalet está conmigo, está aprendiendo a usar magia, me ama. No puedo saber si estaremos juntos cinco, diez, cincuenta, cien o más años, solo sé que estamos juntos ahora, y eso es lo único que importa.