Gray Fullbuster POV
Me encontraba andando por las calles de Magnolia sin prisa pero sin pausa, yendo a casa de mi novio. No podía creérmelo, yo, Gray Fullbuster, con novio a los veintidós años.
Sonaba estúpido que no me lo creyera, pero hasta hace poco la verdad es que no creía que nadie me pudiera amar a parte de Ur, mi madre... Adoptiva, por decirlo de alguna manera, así que cuando Natsu Dragneel se me declaró fue simplemente una sensación increíble.
Mi relación con él había empezado en el primer año de universidad, justamente habíamos acabado estudiando los dos arquitectura y por alguna razón se había interesado en mí, el chico que se sentaba en la última esquina de la última fila intentando no llamar la atención, pero al parecer fue justo eso lo que le llamó la atención de mí.
A pesar de que en un principio intentaba evitarle ya que no me gustaba relacionarme con las demás personas por algunas... Cuestiones, cuando tienes a alguien todas las horas sentado a tu lado sin moverse ni un poco, al final consigue sacarte temas para hablar y aunque no lo parecía, Natsu era muy inteligente.
Bueno, a parte de ser inteligente era bastante inocente e ingenuo, se notaba que había tenido una buena vida sin muchas complicaciones, él mismo me lo admitía, y eso me encantaba, pero por ese mismo motivo quise alejarle de mí, ya que él era alguien inocente, puro y bueno... Y yo era muchas cosas, pero desde luego inocente y puro no formaban parte de mi definición como persona.
Así que a pesar de que por aquel tiempo comencé a tener sentimientos por él, intenté omitirlos, puesto a que Natsu no se merecía alguien como yo... Pero entonces fue él quien se declaró a mí, y a pesar de que al principio le intenté rechazar, él me besó con mucha pasión y no pude evitar corresponderle con la misma... A lo que él se dio cuenta que sus sentimientos eran recíprocos.
Comenzamos a salir y ahora después de tres meses, me encontraba yendo a su casa, ya que me quería presentar a su hermano mayor con el que vivía. Me sentía nervioso. ¿Ese chico me aceptaría como el novio de su hermano? ¿Nos llevaríamos bien? La verdad, me preocupaba bastante pero yo intentaba mostrarme tranquilo dentro de lo que podía.
Llegué hasta su portal y piqué a su puerta con algo de nervios, a lo que él no tardó en recibirme con su sonrisa. Iba igual que siempre, con su chaleco de una sola manga, pero para mí, era completamente perfecto. Me enseñó la casa y me dijo que teníamos algo de tiempo antes de que su hermano viniera de trabajar.
Me senté en el sofá y Natsu sirvió unas bebidas, para luego sentarse junto a mí. Sentí su mano comenzar a pasear por mi torso, lo que hizo que una pequeña chispa de placer pasara por mi cuerpo, y él, aún sonriendo, me tumbó, antes de deslizar su cabeza hacia mi cuello, besándolo y mordiéndolo.
— Na-Natsu, tu hermano... No tardará en venir. — Susurré, mientras aún sentía su lengua deslizarse por mi cuello, haciendo que mi vello se pusiera de punta. Él sonrió un poco más.
— Tenemos tiempo... Llegará sobre las once y son sólo las nueve y media...— Me intentó convencer, mientras seguía disfrutando de mi cuerpo, abriendo mi camisa blanca, dejando pequeños mordisquitos por todo mi cuerpo, haciéndome gemir. Dirigió su boca hacía mis pezones, comenzando a morderlos, haciendo que gimiera, moviéndome bajo su sofá, Natsu se separó, besándome de nuevo. — ¿Te gusta? — Me preguntó, haciendo que yo asintiera sonrojado. — Pues esto no es nada, vas a disfrutar mucho más...—
— Natsu... Por-Por favor...— Susurré, sintiéndome nervioso. Por alguna razón, algo me decía que esto no era lo mejor que podíamos hacer ahora.
De pronto, escuchamos la puerta abrirse y Natsu se apartó rápidamente de mí, sorprendido, mientras yo intentaba volver a poner mi camisa de la mejor manera posible. Mis manos estaban temblando y mis mejillas estaban completamente rojas. ¡Odiaba tener razón!
Efectivamente, era el hermano de Natsu, Natsu le saludó animadamente, aunque él también estaba un poco sorprendido de que estuviera tan temprano. Cuando acabé de ponerme más o menos bien, me levanté y fui a saludar, cuando de pronto me congelé.
Pelo blanco, ojos rasgados y alto. Me puse nervioso nada más verle y él sonrió de manera confiada, como siempre hacía.
— Gray, este es mi hermano, Lyon Vastia. — Me comentó, con una sonrisa orgullosa. Lyon me miró y me sonrió, antes de tenderme la mano.
— Mucho gusto, soy Lyon. — Se presentó. Yo acepté su apretón de manos, pero por alguna razón sabía... Que Lyon no se iba a quedar al margen de mi relación con su hermano pequeño.