Arantza caminaba a prisa por los pasillos, el café que llevaba en la mano se derramaba por los bordes, mas no le importaba.
Después de haber chocado con 250 mil personas, llego a su destino, toco dos veces la puerta y la voz del rubio le indico pasar…
Tan solo abrir la puerta pudo ver a Maximilian del otro lado de su escritorio, con las mangas hasta los codos y su cabello despeinado, nada típico en él…
- Valla, valla pero… mira a quien tenemos aquí.
- Am… Hola señor.- mostrando el vaso al rubio se lo extendió y con una gran sonrisa y casi con sorna de burla agrego.- ¿ofrenda de paz?
El rostro de Maximilian se descoloco al ver el vaso que la castaña le mostraba le mostraba un maltrecho vaso, chorreado del liquido que parecía ser café, sacudió la cabeza ante la imagen desastrosa que tenía enfrente y le indico con un gesto de mano que se sentara.
- Definitivamente, no gracias, comienzas a parecerte a Dilan, buscando cualquier escusa, pretexto, motivo o circunstancia, solo para huir del castigo.
- Bien… se lo pierde es un excelente café, a demás algo debía de pegárseme en este tiempo que he estado siguiéndole.
- Si, si, como digas… ahora lo que me interesa.
- ¿El informe?
- Si el informe.
- Está seguro de ello.
- Deja de estar jugando y habla de una buena vez…
- Bien… el último informe fue cuando regresamos de roma ¿cierto?
- Sí, ¿qué paso después de su llegada al país?
- Bien, es bastante bueno escabulléndose quiero que lo sepa, se la pasa de antro en antro y de fiesta en fiesta, desde que llegamos…
- Aja… prosigue.
- Bien, su día a día es normal, se despierta temprano, sale a correr si es que no tiene resaca a central park, trabaja como loco en la oficina y después nada, desaparece no tengo idea de cómo, he buscado en las cámaras de seguridad del edificio, con el portero y nadie sabe como lo hace, así que lo pierdo a eso de las 8 de la noche más o menos, la única forma de encontrarlo fuera de ese horario es cuando, sale de bares o va a cenar, entonces la señal de los rastreadores aparece y corro a buscarle…
- Creí haberte contratado porque eres la mejor, no me puedo creer que un niño se escabulla de ti.
- Pues lo hace señor, y hasta ahora no he logrado encontrarle a menos que él lo permita.
- Esto es una muy mala broma.
- Si cree que no soy competente bien puede usted contratar a alguien más o tratar de buscarle por tu propia cuenta.- La molestia de la pelinegra era bastante, tanto que incluso se olvido de los honoríficos, mira que dudar de su capacidad, eso ya era demasiado.
- Está bien, sé que no hay alguien tan bueno como tú, si a ti se te dificulta probablemente nadie podrá, ahora volvamos al tema… ¿Con quién sale Arantza?, cuando va a beber o a cenar, ¿con quién sale?
- Solo señor, completamente solo, a veces encuentra a alguien en el lugar y lo pasa con él o ella o a veces simplemente se rinde y la pasa conmigo.
- ¿Sabes si ha visto a mi hermano o tenido cualquier contacto directo con él?
- No y atribuyo a ello su depresión, está deprimido señor.
- No lo creo, Dilan es fuerte, es mas fuerte que eso… yo lo sé.
- No lo creo, puede que Dilan sea bueno en combate cuerpo a cuerpo y que sea muy listo…
- Dilan listo, Arantza te está afectando ser su guardaespaldas, estar con él ciega tus sentidos.
- Creo que lo subestima señor.
- ¿De que hablas?
- No se da cuenta, desaparece sin ser visto, trabaja para una compañía de software es lógico que sepa manipular algunos de sus juguetitos para no ser encontrado, además es muy bueno en deportes y combate, debe dejar de pensar que es solo un niño y comenzar a ver que es más capaz de lo que usted mismo quiere admitir.
- Deja de ver películas, no es un espía o agente secreto de quien hablamos, es Dilan, a demás se supone que eres la mejor, por eso te contrate.
- Pues me parece que para ser su mejor amigo, lo subestima y no lo conoce como cree conocerle. además de resultar ser mejor, incluso que yo.- Le dolió un poco admitir aquello en voz alta, pero ella misma había presenciado que las habilidades del peli plata sobrepasaban las suyas, tal vez no directamente en combate pero si en muchas cosas más.
El rubio trago en seco, nunca llego a pensar que Dilan fuese nada de lo que Arantza le dijera, sabía que era bueno en deportes y defensa personal, el mismo le había insistido al padre de Dilan para que hiciera a su hijo hacer todas aquellas actividades pues, nunca sabia que tan a salvo podría estar el castaño.
-Espero que pronto consigas saber donde vive, las deficiencias laborales no son lo tuyo Arantza.- Si Max había sido afectado por el comentario anterior d la pelinegra, no lo demostró y para compensar su sentir retomo su semblante duro. -¿Hay algo más?
Arantza, se mordió el labio debatiéndose en su interior sobre confesar los días completos en que perdía al ex castaño hasta el anochecer o el día siguiente, o sobre los moratones que a veces lograban vérsele a través de la ropa y que para ella resultaban inexplicables, era su trabajo reportarlo todo, sí, para eso había sido contratada, su fidelidad debía de estar con su jefe, pero había hecho una promesa, y ella jamás faltaba a sus promesas.
Flash- Back
La castaña descansaba en su habitación de motel cuando el rastreador comenzó a emitir una luz, sabía que aquello indicaba que Dilan había salido de su escondite y ahora era su tiempo para salir a la acción y seguirle.
Al salir del motel tomo un taxi y le indico la dirección, era en la zona de bares de Nueva York, lo sabia tan solo ver donde se habían detenido, cuando el chofer le indico que había llegado, Arantza le pago y bajo apresuradamente del taxi, le había tomado 45 minutos poder llegar por el trafico infinitamente interminable, pero había llegado.
Entro en el establecimiento de mala muerte nada digno de Dilan y lo vio a lo lejos en una mesa con una botella de tequila en la mano y una de vodka en la otra, se acerco sigilosamente, hasta sentarse detrás de él en una mesa vacía, mas poco duro su escondite, pues el castaño se giro hacia ella, le sonrió de medio lado y pudo ver odio en sus ojos.
- No tienes porque fingir que no estar aquí, ¿sabes?- le hablo muy seguro.- te vi desde que pisaste la entrada del lugar.
- ¿Cómo?
- No se… llámalo intuición.
- Dilan, ¿estás ebrio?.- pregunto la pelinegra mientras se levantaba de la mesa que había estado ocupando para sentarse directamente en la del ex castaño.- ¿cuánto has bebido?
- No lo sé, tal vez solo un trago o dos.
- Aja. Si me temo que no hablo solo de las botellas que tienes contigo, hablo de los 50 minutos que tienes aquí, ¿cuánto has bebido?
- M… quien sabe, pedí mi favorito, Cosmopolitan, tal vez solo uno el primero o nueve mas después de ese y luego whisky… su favorito, la mezcla en mi boca era como besarle otra vez…
- Dilan, hora de irnos, has bebido demasiado- Aranza estaba bastante preocupada, era normal que Dilan bebiera, pero en verdad que era la primera vez que lo veía tan mal.
- No… no tienes derecho a decirme que hacer, ni tu ni nadie
- Dilan… por favor.
- ¿Por favor? ¿Has dicho por favor? Dios ni si quiera te intereso, eres la espía de Maximilian y solo eso, estoy tan cansado…
- Dilan…
- No…
- Está bien Dilan, se termino, te llevare a casa.
- No, no, no preciosa, estaré borracho, pero jamás te dejare saber donde vivo.
- ¿Por qué no?
- ¿No es lógico? Quiero mi privacidad, y no la estas respetando, ahora vete y dile a Maximilian todo… no me interesa, díselo.
- Dilan… por dios…
- ¿Qué? No es esto digno, ¿no de mi? Pues entonces no me conoces, nadie lo hace, es tan difícil simplemente ser yo mismo… porque nunca podre llegar a ser yo mismo con nadie…
- ¿De qué hablas Dilan?
- Te estás tardando para darle tus reportes al jefe, deberías irte ya, no vaya a ser que no te vaya a dar tu cheque y seria una completa tragedia.
- Dilan…
- Agh…. Deja de decir mi nombre, lo desgastas, me tienes arto, si lo que quieres es hacerme decir que realmente me importa lo que le digas a Maximilian, no lo haré, no… no… soy bastante orgulloso, así que no me interesa, haz lo que te venga en gana pero ya lárgate.
- Estas siendo grosero e irrespetuoso, este no eres tú.
- ¿qué sabrás tu quién soy? Apenas y me conoces de poco, nadie sabe quién soy, nadie me conoce realmente, siempre he sido quien los demás han querido que sea, mi padre, Max, Leo, la sociedad, la empresa, mi madre, incluso tu. Nunca he podido ser realmente yo, incluso yo ya no sé quién soy. solo el alcohol me hace feliz, fuera de este infierno en el que vivo.
- ¿Lo consideras tan malo?
- ¿Y no lo es a caso? es la peor porquería en la que he estado jamás, me pregunto que sería mi vida sin toda esta red de mentiras… que… seria…
Ante la vista apesadumbrada de la castaña Dilan se había quedado dormido en la mesa del bar, los ojos le escocían por las lágrimas que no podía permitirse derramar…
- Te has paseado de bar en bar y dejas que sepa tu localización por el… ¿tanto le amas? oh Dilan… que has hecho… dios, como pude ser tan estúpida desapareces más tiempo del que quisiera y todo es porque le buscas ¿no es cierto? Como hacer que confíes en mi… oh Dilan.
Arantza, había quedado bastante afectada por las palabras y situación del ojimiel, no poder ser uno mismo, poco sabia de eso, pero podía darse una idea de lo malo que eso era. Le acaricio los cabellos platinados mientras, el mesero retiraba las bebidas y se llevaba la tarjeta de Dilan para pagar lo consumido aquella noche…
- A pesar de los problemas que me acarre esto… puedes apostar que estoy de tu lado Dilan, mi fidelidad a partir de este momento es hacia ti… lo prometo, aunque no puedas creerme, estoy contigo.
End flashback.
-No señor, no hay nada más, no se preocupe seguiré haciendo lo mejor.
-Eso espero Aran.
-¿termina el reporte y volvemos a ser amigos?
-A caso quieres que sigamos hablando como jefe-empleado.
-Noo!!!, definitivamente no, ya me cuesta bastante hablarte como señor, cuando siempre te he tratado como insecto.
-Hey, sigo siendo tu jefe.
-Acabas de decir que eso…
-Ok, Ok, es solo que eres la única o casi la única que es tan insolente conmigo.
-Gane ese derecho cuando te vencí en los entrenamientos.
-Fue suerte.
-10 veces seguidas?
-Ok, me defiendo mejor callado, aunque no puedes decir nada he mejorado bastante desde entonces.
-Cambiemos de tema, recordar entrenamientos militares rusos, no es mi pasatiempo preferido.
-Bien salgamos de aquí y te invito a comer algo, me interesa saber las situaciones en las que te ha puesto Dilan estando ebrio, suele ser impredecible.
-No tiene idea.
***
- Así que ¿Qué vas a hacer hoy? Y ¿porque te arreglas tanto?
- Alex, estas colmando mi paciencia.
- ¿Me dirás?
- Lo he repetido incontable veces, voy a casa de mi madre.
- Am… si… pero ¿a qué vas?
- ¿importa?- dijo mientras el pelirrojo ponía ojos de cachorro. - bien… tengo que llevar a Arantza para que la conozca, no ha dejado de enviarme mensajes y molestarme en la oficina desde que regrese de roma y todos los programas y revistas de chismes nos tenían en la mira.
- No veo que problema Hay.
- Escucha, soy el dueño y presidente de Prox Creations es la agencia líder en cuanto a Software, y resulta que soy un joven magnate de negocios que nunca en la vida, había aparecido en público con una pareja y no es como que pudiera pasearme con Leonardo diciendo a diestra y siniestra que era mi pareja, así que ahora, estamos en la mira de todos… y mi madre… bueno ella… necesita de primera mano aprobarla para que alguien como “ella” salga conmigo.
- ¿Crees que es lo correcto?
- Sé que es lo correcto, porque le conozco, si no se la presento, va a comenzar a dudar y a empezar a meter sus narices donde no la llaman, la amo es mi madre, pero en cuanto a lo que mi vida personal merece, ella es una entrometida.
- Bien… como sea, ve diviértete, mientras yo me aburro aquí en esta inmensa casa, en el Jacuzzi al aire libre bajo el cielo azul y una deliciosa copa de champan.
- Muy gracioso Alex, sabes que no me quedare, Agh… ruego por que la encuentre perfecta o en la cena de caridad que está por venir va a buscarme más citas a ciegas…
- Suerte con ello, no seas malo y tráeme algo de cenar ¿quieres?
El ex castaño salió riendo de la propiedad, respiro profundo y supo que estaba listo para la farsa que suponía esa noche…
***
El silencio era incomodo para Arantza mientras que Dilan manejaba con la cabeza en la luna.
- Am… así que señor ¿cuál es su plan?
- Agh…. Deja de llamarme señor Arantza, solo Dilan, soy Dilan y más ante mi madre, se supone que somos una pareja.
- M…. bien, entonces ¿cuál es el plan?
- Llegamos te presento, adelanto todo lo que pueda la cena y después huimos, tengo bastante trabajo de la oficina o una junta urgente.
- Bien… ¿así que cenaremos siendo las 5 de la tarde?
- Ash… Arantza no me cuestiones solo deja que todo se dé natural, mientras menos tiempo pasemos en la casa de mi madre menos sospechara, nunca en mi vida he llevado una chica, todo el tiempo que Salí con mi anterior pareja fue un tremendo dolor de cabeza, huir y esconderme aun y cuando llevo viviendo por mi cuenta años…
- Bien… procurare no decir nada indebido, ¿cómo nos conocimos?
- Dejare que seas una buena actriz Arantza… hemos llegado.
La mansión Biavane se abría imponente ante los ojos de la pelinegra, la inmensa construcción era impresionante, el portón se abrió tan solo llegar a él y Dilan entro como sin nada, estaciono el sedan enfrente de la puerta principal y se bajo primero para después ayudar a la pelinegra que portaba un bonito vestido Chanel a la rodilla zapatillas plateadas y el cabello suelto por debajo del hombro peinado pulcramente, su maquillaje sencillo y discreto.
Al subir las escaleras principales Margaret Biavane les esperaba ya en la puerta, lucia preciosa, como siempre, llevaba un conjunto en color terracota que opacaba los cabellos castaños y los ojos miel de la mujer, pero aun así con su maquillaje discreto y sus costosas joyas adornándole el cuello, las orejas y las manos, se veía simplemente hermosa.
- ¿Dilan que le hiciste a tu hermoso cabello? ¿y eso aros? Dios sabe que no te crie para que fueras un vándalo!!!
- Hola mama.- decía el ex castaño mientras besaba en ambas mejillas a su madre.- también te extrañe.
- Dilan Biavane vas a matar a tu madre un día de estos.
- Espero que eso no ocurra jamás, créeme el mundo colapsaría si perdiéramos a Margaret Biavane.
- Deja de jugar y mejor preséntame a la linda chica que viene contigo.
- ¿Por qué no pasamos? Entonces te presentare a mi chica.
- ¡Oh! Pero si soy desconsiderada, pasen, pasen, Greta preparo tus galletas favoritas Dilan e hizo te de pétalos de rosa.
- Perfecto entonces entremos.- dijo ofreciéndoles a las mujeres ambos brazos para entrar con ellas a la estancia.
***
- Así que Arantza, ¿cómo se conocieron mi pequeño y tú?
- Mama…
- Deja que me cuente Dilan.
- Am… si, nos topamos en am… roma y fue una buena casualidad, ambos resultamos ser amigos de Maximilian, nos presento hace casi 5 meses, salimos ocasionalmente y después nos dimos cuenta en una noche mientras veíamos las estrellas que éramos el uno para el otro…
- Owww , tu no me hubieras contado ni pizca de eso Dilan.
- Mama ¿es tan necesario?
- Claro que si, la llevaste al extranjero en vez de llevarme a mí, es obvio que quiero conocer a la mujer con la que tengo que compartir a mi hombrecito.
- Mama… te recuerdo que ya estoy bastante grandecito y que,…
- Dilan Biavane mientras viva sigues siendo un niño para mí, no me importa cuántos años tengas.
Arantza de repente soltó todo lo que se había aguantado, soltó una carcajada por demás exagerada causando un par de ojos curiosos puestos en ella, uniéndosele de repente en risas.
- Mama ¿por qué no pasamos a la cena?
- Dilan pero si apenas son las 6.
- Si… pero tienes que entender que deje mis compromisos tirados por darte gusto.
- Quédense un poco más solo hasta que sean las 8 y sea hora de la cena.
- Madre…
- Porque no llevas a Arantza a conocer los alrededores, se sientan en los jardines traseros a ver las estrellas o no lo sé…
- Si Dilan, llévame a conocer la casa, vamos, tu madre quiere que nos quedemos un poco más, el trabajo puede esperar un poco…
- Bien, ustedes ganan, pero que sirvan la cena a las 7:30, tengo una cita con uno de los inversionistas más importantes de la compañía y si pierdo la inversión que esta ha punto de hacer por la empresa, voy a enojarme contigo de por vida madre.
- Está bien cariño, Es un trato, vallan a pasearse por la casa.
***
- Así que esta era mi habitación.
- ¡¡Valla es una planta completa!!!
- No seas exagerada, que tenga mi jacuzzi privado y biblioteca aquí no hace que sea una planta de la casa.
- Oh, sí que lo es niño pijo.
- ¿Te gusta?
- Es tan grande, de seguro eras feliz entre estas paredes…
- No, me la pase bastante solo, tu sabes tutores de clases, mi madre siempre fuera y mi padre en la oficina, Max era mi único amigo entre estas paredes, hasta que me arte, y cuando entre a la universidad empecé a independizarme, hasta que les dije que había encontrado un departamento precioso en una zona exclusiva por un precio casi ridículo, mis padres se opusieron como un mes, después de ello, mercedes llamo a la agencia inmobiliaria y nos dieron la propiedad, mi madre no me hablo por semanas.
- Debió haber sido duro, después de todo eres su único hijo.
- Supongo que sí, pero no pasaba tiempo conmigo, nunca supo con quien salía o con quien me veía o si estaba o no en casa, mis salidas a antros y bares o el simple hecho de llegar borracho a casa para ella nunca fue un problema porque nunca lo supo.
- Valla, lo siento Dilan…
- No deberías, esa fue mi vida y es muy diferente a como es ahora…
- Hablas de los peligros y…
- No, hablo en todo sentido, a pesar de que nunca quise la empresa de mi padre. Hacerme cargo de ella no es tan malo… en cuanto a lo otro, mientras no meta la pata, todo estará bien.
***
- Señora Biavane la cena estuvo exquisita, gracias por invitarme.
- ¡Oh! El placer ha sido todo mío, me alegra que por fin mi hijo trajera a una de sus conquistas, espero que regresen pronto, si no, la cena por el evento de caridad es muy importante así que tienen que asistir.
- Claro mama no te decepcionaremos, aquí estaremos.- decía Dilan mientras abrazaba a la mujer y le besaba en la frente.- te amo mamá.
***
- Eso no fue tan malo Dilan.
- Es extraño…
- ¿Por qué lo dices?
- No lo sé algo no me agrada, supongo que lo descubriremos en la cena de caridad.
- Ahora, debo aparcar en el siguiente Mc Donald’s Agh… él quería que le llevara de cenar.
- “él”????
- Si mi vecino a veces es un fastidio, pero se la pasa la mayor parte del tiempo en mi casa o yo visito la suya, quería que hoy tuviéramos tarde de chicos.
- ¿Ósea que él es tu nueva pareja?
- ¿Qué? Dios no iug!!! El no es para nada mi tipo.
- Si tú lo dices…
- Si!!! Ni siquiera lo dudes, sería como salir con migo mismo técnicamente aunque con menos dinero y am… con otra carrera…
- Bien aclarado el punto, vallamos a ese Mc Donald’s.
- Si pero…. Tú te quedas ahí bonita, esperando un taxi…
- ¿Qué? ¿Por qué?
- Bueno… no te quiero en mi casa.
- Pff… como sea, ya rogaras por mi presencia en tu vida Biavane.
- Sigue soñando muñeca… aun no eres mi tipo y nunca lo serás.
Dilan estaciono en el siguiente Mc Donald’s, compro las hamburguesas para el pelirrojo y una extra para la pelinegra, luego espero hasta que un taxi recogió a la chica y asegurándose de estar seguro, entro en su coche, activo todas las contramedidas para no ser rastreado a partir de entonces y condujo a alta velocidad rumbo a la casa de Alex para por fin, por primera vez en el día poder relajarse.