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THE LIE IS NOT OVER por Daydream duet

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Notas del capitulo:

Hola, hola, por fin es viernes y lo se! me tarde en actualizar, pero tuve una tarde agitada y apenas tuve tiempo de darle la revision final al capitulo, en fin, sin mas les dejo leer 

 

Ai-Chan

Poseidón caminaba incesante en la habitación la poca luz y solo los puntos rojos en el monitor, veía con cautela, mientras el jefe ejecutaba una serie de comandos en el ordenador

-          Esta es la siguiente misión…

-          Si vas a ayudar? O solo te vas a quedar parado ahí donde estas?

-          Bien,  que tengo que hacer?

 

***

La línea roja sonaba una y otra vez, la casa blanca estaba en completo movimiento, los teléfonos no daban tregua y franco ya no sabía que haber, apoyado en su escritorio estirando sus grises cabellos, levanto la vista para ver a Mason en la puerta de la oficina oval

-          Ahora qué demonios ocurre

-          Lo sobrias de contestar el teléfono

-          Es que a caso la nación se entero que Archer fue removido de su puesto

-          Qué? Demonios no Franco, que has hecho toda la mañana mientras tu personal, el FBI, LA CIA y el Pentágono llamaban a tu oficina

-          Simplemente e ignorado el teléfono

-          Hoy voy a hablarte como Archer, pero enserio te estás portando como un imbécil, por dudar de él, ahora toda la nación esta de cabeza y no sabemos qué hacer

-          Qué?

-          Podrías comenzar contestando tu maldito teléfono Franco!!!

-          Resúmeme Mason para eso estas

-          Con un Demonio Franco, bien por si te parece poco, anoche tuvimos ataques a varios edificios de gobierno, asaltaron uno de los edificios de Wall-Street  y justo ahora sufrimos un ataque cibernético, nuestro proyecto de la NASA se va a ir por un tubo si no hacemos nada, el cohete despego pero me temo que perdimos contacto, si algo sale mal, perderemos a dos de nuestros mejores astronautas

-          Como demonios, no había sido yo avisado?

-          LO HAS ESTADO IGNORANDO SEÑOR PRESIDENTE!!! La línea roja a sonado todo el día y has desviado las llamadas, así que, Dime qué hacer

-          Dile al FBI que se encargue del banco, si actuamos contra terroristas los miembros del SWAT Lidiaran con ellos, en cuanto a la NASA, llama a Biavane

***

Otro evento social, otro evento al que no podía faltar; después de haber tratado de lidiar con los sistemas de seguridad de la Nación, sin resultado alguno, agotado como estaba, se dirigió a la dichosa fiesta

Ingresó al elegante salón con Arantza a su lado, ella en un precioso vestido plateado brillante largo que resaltaba su hermosa figura, Dilan llevaba un traje Chanel de lo mejor de la última colección y Margarethe a su otro lado siendo como siempre la mejor vestida entre las damas de su edad.

Dilan no quería estar ahí, por sorprendente que sonara era la primera vez que no se quería ver envuelto en una fiesta de alta sociedad, pero la constante insistencia de su madre no le dejó más opción teniendo que arrastrar a la morena con él, aunque esta no parecía tan fastidiada como él. Leo seguro que se encontraría ahí y lo menos que quería era verle, o quizás eso era lo que más quería y por eso debía evitarlo; Max tenía mucha suerte él podía zafarse de esos eventos con una simple excusa y nadie le decía nada ni tendría ningún problema.

Entraron robando la mirada de los presentes y la atención de los periodistas que no paraban de sacar fotos, juntos y por separado de ellos, Arantza se sentía cómoda, Maggy lo gozaba y Dilan. Dilan hacia su mejor esfuerzo por sonreír y ser encantador cuando lo que realmente quería era poner cara de perro y vestirse con un aura de no se me acerquen aun así su madre le había dirigido una mirada de advertencia por lo que siguió sonriendo hasta que pudieron situarse en una mesa del gran salón.

Saludo cordialmente a los conocidos que se encontraba y sonreía amable con aquellos que le presentaban, una fiesta tan grande y a la vista ni uno solo de sus amigos, tal vez si hubiese estado alguien ahí el no se la pasaría tan mal, Diviso a Leo un par de veces pero pareció no haberle visto en ningún momento, siempre rodeado de gente, de chicas, comportándose como un adonis, le resultaba tan frustrante ro se repetía a si mismo como un mantra que eso a él ya no debía importarle.

Bailó un par de canciones con Arantza antes de su madre la secuestrara por lo que llamaba “asunto de chicas” después de eso la noche no podía ser más aburrida, busco una mesa lo más alejada del centro, un sitio un poco más tranquilo en el que podía hundirse en su amargura sin problema y ahí se dedico a beber con única compañía de la música y del mesero que llenaba su copa una y otra vez.

Y con unas cuantas (muchas) copas encima y ni así podía relajarse o divertirse siquiera un poco… que había pasado que a la fiesta no había acudido uno solo de sus amigos, ya como estaba se hubiera conformado con el irritante de Herry Wallas ese que siempre había estado compitiendo con el desde la secundaria pero no, en el lugar solo gente aburrida y  más gente aun más aburrida. Hacia un buen rato que no veía al pelinegro, probablemente se hubiera ido para entonces y Arantza, la única con la que quizás podría pasar más amena la velada estaba siendo hostigada por su madre que no paraba de presumirla ante sus amigas y conocidos en el lugar.

Tomo de un solo trago el liquido restante en su copa y con una seña indico al mesero que rápidamente se acercó a llenarla de nuevo, ni siquiera la probó, recargo su codo en la mesa y recargo su cabeza en la mano del mismo brazo, mientras observaba aburrido todo el salón.

-Parece que te aburres.

-Bastante…¿Cómo te libraste de mi madre?

-He dicho que tenía que ir al tocador. – Arantza se sentó a su lado mientras daba un sutil masaje a los hombros del peli plata.

-Lo siento, realmente deberían pagarte extra por este tipo de cosas.

-je, No te preocupes, de hecho me he divertido.

-Yo no.

-¿Quieres irte?

-Estoy ebrio y aun así me aburro como ostra, ¿tú qué crees?

-Bueno si quieres puedes adelantarte…

-Mi madre me matara si hago eso, parece estar pasándolo bien, no quiero arruinarle la noche.

-Yo te cubriré, tranquilo, me quedare con Maggy y la llevare a casa cuando esto termine.

-¿Harías eso?

-Claro, después de todo soy tu heroína personal.

-Te debo una entonces.

 Después de aquella conversación con la morena Dilan espero el momento indicado para escapar de la fiesta desapercibido… Estaba muy ebrio como para conducir y no podía dejar a su madre sin chofer, por lo que decidió simplemente caminar un rato por las calles, después buscaría un taxi o llamaría a Alex para que le recogiera.

Pensaba y no pensaba al mismo tiempo llegó a una pequeña plaza y decidió atravesarla al menos hasta que una mano aferró la suya y le impidió continuar. Confundido se giró para saber de quién se trataba y sus ojos se abrieron grandes de sorpresa al notar de quien se trataba.

-Le…Leonardo.

-Dilan.

-¿Qué haces aquí? – La borrachera que se hacia presente le daba problemas para articular las palabras con claridad.

-Te he seguido todo el tiempo.

-¿Eh? No entiendo.

-No es necesario que lo hagas… - Leo acorto la distancia entre ellos hasta dejar sus cuerpos separados apenas por 2 centímetros. – No soporto la distancia entre nosotros.

-Yo, debería irme.- El peli plata hizo amago de alejarse pero el pelinegro se lo impidió cerrando por completo la distancia entre ellos y sin previo aviso besándole sin más.

Dilan se separó por falta de aire, no porque el beso hubiera durado demasiado sino porque esa era la sensación que provocaba el pelinegro en él. –Esto no está bien.- pero el pelinegro volvió a besarle. – Esto… Arantza. – y un nuevo beso que no le dejo continuar y que se extendió aun más que los otros. –Estoy demasiado ebrio. – Pero eso poco le importaba a Leo que le volvió a besar disfrutando el sabor a vino tinto que dominaba la boca del ojimiel. –Se me acabaron las excusas.

-Bendito Dios. – Y volvió a juntar sus labios, esta vez sin ningún rastro de resistencia en el peli plata que paso sus manos por el cuello del alto, acto que le dio impulso a Leo para profundizar aun más el beso, por  minutos no se escucho más que el sonido de sus respiraciones agitadas y sus lenguas y labios al chocar, no existía nada mas a su alrededor, la ciudad había desaparecido con su ruido interminable y solo existían ellos dos, en aquel momento, en ese exquisito beso y apasionantes caricias.

***

Dilan había perdido la noción de lo que pasaba, en un momento besaba a Leo en la plaza y al siguiente iban manoseándose en el auto del ojiazul, conocía el camino, se dirigían al departamento del mayor, Dilan no dijo nada, cualquier gramo de resistencia en su cuerpo estaba siendo anulado por la excitación y el alcohol.

Nada mas aparcar el auto subieron por las escaleras, demasiados pisos pero eso poco les importaba, el morreo era intenso y morboso y cada descanso les servía para aumentar su deseo, cuando por fin entraron en la casa del pelinegro, fue como haber ingresado a otra dimensión, por fin solos, con completa privacidad, libres de hacer y deshacer como quisieran, y así lo hicieron no fueron necesarios ni 5 minutos y ellos se encontraban completamente desnudos y sobre la cama, las manos de Leo recorrían urgidas la piel del peli plata; Dilan jadeaba y gemía sin reparos mientras cada sonido aumentaba la excitación del pelinegro.

Un dedo, dos y tres, que trabajaron con demasiada rapidez, besos húmedos, fogosos, demandantes y la testosterona al mil, Leo llevo su mano a su miembro para dirigirlo a la entrada del ex castaño, comenzó a introducirse con cuidado, pero ninguno quería esperar, fue Dilan quien tomo la iniciativa y se empalo completo en una sola estocada que provoco un gemido ronco en el mayor y un jadeo de verdadero placer en él mismo, el tiempo se hacía lento y sus movimientos cada vez mas rápidos, Dilan arañaba la espalda del ojiazul sin reparos mientras este le lamia, mordía y chupaba uno de sus pezones ya por demás erectos.

Una súplica del menor y las estocadas se volvieron más profundas y certeras, dando de lleno en el punto de placer del peli plata, sus cuerpos se encontraban perlados por el sudor, la temperatura había alcanzado el máximo, Leo jadeaba cada poco tiempo, Dilan aferraba las sabanas con fuerza hasta el punto que sus nudillos se tornaron blancos, estaba por alcanzar el clímax, lo sabía, una corriente eléctrica recorría su columna y un vórtice surgía en su vientre.

-Leo… voy, voy a correrme.

-Yo también.

Leo llevó una de sus manos al miembro del ojimiel para masturbarlo con velocidad, las sensaciones estaban siendo demasiado para Dilan, un minuto después estaba corriéndose en la mano del pelinegro, arqueo la espalda y dejo escapar un fuerte gemido, eso llevó al ojiazul a la cumbre de la excitación y se corrió un par de embestidas después en el interior del peli plata.

El orgasmo les había dejado agotados, Leonardo permaneció unos minutos recostado sobre el cuerpo de Dilan mientras ambos recuperaban la normalidad de su respiración, cuando aquello sucedió Leo salió cuidadosamente del interior del peli plata y se tumbo a su lado con las manos bajo su cabeza y mirando al techo, no habían palabras, el azabache giro su cabeza para observar al ojimiel y se sorprendió al notar que este lo observaba, sin meditarlo una sonrisa se apodero de sus labios y cuando esta fue correspondida, extendió su brazo indicándole al castaño que se acorrucara en el, como siempre pasaba después de una buena sesión de sexo entre ellos, como siempre fue y como hace tiempo anhelaba que fuera.

Dilan no se resistió ni objeto, deseaba aquello, la borrachera se le había pasado hace mucho pero siempre podía culpar al alcohol al día siguiente, se recorrió hasta quedar  acomodado con medio cuerpo sobre el pelinegro, su cabeza recostada en su firme pecho, su brazo rodeando los perfectos abdominales y una pierna entre las ajenas.

Seguían sin pronunciar palabra, no era necesario, ambos sabían que una sola frase podría arruinar el momento y ninguno de los dos estaba dispuesto a arriesgarse a ello, se quedaron así, mirándose a los ojos, viendo a través del alma del otro y comprobando aquello que sabían de ante mano, se seguían amando, como en el inicio, como siempre o quizás lo más seguro fuera que incluso más, porque le tiempo separados solo les llevaba a desearse más y esa inútil resistencia que intentaban profesar solo les llevaba a mas ansiedad, ansiedad por el otro, por encuentros como aquel.

Pero era inútil solo dejarse llevar por la belleza de aquel momento, ambos estaban consientes que al llegar el día siguiente todo tenía que volver a su lugar, las miradas a ser de hielo, las sonrisas a ser sarcásticas, el deseo a ser  encerrado y a estar separados. Durmieron abrazados, amándose aún en sueños y deseando que la noche durara un poco más.

***

El sol se encontraba en su punto más alto, Dilan se tallo los ojos perezoso, se giro y observo el cuerpo a su lado, Leonardo, repentinamente su cabeza se lleno de todos los recuerdos de la noche anterior, cada detalle bailaba en su memoria y le hizo esbozar una sonrisa, con cuidado de no despertar al pelinegro, salió de la cama y se dirigió al baño, conocía tan bien aquel departamento que podía recorrerlo con los ojos cerrados, después de una ducha en tiempo record, salió del baño con solo una toalla rodeándole la cintura, paso por la cocina y encendió la cafetera, mientras el café se preparaba recorrió la estancia en busca de su ropa, se vistió tranquilamente y se dio el tiempo de doblar la de Leo y dejarla sobre el sofá.

Leo se despertó sintiéndose feliz, pero su sonrisa se esfumo cuando extendió su brazo y encontró su cama bacía, de verdad ansiaba poder despertar junto al peli plata una vez más, en un estado de emoción indescifrable entre felicidad por los recuerdos y decepción por la realidad se metió en la ducha, 15 minutos después buscaba su ropa y se cambiaba, al salir d ela habitación lo invadió el olor a café, se dirigió a la cocina y encontró al ojimiel sentado en la cocina y un desayuno sencillo de tostadas, huevo, y café en la mesa.

-Dios... creí que te habías ido.

-Ya ves que no.

-Es para mí?

-que acaso alguna vez me has visto comer tanto a mi solo?

-Amm…

-No me contestes y siéntate, ya pasa de medio día es necesario comer algo.

-Gracias.

-¿por qué?

-por cada momento.

-Dios no te pongas cursi quieres.

Comieron despacio, disfrutaron del café y mientras Dilan recogía la mesa Leo lavo los platos, cuando la cocina quedó como la había encontrado el peli plata ambos se dirigieron a la estancia.

-Adiós Leo.

-¿Qué? ¿Te vas?

-Si, Arantza debe estar preocupada y mi madre hecha una furia. – La mención del nombre de la pelinegra causo una mueca en el pelinegro.

-Pero…

-Nada Leo, esto ha sido lo que fue, solo sexo no más. – Mentía – Fue excelente lo de anoche pero ahí queda, solo algo de sexo casual.

-mientes.

- Quizás pero eso no lo sabrás.

Leo se quedo parado, observando como el ojimiel salía por la puerta sin mirar atrás ni una sola vez, soltó un suspiro resignado y volvió a su habitación a dormir un  poco más.

***

Dos días, dos días sin Leonardo Archer y Estado Unidos se caía a pedazos, habían recibido mas notas de terroristas  que en las pasadas 15 administraciones y todas en un día, Franco  estaba molesto, tendría que admitir que estaba cometiendo un error mas y eso le exasperaba.

-          Señor que hacemos?

-          Hablaste con Biavane?

-          Si, no han podido hacer nada, el FBI y la CIA están trabajando en esto, pero si no nos damos prisa… usted lo sabe, solo Archer sabia como tratar todo esto… y…

-          Llámalo

-          Que?

-          No me escuchaste? Que lo llames te he dicho, me canse

-          A quien señor, Dilan ha tenido bastante y esta…

-          No me hagas decirlo Mason…

-          Señor???

-          A Archer, llama a ARCHER, lo quiero aquí en la oficina, en el primer vuelo o envía el helicóptero pero lo quiero aquí, ya!!!

-          Como ordene señor

***

Leo dormía plácidamente, mientras a lo lejos escuchaba el sonido del celular, ignorándolo, una y otra vez, hasta que no pudo mas con el ruido e irritado se levanto para buscar en los bolsillos del saco que portaba el día anterior…

-          QUE??? SEAN QUIEN SEA, NO ESTOY EN SERVICIO Y…

-          Leo…

-          Oh, por el amor de dios, dos días Mason, he dejado de pertenecer a esa basura dos días, para que me llamas?

-          Leo, te necesitan

-          Quién demonios podría necesitarme ahora?

-          Estados Unidos

-          Por mi Estados Unidos puede irse a la Mierda!

-          Créeme, es lo que ocurre justo ahora, Franco te quiere en la Oficina, ya

-          Puedes decirle que se valla mucho a….

-          Leo, sabes que esto no nos conviene, a demás regresas al juego, las elecciones son la siguiente semana, estamos donde queríamos, así que por todo lo más sagrado, arréglate, enviare el helicóptero por ti

-          Bien, Frank y Lilian entran en la ecuación?

-          Si

-          bien, daré orden al encargado ara que el helipuerto esté listo

Leo colgó la llamada, se dirigió a su closet y saco uno de sus trajes favoritos, una ocasión especial, ameritaba una prenda especial, mientras sentía la suavidad del traje, alguien abrió la puerta del dormitorio a su espalda…

-          Señor…

-          Pasa Lilian, que tal tus vacaciones?

-          Bien… pero supongo que no tanto como las suyas…- dijo dirigiéndose al pelinegro mientras veía el revoltijo de sabanas

-          Así que te llamo Mason…

-          No… solo vine de visita, sucede algo?

-          Pues tu visita es más que oportuna, llama a Frank, vamos a la casa blanca el helicóptero tardara una hora, mas o menos en llegar, regresamos a la jugada Lilian

-          Valla… eso fue rápido…

-          Hicieron algo, mientras no estaba?

-          Usted sabe que no podíamos movernos directamente y aprovechamos que hubo un problema de seguridad en todos los sistemas de la Nación, bancos paralizados, tiendas de autoservicio siendo robadas… no ha visto las noticias?

-          Me temo que no, me la he pasado de fiesta lo olvidas? A demás con el desliz de Dilan… pude localizarlo y bueno anoche pude volver a verlo

-          Interesante…

-          Así es… Bien, voy a cambiarme, avisa al dueño del edificio que necesitamos el helipuerto listo y llama a Frank

-          Sí señor, estoy en ello

-          Bien, muero por ver la cara de Franco al restituirme, voy a reír ampliamente, Lilian….

***

Posesión dejo su tarea a medio camino cuando la puerta del lugar se abrió repentinamente, en tan solo unos segundos había llevado su mano al arma que antes descansaba sobre la mesa y la apuntaba al inesperado invitado.

- Que buen recibimiento?... Vas a bajar eso o quieres dispararle también?

- Oh lo siento...- se apresuro a decir al notar que había mantenido el ama apuntando a la cabeza de su jefe por mas del tiempo justificable. - no esperaba que estuvieras aquí.

- NO tengo que reportate cada vez que este en mi propia oficina... Y que mierda haces vestido así?

- bien venia de hacer un poco de trabajo de campo, quería ver de primera mano los resultados de nuestro ultimo proyecto- poseidon comenzó a retomar su tarea terminando de quitarse el chaleco del FBI y el resto del uniforme.

- y bien? Ha salido como fue planeado?

- con unas pequeñas derivadas pero ha resultado bien.

- Excelente.- el jefe se había dejado caer en una de las sillas mientras observaba atento a cada uno de los monitores, había tenido un día largo y agitado.

- pero...- Poseidón espero hasta que el hombre volteara a verle antes de continuar. - aun no logro entender, porque todo esto? Creí que lo menos que querías era hacerle saber al gobierno de nuestra existencia.

- los planes cambian.

- Espero que tus planes salgan como esperas.

- Y así será, la guerra es un arte.

- No veo como te beneficia quedar al descubierto, expuesto y en la mira.

- expuesto jamás, estando en la mira podemos dirigirla a donde queramos y tengo un muy buen objetivo para ello, además nos aseguramos de que no dejar evidencia, ni firma de que fuimos nosotros... Porque fue así, verdad?

Poseidón asintió sintiéndose aun no muy convencido con la idea de su jefe pero respetándola igualmente.

***

Franco perdía la cabeza con cada minuto transcurrido, después de la petición del regreso de Leonardo, no pudo evadir mas su trabajo y se dedico a atender cada asunto que mantenía la linea roja activa.

-contacta a Biavane.

- Señor?

- Ponlo ahora mismo en la pantalla, necesito hablar con el.

- Si señor.

Después de 15 minutos Franco tenia a Dilan conectado en una videoconferencia directa con é.

-Señor presidente.

- Dejemos las formalidades Biavane, explicarme porque aun no tengo resultados y sobre todo como fue siquiera posible que nos Hackearan?

- Con todo respeto señor agradecería que moderara su tono, le recuerdo que aunque estoy a su servicio no soy uno de sus empleados, además mis sistemas se vendieron como los mejores, mis ingenieros están buscando el problema y están cada vez mas seguros que no fue de nuestro programa, si su personal no es de confianza no tiene porque culparnos, y no se preocupe, ya buscamos a su rata, pero no podemos hacer milagros y por des fortunio su Hacker es el mejor que he visto nunca, que incluso la empresa hubiera visto nunca.

Franco se había tensado ante el comentario del personal de confianza, se encontraba demasiado susceptible con el tema sin contar que la actitud del peliplata le había dejado sin palabras, conocía a los Biavane desde hacia mucho y prácticamente había visto crecer a Dilan, siempre amable, cordial y atento.

-Lo siento Dilan ha sido un día estresante.

- No solo para usted señor.

- Lo se es solo....

- Le entiendo no se preocupe, pero Si me permite señor le aconsejaría que se relajara y pensara en frío, después de todo usted es el pilar de la nación.

- Gracias Dilan...- Franco estaba por agregar algo más cuando la puerta se abrió dejando ver a Archer y a sus secretarios, el primero con una expresión de fastidioso triunfo que ya esperaba. - Biavane dejare ese asunto en tus manos, mis mejores astronautas y el nuevo programa de la NASA, dependen de ti.

- Hasta luego señor.

La videollamada se desconecto y Franco tuvo más que levantarse de su asiento para encarar a Leonardo.

 

 

Notas finales:

Que opinan? muy pronto? bueno es que la nacion sin Leo se caeria ya lo han visto,  y que tal nuestro Dilan? ha cometido un terrible error... n_ñ 

y bueno ya saben si tienen quejas dejen un review, reclamos, review, amor(?), review y asi sucesivamente.

les dejo todo mi amor en besos y abrazos esponjosos y nos leemos el siguiente Viernes n_n

 

Ai-Chan


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