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THE LIE IS NOT OVER por Daydream duet

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Notas del capitulo:

Hola, hola, pues bueno, nos taradamos bastante porque no podiamos decidir si dejabamos un capitulo o dos... al final si son dos, asi que les dejo leer, y nos leemos en las notas finales...

 

Ai-Chan

Despertó con un profundo dolor de cabeza, se sentía desconcertado y desorientado, Dilan trató de incorporarse de manera desesperada pero a medio camino una punzada de dolor lo regreso estrepitosamente al suelo, tentó su nuca con la mano izquierda pero termino por retirarla casi al instante debido al escozor ardiente que recorrió su cabeza ante el contacto.

Su mano había quedado llena de un material viscoso, intento ver a través de la oscuridad, se encontraba en una especie de sótano, o eso creía, sin querer comprobar que la pringosa sustancia en su mano era sangre simplemente la restregó contra su pantalón hasta deshacerse de la sensación, sabía y quería moverse y descubrir exactamente que pasaba y dónde estaba pero un fuerte cansancio lo abrazaba y al intentar pararse también había descubierto que sus extremidades inferiores no respondían de la mejor manera, entre el dolor y el cansancio poco a poco fue sumergiéndose en la inconciencia.

 

***

El vuelo de Alexander transcurrió sin contratiempos, esta vez había viajado de la manera más cómoda, durmió la mitad del vuelo y el resto se había sumergido en su computadora, manejando desde la distancia las operaciones que había iniciado en Moscú, porque además de haber ido a buscar el hermoso paquete que le acompañaba también había aprovechado para iniciar su revancha, Porqué había sido ahí donde su historia comenzó y sería ahí donde terminaría.

Cuándo el avión aterrizo y Alexander se encontraba ya en suelo americano, sonrió al sentirse de regreso en casa, por que después de todo aquel país de había convertido ya en su hogar.

Observó el brillante paquete entre sus manos y camino buscando con la vista entre la gente a una cabellera peli plata, algo en su cabeza le advirtió que algo andaba mal y aquel mal presentimiento se confirmó cuando por mas que buscó no encontró a Dilan entre la gente.

Sabiendo que aquello solo significaba una cosa, se giro precipitadamente hasta toparse de frente con Carlo, quien por ordenes de Biavane le había seguido para custodiar el paquete, Carlo le miró con desconcierto y sin tiempo para explicarle nada simplemente estampo el paquete contra el pecho del alto quien con torpeza a penas pudo sostenerlo antes de que callera al suelo.

-Lleva el paquete a salvo a la dirección acordada, mantenlo a salvo así cueste tu vida, entiendes?

Y Carlo solo pudo asentir antes de que el pelirrojo saliera disparado hacia la salida, sin saber exactamente que pasaba pero teniendo entre sus ordenes cuidar del ojiverde, hizo señas a sus hombres y tomando con aprensión el paquete siguieron lo mas rápido posible a Alexander pero al llegar a la salida solo pudieron observar como el chico se subía en la camioneta dispuesta para todo el equipo y arrancando lo mas rápido posible.

En su cabeza Alex procesaba cientos de informaciones y tejía mil planes mientras llamaba una y otra vez a diferentes destinos.

***

 

Leo seguía atascado en la casa blanca, después de su romántica huida para encontrarse con Dilan y después de tomarse un día extra tomando 6 horas solo para descansar y el resto para fungir como Racher, arreglando detalles y ultimando detalles con su hermano, había retornado a Washington de manera rápida pero sin muchas ganas, al llegar, como siempre, franco se encontraba en un estado de histeria, gritando como loco en todas direcciones y en múltiples ocasiones estorbándose a si mismo, Tan solo entrar en su oficina Lilian le tendió una montaña de carpetas de diferentes colores, por eso amaba a esa mujer, la mitad de su trabajo en el gobierno era manejado por ella, en ese sentido no había mentido cuando dijo que la nación se desplomaba si esa mujer no estaba cerca.

El sistema de clasificación por colores que había establecido la pelirroja le hacía saber cuales documentos, propuestas y reportes debía revisar con detenimiento por el mismo, cuales solo debía firmar y enviar y cuales otros sin necesidad de ver debía rechazar o regresar.

Le sonrió con dulzura a la chica y Lilian se dirigió hacia la maquina de café dentro de la amplia habitación para prepararle a su jefe un poco de café.

-El señor presidente ha estado muy alterado estos días que usted se ha marchado.

-Franco siempre esta alterado Lilian.

-Cierto- Lilian sonrió concordando con el comentario. – Miller y Phil esperan que usted pueda calmarlo un poco, sus ordenes han estado contraponiendo esfuerzos.

-Me estoy enterando de eso.- Dijo mostrándole una de las carpetas. –no te preocupes, no he estado haciendo por completo el tonto mientras me iba, la nación tendrá una recuperación milagrosa.

Lilian sonrió cómplice mientras le extendía una taza de café al pelinegro y ella se quedaba con otra en sus manos, Leonardo Probó la bebida y se concedió relajarse con el exquisito aroma, por que después de todo alguna ventaja tenía que tener el manejar ambos lados del tablero.

Para aquel momento y después d haber hecho magia como todos en la casa blanca mencionaban el país había entrado en un estado mas relajado, el toque de queda había desaparecido en 5 estados y las revueltas y guerrillas habían disminuido, ciertamente las organizaciones de seguridad no habían podido hacerse con testigos o pruebas mas allá de los cadáveres que dejaban las revueltas pero eso poco importaba si ante los medios mundiales el país ya sufría una recuperación.

***

El escuadrón 6 ingresó en la oscura oficina, las cortinas se encontraban corridas evitando la entrada de la luz, al haber sido llamados habían entrado justo después de anunciarse.

-Y bien?

-Señor?

-El informe, lo quiero todo, cada detalle.

-Bien.- el tiburón le tendió una carpeta. – aquí esta todo.

- EXCELENTE, ahora cuéntamelo.

-De acuerdo, después de entregar el paquete al señor Popov, este se dedico a seguir a sus hijos y al chico Biavane, parecía reticente a creer nuestra información pero pareció creerlo cuando sus propios hombres le llevaron evidencia.

-En verdad Maximilian y Leonardo fueron tas estúpidos y descuidados?

-Así es señor.

-Prosigue.

-Sergevich visito la mansión Biavane días después, las disputas de los hermanos han causado desastres y alborotos, nuestra gente ha estado encargándose de que las bajas sean las menores posibles y las pandillas errantes están siendo reclutadas, El hijo menor volvió hace un par de días y se encontró con Biavane, después de eso Sergevich le ha dado alcance al chico y le ha secuestrado.

-Espero que sepan a donde.

-Así es señor, no hemos dejado de seguirles y mantenemos siempre un ojo sobre ellos.

-Aclararemos detalles mas tarde, continua.

-El mismo día ambos hermanos se reunieron y desde entonces las guerrillas han disminuido en numero e intensidad, Leonado se encuentra en Washington y Maximilian permanece en el estado.

-Todo ha salido como pensamos pero nos encontramos bastante retrasados, es hora de ponernos al corriente, despide a tus hombres a seguir con sus quehaceres y llama a cada líder de escuadrón.

El chico asintió, su escuadrón salió de la sala y el hombre estaba por seguirlos pero se detuvo en el marco de la puerta. –Señor?

-…

-Yo… solo me preguntaba por qué no esta aquí…-

-No es de tu incumbencia.- cortó la pregunta antes de que el hombre pudiera siquiera terminarla, sabía bien a quien se refería. –Donde esté no importa, preocúpate cuando no haya nadie para dirigir, ahora estoy yo, limítate a obedecer.

-sí, lo siento señor.

 

***

Sergevich entro en la mal oliente bodega, en el fondo entre cajas podía a penas distinguirse la silueta en el suelo del chico Biavane, se acercó a paso lento y quedó prado a su lado observando al muchacho, preguntándose que de él podía parecerle atractivo a su hijo, y al  recordar el tipo de relación que tenía con Leonardo se asqueó, escupió en dirección al cuerpo en el suelo, tomó un poco de vuelo y estampo su pie contra el costado del chico.

Dilan sintió el dolor expandirse por todo su costado, aquello le trajo de regreso a la realidad de manera casi inmediata, abrió los ojos de golpe mientras llevaba ambas manos a cubrir la parte afectada.

Desorientado rebusco entre la poca luz que se colaba a través de una ventana, y parado a unos pasos de él encontró a aquel hombre que tanto detestaba, Sergevich Popov le miraba con despreció, entonces el odio creciente en su interior pareció actuar como un milagroso anestésico por que repentinamente la cabeza había dejado de ser una molestia y su costado un reciente dolor.

Se incorporo de manera torpe, pero esta vez ningún dolor lo regresaría al suelo, no ante aquel hombre, y pese a que el hombre era por mucho más alto jamás permitiría que le mirara hacia abajo.

Sergevich sonrió ante la mirada desafiante del peliplata, y viéndolo en pie aprovechó para barrerle con la mirada, la ropa cara hecha un desperdicio entre sangre y mugre, el cabello teñido pareciendo un alborotado nido de pájaro allá donde la sangre había escurrido y secado, tintando las hebras de un color cobrizo oscuro.

-Tu mirada es demasiado para las condiciones en las que te encuentras.

-Y dígame señor Popov, a quien debo mis condiciones y por qué?

-A tu propia estupidez muchacho, nada más.

-eh?

-En verdad creíste que podrías salirte con la tuya?

-…

-Creíste que nadie notaria tu doble juego? Qué pretendías? Jugar en dos bandos?

-No entiendo de que me esta hablando.

Un golpe fuerte estampo contra el estomago del ojimiel obligándolo a doblarse por el impacto que le había dejado sin aliento. –Lo sabrás pronto.

Sergevich se giró comenzando a retirarse, pero después de unos pasos se detuvo, ordenando a un par de hombres hacerse con el menor.

Dilan sintió como era cargado por ambos brazos, quería resistirse y dar batalla pero sabia en el fondo que nada ganaría, lo mejor seria esperar, en su condición no podía hacer nada más.

***

 

-Señor???

-Pasa Frank, que sucede? Acaso te ha ido tan mal trabajando con mi querido hermanito?

-No, bueno si, pero hay algo.

-Algo? Algún problema… los chicos?

-Mas bien… oh no se como decirlo.

-Joder dilo de una vez.

-Es Dilan señor.

Dilan?

-Si, yo, bueno su hermano y yo nos preguntamos si se encontraba aquí en Washington con usted, por eso he venido de hecho.

-Dilan? Aquí conmigo, no. Le vi el día anterior a reunirme con ustedes, no ha venido conmigo, de hecho ni siquiera hemos hablado.

La expresión que hiso Frank ante el hecho de no haberse comunicado con Dilan le alertó pero fue el silencio y la dubitación de este lo que le confirmó que algo estaba mal. –Qué sucede Frank?

-No, es solo que no le hemos visto ni hemos podido contactar con el precisamente desde ese día.

-Largo de aquí Frank.

 

Frank había dudado un poco pero terminó por acatar la orden de su jefe y salir de la oficina, se quedo unos minutos recargado contra la perta y pudo escuchar después de unos momentos los gritos de su jefe. Dentro de la habitación en cuando se escucho el cerrojo de la puerta Leonardo había sacado el teléfono de enlace directo e irrasteable para contactar con Maximilian.

 

No hubo ue esperar mas allá de un timbre para que la línea conectara y pudiera escuchar la voz del rubio. –Archer por favor dime que Dilan se encuentra contigo.

-Frank acaba de preguntarme lo mismo, ya he dicho que no.

-No puedes decirme eso, sabes donde esta entonces?

-No, no he podido hablar con el desde que regrese de nueva york, el trabajo no me da tregua y el debe estar igualmente ocupado.

-pues si que debe estar demasiado ocupado porque no podemos localizarlo desde hace días.

-De que estas hablando Maximilian? Donde demonios perdiste ahora a Dilan?

-Yo lo perdí? Creí que habías dicho que tu responderías por su seguridad y protección? Además siento tu su querido amante no deberías de saerlo?

- Eso esta fuera de lugar ahora, dime que sucede, porque incluso Frank no fue capaz de hablar con claridad, ha vuelto a escaparse?

-No lo sé… A caso le hiciste algo para que quisiera desaparecer otra vez?

-No, mierda, no, estamos bien, yo… yo no he hecho nada.

-Entonces no lo sé Leonardo, No contesta en ningún medio y nadie sabe de él desde justamente ese día.

-Y los rastreadores?

-…

-No se te ocurrió intentar rastrearlo?

-Desde que con Dilan es algo inútil cada vez que quiere desaparecer no lo he intentado.

-pues inténtalo y encuéntralo, mientras yo no estoy él es expresamente tu responsabilidad, de lo contrario porque lo mantienes dentro del Millenium? No habrá sido alguno de tus matones que le hiciera algo?

-Imposible, además deja de pensar que Dilan es un inútil, sabe cuidarse solo.

-Por qué siempre pasa esto cada vez que se supone que tienes que proteger algo?

-disculpa? De que demonios hablas?

-Habló de todo Max, de todo, no puedes cuidar ni proteger nada, nunca pudiste, antes y ahora es igual… yo, Alex, Dilan, a mi me dejaste atrás, a Alex permitiste que le mandaran lejos, la ultima vez encontré a Dilan herido de bala cuando se supone tu debías cuidarle y ahora ni siquiera puedes saber donde esta.

-Callate de una maldita vez Leonardo, tu no sabes ni entiendes nada… alguna vez te has preocupado tu por alguien? Por que para estar criticándome no eres nadie calificado para juzgarme, a caso pudiste tu proteger a Lenna, te dije que para mantenerla segura había que mantener las distancias y sin embargo cruzaste líneas que llevaron a mi padre a odiar a la única madre que ambos conocimos, siempre fuiste solo un niño llorón, el consentido de papi, el que por ser quien es cree que lo puede todo y sin embargo no es capaz de nada, o si no, por que desapareció Dilan cuando se supone estaba a tu lado, justo ahora tu tampoco sabes donde esta y esta vez, discúlpame pero no es más que tu responsabilidad.

Después de aquellas cortantes palabras Maximilian había terminado la llamada, Leo había quedado estático en su lugar, aun con el teléfono pegado al oído, las palabras de Max eran todo menos herradas, quien era el para haber sacado de esa manera heridas del pasado? Estaba perfectamente consciente del daño e impacto que sus palabras provocaron en su hermano y Max tenía razón, el siempre se había protegido bajo el innegable favoritismo que profesaba su padre hacia él y todo el tiempo había sido consciente de la dureza y frialdad que educaba al rubio en comparación a él, cuándo le mando al ejercito con solo 10 años mientras el era entrenado en la comodidad de su hogar, y lo de Alex y Dilan no tenían lugar, quien con tan poca edad habría podido hacer más de lo que Max hiso por proteger al pelirrojo? Y Dilan era únicamente su responsabilidad, él mismo había jurado que le protegería con su vida y sin embargo mandaba a su hermano una vez más a hacerse responsable de algo que no le correspondía.

Las palabras no alcanzaban para describir la cantidad de emociones que atacaban al ojiazul en aquel momento. Había simplemente cruzado la línea.

 Con pesadez volvió a guardar el extraño celular en el cajón seguro de su escritorio y sabiendo que en lugar de preocuparse lo que debía de hacer era ocuparse, llamo a Lilian y a Frank para comenzar a poner manos al asunto.

***

 

Dilan había perdido la cuenta de los golpes que había recibido, después de ser sacado de aquel apestoso sótano, había sido amordazado y con el rostro cubierto transportado a un nuevo lugar, Cuando sus ojos volvieron a ver la luz se encontraba en una bodega bastante bien iluminada, limpia, completamente vacía.

Se encontraba atado a una silla, con sus manos amarradas atrás el respaldo de esta, su camisa estaba cubierta de sangre, sudor y mugre, un nuevo golpe impactó contra su cara, el dolor era tan constante que la adrenalina apenas le dejaba procesar la sensación, podía soportarlo, tendría qué… estaba seguro que después de salir de ahí, no podría mirarse en un espejo por bastante tiempo… si es que salía.

Esa idea le produjo un esbozo de sonrisa a penas perceptible ante la hinchazón de todo su rostro pero que no paso desapercibido para su captor.

-Algo te causa risa muchacho?

-Nada más allá de ti.

-Tienes agallas para tu posición.

Dilan estaba por decir algo más cuando Sergevich apareció en su campo de visión.

-ha cooperado?

-Es un insolente pero no ha dicho nada.

-Como si hubieran preguntado algo?

-Vamos muchacho no es necesario preguntar, has estado jugando y manipulando a mis hijos, no vengas a hacerte el inocente conmigo.

-Vuelo a decírselo no se de que me habla.

- Y pensar que tu padre si fue un hombre fiel… es una pena que muriera tan repentinamente.

La cara de Dilan se contrajo por la sorpresa y la incredulidad, por primera vez desde que había sido capturado sus ojos reflejaron algo más que rebeldía e indiferencia. –No… no me diga que usted…

-Oh, no, claro que no, Federigo era un buen hombre, no tuve nada que ver pero quizás la hermosa Margaret reciba una nueva visita, después de todo debe sentirse bastante sola.

-Ni siquiera pienses en acercarte a mi madre.- Por primera vez Dilan intentó pelear contra las correas que le ataban mientras la ira desafiaba al mayor.

Un puñetazo impacto contra su estomago y el solo pudo sufrirlo en silencio. –Bien, bien, si quieres abogar por la seguridad de tu mami será mejor que confieses de una buena vez que pretendías jugando en dos bandos?

-Yo no…

-A no? Quieres que crea que te acercaste tanto a ambos por casualidad, vamos de Maximilian lo entiendo, es estúpido y se crió en tu casa pero a Leonardo, debiste de haber jugado muy sucio para seducirle... Porqué sabes que son hermanos verdad?

-…

-Valla, lo sabes, tu expresión te delata, ahora no tengo dudas, dime de que va tu juego.

-El león cree que todos son a su condición. Si crees que yo juego no es por otra cosa que el hecho que haces lo mismo.

Sergevich perdió su paciencia y fue el mismo quien estrelló su puño contra la mandíbula del peliplata para después pescarle por el cabello y jalarlo hasta dejar los ojos de Dilan a la altura de su mirada. –Tu no arruinaras nada, conseguiré lo que quiero y serán mis propios hijos quienes te despidan de este mundo.

La mirada fría, la sonrisa tétrica y la repentina aura de superioridad que desprendía el menor hicieron retroceder un paso a Sergevich, nunca en todos sus años había visto algo así, era la mirada y la expresión del ojimiel la que siempre había deseado ver en Leonardo… la que siempre quiso para él, una mirada que congela y aminora a quien la presencia.

-Puedes intentarlo, si es que crees que funcionaría.

Después de aquello Sergevich había abandonado la sala llevándose a todos sus hombres con él, Dilan había actuado casi por instinto pero cuando la excitación del momento bajó se dio cuenta de su gran error, no solo era él, su madre… Magy estaba también en peligro y él idiotamente había olvidado aquel hecho para desafiar a aquel inescrupuloso hombre.

 

 

***

Leo se paseaba como león enjaulado en su oficina las paredes le asfixiaban y el aire que entraba no era suficiente, retorciendo las manos sobre el pantalón y golpeándolas sobre el escritorio o cualquier cosa que se le ponía enfrente, ya no soportaba la incertidumbre, sin esperar un segundo más saco su teléfono del bolsillo del pantalón y marco el numero de Frank.

-          Señor?

-          Lo has encontrado?

-          Estoy trabajando en ello.

-          Dame una buena razón para no matarte por tu incompetencia.

-          Señor tiene que calmarse, para empezar rastreamos su teléfono hasta su departamento.

-          Eso quiere decir que está en mi departamento?

-          No lo sabemos, mande a Mad a hacer una revisión, tengo a Lens y al resto de los chicos buscando señales, pistas, incluso indagando en las cámaras de seguridad del boulevard para saber, si hay pista de él, pero tiene que ser paciente.

-          Maldita sea Frank sabes bien que no puedo calmarme, es Dilan de quien estamos hablando, todo está bien y de repente vuelve a esfumarse, es acaso que nada en mi maldita vida puede por una vez salir bien.

-          Deme media hora y prometo que tendré algo para usted, mientras tanto, debería ponerse a trabajar, está haciendo que Lilian se preocupe.

-          No me des ordenes Frank, tienes media hora y empiezo a contar.

Leo cortó abruptamente la llamada, bloqueo el teléfono y lo metió en su bolsillo de nuevo, para tratar de calmarse camino al mini bar tomo un vaso y sirvió una buena cantidad de whiskey, lo bebió de una y con el escozor en la garganta, regreso a su puesto de trabajo.

Reviso carpetas una tras otra, recibió más llamadas que de costumbre, estaba trabajando tan en piloto automático ante la preocupación por el peli plata que no sintió cuando comenzó a sonar el celular, hasta que saliendo de su ensoñación escucho el ultimo timbre, antes de cortarse la llamada.

Mascullando por lo bajo saco el celular justo cuando comenzaba a timbrar de nueva cuenta, para responder ante la llamada de Frank

-          Dime que tienes buenas noticias y que ya sabes donde esta Dilan.

-          Lo siento señor y espero que este sentado, necesita escuchar algo.

-          Habla.

-          Encontramos el auto de Dilan, creo…. Que tiene que regresar a Nueva York.

-          No entiendo, explícate Frank.

-          El auto estaba destrozado en el acantilado rocoso de Portland, fue de hecho suerte que lo encontráramos, la marea ha estado cambiante estos días, es muy raro que no lo arrastrara con ella, tuvimos que habar con nuestros contactos para saber porque no estaba hasta el momento en todos los periódicos…

-          Y?

-          A parecer nadie se había dado cuenta del pequeño vehículo deshecho que estorbaba en la zona rocosa de la playa.

-          Pero encontraste a Dilan?

-          No señor, es por eso que digo que necesita venir, hay sangre en el auto… lo más probable es que el joven Biavane estuviera dentro…

Por un instante dejo de escuchar, las palabras de Frank en el teléfono eran nada más que un zumbido interminable, de repente pensó en la última noche que había pasado con Dilan, cuando vio por primer vez sus hermosos ojos miel, el sabor de su labios, la melodía de su risa, el tacto de sus caricias… y su mundo se vino abajo.

El celular cayo de su mano, sus manos fueron a su rostro y se dejo caer contra el escritorio, la desesperación de perder a su amante, el miedo de revivir el dolor de perdida, las lagrimas cayendo por sus mejillas, lo odiaba, odiaba el agua salada que se deslizaba sin permiso por su rostro, odiaba a Dilan por desaparecer, odiaba a Franco por tenerlo en la casa blanca, un montón de si hubieras iban y venían en su cabeza unas tras otras, tan metido como estaba en sus pensamientos, no sintió cuando Lilian llego a su oficina, o cuando esta le estrujo para que reaccionara, no escucho cuando comenzó a gritarle para traerlo de vuelta, lo único que podía ver Leo y escuchar eran recuerdos, su vida, flashes uno tras otro, el tenia de nueva cuenta la culpa y Maximilian tenía razón.

En su desesperación Lilian llamo al médico, el cual no tardo en llegar, el mismo advirtió que se encontraba en un estado de Shock, ayudando a la pelirroja lo llevaron hasta la cama, le recostaron y le cubrieron con una manta.

-          Puede suministrarle un calmante?

-          Creo que será lo más recomendable, cuando regrese en sí, haga que le cuente que sucede y entonces veremos si necesita algún tipo de tratamiento distinto.

El viejo medico saco del maletín el calmante, lo extrajo en una jeringuilla y lo aplico en el cuello de Leonardo, para dejarlo rápidamente en un estado de relajación, obligándole a dormir.

-          Gracias doctor.

-          Por nada, llámeme  si necesita algo más.

***

-          Lilian, necesitamos traerlo hasta aquí.

-          Puedes con certeza decir que es la sangre de Dilan?

-          Lo es Lilian, hicieron la prueba tres veces en laboratorios diferentes, es la sangre del joven Biavane.

-          No puede ser, que va a ser de Leonardo ahora, no va a soportarlo.

-          Es por eso que tienes que hacerlo venir hasta aquí, necesitamos que vea de primera mano, que corrobore, necesitamos que le diga a Maximilian.

-          Qué? No, no, no, Frank no, esto no puede estar pasando, no puede.

-          Necesitamos ser fuertes por ellos Lilian lo sabes.

-          Era su amante Frank, del tiempo que tienes trabajando para el, cuando lo habías visto llorar? Sabes el impacto que sentí al verlo llorando, al verlo ido, no tienes ni idea del pánico que sentí.

-          Necesita llorarle Lilian, sácale de ahí, no importa si tenemos que revelar sus preferencias, sácalo de ahí, estar en la casa blanca solo va a hacerlo aun mas infeliz.

-          Hablare con Franco, te llamo para que vallas por nosotros al aeropuerto.

-          Esperare tu llamada.

Lilian la mujer que balanceaba la vida de Leonardo Archer se sentía incompetente e inútil, sabía que Frank tenía razón, Leonardo solo se dejaría caer más pronto si seguía encerrado en la casa blanca.

Decidida a un si por respuesta, salió de la habitación de Leo después de comprobar que aun dormía, camino por los largos pasillos hasta llegar a la oficina oval y sin necesidad de anunciarse entro.

-          Señor presidente, necesito me conceda unos minutos de su preciado tiempo por favor.- dijo la pelirroja mientras se aproximaba al escritorio donde Franco estaba entretenido en lo que parecía un e-mail.

-          Señorita Lilian, a que debo su grata visita.

-          Solo quiero avisarle que sacare esta noche al Secretario de Estado de la casa blanca, para regresarlo a su casa, seguiremos trabajando desde la oficina de Nueva york como siempre.

-          Lilian sabe que eso es indiscutible, a demás porque Leonardo no vino en persona a decírmelo, o es que a caso ya se ha ido y usted esta tapándole.

-          No señor, nada de eso, el señor recibió esta tarde una noticia que le descoloco, tuve que llamar al médico para que administrara un calmante y justo ahora se encuentra durmiendo.

-          No puedo concederle permisos Lilian, lo siento.

-          Señor me temo que tengo que insistir.

-          Deme una buena razón Lilian y que sea rápido tengo una video conferencia en cinco minutos.

-          Señor si le dijeran que su pareja ha muerto después de que usted está 100% seguro de que le había visto 48 horas atrás, sana y salva que pasaría?

-          Bueno, seguro que no querría trabajar y me tomaría mi tiempo de luto.

-          Entonces se ha dado usted mismo la razón, el señor Leonardo Archer necesita regresar a su casa a llorar la pérdida de su amante, a tomar su tiempo de Luto.

-          De qué demonios hablas Lilian, Leonardo no estaba con nadie, negó salir rotundamente con mi hija y no se diga de salir contigo, así que no llego a la idea de esto.

-          Me temo que no soy quien para hablar de la vida privada de mi jefe, pero puedo asegurarle que Leonardo Archer tenía un amante excepcional y los pasados días que desapareció fue justamente para poder verle, pero justo ahora después de regresar de su escape, le han avisado que ha muerto…

-          No puedo creerte Lilian.

-          Por favor, se lo suplico, solo debería haber visto la cara de pánico del hombre, el frio Leonardo Archer que todo mundo conoce se rompió en pedazos, no está en condiciones para trabajar, el ha perdido demasiado…

-          Llévatelo, pero quiero que me informes de su estado y tienes que hacerte cargo de la oficina aunque él no esté en condiciones.

-          Si señor, y gracias señor.

***

El apartamento se sentía frio aunque la calefacción estaba encendida, camino por la estancia, la cocina, su habitación, todo se sentía tan irreal, había ido al acantilado, había visto las fotografías y los exámenes de sangre, todo apuntaba a que Dilan no volvería, había hablado con Maximilian para avisarle, ninguno sabía que hacer, ninguno estaba preparado para aquello, recordó los gritos del rubio, como insistió en buscar, como había corrido el mismo hasta los restos del coche, como al igual que él se había negado a aceptar aquello sin un cuerpo que lo corroborara, pero los mejores investigadores estaban ahí el auto había permanecido atrancado entre las rocosidades pero el cuerpo de Dilan debía de haber sido arrastrado por la corriente mar adentro, no quería presenciar la lastima y el dolor de Max, ni su recriminación tampoco, se negó a verlo después de eso y se encerró en si mismo, quería alcanzar a Dilan, quería volver a verle.

Maximilian por su parte había desahogado su ira y dolor en el trabajo, el Milenium se movía sin parar y por primera vez él estaba al frente de las filan, disfrutando del matar y destruir todo a su paso.

 

***

-          Las cosas están sumamente tranquilas, parece que Estado unidos regreso a su estado de medio vandalismo.

-           Mis hijos han dejado de atacarse?

-          Sí señor, han parado casi por completo las guerrillas.

-          Sabes por qué? No es así?

-          Así es señor, al parecer ambos creen que Biavane murió.

-          Valla un tano desafortunado, quien ha estado operando mejor, seguramente es ahora Leonardo.

-          No señor, es el mercado de Maximilian el que ha estado trabajando mas estos días, en cuanto a Leonardo los bares que tiene en las cosas y el casino de las vegas han permanecido cerrados y al parecer tampoco se ha presentado en las actividades del gobierno.

-          Qué demonios ha estado haciendo?

-          Al parecer después de que llego de Washington no ha querido dejar el departamento.

-          Se conectaron a su circuito de seguridad, supongo…

-          Solo se la pasa deambulando entre la cocina y la sala, no ha estado en su recamara, duerme en el sofá, su secretaria le lleva de comer y le obliga un poco pero después de que ella se va no vuelve a probar alimentos…

-          Es hora de actuar como un buen padre, prepara todo, visitaremos  a Leonardo.

***

Lilian acababa de marcharse, le había obligado a comer sopa de pollo, pero todo su organismo estaba rechazando la comida, ni siquiera el alcohol se le antojaba para curar su penas, sentía el pecho adolorido y un frio estremecedor en el cuerpo, ya no lo toleraba, una cosa había sido dejar a Dilan por seguridad, otra había sido que Dilan se escondiera de el y una muy diferente el hecho de saber que no volvería a verlo jamás, no podía explicarse Leonardo como había pasado aquello, no quería pensar en nada, no quería pensar en Margaret sabiendo acerca de la muerte de su único hijo, no quería imaginarse la explosión de los medios al conocer de la muerte del empresario más joven y exitoso del momento, y esas estúpidas gotas saladas que seguían cayendo por sus mejillas cada que evocaba en su memoria los recuerdos del ex castaño.

Cuando escucho la puerta de su departamento abrirse, pensó que Lilian habría olvidado algo, salió del sofá y cuando llego al pasillo, su mandíbula casi cae al suelo.

-          Leonardo, tanto te sorprende ver a tu padre?

-          No debería estar aquí señor.

-          No, pero al saber que mi hijo esta tan consternado, no me quedaba más que venir a ver como estaba.

-          Voy a pedirle que se retire, por favor.

-          Por dios Leonardo, estas dejándote morir, y todo por qué? O más bien por quien?

-          Soy lo bastante grande para ver por mí, si quiero morir o no, me temo que no es de su incumbencia así que largo de aquí.

-          Estas dejándote morir por un traidor, nada más que por un traidor, felicidades Leonardo, te has ganado el máximo premio a la estupidez.

-          Basta, no tiene ni idea, usted no sabe lo que dice. –Leo escupió aquellas palabras con ira y veneno.

-          No tengo idea? Estas seguro acaso de ello? Por favor Leonardo recapacita, tenias a un traidor entre tus manos y que hiciste, te enamoraste de nada más y nada menos que de la basura.

-          No tiene ningún derecho a venir hasta aquí y meterse en mi vida privada, cuando no tienes ni idea de lo que él significaba para mi, sabes a caso lo que es el amor?

Más Leo no lo vio venir, la mano pesada de Sergevich impactando contra su rostro, la furia del hombre descargada en un simple golpe, que Leonardo nunca pensó recibir.

-          Que fue eso? .- pregunto el pelinegro llevando la mano hasta su rostro.

-          eso hijo mío, se llama correctivo y fui un imbécil al no haberlos aplicado en ti nunca, te di una vida llena de lujos y comodidades, te deje conservar a una hermosa mujer porque pensé que al final de cuentas ella seria la que terminaría en tu cama .

-          no… ella no…

-          bien, terminemos con este estúpido juego de una buena vez por todas, llama a Maximilian, es hora de que la familia se reúna de nuevo.

-          de que hablas, sabes bien que…

-          déjate de ser un hipócrita Leonardo y llámalo de una buena vez, creíste que no lo sabía, estabas tan equivocado, lo sé todo, ahora haz lo que te digo y llámale. Los esperare a las 8 enfrente de las oficinas de PROX.

Fue lo ultimo que su padre dijo para dejarle solo en aquel frio apartamento, de un momento a otro su mundo se estaba cayendo a pedazos.

***

 

Dilan fue despertado con un chorro de agua fría, Sergevich se encontraba frente a él, y no le dio tiempo a nada antes de aferrarle la cara con una mano.

-Ahora tú, muñequito estúpido escucha con atención… me has retado y has sido insolente, pero eso es lo que menos importa, mis hijos estarán aquí pronto.

-Estas diciendo que debería arreglarme para recibirlos? Preparo galletas y té?

- Jaja, tan estúpidamente valiente, veamos si sigues así…- Sergevich llamó a uno de sus hombres, quien le entrego una Tablet en cuya pantalla se podía apreciar la video-llamada que mostraba a su madre felizmente de compras. –Ahora muñequito espero que elijas con sabiduría… tu vas a aceptar que has estado jugando con mis dos hijos, que los has manipulado y me ayudaras a crear una grieta entre ellos, o tu linda Mami sufrirá un pequeño accidente de muerte.

Dilan sabía que no podía salir todo bien, su error había sido olvidarse de pequeños grandes detalles y ahí se encontraba el precio a pagar, La mirada del Rubio no mostraba dudas, aquello no era una amenaza vacía. –De acuerdo, solo no te acerques a mi madre.

-Lo vez muñequito? No era tan difícil, aunque claro esta tu no saldrás vivo de aquí, eso puedo asegurarlo.

-Esta bien, solo… no toques a mi madre....

 

Notas finales:

bueno... pues esta es la primer parte del final y me ha tocado a mi actualizarla, quiero darles las gracias a quien nos acompaño desde nuestros primeros capitulos y a los que se fueron sumando mas tarde, gracias por darnos la oportundad y no dejarnos tiradas en este proyecto, ya sea a quien nos dejo un review o a nuestos buhos que solo leen, mil gracias, este proyecto llego a su fin y aunque espero que no sea la ultima vez que leen algo de nosotras, me alegra rotundamente el saber que nuestras locas ideas fueron bien recibidas por alguien mas.

 

les dejo miles de besos y abrazos y mi hermosa Jin va a actualizar la siguiente parte espero que el dia de mañana n_n

 

 

 

Ai-Chan


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