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THE LIE IS NOT OVER por Daydream duet

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Notas del capitulo:

Hola... bien les dije que me pondría a mano en los primeros días y... no se emocionen solo es una parte del fin...

les dejo leer y les agradesco su apoyo y paciencia, no ha sido facil para mi superar el terremoto emocional en mi vida pero poco a poco estoy de regreso....

Les aviso que si dejan sus comentarios y su amor me daran mas ganas de actualizar lo antes posible y nos luciremos con el prologo.

pero depende de el amor que nos den.

y el resto de comunicacion lo dejo para las notas del final...

-Señor, esta todo listo.

-Es excelente, espera un momento antes de moverte y llama al escuadrón 6.

-Si señor.

Poseidón se quedo mirando por la ventana el gran movimiento que había por toda la finca, todos sus hombres entrando y saliendo, cargamento siendo preparado, camiones unos tras otros siendo llenados o vaciados, que Racher haya decidido tomarse un descanso le había concedido una gran ventaja y en tan solo unos días había logrado hacerse con una buena porción de territorio del vengador, aunque contrario a lo que él hubiera querido y hacerse con la lealtad de aquellos buenos hombres habían tenido que haber unas cuantas bajas debido a la fe ciega que le profesaban a su líder, Por otra parte el Millenium había también aprovechado aquel momento de descuido de su organización rival por que también estaban aprovechándose a conquistar o más bien destruir cuanto podían.

Qué difícil era mover todo aquello sin su otra mitad a su lado y es que el juego había iniciado entre dos, era como no tener su mano derecha o mas bien la cabeza, se preguntó que estaría su hermano en aquel momento pero su pensamiento no llegó más allá, en ese momento la puerta sonó con alguien pidiendo permiso para entrar.

-Adelante

-Nos mandó llamar?

-Así es, pero llame a tu escuadrón completo, como es posible que solo el líder y un miembro de la EmE estén aquí.

-El resto del equipo están monitoreando todo, la situación esta bastante caldeada en este momento.

-Bien, entonces hablen por su equipo y pónganme al día.

El primero en tomar la palabra fue el tiburón –Hoy movieron al chico Biavane, le llevaron en una camioneta disfrazada de las empresas Prox, llegaron precisamente al edificio de esta y de ahí no se han movido.

-Bastante interesante. Continua.

-Una de las crías se ha logrado colar en el lugar.

-Le has infiltrado en las filas de Papi mafia?- El tono de Poseidón estaba cargado de incredulidad y sorpresa.

-No señor, simplemente ha pasado las guardias del lugar y ha estado espiando desde la oscuridad, Están en una de las bodegas.- Extendió un plano que llevaba en las manos sobre el escritorio y le mostro a su jefe el lugar exacto en el que se localizaban. –Han estado torturando al chico y parece ser que busca que Biavane cree una brecha entre los hijos.

-Interesante, como siempre Sergevich sabe golpear por donde más duele. Ahora tú, que hay de la EmE?

-Nuestras operaciones en Rusia han comenzado de manera excelente de ha uno hemos estado redando cada local y nido de Sergevich, Los rusos son todos unos maricas, se rinden con facilidad.

-Con facilidad? No confíes nunca de lo que es fácil.

-Realmente solo tuvimos que quemar una bodega con unos 20 0 30 hombres dentro, el rumor se extendió, saben que nuestras armas son más, que están en desventaja estratégica con su líder fuera haciendo quien sabe quien, Sergevich se confió si creyó que sus hombres no dudarían en su ausencia y al resto solo fue necesario mostrarles el poco interés que tiene su supuesto líder… un par de conversaciones grabadas, algunas fotos y todos cambian de bando, sin mencionar qu la mitad de sus probedores ya trabajan para nosotros.

-Es realmente un buen trabajo.

-Somos mexicanos después de todo.

-Si, los mexicanos son dedicados, y se adaptan bien además puedo ver demasiado orgullosos. –Aquel ultimo comentario volvió los pies a la tierra a aquel hombre. –Entonces prepárense, hoy acabaremos con Sergevich Popov y desintegraremos cualquier herencia que pudiera dejar.

-Así será.

 

***

Cuando Leo le había llamado para pedirle que se reunieran y le había contado lo sucedido con su padre creyó que bromeaba, había tardado en procesar lo que aquellas palaras significaban, había rastreado los movimientos de su padre en todo momento y jamás creyó que realmente aquella situación fuera posible.

El gran error de ambos había sido creer que tenían la situación en las palmas de sus manos, que su padre era estúpido y que quizás aquello si podría ser una historia color de rosa.

Sin saber exactamente a que se enfrentaba, había terminado por acatar las ordenes y dirigirse al punto acordado.

Había llegado 5 minutos tarde, los Popov jamás llegaban tarde y estaba seguro que seria reprendido por ello, pero la incertidumbre y quizás un poco de miedo le habían orillado a posponer el momento lo mas posible.

Bajo de su auto y se sorprendió de encontrarse con Leonardo en la entrada principal de PROX dudando de entrar, aún a esa distancia podía ver lo devastado que se encontraba. Llevaba la ropa arrugada y mal acomodada, <<posiblemente a misma que había estado usando ya por varios días >> pensó el rubio.

La muerte de Dilan les había destrozado, él incluso aún tenía pesadillas por las noches, hermosos recuerdos que se veían frustrados por un accidente fatídico, mil posibilidades y todas igual de horribles.

Hera su hermano, el chiquillo con el que creció, aquel que había aprendido a amar como uno de sangre, y aún con el gran dolor de una perdida así no podía ni imaginarse lo que significaba para el ojiazul.

… El no podía siquiera concebir la idea de un mundo sin Alexander y sabiendo que era muy egoísta agradecía no estar en el lugar de su hermano, que Alex estuviera a salvo del otro lado del mundo y lejos de aquel reciente embrollo y del alcance de la malicia de su progenitor.

Caminó despacio hasta quedar a tan solo centímetros del pelinegro, Leo estaba ido, ni siquiera notó su presencia sino hasta que sintió el contacto de la mano del mayor sobre su hombro. Leonardo respingó ante el contacto, se giró a penas para mirarlo y al notar de quien se trataba se apresuro a limpiar las lagrimas que corrían por sus mejillas y trato de reconstruir su pantalla de hombre de hierro.

-no te preocupes, sé que debe ser difícil.

-es más que difícil, es…- su voz comenzó a quebrarse y tuvo que obligarse a recobrar el control antes de seguir hablando. –Es casi imposible.

-el odiaría verte así… probablemente te diría algo como “no sabía qué me enamoré de un llórica” o “¿Dónde quedó el cubo de hielo del que me enamore??- Una pequeña sonrisa asomó de manera melancólica en los labios del pelinegro. –Así esta mejor, sabes que el odiaría verte de esta manera.- Leonardo solo asintió. –Entremos entonces.

-No tengo ya nada que perder después de todo.

 

 

                   ***

 

Serguevich esperaba por la entrada de sus hijos, se habían movido a la sala de control de aquel imponente edificio, desde ahí la gran seguridad de PROX le brindaba la posibilidad de ser testigo incluso de la mínima mosca que se moviera en cualquier piso y eso le había permitido atestiguar de primera mano la conmovedora escena que se acababa de desarrollar en las puertas principales.

Dejo a Alexey a cargo de la seguridad mientras se dirigía a la bodega que había designado para aquel reencuentro familiar.

 

Maximilian fue el primero en ingresar a la bodega, su instinto protector lo llevaba a querer evitar cualquier daño al único hermano que le quedaba, esperaba encontrarse con todo un comando dentro del lugar y sin embargo solo su padre se encontraba ahí, parado en mitad de la extensa sala dándoles la espalda hasta que ambos se acercaron lo suficiente y entonces se giro para encararles.

Max esperaba encontrarse la característica expresión colérica de su padre y en un instinto se giro lo suficiente para ver como se encontraba Leonardo, pero el pelinegro parecía ausente, era como si no hubiese alma dentro de su cuerpo, no tenia expresión y parecía indiferente a todo. Sin embargo su padre tenia una agradable y sin duda fingida sonrisa en el rostro, se acercó hasta ellos a paso lento y premeditado hasta tenerlos a su alcance y rodearles a cada uno con cada brazo en un caluroso y extraño abrazo.

-Se han demorado un poco.- Max se tenso ante esa mención  -Tranquilízate Maximilian. –Dijo palmeándole la cabeza, luego se giro a observar al menor de sus hijos quien le miraba sin mirarlo realmente. –Vamos Leonardo, quita esa cara de funeral, no es como si realmente hubieras perdido algo que valiera la pena.

-Usted no sabe nada, realmente lo perdí todo, sea por favor directo y diga de una vez para que nos ha reunido, Ya ha dicho que lo sabe todo, entonces no son necesarias las caras fingidas, decida de una vez cual será el castigo y si planea separarnos y enviarnos al mismo infierno hágalo pronto, no quiero estar aquí más de lo necesario.

-Leo.- Maximilian había estirado su mano hasta hacer agarre en el brazo de su hermano y presionarle un poco para que volviera a la realidad y entendiera que su insolencia solo serviría par causarles más problemas.

-Pequeño granuja, siempre fuiste altanero pero nunca habías olvidado tu lugar, tanto quieres que los castigue, si les dijera que les matare ahora por su intento de insubordinación?? Aun así querrías terminar lo más rápido posible?

-Muerto ya estoy, no hará más que hacerme un favor.- Una mano dura golpeo su mejilla, aunque en esta ocasión no había sido tan fuerte como en su departamento, Leonardo a penas proceso el golpe pero pudo notar la expresión preocupada del rubio.

-Tanto deseas unirte a él, a un traidor?

-Daria lo que fuera.

-Espero que sigas diciendo lo mismo en unos minutos.

Sergevich hizo señales en dirección a una de las esquinas del lugar y de las sombras salieron 3 hombres que no habían notado hasta entonces, dos de ellos cargaban al tercero hasta dejarlo sentado en una silla que estaba cerca de ellos.

 

La indiferencia en la cara de los hermanos divertía bastante a Sergevich, no era la primera vez que ninguno de los 2 presenciaba una tortura, un hombre no cambiaria nada y mas bien muy en lo profundo tanto en el rubio como en el pelinegro afloraba la incógnita de saber que pretendía su padre cambiar con un solo hombre, Sergevich podía leer esa duda a través de sus mascaras y sonrió por dentro esperando ansioso la reacción del par cuando supieran quien era el tipo que ahora se encontraba amarrado a la silla y que permanecía con la cabeza cubierta por un costal de tela.

-Para que traes a un rehén hasta aquí, planeas repetirnos tu lección de la fragilidad de la vida?

-Tal vez lo haga, peor estoy seguro que te gustara menos de lo que pretendes, Vamos Leo, estas siendo demasiado y yo no soy precisamente paciente y lo sabes.

-Yo tampoco.

-Maximilian hazme un favor y destapa la cabeza de nuestro invitado, veamos si tu hermano sigue tan indiferente.

El ojiazul no sabia muy bien que hacer, se acerco al hombre en la silla movido por aquella obediencia y domesticación que sentía ante las palabras de su padre, y antes de retirar el costal de la cabeza del desconocida dedico una ultima mirada a Leonardo quien seguía con pose desafiante y mirada gélida.

-Hazlo de una maldita vez. – El grito de su padre lo llevo a apresurar su acciones pero cuando la tela descubrió el rostro oculto quedó petrificado ante la imagen, retrocedió unos pasos de la sorpresa y quedo estático, incrédulo y con la boca abierta tratando de encontrar coherencia en lo que ocurría en aquel momento.

    ***

Alex había tenido una semana infernal,  llevaba mas de 24 horas sin dormir pero tenia todo bajo control ahora, o casi todo, en su búsqueda de Dilan no se le había escapado ni una sola pista y los hombres de Carlo eran unos magníficos detectives, habían descubierto a la gente que seguía a Margaret y no había que ser un genio para relacionarlos con la repentina desaparición de Dilan.

Cuando había dado con el paradero del auto del peliplata casi le da un infarto, y como no podía exponerse a que le viera nadie mando a Carlo a investigar, cuando este menciono la sangre, Alex tuvo que amarrarse bien el corazón para continuar investigando con frialdad y confiar en las palabras del ojimiel quien le había prometido que se encontraría bien.

Prácticamente se había encargado de hackear cada cámara de seguridad en la ciudad y la oficina de transito para tener acceso a la cámara en cada semáforo, sabía que el auto de Dilan tendría más pistas que cualquier otro lugar pero Leonardo y Maximilian habían aparecido en la escena y ya que ninguno sabia ni debía enterarse de su regreso le fue imposible volver a acceder a ese escenario.

Pero fue innecesario cuando fueron las cámaras cercanas al edificio de PROX le rebelaron la verdadera naturaleza de su desaparición.

Ahora después de asegurar el bien de Margaret Biavane era la hora de comenzar a actuar por la seguridad de su amigo.

 

 

***

Poseidón recibió un mensaje indicándole que todo estaba en su sitio, era hora de comenzar con la extinción de la dinastía Popov, soltó un gran suspiro antes de pararse de su como sillón y dirigirse a su habitación a vestirse para la ocasión.

Haciendo una pequeña pausa antes de llegar a su recamara toco la puerta de su uno de sus hombres de más confianza y le pidió que le siguiera. Entraron en su habitación y Poseidón invitó al chico a seguirle hasta un pequeño armario sobrepuesto a la pared, dentro del armario se encontraba el característico traje que siempre usaba el rey del mar cuando salía al campo, Poseidón tomó el traje y se lo tendió al joven.

-Póntelo, serás mi nuevo representante.

-si.

-No me defraudes, son botas grandes las que ha dejado el anterior.

El muchacho solo asintió y se retiro a vestirse a su propia habitación, no era un secreto que el líder tenia a una persona que hacía las apariciones en el campo por él, su mano derecha tenia tanto poder en la organización a un punto que era difícil distinguir quien realmente era el líder, pero eso no fue nunca permitido cuestionar, simplemente se acataba la orden de quien estuviese mas próximo.

Y desde que la mano derecha había tomado asuntos en el exterior era hasta cierto punto esperable que se eligiera a otro Poseidón.

El líder se deshizo de la mascara que cubría su rostro y comenzó a vestirse con un traje negro, camisa negra y todo el conjunto del mismo color. Era una vestimenta nada apropiada si se hablaba de asistir a una batalla pero para ello tenía a alguien que peleare por él.

***

Leonardo había caído al suelo de un momento a otro, se encontraba de rodillas sobre el concreto, con los brazos colgando a sus costados y una expresión indescifrable mientras su mirada no se apartaba del rostro de Dilan.

Maximilian estaba horrorizado por las condiciones en que se encontraba el menor, completamente cubierto de sangre, el labio roto, un ojo hinchado, el cabello renegrido, Con el pecho subiendo y bajando con dificultad y lo que mas destrozaba era su mirada derrotada, una que ninguno de los 2 hermanos había presenciado jamás y que era quizás, lo que mas les alarmaba.

-Ahí esta el motivo de tu sufrimiento Leonardo, el traidor por el que te consumes y la razón por la ustedes, ambos, hijos míos me han desobedecido y pretendían traicionarme.

Ante aquella afirmación de su padre Maximilian apartó la mirada del peliplarta para observar con completo asombro e incredulidad a su progenitor, mientras el pelinegro seguía en el suelo clavando sus orbes azules en la imagen de Dilan.

Dilan no soporto la intensidad de la mirada de su amante, todo lo que le gritaba a través de la mirada de sorpresa, alivio, dolor, y más.. mucho, mucho más.

-Que esta diciendo?- Maximilian sentía sus nervios al punto del colapso.

En es momento Leo se puso por fin de pie, el shock inicial había pasado y aunque escuchaba la conversación a su alrededor no le importaba, no le estaba prestando atención, Dilan estaba vivo y era lo único importante, Dilan, su amante su vida hecha persona estaba ahí frente a él y en lo único que podía pensar era en esa necesidad mortífera de sentirlo para comprobar que era real, caminó hasta él, hasta tenerlo cerca y poder rodearle con sus brazos.

El olor que le invadió no fue a de la colonia del menor, sino una de sudor y suciedad pero no le importo, se separo ante una expresión de dolor por parte del ojimiel y recordó el mal estado en que se encontraba Dilan y aquello lo lleno de rabia. se incorporó y volvió la cara a su padre, esta vez no con derrota ni indiferencia sino con la ira plasmada en la mirada.

 

-Qué mierda te ocurre? Por qué esta así?

Max se tensó aun más pero prefería no involucrarse, el sin duda se había preguntado lo mismo y su hermano estaba en todo su derecho, después de todo si se tratara de Alex el reaccionaria igual o peor.

 -agradece que siga vivo, saben que yo no perdono a un traidor.

- deja de decir estupideces padre y déjalo ir ahora. – Mientras hablaba Leonardo se había girado para comenzar a desatar al peliplata pero cuando estaba a penas por intentarlo Sergevich trono los dedos y dos de sus hombres, los mismos que habían llevado a Dilan hasta ahí aparecieron uno alejándolo del menor mientras el otro cargaba y apuntaba su arma a la cabeza del mismo.

-Alejate ahora Leonardo, este pececillo traidor es mi pesca.

-No lo hagas…

-No, tu no me obligues a hacerlo, así que retírate y escucha.

Leo se mostro duro, estaba claro que no pretendía ni quería acceder a aquella orden pero fue esta vez el agarre del rubio el que le obligo a retroceder hasta quedar a una distancia de 20 pasos, podía imaginarse el sentir de su hermano pero Sergevich no era un hombre de amenazas y era perfectamente capas de matar al menor frente a sus ojos y no estaba dispuesto a ver esa escena vuelta realidad.

Pero aunque acataron a la orden el hombre con el arma no la separo de la cabeza del menor, Leo permanecía tenso entre el agarre de Max.

-Bien hecho, sabia que no me creerías por eso no me he deshecho de él aún.

Creíste que se había acercado a ti por casualidad? Que su amor esta predestinado?- Leo quería gritar y decir todo lo que pensaba pero el apretón que el ojigris dio a su hombro le indico que era mejor permanecer callado, por la seguridad de Dilan, - No te engañes tan fácilmente hijo, este bastardo te conocía, desde siempre supo que eras el hermano de Max y te busco por ello, el conocía todo y desde el inicio lo tenia planeado, Crees que las cosas se jodieron tan de repente así como así… este bastardo no es otro que el espía de quien se hace llamar Poseidón, todo el tiempo solo recaudo información para hundirlos a los 2.

Ante aquella aseveración los dos hermanos quedaron pasmados.

-No, no es cierto.

-No te engañes Leonardo, te dije siempre que las emociones nublan el juicio y te dejaste embaucar muy fácilmente por este hipócrita mentiroso que te sedujo y te llevo a convertirte en un asqueroso maricón.

-Mentira, mientes.

-Si no me crees a mi, entonces pregúntaselo directamente a él.

Leonardo no era capaz de pronunciar ninguna palabra pero su mirada lo decía todo y Dilan no podía sostenerle la mirada, simplemente se encorvo bajando la vista hasta que flequillo le cubrió los ojos, no era capaz de contestar a esa suplica silenciosa.

-Contesta Dilan.- esta vez fue Maximilian quien habló, no quería ni podía creer en aquello pero si era lógico cada acción, reacción y expresión en las personas dentro de aquella sala estaban siendo todas sinceras desde que llegaron, no era un juego y la mirada del menor delataba culpa y derrota desde que habían entrado.

 -Yo… yo..-

Sergevich camino hasta tomar al muchacho por el cabello y levantarle la cabeza. –Da la cara mocoso, y díselos, cuéntales como todo este tiempo has estado manipulando todo, el acceso a la junta te abrió la oportunidad de destruir al millenium desde dentro y al identificar a mis hombres fuiste ideando formas de deshacerte de ellos, o no fue la muerte de Iker planeada por ti?

No te metiste en la vida de Leonardo hasta ganarte su confianza, seducirlo y cuando el no lo notaba extraer información?

-Dilan di algo por favor, di que es todo un error, un mal entendido, defiéndete carajo, como cada vez que vez una injusticia.- Max prácticamente le rogó a la distancia, mientras Sergevich afianzaba su agarre y estiraba mas de la hebras platinadas.

- Yo lo siento… Lo siento… es.. es cierto, todo lo es, yo lo siento.

Sergevich se vio satisfecho con eso y soltó a Dilan para que su cabeza callera hasta que el cabello ocultara su pena y vergüenza.

Max y Leo no podían procesar lo que habían escuchado, su Dilan no era una persona que soportara las injusticias y era capaz de morir defendiendo al inocente… ninguno podía creerlo, más bien no querían creerlo. Sergevich ordeno a sus dos hombres entregar sus armas a cada uno de sus hijos y salir de la bodega, ambos hermanos observaron las pistolas en sus manos sin saber bien que hacer con ellas.

-Ya lo han oído, el mocoso no es más que un tramposo manipulador , tienen la libertad de cobrar el precio de la traición con sus propias manos, vamos Leonardo cóbrate la burla y tu Max el fraude de hermanito que te vendió por tantos años.

Pero ninguno de sus hijos se movió, seguían paseando su vista las armas entre sus manos a Dilan.

-Yo no puedo.- Leonardo dejo caer los brazos a sus costados con el arma en una de sus manos y todo su cuerpo en una clara expresión de derrota y cansancio.

-Yo tampoco.- Max secundó la acción de su hermano.

-Tienen que hacerlo, no los eduque para ser cobardes.

-No puedo creerlo, simplemente no lo creo, debe haber algo, eres capaz de amenazarle, no lo sé y aunque fuera real no puedo hacerlo, le amo es algo que nunca entenderás.

Sergevich no podía creer estaba tan sorprendido que no pudo siquiera replicar, no era la primera vez que Leo desobedecía pero si era la primera vez que le confrontaba de esa manera y el hecho de ver a su favorito así le habían dejado descolocado.

-Lo vez, te dije que aunque se los dijera no serian capaz de hacerlo.- La voz de Dilan rompió la burbuja en la que todos se habían sumergido. Los 3 hombres centraron su atención en él y no fue desapercibido para ninguno de ellos el cambio en el porte, la mirada, la actitud y la voz del menor. –Te advertí que aun con mi confesión no lo harían, no serian capaces de matarme con sus manos, apostaste por mucho Sergevich y perdiste.- El aludido prácticamente le fulminó con la mirada pero Dilan parecía inmune, seguía golpeado y su aspecto era terrible pero había algo que lo hacía ver extrañamente imponente. – No puedes culparme, ha sido la actuación de mi vida, y si la hubieran grabado seguro me llevo un Oscar.

 

Sergevich perdió la paciencia, desenfundó su arma apuntando a la cabeza del muchacho. -Estúpido insolente si no lo hacen ellos lo hare yo.- Pero en aquel momento al tiempo que Sergevich apuntaba su arma, sus dos hijos hicieron lo mismo.

-No te lo recomiendo, tus hijos terminaras asesinándote en un acto reflejo en cuando suene el disparo.- La seguridad en Dilan no se apañaba aún con las circunstancias y eso rabiaba más al anciano. –Eso es algo que no queremos verdad?

-Cállate!! Y ustedes dos imbéciles, que creen que hacen? bajen sus armas.

 

 

Leo y Max no sabían exactamente que pasaba, si antes estaban confundidos ahora estaban realmente perdidos, no podían entender nada en aquella escena, no sabían bien qué hacía Dilan ahí, porqué su padre lo quería muerto, no entendían la actitud de Dilan y no podían entenderse a ellos mismos, solo sabían que cuando el arma de su padre apuntó a la cabeza del menor las suyas fijaron su trayectoria a su progenitor en un instinto de proteger al niño que ambos amaban de maneras diferentes.

Los hermanos se dedicaron una breve mirada, suficiente para comunicarse todo en silencio, no querían hacer aquello, estaban tan bien domesticados que no lo harían por cuenta propia, pero Dilan tenía razón, si él moría la muerte de Sergevich le secundaría por un acto reflejo.

Sergevich había notado  el acuerdo silencioso de aquella mirada y apretó la mandíbula sabiendo que aquel juego estaba en jaque, debía hacer algo pero su orgullo no le permitía bajar su arma.

<<Conseguiré lo que quiero y lo hare hoy>> Los hombres de Sergevich, media docena de ellos, habían irrumpido en la bodega en el momento correcto, Alexey monitoreaba todo desde la sala de control y al ver a su jefe en peligro había actuado de manera inmediata,- Bien niños, no me dejan mayor opción, bajen sus armas o de igual manera perderán al mocoso.- Max dedico una mirada suplicante a su hermano, sabía que su él jamás sedería su arma al tener a Dilan en peligro y a manera de dar el ejemplo fue el rubio quien bajo la suya primero, Sergevich sonrió ante la escena, no podía ser más perfecta. –Leonardo, tu rebeldía ante todo, te dije que te costaría caro, aquí tienes tu tan ansiado castigo… Mata a Maximilian o matare a tu querido amante.

-Pero qué…??-

-Has tu elección… si te rehúsas igualmente todos morirán- el de cabellos canos reafirmo el agarre en su arma y comenzó a hacer un poco de presión en el gatillo.

Leo entró en pavor, y sin pensarlo mas apuntó su arma a la cabeza del rubio, cubriéndose con una mascara de falsa indiferencia mientras sus ojos expresaban toda la desesperación que por dentro sentía.

Las orbes grises se abrieron por completo al sentir el frio metal contra su frente, tenia miedo, era inevitable no sentirlo y por un momento creyó ver su vida pasar frente a sus ojos, observó el mismo temor en los ojos del pelinegro y de reojo pudo ver también la desesperación en el rostro de Dilan y en ese momento supo que si ese tendría que ser el final, era lo mejor, al menos todos a quienes tenia que proteger quedarían a salvo.

La mirada del rubio se relajó.

            -No lo hagas Leo.- Dilan chilló desde su sitio.

-Tranquilo.- La voz de Max era serena y baja, solo Leo podía escucharla. – Esto es inesperado, pero la mitad de nuestras vidas hemos estado listos para morir. – Una sonrisa triste y un asentimiento de cabeza que a Leo le provocaron sentimientos extraños. –Dilan lo vale y ambos dijimos que lo protegeríamos.

-Dispara!-  Sergevich gritó desde su sitio rompiendo la conversación y haciendo que todos los músculos en el cuerpo de ambos hermanos se tensaran mientras por un momento contenían la respiración.

-Yo no… no puedo, él esta…- El cerebro de Leonardo trabajaba a 1000 por segundo, buscaba de manera desesperada un medio para poder salir de ahí sin necesidad de perder ni al rubio ni al peliplata.

-Desarmado??- El de cabellos canos resopló con furia, todo lo que Leo debía hacer era presionar el gatillo y entonces todo quedaría resuelto, pasado, presente y futuro estarían por fin en su lugar, Ángela habría sido vengada y él ya no tendría que cargar con ese peso nunca más, Leonardo tomaría el lugar que siempre le había pertenecido como el único heredero de su imperio y después de deshacerse del maricón que tenía enfrente su hijo podría desposar a la pelirroja y terminar pintando el cuadro que su amada siempre quiso para el futuro de su único hijo. Pero ahí estaba la incompetencia y debilidad del pelinegro interponiéndose. -si ese es el problema igualemos el juego.- Haría lo que fuera necesario para alcanzar su objetivo, ese día él liquidaría la deuda con su amada. -Max, también toma tu elección, el imbécil este o tu madre??- La jugada perfecta.

El semblante de tranquilidad en Max se descompuso por completo.-Que!!?

La sorpresa estaba palpada en el rostro del pelinegro que observaba a su hermano tratando de encontrar un sentido y su respuesta llego al analizar por completo al rubio, la mirada perdida, la mandíbula tensada, el agarre de su arma tan fuerte que le blanqueaba los nudillos, un pequeño temblor en su mano libre.

-Tu madre… tu madre esta viva?- Leo necesitaba respuestas.

-Yo… Yo…

-Decide ahora Maximilian, es cuestión de una orden mía y la querida madre que has estado protegiendo toda tu vida morirá, no seré paciente, tienes 3 segundos… 1… 2… -

-Lo siento.- Antes de la cuenta del 3, Max había levantado su arma y apuntaba a Dilan de manera descuidada, su pulso temblaba y Leo leía en ello la impotencia y miedo de su hermano.

Notas finales:

chan chan chan....

se resolvieron algunas dudas???

yo espero que si.... es lo que pensaban? no lo sé, nunca me dejaron saber sus teorias mas allá de una persona solo un par de veces ... pero no se  puede hacer nada....

el sig cap ya es el fin definitivo asi que haganme saber sus teorias y congeturas.....

gracias por tomarse el tiempo de leer... les quiero mil (eso sono o se leyo muy fresa) hasta la proxima.

p.d. si dejan rvw actualizo el final mas pronto.

JiN.


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