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THE LIE IS NOT OVER por Daydream duet

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Notas del capitulo:

Hola, despues de mil siglos Ai-Chan reportandose, para postearles nada mas y nada menos que el final, es triste y llore como mil veces mientras corregi el capitulo, pero todo tiene un final, asi que sin mas, les dejo leer.

SOLO ES CAPAZ DE REALIZAR SUS SUEÑOS EL QUE… CUANDO LLEGA LA HORA, SABE ESTAR DESPIERTO.

León Daudí

 

 

 

Leonardo quedo paralizado, en un segundo escuchaba un disparo y al  siguiente Dilan estaba en el suelo, actuaba por inercia, impulsado por la adrenalina su brazo se elevo solo y su dedo presiono el gatillo en múltiples ocasiones, el cuerpo de Sergevich convulsionó por los impactos, al menos 4 balas habían alcanzado su cuerpo, quedo pegado al suelo, no podía moverse y el shock no le dejaba hacer mas que observar como si fuera ajeno a la situación.

Ante el grito de Dilan, Max tomo a Alex y Mila por los hombros y los llevo al suelo, recordaba ese grito, era la orden que indicaba pecho tierra, él había acompañado a Dilan a sus múltiples clases de tiro y habían aprendido aquello de un militar que les impartió entrenamiento, el primer disparo había sido una sorpresa pero fueron los siguientes los que le desconcertaron, al elevar la vista noto el cuerpo de Dilan encogiéndose en el suelo, luego vio a su hermano sujetando el arma en alto con la mirada perdida y más allá su padre en el suelo rodeado por un charco sangre, todo aquello en una fracción de segundo, no había que ser genio para saber lo que había ocurrido.

Alexander fue el primero en levantarse y acudir donde Dilan, Max actuó después y Mila permaneció en su sitio sin saber si podía o no interferir, Alex enderezo el cuerpo de Dilan encontrando sus pupilas dilatadas, se encontraba en shock, definitivamente el primer disparo le había alcanzado…

-Idiota, te dije que no hicieras nada temerario… por que lo hiciste idiota…

-Alexander, no te queda el papel de mujer histérica contrólate.

-Imbécil… estas herido debería llamar a una ambulancia.

Dilan le puso una mano en el brazo deteniéndolo. –Tranquilo, solo ha sido el brazo, no puedes arruinar todo ahora, aún no hemos terminado.

Alex solo asintió, Max había llegado en aquel momento y aún había cosas de las que era mejor que no se enterase, después de que Max preguntara mil veces si el peli plata se encontraba bien y este le asegurara que no moriría ambos ayudaron a Dilan a sentarse.

-Mierda, mierda, mierda... Esto duele como nada en la vida.-Dilan tenía su mano sosteniendo su brazo herido, sangraba bastante pero por suerte no había tocado la arteria humeral, Maximilian había rasgado la manga de su camisa y estaba haciendo un torniquete sobre la herida.

Max había terminado de amarrar el torniquete y se quedó quieto aún con las manos sobre los extremos de los girones de tela, se perdió observando la imagen de su hermano, en todo ese tiempo no se había movido, estaba estático con el arma colgando de su mano, ausente de todo, su padre había muerto por su propia mano era normal.

Dilan siguió la mirada de Max hasta Leonardo y anticipándose coloco una mano sobre la pierna del pelirrojo justo a tiempo para que detuviera al rubio que acababa de ponerse en pie para dirigirse con su hermano.

Alexander entendió la señal y detuvo al rubio indicándole que aquello lo tenía que hacer Dilan, Max no muy convencido accedió para dirigirse a Mila, ella estaba viendo el cuerpo de Sergevich con los ojos aguados pero sin llegar a derramar una lagrima, el rubio poso una mano sobre la mujer y esta se obligo a despegar su vista de quien alguna vez fue el amor de su vida para posarla en su hijo y regalarle una sonrisa un tanto forzada.

Con una invitación del pelirrojo los 3 salieron de la habitación para dejar al pelinegro y el ojimiel solos.

Dilan se tomó su tiempo para ponerse en pie, ignorar el dolor que estaba sintiendo era realmente tarea titánica, con la respiración forzada comenzó a acercarse a Leo que pareció reaccionar al verle en pie y dubitativo también se había comenzado a acercar, sin embargo Dilan detuvo su andar y fue él quien termino el recorrido.

Sus miradas se encontraron sin decir palabras pero por primera vez ninguno pudo interpretar con certeza la del otro, Dilan suspiro resignado, desde que había comenzado aquel loco plan la posibilidad de perder a Leo había estado siempre presente pero nunca creyó que realmente pudiera suceder, quiso pensar que el pelinegro se molestaría pero terminaría comprendiendo, que le perdonaría y tal vez las cosas fueran igual o mejor, pero el hielo en su mirada dejaba todo claro.

-Estas…-

Dilan cortó las palabras del ojiazul, no necesitaba su preocupación por compromiso.

Leo estaba realmente preocupado pero en su cabeza giraban tantos pensamientos que resultaba muy difícil darles un orden, en verdad quería saber si realmente Dilan estaba bien, verlo con el color pálido y sangrando lo había llevado a recordar aquella vez que lo había tomado de la manera mas bruta para después descubrir sangre en sus manos y en la playera del menor pero todo lo que acababa de pasar estaba bloqueándolo y el dedo que Dilan había puesto sobre sus labios cuando finalmente una oración había logrado colarse entre la turbiedad de pensamientos lo habían descolocado.

-En verdad lo siento, no es necesario que digas nada, tu mirada siempre ha dicho más que mil palabras, sabía que podías llegar a odiarme solo … - Dilan se trago el nudo que había comenzado a formarse en su garganta. – En verdad lo siento, espero que algún día puedas entender mis motivos.

Y justó después de aquellas extrañas palabras un dolor agudo se instalo en su nuca y todo se volvió negro.

 

Carlo había entrado por indicación de Alexander, Leonardo no lo había visto llegar debido a que el estaba de espaldas a la entrada y el hombre caminaba como fantasma, era hora de terminar con aquel plan, aferrando el tubo que llevaba en las manos golpeo con fuerza la cabeza del pelinegro para después atraparlo antes de que callera al suelo.

-Estas seguro de esto?

-No hay más que hacer, en este punto no podemos simplemente echarnos para atrás, ya me odia así que no hay nada que perder.

-Como tu quieras, pero en verdad estas bien?

-Estoy un poco mareado, debe ser la perdida de sangre y además de que siento que el brazo se me caerá, no es la gran cosa.

-Yo hablaba por él- Dijo Cardo asintiendo con la cabeza en dirección a Leonardo que aun colgaba en sus brazos.

-De eso no estoy seguro todavía. Pero no es algo de lo que pueda preocuparme ahora.- Dilan camino hasta donde yacía Sergevich solo para comprobar que efectivamente este estaba muerto. –Sabes que hacer, cierto?

-No será sencillo pero dalo por hecho.

-Bien.

 

***

 

Leonardo vagaba entre la conciencia y la inconciencia…

-El esta bien, las contusiones son menores aunque probablemente resulten incomodas durante algunos días, el golpe en la cabeza no fue grave. Acabo de administrarle un sedante, debería dormir entre 12 y 18 horas, parece que le hacían mucha falta.

-Gracias doctor.

 

***

Lilian acababa de entrar en la habitación, había batallado bastante para lograr que dejasen a Leonardo descansar solo en su habitación pero no había podido librarse de los guardias de seguridad que Franco había asignado para custodiarle y que esperaban tras la puerta.

Leonardo estaba despertando en ese momento claramente desorientado, Lilian se apresuro a la mesa de noche, sirvió agua en un vaso y se la ofreció al pelinegro junto con un par de analgésicos.

Por un momento Leonardo creyó que todo lo ocurrido no había sido más que un simple sueño, pero el dolor en las costillas, la cabeza y cara le hacían saber que no era así, con ayuda de Lilian se había medio sentado sobre la cama para ingerir el medicamento.

-Lilian…- Las incógnitas se arremolinaban en su cabeza una tras otra y el borrón repentino de sus recuerdos le producía una ansiedad indescriptible. – que ha??... Cómo??...

-Tranquilo señor, será mejor que se recueste y vuelva a dormir, el señor presidente ha estado realmente irritante y querrá hablar con usted en cuanto se entere que ha despertado, será mejor que descanse un poco más antes de eso.

-No Lilian… dime… dime que pasó? De repente todo se puso oscuro y…- la voz se le perdió cuando sus pensamientos alcanzaron el hilo de sus palabras. –Dilan!- La preocupación le había golpeado con fuerza. –Lilian, qué paso con Dilan? Él… él estaba… y ..

-Señor tranquilícese… Dilan- La pelirroja no pudo continuar, su voz se había quebrado, la despedida había sido demasiado emotiva, Lilian se giro dándole la espalda para limpiarse las lagrimas y sacar del cajón del velador un sobre que le tendió. –Esto quizás le explique todo, le daré un momento para leer a solas.- Lilian comenzó a caminar hacia la salida y justo antes de abrir la puerta le dijo – Por favor sea comprensivo. Quizás no fue la mejor manera pero Dilan siempre pensó en usted.

Inmediatamente después Lilian había desaparecido tras la puerta, las palabras de la pelirroja no le había tranquilizado en absoluto, de hecho no lograba entender su reacción y eso le ponía aún más ansioso de lo que ya se encontraba, en el silencio pudo escuchar la voz de su secretaria en el pasillo argumentando que él aún se encontraba inconsciente, no podía entender nada pero poniéndose a él mismo en control decidió buscar las respuestas más próximas para comenzar a develar el acertijo que repentinamente había surgido y estas estaban sin duda en la carta que sostenía, sin remitente ni destinatario Leonardo pudo esclarecerse un poco hasta reconocer la caligrafía en las 3 hojas que había sacado del sobre y desdoblado.

 

La verdad es que no se como comenzar a explicar, si estas leyendo esto quiere decir que las cosas no terminaron bien, es la cuarta vez que trato de escribir esta carta y termino por romperla e intentarlo una vez más porque me niego a que en verdad esta sea una posibilidad hecha realidad.

En fin , ya nada se puede cambiar a estas alturas, seguro que ya te lo habré dicho pero lo repetiré, lo siento de verdad, pero me canse de todo, me canse de ser un niño consentido que no sabía nada, Leo lo sé, lo sé todo… Enterarme de tu verdadera identidad fue un golpe duro para mi, no porque haya cambiado mis sentimientos por ti , sino porque se sintió como una traición, no lograba entender cual era la razón para ocultármelo, para callar, para engañarme, esa es la razón por la que todo termino, la misma por la que me fui, descubrir que el hombre que amas no es mas que una mentira era algo con lo que no podía lidiar pero yo también te había ocultado algo, ya lo sabes estaba trabajando para tu hermano mafioso que resultaba ser también tu principal enemigo del campo, demasiadas cosas para poder con todo, en fin, si explicase más solo terminaría alargando esta carta hasta convertirla en novela y tú, tú ya conoces la historia.

Cuando me aleje de todo me di tiempo a pensar, como siempre mi manera de resolver las cosas es huir, pero fue entonces cuando conocí a Alexander, un extraño que se detuvo a escucharme, que no me juzgo y me ofreció su ayuda y entonces este plan alocado comenzó a tomar forma, fue mucho tiempo después cuando ambos nos dimos cuenta de que perseguíamos la misma meta pero no podía actuar de manera imprudente, no podía saltar a la acción odiándote por mentirme o resentirme con Max por ocultármelo, debía entenderlos para poder tomar la mejor decisión y así me dedique a buscar todas las piezas del rompecabezas, Alexander me dio los primeros indicios contándome lo que sabia, luego busque con mis medios y como ultima medida me transforme en un extraño para estar cerca de ti y saber aún más…

 

Leonardo dejó de leer comprendiendo y temiendo por lo que aquellas líneas podrían llegar a decirle, la imagen de Mateo sobrepuesta a la de Dilan se instaló en su mente “Me transforme en un extraño para estar cerca de ti…” que ciego había sido.

 

y estando en tal sitio por fin logre entender porque me habías mentido, querías protegerme, no es así?

Será muy difícil que me comprendas por completo, y si estas leyendo esto es porque no pude explicarme de frente.

Me canse de ser protegido, por ti, por Max, por todos, ya no soy un niño y quería tomar la responsabilidad por mis propios actos y decisiones.

Tenia miedo por qué era lo más temerario que hacia en la vida y más que nada por el riesgo de perderte pero cuando conocí a tu padre, porque sí fue a visitarme y puedes ya imaginarte lo que pasó, me di cuenta que no podía dejar las cosas simplemente así, tenía que hacer algo para detener la locura que Sergevich planeaba, Max y tú al igual que mi madre son las personas más preciadas en mi vida no podía dejar que un maniático trastornado les hiciera daño solo por sus propias ideas erróneas.

Sé que es tu padre pero tenía que detenerlo, mi idea es simplemente llevarlo a prisión de esa manera pagara por todo el daño que ha hecho, Alexander es el más interesado en ello, tiene ese sentimiento de venganza instalado hasta la medula y lo comprendo después de enterarme como ese hombre había prácticamente asesinado a su madre y lo había dejado en la nada (literalmente) cuando solo era un niño.

Max nunca quiso esto y por lo que me ha contado Lilian tu tampoco lo querías, por favor no te enojes con ella, Lilian solo piensa en tu bien y si me ha llegado a ayudar es solo por que cree que esto puede ser bueno para ti, por eso me decidí a hacer esta locura realidad, con Poseidón será relativamente fácil dejarlos a ti y a Max fuera del juego y así será, podrán hacer lo que siempre quisieron, serán libres y ya no tendrán que temer por sus afectos por que fuera de estas ligas el amor no es considerado debilidad.

Te quiero Leo, es mi turno de protegerte espero haberlo hecho bien aunque ahora me odies no importa se que hago lo mejor.

Adieu mon Chevalier

 

Leo no había notado que lloraba hasta que una lagrima se estampo contra la hoja manchándola, con torpeza deslizó su mano por sus mejillas para limpiarlas pero las gotas salinas parecían fluir sin control, sintió la opresión en el pecho y unas inmensas ganas de gritar al tiempo que un nudo se instalaba en su garganta cortándole la respiración y el habla.

¿Cómo habían podido llegar hasta ese punto? La maldita carta no había aclarado sus dudas, bueno tal vez si le explicaba bastantes cosas pero las que más le atormentaban aún no tenía respuestas y eso le desesperaba.

Apretó las sabanas hasta que sus nudillos blanquearon, estaba frustrado y sus intentos por recordar solo lograban alterarlo más… había matado a su padre, con ese recuerdo una sensación extraña le invadió, él habría atacado a Max o a Mila o a Alex y Dilan había intervenido quedando herido en su lugar e instintivamente él mismo había accionado el gatillo de su pistola matando a su padre en el acto.

Con la palma de sus manos tapo sus ojos sintiendo el dolor volver a martillarle la cabeza.

En ese momento Lilian volvió a la habitación, se quedo expectante un momento, dudando y Leo percibió su temor a la distancia, aquello estaba siendo demasiado y él mismo se desconocía en ese momento, se obligó a si mismo a comportarse y se puso en pie, forzar una sonrisa sería demasiado por lo que simplemente se limito a brindarle una mirada que Lilian entendió de inmediato, era hora de que su lado lógico tomara el control.

-Lilian, pareces estar al tanto de todo.- Su voz pretendía ser neutra pero un ligero tono de reproche le acompaño sin que pudiera evitarlo, Lilian se encogió culpable. –ponme al corriente por favor.

Y mientras esperaba por la respuesta de la pelirroja comenzó a caminar hacia el closet.

-De acuerdo, yo, yo en verdad no sé todo lo que sucedió, Usted y Frank fueron encontrados en las instalaciones de Prox, Frank estaba golpeado y usted inconsciente, las fuerzas especiales y los servicios de emergencia después que se asegurara su bienestar le trasladaron a la casa blanca.

En ese momento Leonardo salió del closet vestido con pantalones azul marino y una camisa blanca que resaltaba los moretones de su cara y brazos.

Lilian le tendió inmediatamente una carpeta que Leo tomó para volver a sentarse en la cama.

-Este es el reporte que Frank ha dado.- Mientras Leonardo leía, su secretaria seguía explicando. – Mientras salía de su residencia en NY ambos fueron emboscados, secuestrados y trasladados a Prox donde Dilan Biavane ya se encontraba también retenido por una facción de la organización criminal rusa mas afamada de las ultimas décadas, Sergevich Popov conocido líder de este grupo junto con uno de uno de sus cabecillas, Alexey, ingresaron en el país bajo nombres falsos con la intención de extraer de Prox algunos secretos de seguridad y de esa manera filtrar su organización en la nación, por esa misma razón en las ultimas semanas se habían desatado tantos líos con los carteles locales.

El informe preliminar indica que el joven Biavane fue retenido desde días antes, como prueba llegó un video de seguridad del edificio contiguo a Prox donde se le ve siendo sustraído de su vehículo personal y luego metido en una camioneta van negra, cuando el joven se negó a entregarles los programas con los que trabaja el país, decidieron tratar de robarlos por su cuenta ingresando directamente en la empresa y entonces también recurrieron a secuestrarlo a usted que casualmente se encontraba en el estado, pero antes de ingresar Frank logro enviarme un mensaje de texto y yo di alerta a los servicios de seguridad, según el reporte de Frank cuando ustedes ingresaron ya había un problema en el edificio pues la seguridad privada daba pelea a los intrusos, se especula que por esa razón usted fue llevado ahí, lo que efectivamente ceso la resistencia de la seguridad, sin embargo nadie contaba con que su secretario era más bien su guarda espaldas y que usted supiera también algo de combate de esa manera en un esfuerzo conjunto surgió nuevamente un enfrentamiento en el que con su vida en riesgo Frank no tuvo mas que vaciar la carga de su arma sobre el cuerpo de Sergevich Popov, ante la muerte del líder el resto de los hombres fue fácilmente sometido a la llegada de las fuerzas especiales que para entonces habían tenido el tiempo  suficiente para rodear el edificio.

Leo se quedó meditando por un momento, aquella versión no era ni de cerca lo que había ocurrido y a pesar de lo ambigua cubría exactamente todo lo sucedido.

-De quien fue la idea de cubrir así lo ocurrido?-

Por un momento el seño fruncido de su jefe hizo dudar a Lilian de decir la verdad, pero era lo acordado, después de aquello Dilan se había despedido de ella pidiéndole decirle solo la verdad a Leo.

-a… ha sido Dilan, señor.

-Que??

-hay en verdad no lo sé Leonardo.- Lilian había perdido su papel de secretaria para sentarse en la cama junto al pelinegro y dejar fluir las lagrimas que hacía días retenía.

***

Después de que Lilian le contara todo lo que sabía sobre lo ocurrido, y de que las noticias en la televisión confirmaran que la prensa cubría la historia apegándose bastante al reporte dado por Frank, Leo dio una ultima ojeada al mismo percatándose hasta ese momento de una carpeta extra, con una mirada inquisitiva hacia su secretaría esta le explicó que aquella era la declaración que Dian había preparado para el pelinegro, con su propia supuesta declaración la de Frank quedaba reforzada y las divagaciones que pareció encontrar en la de su guardaespaldas quedaban cubiertas.

-Lilian, hazme el favor de traer el resto de las declaraciones, quiero estar lo más apegado a la historia.

-Eso quiere decir que ha aceptado la idea del joven Biavane?- Los ojos Esmeralda se habían iluminado.

-Creo que es lo mejor.

 

 

Después de Leer los reportes dados por los agentes involucrados en su rescate, de los miembros de la seguridad privada de Prox, que no podían ser otros que los agentes de Poseidón y de los servicios de emergencias que habían asegurado que aunque el brazo de Dilan se encontraba en muy mal estado su vida no corría peligro, Leonardo cerro la carpeta para apretarse la base de la nariz en un gesto de cansancio, Lilian había estado acompañándole todo el tiempo  en ese momento se acerco para entregarle un par de pastillas junto con un té para el dolor.

-Podrías conseguirme el archivo medico de Dilan? Quiero saber como esta de su brazo? Y Podrías decirme por qué su declaración es la única que no esta?

Lilian se retorció las manos, nerviosa, mientras mantenía la mirada de su jefe. –Señor me temo que no puedo hacer eso por usted y el reporte no esta, señor.

-Explícame Lilian, estoy metido hasta la nariz en esto y parezco ser el único que desconoce todo lo acontecido, Por qué no puedo saber como mierda esta Dilan y porqué no esta su declaración?

Como contestando a sus preguntas el noticiero en la televisión pasaba en ese momento una entrevista a Margarethe quien respondía a las preguntas de la entrevista comentando su indignación por los hechos y el estado de salud de su único hijo quien había salido herido en aquella situación que no podía ser catalogada de otra forma que no fuera un atentado.

Dilan había sido rescatado de un secuestro de mas de 4 días en un estado deplorable, la herida en su brazo había sido bastante grave, durante los enfrentamientos de la policía con los criminales Dilan había recibido el impacto de una bala en su brazo derecho, mismo que había destrozado musculo y hueso por igual corriendo un gran riesgo de que su extremidad fuera amputada recurrieron a llevar el tratamiento en un hospital especialista en Londres.

Leo no sabía si sentirse mejor o peor por la nueva información y con su lado lógico tomando el control mientras esa duda se aclaraba se puso en pie indicando a su secretaria que era hora de terminar con todo aquello de una vez.

***

Todo había transcurrido con relativa normalidad, Leonardo había hecho aparición en la oficina presidencial, después de una larga charla con Franco había ido directo a declarar y posterior a ello había vuelto a su papel de secretario de estado imperturbable que sin embargo nadie en la oficina se creía, para el resto del mundo era evidente que Leonardo seguía perturbado por algo y aunque sus ordenes eran claras y precisas como siempre su nerviosismo y ansiedad hacían que todos tuvieran sus reservas.

Leo se entró en su oficina seguido por la pelirroja que cerró la puerta tras ella, el se dejo car sobre su silla apoyando los codos contra el escritorio y la cabeza en las manos.

-No creo soportar ni un minuto más.

-Señor?

-Las miradas Lilian, me ven con, lastima? No lo sé solo quisiera gritarles a todos que se ahorraran sus preocupaciones y se pusieran a trabajar. Cuándo llega Frank?

La mujer checo el reloj en su muñeca. –No debe de tardar, y no lo tome a mal, aunque usted crea que lo esta ocultando bien es claro para todos que esta consternado, nervioso y preocupado, la mayoría creen que debió de tomarse unas vacaciones para superar el trauma por lo acontecido.

Leo chasqueo la lengua en un gesto nada propio de él y se puso a revisar los papeles sobre el escritorio después de 15 minutos y con un grito de “lo tengo” se pusó en pie y salió casi corriendo a la oficina presidencial seguido se su extrañada secretaria.

***

El vuelo a Londres le pareció corto ya que había pasado casi la totalidad del trayecto dormido, la idea le había llegado de golpe mientras checaba sus papeles, no podían cerrar aquel caso debido a que aún faltaba la declaración de Dilan pero este había abandonado el país para recibir tratamiento el Londres, por lo que los programas de chismes decían y especulaban Leo pudo darse una idea de la gravedad del estado del peli plata, la bala había roto y astillado el humero en demasiadas fracciones, los músculos afectados también habían recibido bastante daño y con riesgo de poder perder la movilidad no quedaba más que acudir a los especialistas.

Así que el mataría dos pájaros de un tiro, obtendría la declaración de Dilan al tiempo que hablaba con este, saciaba sus ansias de verlo otra vez y tal vez obtendría las respuestas que le faltaban.

No fue difícil dar con el ojimiel, se encontraba en la mejor habitación del hospital, la seguridad era tal que por un momento le habían negado la entrada pero después de que Lilian mostrara todos los papeles y permisos otorgados por embajada americana en aquel país le dejaron acceder con una disculpa.

Abrió la puerta con cuidado, sin hacer ruido por si el peli plata dormía, pero la camilla se encontraba vacía, escaneando la habitación lo encontró de frente a la ventana, se acercó pretendiendo no ser notado y descubrió que lo que tenía tan absorto al menor era la magnífica vista de la ostentosa Chelsea

 

-Qué es lo que te trae por aquí?- La voz de Dilan le sorprendió.

-No creí que hubieras notado mi presencia.

-Eso sería difícil, puedes ser silencioso pero no imperceptible.- El tono de Dilan era neutro pero duro, la sensación de desconocerlo volvió a instalarse en su pecho, estaba frente a ese Dilan que no conocía.

-Yo he venido por acciones gubernamentales, es necesaria tu declaración para dar cierre al caso y fui enviado a conseguirla.- Mas que ser enviado Leonardo se había auto-comisionado la tarea aún pese a las quejas del resto del gabinete.

-Oh!- Por un momento Leo creyó ver decepción en los ojos color miel pero se esfumo tan rápido que pudo haberlo imaginado. –En ese caso señor secretario no será necesario que pierda mucho de su tiempo.- Dilan caminó hasta un pequeño librero en la pared y con la mano que no estaba inmovilizada por el cabestrillo tomo una carpeta color tinto y se la entregó. –Ya esta redactada, puede leerla y comprobar por usted mismo que es exactamente como la necesitaba.

Leonardo se quedo un momento mirándolo extrañado, la frialdad de Dilan que le helaba hasta los huesos y le estrujaba el corazón, tomó la carpeta abriéndola ahí mismo y comenzando a leer mientras el otro se encaminaba hasta quedar sentado en la camilla.

Después de unos minutos Leo se giro para dar la cara a Dilan.

-Es… es realmente la declaración que vas a Dar?

-No hay ninguna otra señor secretario, si es todo por lo que ha venido le voy a pedir que se retire, necesito descansar.

-Dilan no… por qué eres así?

-Perdón?

-…

-Estas tratando de hablar conmigo fuera de tu rol político?

-Justo eso, así que no me iré, mis asuntos como secretario de estado han terminado, pero aun necesito hablar contigo de lo que realmente sucedido no de la versión oficial sino de la real.

-Qué quieres saber Leonardo? Todo ya ha sido explicado, y ya que estamos hablando de manera extraoficial te diré esto, solo reaccione a tus mentiras, ahora las entiendo pero no es excusa, también te mentí así que estamos a mano, solo hice lo que tenia que hacer para proteger a la gente que quiero, La muerte de Sergevich no estaba en mis planes pero resulto así y aceptare todas las consecuencia, si quieres saberlo todo esta bien, yo soy Poseidón, yo soy quien los estuvo saboteando a ti y a Max desde hace un tiempo, también tome el rol de Mateo, eso por cierto fue una agradable y diferente manera de tenerte cerca, Max y tú nunca quisieron esta vida así que es mi manera de liberarles, el territorio de Max en Rusia ya es en un 95% mío, aunque no permanecerá de esa manera debido al trato que he hecho con los mexicanos, ellos se quedaran con el 60%, con la cabeza muerta, el cuerpo es fácil de desintegrar y debido a ello la mitad de la junta del Milenium ya perdió el control, Alex esta arreglando las cosas de Max y en pocos días también el Milenium será absorbido por mí, lo faltante son tus territorios y por eso te pediré que las entregues por voluntad, no pienso detenerme aquí y lo menos que deseo es tener que enfrentarte, nunca quisiste esto así que libérate ahora.

Leo había quedado mudo ante el discurso de Dilan, eso no era lo que pensó cuando se imagino mil veces aquella conversación.

-Te daré tiempo para pensarlo Rächer, ahora si no hay más vete.

-Dilan tu no puedes… nosotros…

-Es por nosotros Leo.- la indiferencia de Dilan se había quebrado y permitiéndose un ultimo momento de fragilidad se puso en pie hasta quedar a centímetros del pelinegro. –mentira, es por ti, haría lo que fuera por tenerte a salvo y hago todo lo que puedo, por desgracia perderte fue parte del precio.- Dilan poso su mano en el pecho del pelinegro y lo observo a los ojos con las orbes miel cubiertas por lagrimas que se negaban a salir. – Me desconoces, puedo notarlo en tu mirada, no soy la persona de antes y esta versión de mi no es aceptable por ti, aun así no me arrepiento, Lena esta a salvo y Max es más feliz que nunca y tu… estoy seguro que también llegaras a serlo, hasta entonces puedes odiarme cuanto quieras.

 Tras esas palabras Dilan se había recompuesto y llamando a la seguridad, fue inevitable que sacaran a Leonardo de la habitación.

Sin mas opciones Lilian le había convencido para retirarse del lugar, el vuelo había sido largo y demasiado extenuante para tomar uno de regreso tan solo un par de horas después, la pelirroja lo había prácticamente obligado a comer y después de instalarse en un hotel por un día partirían de regreso a U.S.A. a la mañana siguiente.

***

Leonardo no había podido abordar su vuelo, ni siquiera llego al aeropuerto, había mandado a Lilian por delante para hacerse cargo de lo necesario en la oficina pero después de quedar como un completo tonto frente a Dilan el día anterior, no podía simplemente dejarlo así, él había viajado hasta aquel lugar para hablar y no se iría sin decirle al menor lo que quería.

Llego a la habitación del peli plata sin problemas, abrió la puerta con brusquedad pero alcanzo a detenerla antes de que impactara contra la pared haciendo ruido, Dilan dormía en una posición bastante incomoda, boca arriba y con el brazo enyesado sobre la almohada al lado de su cabeza, la imagen por un momento lo distrajo y más cuando noto una pequeña gota brillante en uno de sus ojos, pero sacudiendo la cabeza recobró su determinación cerrando la puerta con seguro y acercándose hasta quedar a un lado de la camilla, estudio todos los detalles necesarios y con cuidado apoyo sus manos a ambos lados de la cabeza de Dilan para agacharse con cautela hasta dejar sus labios unidos.

Dilan tardo en reaccionar al sentir el rose, cuando sus ojos se abrieron lo único que pudo ver fue la cabellera negra y parte del oído del que definitivamente era un hombre y le estaba besando, se removió un poco pero inmediatamente su brazo herido envió una fuerte punzada de dolor, no debía mover ese brazo imprudentemente o correría el riesgo de perder parcialmente la movilidad, el hombre sobre él, le dio tregua solo una fracción de segundo antes de volver a atacarle con mayor ferocidad, Dilan le pesco del saco con la mano sana para jalarlo y alejarlo.

Había funcionado, el hombre se separó de él y pudo notar que se trataba de Leonardo.

-Pero que m…

Leo no lo dejo seguir, con una agilidad de envidia se había subido sobre la camilla y ahora le rodeaba también con sus muslos al tiempo que retomaba aquel beso que Dilan no podía corresponder.

-Es mejor que cedas de una vez cariño, me quieres y me deseas tanto como yo a ti.

El rostro de Leo estaba tan solo a centímetros del suyo, podía sentir su respiración chocando contra sus labios, se obligo a calmarse y hablo con voz controlada.

-Qué buscas? Que pretendes?

-Pretendo deshacerme de esa bravuconería tuya, y sobre todo que quede claro lo que vine a decir antes de que comiences con otro de tus monólogos inservibles.- A Dilan le había calado en el orgullo las palabras de Leo,

- Y si lo que quieres es hablar por que haces esto? – Dijo señalando con su cabeza la posición en que se encontraba.

-Solo para reforzar mis palabras… escucha con atención Biavane, y mas te vale que no hagas nada imprudente, estoy al tanto de la situación de tu brazo  así que es mejor que lo dejes quietecito.- Dilan clavo su mirada en el mar tempestivo de los ojos contrarios. – Te quiero, no, te amo, pero tu maldita faceta de niño rudo con temperamento brabucón no te había permitido escucharme y me amas lo sé, al inicio no estaba seguro de nada y no puedo decir  que lo este completamente ahora, quiero las respuestas a todas mis preguntas pero quiero que las contestes tu, no puedo decir que me guste esa repentina arrogancia tuya ni la frialdad que reflejas al mundo, por que me enamore de alguien que es todo lo contrario, quiero que vuelvas a ser el niño mimado, cariñoso y empático del que me enamore, no me importa si quieres seguir siendo Poseidón o si quieres fulminar al resto del mundo con tu mirada indiferente pero deja de hacerlo conmigo, y si por tu propio pie no puedes me encargare de ello yo mismo.- Leo termino con la distancia entre ellos y le besó- Hoy vas a recordar cuanto me amas y te recordare cuanto te amo y después de ello no podrás volver a pensar lo contrario.

 

No hubieron mas palabras, Leo había asaltado su boca y Dilan ya no puso resistencia, su brazo sano le rodeo el cuello mientras su mano se enredaba en las suaves hebras negras, los besos subieron cada vez mas de tono, la ropa comenzó a estorbar, y el ambiente repentinamente era demasiado caliente, el pelinegro se había desecho de sus pantalones y después de su propia ropa, lo había tomado con pasión y con cuidado, le había besado hasta saciarse y Dilan solo podía gemir roncamente por el amor y el deseo.

Habían hecho el amor como solo ellos sabían y de una manera diferente a todas las demás.

Dilan estaba exhausto después del maravilloso éxtasis del orgasmo y Leo respiraba con dificultan aun sobre y dentro de él, con cuidado el ojiazul salió de su interior y se movió para bajar de la camilla pero Dilan se lo impidió, con cuidado se había hecho a un lado dejando suficiente espacio para que Leo se acostara junto a él.

Leo se acomodo lo mejor que pudo pasando un brazo por debajo de la cabeza de Dilan para que este la recargara en su pecho, el brazo lastimado del peli plata termino descansando sobre el abdomen del ojiazul mientras ambos se veían a los ojos contemplándose como si fuera la primera vez, y quizás así lo fuera porque era la primera vez que se miraban como de verdad eran, sin engaños, sin mentiras, sin fachadas, simple y completamente ellos mismos con todos sus defectos y virtudes.

.

.

.

-Puedes quedarte con todo…

-eh?

-Bueno casi todo, quisiera quedarme con el Bar de Maine es especial y el casino de las Vengas oh! y mi nombre… ser un vengador solo puede ser cosa mía

-Leo…

-Shhh. No me hagas arrepentirme, solo quiero que estemos juntos.

-No yo solo quería decir que eso sonó a película de Marvel jeje.

-Travieso.

 Leo beso la frente del menor y ambos con una sonrisa en sus rostros terminaron entregándose a Morfeo.

 

Notas finales:

Quiero agradecerles inmensamente a quienes nos siguieron en esta locura hasta el final, simplemente llegar hasta aqui no fue tan facil como lo imaginamos en un inicio, un proyecto pequeño se volvio un universo enorme y complicado, pero Jin mi hermosa  coescritora, mi mejor amiga y muchisimas cosas mas que no podria explicar, estuvo en cada momento de frustracion y en cada junta creativa en las que decidiamos las acciones a seguir en el curso de la historia, nada hubiera empezado sin ella y nada hubiera sido concluido sin ustedes nuestros lectores

 

Tenemos para ustedes un epilogo que se ha estado cocinando lentamente, simpemente por pura renuencia a finalizar este trabajo, asi que lo postearemos en unos dias mas.

 

 

 

No me queda mas que decir, mas que les mando miles de besos y abrazos y espero leerlos en algun futuro pyorecto.

 

 

 

Ai-Chan


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