La noche apenas comenzaba recorría las calles de la ciudad en el zenvo nada se escuchaba más que el sonido del motor y el ruido intermitente de un rastreador que no mostraba nada, todo el agotamiento físico de aquella tarde mas el cansancio de la oficina comenzaban a pasarle factura, así que cansado como estaba solo condujo de regreso a su departamento, esa había sido su rutina durante casi todo un mes, sus actividades de Rächer las había cedido todas a Frank y Mad, comenzaba a hartarle todo aquello.
Al llegar a su departamento la pelirroja le esperaba ahí leyendo unos informes, lo sabía por las carpetas de color azul marino.
- Tiene una junta en menos de 2 horas, ¿cómo se supone que va a aguantarla si sigue malpasándose?
- Solo dame una dosis de…
- Ni se le ocurra, no lo voy a dejar consumir esa basura.
- Estoy hasta el cuello de problemas Lilian, escapar con una pequeña dosis no hará nada en mi, además no es la primera vez que la consumo lo sabes…
- Y por lo mismo, no lo voy a permitir, así que vaya a dormir, cuando despierte le tendré listo un termo de café bien cargado y despejare su agenda para que tenga un sueño reparador por la mañana.
De mala gana el pelinegro se dirigió hasta su habitación, se deshizo del traje y se metió en las sabanas para entrar en el mundo de Morfeo…
***
- Estoy aburrido .- alegaba el castaño dando vueltas en la silla del escritorio de Leo mientras este checaba las cuentas del mes.
- Entonces ve a trabajar.- dijo sin siquiera prestarle atención.
- ¿Quieres que me valla?
- Bueno, me temo que estaré hasta tarde con estos papeles, el balance me está matando…
Ante aquellas palabras Dilan se levanto del escritorio camino hasta la salita de juntas donde estaba sentado el pelinegro contemplando aquellos papeles…
- Si terminas el informe, ¿podemos ir a comer?
- Pff… lindo me temo que no puedo prometer nada, hay algo que no me cuadra.
Desesperándose el castaño se sentó al lado del pelinegro le arrebato los papeles de las manos y comenzó a echarles un vistazo, ante la atenta mirada del ojiazul.
- M... si, tienes un error aquí .- dijo señalando el papel donde se podía ver los gastos estatales y los federales.
- ¿Qué es lo que está mal?
- Al total global falta que le sumes el suministro federal y restes la cantidad que tienes aquí de los gastos federales, y te da un total de 12 millones de dólares, ¿es esa tu cantidad?
- ¿Cómo? ¿cómo demonios hiciste eso?
- M… bueno tienes un novio muy listo, ¿no crees que merezco una recompensa?
- Eres una tentación a la cual no puedo resistirme lindo, ¿que quieres hacer?
- M… bueno digamos que solo tienes que decidir una cosa
- A ¿sí? ¿Cuál?
- ¿Tu departamento o el mío?
- ¡Uh! El mío queda más cerca, así que espera a que llame a Lilian a que recoja el informe y nos vamos…
***
- Buenos días….- la pelirroja movía suavemente el hombro del pelinegro que dormía con una expresión bastante cálida. -Hora de despertar señor…
Cayendo en cuenta de la realidad Leo abrió los ojos, la pelirroja pudo ver enseguida decepción y tristeza en los ojos ajenos y eso le rompía el corazón, pero el causante de aquel mal, estaba escondido y ni siquiera el grupo de inteligencia de la organización había podido rastrear ninguno de los movimientos del castaño…
- Valla a tomar un baño y le veo en 15 minutos en el estacionamiento, su traje está colgado en el gabinete del baño.
- Bien, estaré abajo en 15 minutos, toma las llaves del auto y adelántate.
- Como usted ordene.
El pelinegro cruzo la habitación con pesar hasta la habitación, se recriminaba mentalmente por haber tenido ese recuerdo justo en las pocas horas que había logrado conciliar el sueño, odiaba tener esa clase de recuerdos como sueños, porque le partían el corazón y mas al no tener una respuesta por parte del castaño.
Teniendo poco tiempo entro en la regadera, tomo un baño rápido y se cambio en su traje a la medida, sus zapatos italianos favoritos y su corbata blanca, pues todo el conjunto era negro.
Peino rápidamente sus cabellos, agrego loción y salió a toda prisa del cuarto de baño para tomar de la mesilla de noche su cartera y el celular.
***
- ¿La agenda de hoy?
- Bueno tenemos la junta con la embajada coreana y más tarde el dirigente de Edimburgo llega a la casa blanca así que tenemos que tomar un vuelo a las 4 para recibirle en la casa blanca o… puedo hacer que Mason Miller se haga cargo de eso y usted puede ir a Los Ángeles para la apertura del museo de arte neo liberal.
- Bien, iré a los Ángeles, no tengo ganas de estar con Franco justo ahora, y menos sabiendo que Andrea estará rondando por ahí.
- Como guste, moveré su agenda.
- Gracias Lilian.
Al entrar a la oficina, todos los empleados en sus puestos parecían esclavos sin voz ni voto, Leo no era el jefe más terrible del mundo, pero le gustaba la perfección en su trabajo y aquello si ellos Vivian estresados en sus puestos miserables sirviéndolo, no era su problema, bastante tenía con todo lo que tenía que lidiar de su vida como para preocuparse por alguien que no fuera él.
- Señor el embajador lo espera en la sala de juntas
- Gracias. Frank, ¿tenemos novedades?
- Me temo que no, seguiremos buscando
- Bien…
***
- Señor ¿está seguro que va a regresar?
- Quien ¿Aitor?
- Sí, me refiero a que ha sido un mes, la junta comienza a dudar y bueno… no hemos podido rastrearle de ninguna forma.
- Ten paciencia esmeralda, ya regresar, aunque sinceramente me mate no saber en donde esta, tengo seguridad en que se va a cansar de este jueguecito y regresara.
- Si usted lo dice, tratare de calmar a los muchachos, pero espero por su bien, que su juego termine pronto.
- Yo también esmeralda, yo también…
La chica salió de la habitación dejando a un pensativo Max mirando a la nada, siendo interrumpido de sus pensamientos por el sonido de su celular.
- Maximilian al habla.
- ¿Sabes algo de él?
- ¿Por qué debería de saber yo algo de él?
- ¿No se supone que es tu empleado?
- Sí, pero su vida personal va a más allá de donde puedo o no meter las narices en la vida de Dilan, además si supiera algo ¿por qué debería de decírtelo?
- Porque he probado un punto y lo sabes.
- Cal es tu punto Leonardo.
- Me ama y tu solo has sido el premio de consolación cada vez que está lejos de mí, porque siempre regresa a mis brazos y no a los tuyos.
- Cállate, maldita sea, es como mi hermano pequeño deberías de saberlo ya.
- M… no, no lo sé, pero yo si soy tu hermano pequeño y me temo que el trato con ambos es distinto…
- Déjate de estupideces Leonardo y mejor ponte a trabajar o ¿es que mis hombres no te han dado trabajo?
- Mas que trabajo, son unos imbéciles, Mad ha matado ya a por lo menos la mitad de tu escuadrón nuevo, así que sorpréndeme porque tu jueguecito esta cansándome.
- ¡Ese es tu problema no el mío!
Colgó el teléfono, desquitando su ira con aquel aparato hasta hacerlo estrellar en la pared…
***
- Valla, valla, mira nada más lo que tenemos aquí, una rata grande, en mis manos, ¿cuál es tu nombre?
- ….
- ¿No piensas hablar?- propinó una cachetada en el rostro del chico. -sabes, si quieres vivir cantar es lo que deberías comenzar a hacer.
- Ha.
- ¿Osas a reírte de mí?, a caso no sabes en la posición en la que estas? ¿a caso no sabes hablar?- alego el hombre mientras sujetaba de forma brusca la mandíbula del chico con su mano.
- ¿Tendría que estar hablando?
- Si sabes lo que te conviene hablaras.
- No lo are.
- Eres un maldito mocoso insolente..- le propino otra cachetada, haciendo sangrar al peli rosa. -Ahora vas a contestar solamente a mis preguntas, ¿estamos?
- No.
Max observaba a la distancia como Iker golpeaba al chico
- Por tu vida….- amenazo sacando del cinturón una navaja pequeña y colocándola justo en la yugular.- ¿quien es tu jefe?
- Mi jefe es Rächer y siempre lo será.- pronunciaba Lens sin dudar y con sus ojos fríos cual hielo.
- ¿Cómo luce él?
- No lo sé.- aquella respuesta fue vaga para Iker por lo cual hizo presión en la navaja comenzando a rasguñar la piel.
- Mientes, te daré otra oportunidad y espero… que la aproveches o de verdad me gustaría ver tu sangre correr en mi cuchillo…, dime… exactamente ¿cómo luce él?
- Nunca lo sabrás.
- Tu lo pediste mocoso.
Iker comenzaba a idear como debería de enterrar el cuchillo en el cuello del chico pelirrosa que tenía en sus manos, debía de ser excepcional pues el chico tenía una mirada gélida que solo había visto en sus compañeros que se encargaban de los asesinatos o en un enfermo psiquiátrico, no había brillo en ellos ni siquiera la chispa de esperanza, así que había decidido hacerlo gritar y llorar y rogar por su vida para hacerlo más interesante.
- Lástima que tu jefe no ha sabido cuidar de ti.- alego haciendo un corte en el cachete de donde rápidamente broto sangre.
- …
- Si te unieras a nosotros, si simplemente nos dijeras como es y donde encontrarlo, entonces tu vida seria perdonada, ¿no sería eso magnifico?
- …
- M… me parece que hemos regresado al juego donde te comieron la lengua los ratones, pero me temo que aun no la corto y no se la he dado a nuestras ratas.- hizo otro corte en la mejilla opuesta.
- …
- Eres un imbécil, te he dado dos oportunidades y las has desperdiciado, es una verdadera lástima…
Hecho la silla en la que el pelirrosa estaba atado de pies y manos, hacia atrás, haciendo a Lens caer junto con la silla.
- Perder tu vida, por alguien que no merece tu lealtad eso es deplorable…
Con cuchillo en mano, cambio de opinión para sacar el revólver que se apoyaba en su bota, mientras con sorna y burla le apuntaba entre las cejas y se preparaba a disparar…
Mas el sonido de la bala nunca salió, pues por la puerta de aquella bodega un motociclista había invadido la propiedad, el conductor de la moto llego rápidamente hasta el pelirrosa al cual desato, mientras Iker miraba con asombro como ocurría aquello como en cámara lenta frente a sus ojos y después sentía un costado mojado, anonadado vio como aquel motociclista le ayudaba al herido pelirosa a escapar montando la misma motocicleta.
- Recuérdame ¿por qué aun trabajas para mi Iker?
- Señor… .- las palabras comenzaban a ser difíciles de pronunciar, la sangre salía a borbotones por la herida.
- Fue un placer haber trabajado contigo, ahora terminare con tu dolor, a demás el trabajo de esta noche es inaceptable, debiste haberlo matado y no estar con juegos, les has revelado uno de nuestros puntos de reunión imbécil, así que terminare con tu agonía Iker.- tomando su propia pistola aunada al silenciador disparo en la cabeza del hombre hasta verlo desplomarse en el suelo. -nos vemos en el infierno Iker. Agh… hermanito a este paso perderé a mis mejores hombres, mi padre va a estar bastante decepcionado…
Dando la espalda al cuerpo sin vida del hombre, encendió un cigarrillo, le dio una calada, retuvo en sus pulmones el aire y dejo salir el resto del humo, camino a paso lento y arrojo detrás de si el cigarro, haciendo estallar pequeñas detonaciones que derrumbaron la bodega y mientras todo se consumía en llamas, comenzaba a recorrer las calles de Georgia en su motocicleta.
***
- ¿Se ha arreglado ya?
- Si señor
- ¿Lens está bien?
- Sí señor, solo tiene unos cortes menores en las mejillas y unos cuantos rasguños en muñecas pies y el cuello.
- ¿Mad mato al hombre?
- Dice que le dejo agonizando.
- Necesito que reagrupes a los muchachos Frank, lo que paso con Lens es inaceptable, no es elemental para mis planes, pero… es la debilidad de Mad, si algo le hubiera pasado esta noche, Mad hubiera buscado venganza por su parte.
- ¿Que sugiere señor?
- Solicita nuevos, es fácil engancharlos, no creo que necesites que te diga cómo hacer tu trabajo.
- No señor, hare como usted me pide.
- Bien, antes de que te vayas Frank, ¿han sabido algo de él?
- Aun nada señor, tengo hombres cerca de la oficina, del departamento, incluso de la casa de su madre, pero no han visto nada.
- Bien, retírate y dile a Lilian que pase por favor.
- En seguida.- después de una pequeña reverencia salió de la oficina, entrando dos minutos después la pelirroja.
- Me dijo Frank que quería verme, ¿necesita algo señor?
- Lilian, ¿a qué hora es mi vuelo mañana?
- A las 12 del medio día señor.
- Bien, la inauguración ¿a qué hora es?
- Tiene que estar a las 4 en el museo, después su agenda está libre si no se quiere quedar a la fiesta…
- Bien, haz que trasladen mi coche esta tarde, no quiero rentar auto y no quiero usar ninguno de los que tengo en el departamento de Los Ángeles, ordena que me lo tengan en el aeropuerto a las 2.
- Sí señor, ¿necesita algo más?
- Nada por el momento, retírate Lilian.
***
Después del deceso de Iker, Max había tenido que concretar una junta para avisar sobre la modificación, pero le comían los nervios, un mes tenía su pequeño que no asistía a ninguna de las reuniones, no había habido mensajes, ni llamadas, las redes sociales, sus cuentas de crédito y debito estaban como congeladas y Margaret le creía en un viaje de negocios por Asia, pero el rubio había descubierto que Dilan enviaba su trabajo por correos electrónicos a Mercedes, pero los emails no tenían una dirección, Mercedes enviaba los documentos a la cuenta normal de Dilan y mágicamente como si no se hubieran abierto los correros de la cuenta oficial, aparecían en la bandeja de Mercedes las contestaciones desde un remitente desconocido al cual no se le podían responder los mensajes, día y noche había tratado de encontrar al castaño, pero la suerte no estaba de su lado.
Después del largo camino en motocicleta llego al punto de reunión, todos estaban ocupando su lugar menos Iker obviamente y el pequeño castaño.
- Señores, y dama, buenas tardes.- saludo mientras se acomodaba en su silla al frente de todos en la mesa.
- ¿Es esto a caso una burla? Faltan dos miembros, no podemos hacer una reunión sin ellos.
- Les recuerdo que hemos estado reuniéndonos sin Aitor y bueno… pensé que habían escuchado los rumores, Iker no se nos reunirá jamás, lamentablemente el día de ayer por la noche murió por manos de unos de los altos del grupo contrario.
- ¿Rächer envió a matarlo?- pregunto esmeralda con preocupación.
- No precisamente a matarlo, tuvimos en nuestras manos a uno de los hombres más allegados a Rächer, Iker quiso interrogarlo siguiendo sus juegos estúpidos, pero no logro nada, de repente tuvimos una emboscada eran al menos 35 hombres contra nosotros, Iker me defendió en todo momento, fue un gran imbécil, le mataron al instante, yo llegue a la salida pero las balas se oían fuertes a mis espaldas, cuando hube caminado aproximadamente dos kilómetros de la bodega, escuche explosiones y de lejos solo vi la bodega quemándose, lo siento no pude hacer nada…
Uno de los hombres iba a replicar, mas sin embargo las puertas se abrieron de par en par y como si los ánimos no estuvieran caldeados el castaño entro al cuarto de reuniones tan fresco cual lechuga, sin saludar o ver específicamente a nadie se sentó en el lugar contiguo a Max.
- Pero si mira lo que acaba de llegar, jefe su ardilla perdida ha vuelto.
- ¿Me extrañaron?- pregunto Dilan con burla. - wow eso es halagador.
- Déjate de bromas Aitor, ¿donde estuviste un mes?- pregunto el rubio, molesto.
- Por aquí y por allá, jefe.
Ignorando a Dilan por completo Max se paró de su silla camino hasta el extremo opuesto de la habitación y de sobre el escritorio polvoriento de la esquina tomo un montón de carpetas que giro a cada miembro de la junta.
- Como pueden ver Aitor ha estado haciendo su trabajo, en sus hojas tenemos los balances de este mes, en la pagina dos nuestros deceso y como se reparte monetariamente en los miembros de la junta actuales.
- ¿Crees que nos vamos a conformas con unos cuantos dólares? Perdimos a Iker, ¿que sigue? ¿esmeralda, Yo?
- Cálmate Scoth, digamos que Iker solo estaba en el momento equivocado jugando piezas de naipes que no tenia.
- Quiero vengarme, ¿qué opinan chicos?
Entre respuestas aprobatorias y sin aprobar, Max solo podía ignorarles, mientras veía como Dilan juagaba distraídamente con su celular.
- Bien hora de irme, ha sido un placer acompañarles en esta productiva reunión, pero tengo negocios que atender.
Dejando la sala en completo silencio, el castaño salió de la habitación, dejando a todos los presentes perplejos…Después de eso la discusión sobre mil y un asuntos y sobre todo la muerte de Iker se extendió por más de 3 horas hasta que el rubio dio por terminada aquella reunión.
***
-¿Y bien? ¿Cómo ha ido todo?
-Fantástico, sigo con vida, aunque creo que me he pasado un poco.
-¿Te despedirán?
-Si fueran a hacerlo justo ahora tendría una bala en mi cráneo y no estaría hablando contigo, aunque seguro que no me lo dejan pasar tan fácil.
- y conseguiste las imágenes.
-De primera, estoy considerando el convertirme en fotógrafo.
-Anda si, como si fuera a pasar.
Aquí tienes.- Dilan le entrego el móvil a Alex quien rápidamente lo conecto a su computador para comenzar a descargar las imágenes de los miembros de la junta a los que Dilan había fotografiado.
-Si son buenas. ¿Cómo has conseguido tomárselas sin más? Me habías dicho que esa gente se cuidaba muy bien para no ser conocida.
-Mi insolencia habitual ha ayudado, nadie sospecho nada cuando comencé a jugar con mi celular y tenían muchas otras cosas de que preocuparse.
-Pero, ¿no dijiste que eran 17? Aquí solo hay 14.
-Si bueno, yo no iba incluido, deje a mi amigo fuera porque de él no es necesario y bueno parece haber habido una baja, has la resta y todo está bien.
-Ok me encargare de estos, pronto sabremos y tendremos lo que queremos.
-Bien, trabaja duro.
-Siempre.
***
-¿Estas bien?
-Por decima vez, si, Mad deja de preocuparte tanto.
-Pero, tu cara.
-Admito que las cicatrices me deprimen un poco pero sobreviviré.
-tonto.
-Así me quieres.
-Siempre, me gustas así, como eres, con tus extraños gustos en tntes que hacen a tu cabello cambiar cada tanto, con tus ojos castaños que me envuelven, con ese cuerpecito que posee más fuerza de la que aparenta.
-a ¿sí?
-si
-Pues yo amo ese sensual lunar en tu pecho, tus rizados y desordenados cabellos, tu nariz, tus labios, todo.
Mad acerco a Lens hasta dejarlo pegado a su pecho y le acaricio con ternura besando sus labios en apenas un contacto porque temía lastimar esos horrendos cortes que habían dejado en sus amadas mejillas.
***
-Esmeralda, están listos?
-Todo como lo pediste. Rächer no espera un golpe tan duro.
-Tiene que salir bien.
-lo sé, no tengo ni idea de cual es tu fuente, y me dificultas todo para convencer a la junta pero hasta ahora tu información siempre ha sido exacta.
-Sabes que no hablare de mi informante.
-Pero esque en verdad es desesperante, eres el jefe, ¿Por qué no simplemente decírselos tu?
-No es tan fácil Esmeralda, sabes que hay gente dentro que no están de mi lado.
-Lo se, tu padre, pero… tu informante debería de saber la identidad de Rächer, por que no solo preguntárselo y ya, terminaríamos con todo.
-No volveré a tener esta discusión contigo.
-Ni conmigo ni con nadie.
-Ya, solo has lo que te digo.
-Esta bien, llegamos, desmantelamos el lugar, dejar los menos muertos porsibles ¿Por qué no matarlos y ya?... Ok está bien no cuestiono, y robar la mercancía y papelería, esta bien?
-Sigue el plan y lo estará.
-Entonces hasta luego.
-Esmeralda una cosa más.
-¿Qué?
-Cuídate.
***
-Estás seguro de que todo estará bien aquí?
-Puedo con todo, tu solo enfócate en conseguir mi pedido.
-Te dije que tardaría, si mañana todo sale bien, estará listo la próxima semana.
-Por cierto tus chicos de la junta resultaron ser un reto, aunque me he divertido siguiendo a la morena, juro que si no fuera gay me gustaría estar con ella.
-¿Eres gay?- Dilan se atraganto con su bebida.
-No era obvio.
-¿tú crees?
-Bueno no me inmute cuando dijiste que eras homo y he estado escuchando tus penas de amor todo este tiempo sin problemas.
-Creí que simplemente eras muy abierto.
-Hey con mis intimidades no te metas.
-Puerco no hablaba de eso.
-Ya está bien, si bueno, lo soy desde que tengo conciencia, me enamore cuando estaba en primaria de mi mejor amigo y hasta ahora no lo supero.
-ok, es un poco mas cómodo ahora que se que eres gay, pero me dices que sigues prendado de tu amigo de la infancia?
-algo asi.
-entonces eres…. Ajam quiero decir, ers virgen aun?
-Me guardo para el amor de mi vida.
-¿Es en serio?
-Claro que no idiota, que tu no tengas pudor no quiere decir que todos seamos igual de desvergonzados, no tengo porque contarte mis cosas.
-Me dejas con la curiosidad… entonces no has salido con nadie más.
-Claro que si... ¿por quién me tomas? Ahora ponte a empacar lo que vayas a necesitar y lárgate de una buena vez.
- está bien, aunque me extrañaras ya verás.
-sí, si lo que te haga feliz.
***
-Que mierda ha sido lo de esta tarde.- Dilan se despego el teléfono de la oreja ante el grito que había dado el rubio nada mas al coger la llamada.
-Si hola amigo mío, también te he extrañado, ¿como estas?
-En verdad que no estoy d humor.
-Ya lo siento, es oslo que cuando me entere de la reunión crei que era importante.
-Y después de un mes tu aparición te parece la correcta, no hablamos de una reunión en tu oficina en las que puedes dártela de diva y nadie dira nada porque eres el jefe, Dilan tienes que entender que hay gente por encima de ti.
-Ja, si claro, discúlpeme señor, siempre he sabido que estas por ensima de mi, no te preocupes, puedes tener el primer lugar si quieres.
-No hablamos de eso.
-No importa, controlare mi comportamiento si es lo que quiere, algo mas que desee el señor?
-Dilan no me hables asi, y a donde mierda vas? Escuche que contrataste un vuelo privado.
-Mis asuntos no te conciernen Maximilian.
-Eres mi maldito empleado, me concierne.
-Tengo asuntos que resolver, y disculpa si difiero soy tu empleado no por mi gusto y aun asi no implica que sea de tu propiedad.- Dilan termino la llamada exaltado por demás, nunca había tenido una pelea asi con el rubio, era la primera vez que se hablaban de esa manera… ¿pero que se creía el muy imbécil? Sabía que se había pasado un poco con la junta pero había sido el mismo ojigris quien lo había alentado a mostrarse insolente e imperturbable para sobrevivir.
***
Maximilian dio una fuerte patada a la silla frente a él arrojándola contra el suelo y destrozándola en el proceso… ¿Qué había sido aquello? Había llamado a Dilan no para eso, se había enterado que volaba a Los Ángeles y solo quería curiosear el por qué, además no es que tuviera algo en contra de su aparición sino que le había dado mucho gusto y tenía la esperanza de volver a encontrarse con el castaño con normalidad y ahora todo se había ido a la real mierda.
Tenía claro que había sido su culpa pero es que en cuanto su llamada fue tomada por primera vez, la angustia, disgusto, coraje y todas esas emociones que había estado reprimiendo hasta ahora a causa del castaño estallaron con palabras que pensaba pero no tenía planeado decir.
Queriendo corregir su error marco nuevamente el numero del ojimiel pero la llamada fue rechazada, sabía que no la tendría fácil, no después de haber ofendido a Dilan de aquella manera, porque él más que nadie sabía el enfoque y significado que el castaño le daba a aquellas palabras, marco de nueva cuenta pero nuevamente fue rechazado, una vez más y el teléfono ahora se encontraba apagado.
Sabiendo que no conseguiría nada y queriendo librar su frustración de alguna manera, tomo su chaqueta y se dirigió a su bar favorito con la esperanza de que un poco de alcohol liberara el estrés que se le estaba acumulando.
***
El vuelo había sido placentero, el hotel era como de costumbre 5 estrellas, había pagado en efectivo para no ser rastreado por sus cuentas, la vista era perfecta y en resumen todo era genial, de no haber sido por la llamada del rubio habría sido perfecto, pero debía admitir que le había herido, Max había sido su amigo y confidente desde pequeño y aquellas palabras las sentía como una clara traición, Max más que nadie sabía lo mal que le sentaba a Dilan responder ante alguien más, y más aun cuando no concordaba con sus ideas, sin contar que siendo la primera vez que se habían visto y hablado por fin no esperaba gritos e insultos desde el inicio, pero supuso que ese era el precio a pagar por conseguir aquello que quería.
-No se puede tener todo Dilan.- Se hablo a sí mismo y secando una lagrima que resbalo traicionera abrió su portátil para checar los trabajos que Mercedes le había enviado y comenzar a trabajar un poco antes de su reunión la mañana siguiente.
Leyó, corrigió y firmo digitalmente los archivos que requerían mayor urgencia y los envió a Mercedes antes de acostarse a dormir, a la mañana siguiente antes de su reunión se daría un poco de tiempo para terminar con el resto.
Cansado más emocional que físicamente, se metió en la cama mentalizándose que sus sentimientos personales no debían interferir con sus planes, que su fin era mucho más importante que nada mas, incluso que él, Maximilian o Leonardo.
Tenía que sacrificarlos a todos porque era la única manera.