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PLAN PERFECTO por cherryboom123

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Notas del fanfic:

holaaaaa mundo *0*/ este es un fanfic que se me ocurrio mientras pensaba en los problemas excistenciales del mundo :B 

para las que leen mi otro fic les informo que no me tardare en actualizare, asi que esperenme :"D

 

 

Notas del capitulo:

Por lo mientras disfruten la lectura o llenen sus ojos de acido, como gusten :"v 

 

Los personajes son de la autora Nakamura shungiku 

POV. YOKOZAWA


 


Es imposible para mí el evitar verlo todos los días en la editorial. Si, aquel desesperante castaño de ojos verdes. Aquel que tomo lo que más quería y se lo llevo lejos de mi alcance. Takano Masamune la persona más importante en mi mundo... ¡Qué ridiculez! El gran Yokozawa Takafumi rendido de amor ante tal sujeto, ¡y lo peor aún! Celoso de un mocoso entrometido que no me llega ni a los talones, y si es así, entonces ¿Por qué?! ¿¡Por qué ahora, justo cuando creía tenerlo todo bajo control se destroza mi corazón!?


Las palabras de Masamune el día de mi confesión fueron la cosa más despiadada y cruel que jamás había escuchado. Por mi cabeza paso la idea de ahogar mis penas con el alcohol; sin embargo no lo hice, no puedo dejarme llevar por mis emociones, mucho menos cuando el trabajo ahora es muy pesado. Como sea, sé que está mal actuar de manera impulsiva pero es inevitable sentir esa sed de venganza, aun no sé cómo lo haré pero debe ser así. No dejare las cosas como están sin antes darle una lección a Onodera.


Me la pase pensando y pensando cómo es que podría idealizar un plan en su contra. Acerté en muchos puntos; él es muy sencillo e incrédulo, no será difícil engañarlo y así poder manipularlo...hasta que llegue a una conclusión. Sin duda alguna hoy tomare el cuerpo de Onodera haga lo que haga.


Muy bien! El plan es sencillo. Hoy salgo más temprano de lo habitual por lo que solo resta esperar a que termine su jornada de trabajo. Debo admitir que cuando se trata de trabajar Onodera es muy bueno, siempre trata de dar lo mejor de si mismo, incluso exigiéndose demasiado; sin embargo en los asuntos personales suele ser muy ingenuo, eso me dará puntos de ventaja. Nunca sabrá cuales son mis verdaderas intenciones, sino hasta que este por hacerlo, ese será el momento perfecto para impedirle escapar.  El único y gran problema es Masamune ¿Que podría hacer para que me lo “preste”  un rato? Supongo que tendré que hablar con él en cuanto salga.


***************


El día pasaba llevándose consigo el sol y las horas. Aún faltaba algo de tiempo para el momento de salida. En todo el transcurso de esta tarde tuve la oportunidad de pasearme de vez en cuando al departamento Emerald, donde podía ver como mi presa de ojos verdes terminaba su trabajo y atendía llamadas con ese aire puro lleno de inocencia. Muchas veces lo maldije por dentro cuando Masamune tiraba indirectas afectuosas y el enseguida las captaba, poniéndose estúpidamente rojo y nervioso. ¡Maldición! ¡¿Por qué tienen que ser tan obvios?! Ese tipo de demostraciones en el área de trabajo me enferma, es repulsivo e indignante. Claro que, cualquiera de estas personas tan distraídas en su trabajo, nunca percibirían algo como esto. En cambio yo, estoy al tanto de la situación y lo sucedido.


Yo fui el que guio a Masamune a salir del  espiral negro de donde rondaba, en aquellos días de universidad. Quería engañarme a mí mismo, mantener la esperanza de que algún día pudiéramos estar juntos de la mejor manera. Lamentablemente las cosas no son así. Tenía que llegar el y destruir cada parte del camino  que había logrado construir para entrar a su corazón.


—Bah ¡Que basura!—Deje escapar un suspiro, mientras sostenía mi frente con mi mano izquierda


—Al fin terminare con esto


—Yokozawa-san ¿está usted bien? — pregunto Henmi acercándose a mí. Al parecer tenía un tiempo libre


— ¡Claro que lo estoy! ¿Por qué no habría de estarlo? — Le respondí, estando un poco alterado


—Mmm…No por...por nada, solo que luce más tenso y nervioso de lo normal— hablaba  con un tono nervioso en su voz.


 Si, quizá si estaba tenso, también algo inseguro de lo que planeaba hacer. Pero ¿De verdad valdrá la pena pensar siquiera en eso? Mientras espiaba a esa tonta parejita, me pude percatar de que los sentimientos de Onodera suelen verse sinceros, aunque trate de ocultarlo detrás de un sonrojo. Sin embargo...pensándolo de manera retorcida ¿No sería una buena idea para ponerlo a prueba? Si sus sentimientos realmente son verdaderos no tendría por qué sentirse bien con lo que haré. Si se rehúsa entonces, sabré que él va en serio con Masamune, y por fin podré ponerle un final a mi historia de amor unilateral.


 —Yokozawa-san, puedo preguntar... ¿le gustaría salir a beber?, después del trabajo por supuesto!—


Sentí un poco de pena por Henmi ¿Cómo puede ser tan fácil dejar en evidencia tus sentimientos en unas simples palabras? Puedo notarlo en la manera en que espera ansioso una respuesta. Ese rostro enrojecido y piel blanca. Es idéntico a cuando veo a ese descarado castaño. Simplemente repugnante.


—Hoy no puedo, ya será otro día —Quise contestarle lo más cortante posible


—Muy bien...bueno solo quería que usted pudiera despejar su mente por un rato— ahora su voz sonaba decepcionada ¿Y que esperaba? ¿Que aceptara?


—Gracias por la oferta, pero de verdad tengo algo que hacer —


En ese momento sonó la  alarma de mi reloj de mano. La jornada había finalizado


—Bueno, eso es todo por hoy


Me despedí de él, dejándolo parado con una mirada triste


Ahora solo resta esperar a Onodera que terminara el trabajo. Así que sin más, tome mis cosas y salí del departamento.


Estuve parado ahí en frente de Emerald unos 40 minutos hasta que vi los cabellos castaños salir por la puerta.


—Oh, Onodera ¿tienes un minuto? —Le dije, sorprendiéndolo un poco, ya que dio un pequeño salto tan solo escucho mi voz


—Eh...cla-claro... ¿En qué puedo ayudarlo? —ese tono tan inocente, solo me provocaba querer destrozarlo. Arruinar su vida, dejando una marca imposible de borrar. Él se llevó todo lo que yo más atesoraba, la única fuente de felicidad en mis arduos días de cansancio. Tan solo oír su voz me hace hervir la sangre, no quiero verlo sonriendo, no si eso implica sonreír junto a Masamune. Arrastrando con ellos mi felicidad.


— ¿Donde esta Masamune? ¿No vendrá contigo hoy?


—Eh?! Aaa...No... Bueno...no ha de tardar en salir, ¿Por qué lo pregunta? — pude notar su nerviosismo, su mirada estaba plantada en el suelo. No me miraba a los ojos


—Acompáñame —


No deje que reclamará, tome su mano sin cuidado, estrujándola con fuerza. Lo encamine hasta la sala de conferencias, que ahora estaba desocupada, sin ningún alma que pudiera interferir a esas horas.  


— ¡Yokozawa-san! ¡Suélteme! ¡Me está lastimando!


Intento soltarse inútilmente de mi agarre. Tan pronto como entre, cerré la puerta y lo arroje contra la pared, sosteniendo sus manos por arriba de su cabeza. El instintivamente se sorprendió por mi acción, abriendo los ojos como platos. Ambas maletas, mía y de él yacían en el piso


— ¿Que está tratando de hacer? —Me miro a los ojos con enfado y reclamó sin rodeos.


Yo no respondí a su pregunta, solo lo mire de la misma manera. Demostrando en mis ojos lo mucho que lo detestaba, queriendo intimidarlo y sin más solté lo que tenía que decir


—Te atreves a regresar después de tanto tiempo—baje una mano, mientras con la otra sujetaba sus muñecas y comencé a desabrochar su camisa — ¡¿Tienes alguna idea de cuánto hiciste sufrir a Masamune?! ¡Te fuiste por una simple estupidez! Yo estuve ahí cuando el más lo necesitaba, lo cuide, lo hice ver que el mundo sigue su curso, yo fui la única persona en la que el confiaba— comencé a estrujar aquella prenda, mi rostro se encendía por la furia y las lágrimas amenazan con escapar de mis ojos —Sin embargo, ¿por qué? ¿Por qué de entre todas las personas te eligió a ti? ¿Qué puedes tener tu que lo haga querer alejarse de mí?


— ¡¿Por qué saca ese tema tan de repente?! Por favor deje de jugar conmigo, no es divertido—Se removió debajo mío intentando huir


— ¿Piensas que es un juego?— Después de decir eso acerqué lentamente mi rostro y me atreví a besarlo, el al inicio se negaba moviéndose desesperadamente de un lado a otro, pero al ver que no tenía escapatoria se rindió. Difícilmente logre introducir mi lengua en su boca. El asustado trato de esconderla, echándola para atrás; eso era inútil, yo siempre lograba conseguir que se tocarán entre ellas. Se supone que esto debería asquearme, y que lo hago solo para fastidiarlo, pero de alguna manera, sus labios saben muy bien, tienen un ligero sabor a vainilla. Son  muy dulces.


—Vaya, eres mejor de lo que pensaba—le dije, separando el beso con un hilo de saliva entre nosotros. También había un poco deslizándose por la comisura de sus labios


—Por...por favor Yokozawa-san deténgase...usted no debería estar haciendo algo como esto —Lo escuche hablar, su respiración no se notaba muy acelerada pero su rostro se pintó de nuevo en tonos carmesí. La expresión que tenía denotaba molestia, con un entrecejo que solo lo hacía ver más adorable y apetitoso.


No hable, pasando mi boca alrededor de su cuello me asegure  de dejar marcas que puedan ser evidentes a simple vista. De esta manera Masamune podrá apreciarlas perfectamente. Sus manos aún seguían presas, pero su cuerpo se movía con fuerza tratando de liberarse.


—¡Yokozawa-san! ¡Ya tuvo suficiente! — Ya no solo hablaba, si no gritaba.


—Eres muy escandaloso— Lo calle presionando sus labios de la misma manera que antes, sosteniendo su rostro con ambas manos, dejando así libres las suyas. Pero tan pronto como lo hice, las estrello contra mi pecho con fuerza, queriendo apartar mi cuerpo del suyo.


La verdad que no estaba nada mal. Nunca creí que el sabor de Onodera me pondría de esta manera. Su aroma tan apetecible y esa piel blanca que se me insinuaba tan descaradamente


—No...¡Por favor! Deténgase— Sus palabras salían de mis oídos como agua que fluye. Él estaba intentando resistirse. Tampoco creía que pudiera tener esa magnitud de fuerza, ya los nudillos de sus manos lastimaban mi estomago


No tuve ni la mínima intención de ceder a sus suplicas, simplemente seguí con el plan haciendo contacto con mis dedos por su pecho ahora ya descubierto.


Mi lengua continuo de gustando  de la suya, explorando todo el lugar sin dejar nada que no pudiera descubrir, haciendo que La situación tomara un ritmo distinto al inicial. Onodera ya no resistía a los toques que dejaba por su piel e incluso los recibía con pequeños jadeos que trataba de reprimir en su boca. Las manos que antes intentaron separarnos subieron por mis hombros, tomándome desprevenido y realizaron su cometido.


–Yokozawa-san...por favor no intente hacer más, yo...yo tengo mucho trabajo por hacer no puedo seguir perdiendo el tiempo aquí...se lo pido por favor deje que me vaya —Esa mirada suplicante volvía a hacerse presente acompañada de palabras esperanzadas


—Pero al parecer lo estabas disfrutando—Pellizque el pezón izquierdo con algo de fuerza, logrando endurecerlo


—Mngh...¡No! ¡Pa-pare! —Gimió 


La verdad es que yo también tengo cosas laborales por hacer. No debería estar aquí intentando tomar a alguien a la fuerza. Ni siquiera sé si esto es lo que realmente busco, muy probablemente me equivoco. Pero ya he llegado hasta aquí ¿Será lo mejor continuar o dejar las cosas así?. Debo tomar una decisión rápido antes de que pase más tiempo del planeado...bueno si es así entonces... ¡Al diablo con todo! Onodera es la persona que más aborrezco entre todas, justo ahora que lo tengo a merced no voy a tirar la toalla. Pensé mordiendo su cuello bruscamente.


De nuevo no obedecí a lo que decía y me deje llevar por el placer y el deseo de poseerlo hasta partirlo en dos. También corría el peligro de ser descubiertos en esta situación, pero que más daba, no siempre puedes obtener una oportunidad como esta.


— ¡N-no!...suficiente— Insistía pero nuevamente yo no escuchaba.


No sé cuántas veces más me repitió que parara. Tan sumido me tenía entre su piel que no  fue hasta que en uno de sus alaridos gritos, logro flaquear mi fuerza y soltó una fuerte bofetada en mi mejilla izquierda.


–Yokozawa-san...no yo no... No quería hacer algo como eso, de verdad yo — No se escuchó más de su boca pues con una sola mano lo atrape por los cabellos, azotando su cuerpo sobre la mesa central. Si ya antes lo tenía planeado, justo ahora no lo dudaría más. Ninguna persona ha logrado poner un dedo en mí ¿y él se atreve a abofetearme? Realmente es idiota


—Muy dentro, en el fondo de mi mente había algo que decía que debería dejarte ir —Hable con un tono retorcido en mi voz. Él no estaba pensando las cosas con claridad, sólo trató de defenderse como podía y  aun así yo no estaba dispuesto a detenerme.


—Sin embargo debido a tu negligencia...me veré obligado a tomar tu cuerpo —Después de decir eso pude sentir como temblaba debajo mío. Las palabras ya no salían de su boca, esta solo temblaba sin formular oración alguna.


Lleno de ira  di vuelta a su cuerpo y sujete fuertemente sus brazos, haciéndolo quedar boca abajo y dejar a la vista; aunque me cueste trabajo admitirlo, su bien formado trasero.


—Justo ahora estoy delirando con penetrarte hasta que no te puedas mover —


—No...Por lo que más quiera Yokozawa-san...no lo haga— Las lágrimas de Onodera caían regadas por la mesa


—Tú te llevaste lo que más quería —Fue lo último que dije antes de bajar su pantalón y ropa interior. Inundado por el placer y la sensación de satisfacción, abrí la bragueta de mi pantalón para sacar mi semi erecto pene e introducirme violentamente dentro de él.


—AAH! AAH!... ¡SÁQUELO! P-por favor—Respondió tan pronto me sintió entrar


El interior de Onodera deera sumamente estimulante. Estrecho, caliente y delicioso, haciéndome perder en placer. Maldigo las veces en que dude de hacerlo, si se siente tan bien tenerlo de esta manera. Los movimientos de mis caderas estrellándose contra la suya resonaban por todo el lugar, a la vez que mis jadeos y sus gemidos de dolor.


 Ahora me doy cuenta de que Onodera está profundamente enamorado de Masamune, pues en todo el tiempo que llevaba embistiéndolo no dejaba de jadear su nombre


—Aah…aah...Takano...san —


¡Maldición! Ahora sí que me ponía furioso. Sus ojos se encontraban cerrados, seguramente imaginándose a Masamune arriba suyo.


—No me llamo Takano...infeliz — Conteste con odio inclinándome a él para morder su oreja derecha.


—M-más...¡más!...—Abrió sus ojos mostrando esas orbes verdes llenas de lujuria


— Yokozawa-san...


¿Qué? ¿Acaso escuche bien? Estaba suplicando por más, cosa que me dejo muy sorprendido. Era Onodera el que ahora llevaba el ritmo de las estocadas. Su rostro enrojecido y su cavidad completamente dilatada, claramente indicaba que lo estaba disfrutando


—Vaya...veo que lo disfrutas...en serio que eres una zorra a tu manera —Puso un entrecejo al oírme decir eso a lo que empuje con más fuerza dentro


— ¡Aaaah!...Yokozawa-san—Arqueo su espalda oprimiendo mi miembro entre sus paredes.


La sensación de placer fue suficiente para hacerme venir dentro y dejar salir un último gruñido.


—Onodera...—


Me acerqué hasta su boca y deje en un beso el último rastro evidente de esa noche, al ver un espeso líquido sobre la mesa me percaté de que lo había disfrutado tanto como yo.


Sin decirnos nada más salí de su interior dejando algunos hilos blancos por el suelo. Subí mi bragueta, tome la maleta que antes llevaba y me fui por la puerta de salida.


 


Recientemente cada vez que nos quedamos solos en la editorial ocurre lo mismo en distintos lugares. Lo hemos hecho en todas las posiciones posibles que poco a poco nos quedamos sin ideas. El asegura amar a Masamune  e incluso aún sostiene una relación con él y yo aseguro odiarlo por sobre todas las cosas, pero cuando se trata de sexo pasajero nos olvidamos hasta de las leyes de moralidad.


Sin duda alguna, el mejor plan que pude formular en mi vida.

Notas finales:

Deberia poner una continuacion? e-e ño lo se

Espero que les haya gustado uwu 

YOKORITSU es amor!! APRECIENLO! 

ok no 

Nos vemos en la proxima n.n Sanyonara


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