Los molestos rayos de sol me hicieron despertar, mi espalda y mi cabeza dolían. El intenso olor a hierba mojada y a quemado inundo hasta lo más profundo de mí ser. Un momento, ¿y mis padres?. Entonces lo recordé todo; me encontraba solo en este mundo. Mis padres habían sido quemados vivos hasta quedar hechos cenizas, así como la mayor parte de la mansión estaba destruida.
-Vaya, vaya. Así que ha despertado joven conde. ¿Cómo se siente?
-¿Undertaker? ¿Tú qué haces aquí? –pregunte despabilándome al instante al escuchar aquella voz.
-Pero que poco agradecido que es usted, uno que tan amablemente decide salvarlo de tan magnifico desastre y así es como…
-¡Calla! Dime, ¿¡tú sabes quién es el responsable de la muerte de mis padres!? –definitivamente haría pagar a la persona que hizo esto-.
-Sí, no, tal vez... Creo que es mejor que usted vaya con Madame Red, es apenas un niño y seguro que esta conmocionado por lo que sucedió –dijo dándose la vuelta-.
¿Qué, acaso pensaba dejarme aquí? En estos momentos no quiero ver nadie de mi familia, solo me miraran con lastima yo no quiero eso. Pero, entonces, ¿A dónde iba? No podía creer lo que estaba a punto de pedirle, rebajarme a tal situación…
-Déjame quedarme contigo… -susurre- no quiero ver rostros de lastima en estos momentos.
-Claro, claro, lo que usted desee –dijo riendo- suba a la carroza, mientras tanto iré a buscar algo importante, espere aquí conde.
Subí a la carroza y de un momento a otro todo comenzó a dar vueltas, escuche un:
-Mierda… esto no lo había planeado así –dijo una voz misteriosa-.
Sentí que me tomaban dela cintura y fui arrastrado por un mar negro.
-Niño, despierta. ¿Te encuentras bien? –pregunto una voz-.
Abro mis ojos y me siento rápidamente. Frente a mi hay un hombre de piel blanca, esta vestido completamente de negro, sus ojos son color carmesí, cabello tan negro como la noche, a su espalda tiene algo negro, ¿esas son alas? Lo miro a los ojos y hace una extraña sonrisa, sus ojos se empiezan a brillar. Me pongo de pie y observo frenéticamente a mi alrededor. ¿Dónde estoy? ¿Quién es el? ¿Qué es el?
-He escuchado que he sido llamado, perdone la tardanza –dice aquel extraño ser.
-¿Quién eres tú? Yo no he llamado a nadie…
-No, usted no lo ha hecho. Lo ha hecho su progenitor Vincent Phantomhive…
-¡¿Cómo conoces a mi padre?! ¡Exijo una respuesta! –dije tomándolo de los brazos-.
-He sido llamado por el en sus últimos minutos de vida. Me ha dicho que cuide de ti, a cambio tu debes de darme tu alma. Pues, veras, yo soy un demonio. Y ese es el pago que exijo…
El demonio o… lo que sea que el fuera se quedó callado por unos momentos. Esperando a que yo dijera o hiciera algo.
-¿Y yo para que te necesito? –pregunte con orgullo.
-Para todo. Tienes 13 años y con lo orgulloso e infantil que eres el estaba seguro de que no te dejarías ayudar por tu familia –contesto.
¿Mi padre enserio me valoro tan poco como para venderle mi alma a un demonio?
-Quiero tomar venganza para recuperar el honor de la familia Phantomhive –dije- dime ¿eso es lo único que pides a cambio de tu servicio? Está bien. ¿Qué hay que hacer?
El demonio solo sonrió y me dijo que lo siguiera para hablar mas “cómodamente”.