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Corazon de Cristal por Rin Miranda

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Notas del fanfic:

Los siguientes personajes son ficticios.

Cualquier semejanza con alguna persona, este viva o este muerta, es pura coincidencia.

Notas del capitulo:

Hola!!! Bueno en primer lugar iba a ser un one-shot pero me iba a salir muy pero muy largo así que lo haré un mini fanfic (mini porque solo durara unos 10 capítulos cuando mucho) Y hice así porque two-shot saldría corto (dije que saldría largo al principio y luego corto. Ni yo me entiendo XD)

Bueno, espero y les guste.

 

Corazon de Cristal.

Qué triste es estar sólo,

 aun sin saber lo que es el amor, 

pero lo más triste es saber lo que es amar y ser amado,

y luego de ser feliz quedar solo,

 de un momento a otro,

  y sin poder hacer nada.

  Anónimo.

    Entre las blancas paredes de aquel cuarto, Mark Jhonson se encontraba acostado mirando aquel techo que no tenia nada especial.

  No se movía y respiraba tranquilamente. Evitada hacer el minúsculo movimiento y todo por su condición.

  ¿Cuantas veces deseó ser un chiquillo normal? ¿Cuantas veces deseó gritar? ¿Cuantas veces deseó correr y que sus pulmones se llenaran de ese aire puro? ¿Cuantas veces deseo experimentar los sentimientos humanos y poder expresarlos? Tantas preguntas... Con respuestas disgustosas. Todo por un simple motivo: por tener un corazón de cristal y al ser de tal material no se puede dar el lujo de hacer lo que los demás hacen por su condición.

  La puerta de aquella habitación se abrió dejando ver a Amelia, una mujer pasada de los 40 pero con una cara jovial, la linea curveada que estaba en su cara se mantuvo de la misma manera y el quiso hacer lo mismo, pero no por cortesía, ella se lo merecía, era como su madre. La cual nunca tuvo.

  Amelia era mio veces mejor madre que la propia. Ella siempre estuvo a su lado aun después de que su familia se enterara de que poseía un corazón y eso para la familia Jhonson era una carga. Una carga que decidieron dejarla en aquellas cuatro paredes a cargo de Amelia.

  No extrañaba a su madre, o a su padre, o sus abuelos, o a sus hermanos. No. El no los extrañaría. Ellos no eran su familia para el. Su única familia era Amelia. Eso lo había decidido cuando oyó a su madre decir que el era una carga a la cual ni deseaban.  

- Hola Mark, te he traído la comida -le dijo Amelia amablemente poniendo de lado la bandeja y acercando el tazón con sopa a la cara de el- esta un poco caliente -tomo la cuchara con un poco de aquella sopa y le soplo, para que se enfriara un poco- di "a".  

- Amelia sabés que no soy un bebe -le dijo haciendo un bufido.  

- Tu siempre serás mi bebe -le dijo conservando la calma- ahora abre tu boca señorito -rió.  

- Esta bien -se rindió y dejo que aquella mujer le diera de comer.  

Estuvieron así un rato hasta dejar el tazón vacío. Mark se incorporo en la cama y Amelia salio de la habitación. Se acostó en la cama y dejo que el sueño le hiciera compañía.

  Al despertar, oyó murmullos en el pasillo. No le tomo mucha importancia hasta que escucho el nombre de Amelia, su querida enfermera.  

- ¿Lo has escuchado?

- Si, pobre Amelia, sufrió un ataque en el corazón ayer que iba saliendo de su turno.  

- Pobre de los niños que cuidaba.  

- Y del caso "especial".  

¿Estaba escuchando bien? ¡No! Eso no podía estar pasando. Amelia le había prometido estar con el hasta que fueran viejitos con canas blancas y sin dientes. Eso debía ser un juego.

    La puerta se abrió dejando a ver al doctor que estaba a su cargo pero que casi ni le visitaba. El doctor Robles se acerco a la cama, le tomo el brazo y le inyectó un liquido que ni el mismo supo que era.  

- Mark, tu y yo casi no hablamos ni nada pero... Es mi deber decirte porque tarde o temprano lo vas a saber, te inyecte un calmante, no te asustes pero lo utilice por lo que te voy a decir -sus ojos se sintieron pesados por culpa de aquel liquido- Amelia... Murió.  

 

      "El lugar era azul oscuro, Mark estaba de pie en el aire. Se sintió volar. En aquel lugar de ensueño estaba el y enfrente estaba la única persona que le había querido y no pudo evitar llorar. Amelia.  

- Mark -susurro la mujer y el corrió en el aire hasta llegar a ella y la abrazo desesperadamente. No quería que ella se fuera. Ella no- tranquilo -le acarició los cabellos negros de Mark y el la miro con sus ojos azules llenos de lagrimas- no llores.  

- ¿Por que Amelia? No es justo... Tu no merecías morir -le dijo llorando en su regazo.  

- Pero no todo es tan malo. Yo he conocido a Dios.  

- ¡El no existe Amelia! ¡Si el existiera no hubieras muerto!  

- El me llamo para Mark, si existe... El me ha pedido que te dijera esto... Es una genial noticia pero tu sabrás si la aceptas.  

- ¿Y que es? -pregunto curioso tratando de regular sus lagrimas.  

- Me dijo que te iba a conceder un milagro, el me dijo que te daría una semana en la cual tu harías lo que quisieras, te concederá un corazón humano.  

- ¿Enserio? - eso era genial.  

- Si, pero después de eso morirás porque te regresara tu antiguo corazón. Pero si no aceptas seguirás viviendo con tu corazón y vivirás mas tiempo. ¿Cual escoges?.

  No sabia que responder. Una semana. Era muy poco. Pero estar toda la vida en cama era algo que no deseaba, algo le producía horror. Pero en esa semana podía hacer lo que el quisiera.  

- Yo... Si quiero, quiero esa semana.

    Hundió su rostro en los pechos de la mujer mientras ella le acariciaba la espalda maternalmente.  

- Mi hijo tiene 16 al igual que tu, le pediré que vaya a visitarte a través de un sueño para que te diviertas con el, no te preocupes, es un buen chico.  

- Gracias Amelia -le contesto abrazándola y el sueño se empezó a desvanecer..."  

 

    Despertó agitado. Su pecho subía y bajaba de manera descontrolada. Su corazón.

Sonrió con demasiada alegría y empezó a reír. Salto de la cama y empezó a caminar un poco desigual hasta que pudo mantenerse de pie sin tener que besar el suelo.

  Se sentó en la cama y se puso la mejor ropa que tenia, Amelia le había comprado ropa para que no viviera con las ropas del hospital.

  Una vez arreglado la puerta se abrió de par en par dejando ver a un castaño de hermosos ojos violetas. Tan parecido a Amelia. Supo de quien se trataba.  

- ¿Tu eres Mark? -le pregunto desesperado- mamá...  

- También me visito en un sueño- le dijo con una sonrisa en la cara- ella me concedió... No, Dios me concedió un corazón.  

- Y me ha pedido a mi que te cuide durante esta semana -le contesto amable. Se parecía tanto a su madre- pero...  

- No te preocupes, ya lo decidí.  

- Esta bien, igualmente yo te iba a visitar sin importarme lo que hayas decidido.  

- Pero no me conoces.  

- Mamá me contaba mucho de ti -le tomo su mano delicadamente y lo halo hacia el, saliendo de aquellas cuatro paredes...

 

Notas finales:

¿Que les pareció? Bueno a mi un poco cruel por matar a Amelia, ella era una madre para Mark pero miren! Le dio a su hijo Jorge XD

Bueno, espero y que les haya gustado. Dejen reviews para saber si les gusto.

Nos vemos~.

Rin Miranda.


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