Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

You? You are just a kid |2Min| por Yumiiko

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Como de costumbre, MinHo se despereza dentro de su cama, se levanta, toma una ducha, desayuna y se alista para ir al trabajo.

Como representante de una de las más famosas agencias de modelos de Corea, no tiene ninguna queja. Su trabajo es genial, le gusta lo que hace, es bueno en lo que hace, y lo reconocen por ello. Es admirado y deseado por muchos, pero sus ojos solo están para su adorable novia Sulli, de la cual no estaba enamorado, pero si la apreciaba y quería demasiado, Minho era muy codiciado ante los ojos tanto de mujeres como lo de los hombres. Su belleza resplandeciente los cautivaba a todos. Claro que nunca se sintió atraído ni nada por el estilo hacia el mismo sexo. Pero muy pronto, no diría lo mismo.

Ese día llegó media hora tarde al trabajo, cosa que era raro en él, ya que siempre llegaba con quince minutos de sobra, por lo menos. Pero el tráfico lo había vuelto loco y le había costado llegar media hora más tarde, solo porque su novia lo había obligado a ver una estúpida película de amor hasta muy tarde y le costó despertarse.

Un fuerte golpe en su nuca provoca que se tambaleé y casi pierda la estabilidad, al entrar al salón donde se hacían las sesiones de fotos matutinas.

-¿Qué demonios?- exclama maldiciendo a quien haya aventado aquel cenicero que permanecía en el suelo. -¿Quién fue?- exige saber.

Las miradas de todas las personas se dirigen al poco habitual pero malhumorado MinHo. Un suspiro pesado y de aburrimiento se escucha entre tanto silencio expectante. Los ojos de MinHo se dirigen hacia un chico de cabellos anaranjados, porte femenino, delgado y quien justamente lo está mirando con odio. No odio hacia él en particular, más bien, odio hacia todo.

-Fui yo. ¿Y? Ni si quiera te apunté a ti, si tan solo no se te hubiese ocurrido cruzarte, no estarías preguntando por el maldito cenicero, fue tu culpa estúpido.- las palabras de aquel joven, molestan aún más, a aquel que ahora sostenía el objeto plateado.

-Mira mocoso, no tuve un buen comienzo del día, así que no arruines el poco humor que me queda.- suspira refunfuñado.

-Me tiene sin cuidado lo que me digas.- contesta con aires desinteresados, mientras mira sus uñas sin interés alguno.

-¿Quién demonio es ese crío?- pregunta enfadado.

-Es el nuevo modelo.- responde uno de los agentes que se encontraban en ese lugar. -Tu nuevo modelo, mejor dicho.- susurra temeroso la misma persona. -Desde hoy serás su nuevo manager.- le informa.

-¿Quién lo dice?- pregunta secamente.

-Son órdenes de arriba, del presidente de la empresa.- susurra la secretaria de Choi.

-Mierda… lo terminaré ahorcando más pronto de lo que pensé.- masculla.

~.~. ~.~. ~.~. ~.~.~.~

-Ahora imagina que estás rodeado de hermosas jovencitas que quieren llamar tu atención, y entre todas ellas, encuentras a la más bella, con la que quisieses compartir un encantador atardecer.- dice el director de fotografías.

-Todo el mundo sabe que soy gay, sería imposible que pueda imaginarme queriendo ver el atardecer con una de “esas jovencitas”.- responde haciendo comillas en el aire con sus dedos, al decir jovencitas.

La risa de lo que estaban en aquel cuarto, se hizo presente, mientras que cierta persona casi se atraganta con su café luego de oír tal confesión. Sin poder creerlo aún, MinHo mira fijamente al menor, quien perezosamente levanta su vista hasta chocar con la ajena. Esa vista gélida y distante que Minho pudo percibir, esa vista intimidante que lo obligó a mirar hacia otro lado inmediatamente. Apenas había entrado al estudio, y el menor ya se desubicaba como de costumbre, aún no entendía por qué aquella persona era uno de los modelos de la empresa.

-Solo observa y verás.- susurra su secretaria, casi como si estuviese leyendo sus pensamientos.

-De acuerdo TaeMin, entonces solo imagina que estás posando para unas lindas muchachitas que te coquetean, a las cuales obviamente nunca mirarías porque eres gay.- bromea el director. -Y ahora piensa que un apuesto y elegante muchacho aparece entre todas ellas, quien nada más y nada menos, quiere ser tu cita y ver el atardecer junto a ti.- dice mientras prepara su cámara. -Bien… acción.- grita, y de un segundo al otro, la expresión de aquel muchacho de piel nívea y ojos angustiosos, cambia a una risueña, relajada y cariñosa, para luego dirigir su mirada hacia donde se encontraba él y sonreír de lado, como si el muchacho para el cual quisiese la cita fuese él. Sus facciones, su mirada, su rostro, su todo estaba actuando y posando exactamente como el director le había dicho. -Y… corte.- grita nuevamente el director y sonríe satisfecho. -Un par de fotos más y ya.- sonríe tímido, mientras el contrario asiente.

Nuevamente MinHo queda maravillado con la interpretación de este, más que modelo, TaeMin debería de haber sido actor. Piensa convencido el mayor.

-¿Ahora entiendes por qué es el consentido del presidente?- pregunta su secretaria y este asiente. -Al parecer nuestro querido presidente lo encontró vagando por ahí y creyó que sería perfecto para un reemplazo de último momento que necesitábamos, pero resulta que terminó siendo más que eso.- dice maravillada la secretaria. -Resultó que Lee TaeMin era un diamante en bruto, que fue causalmente descubierto.- dice aún con más énfasis del necesario.

-¿Por qué yo entonces? Hay mejores managers, que podrían ocuparse y explotar el potencial de este chico, mucho mejor que yo.- susurra aún algo impactado.

-Porque el presidente cree, que el más indicado para domarlo y explotar su potencial a su vez, eres tú.- susurra la mujer, ganándose la mirada llena de dudas del más alto.

-¿O sea que me lo mandaron, solo para que lo dome?- pregunta indignado.

-Bueno, se podría decir. Pero no te lo tomes tan a pecho, el presidente sabes que podrás explotar su potencial mucho más que cualquier otro, si tú no puedes domarlo, nadie lo logrará, y es imposible que alguien pueda explotar este diamante en bruto, si no está domado, no al menos que se llamen Choi MinHo.- intenta convencer al contrario.

-Lo entiendo, no hace falta que me adules, solo serán unos meses, hasta que se adapte y siga la corriente, luego lo mandarán al extranjero, ¿verdad?- pregunta desviando la mirada, nuevamente a aquel chico quien ahora estaba tomando un descanso y comiendo una manzana.

-¿Cómo lo supiste?- pregunta la mujer asombrada.

-Llevo años trabajando aquí, es demasiado obvio lo que pretenden hacer. ¿Por qué más, si no, me pedirían domarlo si no lo sacarán de aquí? Mientras yo esté en la empresa, no importa quién sea su manager, yo siempre podría dominarlo aún sin ser el suyo, pero si no está  aquí, y se lo llevan a otro lugar, donde es posible que explote su potencial al 100%, necesitan que ya esté domado y así poder crecer y afrontar su futuro.- explica tranquilamente.

-Asombroso.- y la plática de ambos termina allí, mientras los ojos del moreno, no se despegaban ni un momento de aquel cuerpo flacucho y que segundo a segundo lo cautivaba aún más.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).