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Bubblegum por Sam Sky

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Notas del fanfic:

Todo nació gracias a este hermoso video del maravilloso mundo de Keystagram. ;; ¡Disfruten! 

Notas del capitulo:

Edi, Mely, Gaby, Mily, ¡preciosas! Les dedico a ustedes este one-shot. ♥

Ya había anochecido y Minho se encontraba en la sala del apartamento. Estaba sentado en la única silla frente a la mesa central, la cual sufría estando repleta de pilas y pilas de libros y más libros, y post-its coloridos por doquier.

Sí, era así de estudioso; tal y como ya varias veces su mejor amigo le había dicho: un grandioso nerd.

Sonrió tan solo al recordar la expresión de burla de su compañero esa vez que con sarcasmo había atacado, y no pudo evitar reír, muy suavemente.

El hogar se encontraba silencioso; Minho había anunciado su casi-jornada de estudio, pidiendo tranquilidad, mas al parecer Kibum se lo había tomado demasiado en serio.

Kibum…

Casi sin pensarlo, su mano pasó de estar agarrando un resaltador y lápiz a desbloquear su teléfono móvil. Sus dedos ágiles abrieron rápido una de las aplicaciones más visitadas en su día a día, Instagram.

Y aunque nunca lo aceptaba (ni aceptaría) en voz alta, sus intenciones al abrir la famosa red social siempre se centraban tan solo en una persona… Esa persona y sus continuas actualizaciones.

La verdad era que Minho ya casi hasta se sentía un fan dando corazoncitos a todas y cada una de las publicaciones, ya sean imágenes o videos que publicara con frecuencia, y se daba tal lujo por no correr riesgo alguno de ser descubierto, al tener una cuenta personal y privada.

“key oppa, eres tan guapo y bobito~ ㅋㅋㅋ.

De tantos seguidores que Key tenía, Minho estaba casi seguro de que el mayor desconocía de su cuenta y comentarios burlescos hacia él.

O, al menos, eso esperaba.

Su pulgar viajó hasta el lado izquierdo inferior de la pantalla, seleccionando la lupa de búsqueda. Como ya era costumbre, escogía la primera opción guardada, siempre siendo @bumkeyk la búsqueda número uno. Siempre.

Mientras dejaba a que el perfil cargase, devolvió los materiales que había utilizado a su cartuchera, dejó todo ordenado a un lado de la mesa y se puso de pie, con el teléfono en mano.

Tal vez ya era hora de darse un descanso luego de toda una tarde estudiando, pensó. Y se le había ocurrido la mejor idea para relajarse un poco esa noche.

—¡Key-goon!

Caminó arrastrando sus pasos hasta la habitación del mayor, y con toda la confianza del universo se impulsó para saltar, cayendo con todo su cuerpo sobre la cama del otro.

Definitivamente no era la primera vez que lo hacía.

—¿Minho-yah? —respondió el otro a su llamado desde el cuarto de baño.

—Ven, Buuum.

—Voy, voy…

Aunque, primero que nada, revisaría lo nuevo del todopoderoso Key en Instagram.

Estiró sus brazos hacia el techo, sosteniendo su móvil con ambas manos y sonriente al haber notado una nueva actualización en su cuenta favorita.

Clic.

Hace 2 minutos.

El video mostraba como vista previa a Kibum, usando de esas bandas para el cabello que se habían vuelto su nueva obsesión; su rostro limpio y brillante; esos labios tan rosados y seductores…

Cuando la imagen comenzó a moverse, pudo haber jurado sentir su cuerpo congelarse hasta el más mínimo nervio. Se había quedado tieso.

Automáticamente el video volvía a repetirse, y esta vez subió todo el volumen, escuchando a la perfección cómo el chico que le gustaba mascaba el chicle y jugaba haciendo globos con el mismo.

Dejó el aparato a un lado.

(Y casi suspiró.)

Mierda. Key era realmente hermoso.

—Kibum, Kibum, Kibum —lo volvió a llamar, ahora insistiendo, con más ganas de verlo.

Escuchó una manija moverse, y entonces lo vio.

Ambos sonrieron al cruzar miradas.

—Qué desesperado, Choi. —Key salió del baño con Comme Des en brazos, y teniendo exactamente el mismo aspecto que acababa de ver en internet—. Mírame, soy real. ¿Ya eres feliz? — Bromeó riendo y soltó a su mascota, yendo a sentarse al costado del más alto.

Minho se impulsó hacia adelante, dejando su relajada posición para poder sentarse y estar a la altura del chico.

Sus grandes ojos se centraron inconscientemente en la enrojecida boca ajena, y casi de inmediato sintió el aroma del chicle mascado dentro de ella.

Y si el rapero no hubiera estado tan ocupado admirando los labios del mayor, se hubiera percatado de esas adorables mejillas llegando a sonrojarse por sentirse observado y nervioso de repente.

Porque sí, por escenas como aquellas y los afortunados que lograban ser espectadores, todos sabían que Minho y Key morían el uno por el otro.

Todos lo sabían. Todos menos ellos dos.

—El baño no es set de grabación, Bum-ah —Minho le fastidió cuando finalmente reaccionó, saliendo de su sueño con la boca acorazonada del chico. Tomó su teléfono ya desbloqueado, mostrándole a qué se refería exactamente. Key bufó al ver lo que acababa de publicar en la pantalla del iPhone, después rio con fuerza.

—¿Lo acabo de subir y ya lo viste? Me siento halagado, eh.

—Pura coincidencia —se excusó, mas la sonrisa de oreja a oreja que esbozaba lo delataba.

—¡Sí, claro! —Kibum rodó sus ojos con diversión, no creyendo esa excusa en lo absoluto, y también sabía que ni Minho se la creía a sí mismo.

Mascó un par de veces más y sopló, formando un pequeño globo de goma.

El pequeño globo siguió creciendo. Más.

Minho se fue acercando de a pocos… La oportunidad lo llamaba.

Y de pronto, en una sola mordida ya tenía el globlo dentro de su boca y sus labios rozando los ajenos.

Kibum consiguió callarse un gritito agudo, pero lo que sí no pudo ocultar fue su perfecta y épica expresión en shock.

—¿Q-qué rayos fue eso? —tartamudeó, pestañeando seguido, como si eso le ayudara a distinguir si lo sucedido era algo que acababa de imaginar o no.

—¿Me invitas chicle?

—Yo…

Minho no esperó más. Simplemente no pudo.

Volvió a juntar sus labios, a diferencia que esta vez fue mucho más que solo un roce.

Las manos del más alto viajaron hasta tomarle ambas mejillas, sintiéndolas arder de la vergüenza contra sus palmas. Las acarició, a la par que de a pocos iba separando sus labios, forzando a que el contrario hiciera lo mismo para poder juguetear con sus lenguas.

Y así fue.

Kibum sabía a fresa y sandía artificial, sabores mezclados. Kibum se sentía como la mismísima gloria.

Kibum era, simple y maravillosamente, Kibum.

El sinhueso de Minho se dio más pase, encontrando la goma de mascar del adverso y jalándola hacia afuera.

—¡Mmmminho! —se quejó el mayor, pero siendo ya demasiado tarde.

Para cuando habían dejado de besarse, Key se había quedado sin chicle que mascar y Minho ahora mascaba con una cara de satisfacción y felicidad alucinante, subiendo y bajando sus cejas para tentarle y bromearle a la vez.

—¡Yah! ¡Eso es asqueroso! —Y aunque fuera una queja, Kibum no hacía más que carcajearse ahora—. Mh, pero ese es aún mi chicle…

Minho no entendió a qué iba con aquel último comentario.

No entendió hasta que una mano lo empujó para que se echara en su cama nuevamente y un cuerpo se le subió encima. No entendió hasta que los labios exquisitos y soñados que acababa de probar por primera vez volvían a besarle, y esa lengua traviesa trataba de luchar por recuperar el dulce que era suyo.

(Aunque esa solo fuera una excusa del mayor para seguir besándole sin detenerse.

Y así, no se detuvieron).

Notas finales:

Simplemente... Gracias, Kim Kibum, por tener Instagram(?). ♥

Dejen sus reviews, se los agradecería mucho. ♥


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