Una semana después.
A la final Lay no pudo hacer que Suho cambiará de decisión, él en realidad le suplicó volver, pero de nada sirvió. Ahora el ex líder estaba grabando un video disculpándose con las fans, ya había informado su decisión a la empresa, solo faltaba hacerlo público.
En el transcurso de esos días también les había explicado a ellos la condición que le había puesto la SM para dejarlo marchar sin tanto lío: “Bajo ningún motivo debía volver a los escenarios, nunca más, o sería exactamente como los casos de Kris, Luhan y Tao”.
A los otros tres ex miembros la empresa más les hacía problema por el hecho que estaban trabajando en la industria del entretenimiento, pero la SM no recibía beneficios de ellos. En pocas palabras, todo era por el lío de no estar en poder de decidir sobre sus actividades, acciones y ganancias.
Lay miraba atentamente a Suho, mientras este hablaba con una sonrisa en la cara, siempre mirando fijamente a la cámara.
–Hola a todos, este es Suho de EXO, es difícil lo que tengo que decir, pero no veo la razón por la cual alargar el anuncio, después de mi larga ausencia por motivos de salud, he decidido dejar de ser el líder de EXO. Hoy habló enfrente de esta cámara porque siento que no puedo solo irme en silencio y ser un mal agradecido con todas mis EXO-L’s, me han dado mucho a lo largo de este tiempo y merecen saber porque me voy, la verdad es que estoy cansado de la vida de un ídolo, de los horarios extenuantes y de la abrumadora sensación de siempre ser un ejemplo por estar en la mira pública. En este periodo de descanso y recuperación que he tenido, me di cuenta que yo quiero una vida normal, quiero algo más tranquilo, espero que respeten mi decisión y que sigan apoyando a EXO como antes, ¡EXO fighting! –Suho alza un puño en señal de ánimos.
–Siento ponerlas tristes mis queridas EXO-L’s espero que siempre sean felices y que amen a EXO por muchos años más, adiós queridas bebés.
La grabación termina, el staff que fue enviado aquí para ese propósito empieza a guardar sus equipos. Lay ve como un representante legal de la compañía entrega un documento a su ex novio, quien firma sin vacilación, Suho suspira aliviado de que todo oficialmente haya terminado.
–Lay –dice su manager, situándose en frente de él, logrando así que deje de ver fijamente al hombre que aún sigue amando–, mañana partirá nuestro vuelo, lo sabes, ¿vedad?, ¿ya tienes todo listo para partir?
–Sí, no se preocupe por nada –Su voz es tan débil que preocupa al contrario.
– ¡Hey! ¡Anímate!, aunque él se quede viviendo acá lo seguirás viendo, no con tanta frecuencia, pero no es como si no fueras a verlo nunca más, además la empresa está pensando cómo darte más tiempo libre para que puedas verlo seguido.
Lay suspira –Sí tan solo ese fuera el problema, no estaría tan preocupado como lo estoy.
– ¿Qué es lo que te atormenta de esto entonces?
–El hecho de que tal vez algún día me quiten a mi familia. Suho es alguien hermoso por dentro y por fuera, cualquiera puede enamorarse de él, es más tiene a alguien queriendo ser más que su amigo –Lay regresa a ver hacia donde Suho se encuentra ahora, a su lado ya está Neitan, conversando animadamente con el dueño de su corazón–. Estoy en desventaja por donde quiera que lo veas, algún día tal vez mi hija no me reconozca como su padre o me reclame el hecho de no poder pasar tanto tiempo con ella, tal vez algún día haya otro ocupando el lugar que me correspondía.
Lay baja la mirada al piso y suspira pesadamente –No quiero dejarlos aquí solos, pero tampoco quiero dejar mi carrera, por la que tanto he luchado. El bailar, y estar en un escenario con cientos de personas ovacionando mi nombre, ese es mi sueño, no puedo renunciar a él, pero tampoco quiero renunciar a mi familia.
–Encontraras el equilibrio Lay, yo lo sé –El manager palmea su espalda dándole ánimos –. No atormentes tu cabeza con los “tal vez” de un futuro, que aún no está cerca, tranquilo no te anticipes a las cosas, solo vive el momento y da lo mejor de ti para recuperar el amor y la confianza de Suho, y para tener tu familia a distancia, solo inténtalo con todas tus fuerzas –Lay asiente, él tal vez se está adelantando a todo demasiado pronto.
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El día siguiente amanece nublado, parece tan lúgubre y triste, que Lay piensa que el clima acompaña perfectamente su estado de ánimo. La tristeza lo consume al estar hoy en el aeropuerto, aguardando a que su vuelo sea llamado para abordar, él no quiere despedirse de Suho, no quiere despedirse de su hija.
Todos ahora se encuentran sentados en la diferentes bancas del aeropuerto, cada quien sumergido en sus cavilaciones.
Lay observa atentamente a Suho, quien se encuentra enfrente de él, alimentando a su niña con su fórmula, se ve tan bello, es una imagen que quiere grabar a fuego en su mente.
Cuando el biberón se ha vaciado, Suho la pone en su hombro y golpea su espalda con suaves toques, para su hija es tan relajante el contacto de su padre, que pronto la niña se ha dormido. El mayor la acomoda en sus brazos, cerca de su corazón, para que tenga un mejor descanso.
Lay no lo resiste más, se levanta de donde estaba y con paso firme se acerca hasta Suho, sentándose al lado de él, este lo mira pacientemente, esperando a que diga algo, pero para su sorpresa el contrario solo lo rodea con sus brazos desde un costado, ocultando su rostro en su cuello, la posición es algo incomoda, pero aun así Lay se las arregla no solo para abrazar al mayor, sino también a su pequeña niña.
–No digas nada por favor, solo escucha –Suho quien tiene su mejilla apoyada en la cabeza de Lay, asiente–. Sé que es egoísta lo que te voy a pedir, pero por favor, mientras no estoy aquí no salgas con nadie más, no mires a nadie más, quiero recuperarte y aunque ahora sea más difícil lo lograre, de eso estoy seguro, pero por favor no pongas a nadie más en mi lugar, no dejes que nadie más gane tu corazón, no quiero que me quiten a mi familia.
Suho es conmovido por sus palabras, pero él no puede asegurar nada, sobre el corazón nadie manda, sin embargo no quiere destruir las esperanzas de Lay, y tal vez muy dentro de él quiere ser reconquistado.
–Te prometí una oportunidad y te la daré Lay. No pienso salir con nadie más hasta que este seguro que no siento nada por ti, mientras tanto estaré esperando ver lo que haces para que nuestra relación vuelva a nacer, pondré de mi parte, no te haré las cosas imposibles tampoco. Ahora ambos deberemos ser más fuertes y consistentes en lo que queremos y deseamos, la distancia no será fácil, puede llegar hasta a ser un impedimento, está será nuestra prueba de fuego, si aún en estas condiciones volvemos a ser pareja, créeme que nuestro noviazgo será más fuerte que nunca.
Lay solo asintió mientras sentía a su corazón cada vez más mortificado –Entiendo. –Fue lo único que susurro, ya todo estaba dicho, ahora solo tocaba esperar a ver lo que el tiempo hacía con ellos.
–Lay puedes dejar de abrazarme la niña se despertará, y la posición es algo incomoda –El mencionado negó fervientemente.
–Solo déjame tenerlos en mis brazos unos minutos más, no estoy seguro cuanto tiempo pasará para que yo pueda volver a abrazarlos.
Suho comprendió que para Lay esto estaba siendo muy difícil, pero él estaba convencido que era lo mejor. Concedió el deseo del contrario y simplemente se dejó abrazar.
Pasaron quince minutos en esa posición, en completo silencio, hasta que finalmente llamaron al vuelo que abordaría Lay y el resto de los chicos.
El abrazo se rompió y Suho pudo levantarse para despedirse de todos y ellos de la niña. Lay fue el último en despedirse –Recuerda comer bien, y por favor cuida mucho a la niña y a ti también, estoy demasiado preocupado por su bienestar al dejarlos solos aquí.
–No te preocupes Lay, mis padres llegaran mañana por la mañana y estaré acompañado por dos semanas enteras, ellos no me dejarán ni un minuto tranquilo –Suho le brindo una pequeña sonrisa tratando de calmarlo–, además nunca estaré completamente solo, los West estarán siempre acompañándome.
–Y eso es otra de las cosas que me preocupa –Responde Lay frustrado.
–Te acabo de prometer que no saldría con nadie y eso incluye a Neitan, él es mi amigo pesé a todo, su familia me ha ayudado mucho y no pienso alejarme de ellos por tus celos, sabes bien que les he cogido cariño –Suho le habla serenamente tratando de no ser grosero, ni hacer enfadar a Lay.
El contrario solo asiente resignado, aunque él quiera atrasar la inminente separación, ya no lo puede seguir haciendo –Te amo –dice al fin, antes de rápidamente robar un beso a Suho, quien sorprendido pero gustoso corresponde el tierno gesto. Lay acaricia la cara de su ex pareja y de su niña cuando se separa del beso y finalmente dice sus últimas palabras –, recuerda siempre eso ¿Sí?
–Lo mantendré presente, te lo aseguro.
Lay empieza a caminar, alejándose de ellos, no puede evitar voltear a verlos cada tanto y despedirse con un gesto de la mano, hace eso hasta que finalmente los pierde de vista.
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El tiempo fue pasando y tanto Lay como Suho cumplieron sus promesas, el primero lo llamaba constantemente, no perdieron contacto. Los demás chicos de EXO también seguían tratando de volver a ser amigos con su ex líder.
Lay en sus ratos libres o entre los viajes de un programa a otro llamaba para preguntar por su niña y por la salud de esta, constantemente interrogaba a Suho sobre lo que había hecho en el día y este le contaba alegremente todo.
Cuando Lay conseguía días libres inmediatamente viajaba para Canadá, ahora más que nunca quería estar junto a Suho y a su hija.
El primer mes que viajo, él se quedaba en un hotel, pero un día Suho le propuso quedarse en el cuarto de invitados, para que pudiera pasar más tiempo con la niña, él obviamente encantado acepto.
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Pasaron tres meses desde la llegada de la pequeña Yebin y en ese tiempo había mejorado bastante la relación entre Suho y Lay, se podría decir que volvieron a ser amigos, el ex líder de EXO sabía apreciar todos los esfuerzos que hizo Lay durante ese tiempo, lo llamaba y le mandaba mensajes constantemente, siempre tenía detalles con él cuando regresaba a Canadá y ya no se mostraba tan arisco con respecto al tema de Neitan, incluso ahora los dos parecían llevarse bastante bien.
Por otro lado con el único hijo de los West, Suho había aclarado las cosas, y le había pedido que mirara hacia otro lado, le había dicho que una persona tan buena como él no debería estar esperando a una persona que probablemente siempre tenga ocupado el corazón por otro.
Al principio Neitan no le hizo caso y seguía cortejándolo, pero al pasar del tiempo, este se dio cuenta que contrario a lo que creyó había demasiados avances entre Suho y Lay, veía que los dos se estaban empezando a inmiscuir amorosamente de nuevo, y finalmente entendió que Suho nunca seria para él.
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Al cuarto mes del nacimiento de la niña, Suho tuvo que regresar a trabajar, por lo que los primeros días en las mañanas dejo a la pequeña con los padres de Neitan, quienes gustosos la recibían, en la tarde él la cuidaba y trabajaba atendiendo a los clientes, también cobrando, solo cuando su niña dormía podía ir atrás a ayudar a hacer pan, pasteles, o lo que se necesitara.
Pero a las pocas semanas Neitan y Suho se dieron cuenta que el cuidar a la niña estaba desgastando mucho al matrimonio West, así que en contra de la voluntad de los esposos, entre ambos jóvenes contrataron a una niñera por las mañana y en las tardes ella ayudaría en la panadería.
La ayuda fue inmediatamente aceptada cuando los viejos padres se dieron cuenta que la chica era muy eficaz y aligeraba en gran medida el peso del trabajo sobre sus hombros.
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Lay se mantuvo en la rutina de viajar a Canadá cada vez que tenía tiempo libre y de mantener constante contacto cibernético con Suho todos los días, el corazón del líder se fue ablandando, y viendo el empeño que el chino ponía para estar constantemente informado sobre él y su hija, se daba cuenta de que para Lay, ellos dos significaban mucho.
Con los chicos de EXO, también pasaba lo mismo, Suho aceptó que a pesar de todo ellos podrían volver a ser los amigos de antes, y que él podría olvidar por completo los tragos amargos que le hicieron pasar.
Suho había entendido que lo que paso entre él y todos sus demás amigos, así como su pareja, fue necesario para traerlo hasta la vida que él ahora amaba, porque sí, él amaba trabajar en la escuela y en la panadería, así como estar con su hija todo el tiempo que tuviera disponible, que era mucho por cierto. Sí, definitivamente su vida era buena en Canadá.
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Era un día tranquilo para Suho, después de todo era fin de semana y no tenía que trabajar, él planeaba dormir hasta tarde en la mañana, pero su hija de ahora un año no tenía los mismos planes, ella antes de las siete de la mañana ya estaba muy activa pidiendo ser alimentada.
Él le hizo mimos a la niña entre sus brazos mientras caminaba a la cocina para preparar sus alimentos, ella tan adorable como era desde el primer momento en que nació, jugaba con su progenitor, lanzando palabras al aire, la única entendible “Papi”, que es lo único que avanzaba a pronunciar claramente por el momento.
Cuando llego a la cocina, puso a la niña en su corral. La pequeña que ahora ya daba unos pequeños pasos tambaleantes, además de mantenerse parada por sí sola, se mantuvo caminando de un lado al otro por ese pequeño espacio, el cual Suho había diseñado para que la niña no se acerque a la cocina, para evitar un accidente, pero al mismo tiempo mantenerla vigilada.
Antes de siquiera alejarse lo suficiente del corral de la niña, el timbre retumbo por toda la casa, él suspiro, regresó a ver a su hija que lo miraba atentamente –Lo siento pequeña, a penas veamos quien es, preparare tu comida –hablo con su hija antes de tomarla en brazos, lo niña solo se mantuvo tranquila mientras lo miraba como si ella hubiera entendido lo que su papi le decía.
Al abrir la puerta, lo primero que lo recibió fue un fuerte abrazo de Zhang Yixing, al cual no esperaba.
Suho no pudo reaccionar debidamente por la sorpresa, solo dejó que el contrario terminara su gesto aun con su niña en brazos, cuando Lay se separó inmediatamente la niña pidió con movimientos de sus brazos que este la cargara.
De los labios de la niña salió un leve “Pa”, cuando el otro hombre la cargo, ella abrazó por el cuello a esta otra persona que reconocía como su familia.
– ¿Qué haces aquí Lay? –dijo Suho sorprendido, el mencionado hizo un puchero.
–No me quieres aquí ¿verdad?
Suho suspiro –No pienses eso bobo, solo que no me avisaste que venias, además que te creía en una gira.
–Sí, bueno… –Lay desvió la vista hacia otro lado–. Por ahora eso ya se terminó –Le brindo una linda sonrisa cuando regreso a verlo.
Suho finalmente tomó a Lay de una de sus manos y lo metió a la casa, ese solo fue el inicio de un maravilloso día. Ambos padres disfrutaron pasar los tres como familia, era un ambiente agradable.
En la tarde Lay le propuso a Suho cenar los dos solos después de que su hija se durmiera, también le dijo que esa vez él le prepararía la cena, que no se preocupara por nada.
Cuando llegó el momento, Lay se adueñó de la cocina y no dejó que Suho entrará al lugar para nada, por otro lado el mayor solo se dedicó a cuidar a su niña, asearla y prepararla para meterla en la cama, por lo general era muy tranquila a la hora de dormir, así que no le fue ningún problema desocuparse en poco minutos, después él se puso más presentable para su cena con Lay.
Al salir de su cuarto un delicioso aroma lo recibió, así como una velas en el pasillo, era tan cliché, pero le pareció lindo que lo hicieran para él, las siguió hasta el comedor donde se encontró a Lay sentado en la mesa, con los platos ya servidos y con dos copas de vino en cada lado de la mesa.
Él se sentó con una bella sonrisa en su rostro –Es hermoso lo que has hecho para mí.
–Esto es poco comparado a lo que he querido hacer por ti a lo largo de todo este año.
Suho tomó una de sus manos entre las suyas y la acarició levemente –Has hecho mucho por mí y por la niña, no sigas creyendo que no has hecho nada porque no es así.
–Quisiera hacer mucho más, te lo seguro –Lay suspiro.
–No te mortifiques mejor disfrutemos de la deliciosa cena que nos has preparado –El mayor le brindo una cálida sonrisa, Lay solo asintió. En medio de charlas divertidas, anécdotas y burlas inocentes a los chicos de EXO, ambos pudieron pasar una hermosa e inolvidable velada.
Pronto la comida se terminó, así como media botella de vino, pero afortunadamente ninguno de los dos estaba borracho, y para lo que quería hacer Lay, era mejor de ese modo.
–Suho –Empezó a hablar titubeante–, yo…bueno hay un motivo por el que hoy vine de sorpresa, y por el que prepare esta cena –Lay se levanta de su asiento y se pone de rodillas en frente del mayor, el cual se queda impresionado por las acciones del contrario, el de origen chino, toma la mano del mayor y la besa, antes de continuar –. Sé qué hace más de un año te lastime demasiado y cada día me arrepiento de ello, he tratado de ser paciente y no presionarte con respecto a que me aceptes de nuevo como novio, pero ya no lo puedo resistir más. –Lay tomó una gran bocanada de aire antes de continuar–. Por favor Suho, acepta ser mi novio de nuevo, déjame poder amarte como antes, incluso aún más intensamente, ya no resisto no poder besarte como quiero, acéptame de nuevo Suho.
El mencionado solo formó una sonrisa y apretó en sus manos las mejillas del hombre que ama, y al cual finalmente después de tanto tiempo, puede decir que lo ha perdonado completamente.
–Sí, la respuesta es sí, no sabes las ganas que tenía de que me lo pidieras de nuevo –Suho le planta un beso en sus labios antes de continuar –. Es más, sino te apurabas en decírmelo pronto yo mismo te lo iba a proponer.
–Rayos –Lay hace un puchero–, entonces hubiera esperado un poco más, me hubiera gustado que me lo propusieras.
El menor se levanta y de un solo jalón pone a Suho en la misma posición, rodea la delgada cintura del contrario con sus brazos y lo estrecha fuertemente, para después darle beso magnifico, que le roba el aliento a Suho.
Cuando se separan del beso, el mayor le sonríe –Sabes me alegra que no hayas esperado, hubiera sido un fiasco total en mi proposición, o de lo torpe que soy, me hubiera enredado con mis palabras.
Ambos ríen y Lay niega con la cabeza –No lo creo, el romance aunque no siempre se te da bien, cuando te esmeras te sale perfecto –Lo alaba.
Suho le da un beso en la mejilla –Sí tú lo dices cariño, pues supongo que es así –Su expresión pasa a ser una seria–. Ahora, tenemos que pensar cómo vamos hacer funcionar esto, aunque no creo que deba preocuparme mucho por ello, es decir te las ingeniaste durante este año para mantenerte en contacto muy seguido conmigo y la niña, incluso nos visitabas dos veces al mes, así que…
–Suho –Lo interrumpe Lay–, no será necesario preocuparse por eso.
–Sí que lo es –replica.
Lay niega con una sonrisa en su rostro –No esta vez, vine para quedarme, no me pienso regresar a Corea.
– ¡¿Qué?! –La sorpresa es evidente en su voz –, pero… ¿Qué pasara con EXO?
–Deje el grupo JunMyeon –Lay suspira–. Lo dejé hace una semana, el presidente aceptó fácilmente con la misma condición que tú…
–No Lay, no puedes hacer esto, tu vida es el escenario…
El mencionado pone un dedo en los labios de Suho haciéndolo callar –Déjame terminar de explicar –El contrario asiente–. Este año que pasé separado de ustedes, no tienes idea lo duró que fue para mí, porque tú y la niña son mi familia, esa que tanto quise, y no la podía tener a mi lado por lo que yo creí mi sueño, poco a poco la distancia me hizo darme cuenta, que yo no quiero vivir del modo en que lo hemos estado haciendo.
–Entre conciertos y promociones me di cuenta que la vida de un ídolo me estaba sofocando, sobre todo cuando empecé a perderme cosas de la niña por esa vida, no estuve cuando la niña aprendió a gatear, caminar, o en su primera comida sólida, o en sus primeras palabras, todo eso lo vi solo por los vídeos que mandabas, y me di cuenta que yo lo quiero vivir, no solo verlo por video. Además siento que si no tomo medidas ahora, en un futuro para mi niña no seré más que un conocido que viene de vez en cuando y no la figura paterna que quiero ser para ella.
–Lay –dice con pena Suho–, perdóname, te obligue a tomar esta decisión por mi necesidad de quedarme aquí –Él baja la cabeza afligido–, pero debes considerarlo mejor, no quiero que un futuro te arrepientas, o que nos recrimines a mí y a la niña que renunciaste a tus sueños por nosotros.
El menor toma con una mano el mentón de Suho levantándolo nuevamente –No me arrepentiré o les recriminaré nada, tampoco tengo que volver a considerarlo, la decisión está tomada. La noticia en Asia ya se ha extendido, nuestro fans ya saben que deje la vida ídolo para vivir una vida más tranquila, sorprendentemente lo aceptaron bien, creo que después de todas las demandas y tu salida ahora son más fuertes, así como racionales, la cuestión es que ya no hay vuelta atrás.
Suho lo mira preocupado y dudoso, él suspira –Escucha, lo pensé por mucho tiempo y realmente me di cuenta que no me importaba ser famoso, o estar en un escenario, mientras pueda bailar estaré bien. Desde el día que deje EXO, viaje hasta este lugar, con el propósito de conseguir un trabajo estable que me haga feliz, así para cuando te buscará tú estuvieras más convencido que la decisión que estoy tomando es más que acertada y reflexionada.
– ¿Sí? –dice sorprendido– ¿Has conseguido algo ya?
El contrario asiente –Sí, en realidad, ahora soy mi propio jefe, con el dinero que tenía ahorrado me he puesto una academia de baile a media hora de aquí, en un pueblo un poco más grande que este, tendré que viajar todos los días, sin embargo investigue y dónde está mi academia es un buen lugar para prosperar, así como más probable que tenga éxito. Suho –Lay lo miró determinado–, con este nuevo trabajo y viviendo aquí, seré feliz, se lo que hago, así que por favor no discutas más mi decisión.
Suho bajo la cabeza un momento, asimilándolo todo, suspiro y se dio cuenta que probablemente eso es lo mejor para su pequeña familia. Él asiente, silenciosamente toma la mano de Lay entre las suyas y la aprieta dulcemente, levanta la cabeza para mirarlo a los ojos –Acepto tú decisión, con una condición –Lay le indica que continúe con un gesto de la cabeza–. Vivé en esta casa conmigo y la niña.
Lay lo mira impresionado, él no esperaba eso de Suho, incluso ya había alquilado un departamento para él – ¿Estás seguro? –El contrario asiente rápidamente –. Está bien, bien. Supongo que me quedaré en el cuarto de invitados ¿verdad?
Suho desvía la mirada avergonzado –Te quedarás conmigo en mi cuarto, ya antes me has visto desnudo, y hemos compartido cama, incluso hemos convivido juntos por tanto tiempo que sabemos nuestras mañas –El mayor nervioso regresa a ver a su ahora pareja, quien tiene un brillo de diversión en su ojos, acompañado de una leve sonrisa.
Él niega inmediatamente – ¡No lo malentiendas! –exclama sonrojado, empieza hablar rápidamente –. No porque durmamos en la misma cama y el mismo cuarto significa que quiero que tengamos sexo, solo… solo…que… yo, no digo que en un futuro no lo podamos tener, pero yo… –Suho se enreda con sus palabras por lo alterado que esta–, es decir es demasiado pronto para volver a tener relaciones, yo… recién iniciamos de nuevo como novios, y…
Una carcajada por parte de Lay interrumpe los balbuceos de Suho –Cariño –dice dulcemente cuando logra calmarse, acaricia las mejillas del más bajo, que ahora tiene el rostro todo sonrojado –No hacía falta que explicaras todo eso, lo sobrentendía.
–Pero tú sonreíste de una manera tan… –dice con un puchero.
–Solo sonreí así porque sabía cómo te pondrías y me encanta hacerte avergonzar.
Suho le da un leve golpe en el hombro, Lay trastabilla un poco de broma, aun riendo –Eres un bobo –replica el mayor con el ceño fruncido.
Lay se acerca más a Suho y lo toma nuevamente entre sus brazos apretujándole levemente. –Sí, pero soy tú bobo.
Suho se enternece por esas palabras –Eres mío, y yo soy tuyo –su voz sale dulcemente–. Me alegra poder decir eso de nuevo.
Ambos juntan sus frentes y sus ojos se conectan en una intensa mirada por largos minutos, hasta que Lay, decide romper ese contacto, por un más anhelado por él. Cierra sus ojos y junta sus labios con los bellos y delicados cerezos de mayor.
El beso es tranquilo, sin prisas, ellos de ahora en adelante tendrán mucho más tiempo para poder compartir besos así, incluso más intensos. Finalmente después de tanto desajuste emocional por sus historias pasadas y presentes, ahora pueden estar juntos una vez más, solo que con un pequeño plus, que ahora los convierte en una hermosa y pequeña familia de tres miembros.
“Familia”, ahora Suho, Lay y su niña Yebin, son una pequeña familia, amorosa, y que tratará de ser feliz todos los días de su vida.