Aquella tarde de invierno fue la peor de todas, estaba lloviendo y hacia mucho frio pero eso no era lo peor, el problema era que él estaba ahí. Siempre a mi lado, ¿porque tenía que ser así? Yo quería alejarme y él me lo impedía, por más que trataba el siempre hacia algo para mantenerme cerca suyo. Al inicio no me incomodaba, es más me encantaba la idea de estar siempre juntos, nos habíamos vuelto mejores amigos. Solíamos compartir todo, ibas a todos lados juntos pero eso cambio el día en que descubrí que lo que sentía por él era más que un cariño de amigos, Yo me había enamorado de él y eso estaba mal.
Tenía que hacer algo para acabar con eso que había empezado a sentir, pero que esté cerca de mi todo el tiempo no ayudaba, solo empeoraba las cosas, solo hacía que me gustara cada vez más. No iba a decírselo, me hice la promesa de jamás decírselo a alguien, solo iba a quedar para mí. Por más que pensaba la forma de alejarme un tiempo de él nada servía.
Lo conocía muy bien, sabía lo que le gustaba y lo que no. Empecé hacer cosas que sabía lo iban a molestar pero al final nunca se molestaba conmigo, ¿Por qué? No podía entenderlo, ¿Por qué simplemente no se molestaba? Quería que se enojara y me mandara al diablo y así poder alejare de él para poder olvidar lo que sentía, pero no. Nunca se molestó, es más, era yo quien terminaba molesto. ¿Por qué no entendía que quería alejarme de él? Solo me quedaba la opción más dolorosa: decirle que ya no quería ser su amigo.
Esa misma tarde se lo dije, sabía que si no lo hacia ese mismo día no lo iba a poder decir ningún otro, me decidí y corrí hasta su casa sin importar la detestable lluvia. Cuando llegué toque la puerta y gracias a dios fue el quien abrió la puerta, su padre solía viajar largas temporadas y solo se quedaban él su madre y su hermano menor. Supe por el mismo que iba a estar solo en casa porque su mamá había ido a visitar una tía junto con sasuke ( su hermano menor). Estaba él solo.
Pude ver la sorpresa en su cara cuando me vio, siempre que iba a su casa solía llamar antes o iba al lado de él después de la escuela pero esta vez fue diferente.
—Deidara ¿qué haces aquí?— me dijo con un tono de confusión. —estas todo mojado
Trató de tocar mi mejilla pero me aleje de él y con el tono más frio que tuve le hable —Tengo algo que decirte
No sé cómo explicar la expresión de su cara y en ese momento ya no me importaba lo único que quería era decirle lo que tenía que decir e irme a casa
—pasa, hace mucho frio voy a traerte una toalla— estaba por irse pero lo impedí y lo tome del brazo
—no es necesario, lo que te voy a decir es breve
Se detuvo y me miro directamente a los ojos, empecé a sentir una presión en el pecho y un nudo se estaba formando en mi garganta, en cualquier momento ya no iba a poder hablar pero me arme de todo el valor que tuve y se lo dije
—Ya no quiero seguir siendo tu amigo, no quiero que te acerques más a mí
De sus labios solo salieron un -¿Qué?
Ya no quería estar ahí, no quería dar explicaciones del porqué, porque si lo hacía debía de decirle que me había enamorado de él y él me rechazaría de la peor manera y no estaba preparado para eso. Pude escucharlo gritar mi nombre en cuanto salí corriendo, al parecer lo que le había dicho lo había dejado un poco pasmado, no se lo esperaba.
Me sentía la peor persona del mundo, nunca pensé tener que terminar mi amistad con Itachi pero lo que me hacía sentir muy mal era el hecho de no poder decirle la verdadera razón. Al día siguiente no me presente a clases, me había resfriado debido a la lluvia de anoche. Mi celular no había dejado de sonar y tuve que apagarlo porque todas las llamadas eran hechas por Itachi.
Cuando Naruto regreso del colegio me dijo que Itachi le había preguntado por mí, menciono también que el padre de Itachi había regresado de viaje por eso no pudo ir a buscarme a casa. Naruto sabía esto porque por cosas del destino era el mejor amigo del hermano pequeño de Itachi.
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Los días pasaron y el plan de Deidara se había ido por el caño. Nada salió como él quería, es más se arrepintió de haberlo hecho. Se preguntaran ¿porque? Porque ahora Itachi lo buscaba y le insistía más que antes. El pelinegro no entendía la aptitud del rubio, le dolía la indiferencia del rubio
Deidara pensó que con solo ignorarlo sería suficiente, se decía a si mismo que Itachi en algún momento se cansaría de preguntar la razón y lo dejaría en paz pero había algo que Deidara no sabía. Itachi estaba enamorado de él.
Sí, el pelinegro ha estado enamorado de Deidara desde tiempos inmemorables, han sido muchos años en los que ha tratado de esconder sus verdaderos sentimientos pero ahora sentía que ya no iba a poder esconderlos más. El sentir que había perdido a Deidara lo atormentaba y lo hacía arrepentirse de no haberle confesado sus sentimientos. Pero eso no era lo peor.
Había un problema con Itachi, el pelinegro era muy celoso y su mente le hacía malas pasadas al imaginarse a Deidara al lado de otra persona que no era él. Los celos que sentía salieron a flote un día en que escucho a dos chicos hablar de Deidara en el baño. Ambos muchachos eran nuevos y no sabían en el lio que se estaban metiendo
—oye lo has visto— hablo uno de ellos mientras se lavaban las manos
—Sí , es bastante lindo— dijo con una sonrisa pícara en los labios— se llama Deidara
Itachi al escuchar el nombre de su amado no pudo evitarlo, esos celos malditos le estaban carcomiendo el alma
—Sé que no tiene novio –agregó
—deberías ser cuidadoso, se ve que no es muy fácil de convencer
—Ya he tratado con muchos como él, se hacen los difíciles pero luego terminan rogando por más
El pelinegro no soporto más, no iba a permitir que un par de idiotas se acercaran a Deidara. Se acercó al muchacho y lo tomo del cuello de la camisa
—Escucha muy bien imbécil — le dijo mientras lo iba acercando más a él — no quiero verte cerca de Deidara… él es mío— sentenció. Soltó con fuerza al muchacho y este cayó al suelo.
Han pasado ya varios días desde aquel incidente, Itachi por más que trataba de hablar con Deidara este lo ignoraba.
—Quieres dejarme en paz— hablo con seriedad el rubio. —ya dije que no quiero hablar contigo, tú y yo ya no somos amigos así que aléjate de mi
—aun no me has dado una razón para dejar de ser amigos
—Itachi entiéndelo— soltando el aire en sus pulmones — es mejor así.
ya había tomado sus cosas y estaba dispuesto a irse
—¿Hice algo malo?, acaso hice algo que no te gusto, si es así…. Lo siento
A Deidara le dolía hacer sentir así a Itachi pero no podía decirle la verdad
—tú no hiciste nada malo, es solo que…. Ya no me siento cómodo estando a tu lado
Empezó a caminar para poder salir del salón de clases, ya todos se habían ido solo se habían quedado ellos dos
—¿estás enamorado de alguien?
Esa pregunta lo dejo en estado de shock. “oh no” pensó en esos instantes el rubio, que se supone que le debería de decir. Se giró y lo vio a los ojos, al no soportar la mirada del pelinegro desvió la vista hacia otro punto y respondió
—no, no estoy enamorado de nadie además eso no te debe de interesar
—estas mintiendo y claro que me interesa, todo lo que tenga que ver contigo me importa
—Ya no tiene importancia
—es sasori?
—no… no es él, es mejor que lo olvides…. Así como lo estoy haciendo yo — girándose nuevamente hacia la salida. Sintió unos brazos rodear su cintura y en un susurro Itachi le dijo—no quiero estar lejos de ti Deidara
Eso hizo que las mejillas del menor se pusieran como un par de tomates y parecía que el corazón le iba a salir del pecho. Se preguntaba si había escuchado bien y que lo que estaba pasando era real. Sí Deidara lo que sucede es real.
—porque haces esto? ¿Acaso no te das cuenta del daño que me estás haciendo?
— ¿Qué?— dijo atónito
—Te amo y lo que estás haciendo conmigo es cruel… dime quien es la persona en la que piensas tanto… acabare con ella y solo tendrás ojos para mí
—¿porque? — una lagrima rodo por la mejilla del rubio — ¿porque no me lo dijiste antes? ¡¡¡¡NO TIENES LA MENOR IDEA POR LO QUE HE TENIDO QUE PASAR Y TODO POR CULPA TUYA!!!! — Dijo soltándose del agarre en el que lo tenía el pelinegro — si me lo hubieras dicho antes nada de esto estuviera pasando — hablaba mientras de sus ojos caían gruesas lagrimas— eres un idiota Itachi Uchiha.
Salió corriendo del lugar, dejando totalmente sorprendido al pelinegro por su reacción, cuando volvió a la realidad corrió detrás de Deidara, lo encontró caminando por uno de los pasillos iba secando sus lagrimas
—Espera Deidara— lo tomo del brazo y lo giro hacia él pero a cambio recibió una bofetada por parte del rubio
Se quedaron viendo por unos instantes hasta que Deidara se abrazó al pecho del mayor — lo siento, lo siento… yo no quería alejarme de ti, tuve miedo
El pelinegro lo abrazo protectoramente — miedo? A qué?
—a tu rechazo cuando te dieras cuenta de lo que siento por ti
El pelinegro no podía creer lo que escuchaba, una avalancha de sentimientos se colaron en su pecho, lo tomo de la mejilla y se acercó a su labios para poder besarlo y saber que lo que pasaba no era producto de su imaginación.
Al sentir que les hacía falta oxigeno se separaron.
—¿Qué es lo que sientes por mí? –pego su frente con la del rubio con los ojos cerrados esperando una respuesta
—yo… te amo
Ambos se unieron en un caluroso abrazo, era inevitable, ambos estaban sintiendo lo mismo. Sin decir nada durante minutos, solo con un abrazo expresaron lo que sentían el uno por el otro. Se sentían tan bien, tan completos en ese instante, eran los únicos seres en la tierra, no les hacía falta nada ni nadie.
Con una risa nerviosa el pelirrubio se separó de Itachi y le preguntó — ¿desde hace cuánto que sientes esto por mí?
—desde hace mucho
—porque no me lo dijiste?
—Quería que me conocieras mejor — le dio un suave beso en los labios —quería que te enamoraras de mí, pero ahora no voy a dejar que nadie te aleje de mí, eres solo mío… que te quede claro eso
—tonto, no soy tuyo… además… no somos novios
El mayor soltó una pequeña risa, tomo las manos del ojiazul y mirándole a los ojos le propuso
— ¿quieres ser mi novio?
—no
—¿Qué? – casi cae al suelo al escuchar la respuesta
—no podría negarme a esa pregunta.
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Al día siguiente, ya se imaginan la cara de todos los estudiantes cuando los vieron entrar tomados de la mano. Fue una revolución. Itachi quería que todo el mundo supiera que Deidara ya tenía dueño y se trataba de él. Sabía que nadie se iba a meter con él al saber de su relación. El corazón de Muchos chicos y chicas quedaron hechas trizas pero con él tiempo se acostumbraron al dolor.
Algunos se alejaron del pelirrubio, ya casi Nadie se acercaba mucho a Deidara, sabían lo peligroso que era si Itachi se enteraba, se dieron cuenta de lo celoso que era debido a muchas escenas que el pelinegro solía hacerle al rubio.
Su relación duro muchos años, con altibajos como en cualquier relación pero supieron arreglárselas bien Hasta el día en que se casaron y se mudaron juntos, hubo un gran problema con el padre de Itachi quien no podía aceptar que si hijo era gay y eso que no sabía lo de sasuke y naruto.
Los padres de Deidara lo tomaron con más calma, amaban a su hijo y lo único que quería era que fuera feliz además que ya conocían a Itachi.
Su vida de casados fue buena, se casaron muy jóvenes y aun asistían a la universidad, un par de años después ya habiendo terminado su carrera consiguieron trabajo y lograron comprar una casa, siempre pensaban en el futuro, en uno en donde hubiera niños.
Los hacia muy felices la idea de tener bebes, intentaron durante todo un año y no pasó nada. Ambos empezaron a preocuparse por no poder concebir un bebe. Buscaron ayuda médica, hicieron uso de muchos métodos pero ninguno funcionaba, Deidara no podía quedar embarazado. Eso lo deprimió mucho, empezó a deprimirse pero Itachi estuvo junto a él para ayudarlo, cuando ya se estaban dando por vencidos el milagro ocurrio. Deidara empezó a tener todos los síntomas de un embarazo.
—es mejor no hacerse ilusiones
Le decía el rubio a Itachi. Cuando los síntomas siguieron decidieron ir a un médico para saber qué era lo que pasaba.
Ambos estaban fríos, no podían articular palabra, el doctor seguía revisando los resultados que tenía en las manos. Cuando termino de leer la hoja en sus manos se quitó los lentes y los quedo viendo con seriedad
—¿Qué es lo que pasa? —pregunto Itachi
—señores….
Los segundos se hacía infinitos y cada vez se ponían más fríos, hasta que el doctor esbozo una pequeña sonrisa y les dio la mejor noticia de todas sus vidas
—Felicidades ustedes serán padres
Deidara no podía creerlo, estaba a punto de romper en llanto. Itachi no cabía de la felicidad, iban hacer padres por fin iban a tener al bebe que tanto querían.
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Pasaron varios meses y la pancita del rubio era cada vez más notoria.
Había dejado de trabajar para cuidar su salud y la del bebe. Siempre se sentaba en un sofá por las tardes y acariciaba su pancita mientras le hablaba.
—sabes bebe… todo esto no estuviera sucedido si hace años no hubiera decidido alejarme de tu padre… fue una buena decisión, aunque al inicio no pensaba así….
Al rato se quedó profundamente dormido. Al llegar Itachi encontró a Deidara dormido, se acercó a él y le dio un beso en la frente y unas leves caricias a su pancita para no despertarlo
—si le hubiera dicho lo que sentía Deidara desde hace mucho tú ya estarías aquí con nosotros —susurró —pero a Deidara se le dio por alejarse de mi… aunque… si no hubiera hecho eso yo jamás le hubiera dicho lo que sentía, creo que fue una buena decisión.
Fin*