Capítulo 5
¿Cuántas veces se había corrido?
Naruto estaba completamente exhausto. Estaba quieto, solo su pecho se movía por el esfuerzo que hacía para respirar. A fuera, el cielo comenzaba a aclararse. La luna había desaparecido y las estrellas una a una dejaban de brillar. Naruto finalmente se sintió más tranquilo y soltó a Sasuke.
Con una expresión sombría en su rostro, Naruto habló a Sasuke con una voz ronca. —Lo siento tanto. Tú has sido en extremo amable conmigo y te he hecho algo terrible, ¿estás bien?
—No te preocupes…fue maravilloso. No lo hiciste muy bien al principio y me preocupé un poco, pero mejoraste bastante al final, —Sasuke le respondió a Naruto mientras acariciaba su brazo. — ¿Fue ésta tu primera vez?
—Sí. Para serte honesto, mi abuela me detuvo antes. Dijo que no debería hacerlo porque no tenía control. Dijo que jamás debería acercarme a una mujer de esa forma.
— ¿Pensaste que podrías hacer esto conmigo porque no soy una mujer? —Sasuke preguntó con mucha tristeza.
Naruto inmediatamente lo negó: —No, eso no es así. O al menos, esa no es la única razón. Eres demasiado amable y jamás había visto a un hombre tan hermoso. Cuando estoy contigo me siento calmado. Traté de controlarme, pero sencillamente no pude.
—Fui yo quien te invitó. No tienes por qué preocuparte.
Naruto se puso de pie, luego volvió a sentarse en la orilla de la cama.
Sasuke, completamente agotado, no pudo hacer nada más que ver a su ancha espalda. Nuevamente protestó. —Es realmente grosero el que me des la espalda cuando acabamos de terminar. Aun cuando no quieras irte, en agradecimiento a tu pareja deberías siquiera quedarte unos cinco minutos mimándolo y hablarle con palabras dulces.
—Estoy demasiado avergonzado como para verte a la cara. Te he hecho cosas tan terribles.
—Si quieres recompensarme, cierra esas cortinas y regresa a la cama. Tómame en tus brazos y durmamos hasta la tarde.
— ¿Cortinas? Pero si es un hermoso amanecer. ¿Podemos verlo por un momento?
—Lo siento, pero no puedo recibir luz solar. Mis ojos son débiles. —Sasuke tomó su sabana y la colocó por encima de su cabeza y quitó su mirada de lo anaranjado del cielo.
—Lo siento.
Antes de cerrar las cortinas, Naruto abrió las ventanas para permitir que un poco de aire fresco ingresara en la habitación. La briza matutina inundó el cuarto llevando consigo el aroma del océano mezclado levemente con la esencia del otoño, la cual ingresó reemplazando el olor a sexo.
—Al parecer será un gran día. En días como estos, se siente tan bien ir a escalar una montaña. ¿Tus ojos son débiles? Que mal—. Después de cerrar las ventanas, Naruto cerró las cortinas. Dudó por un momento, pero finalmente regresó a la cama y se recostó cautelosamente al lado de Sasuke. —Creo que será mejor que me vaya, mientras permanezca en este lugar solo te causaré más problemas.
—No, no podré dormir a menos que me abraces.
—Solo dices por decirlo, ¿Cómo podrías dormir bien con un gran bulto como yo a tu lado?
—Dormiré…confía en mí. —Sasuke cubrió a Naruto con la sabana.
—¡Estás helado!— Aun cuando no se había percatado mientras hacían el amor, Naruto se sorprendió por la baja temperatura del cuerpo de Sasuke. —¿Te sientes mal? Si es así, no debiste haberte presionado tanto. Parece que yo fui el único que ganó algo de lo que sucedió anoche y lo peor fue que lo hice hasta que estuve satisfecho. ¿Estás cansado? Tu cuerpo parece estar enfriándose más.
—Como te lo dije…a menos que me abraces, no podré dormir. —Sasuke estaba ya casi dormido. Naruto obedientemente tomó a Sasuke entre sus torpes brazos y los cubrió más con la sabana.
—Está bien, mi temperatura corporal es bastante alta, si el hacer esto significa que no tendrás frío…
—Gracias… Eres… maravilloso… pienso que… podría estar… enamorándome…— Sasuke se quedó tan profundamente dormido que Naruto no estaba seguro si este respiraba o no.
Naruto, aun con las sensaciones de anoche atravesando su cuerpo, no podía conciliar el sueño, así se dedicó a observar el rostro de Sasuke por un buen rato, como su cabello, sus cejas y pestañas eran de un color oscuro. El puente de su nariz era alto y recto, sin embargo su nariz no era grande. Sus labios eran rosados y bien formados. Su boca no era pequeña como la de una mujer, pero las orillas de sus labios estaban curveadas.
Naruto había sido bastante honesto con Sasuke. Viviendo en las montañas como lo había hecho, jamás había visto un hombre tan hermoso. Los aldeanos siempre habían admirado al hijo del líder de la aldea por ser tan buen mozo, pero desde que Naruto había llegado a Tokio, se percató que la forma en la aquel lucía no era fuera de lo ordinario, Tokio estaba desbordando de gente bella, sin embargo, Sasuke resaltaba entre todos ellos.
—¿Pero qué rayos ve él en mí?
Naruto comenzó a hablarse así mismo, revelando la verdadera razón por la que había llegado a la ciudad. —El líder de la aldea dijo que en la ciudad habían bastantes personas las cuales son diferentes. Este hombre definitivamente es diferente.
Sinceramente era una novedosa experiencia el haber sido seducido por un hombre quien era tan extraño como el mismo Naruto, pero Naruto no se sentía en peligro, solo dudaba. Sasuke no era ningún debilucho, Naruto lo había visto mandar a volar a un hombre con facilidad. Su cuerpo era sólido y muscular, no era suave y no había nada cobarde en él.
Pero su cuerpo era bastante frío, en cualquier lado en el que Naruto lo tocaba se entibiaba un poco, pero de lo contrario, parecía como si estuviera sosteniendo a una muñeca de porcelana. Debido a que la temperatura corporal de Naruto era tan alta, no lo sentía tan frío, es más pensaba que dormir al lado de Sasuke durante el verano sería bastante cómodo por su baja temperatura corporal. No solo eso, el calentador estaba programado para que la temperatura de la habitación estuviera moderada, de hecho para alguien más sensible al frío que Naruto, la habitación se hubiese sentido un poco fría.
Cuando Naruto cambió de posición, su sabana se cayó, descubriendo parcialmente a Sasuke. Era la primera vez que Naruto tenía a una persona durmiendo en sus brazos y no estaba seguro de que debía hacer, así que solo se recostó sobre su espalda y vio hacia el techo. La mano de Sasuke tocó el pecho de Naruto y ese pequeño movimiento lo hizo feliz. El extraño no solo le había dado una noche de placer —su primera noche de placer— pero ahora dormía a su lado confiando en los brazos de Naruto.
A fuera, el sol debía estar brillando fuertemente y las personas debían estar iniciando con sus rutinas, Naruto luchó la tentación de bajarse de la cama y salir; mientras continuaba calentando a Sasuke cayó en un sueño profundo.
Sin embargo su sueño fue corto. Antes de que el reloj diera las doce, su estómago vacío lo despertó. Sasuke aun dormía como los muertos y Naruto se sintió culpable al pensar que el cansancio de Sasuke era debido a la violencia que había sufrido la noche anterior a manos de él.
Se levantó de la cama. Se sentía mal al respecto pero en verdad debía marcharse. Sasuke le había dicho cosas dulces hace un rato, pero sencillamente no podía aprovecharse de la amabilidad de este hombre. Además, Naruto sospechaba que dicha amabilidad era algo temporal, sus mundos eran demasiado distintos. Sasuke había estado lleno de curiosidad al principio, pero en cuanto se despertara definitivamente entraría en razón y perdería el interés en él. Naruto estaba resignado a pensar que había sido escogido para ser parte de una aventura de una sola noche. Había sido proveído de una maravillosa y rara experiencia y la conservaría para siempre en su memoria.
Naruto temía que si se acostumbraba a este estilo de vida tan cómodo, sería incapaz de marcharse y eventualmente se convertiría en una carga no deseada. Sus pensamientos lo hacían bastante infeliz.
Se colocó la bata y bajó a la primera planta. Todas las pesadas cortinas estaban cerradas, probablemente para el bien de Sasuke. La bella vista de la terraza hacia el océano ya no era visible. La oscurecida habitación se encontraba en silencio, Naruto se preguntaba que le podía haber sucedido a su ropa.
Mientras caminaba por la casa buscándolas, escuchó una voz dirigirse a él por detrás. —¿Buscaba algo?
Naruto sabía cuándo algo o alguien se le acercaba por detrás…podía sentir la presencia de alguna criatura sin importar cuán pequeña esta fuere, pero no había sentido la presencia del mayordomo. Sasuke era igual, ambos eran como maestros de artes marciales, capaces de moverse sin hacer un solo sonido.
—Gracias, estoy buscando mi ropa. ¿Sabes dónde se encuentran?
Al enfrentar al mayordomo, Naruto comenzó a hablar más cortésmente que de costumbre. Era difícil imaginar que un extranjero pudiera hablar el japonés tan bien.
—Me disculpo por la impertinencia, pero las lavé. Las traeré ahora mismo, si gusta, quizás ¿podría tomar un baño?
El rostro del mayordomo no tenía ninguna expresión, pero detrás de sus palabras corteses, Naruto sintió que este ocultaba un poco de repudio, el mayordomo aparentemente parecía estarse refiriéndose a las actividades nocturnas.
—Después de que termine con su baño, le prepararé el desayuno.
—No, gracias. Enserio ya no puedo imponerme más, me iré a casa.
—No puedo dejar que se retire sin la previa autorización de Sasuke-sama. Me disculpo, pero por favor espere hasta que Sasuke-sama despierte.
Naruto podría haber mentido y dicho que Sasuke le había dado autorización para retirarse o simplemente pudo haberse escapado.
Pero era demasiado honesto para hacer algo así. Naruto se duchó como el mayordomo lo había sugerido, se puso su camiseta recién lavada junto con su ropa interior, se colocó sus jeans, los cuales se habían encogido un poco por la lavadora. Luego se dirigió al comedor y obedientemente comió una gruesa tostada y un enorme omelet que el mayordomo había preparado.
—¿Prefiere café o té? — Era como si estuviera siendo atendido en un restaurante.
—Agua está bien, soy un chico del campo y no he tenido opciones para escoger de té y café antes, así que no tengo idea de cuál escoger entre los dos.
Ante las palabras vacilantes de Naruto, el mayordomo asintió y trajo un pichel lleno de jugo de naranja. Después de que el jugo de naranja fue vertido en un enorme vaso, Naruto felizmente lo consumió. Mientras lo hacía el mayordomo se enfocó en su mano, el vendaje que el mayordomo había colocado la noche anterior ya no estaba, probablemente se había zafado debido a las actividades nocturnas.
Cuando el mayordomo estaba a punto de ofrecer colocarle un nuevo vendaje, se percató que la herida había desaparecido.
—Sasuke-sama no se despertará sino hasta muy tarde. ¿Le gustaría esperar en la sala donde puede ver la televisión? O ¿debería mostrarle la biblioteca donde puede escoger un libro para leer?
Aun cuando Naruto se había referido a sí mismo como un campesino, escogió la biblioteca sin dudar. Prefería aprender la verdad de los libros que la imaginaria realidad de la televisión.
—Por aquí por favor. — El mayordomo abrió una puerta conectada a la sala, al hacerlo le enseñó a Naruto un paraíso.
—¡Increíble! ¡Esto es impresionante! — Del techo al suelo, habían libreras llenas de libros ordenadamente arreglados. Una escalera estaba a disposición para alcanzar los libros que se encontraban más arriba, por alguna razón libros antiguos predominaban a aquellos occidentales.
Naruto dio a conocer sus verdaderos pensamientos cuando dijo: —¡Esto es como el cielo!
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Al aproximarse la noche, el mayordomo se dirigió a la habitación de huéspedes en vez de a la habitación principal. En una bandeja plateada llevaba un vaso lleno de un extraño líquido color rojo. Después de tocar levemente a la puerta ingresó a la habitación. Sasuke aún se encontraba durmiendo, su hermoso rostro expuesto.
El mayordomo colocó el vaso en la mesita de noche y se inclinó para susurrar en el oído de Sasuke: —Sasuke-sama el sol casi se ha ocultado.
—Mm…Kakashi, no me grites por haber roto mi promesa, — Sasuke dijo en una voz casi inaudible. Sus ojos ligeramente abiertos, Sasuke lentamente ocultó su rostro dentro de las sabanas.
—He instruido a Namikaze-sama que lo espere abajo.
—Gracias, Kakashi. Escucha y no te enojes. Tuve una noche increíble, él es algo inexperto pero lleno de pasión. Nunca nadie me había amado tan violentamente antes—. Su rostro aun oculto del mayordomo, Sasuke confesó sus sentimientos.
—Me gustaría hablarle al respecto. Sasuke-sama, pienso que este hombre es muy peligroso. Pienso que debe mantener su promesa y terminar las cosas con él ahora.
—Kakashi ¿quién es el jefe aquí? —Sasuke lanzó la sabana y se puso de pie, revelándole su bello cuerpo desnudo al mayordomo.
Sin embargo, Kakashi estaba acostumbrado a esto y su expresión no cambió. Continuó hablando: —Sasuke-sama, no tengo otro jefe más que usted, por lo cual es que estoy diciendo esto. Él no es un hombre normal.
—Bueno, puedes decir eso otra vez, seis veces…no, espera siete veces en una noche. No hay muchos hombres que puedan pararlo tantas veces seguidas. Desde el principio hasta el final, tan duro como una roca. Eso fue sinceramente increíble.
—Sasuke-sama, por favor, piense esto racionalmente.
—Siempre soy racional—. La luz en su bello rostro se apagó y Sasuke levantó el vaso de la mesa de noche y consumió el contenido de un solo trago. Su rostro pálido como el mármol, adquirió un poco de color.
—¿Se siente más calmado ahora?— El mayordomo tomó el vaso vacío. —La herida de la mano de Namikaze-sama tenía anoche se ha curado por completo.
Sasuke permaneció en silencio por un momento, perdido en sus pensamientos. Cuando por fin respondió su respuesta no era digna de un hombre tan educado. —Supongo que tiene un metabolismo muy rápido o quizás el sexo activó algo en su sistema inmunológico. No es importante.
—Sasuke-sama, aun los niños con un metabolismo tan rápido, toman por lo menos dos o tres días en curarse. Con una herida como esa curarse tan rápido…
—¡No seas tonto! Es un hombre normal. Tiene mayores apetitos tanto para la comida como para el sexo que un hombre común, pero cuando esta relajado, es un hombre joven gentil e ingenuo. ¿Trató de robar los juegos de plata o algo?
Sasuke se movió de la cama como si la fatiga que había sentido por la noche anterior no existiera. Recogió sus pijamas desarregladas.
Kakashi observó las ropas por primera vez. —Es poco común que usted sea el atacado.
Con la evidencia a la vista, Sasuke fue incapaz de negar esas palabras, —No importa, al final fue muy caballeroso.
—Le traeré su bata. Por favor, espere un momento. El mayordomo se detuvo antes de salir de la habitación y dijo: —Si no fuera humano, ¿qué cree que sería?
—Quien sabe… Japón es un país antiguo. No me sorprendería que todavía hubiera criaturas extrañas ahí afuera de las que no sepamos nada. ¿Qué importa de todas formas? Si es de naturaleza tan gentil, no me importa que tan extraño sea. Después de todo, yo mismo soy…
La expresión del mayordomo se tornó triste. —Entiendo que se encuentre solo, me duele enormemente el no poder ayudarle.
—Kakashi, hemos pasado por esto varias veces y sin éxito. Te amo, pero la única persona que en realidad puede satisfacerme es un hombre joven que queme como el sol.
—No quiero verlo llorar. Quizás Namikaze-sama sea un buen hombre. Está leyendo silenciosamente en la biblioteca justo ahora, pero si no va con él, no me sorprendería que se vaya por su cuenta.
—¡Es cierto! ¡No debo dejarlo solo!— Sasuke tomó una de las sabanas de la cama y la amarró su alrededor como si fuera un toga romana antes de correr hacia el baño de la habitación principal. Si no se apresuraba, Naruto podía irse. Ese era el más grande temor de Sasuke. Sasuke no tenía planes de dejar ir a ese hombre tan puro después de una sola noche. Era conveniente que Naruto no tuviera familia en algún lugar y que aún no se hubiera decidido por un empleo. Para Sasuke, era como si el destino hubiese tomado piedad de su soledad y le hubiera enviado una pareja.
—Eso es…él y yo estamos unidos por el destino—. Siempre pensaba lo mismo cada vez que conocía a alguien nuevo, pero la verdad era que cada uno de esos encuentros había terminado trágicamente. A pesar de esto, cuando Sasuke conocía a alguien una enorme esperanza aparecía en su corazón.
—Es un hombre violento—. Soltando la sabana, Sasuke se observó en el espejo. Su cuerpo pálido estaba cubierto de mordidas y moretones. Un hombre normal probablemente no hubiera tomado una ducha tan calmadamente después de ver esto. Su parte trasera dolería y no sería capaz de tener sexo anal por días, pero Sasuke simplemente se lavó contentamente debajo de la presión del agua de la regadera.
No creía que el hecho de que la herida de Naruto se curara en un día fuera algo por lo que alarmarse, porque la verdad era que él era de la misma forma. En cuanto se había dormido, su cansancio había desaparecido y la bebida le había dado nueva vida.
—No es exactamente igual a mí—. Sasuke se lavó con una barra de jabón de la mejor calidad y aplicó crema con esencia de rosa al área que había sido tan violentamente utilizada anoche. Su largo sueño había recuperado su cuerpo a tal extremo que parecía ser virgen otra vez. El área que estaba siendo tocada por su dedo era de un tono rosa, como si la actividad de ayer jamás hubiese pasado. Los mordiscos y moretones también estaban comenzando a desaparecer.
Sin embargo Sasuke si tenía una debilidad…el sol. El sol estaba prohibido para él.
—El ama al sol. Así que él no es como Kakashi o yo, ¿me pregunto qué será?— Parado nuevamente frente al espejo, Sasuke inspeccionó su rostro. No había bolsas debajo de sus ojos, sus mejillas brillaban y sus labios eraban rosados. Sasuke se miraba joven y saludable.
—Estas muy bello hoy Uchiha Sasuke. No pareces tener ciento veinte años.
Sasuke había nacido durante la era Meiji, el tiempo se había detenido para él a sus veintiocho años. Noventa y dos años habían pasado desde entonces. Nacido como Uchiha Sanders Sasuke, el hijo del vizconde Sasuke. Sasuke había cambiado su Apellido a Uchiha, su apellido materno, tanto su madre como su padre habían muerto hace tiempo ya, y el primer hombre del que se enamoró había muerto muchos años atrás. El tiempo continuó y el siguió igual, sin embargo Sasuke no era un espíritu. Si respiraba lograba conservar un poco de calor corporal y el comer era posible, deseos sexuales obviamente aún estaban presentes.
La gran diferencia entre Sasuke y el resto de los humanos era el hecho de que si no bebía sangre humana combinada con su jugo, no podía sobrevivir.
Como era costumbre suya, Sasuke habló a su reflejo en el espejo. —El nombre Vampiro es algo tan degradante. Sus reflejos no se muestran en los espejos y odian las cruces. Ciertamente no soy eso—. Sasuke hizo el símbolo de la cruz volvió a ver al bello joven reflejado en el espejo y sonrió.
—Aun sin una estaca en el corazón, moriré. Es solo que viviré tres veces más que cualquier persona. ¿Por qué no puedo disfrutar la vida mientras la tengo? Nunca he atacado a un ser humano. Soy solo una gentil e inofensiva criatura.
Sasuke se puso una camisa blanca de seda y un traje oscuro borgoñés. En vez de una corbata, se colocó una bufanda Ascot alrededor de su cuello. —Este estilo no es muy popular en estos tiempos, supongo que aún me gusta. Sirve—. Colocó un reloj Piaget de cincuenta años alrededor de su muñeca.
—Si Naruto supiera lo que bebo a diario, probablemente huiría también. Probablemente… la sangre de cerdo es un ingrediente de la salchicha y nadie piensa que es raro, pero si supiera que compro y bebo sangre…— El bello hombre del espejo lució triste nuevamente.
—Si me enamoro, seré el único que saldrá lastimado. Aun cuando comprendo eso, cuando veo a un hombre joven que fue creado para la luz solar, no puedo evitar sentirme atraído hacia él. Aun cuando sea temporal, solo quiero experimentar un placer que ya no puedo disfrutar. ¿Es eso tan grave? ¿Debería no enamorarme de él? En todos estos años, jamás he visto a un hombre joven tan hermoso.
Siempre dices lo mismo.
El reflejo de Sasuke parecía estarle diciéndole. Inmediatamente se movió del espejo.