Capítulo 2
Caminar detrás de una mujer es caballeroso, ¿verdad? Especialmente porque Sasuke no tenía ningún deseo en tener relaciones sexuales con esta mujer, así que ¿por qué quería seguirla?
Todos tienen secretos de los que no quieren que los demás se enteren. Aun Sasuke, quien parece ser tan perfecto, tenía su propio secreto. No le gustaba que mujeres trabajaran para él, por lo cual el bar de chicos, donde todo el personal era masculino, era perfecto para él.
Leyes de igualdad laboral habían sido aprobadas antes de que él se percatara. Si dirigiera una enorme empresa, por supuesto que tendría que contratar mujeres o los grupos feministas vendrían tras de él.
En este país, un gerente no podía decir que simplemente no le gustaban las mujeres. Las oportunidades de trabajo eran iguales para hombres y mujeres así como las oportunidades para divertirse eran también iguales para hombres y mujeres.
El invierno había llegado y el frío viento de la noche se sentía muy bien para Sasuke. Odiaba el calor del verano. En el verano las mujeres exponían más piel. Solo el pensarlo lo deprimía.
Sasuke caminó sin rumbo y cuando al fin se percató de sus alrededores, se encontró en uno de los barrios bajos de la ciudad. Anuncios vistosos se encontraban dispersos en todas partes y el olor a comida con ingredientes baratos se podía oler en todo el lugar.
Una mujer que se encontraba a fuera de una de las tiendas se encontraba viendo a los hombres caminando en la calle. Cuando vio a Sasuke, inmediatamente le dio una de sus mejores sonrisas, pero como parecía tan distraído, no se atrevió a llamarle.
—Así que aún existen lugares con tiendas peligrosas como estas—, se murmuró Sasuke a sí mismo.
Repentinamente se percató de un hombre el cual se encontraba rodeado por cuatro o cinco hombres más. Esta era la clase común de problemas que se encontraba uno en este tipo de lugares. Sasuke intentó ignorarlo y seguir avanzando, pero al ver que los ojos azules del hombre parecían de alguna manera brillar rojo detrás los mechones de cabello desaliñados, provocó que Sasuke se detuviera a observar.
—Solo estaba preguntando por una dirección—, protestó el hombre con una voz ronca y clara.
—Comiste algo, ¿no? Tocaste a una de las mujeres, ¿verdad? ¡Tienes que pagar!
— ¡No voy a pagar tanto dinero por un terrible plato de fideos fritos! ¡Ustedes están locos!
—Pareces ser alguien fuerte, pero el actuar rudo solo hará que te metas en más problemas.
Con estas palabras, uno de los miembros de la pandilla agarró inesperadamente la camisa del hombre. El hombre removió dicha mano de su camisa. Mientras lo hacía, otro hombre intentó golpearle, pero el hombre le respondió con un poderoso golpe que lanzó a su atacante al suelo.
Sasuke se recostó contra un sucio anuncio y sonrió con deleite mientras observaba el conflicto.
El peleador vestía una camiseta sin mangas debajo de una chaqueta de cuero. Mientras peleaba furiosamente, la chaqueta se movía, dando pequeñas muestras de su musculoso pecho, muestra que satisfacía el sentido estético de Sasuke.
Absorbido, Sasuke se murmuró, —Que hombre más hermoso.
Al parecer, los gustos de Sasuke, se diferenciaban de aquellos impuestos por las normas de la sociedad.
Cabello descuidado y rubio, jeans sucios, chaqueta negra de cuero…y aunque el rostro del hombre estaba lleno de vitalidad y era atractivo, la mayoría de personas no lo llamaría hermoso. La mayoría de personas preferirían hombres como los que se encontraban trabajando para el bar de chicos de Sasuke; con sus apariencias nítidas y sentido de estilo, eran considerados como la belleza ideal de un hombre.
El hombre derrotó a sus atacantes uno a uno sin siquiera sudar. Pero la clase de hombres que frecuentan esos lugares no caen fácil y en el momento en el que un cuchillo apareció en la mano de uno de los atacantes, Sasuke le advirtió sin pensar.
— ¡Ten cuidado! ¡El hombre detrás de ti tiene un cuchillo!
Aun cuando el hombre actuó inmediatamente al escuchar la advertencia de Sasuke, no fue capaz de esquivar una cortadura en la parte de atrás de su mano. Fue capaz de quitarle el cuchillo y evitar otra herida, pero en el momento en el que Sasuke vio a otro de los atacantes sacar otro cuchillo finalmente intervino.
Los hombres debieron haber visto a Sasuke acercándose, pero debido a sus ropas vistosas probablemente pensaron que lo podían ignorar.
—¡No te entrometas! ¡Retírate!
Aparentemente el hombre empuñando el cuchillo pensó que después de estas palabras podía ignorar a Sasuke, pero en su lugar inesperadamente se encontró siendo tomado por el cuello y lanzado a un lado.
—Estoy seguro que tales artefactos tan injustos son en contra de las reglas. ¿O acaso reglas tan imparciales existen únicamente en Tokyo?
Con su expresión en absoluta calma, Sasuke tomó a otro de los atacantes y pateó sus piernas con lo cual este perdió el equilibrio. Quizás la ropa que vestía había desconcertado a la banda completamente, a primera vista, Sasuke parecía ser alguien delicado, pero había verdadero poder en los movimientos de judo que utilizaba.
Mientras todo esto ocurría, el otro hombre había terminado con los otros atacantes. Una de las cosas malas de estos conflictos era que cuando creías que por fin se habían acabado, estabas muy equivocado.
—Será mejor que te vayas, a menos que quieras ser arrestado, —Sasuke le habló al joven en un tono bastante íntimo.
—No…los policías son…
—Si ese es el caso, será mejor que huyas ahora.
Tomando al hombre del brazo, Sasuke comenzó a caminar rápidamente. Se sentía bastante emocionado. El hombre era exactamente del tipo de Sasuke. Y eso no era todo, el extraño no solo era fuerte…sino que no existía ningún rastro de temor o agitación proviniendo de su cuerpo. A Sasuke le gustaban los hombres fuertes que permanecían calmados aun en situaciones tan peligrosas como la que acababa de suceder. El brazo que Sasuke sostenía era puro músculo, no quería dejarlo ir.
—Mi auto no se encuentra lejos…te daré un aventón. Es demasiado peligroso que andes vagando por esta área.
—Solamente les pregunté hacia qué dirección se encontraba la casa de mi amigo. Ellos dijeron que sabían y me llevaron a ese bar.
—Supongo que alguna clase de mujer apareció y ¿te presionó para que comieras y bebieras?
El hombre dejó caer su cabeza y respondió en un tono derrotado: —Si.
—Es una estafa. Buscan hombres jóvenes inexpertos como tú o a ebrios. Te atrapan y luego te cobran sumas extraordinarias de dinero. Es una técnica delictiva común.
—Gracias por la ayuda.
El hombre trató de recuperar su brazo, pero Sasuke tomó rápidamente su mano herida.
—Estas sangrando. Deberías hacer que te vean esto inmediatamente.
—Ah, no es nada. Se curara rápido si solo lo lamo un poco—. El extraño habló de la herida como si esta no fuera nada, pero en realidad sangre fluía libremente de la cortada.
—Me pregunto si lamiéndola realmente hará que se cure…parece ser un poco más serio que eso.
Y con ello, Sasuke presionó su lengua contra la herida. Era difícil saber quién era el más sorprendido —el hombre o el mismísimo Sasuke—. No era un acto racional, el hacer algo así a un hombre al que ni conocía.
Se vieron mutuamente, ambos sintiéndose incómodos. Pero Sasuke aún no sentía que había sido derrotado…también sentía una profunda atracción por este hombre.
—Mi nombre es Sasuke Uchiha. Soy dueño de una tienda cercana.
Para poder ganarse la confianza de este hombre, Sasuke le entregó una de sus tarjetas de presentación que había mandado a hacer al retornar a Japón.
El hombre respondió distraídamente. —Mi nombre es Naruto Namikaze.
—Namikaze-kun, ¿Cuántos años tienes?
—Cuatro…
Era imposible que tuviera cuatro y catorce era igual de improbable. No parecía que tuviera treinta y cuatro. Debe tener veinticuatro. Sasuke sonrió complacido.
El hombre joven se alteró. —Tengo que irme ahora. Debo encontrar la casa de mi amigo.
—Yo te ayudo… ¿tienes su dirección?
—No te preocupes, tengo un mapa.
—¿Por qué no me dejas verlo? Estoy bastante familiarizado con el lugar.
Naruto tomó un pedazo de papel de uno de los bolsillos internos de su chaqueta de cuero. Había sido doblado varias veces y estaba comenzando a despedazarse.
—Dojo Kakei… ¿Qué clase de dojo es?
—Es un dojo de Karate, pero escuche que también manejan un bar en la parte delantera.
Se aproximaban al final del callejón. Justo después de él se encontraba el estacionamiento. Sasuke no sabía si se podía llegar al dojo Kakei en auto, pero sin importar lo que sucediera, quería que Naruto se metiera en su auto.
—¿No puedes llegar mañana? ¿Lo que sea que estés planeando debe hacerse esta noche? Deberías curar tu mano antes que nada.
Mientras salían del callejón, Naruto se detuvo sin previo aviso. Por alguna razón estaba viendo hacia abajo y poco a poco su cuerpo comenzó a temblar.
—Namikaze-kun, ¿te sientes bien?
—No tienes por qué preocuparte más por mí. Vete.
Hasta ahora, Naruto había hablado con una voz vacilante, lo cual había provocado una muy buena impresión en Sasuke, pero de repente el porte del joven cambió completamente.
—¿Estás seguro que no tienes alguna clase de shock por la herida? Deberías desinfectarla lo más pronto posible.
—No es tu problema. Vete de aquí, rápido. Si te quedas conmigo, solo te meterás en problemas otra vez.
Naruto no levantó su rostro mientras hablaba. Permaneció viendo hacia el piso, luego se dio la vuelta y caminó hacia el lado opuesto.
—Mmm—.Sasuke acarició su barbilla y vio como la musculosa figura se retiraba. — ¿Me pregunto si pudo leer mis intenciones?
No estaba admirando la parte superior del cuerpo de Naruto…sus ajustados jeans mostraban un par de largas piernas. Y al contrario de muchos japoneses, tenía un elevado y firme trasero, el cual según Sasuke era bello.
—Aunque es un poco salvaje su aroma es tan puro.
Sasuke delineó sus labios, el sabor de la sangre de Naruto aún permanecía en su boca.
—No quería usar trucos sucios, pero al parecer no me dejas alternativa.
Determinado, Sasuke siguió silenciosamente a Naruto.
—Namikaze-kun.
Al escuchar la voz de Sasuke, Naruto volteó a verlo. Sasuke colocó una mano en su hombro. El vizconde medía aproximadamente un metro con ochenta centímetros pero Naruto era unos siete centímetros más alto.
—No tienes que ser tan desconfiado.
Sasuke levantó la barbilla de Naruto y logró captar una breve mirada a los ojos escondidos debajo de los mechones de cabello. Quizás era el efecto de las luces de neón pero los ojos de Naruto parecían brillar con un extraño color rojo.
Cuando Naruto se percató que Sasuke observaba su rostro, se volteó. —Déjame en paz.
—Tranquilo, no planeo hacerte nada. Solo quiero que nos sentemos y platiquemos—. Mientras decía esto, Sasuke tocó casualmente la base del cuello de Naruto. Luego, acercando su rostro a la oreja del contrario, susurró en una voz suave. —Puedes ir a buscar a tu amigo mañana.
—Sí, es cierto. No hay prisa.
Por alguna razón, Naruto parecía estar paralizado en ese lugar, únicamente escuchando la voz de Sasuke.
—Mañana. Ahora necesitas venir a mi casa para que me haga cargo de tu mano.
—Hacer cargo de mi mano…
—Hacer cargo de tu mano. Esa es nuestra prioridad principal.
El salvajismo que Naruto había mostrado, desapareció completamente y se comportó sumisamente esperando las siguientes instrucciones de Sasuke.
Sasuke nuevamente susurró gentilmente en la oreja de Naruto: —No tienes que preocuparte por nada. Soy tu amigo—. Casualmente envolvió los hombros de Naruto con su brazo y lo guio de regreso al camino que habían estado tomando.
— ¡Los reportes del clima estaban equivocados! —Naruto dijo con enojo mientras se dirigían a una calle amplia.
— ¿Reportes del clima?
—Dijeron que estaría nublado.
Involuntariamente Sasuke volvió a ver hacia el cielo. Había algunas nubes pero las estrellas podían ser vistas brillando con ciertos espacios entre ellas y la media luna se encontraba saliendo de su escondite.
—Ciertamente dices cosas raras.
—Tú también. ¿Por qué siento que no puedo resistirme a ti?
—Es el destino.
Sasuke sonrió, pero desafortunadamente Naruto se encontraba viendo hacia abajo nuevamente y no vio la hermosa expresión de Sasuke.