Capítulo 3
Kakashi, el mayordomo, raras veces mostraba sus verdaderas emociones. Pero cuando Sasuke regresó a casa, no intentó tan siquiera esconder su descontento.
—Bienvenido a casa, señor. Como lo pidió en su llamada telefónica, he preparado la cena.
Mientras volteó a ver al mayordomo este estaba realizando una reverencia, Sasuke lucia la expresión que mostraba un niño mientras este era regañando. —Hazte cargo de su herida por favor, luego prepárale un baño y un cambio de ropas para él.
—Lo siento muchísimo, pero no hay nada en esta casa que se le ajuste a alguien como a su invitado.
—Una bata estará bien.
Naruto caminaba libremente alrededor de la habitación, pero era imposible saber si se encontraba escuchando la plática de los dos hombres.
La sala estaba cubierta con una alfombra elegante y un sofá a la moda hecho por un diseñador europeo bastante popular se encontraba sobre ella. Las luces habían sido bajadas, por lo que la habitación estaba envuelta en sombras. En un punto, una lámpara brillante iluminaba una pintura de una de las paredes.
Parecía ser una pintura hecha por un artista de fama mundial, pero a Naruto le faltaba el conocimiento para saber si se trataba de una pieza real o no.
Al otro lado de la sala, a través de una inmensa puerta de vidrio que se extendía de suelo a techo, había una amplia terraza con una vista nocturna al puerto. Como si todos los pensamientos de dormir fueran olvidados, las luces de la ciudad en la orilla opuesta brillaban con intensidad.
El viento había incrementado y las nubes se estaban disipando permitiéndole a la luna brillar. Era una noche hermosa, pero Naruto parecía estar nervioso. Se negaba a acercarse a las ventanas y continuaba temblando, sus manos metidas dentro de los bolsillos de sus jeans.
—Por aquí, señor.
—Su nombre es Naruto… Naruto Namikaze.
—Sí, señor…por aquí, Namikaze-sama. Después de curar su herida por favor siéntase libre de utilizar el baño. Me avergüenza que lo único que podamos ofrecerle sea una bata para vestir mientras cena.
Naruto parecía irritado al escuchar esto y el mayordomo levantó las cejas.
—Al parecer se quedará con nosotros esta noche, por favor no dude en utilizar todas las instalaciones—.El mayordomo hizo un movimiento como para mostrarle a Naruto que debía salir de la habitación.
Mientras lo hacia Naruto movió su cabeza y vio fijamente a Sasuke. — ¿Que estoy haciendo aquí? No pertenezco a un lugar como este. Hay algo raro en todo esto.
—En el auto mencionaste que tenías hambre. Mientras comemos, puedes contarme todo acerca de este amigo al cual buscas y mañana te ayudaré a encontrarlo—. Sasuke le sonrió.
Aceptando esto Naruto siguió al mayordomo, observando sus alrededores.
— ¿Me pregunto si le gusta el vino? No, tal vez un escocés, cerveza o champaña sería más adecuado. O quizás un Sake japonés sea lo mejor.
Sasuke felizmente examinó las etiquetas de las botellas en el bar que se encontraba entre la sala y el comedor. Había un pequeño refrigerador lleno de botellas con etiquetas que raras veces eran vistas en Japón, Sasuke tomó una lata de jugo, la vertió en una copa de vino y bebió. Levantó su copa en un pequeño brindis. Por alguna razón el pálido rostro de Sasuke tenía un poco de color. Como si se sintiera un tanto ebrio, Sasuke comenzó a cantar una vieja canción inglesa por debajo de su aliento.
—Sasuke-sama—. El mayordomo regresó después de mostrarle el baño a Naruto y lanzó un ataque verbal. —¿Está realizando este acto terrible nuevamente?
—No te preocupes tanto. Es un joven muy hermoso, ¿cierto? Está lleno de vitalidad y al contrario de muchos japoneses de hoy en día, no huele mal.
—Debe controlar este impulso suyo. Si quiere una mascota, debería buscar un pájaro o algo.
—No te preocupes demasiado, Kakashi. Solo voy a pasar la noche platicando con él y teniendo un banquete de ojos con su cuerpo y luego lo regresaré a donde lo encontré.
— ¿En serio? Lo que sea que haga, por favor no se lo lleve a su cama. — Los ojos de Kakashi, se llenaron de sospecha cuando Sasuke no lo vio directamente a los ojos.
—Aun yo quiero tener un poco de diversión de vez en cuando.
Aun cuando dijo esto con un suspiro, el mayordomo, cuyos oídos eran sorprendentes, lo entendió claramente.
—Sasuke-sama, si llega muy lejos, se arrepentirá después. No me gusta cuando está alterado. Es una persona con un corazón gentil, más de lo que usted cree.
—Gracias, Kakashi. Tanto por tu bienestar como por el mío, te prometo que no llegaré muy lejos.
—Gracias Sasuke-sama. ¿Qué vino debería preparar para la cena?
— ¿Qué cenaremos?
—No tuve mucho tiempo para prepararme, así que lo único que tenía a la mano eran filetes de carne.
Mientras cambiaban el tema a situaciones laborales, el mayordomo volvió a tomar su actitud formal.
Como un verdadero líder, Sasuke respondió con una generosa calidez: —Entonces beberemos vino rojo con la cena y después un ardiente vodka. Creo que esta noche será divertida.
Como si se encontrara en estado de ebriedad, Sasuke caminó bailando hacia el comedor. Al contrario de la sala, el comedor tenía únicamente muebles tipo europeo.
El mayordomo encendió algunas velas. Después de seleccionar un vino, le mostró la etiqueta a Sasuke. — ¿Qué le parece este vino, señor?
—Ya veo. Al parecer no lo consideras un invitado digno. — Sasuke vio fijamente al mayordomo mientras decía estas palabras. La marca del vino que el mayordomo había elegido era tan barata que mostraba que el mayordomo no apreciaba a Naruto como a un invitado digno.
—Discúlpeme Sasuke-sama, pero un hombre tan joven no podrá apreciar el verdadero sabor de un vino.
—Si ese es el caso, ¿qué te parece un reciente vino Chileno?
—¿Una sangría?
—Seguro, no me molesta la sangría.
Con una pizca de risa en sus ojos, el mayordomo salió del comedor. Mientras se marchaba, se cruzó en el camino con Naruto, quién se encontraba por ingresar al comedor. La bata se extendía ajustadamente por el pecho de Naruto.
—Siento que estoy en un muy mal sueño, ¿qué me pasa? Jamás debí de haber venido a esta ciudad. —Sin esperar una invitación, Naruto tomo asiento frente a Sasuke y sonrió tristemente. —Podré ser extraño, pero tú lo eres más. ¿Qué clase de persona trae a un mayordomo extranjero a Japón?
—Kakashi me sirvió muy bien en mi estadía en Inglaterra. Puede que se piense que están extintos, pero él es un mayordomo genuino. Para entender la majestuosidad de un mayordomo, todo lo que tienes que hacer es ver la forma en la que cierra una sombrilla. Las sombrillas que él cierra son más perfectas que aquellas que encuentras en una tienda.
— ¿Y qué? No me importa si es un mayordomo profesional o no. Planeaba ir al Dojo Kakei… ¿qué hago aquí? Esto no está bien. La luna…—Naruto no terminó lo que iba a decir y fijó su mirada en las velas.
—Prometí que te ayudaría a encontrar el dojo mañana. ¿Por qué te diriges hacia allá?
—Construyeron una represa y la aldea donde vivía quedó sumergida bajo el agua. Así que llegué a la ciudad ayer.
—¿Sumergida por una represa? Eso es terrible, ¿qué hay acerca de tu familia?
—Tenía un abuelo, pero falleció el año pasado. No tengo a… nadie más. —Naruto tenía una mirada muy melancólica al momento de decir esto. Quizás estaba recordando a su abuelo mientras hablaba.
Al ver la expresión de Naruto, a Sasuke se le llenaron los ojos de lágrimas. Aun cuando la expresión en el joven era triste… su rostro lucía hermoso… o al menos eso era lo que creía Sasuke.
—Lamento la espera.
Escuchando las palabras del mayordomo, Sasuke colocó una gran copa de vino frente a Naruto. Con una expresión seria el mayordomo llenó la copa de Naruto con el pichel de sangría que llevaba.
—Um, se ve bastante bueno. Jugo de uva mezclado con jugo de naranja. Las personas que viven en países extranjeros seguro hacen las cosas distintas.
Moviendo su rostro de manera que Naruto no le viera, el mayordomo sonrió levemente.
—A esto se le llama sangría. Es un vino fácil de beber… esto es lo que beben en España. —Inmediatamente Sasuke sostuvo su vaso. —No…es un insulto... solo quería que te sintieras más cómodo, así que pensé que esto se adecuaría a tus gustos.
—No tienes por qué preocuparte tanto por mí. ¿En verdad es esta bebida alcohólica? Sabe a jugo. —Sin siquiera probarlo, Naruto ingirió su bebida de un solo trago. El mayordomo, sin duda, había estado en lo correcto. Para este joven no había diferencia entre un vino añejo y un vino reciente. — ¡Está bueno!—Mientras terminaba su sangría la expresión de Naruto se alegró.
Al ver esto, incluso el poco cooperativo mayordomo se encontró sonriendo también. —Me alegra que haya sido de su agrado. ¿Le gustaría otra copa?
—Sí, gracias. Si tú hiciste esto, entonces en realidad debes ser el mejor del mundo. —dijo Naruto con una expresión alegre en su rostro.
En el momento en el que Sasuke vio a Naruto, no pudo evitar dejar escapar un suspiro. Como los rayos del sol, un aura de salud y juventud emanaba del cuerpo de Naruto. Y eso no era todo, feromonas salvajes únicas se desprendían de cada poro de su recién lavado cuerpo.
—La cena está servida.
El entremés era pato ahumado y berenjena adornada con espárragos. No habían pasado ni cinco segundos y Naruto ya había limpiado su plato y comenzaba a devorar el pan francés. —Esto es realmente bueno. ¿Te gusta el pato? Había un estanque cerca de mi aldea y los patos llegaban a él con frecuencia. El estofado de Pato es realmente bueno, también. La próxima vez que regrese…Ah, espera. No hay nada más en ese lugar.
Naruto había estado conversando felizmente, pero una vez dicho esto se deprimió considerablemente.
—El gobierno te pagó por tu propiedad, ¿correcto?
—La propiedad pertenecía a la familia principal, yo era de una rama distinta, así que yo solo rentaba la tierra y construí un hogar ahí.
— ¿Qué clase de trabajo hacías?
—Vendía carbón…bueno, lo hacía también atrapaba y vendía cerdos salvajes y pájaros. No había mucha gente joven en la aldea así que siempre había bastante trabajo que hacer.
Su aroma era puro. Naruto debió haber vivido recluido en una montaña toda su vida. Sasuke recordó a todos los hombres jóvenes que trabajaban para él en el bar de chicos. El aroma de ellos era siempre de alcohol, cigarrillos y aditivos. Era imposible comparar a estos hombres jóvenes, llenos de deseo y avaricia, con Naruto.
—Iruka-san le dijo a la cabeza de la familia que me daría un trabajo. Una entrevista… ¿es así como le llaman? Así que vine hacia acá por una entrevista, ¿qué hago en esta casa, cenando?
—Si gustas, puedes comerte esto también. —Sasuke le entregó su plato a Naruto.
—Esa es tu porción.
—Está bien, no como mucho.
Sasuke bebió más sangría. Normalmente, hubiera pensado que la sangría era una bebida barata utilizada en fiestas, pero de alguna manera, esta noche parecía ser dulce y deliciosa.
—¿No…no tienes familia?
—No…yo también estoy solo.
Sasuke señaló casualmente a una vieja pintura que colgaba en uno de los muros del comedor. La pintura mostraba a una hermosa japonesa y aun distinguido oficial británico parados juntos frente a algún edificio tipo occidental durante la era Meiji.
— ¿Son tus antepasados?
—Sí. Esa es la hija del Vizconde Sasuke, Mikoto y Vincent Sanders, un oficial naval británico. — El rostro de Sasuke mostró una expresión de melancolía, similar a aquella de Naruto.
—Vizconde…así que eres un aristócrata. Te pareces a ellos.
—Gracias, me siento muy orgulloso de ellos.
La mujer en la pintura se parecía bastante a Sasuke, mientras que la postura del oficial naval británico era extremadamente similar a la suya. Aun cuando ambas personas en la pintura debían haber muerto hace mucho, de alguna manera parecían estar bastante vivos…jóvenes, brillantes y llenos de felicidad.
—Sasuke-san, ¿no tienes hermanos o hermanas?
—No.
Mientras Sasuke servía otra copa a Naruto su humor cambió nuevamente.
Naruto bebió la sangría como si fuera jugo. Parecía como si el hombre no supiera que podía embriagarse con ella.
Sasuke vio lujuriosamente a la boca de Naruto mientras este se tragaba la excelente comida y bebidas, murmurando, —Está tan lleno de vitalidad. Es maravilloso.
—Lo lamento, esta no es mi casa y me estoy comportando terriblemente. Por lo general no soy así.
—No te contengas… Kakashi estará muy feliz de ver que el invitado está comiendo su comida con tanta alegría.
Como si supiera que se encontraban hablando acerca de él, el mayordomo apareció en esos momentos con el plato principal. Eran verdaderos filetes de carne, poco cocidos por fuera y casi crudos por dentro.
— ¿Carne? — la expresión de Naruto cambió y tragó fuertemente. Quizás se encontraba salivando al pensar en tan suculento platillo.
— ¿Tienes hambre? Por favor come mi parte.
Antes de que Sasuke terminara la oración, la carne había desaparecido de su plato.