Ya lo sabía.
Desde aquella vez en ese gimnasio donde nos cruzamos por primera vez como enemigos y tú y ellos nos aplastaron irremediablemente, fue una derrota absoluta, dolorosa. En ese entonces donde yo no era nada y tú te volviste mi todo. Pude notarlo, cómo se miraban, tan intensamente, sólo entre ustedes. El capitán y el vice capitán de ese equipo tan desbordante de fuerza tenían una conexión diferente entre ellos, una que estaba oculta y que al mismo tiempo resaltaba por encima de todo lo demás.
Es gracioso ¿sabes? Eso no me importaba en esa ocasión pues realmente estaba frustrado y aún así lo noté y se quedó en mi memoria para siempre.
Esos ojos verdes, unas esmeraldas que buscaban con desesperación el contacto de aquel pelirrojo que emitía esa aura de superioridad. Demasiado evidente.
Desde ese entonces, ya lo sabía.
Cuando te descubrí como mi compañero de equipo, esas reacciones solitarias las relacione con tu actitud en la que te autoproclamabas superior, aunque, bueno, claro que lo eras, pero había algo diferente, algo te faltaba y a través de esos ojos tuyos yo lo descubrí, sabía quién era.
Cuando escuché por primera vez esa muletilla tuya nanodayo, yo realmente quise burlarme de ti, tu reacción cuando te llame por primera vez Shin-chan fue algo inolvidable, me saca carcajadas cada que lo recuerdo, cuando descubriste que yo te miraba y te conté lo sucedido, tu respuesta, cuando montamos juntos por primera vez esa carretilla... todos esos momentos y cosas que nos pertenecen solo a nosotros dos me habían creado una esperanza pero no podía negar que aún se notaba en ti. Esas repentinas miradas que creías ocultar en la que mientras observabas la nada anhelabas algo, a alguien. Y yo sabía quién era.
Cada vez que, tras muchos esfuerzos, lograba convencerte de que me contaras algo sobre ti, siempre era algo relacionado con él. Se te notaba y escuchaba tan nostálgico deseando que esos momentos se pudieran repetir.
A pesar de todo, confiaste en nosotros, en mi y me dejaste volverme tu compañero. Me volví alguien cercano a ti, me aceptaste y pasamos tiempo juntos. Por tu actitud no creo que nuestra relación se asemejara a la que tenías con él y por eso me alegraba, me decía que lo nuestro era diferente y que pronto para ti también sería especial. Pero cada vez que sentía que lograba acercarme a ti más de lo que pudo él, lo mencionas, lo piensas, lo recuerdas…
Lo peor fue cuando se acercó nuestro partido contra Rakuzan... no podría decir que sentimiento nació en mí al ver ese rostro tuyo. Lo deseabas, era tan importante para ti que a mi me quemaba. Cuando se encontraron frente a frente en esa cancha por primera vez algo oprimió mi pecho. Ese sentimiento tan intenso que destilaba de ustedes. Ya lo sabía.
Por eso, cuando por primera vez recibiste ese pase en el aire, en el que tu confianza estaba totalmente entregada a mi, quise reír, quise gritarle en la cara "¡Mira! ¡Esto es lo que somos!" Fue genial, por un momento me sentí tan superior.
Perdimos. Y él no te dio la mano.
Ese día lloramos tanto que nuestros ojos se pusieron rojos.
Después de eso casualmente mirabas tu mano. El deseo de que él hubiera aceptado estrecharla era tan fuerte en ti que yo lo sentía y me mataba. Intentaba negarlo pero ya lo sabía. Cuando Rakuzan perdió contra Seirin y él aceptó su derrota ante Kuroko tuviste esa expresión... Estabas tan celoso, de verdad querías haber sido tú.
El tiempo pasaba y tu relación con él regresaba a la normalidad, cada vez, alejandote un poco más de mi.
Nos llamaron para participar en ese equipo contra los americanos y la emoción de jugar en su mismo equipo yo lo notaba, no importa cuánto intentaras ocultarlo de los demás, de mí no lo esconderás nunca. Cada ocasión en que se miraban yo me rompía.
Y ahora, durante el partido eso único que era especial entre tú y yo fue tomado por él también. ¡Ah! pero hemos alcanzado gracias a ti, eres increíble, funcionó a la primera. Le dijiste que si confiabas en mí, cómo no lo harías en él. ¿Eso qué significa, Shin-chan? Duele. Algo aprieta mi pecho y es doloroso, hay un nudo en mi garganta y mi vista quiere volverse borrosa.
Está bien, es frustrante pero estamos logrando nuestro objetivo. Él te hizo sonreir. Que hermoso, ¿Alguna vez te he hecho sonreír de esa forma yo? jeje.
No entiendo ¿Por qué estoy feliz?
Ya lo sabía.
Desde el primer momento.
Que tú y él son los más compatibles, eso…
Ya lo sabía.