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Suaves caricias por Chocoleche

[Reviews - 7]   LISTA DE CAPITULOS
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Notas del fanfic:

Yugioh no me pertenece, ni ninguno de sus personajes.

 

Notas del capitulo:

¡oh! Como tenia ganas de terminar este one-shot.

La verdad es que lo tenia escrito desde hace como un mes, y apenas hoy me tome el tiempo para terminarlo, no queria dejar esta idea al aire ya que a pesar de lo que es termina siendo algo muy lindo a mi parecer.

Planeaba ponerlo dentro de "Lemon Touch" pero debido a que es más historia y romance que otra cosa y ese fic esta centrado en los lemones explicitos, preferi ponerlo aparte.

En fin, es una historia sencilla, Puppyshipping!

¡espero que les guste!

 

 

Era tarde, muy tarde.

No sabia como regresar a casa

Nadie iba a ayudar a un hombre con la ropa hecha girones y de una apariencia tan espeluznante como él.

Sus ojos estaban rojos,hinchados, caminaba a un paso muy lento y cuidadosa, sus piernas temblaban, todo su cuerpo lo hacia,  miraba el suelo mientras se abrazaba a si mismo, su vista se encontraba completamente perdida y no tenia un rumbo fijo a donde ir.

Una luz ilumino su camino y le hizo levantar la mirada.

Habia una limosina negra que se detuvo al lado suyo.

No

Por favor, no de nuevo.

Con las pocas fuerzas que tenia comenzó a correr, pero la limosina no le perdia el rastro. Pensó que lo mejor seria tomar un atajo y giro en un callejón pero fue lo peor que pudo haber hecho porque se quedo sin ninguna salida. Vio como alguien bajaba de aquella limosina y sintió como su corazón se detenia. Se recargo en la pared y deslizo en el suelo lentamente hasta quedar sentado y se hizo bolita. Las lagrimas salieron de sus ojos.

-Por favor no…otra vez no…dejame…no mas…no…mas…

Levanto su mirada lentamente, y  miro una figura delgada en un traje blanco. No era aquella persona que le habia hecho daño, era…

-Seto- hablo una voz mas infantil, quien se habia acercado corriendo -¡Es Joey! ¡te dije que era Joey!- grito el joven de cabello negro, acercándose al asustado chico que les miraba con las lagrimas bajando por sus mejillas. -¡Joey!- volvió a decir, tomando el rostro entre sus manos del rubio para asi ver sus ojos…parecían no tener vida. –Joey,¿Qué paso? ¿Por qué estas asi?

Este aparto a mokuba de un empujon inmediato y se pego mas contra la pared.

-No..no me toques…aléjense…aléjense de mi….

Mokuba se quedo atonito ante esa escena, y volteo a ver a su hermano, quien parecía estar igual.

-Joey… Seto…Seto tenemos que ayudarlo..¡mira como esta..! ¡algo muy malo debió pasarle..!

-Wheeler.-Hablo Kaiba, de manera mas impotente, logrando que Joey le mirara fijamente con algo de temor. –Vienes con nosotros, levantate.

Joey le miro incrédulo por unos segundos, pero luego comenzo a negar con la cabeza de un modo algo desesperado.

-No…no…no, no mas..no mas…

Algo bastante malo debió de haberle pasado, porque ni siquiera parecía reaccionar coherentemente a lo que le decía. Se acerco lentamente al otro, quien solo se apartaba mas y termino por abrazarlo. Joey en un momento se batio pero después de recapacitar de que era tan solo un abrazo, dejo de hacerlo, e inclusive se aferro con fuerza al castaño.

-Mokuba, ayudame a llevarlo al auto

-No..no quiero…

Kaiba le obligo a que se pusiera de pie sin soltarlo, aunque en un principio se negó, al final termino por caminar casi por si solo hasta la limosina, sin soltarse ni una sola vez del castaño.

Al estar dentro de la limosina este se habia quedado dormido, recargando la cabeza en las piernas del ojiazul, quien acariciaba sus cabellos suavemente.

Mokuba solo miraba con preocupacion al rubio y Kaiba prefería no hablar ni decir nada hasta poder escuchar la verdad de los labios de Joey. Querian pensar que no fue nada grave pero…habían tantas marcas, golpes, mordidas, la ropa estaba demasiado rota y sucia.  Kaiba sabia que pudo haberle sucedido, y esperaba que Mokuba no lo supiera.

 

 

Cuando llegaron a la Mansion, Joey habia despertado cuando estaba siendo cargado por Kaiba, y acto seguido se encontraba siendo recostado en una suave cama. El contacto de esta se sentia demasiado bien, y no hizo mas que hacerse bolita nuevamente, abrazando una de las almohadas cercanas. Apretaba los ojos, no quería ver, no quería ver nada ni a nadie. Aun asi sabia que habia alguien sentado a la orilla de la cama, pero no planeaba hablar o decir algo al respecto.

-Ya sé lo que te paso- comenzo a hablar el castaño, notando como Joey se estremecía en su lugar. –¿quieres hablar sobre ello?- pregunto, pero sabia que Joey se negaría, asi como simplemente habia negado con la cabeza. –Bien…mañana vendrá la policía entonces… por ahora…¿quieres tomar un baño..?

-Por….por que…-pronuncio con una voz bastante rasposa, mientras lentamente se giraba para ver a Kaiba. Sus ojos estaban morados, hinchados, sin vida alguna. -¿Por qué me estas ayudando..?

-Te lo dare si te das un baño primero, te había preguntado si querías pero ciertamente no es una opción… además el doctor me dijo que no te dejara solo ni un momento, ni siquiera ahí.

Joey se quedo mirando al castaño fijamente, buscando alguna otra intención en sus actos, pero termino por asentir levemente con la cabeza. Lentamente se fue levantando de la cama sin decir nada, Kaiba le habia visto anteriormente caminar asi que no le ayudo a llegar al baño, simplemente le siguió desde una distancia prudente, además de que en el estado en que se encontraba el rubio sabia muy bien que no permitiría que lo tocaran.

Tras entrar al baño, el castaño cerro la puerta detrás suyo. Joey le volteo a ver un tanto sorprendido al notar que se había quedado ahí.   Al notar la mirada del rubio, Kaiba se dio la vuelta para no verle, comprendiendo que no quería ser visto mientras se desnudaba, claro…tampoco era como si él quisiese verlo asi.

Joey, a pesar de los gigantescos nervios que le daba el desnudarse después de lo que le habia pasado y tener a alguien tan cerca, lo hizo lenta y cuidadosamente para no lastimar aquellas partes de su piel que estaban llenas de golpes y otras diversas heridas. Sabia que Kaiba era incapaz de ponerle un dedo encima…además de que, por la relación que llevaban, no lograba comprender que se supone lograba con ayudarle. Tal vez solo…intentaba ser amable.

Entro a la bañera, dando un suspiro cuando la agradable temperatura del agua caliente recorrió toda su piel y le hizo sentir extremadamente bien. Se hecho un poco de esta en la cara, y luego se hundió más en la tina.

-ya puedes…- fue todo lo que dijo el rubio.

Kaiba comprendió y se giro, mirando a Joey quien le observaba con cierta curiosidad. Camino con lentitud hacia la bañera, tomo un banquito que estaba ahí y se sento al lado de Joey, quien mantenía todo su cuerpo oculto bajo el agua, con algo de miedo que se podía ver a través de sus ojos.

-No te hare nada…-hablo el castaño, aunque desvio su mirada hacia otra parte mientras se cruzaba de brazos. –no puedo dejarte solo, asi que puedes fingir que no estoy aquí si quieres, tampoco es que te valla a ver.

Joey saco la cabeza del agua, mirando a Kaiba quien no le veía en lo absoluto. Frotaba sus brazos bajo el agua un poco, mientras daba un pequeño suspiro.

-tu…me ayudas…¿por mokuba?-pregunto, algo que Kaiba no esperaba.

-…esa es una razón, si-

-¿Entonces hay más razones..?

-Te ayudo porque nadie, ni siquiera tu, merece que le hayan hecho algo de este tipo. No se que clase de enfermo habrá sido capaz de esto pero…vamos a encontrarlo, por eso necesito que hables con la policía mañana, ¿entendiste?

Joey siguió observándolo, mientras sus ojos que no delataban vida alguna antes comenzaban a llenarse nuevamente de una tenue luz.

-No respondiste a lo que te pregunte- hablo, con un poco mas de confianza.

-Solo termina de bañarte y te responderé lo que quieras, ¿bien?

Kaiba le volteo a ver, con el ceño un poco fruncido, pero se arrepintió de haberlo hecho ya que Joey, con aquel rostro demacrado por el sufrimiento que había pasado, sus ojos ojerosos y entreabiertos, habia esbosado una pequeña sonrisa. El castaño volvió a desviar su cabeza hacia otra dirección, y Joey termino por bañarse ya sin decir una sola palabra ninguno.

 

Tras haberse bañado, Kaiba le explico que lo mejor seria que pasara la noche en su casa, ya que era muy tarde y cuando el castaño le pregunto si quería avisarle a su padre, este de inmediato se había negado a ello y al parecer el simple hecho de haber mencionado a su padre le habia puesto nervioso otra vez. Joey tambien se negaba a que sus amigos supieran sobre lo que paso. No quería ver a nadie ni saber nada del mundo exterior, por lo que Kaiba acepto que se podía quedar de manera temporal en su casa hasta que pudiese sentirse mejor o se recuperara, ya que tambien Kaiba había insistido en traerle ayuda profesional, porque estaba seguro de que necesitaría algunas sesiones de terapia con un buen psicólogo.

Tambien le prometió hablar con él, pero primero habia recibido un chequeo completo por el doctor. Joey acepto a mostrar su cuerpo y dejarse revisar…solo si Kaiba se quedaba ahí, cerca, como una manera para sentirse más seguro. Ya no quería más sufrimiento.

 

-¿Cómo te sientes?- Pregunto el castaño, sentándose al borde de la cama.

El doctor ya se habia retirado después de haber tratado a Joey por completo, quien ahora se encontraba recostado en la cama cubierto por las sabanas blancas.

-Mejor…-dijo, mirando a Kaiba de reojo. Miro hacia la pared de el frente despues. Habia un reloj en este…si de por si cuando había sido recogido tenia una idea de que era tarde, tras todo el tiempo que paso, se dio cuenta de que eran las 5 de la mañana. –No te entiendo…- hablo con lentitud, volviendo a ver a Kaiba. Él, siendo tan ocupado como es, no se había despegado ni un solo segundo de su lado, habían pasado bastantes horas ahí y Kaiba en ningún momento salió para nada ni le dejó solo. –tu no…¿tienes cosas mas importantes que hacer?

Kaiba le devolvió la mirada por fin, negando con la cabeza. –Puede esperar.-

Joey sintió algo en su pecho. Una faceta asi por parte de Kaiba hacia su persona era algo increíble. Quizas simplemente le trataban asi por pura lastima.Pero, no creía que las ojeras en los ojos del castaño significaran que sentia lastima por él.

-¿vas…vas a decirme por que estamos aquí entonces?-

-¿estamos?

-Si…tu has estado conmigo todo el tiempo…¿por qué?

-Parece como si te fueras a derrumbar en cualquier momento… además, te ponías muy nervioso cada vez que salía y volvia por algo.

-¿Entonces te quedaste por mi?

Quizas Joey no se habia dado cuenta de la magnitud que esas palabras tenían, ya que Kaiba habia desviado la mirada y parecía no estar dispuesto a responder.

-Dijiste que responderías lo que quisiera cuando terminara de bañarme- hablo, apretando la orilla de la cama con algo de nervios. Kaiba le devolvió la mirada nuevamente.

-¿Te aprovechas de que estas enfermo y no puedo gritarte?

-Eso es exactamente lo que no comprendo, Kaiba… ¿por qué estas siendo tan bueno conmigo?

-Por Mokuba- respondió, tratando de ser cortante. Joey podría estar mal, pero no le iban a hacer el tonto con una respuesta tan falsa.

-¿entonces decidiste pasar toda la noche despierto, a pesar de ser alguien ocupado que siempre tiene cosas que hacer, conmigo, Joey Wheeler, el sujeto que siempre tratas de perro…? ¿realmente esperas que no me pregunte que estas ocultando? ¿estas buscando algo de mi?

-Mira, Wheeler…no espero que entiendas las razones por las que lo hago, pero a pesar de lo que creas de mi, tampoco soy tan insensible como para dejarte ahí tirado siendo que te acababan de violar.

Joey sintió un dolor en el pecho…no por lo que le habia dicho, más que nada por la ultima palabra mencionada. Sintio su cuerpo temblar y de algun modo, el aire se le estaba yendo. Lo que había sucedido hace varias horas estaba volviendo a su cabeza.apreto los labios, al igual que sus ojos cuando las lagrimas comenzaron a salir de estos nuevamente. Sus manos inclusive comenzaron a temblar con bastante violencia.

-Wheeler…- hablo Kaiba al ver el modo en que se puso de repente.

Se acerco, y antes de que Joey se negara o comenzara a gritar que se alejara, lo abrazo con algo de fuerza.

Joey se quedo estatico, pero eso no quitaba que siguiera temblando y las lagrimas bajaran por sus mejillas.

-No…más…por favor…no mas…

-Nadie volverá a hacer daño- hablo el castaño. Joey recargo su cabeza lentamente en el pecho ajeno, apretando una de las mangas ajenas, aferrándose a Kaiba. –No voy a dejar que nadie te haga daño nunca más-

Dejo que el rubio llorara en su pecho, acariciando su cabello con suavidad para tratar de tranquilizarlo, hasta que este termino por caer dormido. Lo acomodo con cuidado en la cama, tapándolo bien con las sabanas y acomodando su almohada. Kaiba se quedo mirándole un par de segundos, apretando los puños con una furia interna muy grande.

-Voy a hacer pagar al que te hizo esto, cachorro…-

 

-.-.-.-.--.-.-.-.-.--.-.-.-.-

 

Al dia siguiente, Joey despertó solo en la habitación.

Aunque en ese momento habia entrado Mokuba, trayéndole el desayuno, quien no menciono en ningún momento el problema pero si le dijo que la policía estaba esperándolo para charlar con él. Por ello, al terminar de desayunar la policía entro y le hizo una extensa serie de preguntas acerca de todo lo que supiera y tuviera que ver con el abuso que sufrió el dia anterior.Obviamente Joey detestaba tener que hablar acerca de ello, pero tampoco queria que aquel sujeto que le hizo tanto daño saliera libre solo asi porque si. Lo que más le dolia era que… un familiar estuviera implicado en todo esto.

Al final la policía se fue y Joey se sintió bastante agotado, en parte se sentia mejor al saber que ya se estaba haciendo algo al respecto con el bastardo que lo daño, y como habia dado datos exactos sobre quien era, las probabilidades de encontrarlo eran mayores.

-Adelante- mencionó tras escuchar la puerta siendo tocada, aunque se tenso un poco al ver a Kaiba pasar por la puerta, caminando hasta sentarse en la orilla de la cama del mismo modo que habia hecho antes.

-¿Te sientes bien?

-si…..gracias-  habló, con una muy leve sonrisa en su rostro –no lo habia dicho porque todavía estaba asustado pero…de verdad te agradesco esto que estas haciendo por mi, no importa la razón que hayas tenido para ayudarme…me siento muy contento de que tu y mokuba me hayan encontrado, no se que hubiera hecho si no estuvieran ahí…por eso, de verdad…gracias.

La sonrisa de Joey era sincera, su rostro lucia un poco palido y las bolsas de las ojeras aun seguían ahí, pero ya no se veía el semblante de miedo y temor en su rostro.

-No agradezcas…lamento lo de ayer.- se disculpo, algo que no acostumbraba a hacer, pero por las circunstancias se sentia en la necesidad de hacerlo.

-No, Esta bien- Respondio Joey, dando un leve suspiro de alivio. Escuchar una disculpa de Kaiba era extraño, y por ello apreciaba la acción.

-bueno..solo venia a preguntarte cuando quieres comenzar con la terapia-

--¿te…rapia?-

-si, después de lo que pasaste, por lo general las personas quedan con traumas, asi que debes ser tratado por un psicólogo, alguien a quien puedas confiarle lo que quieras y que sepa como ayudarte a superarlo-

-Lo se, pero….yo no quiero confiarle esto a un desconocido, no…no me agrada la idea…

-¿Entonces planeas buscar ayuda en alguno de tus amigos? Wheeler, quizás no sea que quieras confiarlo a un desconocido o no, pero no podras salir delante de esto sin ayuda profesional.

Joey desvio la mirada unos segundos, pero luego volvió a verle y asintio.

-Esta bien…tomare la terapia, pero antes…me gustaría contártelo a ti

-¿Qué?- pregunto el castaño, parpadeando un par de veces -¿Por qué a mi?

-Me tienes aquí, en tu casa, soportándome, sin tener la responsabilidad de hacerlo...y quiero contárselo alguien más primero, aun si ya se lo dije a la policía… pero no me siento con deseos de ver a ninguno de los chicos y explicarles la situación, por eso…¿puedo quitarte tan solo un poco más de tu tiempo?

El castaño le miro algo asombrado, tener ese tipo de trato con Joey no era algo normal, pero, la verdad era que si queria saber la verdad, y si Joey estaba dispuesto a decírsela por cuenta propia, por supuesto que le escucharía.

-Adelante- dijo, acomodándose mejor en la cama.

-Bien…-tomo algo de aire, el cual luego exhalo con lentitud. –Mi padre…siempre ha sido un hombre que le gusta derrochar el dinero, no piensa en lo que hace y no le importa. Al parecer…se metió en algun tipo de problema, no se que hizo, pero le debía muchísimo dinero a un sujeto, y al parecer a cambio de saldar su deuda, decidió entregarme a mi, para que se divirtiera hasta saciarse… por eso…por eso fue que termine asi…ese sujeto me…me…- se detuvo unos segundos, apretando los labios.

-No tienes que…- hablo Kaiba para tratar de que dejara de recordar aquello, ya que el mismo estaba apretando los puños, pero Joey le interrumpió.

-No, debo…debo decirlo- trago saliva, pero estaba dispuesto a seguir –ese sujeto me golpeo…me defendi como pude, pero al final el… termino ganando…lastimo cada parte de mi el bastardo hijo de perra…me amarro…me mordió…destruyo…todo mi ser…-

-Detente- hablo el castaño, poniéndose de pie. Camino hacia un mueble que habia ahí y lo pateo con bastantes fuerzas.

No podía contener su enojo. No podía contener la furia que sentia en su interior. No podía seguir fingiendo que el haberse encontrado a Joey asi no le afectaba en lo absoluto. Porque desde el momento en que vio al rubio tan demacrado, una impotencia enorme lo había invadido. Había hecho su mayor esfuerzo para mostrarse fuerte, y asi mostrarle su seguridad a Joey, quzias transmitírsela. Pero no iba a soportar el escuchar las cosas que el bastardo que tanto lo daño le hizo. No iba a soporta escuchar como un imbécil heria a la persona de la cual estaba enamorada desde hace buen tiempo.

-¿Ka…Kaiba?- pregunto el rubio, sorprendido.

El castaño se giro a verle, se paso la mano por la frente mientras intentaba tranquilizarse. Fue a donde estaba Joey otra vez, tomo su rostro entre ambas manos y lo acaricio lentamente.

-Yo voy  a sanarte- dijo, y lo beso en los labios.

Joey se quedo aturdido ante aquello, con los ojos bien abiertos, pero no se opuso. La suavidad y dulzura con la que estaba siendo besado le  hizo sentir tan bien, que termino cerrando los ojos y correspondiendo al mismo. Tras algunos segundos, ambos se separaron.

Joey le miro muy apenas, con las mejillas sonrojadas. Kaiba en cambio, se llevo una mano a la frente nuevamente.

-….demonios- hablo en voz baja el castaño

-¿Puedo saber que debo pensar acerca de esto?- pregunto Joey, sin quitarle la vista de encima.

-Wheeler, yo no ayudo a alguien que no quiera- mencionó, dándose la vuelta –debo irme-

-¡No!- grito de inmediato, se movio de la cama para pararse y tratar de detenerlo, pero termino cayendo al suelo debido a las diferentes heridas que tenia en todo su cuerpo. –No me…dejes…-hablo, a pesar del dolor que estaba sintiendo.

Kaiba corrió a auxiliarle al verle caer asi, ayudándole a levantarse, subiéndolo a la cama de nuevo. Pero antes de que el castaño hiciera algo más, Joey se lanzo sobre él para abrazarlo con fuerza.

-no puedes…ser tan amable y atento…ponerme tanta atención…y besarme de ese modo…para después decir que debes irte….¿acaso estas burlándote de mi…? ¿acaso te estas riendo de mi…? ¿es eso? ¿te aprovechas de mi condición para humillarme…? Eres un maldito…-hablo entrecortadamente, aun abrazandolo con bastantes fuerzas.

-Me gustas, Wheeler- dijo, algo a lo cual Joey de inmediato levanto la mirada y le miro como si se le fuera a salir el aire -¿eso responde a tus preguntas?

-n-no…digo…s-si….pero…. es que…como…tu….¿de mi…? Pero si soy…un perro para ti…como es posible que…

-Eres un perro muy molesto, no lo voy a negar, pero…no negare que es divertido pelear contigo…eres especial, Wheeler-

Joey trago saliva, demasiado confundido. No podía creer lo que Kaiba acababa de decirle. Él, siempre que discutía con Kaiba, no pudo llegar a imaginar en pensar  de otro modo sobre el ojiazul, aunque algunas veces lo tomaba en cuenta más de lo que debía y hasta sus amigos se daban cuenta de ello…este Kaiba, uno gentil, amable y dulce que tenia delante, uno que jamás llego a imaginar encontrarse, realmente le agradaba…quizás se estaba dejando llevar, quizás el reciente trauma lo habia dejado mas loco de lo que ya estaba, pero, estar en los brazos de Kaiba ahora mismo le hacia sentirse muy tranquilo, como si lo que hubiese pasado fuese más fácil de olvidar. El apoyo de aquel frio CEO siendo tan bueno con él era bastante reconfortante.

-La terapia…¿puede ser hoy mismo?

Kaiba, por algun motivo, esboso una leve sonrisa. No se sentia tan mal tras haberle confezado aquello a Joey.

-Por supuesto.

 

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Los días comenzaron a pasar, y Joey se habia quedado en la casa ya más de dos semanas, días por los que estuvo en terapia a diario. Lentamente se estaba recuperando, aunque mencionar la violación todavía le provocaba temblores y una ansiedad muy grande, pero los cambios se habían vuelto muy notables en comparación con la primera sesión que habían tenido. El psicólogo le hablaba sobre los progresos que mostraba el rubio a diario, y como mencionaba un mayor cambio y se volvia mas positivo cuando hablaban de un tema en especifico. Claramente no le iba a decir de que, ya que tenia el compromiso de guardarse las conversaciones que tenia con Joey como especialista, pero Kaiba estaba consciente de que Joey podía recuperarse más rápido…gracias a él.

Y no porque se estuviera tomando el merito o por ser engreído, pero el haberle confezado sus sentimientos a Joey lo habia ayudado sin querer ya que el rubio habia comenzado a corresponderlos de poco a poco. Quizas era por el agradecimiento que le tenia por haberlo salvado, pero sabia que Joey era mucho mas inteligente que eso como para dejarse llevar asi porque si.

Joey realmente estaba cambiando, y aquel frágil alma que se habia roto gracias a su desgraciado padre se estaba recuperando.

Ademas, Kaiba habia prometido protegerlo…y él es un hombre de palabra.

 

-Tengo…frio- hablo el rubio, quien se encontraba recostado en la cama que ahora se habia convertido en suya, aunque fuese temporal.

Kaiba al oir aquello y ver que estaba tapado con las mantas, comprendió a lo que se refería. Levanto las cobijas y se recostó al lado suyo, algo a lo cual Joey con una suave sonrisa se acerco y hundió en su pecho con un calido abrazo, algo a lo cual el castaño le rodeo con sus brazos.

-el psicólogo me dijo que has estado progresando mucho…

-¿si? La verdad es que si me siento mucho mejor

Se separaron un poco, Joey levanto su vista y unió sus labios con los de Kaiba. Esas pequeñas muestras de afecto se habían vuelto muy comunes ya, eran algo que le estaban haciendo superar el hecho pasado muchísimo más rápido. 

Kaiba comenzo a pasar sus manos por la espalda del rubio, acariciándola con suma delicadeza. A Joey se le erizo la piel, y Kaiba se dio cuenta de aquello cuando rozó su brazo con el de Joey, por lo cual aparto sus manos y dejo de besarle.

-No debi hacer eso, lo siento – se disculpo, y lentamente se fue levantando.

Joey le miro, dando un leve suspiro. Ya había sucedido este tipo de situaciones antes, donde Kaiba le acariciaba de un modo muy agradable, y como si se diera cuenta de algo dejaba de hacerlo.

-¿Estas conteniéndote por mi?- le pregunto, algo a lo que Kaiba volteo a verle con algo de sorpresa en su mirada.

-Eso no importa- dijo, tratando de romper la conversación inútilmente

-quisiera…intentarlo

-No- respondió de inmediato –pedir eso es muy estúpido, ¿no ves que empeorara las cosas?

-Kaiba- hablo, quitándose las sabanas de encima –quiero que remplaces la sensación de dolor que tuve. Quiero que cambies ese dolor, y que cuando duerma no sean las manos de un enfermo quien me recorran, sino las suaves manos de la persona que me gusta- con completa determinación observo a Kaiba.

Kaiba volvió a subirse a la cama, se hinco en esta y le dio un beso en la frente a Joey.

-No voy a hacerte el amor…pero, si lo que quieres es remplazar aquel sentimiento, entonces lo hare.

Recosto a Joey en la cama, subiéndose sobre el lo beso en los labios primero, para después pasar aquellos besos a su cuello. Acaricio los brazos del rubio, para después llevar las manos hacia su abdomen, subiendo la playera que este traia hasta su pecho y acariciándole con cuidado.

Joey daba suaves suspiros, dejándose hacer por el otro. No le estaba desagradando la sensación, por lo que al notar a Kaiba que ahora le miraba asintio levemente como dando a entender que podía continuar.

Kaiba dejo de besarle, y lentamente le saco la playera, dejando el torso desnudo del rubio. Joey se ruborizo, pero para el castaño esa era una buena señal, no parecía estar asustado ni temblando, por lo cual continuo con sus besos. Beso su cuello, y luego paso regándolos a su hombro, un poco en sus brazos, despues volvió para besar su pecho. Acariciaba el abdomen del rubio con delicadeza, mientras sus labios se posaban sobre uno de los pezones de este. Algo que le hizo reaccionar a Joey, haciéndole dar un leve jadeo por la sorpresa.

Sus labios al principio tan solo le besaban, pero después los lamio, humedeciéndolo, pasando su lengua y sacándole suspiros más fuertes al rubio, además de un leve gemido. Mientras hacia esto, sus manos habían comenzado a deslizar hacia abajo las ropas inferiores,  dejándole asi más expuesto ante él.

Noto como las manos de Joey empezaban a temblar lentamente, asi que las sujeto.

-Soy yo, cachorro…no voy a hacerte daño, nadie va a hacerte daño mientras yo este aquí-

Le dijo, levantándose un poco y besando su barbilla. Joey se apeno, pero asintio. Esas palabras siempre lograban tranquilizarlo bastante.

Tras haberse calmado, prosiguio con su tarea de besar el cuerpo del rubio. Estaba marcándolo como suyo con aquellos tratos cuidadosos. Estaba recordándole a Joey que en este mundo no solo existía la brutalida y que hasta él podía demostrárselo. Fue bajando sus besos por todo su abdomen mientras llegaba al miembro medio erecto de Joey. Pero antes de hacer algo, termino sacándole las ropas y le acaricio las piernas. Recorrio una de estas con sus dedos, causándole mas escalofríos a Joey. Beso uno de sus muslos, y tras haber acariciado la mayoría de las partes del cuerpo del rubio, levanto la vista hacia el rostro del bastante avergonzado cachorro, quien respiraba con algo de rapidez.

Kaiba esboso una leve sonrisa, sabia que Joey no se quejaría de lo que haría porque en verdad parecía estar disfrutando esto.

Se levanto y volvió a besarle el cuello, pero sus manos se quedaron abajo, donde sujeto el miembro que ante su mano reacciono, y comenzó acariciarlo de arriba abajo. Joey gimio por la sorpresa, pero se dejo hacer. Ante esto, Kaiba utilizo ambas manos y mientras con una masajeaba la base de este, con la otra acariciaba la punta.

Joey parecía hacer un gran esfuerzo por no derretirse, pero no ocultaba sus gemidos. Estaba muy excitado, lo estaba disfrutando bastante, y eso hacia al castaño sentirse muy feliz, ya que estaba logrando su objetivo. Joey no estaba pensando en el traumante acto que tuvo, si no en el placer que la situación le causaba.

Iba arriesgarse a más, por lo que bajo nuevamente hacia el miembro del joven y dejo de masturbarle, para terminar metiendolo en su boca. Joey arqueo la espalda, y dio un gemido más fuerte. Ese buen indicador tan solo hizo que lamiera y succionara con ganas. Estaba haciendo esto por ayudar a Joey, asi como las ganas que tenia de verlo correrse por su cuenta. Sus succiones se volvieron más intensas, su lengua recorría el miembro lo mejor que podía, y Joey, quien no aguanto más con esto, dio un fuerte gemido mientras su virilidad palpitaba en la boca ajena como indicador de que estaba por correrse pero aun asi no se aparto y permitió que todo el liquido caliente terminara en su boca. Lo trago, a pesar de no tener el sabor más agradable del mundo, pero tampoco es que le importara mucho.

Joey respiraba muy agitado, aunque tras ver a Kaiba tragarse lo que habia expulsado, tomo una almohada y se cubrió el rostro.

-No…no te lo tenias que…tragar…- dijo,con un sonrojo inmenso. Kaiba gateo, jalando las cobijas con el para tapar a Joey, y luego darle un abrazo a su desnudo cuerpo.

-No me importa si eres tu- dijo, aunque Joey logró captar la pequeña risa que emitió.

-tonto…-dijo, qutandose la almohada de encima y abrazandolo de vuelta.

-¿te sientes mejor?-pregunto, una pregunta ya bastante común que le hacia al rubio.

-Si…yo…me siento mejor…- hablo, dando un leve suspiro mientras cerraba los ojos. –Gracias, Seto…-

 Kaiba beso su frente, acariciando su cabello mientras cerraba sus ojos tambien. En estos momentos no importaba cuanto tuviera que hacer, solo queria permanecer asi con su cachorro un poco más.

Despues de dos largas semanas de tratamiento, ambos necesitaban pasar un momento asi.

Había sido una dura experiencia, pero, de alguna manera, termino logrando que llegaran a este punto.Joey estaba mejorando mucho, y nada hacia sentirse mejor a Kaiba que ver aquel brillo volviendo a Joey. En definitiva, el iba a darle toda la luz necesaria a su vida, costara lo que costara. Él estaba ahí, para él, para protegerlo, y no iba a permitir que nadie volviera a dañarlo nunca más.

-Gracias a ti, Joey…

 

 

Notas finales:

Si la historia te gusto, recuerda que puedes dejar un review, siempre son muy bien recibidos!

¡Gracias por leer! 

 

-Chocoleche


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