- ChangMin, eres un amargado.
- Y tú, un completo idiota SoHyun.
- ¿Cuantos años ya tienes, ah? ¿Cuándo vas a sentar cabeza?
- El día que encuentre una persona a mi altura.
- El día que encuentres a alguien que te aguante, será.
Un golpe resonó en la cabeza de SoHyun.
- Idiota. - Una risa salió de ChangMin ante los quejidos de SoHyun por el golpe. - Me vas a decir porque hemos venido a este restaurante ¿o no?
- Algún día ChangMin... verás que llega alguien que te moverá los huesos por completo...
- Ya. Dime o me voy ahora.
- ¡Ah sí! Invité a un buen amigo mío que acaba de llegar del extranjero. Es un empresario exitoso en Suiza pero extrañaba su hogar y decidió volver a Corea.
- ¿Y yo que tengo que ver?
- Se supone que te invité a comer porque eres una especie de pseudoamigo mío o algo así... -ChangMin abrió sus ojos ni bien le oyó. Era justo la expresión que ponía cuando estaba a punto de golpear a Sohyun. Incluso tenía la mano alzada, acercándose peligrosamente.
- ¡Oh! Mira, allí está. -Sohyun exclamó con una sonrisa.
- La campana te salvó... -Musitó ChangMin, fastidiado, para observar al recién llegado que se aproximaba a su mesa. Se quedó en silencio y abrió sus ojos un poco, cambiando su expresión al instante sin darse cuenta. No era de enfado. Era de sorpresa.
(Y quizás algo más...)
Un apuesto joven, cabello castaño y alrededor de unos veintipico años se acercaba hacia ellos con una leve sonrisa en su rostro. ChangMin se removió un poco incómodo luego de verle. Quizás era aquella sonrisa con la que el contrario se acercaba o su mirada penetrante y cautivadora (con la que se sintió observado) pero algo de aquel muchacho lo incomodó al instante. Sí, eso era en los pensamientos de Changmin. Incomodidad.
- Es... ¿él? -Dirigió una breve mirada de duda a Sohyun.
- Si y ChangMin... sé bueno, por Dios. -Dijo riendo un poco e imitando un breve instante el tono de una madre que recomendaba a su hijo.
ChangMin rodó los ojos, ignorándolo, para luego mirar suspicaz al muchacho moreno que se había parado en frente de ellos.
- ¡Yunho ah!
- Hola SooHyun -El recién llegado sonrió y dirigió una sonrisa más cálida y amplia al menor quien se había quedado mirándolo en silencio. - Y este apuesto joven que te acompaña es...?
- ChangMin.
- Hola ChangMin. - YunHo amplió su sonrisa.
Ese tono de voz...
- Hola. -Respondió seco ChangMin.
Ambos quedaron mirándose un instante. YunHo manteniendo su sonrisa amplia. ChangMin, aún con su mirada suspicaz y deesconfiado.
- ¡Y bien! Pidamos algo de comer.
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- AGH!
Era la enésima vez que daba vueltas en su cama y aún no podía dormir. No podía, para nada y es que tenía esa imagen grabada a fuego en su mente.
- Aaaaaaagh!
ChangMin se cubrió la cabeza con la almohada, esperando quizás así se dormía o quizás así se quedaba sin aire e inconsciente de una buena vez. Todo fuera con tal de quitarse la imagen de esa mirada y esa sonrisa...
**
La cena se había vuelto divertida. Sohyun y YunHo reían con los chistes que contaba este último, sobre sus viajes y experiencias pero en ningún momento, había dejado de mirar y sonreír a ChangMin. Sonreír coqueto a momentos. Inevitable si se pensaba que estaba sentado justo frente al menor y le ponía... ¿incómodo?
No. Ahora ChangMin ya no sabía que era que tenía pero había algo en la mirada de Yunho que lo ponía... nervioso. Muy nervioso y eso no le había pasado hasta ahora.
(Y pensaba en esa manera de Yunho de mirarle y sonreírle sólo a él porque con Sohyun sólo habían reído de cosas tontas durante la cena.)
**
- ¡Ya basta! No sé qué diablos me has hecho, o que especie de hechizo me has lanzado Jung YunHo pero te voy a sacar de mi mente así deba no dormir o comer postres o... viajar! Viajar lejos, emborracharme y mujeres y... - La imagen de la sonrisa coqueta de Yunho vino a su memoria de repente en medio de su monólogo, sorprendiéndose de si mismo. (Y de lo traicionera que era su mente) - AISH. - Golpeó el colchón con ambas con ambas manos, sintiéndose frustrado y volviendo a recostarse en su cama, mientras cerraba sus ojos y trataba de relajarse.
- ¿Qué me has hecho, Yunho? Sal de mi mente...
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Yunho se frotó las manos por el frío antes de entrar a su auto. Una vez dentro, dejó su maletín a un lado y se puso a checar los mensajes de su móvil más sólo uno llamó su atención.
"¡Hey! ¡Me alegra tenerte de vuelta en Corea! Fue una gran cena.
Por cierto, aquí te va el número de Min aunque no entiendo para qué lo quieres.
Es tan terco que te mandará a volar de vuelta a Suiza... si sabes a lo que me refiero kkk.
SoHyun"
Yunho comenzó a reír al terminar de leer el mensaje y guardó el número que se detallaba más abajo.
- Asi que... ChangMin es terco, mhn? No me sorprende... con esa mirada tan...
Se quedó sin palabras de repente pues había recordado cómo Changmin le miraba durante la cena, mientras él tomaba una copa de vino. Una mirada curiosa, un poco desconfiada quizás pero... era una mirada provocativa y sexy.
Si, esas eran las palabras para definir la mirada de Shim ChangMin.
- Woah. Si así es su mirada, ya me imagino su sonrisa. -Sonrió inconscientemente de tan sólo volver a recordar la mirada del menor. (Que también le causó una sensación agradable dentro de él)- Así que... ChangMin... Pronto nos volveremos a ver.
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- Bing!
El tono del móvil de ChangMin resonaba en su sofá en aquella mañana fría en Seúl. ChangMin dejó el libro que leía a un lado suyo, tomando el aparato y viendo la notificación de un nuevo mensaje.
Buenos días, chico terco de mirada sexy.
Hey... por cierto... hoy es un buen día para aceptar la invitación a comer.
No olvides que la tercera es la vencida. Kekeke.
ChangMin suspiró al leer su mensaje y entornó los ojos al instante. Ya no sabía qué número de mensaje era ni se preguntaba de quién pues ya conocía al autor de aquellos mensajes.
Jung YunHo.
Aquella persona que después de la cena, se había encargado de mandarle una serie de diversos mensajes a su móvil durante los siguientes días con saludos, algunas bromas y preguntas capciosas. Todo para llamar su atención, según pensaba ChangMin pero era la tercera vez que le invitaba a comer, después de que las dos anteriores se hubiese negado a ir, alegando distintos compromisos.
Aunque no quería admitirlo, pues si, Shim ChangMin no había tenido ninguna relación seria en toda su vida y en sí, ninguna relación estable pues nadie le había interesado como para seguir continuando. Temía además, enamorarse más de la cuenta y que acabaran rompiéndole el corazón por lo que sólo conocía personas para pasar un rato. Pero con YunHo, parecía distinto el asunto pues podía haberle ignorado los mensajes pero sin embargo, se encargó de responder cada uno, varias veces riéndose de las respuestas bobas del mayor y burlándose de él cuando podía. No negaba que le agradaba conversar con Yunho.
- ¿Será que nunca se rinde? Aggh Yunho... ¿Por qué, ah? ¿Por qué voy a aceptarte? ¿Quién no me dice que... quizás tengas pareja incluso? Puedes estar jugando conmigo... - Pensó con tristeza pues una imagen comenzaba a recrearse en su mente al instante. YunHo y su novia, sentados en una mesa de una cafetería. La muchacha, bonita y delicada, le sonreía y le escuchaba atenta mientras Yunho le hablaba y le tomaba con cuidado de su mano, comenzando a sonreírle como le había sonreído a él aquella noche...
ChangMin suspiró triste mientras su móvil volvía a sonar indicándole que había llegado un nuevo mensaje.
" :'( ¿No me vas a responder, Min? Rompes mi corazón
Aunque ahora que lo pienso... quizás estés ocupado. Jum.
¡Bueno! En todo caso, te espero en esta dirección para una cena esta noche.
Así sabré si aceptaste o no. Kekeke."
- Esta noche... - pensó ChangMin un poco extrañado- Esta bien, veamos que sucede, YunHo...
Continuará. . .