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The Star por RinneRaccoon

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Notas del fanfic:

One-shot escrito para la tercera gala de Los Doce Dioses Olímpicos, basado en la canción The Star, de EXO.

El tiempo había pasado lentamente, cada segundo era como un grano minúsculo que se acumulaba en un reloj de arena. Su remordimiento le pesaba como una inmensa roca sobre su espalda, al igual que la carga del titán Atlas al sostener el cielo. Sus hombros habían perdido el porte tan elegante y orgulloso que había tenido en un pasado ni la confianza al caminar o sonreír. Aún no lo había superado y lo sabía. El volver de nuevo a aquel lugar suponía un gran esfuerzo y energía, las cuales ya no tenía. Sentía cómo el miedo iba entumeciendo primero sus finas y delicadas falanges, luego recorría sus venas hasta llegar, en un fuerte bombeo, al corazón: cada latido era como una daga que atravesaba su garganta, destrozándole las cuerdas vocales. No podía volver a entrar ahí, no después de todo lo ocurrido.
¿Qué haría cuando viese a su acosador? Seguramente sus piernas temblarían como un flan mal enfriado en la nevera y sus manos comenzarían a sudar, creando largos ríos hasta el suelo. No estaba preparado y él lo sabía mejor que nadie. Para él pisar una vez más las baldosas color teja de su antigua universidad le suponía un sacrificio, pero allí estaba: su voz debía brillar esa noche y deslumbrar a todos.
Debía no solo demostrar a los demás, a aquellos que lo rechazaron, si no así mismo que era la estrella que siempre había creído que era. Tenía la obligación de enfrentarse a sus miedos, de enseñar que era fuerte y que estaba dispuesto a escupir en la cara a todos aquellos que lo infravaloraron y lo humillaron durante el año pasado.
Se mordió el labio inferior con fuerza, dañándose levemente, y dejó escapar el aire de los pulmones en un profundo y sonoro suspiro. Sintió una mano sobre el hombro junto con un pequeño apretón, la brillante y consoladora sonrisa de su acompañante lo obligó a asentir.
—Estoy bien, ChanYeol. —Abrió y cerró las manos, tratando que el riego sanguíneo volviese a su cauce para que las manos se tiñeran de un rosa palo, proporcionándole dulzura a su nerviosismo.
—No tenemos que hacerlo...Si no te sientes cómodo, digo...—Comenzó a hablar el chico a su lado, con una grave voz iniciada por un pequeño carraspeo. Su garganta estaba un poco dañada al estar practicando durante horas junto a su guitarra para estar al mismo nivel que sus compañeros.
—No, Park. Ni se te ocurra pensar que el estúpido de Cho KyuHyun puede sustituirme. Eso nunca, ¿de acuerdo? —Alzó la cabeza junto con su mentón, en un movimiento orgulloso, y bufó molesto, cruzándose de brazos con tan solo imaginarse cómo sería que todos los aplausos fuesen para su gran rival. Si estaba en su mano, nunca permitiría que ese estúpido lo superase—. Por encima de mi cadáver, ¿vale?
ChanYeol asintió, sonriendo con su amplia sonrisa y enseñó una enorme dentadura, blanca y brillante. Soltó una fuerte risotada, aparte de exagerada, y palmeó el hombro de su amigo tratando de infundirle todos los ánimos que pudiese y luego pasó el brazo por la cintura del más bajo para darle un fuerte abrazo.
Byun BaekHyun era un chico único: con un fuerte orgullo y temperamento, bromista y picarón, pero también débil y temeroso. De una forma u otra, tenía un brillo especial. Uno que todos veían menos él, al menos después de trasladarse de escuela ese año. Había perdido la confianza y fe que tenía en su voz, además de tener miedo a mostrarse cómo era realmente: un muchacho que disfrutaba de los musicales, amante de los cachorros, de la música y, lo más chocante o interesante, era gay.
Ese tema era tabú en su nuevo grupo de coro, Cried Wolf, de la Universidad Nacional de Artes de Corea. BaekHyun, con el rabo entre las piernas y con una autoestima extinguida, había huido de su anterior universidad. Había abandonado el curso de Administración de Empresas a la mitad y ni si quiera logró presentarse a los exámenes de recuperación ni a los extraordinarios que solo se celebraron para él. Estaba bloqueado emocionalmente, su cuerpo no le respondía y sus cuerdas vocales lo hacían muchísimo menos. 
Gracias a ChanYeol, su mejor amigo de infancia y vecino, logró entrar a su actual universidad. BaekHyun inició su carrera en Música Contemporánea y entró de forma extraordinaria y notoria al coro de la institución. Era el tesorero del consejo estudiantil e incluso había cantado el himno de Corea en la apertura del segundo semestre. Había brillado como la estrella que era y siempre fue.
Sin embargo, BaekHyun temía caminar solo por los pasillos, temblaba de miedo cada vez que alguien se le acercaba. Agachaba la cabeza o desviaba la mirada cada vez que alguien le hablaba, incluso las exposiciones de trabajos tenía que realizarlas solo con la presencia de un profesor y de alguien de confianza (casi siempre ChanYeol) y todo esto por prescripción médica. Cuando huyó de su antigua vida, ni si quiera avisó a sus amigos y compañeros de clase, simplemente tragó sus lágrimas y se fue.
ChanYeol le hizo un capón, tratando de relajarlo y al parecer funcionó porque BaekHyun ahogó un grito de nena y le dio una patada en la pantorrilla, ambos rieron escandalosamente como cuando eran niños. De repente, un coche negro y grande apareció delante de su visión. Los dos chicos dejaron de reírse y se colocaron las corbatas negras que adornaban el cuello de sus camisetas azul eléctrico, tratando de estar presentables. La puerta trasera del vehículo se abrió una vez hubo aparcado y de él bajaron varias personas entre risas, quejas y chistes malos. Así eran Cried Wolf: unos impuntuales e insoportables seres, pero que se habían convertido en la nueva familia de BaekHyun.
—¡Parad ya! —gritó un chico bajo que trataba de arreglarse la corbata, la cual se había deshilachado al bajar, con algo de dificultad, del gran coche. Suspiró cansado y se llevó las manos a la sien, acariciándola con parsimonia—;. No sé para qué me elegisteis líder, de verdad...¡Oh, Baek, Channie! —exclamó en cuanto vio a los dos chicos frente a ellos y los saludó con una amplia sonrisa. Luego evaluó sus impecables trajes, alzando el dedo pulgar como signo de aprobación.
—¡Hey, JoonMyun! ¿Alguna cana por el estrés? —preguntó ChanYeol a modo de saludo, lo que hizo que el nombrado inflara el pecho de forma molesta y se cruzase de brazos, controlándose por no explotar.
—¡Yehet! —exclamó un chico que miraba su móvil sin despegar la vista del aparato, alzó la mano a modo de saludo y se colocó al lado del líder del grupo, sin hacer ninguna intervención más.
Sehun, como siempre, iba pegado al teléfono móvil, continuamente chateando. No había quién lo sacara de su adicción a las nuevas tecnologías aunque si sonaba algo de música, quizás podría prestar atención más de dos segundos. Detrás de él bajaron un chico alto y de piel morena que ponía los ojos en blanco mientras se echaba el cabello negro hacia atrás, a su lado había otro más bajo y de piel blanca que no paraba de hablar y de levantar la voz. Ambos eran como el ying y el yang, no solo físicamente sino también por su personalidad y gustos, nadie sabía cómo el dulce e infantil JongIn podía convivir con la bomba de hormonas y obseso del orden, Do KyungSoo. Pero por algo estaba el refrán que decía que los polos opuestos se atraían, ¿no?
—¿Nervioso, hyung? —preguntó Sehun sin separar la pantalla del móvil, seguramente estaría jugando a algún juego de LINE o hablando con alguien sobre la última canción de Justin Bieber. En cuando a los juegos últimamente estaba muy enganchado a ellos, sobre todo al Get rich. Todos los allí presentes se miraron entre sí sin saber bien quién debía responder ya que todos eran mayores que el castaño.
—Supongo...que me lo dirás a mí —contestó con cautela BaekHyun, quien se frotaba las manos nervioso. Sehun alzó la mirada, posando sus ojos castaños en los de su interlocutor, y puso los ojos en blanco, dando a entender que era obvio que su pregunta iba dirigida a él. BaekHyun bufó molesto por el comportamiento del menor, pero aun así lo dejó pasar al tratarse del menor—. Estoy cagado, no sé cómo aún no he salido corriendo...
—Debe de ser porque te estoy sujetando —bromeó ChanYeol con una fuerte carcajada, afianzando el agarre sobre el chico de ojos delineados.
—Bueno...—murmuró JoonMyun mirando el reloj de oro que adornaba su muñeca mientras se mordía los labios algo preocupado. Tenía muchas responsabilidades encima de él y, realmente, que todo saliese bien dependía de él—. Deberíamos ir entrando, ¿no?
—Sí, claro...—contestó rápidamente BaekHyun, quien se puso rígido instantáneamente—. ¿Qué tal si vais entrando? Enseguida iré y...
Todos lo miraron con escepticismo y estallaron rápidamente en carcajadas, algunos se agarraban el estómago mientras otros se secaban las lágrimas que se acumulaban en sus ojos debido a la risa. Sin embargo, BaekHyun los miraba con indignación, no entendía por qué estaban burlándose deliberadamente de él. Bueno, quizás sí que lo sabía. Lo conocían demasiado bien a su pesar, debería torturar a ChanYeol más tarde por hablar tanto de él.
—Ay...Baek, ¿en serio crees que nos vamos a tragar eso? —preguntó KyungSoo mientras se secaba las gotas transparentes que se habían acumulado en su lagrimal. Se colocó bien la chaqueta negra del elegante conjunto que todos llevaban: pantalón negro, de corte elegante y sutil, junto con una camiseta de botones y azul eléctrica, adornada finalmente por una corbata negra y brillante.
—Entraremos todos juntos, como lo prometimos —añadió JongIn con una dulce sonrisa mientras, disimuladamente, buscaba la mano de su novio KyungSoo y la apretaba suavemente.
Una vez dicho esto, todos se colocaron en una línea, unos al lado de los otros, y se cogieron de los brazos, con un agarre fuerte, con BaekHyun en el centro. Todos ayudarían a su amigo a superar su miedo, todos pondrían un granito de arena para que continuase con su vida. Y como una pequeña familia de animales, avanzaron con paso firme, obligando casi a BaekHyun a caminar hacia las puertas del hall de esa inmensa universidad que brillaba imponente y fría bajo las luces de las farolas.
El hall era inmenso, no solo tenía una gran longitud sino que incluso su techo era muy alto, este estaba adornado por una cúpula que permitía ver a sus ocupantes las escasas estrellas del cielo contaminado de Seúl. Aunque esa noche parecían brillar con más fuerza como si se hubiesen hecho de nuevo con su territorio. El manto oscuro de la noche les pertenecía otra vez, habían conquistado las dificultades y brillaban más que nunca en la cúspide celeste. Ahí estaban, dándolo todo y brillando para ellos.
BaekHyun sonrió inconscientemente observando aquel espectáculo, había estado muchas veces en ese mismo sitio mirando hacia el cielo, pero todo era oscuro y sin calidez, frío como el hielo. Inspiró hondo y soltó los brazos de sus amigos, decidiendo que tenía la suficiente fuerza para al menos no huir. Giró sobre sí mismo, registrando todos los cambios que había sufrido el lugar, como él, en todo ese año. Las paredes habían sido pintadas de un blanco perla brillante, habían añadido algunos cuadros y cambiado algunas plantas. Quizás también habían modificado la secretaría, pero casi prefería no recordar esas cuatro paredes y sus incómodos sillones.
Miró a sus compañeros de coro y les sonrió ampliamente, totalmente agradecido e hizo un gran esfuerzo por no llorar. Tenía que ser fuerte, sabía que ese era solo el principio de una dura noche. Ahora le quedaba lo peor: enfrentarse a su acosador si es que aparecía por allí y a sus antiguos compañeros de coro a quienes había abandonado antes de la final del año pasado. Se sentía avergonzado por sus acciones y a pesar de los mensajes de reconciliación de sus amigos, sus manos y corazón no pudieron responder ninguno y menos a su compañero de dúos.
Una chica rubia, con unos altos tacones y un vestido muy ceñido, les entregó los programas del evento, el cual incluía el orden de los grupos que participaban en la semifinal. Solo dos grupos irían a la final en China y podrían ser considerados como los reyes de los coros. La chica de ojos gatunos los dirigió hacia el salón de actos donde tenía lugar el concurso, los situó en la tercera fila del grupo de butacas de la derecha y se despidió con un guiño coqueto para JongIn, quien sonrió de forma bobalicona. Un enfurecido KyungSoo le dio un codazo en el estómago e hizo que se sentara rápidamente. Mientras JongIn se disculpaba y le susurraba algunas palabras en el oído al más bajo, quien trataba de no sonreír; ChanYeol y BaekHyun miraron boquiabiertos el recinto. Ese año había estado cerrado durante todo el primer semestre por obras y la verdad es que no dejaba indiferente a nadie.
El suelo blanco había sido sustituido por un brillante parqué de madera de cerezo, dándole a la estancia un toque elegante y estilizado. Las paredes estaban forradas por papel, este era rojo granate y con unas formas, en un rojo más oscuro, que imitaban las siluetas ornamentales de unas flores. Los decoradores habían logrado darle un aspecto retro, pero a la vez moderno y sofisticado. El escenario se elevaba aproximadamente dos metros sobre el suelo, según el ojo de ChanYeol. El frente de este estaba constituido por unos adornos de madera y, según decía el folleto que les había entregado aquella chica, los miembros del Club de Carpintería habían trabajado en el relieve de este durante meses.
BaekHyun pestañeó varias veces aún de pie y embelesado por la construcción de aquel maravilloso templo a las artes. El escenario tenía un hermoso telón de terciopelo rojo, imitando a los antiguos teatros occidentales y, se atrevía a fantasear, de Broadway. La gran cantidad de butacas era abrumadora: habían dos grupos de asientos separados por un ancho pasillo que facilitaba la entrada de los invitados y el movimiento a personas discapacitadas con algunas rampas. Habían pensado en todo, incluso la acústica era perfecta y qué decir del lugar reservado para la orquesta debajo del escenario. Era la fantasía de cualquier músico actuar en un escenario de esas características y él tendría la oportunidad de hacerlo aquella noche.
Todos los miedos y nervios que había estado acumulando BaekHyun con el paso del tiempo, habían desaparecido nada más entrar allí, sintiendo por sus venas la expectación del público y sus aplausos enloquecidos. Sentía su pecho explotar en miles de fuegos artificiales de diferentes colores y tamaños. Estaba viviendo un sueño, su sueño.
—Maravilloso, ¿verdad? —Interrumpió una voz a su lado, ya que BaekHyun había terminado por sentarse en medio de su ensoñación en el asiento que daba al pasillo por si el pánico se adueñaba de él y tenía que huir en algún momento de la noche.
BaekHyun alzó la cabeza lentamente, con miedo de mirar al dueño de esa voz, aunque sabía de antemano quién era, tenía miedo de lo que vería en sus ojos. Comenzó por observar sus zapatos: unas brillantes vans de color rosa fucsia y fluorescente, destacaban notablemente y, sobre todo, desentonaban con el piso sofisticado y fino del salón. Siguió alzando la cabeza y se encontró con unas piernas largas y bien definidas, adornadas por unas bermudas vaqueras, desteñidas e incluso casi blancas. Tragó saliva e inspiró hondo lanzando una mirada al torso del chico, quien llevaba una camiseta del mismo color que sus zapatillas. Sin más remedio y casi a regañadientes, miró la cara de su misterioso interlocutor. Su cabello ya no era negro azabache como lo recordaba en un pasado, este había cambiado a un rubio platino que lo hacía brillar con fuerza y glamour.
—Zitao...—susurró con un nudo en la garganta y rápidamente se levantó de su asiento, alzando un poco la cabeza para poder mirarlo a la cara.
—¿Sabes, BaekHyun? Si hubieras estado aquí, podrías haber participado en la decoración de nuestro santuario. —El chico más alto se cruzó de brazos y examinó al más bajo con una mirada firme y con una mueca, no era ni una sonrisa ni un gesto de enfado, simplemente no tenía ninguna expresión—. Porque recuerdas que este es nuestro santuario, ¿no?
—S-sí...—BaekHyun agachó la cabeza y se frotó el brazo, totalmente nervioso. No sabía cómo comportarse y el miedo comenzaba a adueñarse de nuevo de sus extremidades y estómago. Las ganas de vomitar eran insoportables.
—Podías habernos llamado al menos...—suspiró el chico dejando caer los brazos a sus costados y se mordió el labio, intentando no llorar. Sin dejar que BaekHyun levantase la cabeza, se abrazó fuertemente a él y enterró la cabeza en su cuello, comenzando a llorar—. Ya no tengo a nadie que imite mi mala pronunciación, ¿sabes?
BaekHyun se quedó estático en su sitio, con el cuerpo rígido y la cabeza hecha un caos. No sabía qué hacer, pero al oír a Tao sonrió ampliamente y, con los ojos acuosos, se abrazó al contorneado cuerpo del chino. Ambos comenzaron a llorar cuando alguien carraspeó al lado de ellos dos. Rápidamente se separaron y se secaron los ojos, sonriéndose de forma cómplice mientras BaekHyun gesticulaba una precipitada disculpa, a la cual Tao negó con la cabeza.
Los dos chicos giraron la cabeza al oír un segundo carraspeo y BaekHyun empalideció al ver allí a sus antiguos amigos y compañeros de coro: los Gentlexy de la Universidad Nacional de Seúl, la institución justamente dónde se encontraban. Todos iban más o menos vestidos como Tao: zapatillas de colores brillantes y escandalosos, pantalones vaqueros (ya fuesen bermudas o largos) y camisetas del mismo color que las zapatillas.
—Hey, Byun BaekHyun. —Saludó el más alto de todos con una pronunciación hosca y distante, si no conociera a Kris pensaría que estaba siendo totalmente indiferente con él.
Algunos fruncieron el ceño al verlo, estaban incómodos como él y quizás dolidos. BaekHyun pudo verlo, observó el dolor en sus ojos y también el reproche, pero nunca el odio. Se dio cuenta del daño que había hecho y de lo egoísta que había sido. Sus piernas temblaban al mismo ritmo que sus labios, con algo de esfuerzo y con la cabeza gacha, pudo esbozar una media sonrisa.
—H-hola, chicos...—susurró avergonzado y alzó la cabeza mirándolos a todos, notando que faltaba uno de los miembros y una punzada en su corazón se abrió paso, quebrándolo un poco más. No había sido buena idea ir a la semifinal.
—Está en el baño —dijo Xiumin al adivinar los pensamientos de su antiguo compañero y amigo, BaekHyun enrojeció y negó con la cabeza.
—Yo...Yo no...—susurró nervioso, rascándose la nuca, sin saber bien qué decir.
—¿Podemos dejar de fingir que no ha pasado nada? Es asquerosamente incómodo —habló Luhan aún con el ceño fruncido y los brazos cruzados, quería explicaciones y las iba a tener.
—¡Luhan! —regañó el mayor de todos, Xiumin, quien había bajado notablemente de peso. Luhan se encogió de hombros al escuchar al chico, sin molestarse en contestarle.
—Yo...Lo siento muchísimo, chicos. —BaekHyun agachó la cabeza, las lágrimas se agolpaban en sus ojos y luchaban por abrirse paso. Estaba asustado y ansioso a la vez, ¿por qué el espectáculo no empezaba ya? Necesitaba huir, necesitaba cantar, liberarse. Sacar todo de dentro y su oportunidad estaba en el dúo con KyungSoo, Just once.
Esa canción significaba tanto para él, para Gentlexy...Era su disculpa para todos, pero aún no estaba preparado para explicarse. Las palabras no eran su fuerte, pero las notas altas sí. La música era la única forma en la que era capaz de comunicarse sin estropearlo todo al final.
—¡Eh, chicos! Dejad de acosarlo. —Una voz resonó detrás de uno de ellos, quien se apartó para dejar ver a uno de baja estatura y sonrisa gatuna, su camiseta era de un color naranja brillante.
—Chen...—susurró BaekHyun con la garganta seca, casi en un graznido irreconocible. Ahora sí que estaba asustado, no tenía ninguna escapatoria: su grupo de coro estaba entretenido hablando con las chicas de las filas de delante mientras él estaba rodeado por su pasado.
—El mismo, creo. Ha pasado tiempo, Byun. —Saludó con una inclinación de cabeza, aunque tenía una leve sonrisa, BaekHyun sabía que era por cortesía y que en realidad estaba incómodo. Todos ellos lo estaban.
—¿Eres más feliz ahora? —preguntó Yixing despegando por primera vez la mirada de la pantalla de su móvil desde que había llegado al recinto. Últimamente su dependencia a dicho aparato había aumentado demasiado, sin embargo, sabía qué era prioritario. Y en ese momento necesitaba formular la pregunta que todos se habían estado haciendo desde que el chico los había dejado colgados sin dar más señales de vida hasta ese mismísimo momento.
—No —contestó BaekHyun automáticamente y todos lo miraron sorprendidos, con los ojos bien abiertos—. O sea...podría ser más feliz si no hubiese sido un cobarde y abandonado a mis amigos...A mi familia. —Tragó saliva mirando a cada uno de una forma significativa, el corazón le bombeaba con fuerza y sus oídos solo escuchaban un intenso pitido.
—Nada de eso arregla lo que hiciste, BaekHyun.
—Lo sé, Luhan...Soy consciente...Y, de verdad, lo siento muchísimo...—susurró el castaño, mordiéndose el labio inferior y notó cómo los ojos le ardían aún más. Posó su mirada en el chino y se retorció las manos en un gesto nervioso—. Sé cuáles han sido mis errores y no sabes cuán arrepentido estoy...Abandoné lo más importante para mí...
—Menos mal que éramos importante porque nos has sustituido rápidamente. Dime, ¿son mejores? —preguntó Luhan a su vez, exponiendo en alto lo que habían pensado todos más de una vez. Los otros se revolvieron incómodos mientras Luhan alzaba el mentón—. ¿Sabes lo que es llamarte tantas veces y no recibir respuesta? No sabíamos nada de ti, ni si quiera nos abrías la puerta de tu habitación y luego te mudaste con tu madre...¿sabes cómo nos sentimos?
—No...No lo sé. El miedo se apoderó de mí, Luhan...Yo...No sé qué decir, lo siento tanto…—La voz de BaekHyun era un débil susurro, estrangulado por el llanto que se aproximaba a aparecer.
—Claro que no. Sabíamos que eras egoísta, pero hacernos eso...Nunca lo pensamos.
—Luhan, ya basta —intervino Yixing, quien avanzó un poco y cerró más el círculo—. No somos quién para juzgar lo que hizo...Nos dolió, sí. No lo entendimos, también. Nos sentimos sustituidos y olvidos, por supuesto. Pero él no era el Baek que conocemos...—dijo mirando a sus amigos y luego posó la mirada en BaekHyun—. Solo queríamos que supieras que estábamos ahí para apoyarte con todo, pero no nos diste la oportunidad...
—Tu coreano ha mejorado. —Soltó BaekHyun sin pensar, pero luego se disculpó y asintió—. No os di la opción de ayudarme, simplemente me cerré en banda y me arrepiento muchísimo...Chicos...Yo...—Esta vez miró a Chen de forma significativa—. Os quiero, de verdad, y no sabéis cuánto lo siento.
—Siempre nos puedes dedicar una canción. —Trató de bromear Luhan, abandonando su posición defensiva y miró de forma conciliadora al chico. Suspiró fuertemente y dio un paso hacia adelante hasta que llegó a él y lo rodeó con los brazos, acercó los labios a su oreja y susurró—: Como lo vuelvas a hacer, te corto los huevos.
BaekHyun rio sonoramente y, de un momento a otro, se encontró engullido por un caótico mar de brazos y cuerpos que lo abrazaban con fuerza y alegría. La rabia hacía tiempo que se había ido de sus corazones y solo quedaba la tristeza y la culpa. Si BaekHyun se había ido así significaba que ellos no habían cumplido bien con su papel de amigos. Unos focos se apagaron indicando que el evento iba a comenzar y rápidamente los chicos fueron regañados por la chica rubia de antes, quien los llevó a sus correspondientes asientos en el otro lado del pasillo.
Chen era el único que no se había acercado al abrazo, se había quedado a un lado mirándolos con una sonrisa triste y melancólica. Cuando el resto de los chicos de Gentlexy se había ido a sentar en sus asientos, el chico de sonrisa gatuna y líder del grupo se había quedado allí de pie, con la mirada fija en su antiguo compañero de dúos.
—Chen...
—BaekHyun, quiero que sepas que aún te quiero. —Fue lo único que dijo antes de estirar la comisura de sus labios en una sonrisa y alejarse con suavidad de allí, dejando a un BaekHyun colorado y nervioso.
Las luces se apagaron del todo, pero el chico seguía todavía de pie, sin saber qué hacer. Notando cómo su sangre se acumulaba esta vez en su rostro y en sus orejas. Chen había sido la primera vez en todo: su primer amigo en la universidad, su primer amor, su primer beso y su primera vez. Y quería que todo eso se repitiera una vez más. Deseaba que no solo fuera el primero sino el siguiente y el siguiente y así hasta el final. Fue la primera vez por la que luchó y declaró su homosexualidad en público, provocando un brutal acoso que lo hizo huir de todo. Porque ese era el motivo por el que huyó de todo: los insultos, el desprecio, el odio...No estaba preparado para ese recibimiento, no había sido capaz de defender quién era.
—Eh, Baek. Siéntate...nos estás dejando en ridículo, se supone que eres el listo del grupo. —Una voz lo sacó de su trance y asintió, sentándose junto a su interlocutor y amigo gigante. Aunque frunció el ceño y le pisó un pie al pillar la indirecta: lo había llamado retrasado disimuladamente o, al menos, lo había puesto al mismo nivel de infantilidad que el resto del grupo.
La chica rubia de antes salió al escenario con un sinuoso caminar y una sonrisa deslumbrante, su cabello rubio caía en cascada sobre su espalda y pecho en definidos tirabuzones. KyungSoo frunció el ceño al verla y le dirigió una amenazadora mirada de reojo a su novio, sin embargo, JongIn apretó su mano y le besó en la mejilla.
—Damas y caballeros, ChaeRin a su servicio. Me complace estar entre estas renovadas paredes para presenciar esta apasionante competición de coros: ¡la semifinal! ¿Emocionados? Porque nuestros diez grupos participantes lo están. —Hizo una pequeña pausa mientras miraba las tarjetas que llevaba en la mano con el guion con lo que debía decir y alzó luego la vista, observando al público—. El jurado de esta noche estará formado por el director de la universidad anfitriona, Lee SooMan.
El hombre apareció por el largo pasillo entre fuertes aplausos, hacía pequeñas reverencias hacia sus invitados y se sentó en la primera fila del lado derecho. Unas viejas gafas reposaban sobre la punta de la nariz, por el cual se resbalaban continuamente haciendo que el hombre se las colocara bien una y otra vez.
—Eso es injusto...—susurró KyungSoo a sus compañeros, apretando la mano de JongIn—. Seguro que vota por Gentlexy. Estamos jodidos...
—No digas eso, de aquí saldrán dos finalistas —dijo Suho, tratando de mantenerse optimista como siempre. El cargo de líder no consistía solamente en cuidarlos a todos y elegir las canciones, sino que también debía mantener el espíritu de equipo en todo momento.
—Gracias, señor director —prosiguió ChaeRin con una encantadora sonrisa. El hombre de avanzada edad asintió con la cabeza y dirigió, una vez más, un saludo al públicor13;. También está entre nuestros invitados el famoso entrenador corista, Kim HeeChul; la famosa patinadora Kim Yuna; el actor Kim SooHyun acompañado por Jackie Chan y, finalmente, como invitado especial el grupo femenino…¡MAMAMOO!, quienes han conseguido en poquísimo tiempo muy buenas críticas y el favor del público. —Nada más decir el nombre del grupo de kpop que asistiría a la velada, los espectadores explotaron en aplausos sonoros como el chapoteo de las cascadas del Niágara.
—Oh, dios...Son ellas —susurró ChanYeol totalmente emocionado, mirándolas con las orejas rojas hasta arriba mientras sus enormes manos aplaudían como truenos en una tormenta tropical.
ChaeRin carraspeó suavemente para atraer la atención del público y con una animada melodía del piano de cola de la orquesta, cantó el nombre del primer grupo con un estilo de blue muy marcado y ronco. Con un fuerte aplauso hizo una reverencia, desapareciendo del escenario para dejar paso al primer grupo de la velada: un conjunto de chicas nuevas en el concurso de coro. Era un grupo de nueve chicas guapas y con figuras envidiables y estilizadas, según decían los rumores una de ellas era la sobrina de Lee SooMan. BaekHyun sonrió enternecido, sin embargo, en cuanto escuchó las primeras notas de la canción que iban a cantar, puso los ojos en blanco.
—Es Piano man de MAMAMOO...—dijo ChanYeol sorprendido, abriendo los ojos notablemente y frunció los labios debatiéndose entre sí molestarte o emocionarse.
—Ya empezamos con la competencia desleal. —BaekHyun suspiró repantigándose en su asiento, apoyando el codo sobre el reposabrazos y colocó la mejilla en la palma de la mano. Mientras observaba las actuaciones de ese grupo de chicas pelotas, dirigía pequeñas miradas a Chen, quien seguía el ritmo con la cabeza y movía los labios gesticulando seguramente la canción.
La mitad de los grupos ya habían actuado: algunos habían sido originales y espectaculares, otros se habían limitado a hacer algún remix de MAMAMOO o JJCC, el grupo que controlaba Jackie Chan, e incluso de ambos. A pesar de esos grupos con poca originalidad y confianza en su talento para ganar, el nivel era muy alto tanto vocal como de coreografía. Los chicos de Cried Wolf comenzaban a ponerse nerviosos y más cuando les tocó su turno de actuar.
Todos subieron al escenario mientras KyungSoo y BaekHyun se colocaban al frente y el resto del grupo de espaldas al público detrás de los dos vocalistas principales. Las luces disminuyeron y una pequeña capa de niebla que fue liberada por una máquina que estaba en la trastienda del escenario, cubrió sutilmente el piso. BaekHyun cogió con fuerza el micrófono que estaba sostenido por una base metálica, ladeó la cabeza y miró a KyungSoo quien le sonrió con su característica sonrisa en forma de corazón. El otro asintió y dio la señal a la orquesta, quienes contaron hasta tres para comenzar con la melodía. Las manos del pianista se deslizaron enseguida como un patinador sobre una pista de hielo: con decisión y fuerza, pero también con delicadeza y sentimiento.
Chen se tensó en su asiento, no podía creer la canción que BaekHyun iba a cantar. Sin ser capaz de evitarlo, su corazón se aceleró. Los demás miembros de Gentlexy miraron a su líder y luego a los chicos del escenario, tratando de adivinar si lo que estaba ocurriendo era real. No fueron conscientes del todo hasta que BaekHyun abrió la boca y entonó las primeras líneas de aquella canción tan conocida, sobre todo para el chico y el líder del grupo: Just once.

I did my best, but I guess my best wasn't good enough
Cause here we are back where we were before
Seems nothin' ever changes. We're back to being strangers


—Ese maldito. Es un inútil para hablar, pero al cantar...Sabe cómo hacer las cosas…—masculló Luhan negando con la cabeza, pero con una amplia sonrisa en sus labios.
BaekHyun empezaba a mostrarse cómo realmente era, su voz al cantar estaba cargada de sentimiento y sus ojos no se despegaban de su antiguo grupo. Ocurrieron demasiadas cosas en tan poco tiempo que ninguno fue capaz de controlarlas, además de que habían acumulado muchísimos sentimientos que de repente estaban siendo liberados gracias a la canción. Todos estaban felices de ver al BaekHyun que conocían, allí encima, brillando como la estrella que realmente era. Su canto era tan mágico y embriagador que las mismísimas sirenas estarían celosas de él porque era capaz de salvar a los pobres marineros que ellas engatusaban con su melodía.
Tanto BaekHyun como el otro chico sacaron los micrófonos de la base y caminaron con pasos suaves, pero marcados, hasta encontrarse el uno frente al otro y alzaron sus voces, llegando a las notas altas en el estribillo. Esto hizo que a muchos se le encogiera el corazón y los pelos se les pusieran de punta, eran magníficos.
—Son muy buenos —comentó Yixing con los ojos cerrados, dejando que sus oídos lo deleitasen con la melodía mientras sus sentidos lo trasladaban, junto a su imaginación, a otro lugar.
—BaekHyun siempre ha sido una estrella —dijo Chen sin apartar la mirada del chico. Lo observaba con los ojos vidriosos y dilatados por la admiración que sentía: no solo había vuelto al centro donde vivió un infierno y se enfrentó a su pasado sino que también estaba volviendo a brillar. Pero esta vez lo estaba haciendo como nunca y con más intensidad, renaciendo de sus cenizas como un ave fénix. 
—Ganarán —sentenció Xiumin con un asentimiento y una sonrisa encantadora.
—Se lo merecen —concordó Kris cruzando las piernas, cambiando de posición y mirando atentamente hacia el escenario.
—Aún queda la segunda parte, pero si lo siguen haciendo así de genial...—habló Tao, llevándose la mano hacia el cabello para revolverlo con algo de nerviosismo.
—Estamos un poquitín perdidos.
—¡Yah, Luhan! ¿Dónde están esas ansias de destrozar a Baek con tus garras de gata salvaje, ah? —preguntó Xiumin con una sonrisa ladeada y le guiñó el ojo cuando el nombrado lo miró de mala gana y con los ojos entrecerrados.
La canción terminó instaurando un aura de melancolía y tristeza en todo el auditorio, sin embargo, rápidamente el público se levantó y comenzó a aplaudir enfervorecido por el talento de ambos chicos y la luz que desprendían. Para su segunda canción eligieron el tema Happy, de Pharrel Williams, cambiando totalmente de sentimiento. Los cuatro chicos que aguardaban de espaldas se quitaron las chaquetas, lanzándolas al aire al igual que KyungSoo y BaekHyun. Rápidamente se pusieron en sus posiciones y comenzaron a cantar los vocalistas principales con el apoyo del resto del coro con armonía y una brillante coreografía de por medio.
Finalmente, el público explotó una vez más en aplausos acompañados esta vez por una gran variedad de risas y carcajadas. Tras dejar un sabor melancólico con la primera canción, supieron cómo hacer que el público recobrara la esperanza y viese el lado positivo de la vida como BaekHyun estaba comenzando a hacer. En cuanto terminaron buscó con la mirada a su antiguo grupo de coro y sobre todo a Chen; sin embargo, ninguno de los seis chicos estaba por allí.
La gala continuó sin ningún incidente y el grupo de Gentlexy seguía sin aparecer, BaekHyun comenzaba a preocuparse inevitablemente. Otros cuatro grupos llenaron el silencioso vacío del auditorio con diferentes ritmos mediante canciones tanto en coreano como en inglés y chino, los tres idiomas que se permitían en la semifinal. La apoteosis del concurso se acercaba y por ende la última actuación.
—Deberías relajarte...—ChanYeol lo miró y posó una mano en su rodilla, apretándola suavemente tratando de transmitirle tranquilidad y apoyo. BaekHyun asintió y sonrió suavemente, apoyando la cabeza en el hombro de su mejor amigo.
De repente todas las luces se apagaron y apareció el último grupo: Gentlexy. Los focos iluminaron a Luhan y Chen sobre una tarima circular y giratoria mientras que los otros cuatro chicos estaban debajo sentados en unas sillas ligeras y negras. La voz clara de Luhan se abrió paso a través del silencio de forma tímida, como con miedo de perturbar la noche con su canto.

En la brecha que hay entre la oscuridad de la noche, te acercas silenciosamente
Retirando la oscuridad para despertarme de mis sueños
Retrocedes dejándome al otro lado de la ventana abierta


Y de repente ocurrió, como una explosión de color y brillo, la voz de Chen rasgó la noche con su poderosa entonación. BaekHyun sonrió exageradamente, afinando sus labios y mostrando todos los dientes. El público colapsó sin remedio como ocurría en el circo cuando el domador metís, sin miedo, la mano dentro de la boca del león más fiero. La música se hizo más suave y, de repente, una explosión de color estalló junto con la luz que reveló sus camisetas y zapatos fluorescentes.
Kris se colocó en frente y cogió uno de los micrófonos que Tao le lanzó con una calculada fuerza. El chico comenzó a rapear en chino como si no hubiese mañana, con una energía y fuerza contagiosa. Este era su momento, era la ocasión perfecta para que todos se divirtieran y brillaran ya que se habían cansado de permitir que otros brillasen en lugar de hacerlo juntos. Ahora todos eran grandes astros luminosos en un mismo firmamento.

Yeah, pasando el muy oscuro bosque, una blanca estrella cae sobre el mundo
Era una noche en la que nada especial estaba pasando



“Como esta”, pensó BaekHyun con una sonrisa, moviendo el pie al mismo ritmo que la música. Y es que el foco no iluminaba a una o dos personas, los iluminaba a todos: eran las estrellas que él había obviado. Se cegó con la luz de sí mismo y de otros, olvidando que ellos también eran estrellas. No en vano su nombre era la fusión entre gentlemen y galaxy, ellos eran los Caballeros de la Galaxia. Estaban destinados a brillar y no solo BaekHyun estaba siendo testigo de ello.
Rápido como el viento, Tao giró sobre sí mismo y dio un poderoso salto sobre Xiumin, siguiendo la coreografía y se colocó al lado de Kris, pasando el brazo por los hombros de este.

Es una descabellada historia ahora, pero esta es mi historia
Girl, tú eres como una estrella brillante
Simplemente haz volar mi mente (La Estrella Guía me ilumina)


Y entonces Yixing y Xiumin se adelantaron cantando, el público estaba animado: era una canción con ritmo y sentido, entretenida y eso que ni si quiera habían llegado al estribillo. La luz de los focos parpadeaba continuamente, reflejándose contra las camisetas de los chicos provocando que brillasen de diferentes colores: azul, verde, violeta, rosa, amarillo, naranja.

Ladies and gentlemen
Todos los ojos de deseo son por el brillo que desprendes
Ladies and gentlemen
Tell me about it, shining star


Yixing y Xiumin se apartaron, uno hacia la izquierda y otro a la derecha, dejando paso a un serio Chen. Este miraba al público con anhelo y empatía, se estaba fundiendo con ellos: podía sentir la vibración de sus corazones al mismo ritmo, podía palpar el entusiasmo de los asistentes. Pero él lo único que podía ver era a BaekHyun, sus ojos castaños se posaron en el chico y abrió la boca, continuando con la canción. No en vano había escogido esa parte de la canción para cantarla, nada en esa noche era casual o una obra del destino: él había planeado todo. Había escogido The Star como la canción central porque quería que BaekHyun se diese cuenta de cuánto brillaba y cómo lo cegaba continuamente a pesar de la distancia. Quería demostrarle que no importaban los demás y mucho menos aquellos que no lo aceptaban como era porque se sentían amenazados por su cegadora luz.

Demasiado tiempo, demasiado tiempo, ¿cuánto más lejos voy a tener que caminar?
Puedo ver la mano que soy incapaz de alcanzar
Te doy mi todo
Demasiado tiempo, demasiado tiempo, ¿cuánto más tengo que esperar?
Cierro mis ojos y sueño contigo. Oh no, no quiero despertar


La mirada de Chen seguía entrelazándose con la de BaekHyun, ambos pares de ojos estaban conectados como una pareja de bailarines en medio de su baile sobre el escenario de sus sueños. La pasión y el anhelo brillaba en contraste con los focos, ganando territorio los primeros. BaekHyun pudo notar la desesperación en las palabras de su antiguo compañero de dúo, vio el daño que había causado al separarse de él, de la persona con la que compartía un fuerte lazo.
Kris y Tao se colocaron al lado de Chen, haciéndolo ver aún más pequeño de lo que era y con una amplia sonrisa, pasaron los brazos por sus hombros y comenzaron a rapear sus partes. Una voz más grave que la otra, ambos con el pelo rubio platino, tan diferentes pero iguales a la vez. Chen fue retrocediendo hacia atrás para unirse a la coreografía junto con Luhan, Xiumin y Yixing. Los tres giraban sobre sí mismos, con respiraciones jadeantes y la frente perlada de sudor, pero todos con amplias sonrisas: lo estaban logrando, estaban mostrando su brillo.

Every night you know you always look so fine
You just like a rock star you know how fine you are, yeah
I take you to a secret place drop the shapes and crank the bass
Uh, girl, you know how to play
Come to play with me


BaekHyun no podía evitar entusiasmarse, estaba disfrutando. Todo su cuerpo se estremecía con cada golpe de ritmo y no era el único, no era solo el público o sus amigos, el mundo entero estaba disfrutándolo. Sabía que nadie más que los reunidos en aquella sala podía ver dicho espectáculo tan cálido, pero intuía que el universo estaba siendo testigo de un nuevo inicio: algo estaba naciendo.
Los seis chicos en el escenario giraron sobre sí mismos y se colocaron en una fila en horizontal, todos a la misma altura. Alzaron los brazos, con la mano cerrada en un puño, saltando en el aire mientras se unían en un grito de alegría, sintiéndose como un verdadero grupo. Gentlexy no era solo una agrupación coral, no eran simples desconocidos unidos por su pasión por la música y el baile. Eran una pequeña familia que se apoyaban entre sí. Si uno se caía, los demás volvían sobre sus pasos y lo levantaban; si no podía caminar, lo cogían en peso entre todos; pero nunca, nunca, nadie iba a abandonar a uno de los suyos. Sin embargo, BaekHyun ni si quiera los dejó levantarle, su orgullo y miedo a sí mismo se lo impidió. Rompió con su pequeña familia, dejándolos atrás sin ni si quiera mirarlos de verdad y ver cuánto lo querían.

¿Una noche fría? No. ¿Una noche caliente? ¡Sí!
Solo existo en el mundo para velar por ti
Ladies and gentlemen


La mirada de Chen se clavó dolorosamente en los ojos de BaekHyun, sin embargo, en ellos no había reproche ni odio, simplemente…había cariño, anhelo. El corazón del chico en el público corría veloz y cansado como si compitiese en una carrera de caballos. Sus manos comenzaron a sudar y entreabrió los labios, dejando escapar un pequeño suspiro. Y fue entonces cuando se perdió a sí mismo, navegó por las comisuras de Chen y en sus finos labios estirados, descubriendo El Dorado en sus blanquecinos dientes. 
El aire se le escapó de los pulmones, no podía creer lo que estaba viendo. Pensaba que debería ir al oculista porque le era imposible asimilar lo que sus ojos estaban captando: todos se habían subido las camisetas formando una pequeña frase en unos improvisados carteles hechos con los programas del concurso. Estaban mal pegados con cinta adhesiva e incluso algunos se caían por el sudor de sus cuerpos por la intensa actuación de todos. Pero BaekHyun estaba llorando, sus lágrimas corrían por sus mejillas de una forma aliviada y reconfortante; hacia tanto tiempo que no lloraba de felicidad que sentía miedo por si todo lo que estaba viviendo esa noche fuese un simple sueño como una estrella fugaz. 
ChanYeol ladeó la cabeza, con el ceño fruncido, tratando de leer con dificultad lo que ponían los carteles. Entrecerró los ojos con esfuerzo, no solo su vista era mala sino que su inglés también, así que juntando ambas desventajas le era imposible leer lo que ponía y de sus labios solo escapan unos leves balbuceos hasta que, frustrado, se tiró de su cabello ondulado, rindiéndose cuando oyó la risa burlona de KyungSoo. Este, con una perfecta pronunciación y aun mirando la actuación, leyó lo que ponían los carteles para que ChanYeol no sufriera un paro cardiaco por su frustración. 
—BH, do u want to date me?
BaekHyun no podía apartar la mirada de Chen, no podía despegarla de su sonrisa gatuna y mucho menos al ver lo cargada que estaba de sentimientos. Terminó llorando por el emotivo detalle y riendo por lo patético que eran los carteles improvisados. Seguramente por eso desapareció durante tanto tiempo, negó con la cabeza divertido y se retorció las manos nervioso. Su estómago lo estaba matando por los nervios y la emoción que estaba sintiendo, siempre había sido sensible de este y, sobre todo, cuando algo le provocaba ansiedad ya fuese de forma negativa o positiva. 
Chen lo señaló directamente para enfatizar aún más que, efectivamente, se estaba refiriendo a él. BaekHyun se llevó una mano al pecho mientras se incorporaba lentamente, solo faltaba un pequeño gesto para que se levantara de su asiento y corriese hacia él. El chico sobre el escenario cerró los ojos, alzando el dedo con el que lo señalaba hacia el cielo, añadiendo una aguada y altísima nota en la última estrofa. 

Tell me about it, shining star



Una ola de aplausos estalló contra las paredes del teatro, sacudiendo con un fuerte estruendo todo el lugar, haciendo que los asistentes temblaran de puro entusiasmo. Los seis chicos sobre el escenario dejaron caer las camisetas, tapando por fin aquellos desastrosos carteles y se dieron las manos, agachándose en una agradecida reverencia durante unos segundos. Luego se reincorporaron y el recinto estalló todavía más con miles de aplausos que resonaban por la sala como rápidos rayos en un día de tormenta. 
La presentadora, con sus seductores pasos, volvió a subir al escenario e hizo una reverencia a los chicos, quienes se habían colocado a un lado del escenario en dos filas: con los miembros más bajos delante y los altos detrás. Poco a poco ChaeRin fue llamando a todos los grupos participantes para que los jueces eliminasen hasta que solamente quedasen cinco para poder escoger a los dos semifinalistas, los cuales irían a la ronda final en China. 
El teatro estaba totalmente en silencio, solo se oían los aplausos del público y los gritos de ánimo a los grupos que iban siendo eliminados. ChaeRin les dedicaba palabras de aliento y ánimo, tratando de hacerles ver que no debían rendirse y que lo intentaran el próximo año con energías renovadas. Tras lágrimas y abrazos de consuelo, quedaron los cinco grupos donde estaba el verdadero dilema y de donde saldrían los dos ganadores de dicha ronda. 
Cried Wolf y Gentlexy estaban el uno al lado del otro, los nervios erizaban el vello de sus cuerpos como si fuesen gatos asustados. BaekHyun y Chen se miraban de hito en hito, compartiendo sonrisas cómplices y corazones exaltados: estaban dejando fluir sus sentimientos de forma libre como nunca se habían atrevido a hacerlo.
—¡Y por fin el momento tan esperado! —exclamó la presentadora totalmente emocionada, disfrutando no solo de su momento de fama y atención, sino del propio evento—. ¿Quién queréis que gane? —preguntó alzando el micrófono hacia la multitud mientras estos coreaban los nombres de los cinco grupos, dejando entrever quiénes eran sus favoritos—. Muy bien…el segundo puesto y primer seleccionado de esta noche es para…—Alargó las palabras, estableciendo un punto de tensión y misterio, haciendo que los corazones de todos latiesen como locos para luego ir frenando y casi parando por la ansiedad de saber quién sería el afortunado—, los anfitriones de esta noche: ¡Gentlexy
Rápidamente los chicos se abrazaron entre sí, celebrando su victoria mientras Kris recogía el premio que le tendían al igual que el teatro explotaba en un terremoto de aplausos que movían completamente el piso y las paredes. El sitio tenía vida propia y coronaba a sus dueños como los reyes del mundo aunque hubiesen quedado en segunda posición. BaekHyun no pudo evitar tirarse a los brazos de Tao, felicitándolo a gritos no solo a él si no a los demás. No le dio tiempo de ir a felicitar a Chen porque estaban demasiado lejos el uno del otro, aparte de que ChaeRin trataba de callar a la multitud para poder proceder a nombrar al grupo que estaba en primer lugar.
—Sin más dilación y, sobre todo, para que no les dé un infarto…—dijo alargando una vez más las palabras de nuevo, jugando con los sentimientos de los participantes quienes se quejaron con resoplidos y quejidos. ChaeRin rio divertida y alzó las manos, tratando de calmar los ánimos y carraspeó, logrando retomar la seriedad del momento—. ¡Los ganadores de esta noche son Cried Wolf
Rápidamente los miembros del coro ganador se abrazaron entre sí y gritaron, tomando en brazos a JoonMyun para lanzarlo por los aires, celebrando su victoria. KyungSoo recogió el premio con los ojos llorosos, había cumplido su sueño y encima con sus mejores amigos, Sehun había dejado de lado su móvil y por fin se integraba en la vida, celebrando su victoria como si se hubiera ganado la lotería íntegramente sin que ninguna organización del Estado le descontara algún won. Mientras todos aplaudían y lloraban de alegría, BaekHyun fue deslizándose hacia la parte de atrás del escenario y estiró la mano, tocando unos pequeños dedos. El dueño de estos desvió la mirada hacia él y en cuanto lo reconoció, sonrió ampliamente, estirando completamente sus labios. Chen entrelazó los dedos con los del otro y dio suave apretones a la mano, acariciando esta con el pulgar en toques circulares. 
—¡Felicidades, Baek! 
—Sí —;contestó BaekHyun en el oído del otro, quien alzó una ceja sin entender a qué quería decir exactamente con su respuesta pues no tenía nada que ver con sus palabras anteriores. Al ver que Chen no comprendía ni sospechaba al menos a qué se refería, acabó acercándose a él y posó los labios sobre los ajenos, moviéndolos con una lentitud irreal en una situación frenética y rápida. Era un simple toque de labios, un adiós al pasado y un hola al presente, era una entrada gratis a un futuro lleno de promesas. Cuando BaekHyun se separó no pudo evitar sonreír ampliamente mientras lamía sus labios para catar una vez más el sabor del menor—. Sí quiero ser tu novio. 
Chen no pudo articular ninguna palabra ni si quiera una pregunta ni esbozar la amplia sonrisa que se anudaba en sus labios por salir a la luz, ya que se vio interrumpida de nuevo por los labios desesperados de BaekHyun. El menor, tan solo por unos meses, posó las manos sobre la cintura del otro chico y cerró los ojos, dejándose llevar por la oleada de sensaciones entre las que destacaban el anhelo, la melancolía, pero, sobre todo, la felicidad. 
Su corazón latía como un loco no solamente por el beso sino por todo lo que significaba esa muestra: había cogido a su estrella. Por fin esa estrella fugaz que tantas veces había visto y a la que tantas veces le había pedido el mismo deseo iba a estar permanentemente en su cielo nocturno. 
Un repentino parpadeo de luz los hizo salir de su perfecta burbuja y abrieron ambos los ojos a la vez, pestañeando varias veces, mirando a su alrededor al separarse. Los dos chicos fruncieron el ceño y alzaron los brazos, quejándose con un grito agudo. Eran tal para cual, no podían evitarlo. A su alrededor todos sus amigos rieron ya que habían sido pillados justo cuando habían hecho una foto de recuerdo del reencuentro de ambos amantes. 
Xiumin había sacado la foto con su móvil nuevo, con una gran cámara y notable flash, el culpable de que fueran descubiertos. Rápidamente Luhan y Sehun agarraron a Chen y BaekHyun respectivamente, evitando que pudiesen borrar la foto o, por qué no, romperles el móvil a cada uno como venganza. Entre carcajadas Xiumin pasó la foto por el grupo de Kakao Talk que tenían Gentlexy y, rápidamente, intercambió números con ChanYeol quien la pasó por el respectivo grupal de sus amigos, difundiendo la foto cuanto antes para tener una señal y un recuerdo de cómo sus vidas iban a cambiar a partir de ese momento. No solo BaekHyun había recuperado a sus antiguos amigos sino que todos estaban expandiendo sus círculos de amistad. Esa misma noche nacería un gran lazo entre todos los chicos que se vería reflejado en un nuevo y brillante grupo no solo en Kakao Talk sino como futuro coro al siguiente año:Gentlewolf.

Notas finales:

Espero que les haya gustado ^^ ¡Comenten para saber qué piensan! T.T Saludines <3


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