Él siempre fue una persona solitaria; mientras todos los pequeños del jardín de niños se reunían para jugar él se quedaba en una esquina cerca de la ventana, disfrutando en silencio de la apacible soledad. Odiaba destacar en todo: ser el más atractivo, el mejor de la clase, el más popular, el niño favorito de los maestros; odiaba que todas esas cosas le impidieran recostarse en su mesa sin que algún ruido lo molestase.
Con el tiempo aprendió que si mantenía una actitud hostil hacia el resto de sus compañeros, estos se alejarían de él. Claro, eso no resolvería los problemas que le traían su club de fans acosadoras; pero al menos le daría una media hora de paz y silencio en la escuela.
¿Por qué eres tan frío? Le preguntaban a cada rato y siendo sincero: él mismo no lo comprendía. Simplemente le gustaba estar solo….no, no era eso, él disfrutaba de la compañía de su hermano mayor, de los mimos de su madre y de los escasos momentos que podía compartir con su ocupado padre. Entonces... ¿qué era? Fácil, odiaba las palabras hipócritas, las adulaciones cargadas de envidia de sus compañeros, y sobre todo, a esas seguidoras estúpidas que solo notaban su apariencia. Mejor solo que mal acompañado, se decía con una sonrisa frente al espejo; pero hasta el más prepotente Uchiha necesita a alguien con quién habar de vez en cuando, más aun si solo tiene ocho años.
Ese sería su segundo año en la escuela primaria. Prometía ser aburrido, tedioso, rutinario e improductivo como el anterior. El anciano director repetía las mismas palabras de siempre: le daba sus felicitaciones a los niños de nuevo ingreso y exhortaba a los que llevaban más tiempo a superarse a sí mismos; en fin, un agotador e interminable discurso para después pasar a los salones de clases.
Una vez más se sentaría junto a la ventana, justo en la última fila de la derecha. Esperaba que ninguna fastidiosa se pegara a su lado porque a partir de ese momento todos serían agrupados por parejas.
- Bueno, para evitar quejas y discusiones innecesarias he decidido que los emparejaré según las iniciales de sus apellidos-
-¿Eso que significa Iruka-sensei?-
Mira que son idiotas- pensó- obviamente quiere decir que nos van a sentar con la persona que tenga la misma letra inicial de nuestro apellido- y entonces respiró aliviado: no había nadie en el salón cuyo apellido comenzara con “U”….al menos…por el momento-
- Disculpe que lo moleste- un hombre alto de cabellos plateados irrumpió en el salón- he venido a traer al nuevo del que le hablé-
Ese hombre…de qué me suena- se preguntó observando con curiosidad al profesor mientras se disculpaba por la tardanza…dando excusas sobre algo del camino de la vida- ¡¡¡Ahhh….ya sé!!!- se rascó la nuca con molestia y soltó el aire fastidiado- Ese es el…el nov…la par…el compañero de tío Obito- Si, a pesar de ser un niño inteligente y maduro para su edad, le costaba un poco digerir “ciertos asuntos”… asuntos como las relaciones entre hombres.- ¿Cuál era su nombre?...era algo raro…tío dice que es un espantapájaros fastidioso…-
- Ahh…descuide Hatake-sensei, todos perdemos el tren alguna vez- su profesor sí que era inocente, mira que creerse esa estúpida historia de la anciana, el perro perdido y el tren retrasado-
-No soy tan mayor, por favor, llámeme Kakashi-
Ahhh- contuvo la risa con todas sus fuerzas-a eso se refería tío Obito. Hatake Kakashi “espantapájaros del huerto”. En qué pensaban sus padres cuando escogieron un nombre así…aunque mirándolo bien…le queda de maravilla-
Hubiese continuado perdido en sus pensamientos de no ser por el insoportable sonido del puntero chocando con la pizarra, que evidentemente era una señal de que el maestro quería la atención y silencio de todos sus alumnos.
- ¿Y el pequeño dónde está?-
- Jajajajajaja ¿has escuchado eso Naruto?- desde su sitio pudo notar algo que se removía bruscamente, justo en la puerta.- te ha llamado pequeño-
- ¡¡No soy pequeño dattebayo!!- y en ese instante todos quedaron en silencio.
Una cosa rubia entró, se subió a la mesa de Iruka y los señaló a la clase con su pequeño dedo de color canela.
- ¡¡Yo soy Uzumaki Naruto y seré el mejor de esta escuela ttebayo!!- los ojos azules parecían echar chispas y retar a cada estudiante presente con una decidida mirada-
- ¿Es el nieto de Tsunade-sama cierto? El hijo de Namikaze Minato- preguntó desconcertado el maestro-
-Así es Iruka-sensei, ese pequeño es el hijo del Yondaime. Lamentablemente solo heredó el cabello de su padre…así que tendrá que lidiar con una pequeña copia de Uzumaki Kushina…su madre-
- Esto no será fácil- suspiró el sensei.
Mientras los profesores seguían conversando, esa pequeña cosa rubia con marcas de zorro en las mejillas se iba acercando a él.
- ¿Qué tanto me miras teme?- se quedó a escasos centímetros de su rostro-
- Hmn, pues qué va a ser, lo tonto que eres…dobe-
-¡¡¡¡Tú!!!!- alzó su puño y cuando se disponía a golpearlo vio como era alzado por el cuello de la camisa- Ahhh suéltame Kakashi-sensei…este teme se lo buscó-
- Naruto… ¿quieres que llame a tu mami?-
-¿¿Ah…al…al kyubi?? Jaja…jaja…n…no es necesario dattebayo…puedo comportarme-
No tenía idea de cómo podía contener la risa ante esa escena. Ese tal Naruto era toda furia un momento y después se calmaba sudando frío.
Su mamá debe ser aterradora- se dijo con una sonrisa arrogante que fastidió al rubio- Cualquiera que sea apodado como el zorro demoniaco de nueve colas debe ser aterrador…
- No se peleen niños. Y tú Naruto, saluda a Sasuke, te sentarás con él-
-¿Ehh? ¿¿Con ese teme??- gritó señalándolo.
Qué fastidioso. ¿Acaso no puede hablar sin hacer tanto ruido?
-Siéntate y cállate de una vez…usuratonkachi.-
-Maldito…deja de insultarme.- volvió a lazar el puño y se detuvo en seco ante el carraspeo de Kakashi. Aflojó la presión que le ponía al puño hasta que finalmente le tendió la palma de la mano para que la estrechara. Desvió la mirada mientras inflaba las mejillas y le dijo en un susurro- Uzumaki Naruto, espero que nos llevemos bien-
Sus ojos no daban crédito a lo que veían. El maldito usuratonkachi se mantenía con la cabecita rubia gacha, las mejillas sonrojadas y hacía un tierno puchero en señal de desacuerdo con sus propias acciones. Su cerebro quería explotar. ¿Cómo era posible que encontrara hermosa a esa bola de pelos rubia y fastidiosa?
Dudó por unos momentos. ¿Y si todo el numerito tierno era una trampa para golpearlo?
Naa…ese dobe no podría tocar mi cara ni en un millón de años.
Con su característica aura de superioridad estrechó la mano y le respondió con marcado sarcasmo.
-Uchiha Sasuke, llevémonos bien-
Esperó con ansias que el pequeño zorro estallará y comenzara a insultarle, encontraba muy divertido todo ese conjunto de reacciones exageradas e hiperactivas que parecía caracterizar al Uzumaki; sin embargo, no sucedió. El niño se le quedó viendo con los ojos zafiros como platos y la duda reflejada en el rostro.
-¿Uchiha? Como… ¿Uchiha Itachi?-
- Si, dobe. Uchiha Itachi es mi hermano- arrugó el entrecejo confundido ante la pregunta. ¿ Cómo era que el idiota conocía a su hermano?
-Entonces…tú…tú…-
Habla de una vez usuratonkachi.
Naruto cerró los ojos y le mostró una inmensa sonrisa cargada de felicidad que por alguna razón hizo que su corazón comenzara a acelerarse.
- Tú eres el hijo de la mejor amiga de mamá. Teme…seamos amigos también ttebayo-
- Hmn- asintió aún más confundido.
Hace cinco minutos quería golpear mi cara ¿y ahora quiere ser mi amigo?
Naruto se sentó a su lado y siguió mirándolo con esa estúpida sonrisa de oreja a oreja.
Si sique así se le va a romper la boca.
El maestro aprovechó el repentino silencio para comenzar a ubicar al resto de los niños en sus nuevos lugares. Todos protestaban porque les tocaba con este o con el otro; solo el rubio y el moreno de la última fila de la derecha se quedaban callados…al menos hasta que el Uchiha no pudo contener más la curiosidad y se decidió a aclarar sus dudas.
- Hey dobe, ¿qué fue eso de que tú mamá y la mía son amigas?-
-¡¡Teme!! Deja de decirme dobe ttebayo- se rió internamente ante esas mejillas infladas en un intento fallido de parecer feroz.
Infunde el mismo miedo que un hámster.
-El kyubi y tu mamá fueron amigas de la infancia. Estuvieron juntas desde la primaria hasta la preparatoria; pero después de que tu mamá se casó se mudó de vecindario y la mía se fue del país…así que perdieron contacto. Antes de que naciéramos se reencontraron y mi familia decidió regresar a Japón y…
- Espera un poco…vas demasiado rápido-
-Ah…jajajjaa, es cierto dattebayo- vio cómo se rascaba la nuca con algo de vergüenza y volvía a sonreírle.- La verdad es que…desde que era pequeño…
¡Ja! ¿Desde que era? ¿En qué momento ha dejado de serlo?
-…mamá me contaba de lo mucho que se divertía con su amiga…así que cuando me dijo que ella tenía un hijo de la misma edad que yo decidí que seríamos amigos-
Ahí está esa cara sonriente otra vez, tan solo verla hace que sienta nauseas…pero… tal vez ser amigo de este dobe no sea tan malo…
Y de esa forma comenzaron a conocerse y a acercarse cada vez más. Eran casi polos opuestos, nunca estaban de acuerdo en nada y se la pasan discutiendo hasta por la más insignificante situación; sin embargo admitían que el uno era el complemento del otro y eso hacía que siempre encontraran diversión en la mutua compañía.
Sasuke se sentía a gusto junto a la pequeña cosa rubia con mejillas de hámster. Seguía considerándolo un fastidio…un fastidio que le sacaba carcajadas y le hacía pasar buenos ratos, un fastidio que había logrado lo que nadie más había conseguido: hacer que el solitario niño que miraba la ventana se convirtiera en un estudiante más del salón…en un chico como otro cualquiera.
Naruto, desde un principio, lo había tratado como a su igual. En su mirada azulina no existían rastros de hipocresía o interés. Si se comportaba como un bastardo arrogante se lo decía. No le temía o lo envidiaba como los otros niños y tampoco se rendía a sus pies como las niñas.
…Eres mi mejor amigo Sasuke…
Siempre le decía esas palabras…pero…había algo que lo había molestado desde el primer momento…y que lo seguiría atormentando a lo largo de los próximos años:
Tú eres el hijo de la mejor amiga de mamá…
¿Acaso eso significa que….si no fuera el hijo de la mejor amiga de su madre…nunca nos hubiésemos acercado?
Y desde ese día…el pequeño Uchiha Sasuke, de 10 años de edad, comenzó a albergar en su pecho un irracional sentimiento de rencor hacia su madre…
Continuará…