El camino de vuelta fue de lo más animado. O al menos, por parte de la gente que Natsu había salvado. Hablaban de lo felices que serían de ver a su familia, y de volver a estar todos juntos. Natsu frunció el ceño inconscientemente, mientras seguía andando aún con el mago de hielo en su espalda.
Sentía la respiración de Gray en su cuello, casi detrás de la oreja y eso le alegraba por una parte, porque eso significaba que estaba vivo, aunque fuera a duras penas. Finalmente, el camino se dividía, uno era el camino para el pueblo maldito y otro los llevaría de vuelta a casa.
— ¡Muchas gracias, Natsu-san! —
— ¡Sí! ¡Sin tu ayuda no hubiéramos podido regresar! —
— ¡Esperamos que Gray-san se pueda recuperar! —
Y con eso, su camino se separó. El resto del camino fue un suspiro, ya que ninguno de los dos se atrevía a decir nada.
Finalmente, fue el gato azul quien se atrevió a hablar.
— Ne, Natsu... — Comenzó en un susurro. — ¿Crees que Gray está durmiendo? — Preguntó. Natsu se encogió de hombros.
— No lo sé, Happy. —
— ¿...Crees que Gray va a recuperarse? —
— ...No lo sé. —
El resto del camino fue en un intenso silencio. Natsu sólo escuchaba sus propios pasos y la tranquila respiración de Gray.
— Happy, voy a llevar a Gray por Polyuska-san. Tú ve al gremio y avísales, por favor. — Ordenó, en apenas un susurro.
— Aye...—
Y con eso, su camino se separó. Por lo poco que el peli rosa le había contado, los recuerdos de la gente del gremio sobre Gray habían desaparecido al perder su alma, así que quizás ahora en el gremio se encontraba una mala situación respecto a Gray. Suspiró antes de entrar en Fairy Tail.
— ¡Happy! — Saludó Wendy feliz al verle. Al grito de 'Happy', todos se giraron.
— ¡Estás bien! ¡Qué alegría, Natsu nos dijo que estabas en peligro! — Comentó Lucy con una gran sonrisa.
— ¡Es cierto! ¡También nos dijo sobre Gray, pero suponemos que está bien porque todos recuperamos nuestros recuerdos sobre él! — Explicó Levy realmente feliz. Entonces, fue cuando todo perdió sentido para Happy.
Se suponía que todos habían perdido sus recuerdos cuando Gray había perdido su alma y había pasado a ser aquel ser casi sin vida, que sólo se sabía que estaba vivo gracias a su respiración y su pulso.
Se suponía que Natsu le había devuelto su alma a Gray, pero Gray no había reaccionado. Natsu no sabía por qué, pero todos llegaron a la conclusión que el alma no entró en su cuerpo.
Entonces... ¿Cómo era posible que hubieran recuperado sus recuerdos?
¿Y si el alma si que hubiera entrado realmente y por algún motivo, que sólo Happy y Natsu sabían, Gray no quería volver a vivir?
Eso... No podía ser...
Gray no podía decidir eso...
— ¡Ha-Happy! ¿¡Por qué estás llorando!? —
— ¡Gra-Gray no está bien! ¡Él sigue igual que cuando le quitaron el alma! — Gritó entre sollozos. Makarov se quedó mirando al gato azul con tristeza.
— ¿Dónde está? —
— Na-Natsu le ha llevado con Polyuska-san para ver si puede ayudarle...— Makarov asintió, antes de salir del gremio, camino hacía allí. Lucy y Erza le siguieron, mientras que Lucy abrazaba al pequeño gatito, en un intento de consolarlo.
Polyuska observó una vez más al mago de hielo, observando sus ojos con una luz, donde vio perfectamente como sus ojos estaban completamente opacos. Su pulso estaba normal, al igual que las pulsaciones de su corazón. Aunque si que era cierto que su piel estaba mucho más fría de lo que ya era habitual en él.
Hacía escasos minutos que habían llegado Makarov y otras dos humanas más el exceed aquí, mientras aún estaba analizando lo que estaba mal con el chico. Finalmente salió y vio la cara de preocupación en los humanos, uno de los principales motivos por el cual no los soportaba.
— No puedo saber lo que está mal en él. Quizás simplemente esté inconsciente. — Informó, haciendo que los chicos se preocuparan más.
— ¡Pe-Pero Gray abre y cierra los ojos cuando quiere! ¡Alguien que está desmayado no hace eso! — Debatió Happy con nerviosismo. Polyuska suspiró.
— Entonces, ¿qué demonios sugieres? Ese chico no está bien. — Entonces, fue Natsu quien habló en un hilo de voz.
— ¿Y si... Por algún motivo... Su alma no quisiera volver a él...? — Preguntó. Polyuska levantó una ceja.
— ¿A qué te refieres? —
— A Gray... Le quitaron el alma... Cuando se la regresé, fue con el único que no funcionó... Quizás es el mismo Gray que no quiere que funcione... — Explicó. Lucy, Erza y el maestro miraron a Natsu. Se veía horrible, y un extraño aura de culpabilidad le rodeaba. Happy bajó la cabeza con tristeza, aún sabiendo lo estúpido que había sido Natsu, sabía cuando Natsu quería a Gray, aunque fuera como un amigo. Y ahora, el verle así, le dolía mucho.
— ¿Qué sabéis acerca del método que usó el tipo que le quitó el alma? — Curioseó la doctora. Happy entonces lo explicó, diciendo que tenían un mes para restaurar su alma. — Entonces, si lo que dice Salamander es verdad, lo único que podemos intentar hacer es restaurar el alma del chico. —
— ¿¡Co-Cómo podemos restaurarla!? — Preguntó Erza, exaltada. Polyuska suspiró.
— No tengo ni idea. Es probable que el niño esté así porque algo le está impidiendo volver. Y si no hacéis algo para que vuelva en menos de un mes, quedará en ese estado para siempre. — Explicó como si fuera lo más normal del mundo, asustando a los presentes. Makarov suspiró.
— Bueno, si lo que dice Natsu es cierto, que Gray no se ha recuperado porque él mismo no quiere volver aquí... Tendremos que traerle a la fuerza. — Comentó, con una leve sonrisa. Happy le miró extrañado.
— ¿Y como hacemos que se recupere? —
Makarov sonrió animadamente.
— Si hacemos que se sienta querido y feliz, tratándole con cariño, quizás Gray se encuentre preparado para volver. —
Entonces todos asintieron felices y animados, pensando que aún tenían probabilidades de salvar a su princesa de hielo. Polyuska sonrió levemente, antes de volver a mirar al chico.
— Una cosa más, alguien va a tener que cuidar de él mientras esté así. Tendrá que comer y todo eso... — Explicó suspirando levemente. Todos se quedaron mirando por un momento, pensando cual era la mejor opción.
— Yo lo haré. — Comentó Natsu de manera seria. — Yo cuidaré de él. —
Y entonces, todos asintieron. Porque por alguna razón, todos los allí presentes se imaginaban... Que la razón por la cual Gray había acabado así era por culpa del dragon slayer de fuego.
Y si Gray no conseguía recuperarse... No iban a perdonar a Natsu. Nunca.