-Kuran Rido, juro que te mataré — aseguró el menor desafíando con la mirada al vampiro.
Lo estaré esperando pequeño cazador — acepto gustoso el bicolor, ese niño había despertado por primera vez un verdadero deseo y atracción.
Zero no pudo ni pestañear cuando unos frios labios se posaron de forma violenta sobre los suyos, trató de reclamar el atrevimiento cosa que el mayor aprovecho para profanar la pequeña cavidad.
Te espero ~ — susurro juguetón antes de desaparecer.
¡Maldito cabron! — vociferó cayendo de rodillas, no sabía que cosa le había hecho el mayor pero se sentía débil y sin fuerzas para sostenerse en pie.
Poco después Ichiru Kiryu aceptó la compañía de Shizuka y, unos días más, ocurrió la masacre del Clan Kiryu a manos de la doncella sangrienta dejando como único sobreviviente a Kiryu Zero; desde ese entonces Zero ha ido incrementando su fuerza con tal de destruir a aquel vampiro que hechizo a su hermano; en aquella noche donde la castidad de sus labios se le fue arrebatada.
Zero-Sama, Kaname-Sama se enojara si le ve fuera de los territorios de la Academia — trataba de seguir Aidou al joven pelo largo, era verdad, si Kuran Kaname se enterase que su valiosa pieza había escapado de su cuidado Aidou Hanabusa sería un recordado vampiro por ser el primer nivel B (ya que el joven Zero se llevaba el puesto de nivel A) en hacer que el legendario ancestro Kuran rompiera su protocolo sólo para dar un sermón o peor aún liberar su furia mientras farfullaba una sarta de improperios.
Hanabusa — Zero volteó hacia el joven.
Qué, digo… Dígame Zero-Sama — se apresuró a corregir el rubio nervioso ante las hermosas amatistas del pelo plata.
Zero aseveró su expresión haciendo tragar en seco al pobre rubio, ahora si las había jodido.
El respeto con el que me tratas por el sólo hecho de que hayas descubierto mi naturaleza Sangre pura me da náuseas, te agradecería que por lo menos cuando estamos solos seas el rubio idiota que me tocó cuidar cuando era "Zero el Prefecto-Cazador"— Puntuó el pelo plata, con su mirada tenebrosa sin dejar declinar al rubio.
Como quieras Kiryu-kun — respondió con un mohín, rogando que su líder no se enterase por como se dirigía al pelo plata.
Hmp — Zero retomó su camino con una imperceptible media sonrisa dejando atrás a un aturdido noble ¿acaso Zero le había sonreído como agradecimiento por cumplir su orden?
Ladeo su cabeza saliendo de sus pensamientos — ¿eh? — busco con la mirada al pelo plata — ¡Espera Kiryu-kun! ¡Kaname-Sama se molestara si sales del área! — grito con pánico al ver como Zero saltaba sobre el filo del muro que daba fin al área de los Kuran.
Zero levantó su brazo e hizo una vaga seña de despedida con sus dedos al rubio para luego saltar.
¡Esperame! — pidió dando alcance al ex-prefecto.
Tks — este sólo trono la lengua mientras se detenía.
Aidou le miró fulminante, haciendo que Zero elevara una ceja divertido — ¿ese es el espíritu?— inquirió burlón.
El rubio soltó un suspiro frustrado, al parecer tendrían un largo día — ¿dónde iremos? — preguntó extrañado al ver que no poseían rumbo fijo.
Eh~ acaso el hielo ya congeló tus neuronas — comentó con malicia Zero manteniendo sus manos dentro de sus bolsillos. — no tenemos un rumbo fijo sólo busco un poco de…
Antes de terminar un nivel E se abalanzó hacia ellos, Zero sonrió y rápidamente se colocó tras el nivel E y le destrozó el pecho.
El rubio se dejó caer de rodillas, ni siquiera se había dado cuenta de aquella presencia— hey, sólo fue uno tranquilo — comentó Zero extendiéndole la mano, el rubio la tomó y se reincorporó.
Atento Hanabusa vinen 10 ¿Quieres divertirte?— ofreció señalando con un movimiento de cabeza un callejón.
El rubio sonrió arrogante avanzando — quien acabe con cinco en poco tiempo no paga la cena — indicó.
Zero soltó una risita y desapareció.
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Me debes una cena Hanabusa — comentó con sorna Zero.
No puedo quejarme fue divertido — soltó desinteresado — ¿dónde desea ir mi cita?— inquirió con tono divertido.
Q-Qu-e cosas — balbuceo colorado Zero, viéndose adorable.
Oh… tan digno de un yandere — musito soltando una divertida risita.
Zero le miro asesinamente, acercándose — ups…¡lo siento, pero no me arrepiento! — exclamó entre risas tratando de salvar su vida.
De esta no te salvas, cubito — farfullo Zero antes de seguir al rubio.
Finalmente ambos tras su "cita " decidieron regresar a la academia.
Muchas gracias, Hanabusa — agradeció el peli plata besando levemente su mejilla antes de ingresar a la Academia.
El rubio se sorprendió y luego sonrió, hizo una cómica reverencia a Zero que le siguió el juego.
¿Dónde estuviste Kiryu Zero? — inquirió una voz aterciopelada al ingresar al edificio de la luna.
Zero giró su cuerpo haciendo una pronunciada y graciosa reverencia — Buenas noches Kuran-Sama, siento haber desobedecido — respondió con cinismo imitando a los nobles del mayor— Ahora si me disculpa. — dijo con una sonrisa falsa, se disponía a marcharse cuando sintió un agarre en su muñeca.
Zero —
No te atrevas ni siquiera ha pensarlo, yo sólo estoy aquí por pago, como acordamos seré tu bolsa de sangre sólo una vez; para calentar tu cama tienes a tus sirvientes especiales, así que decide — siseo tensándose.
Kaname lo atrajo a su cuerpo, buscó el cuello del albino — hazlo rápido, luego de esto le pediré a Cross regresar — indicó con tono sombrío y expresión apagada, frunció el ceño al sentir aquellos colmillos penetrar su piel, espero que Kaname saciara su sed, lo brazos formidables del mayor lo rodearon transmitiendo una sensación familiar de… se golpeó mentalmente y se apartó rápido cuando sintió que Kaname terminó de cerrar la herida.
…— Zero quedó estático al elevar la mirada, aquellos orbes borgoña le observaban con infinita tristeza, su pecho se oprimió, la expresión de Kaname hizo que su respiración se cortara; incluso cuando Kaname elevó su mano en un ademán de acariciar su mejilla él se apartó y rápidamente se alejó del lugar.
Confundido, irritado y cansado; pensó en descansar al llegar a su habitación, caminó por los pasillos alejado de los demás dormitorios, sin embargo al llegar a su habitación farfullo miles de maldiciones al ver una bestia amorfa que rápidamente fue aniquilada por una extensión carmín.
¿Qué te sucede? Te comió la lengua el ratón? — inquirió con sorna el bicolor recargandose en el marco de la entrada.
Rido ¿que cojones quieres conmigo?— siseo Zero decapitando una bestia frente a él. — no has tenido suficiente con dejarme tus maravillosas mascotas — refutó.
Oh, lamento decepcionarte pero quién ha dejado este regalo a sido una adorable joven que parece quererte — comentó con sarcasmo ingresando a la habitación.
Ruka…—
Si tal vez lo sea — se mofó.
Bien, ya saludaste ahora regresa por donde has entrado — sugirió el pelo plata, Rido se acercó sonriendo con aquella sensual arrogancia mientras se acercaba invadiendo el espacio personal de Zero, el menor quiso apartar al mayor con toda su fuerza y este lo aprisionó con su cuerpo e inmovilizó sus manos con su diestra y con la otra acarició sus hebras.
Lamento tener que hacer esto… —llamó susurró suavemente al oído del menor — Zero — le sujetó de no caer cuando el cuerpo del albino se desvaneció.
Despierta ya, querida rosa — acomodó en el mueble largo al menor, acarició su rostro y deslizó sus dígitos hasta el cuello, sonrió y se acercó a sus labios con una amplia sonrisa.
Cómo siempre te he dado la bienvenida — poso su mano en la mejilla del menor — nuestro beso sangriento — hizo crecer sus colmillos y tomó aquellos belfos suaves, un hilo de sangre dulce resbaló, sus ojos carmín brillaron y se apartó lamiendo su herida.
Kaname apareció tras ellos, el bicilor ladeo el rostro y sonrió con burla.
Rido, creí que esta vez no ibas a interferir con Zero — comentó Kaname, aquel tono suave y peligroso tan característico de un rey.
No despierta hasta obtenernos, una reina sin duda alguna, no puedo simplemente ignorar aunque quiera — observó al durmiente albino.
Con esto debería ser suficiente para que dejara de odiarte pero… — sus ojos brillaron contentos — realmente me intriga cómo va a tomar el asunto a estas alturas — se giró para enfrentar al oji vino.
Ahora — ambos ojos brillaron con la luz de la majestuosa luna roja — debemos alistar su despertar.
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-Odio los arcoiris -
Tan iguales
-Odio las estrellas -
Tan diferentes
-Porque una vez que aparecen -
Sin embargo, con una sola esencia.
-tienen el poder de atraer incluso la agonía -
=Así que esto es así — sintió su cuerpo buir mientras una serie de sentimientos se tejian para acogerlo ante la inminente caída a causa de que aquella enredadera de dolorosos rosales espinados que lo mantenían dormido.
=Pero aún así, de alguna forma … esta vez, la el vacío es arrollador — sintió su cuerpo ligero, la energía fluía, era cálido, doloroso y a la vez nostálgico.
Sus párpados se abrieron con pereza, sintió de alguna forma haber cambiado, su olor era dulce pero también amargo, sus ojos visualizaron dos siluetas y entonó la mirada.
Aún con esto no piensen que voy a cambiar de opinión, realmente son los más crueles — soltó una risita, cubrió su rostro — este cruel juego no a sido más que un simple capricho, como pequeños críos —
Kaname le tendió una copa — siempre lo hacemos para tener la dicha del primer beso sangriento. — Rido rió recostando su cuerpo para dejar descansar su cabeza en el regazo del menor — bienvenido querido amante —
Veo por qué Kaito, los odiaba tanto a ambos, tú por marcarlo de esa forma — acarició el rostro de Rido — y tú por usarlo —
Kaname le elevó la mirada — aún así deseas verle, cuando te odia — acarició sus labios con los suyos en un roce.
Incluso mi hermano y Shizuka nos aborrecerían — comentó — así que no tiene caso gastar tiempo en ello, me siento un idiota por haber tomado la sangre de Kaname y así no tener que tomar la de mi "hermano".— sentenció soltando un suspiro rendido.
Es nuestro amor por tí pequeña rosa, desde el principio en que nuestras familias, yo me he encargado de regar mi camino con sangre para traer sus cuerpos a costa de inocentes, Kaname por su parte creando una nueva jaula para ti, mientras tú querida rosa, siendo arrebatada y escondida de nuestros ojos.
Digno de una preciosa rosa sangrienta —
La más preciosa —
Y sólo nuestra —
En un principio los herederos del clan de los vampiros Kuran, visitaron por diplomacia al clan plateado Kiryû, tanto Kaname y Rido quedaron enlazados con aquel bello joven, una joya preciada que en un silencioso pacto decidieron compartir.
Son ancestros que desean amar a su rosa, una rosa que crece entre los brotes carmín, pero eso nadie sabía y sólo ellos tres compartían aquel secreto de su retorcido amor.
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