<<Creo que me he enamorado>>
Pensó Shizuo tras leer el último mensaje que le habían mandado en esa conversación que había iniciado algunas semanas atrás.
Nunca le había llamado demasiado la atención eso de las cosas de internet, y le era desesperante que de alguna forma todos fueran demasiado rápidos escribiendo, mientras él estaba preparando la respuesta a una cosa ya le estaban mandando otras diez con diferente temática. Pero allí seguía intentando meterse en ese mundo que estaba devorando al real, por insistencia –totalmente- de Tom, su amigo y jefe. Había hecho algunos amigos que claramente no conocía en la vida real y a Celty que era con quien más platicaba al principio y que al mismo tiempo era la persona de entre todos con los que conversaba, que más rápido escribía. Su seudónimo era Setton y sabía que debía mantenerlo en secreto.
Conoció algunos otros que le agradaron y con los que se mantuvo en contacto frecuentemente (si frecuentemente se le puede llamar a que se enviaban uno o dos mensajes a la semana), otros que no a los que evitaba volver a hablar y uno en particular que detesto con todo su ser sin tener idea de por qué, era Kanra.
En sus días cotidianos, acompañaba a Tom como su guardaespaldas mientras este cobraba algunas deudas con apoyo de su apreciada kouhai Vorona. Eso les llevaba casi todo el día, a veces comían juntos y continuaban con su ronda en la noche. Al principio Tom le preguntaba constantemente si estaba intentando adaptarse a las nuevas tecnologías y Shizuo contestaba con un gruñido de desagrado. Vorona apoyaba la idea de que se inmiscuyera en ese ámbito pues si no lo hacía en algún momento se vería atrapado en la incapacidad de comunicación que se estaba volviendo prácticamente total por medio de esa forma. Y para satisfacer a esas dos personas Shizuo continuó tecleando botoncitos todas las noches. Fue de hecho por Celty que dio un enorme paso en ello. Cuando se lo mencionó ella de inmediato se conectó con él, y luego lo unió a un chat extraño donde conoció a varios tipos raros. Aunque estaba esa presencia que le fastidiaba Kanra allí se mantuvo y poco a poco fue capaz de encontrar por sí mismo otros chats con gente igual de extraña.
Muchas de esas personas aseguraban conocerlo en la vida real a pesar de que había sido muy cuidadoso en no revelar información personal, y que lo atacarían, no les creía pues si eso fuera cierto en verdad no lo intentarían. Otras personas amenazaban con atacar a su familia o intentaban extorsionarlo. Algunas personas le contaban cosas intimas que a él no le importaban y también se encontró a esa gente que le decían que era una maravillosa persona siendo que no era capaz ni de escribir a tiempo su opinión en un foro antes de que cambiara a otro.
Entonces la encontró. En un foro que se supone estaba hablando sobre un accidente de tráfico extraño en Ikebukuro y que de repente cambió a la delincuencia del mundo, hubo una persona que lo notó y le mandó un mensaje privado.
“Parece que no alcanzas a terminar de escribir cuando ya empezaron con otra cosa”
Y eso le había molestado a Shizuo, le estaban echando en cara lo lento que era, pero no podía perder el control, quizá y sólo lo estaba malinterpretando. Lo que le pareció una eternidad después logró mandar una corta respuesta.
“Todos escriben muy rápido”
Cualquiera que fuera la respuesta que Shizuo estaba esperando palideció ante la imagen mental que se hizo de la expresión que podía tener esa persona.
“jeje Tienes razón. Parece que todos estamos demasiado atrapados en este vicio. Pero no te preocupes, yo esperaré lo que sea necesario. Habla conmigo.”
Y así lo hizo. Siempre y cuando no fueran datos personales hablaban de cualquier tema. Y era entretenido porque parecía saber mucho sobre cualquier cosa y Shizuo quedaba asombrado. Incluso le preguntaba a Vorona para que corroborará la información que le daba y se asegurara de no estar siendo víctima de alguna treta. Ella siempre le confirmaba que todo era real.
Hablar con esa persona se terminó convirtiendo en el mejor momento del día de Shizuo. Era alegre y cursi, con sólo su forma de escribir y expresarse podía imaginarse a alguien del tipo que va regalando amor por el mundo y que ve la parte positiva de todo. Shizuo se sentía tentado a contarle algo más personal pero prefería no hacerlo por advertencias de Tom y Vorona.
-Hay muchas personas que fingen ser alguien más para terminar robando tus órganos – le dijo Tom mientras caminaban destinados a cobrar una vez, en dirección a una de las partes más oscuras de un viejo barrio.
-El engaño por internet es una de las principales formas de convencimiento para secuestrar a una persona. – Agregó Vorona - Aumenta a cada momento.
Ese día el gordo deudor había intentado acosar sexualmente a Vorona y ella le había provocado un esguince. Por eso, una enorme cantidad de hombres salieron de quién sabe dónde y Shizuo se encargó de todos para que Vorona no permitiera huir al otro mientras Tom le insistía que no tenía forma de escapar.
Cuando salieron de ese lugar con la deuda saldada Tom le dijo:
-Aunque si se trata de ti no debería haber tanto riesgo.
Ese día llegando a su casa como por instinto abrió su celular y se sentó en el sofá para descansar de su trabajo. Tenía varios mensajes. Su contacto hablaba mucho y mandaba un montón de cosas. Algo le decía a Shizuo que estaba engañándolo pues una persona no puede ser así, pero le agradaba el que sin importar qué estuviera diciendo, si Shizuo empezaba a escribir se detenía hasta que mandara su mensaje. Y fue por un mensaje en particular que decidió sino confiar, al menos si aceptar a esa persona.
“Hoy otra vez no hay nadie en casa así que me tendrás que aguantar toda la noche”
‘Otra vez no hay nadie en casa.’
Vorona le dijo que la mayor parte de las personas que están por completo entregadas a ese tipo de vida virtual se debe a que en su vida real tienen problemas o están desapegados a todos, que las personas intentan escapar de la realidad que les perturba o que no pueden soportar y se auxilian de esa forma buscando personas que están en situaciones similares que los comprendan.
Ambos habían tenido siempre alto cuidado en mantener cualquier cosa que delatara un poco de su vida privada en total secreto y aun así había terminado confesándole eso. Quizá por accidente.
Shizuo no era la persona más deductiva que alguien se pudiese encontrar pero de alguna forma se había dado cuenta de los esfuerzos por ser alguien que en realidad no era de esa persona. Y también notó cuando si lo fue.
“La soledad no me agrada” Le había dicho “Quisiera tener a alguien especial para comer estofado” Y Shizuo supo que eso estaba dicho con total sinceridad. Paulatinamente esa forma de ser se mantuvo y Shizuo se sintió feliz por haber creado esa confianza. Por alguna razón se volvió capaz de descubrir cuando le mentía.
“Dime la verdad” le mandaba Shizuo.
“¿Cómo lo haces?” Solía poner al principio “creo que voy a llorar” confesaba después.
Por todas sus pláticas había descubierto sus gustos y algunos aspectos de su personalidad. Le encantaba conocer cosas nuevas. Le llamaba la atención el comportamiento de las personas. Sentía un enorme aprecio por la humanidad y en el fondo le dolía que no fuera recíproco pero solía ocultarlo. No compartía casa ni tenía amigos íntimos reales. “Yo creo que todos me odian y no puedo cambiarlo” le había dicho. Y aunque había intentado decir que estaba bien así Shizuo le había sacado la verdad “Quiero tener a alguien de verdad que me aprecie” Y así varios aspectos.
Una vez que Shizuo había atravesado esas enormes barreras y había conocido a la persona del interior descubrió a una persona tan hermosa que no pudo evitarlo.
“Estoy caminando de noche. Es aterrador. Siento que cualquiera intentará atacarme en cualquier momento y esa sensación de inseguridad no me gusta. Todo es tu culpa por de pronto volverme tan vulnerable.”
Y entonces lo pensó.
<<Creo que me he enamorado>>