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Sweet detail por ari uchiha

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Notas del fanfic:

<3 Un pequeño detalle. Este lo hice a pedido, no es mucho pero algo es algo. 

Notas del capitulo:

Hoy es el cumpleaños de la cereza, y aunque hubiera querido hacer un one shot donde todos le den duro amor, no pude por tiempo. Este lo hice de golpe para una amiga, así que, espero les guste. 

 

Akashi abrió los ojos lentamente, no recordaba nada. Bueno, no exactamente. Recordaba algo, recordaba que su pareja Furihata le había preparado café, después de beberlo un extraño cansancio le obligó a cerrar los ojos, antes de siquiera entender por qué, ya estaba dormido.


Cuando despertó, no podía moverse. ¿Qué estaba pasando?


Intentó mover sus manos, no pudo. Intentó mover las piernas, igual. Akashi cada vez estaba más y más confundido. Y justo cuando iba a decir algo, escuchó la voz de Kouki.


—¿Estas despierto, Akashi? —preguntó el chico con su usual voz suave.


—Eh… sí, de hecho acabo de despertarme. Uh, Kouki…


—¿Hm? ¿Sucede algo?


Kouki entró en la habitación, lucía normal, como ni nada estuviera pasando. Furihata llevaba un delantal de cocina negro simple; mientras observaba a Akashi con expresión de confusión sostenía un tazón con mescla, incluso sostenía un globo para batir en su mano izquierda. Seijuuro al verle intentó tirar de nuevo, en efecto estaba amarrado. Con una mirada sugestiva que exigía explicaciones Akashi lanzó su pregunta visual.


—¿Hm? ¡Oh, ya entiendo! Lo siento Akashi, pero tienes que esperar, tu regalo aún no está listo —se apresuró Kouki a decir con su sonrisa típica de nerviosismo. Lucía contento.


—Kouki, soy un hombre paciente, ¿era necesario atarme? Con decirme “espera y no mires” era más que suficiente…


—Supongo, sin embargo, es más divertido así.


Akashi le observó, atónito e incrédulo, ¿era en serio?


—Kouki, ¿Acaso te has estado juntando con Kuroko, últimamente?


—Algo así, digamos que le pedí consejo. Y me dijo algo así como “Akashi es muy difícil sorprender, tienes que salir de su esquema de expectativas”, así que eso hice, por eso hoy yo tomaré las riendas.


—¿No sería más normal que yo tome las riendas en MI cumpleaños?


—Obvio, por eso tiene que ser diferente.


De pronto Kouki sonrió, era una sonrisa juguetona. Pocas veces Furihata hacía expresiones picaras o atrevidas, era alguien simplón con un enorme sentido del cuidado por lo que pocas veces dejaba de “jugar a la segura”, siempre tenía cuidado y buscaba no arriesgarse demasiado. Ese día, parecía que estaba buscando hacer todo lo contrario. Akashi nunca esperó algo así de él, así que, en efecto, se había salido de su esquema.


—Oh bueno, creo que no puedo esperar. Feliz cumpleaños, Akashi.


Kouki se aproximó a la cama donde Akashi descansaba atado. Se sentó en la cama y se inclinó para darle un suave y tierno beso en los belfos a su adorada pareja. Seijuuro disfrutó del beso, había sido suave y tenía un ligero gusto a chocolate, posiblemente Furihata estaba horneando algo que llevaba chocolate. El olor de la mescla que sostenía aun el castaño le dio una clara señal de que estaba en lo correcto, aquello era chocolate fundido.


—¿Este es mi regalo? ¿Atarme a la cama y hacerme un pastel? Bueno, es original —comentó Akashi burlón.


Kouki hizo un ligero puchero.


—No, ese no es tu regalo.


—¿No hay pastel?


—Sí lo hay, pero no como el que tú crees. Tú serás pastel.


—Eh… Kouki, estoy muy, muy, muy, muy, muy seguro de que así no es como funciona. Hoy es MI cumpleaños así que por lo tanto tu deberías ser el pastel  yo comerte, así es como funciona.


—Hm, sí, yo también pensé lo mismo al inicio —coincidió Kouki mientras se quitaba el mandil de cocina—. Pero, luego pensé, ¿no es eso muy predecible? Creo que es mejor ser poco convencional. ¡Ah! ¡Pero no te preocupes, sin duda lo disfrutaremos por igual!


Akashi puso cara de “lo dudo, lo dudo hasta con el ultimo de mis cabellos.”


Kouki empezó a desvestir al pelirrojo, dejó su pecho expuesto. Su torso era una delicia visual, sin duda estaba en forma y bien definido. Cuando Furihata deslizó la yema de sus dedos sobre el abdomen de Akashi sintió un extraño calor, estaba emocionándose, quizá más de la cuenta.


Luego, con el dedo, Kouki tomó chocolate y lo esparció poco a poco vigilando no poner demasiado, no quería ensuciar la cama, al menos no con chocolate.


—K-Kouki… me hace cosquillas.


—Sólo espera un poco, me siento artístico el día de hoy.


Kouki calló a su novio a besos, más que nada porque sintió la urgencia de besarlo. Tener al componente dominante de la relación, ósea Akashi, atado y con un leve rubor en sus mejillas era demasiado bueno, era casi una fantasía.


—Kouki, por favor… duele —suplicó Akashi con poco aire luego de una larga y deliciosa sesión de besuqueo.


—¿Las manos? ¿Te até con mucha fuerza?


—No… no es eso. Abajo, mi pantalón está matándome.


Furihata dirigió una mirada curiosa a la zona baja del pelirrojo y descubrió que, en efecto, estaba duro. Kouki sonrió para sí, aquello debía ser obra de los afrodisiacos. No es que fuera malo besando o que dudara de sus propias habilidades para complacer al pelirrojo, pero según testimonios de la impresionante sombra de Seirin, un afrodisiaco nunca está de más, e incluso puede volver una noche buena en una grandiosa.


—Me haré cargo de eso —aseguró Furihata.


Y dicho y hecho, Kouki le dio una larga felación al pelirrojo. Akashi gemía enloquecido, no comprendía que le pasaba a su cuerpo, lo sentía más sensible y caliente que de costumbre. No pasó mucho antes de que Akashi terminara y se corriera en la boca de su novio quien tuvo que tragarse la semilla del cumpleañero, no le daba tiempo de ir al baño a escupirla. Kouki observó el rostro de Akashi, estaba rojo de vergüenza. Sin duda Seijuuro era absoluto, pero las cosas sucias y el sexo eran un terreno que no manejaba del todo así que, por lo menos en eso, Kouki y él estaban parejos.


“Estoy perdiendo el control… —pensó Kouki—. Supongo que… por hoy está bien”


Sin mucho que decir Kouki procedió a lamer el chocolate que había distribuido tan ‘artísticamente’. Seijuuro exhaló con placer, era desesperante para él no poder moverse a su gusto, pero una parte suya gozaba de ser tomado así, de improvisto y contra su voluntad… ok, tal vez no contra su voluntad, pero de improvisto y sin su exacto permiso.


—¿Se siente bien?


—¡Ah! Se siente bien… demasiado bien, más Kouki, hazlo más… —ordenó/rogó, (sonaba como ambas cosas) el deseoso Akashi.


Furihata obedeció y procedió a darle todos los mimos que el cumpleañero deseara.


—Akashi… vamos a disfrutar de tu regalo toda la noche…


Furihata apagó su celular y el del pelirrojo, luego procedió a desvestirse. Akashi solo sabía una cosa, y esa era, que definitivamente esa noche no iba a dormir.



A la mañana siguiente, Akashi no sentía ni su alma. Pero, estaba satisfecho, muy, muy, muy, muy satisfecho. ¿Era posible estar TAN feliz y satisfecho? Definitivamente su novio le había dado un gran regalo de cumpleaños, lo único malo era que las caderas le dolían hasta la muerte. Eso sí, Kouki por lo visto no paraba de mejorar. Eso de que la práctica hace al maestro se estaba volviendo algo muy peligroso.


Akashi se removió en la cama pero pronto Kouki le abrazó para regresarle a la comunidad de su nido de amor. Le llenó de besos y acarició su espalda baja.


—¿Duele mucho? Ayer creo que me excedí.


—Hm… un poco, pero… está bien, me gustó.


Akashi volteó donde Furihata y ambos se besaron. Ambos se sonrojaron al verse a los ojos, sin duda el día anterior había sido interesante.


—Sin duda fue un regalo de cumpleaños original.


—También te compré un pastel, mentí sobre eso ayer, pero creo que no tuvimos tiempo de comerlo. Ah, y una corbata, esa que vimos el otro día.


—Gracias, eres muy dulce.


Compartieron un beso más, y luego otro beso más.


—Te  mereces el mejor cumpleaños de todos, Akashi.


—Te quiero, Kouki.


—Y yo a ti.


 

Notas finales:

<3 Nos leemos <3 Feliz cumpleaños a nuestra cereza absoluta. 


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