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Nunca lo imagine por AnonimoHarui

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Notas del capitulo:

OooOooolaaa como estan hermosos lectores!! Espero me disculpen que les haya hecho esperar es que... bueno, la verdad fue solo un corte de luz, el resto es trabajo y estudio jejeje, bueno eso no importa, no los aburrire con mi vida :'v

Respondi a todos sus comentarios!! :D asi que leanlos jajaja


Como bien vieron, ya va el cap 4, no se cuantos capis seran, pero tratare que sea corto, no como Mi amado brabucon jajaja, eso si se paso... a menos que... ¬w¬ jajajaja, no se vere xD

Sin mas, a leer se ha dicho, al leer puse sorpresitas, espero se diviertan :D

Capitulo 4. Problemas y situaciones.

 

 

 

Ya había pasado una semana de este accidente. Se podrían decir que las cosas… siguen igual… casi… bueno… la verdad…

- ¿Eh? – Dijo Yamamoto con una sonrisa confusa y anonadada.

- Que ¿Por qué estas comiendo lo que esas golfas te dieron? – Dijo un enojado Gokudera.

- Eh, bueno… porque… - Aun no se acostumbraba a los arranques de celos que sufría Gokudera por esa maldita poción.

- ¡Responde idiota! – Exasperado y con los brazos en jarra.

- Bueno, Gokudera, ellas se esforzaron en hacerme esto para mí, no podía decirles que no – Dijo con una sonrisa nerviosa nuestro jugador.

- Si que tienes suerte Yamamoto, siempre recibes un presente de las chicas – Dijo con una sonrisa Tsuna que sin querer hizo que el peliplateado miraba mas encabronado al moreno.

- Jeje, bueno es que… - Viendo que el aura amenazante no cesaba – Como ellas hicieron esto para mí con sus sentimientos de amistad – Sonrió con calidez – No podría rechazar algo así que viene del corazón de otra persona – Y miro con una sonrisa al ojijade que sintió que su corazón latía muy rápido.

- Idiota, eres demasiado amable – Aparto la cara para que no se vea su sonrojo.

- Jejeje – Sonrió algo nervioso por la reacción de Gokudera, como siempre, no lo tragaba.

- Ósea… - Tsuna murmuro llamando la atención de sus amigos – Ósea ¿Qué la comida hecha por uno mismo alegra el corazón de otro? – Dijo Tsuna con un brillo. No había habido ningún progreso con Hibari, este siempre lo echaba como basura o lo ignoraba o se perdía por quien sabe donde que no volvía a verlo.

- Bueno, no sé si a ese punto en todos, pero a mí me alegra, es un lindo detalle – Dijo sonriendo a lo grande. Gokudera abrió los ojos pensando en algo.

- Ya veo… - Dijo pensativo comiendo un poco más de su bento. A todo esto, estaban cerca de las chancas de futbol. Miro su comida, hecha con amor de su mama, y la verdad con solo saberlo lo ponía de buen humor. Tal vez Yamamoto tenga razón, no siempre es la misma reacción para todos, pero… siempre el resultado es positivo, aunque te lo acepte la otra parte por compromiso o lastima. Algo era algo y debía esforzarse más, acosar a Hibari no servía para nada, y ni siguiera era acoso, el prefecto se iba a todas partes.

- ¿En qué piensa Judaime? – Dijo el peliplateado comiendo un poco más de su pan.

- ¿Eh? – Mirando a Gokudera, por sucesos de muchas cosas, mas su atención para con el azabache, aun no le daba los ánimos que le dio Reborn, así que vería cuando dárselos porque Gokudera lo estaba llevando bien, al menos eso parecía. – En nada importante, jeje – Llevándose un rollo de huevo a la boca.

- No diga eso, todo lo que piense es importante – Dijo con una sonrisa amistosa, Tsuna sonrió algo nervioso, aunque alegre de que el italiano lo aprecie tanto.

Yamamoto sonrió, cuando Tsuna estaba entonces todo parecía como siempre, salvo una que otra cosa por parte del guardián de la tormenta, todo estaba bien, ojala Shamal encontrara rápido esa cura para que todo vuelva a ser como antes. Donde podía hablar con Hayato sin sentirse incomodo, alarmado y atosigado por el supuesto amor de este. Sería lindo volver a esa época, deseaba que pronto así fuera, no echaría de menos nada de eso del “amor” después.

Estaban terminando el almuerzo cuando alguien se les acerco. Tsuna al verlo sonrió.

- Enma-kun – El pelirrojo sonrió amable y tímido. Este sabia de la situación de Tsuna, ya que Enma era alguien de confianza Yamamoto le conto y este no le ha dicho a nadie nada, ni siguiera a Adelheid. Enma había pedido otra vez ser un alumno de intercambio, estaría junto con P. Shitt y Koyo Aoba, con ellos, la escuela estaba más loca que antes, pese a que Tsuna se agotaba mas por tantos disparates, era feliz de tener a su mejor amigo ahí.

- ¿Cómo están? – Mirando a Yamamoto quien era escudriñado con la mirada del peliplateado.

- ¿Cómo crees que estoy? Jeje – Dijo algo atosigado.

- Pues lo haces bien – Sonrió amistoso, sabía que metió la pata pero el beisbolista lo llevaba bien, quien le preocupaba era Tsuna.

- Tsuna-kun ¿Cómo estás? – El castaño sonrió.

- No muy bien, no ha habido mucho progreso – Suspiro. Enma preguntaba mas por las veces que el castaño se lastimo siguiendo al prefecto o intentándolo, si no era por el mismo era por otros quienes se metían con el por actuar raro, más de lo normal, ya había un rumor que decir “Dame-Tsuna es el perro de Hibari-san”

- Tsuna-kun, ¿No crees que deberías…?

 - No – Dijo determinado – No me rendiré – Sus ojos brillaron – Se que si me esfuerzo Hibari-san puede llegar a quererme – Se sonrojo un poco con sus propias palabras. Comió lo que quedaba y se levanto. – Gracias, me voy antes, veré si le alcanzo – Y sin más se fue como correcaminos.

- Me preocupa – Murmuro un poco cohibido.

- A mi igual – Takeshi compartió su opinión. – Hibari es una persona difícil y distante, sé que no lastimara a Tsuna, pero sé que también lo hará… de otra manera – Bajo la cabeza, ¿Hibari podría ser así de cruel? No estaba 100% seguro y esperaba equivocarse, un corazón roto es desastroso y más si era de Tsuna quien sentía todo muy intensificado, jamás volvería a latir igual.

- No se preocupen par de inútiles – Comento Hayato de lo más tranquilo comiéndose un poco más de su pan y cerro sus ojos al masticar.

- ¿Gokudera? – Yamamoto no comprendió lo que quiso decir este ni que decir del pelirrojo.

- Que dejen de complicarse sus cabezas carentes de neuronas – Tomando algo de agua. Miro seriamente a ambos – Judaime no es alguien que se deje vencer así de simple. Yo confió en que lograra acercarse al bastardo de Hibari, no por nada, es él – Sonrió con calma seguro de sus palabras – Ustedes deberían hacer lo mismo.

- Gokudera… - Sabía que el amante de explosivos admiraba y confiaba en Tsuna, pero nunca pensó que hasta era capaz de demostrar que más que eso, le tenía cariño y confianza más allá de la razón de la cual el siempre se jactaba.

- ¿Qué? – Dijo el chico frunciendo el cejo y sintiéndose nervioso de la intensa mirada del beisbolista.

- Jaja. Nada – Le paso el brazo por lo hombros – Me alegra ver que tienes sentimientos los cuales expresas como alguien normal de vez en cuando, jeje – Y le palmeo la espalda amistosamente.

- Maldito – Apretó el puño sonrojado por el enojo de las palabras del más alto y por la vergüenza, no solo de dejarlo en ridículo sino también por su cercanía. Yamamoto lo noto y se alejo, había actuado sin pensar olvidándose del… “problema” que sufría su amigo. - ¿Y ahora porque te alejas? ¡¿Acaso soy una peste?! – Tomándolo del cuello.

- No, no, jeje, solo que…

- Jeje – Enma sonrió al ver lo bien que se llevaba.

- ¡Te encontré Gokudera-kun! – Llego P. Shitt en un en medio de dos aros entrelazados que la giraban al moverse como rueda – P. Shitt quiere jugar con el UMA Gokudera-kun – Y empezó a ir a carrera contra el peliplateado.

- ¡Maldita sea, debo irme! – Se fue cagando leches antes de que la UMA falsa le atrape y le pase lo que al perico.

- Uff, a salvo – Suspiro Takeshi aliviado.

***---***---***

Tsuna caminaba a paso rápido buscando con la mirada al azabache que le acelera el corazón, pero hasta ahora no ha podido localizarlo. Siempre era lo mismo, pero ya buscaría la forma de que la situación cambiara. Se sonrojo repentinamente al imaginarse a Hibari y a él abrazados. Negó rojo como crayón, era obvio que eso era mucho pedir, pero nada cuesta soñar, pero siendo Hibari el protagonista, temía que el verdadero lo descubriera y le diera una paliza.

Tan avergonzado iba que no se dio cuenta que una nube de humo y pasos fuertes venían a toda carrera hacia el llevándose puesto todo lo que el viento arrastraba con ellos. Cuando lo sintió fue tarde, esa masa de polvo lo derribo por completo mandándolo a volar y se estrello contra el muro de cara. Se deslizo por la pared, con su pobre rostro, y toco piso en una pose extraña.

- ¿Qué… será… lo que… me mato? – Dijo con heridas en el rostro y expresión cuadrada.

- ¡Sawada! – Escucho que lo llamaban.

- Ryohei-oniisan ¿Qué es lo que pasa? – Sobándose el rostro con pena.

- Lamento eso Sawada – Exclamaba el albino. - ¡Pero este idiota de las hojas de colores no entiende cual es su lugar! – Señalando a Koyo.

- ¡¿Qué te atreviste a decirme boxeador de cuarta?! ¡¿Quieres morir?! – Tomando sus lentes en amenaza de quítaselos.

- ¡Cuando quieras! – Golpeando su puño en su palma encabronado, y porque no, emocionado.

- ¿Eh…? Chicos no… - Tsuna quería tranquilizar la cotidiana competencia pero era inútil.

- ¡Veremos quién es el mejor al terminar el reto! – Exclamo el de lentes.

- ¡El quien se recorra cada centímetro de la escuela en menos tiempo! – Aclaro Ryohei animándose.

- ¡Y YO GANARE! – Vociferaron juntos. - ¡¡EXTREMO!!/¡¡AL FINAL!! – Y salieron disparados otra vez.

Tsuna se quedo ahí con la boca abierta y la mano tendida con un ligero tic. No podía hacer nada cuando esos dos se encontraban, ambos querían mostrar quien era el mejor boxeador. Era como tratar de separar a dos perros, aunque eso no lo desanima de que un día ellos si pararan con esas competencias. Negó un poco.

- ¿Debería ya acostumbrarme, no? – Resignado.

- Error Dame-Tsuna.

- ¡¿Reborn?! – Se sobresalto viendo por donde venia la voz.

- Un jefe de verdad no se resigna, remedia la situación ¿Cuándo te entrara eso en la cabeza? – Dijo el bebe quien a todo esto, estaba disfrazado de lámpara de techo, una muy mala ya que era roja y de papel. (La linterna redonda japonesa)

- Bue-Bueno, no es como si pudiera hacer mucho con la efusividad de Ryohei (-_-U) – Algo desganado.

- ¡Segundo error! – Dándole un golpe con un abanico.

- ¡Ite! – Sobándose la cabeza.

- Un jefe jamás le prohíbe a sus hombres que no hagan lo suyo, es más, los alienta poniendo limites – Tsuna parpadeo.

- Pero… es lo mismo.

- ¡Tercer error! – Volviéndolo a pegar. - ¡Jamás me contradigas! – Sonriendo de una manera que Tsuna le pareció maligna. - ¿Algo que decir?

- No, tienes toda la razón – Tembló por su vida al no querer recibir otro golpe.

- Bien dicho – Sonrió con sorna – Ahora volviendo a la plática ¿Qué es lo que cenaremos hoy? – Pregunto inocente. Tsuna parpadeo desconcertado…

- Pero… eso no es…

- ¡Que no me contradigas! – Volvió a golpearlo y esta vez Tsuna cayó al piso llorando cascadas.

- Eres cruel – Rezando a una deidad por compasión.

- Hm, como sea ¿A dónde ibas con tanta emoción? – Tsuna se sonrojo aun en el piso.

- Etto… iba…- Comenzó a jugar un poco con sus manos, Reborn no estaba muy de acuerdo que se la pasara en su mayoría del tiempo con Hibari, decía que eso lo distraía de sus obligaciones.

- ¿Sabes que no puedes mentirme, verdad Tsuna? – Mirándolo serio, Tsuna trago.

- No te miento, ni siguiera te dije algo – Sudando y sintiendo su piel de gallina.

- Tu silencio me dice que buscabas a Hibari ¿Me equivoco? – Comenzando a dar vueltas lentamente alrededor del castaño.

- N-No lo haces – Temiendo lo peor.

- ¡Dame-Tsuna deja de perder tiempo! – Le encaro – Mientras tú andas como colegiala enamorada, Nono me ha estado preguntando sobre la ceremonia, me ha atosigado con tu progreso ¿Qué quieres que le diga? Que el Decimo Vóngola no ha progresado en nada porque anda tras los pantalones de uno de sus guardianes -  Tsuna se sonrojo agradeciendo que no había nadie en los pasillos.

- ¡Reborn! – Muy avergonzado.

- Momento de tensión, entiende mi situación – De la nada ahora Reborn estaba tomando un café en un sillón azul sobre el borde de la ventana.

- …- No iba a decirle nada sobre su actitud – Reborn – Pero si le comentaría lo de siempre – Solo hago lo que mi corazón pide, quiere, anhela estar con Hibari-san, cada minuto lejos de él duele y me pone triste no saber como esta y eso… no sé cómo explicarlo, pero estoy… me gusta Hibari-san y quiero estar con él – Le miro decidido – Además, tú me dijiste que no desistiera de mis sentimientos y también que siempre siguiera mis propósitos si era lo que deseaba, así que… iré a buscarlo – Y sin más se fue porque ya iba a terminar el receso.

- Hibari está en su despacho, hace un momento llego – Tsuna volteo sorprendido y sonrió agradecido para ir hacia la oficina del ojiazul. – Maldito chantaje emocional el tuyo – Refunfuño el de patillas.

***---***---***

Volvió de hacer sus recorridas y tareas externas pendientes, ahora solo le quedaba hacer algunos papeleos y algo de tarea para poder irse a dormir un poco o comer algo. Miro sus hojas y comenzó a leerlas tranquilamente. Hibird estaba recostado en una almohadita verde opaco en el sofá mientras su amo trabajaba y Roll hacia lo mismo solo que en otra de color blanco. Todo estaba tranquilo, como a él le gustaba. Toda la semana tuvo que ingeniárselas para perder de vista al molesto herbívoro de Sawada, no es que fuera un cobarde ya que no era su estilo evitar, pero estado en el estado que estaba ese animal débil, le parecía una pérdida de tiempo golpearlo. Lo hizo un par de veces pero el castaño volvía y volvía y seguía volviendo y desistió del asunto porque era aburrido, ahora solo quedaba perderlo o ignorarlo, lo cual le resultaba completamente sencillo, no le interesaba para nada la existencia de Tsuna a menos que este se recuperara y batallara con él.

También durante la semana había sentido la presencia de un intruso, siempre estaba ahí, bah, no siempre, pero frecuentemente lo estaba y comenzaba a irritarlo ¿Quién era el maldito que quería meterse con él y su escuela? Por culpa de esa identidad no había podido asistir a “la recolección” de ingresos del último festival y el que se aproximaba seria igual por ese herbívoro anónimo.

- “¿Qué es lo que buscas?” – Pensó en una pose seria recargando los codos en el escritorio y las manos entrelazadas – “¿Qué es lo que esperas? ¿Mostraras ya tu cara para que te la parta?” – Bufo un poco, tanto estrés le haría mal a su salud. Tal vez luego se vaya por ahí, un lugar tranquilo y lejos de la multitud le haría relajarse. Sus pensamientos relajantes se fueron al traste cuando escucho la puerta, sin siquiera preguntar ya sabía quién era, por lo cual no respondió.

- Ano, Hibari-san, soy yo – Dijo Tsuna con una sonrisa nerviosa tras la puerta. El azabache solo seguía leyendo como si nada – Yo… quería visitarlo ¿Podría pasar? – Esperanzado. Hibari seguía como si nada. Tsuna comenzaba a entristecer – No lo molestare, así que… - Bajo la cabeza – Prometo no hacer ruido, solo… quiero estar con usted hasta que suene la campana – Murmuro un poco alto. Los minutos pasaban silenciosos y lentos, el ojichocolate quería llorar pero se lo trago y se quedo ahí, al menos… estarían cerca.

La puerta abriéndose abruptamente lo sorprendió. Frente a él estaba Hibari quien le miraba fijo, Tsuna tenía lagrimillas pero ahora sus ojos brillaban al ver al prefecto, fueron ahora segundos largos, en los que el que estaba embelesado. Justo sonó la campana.

- Ve a clases – Y cerró la puerta. Tsuna parpadeo y pese a eso, se sintió muy satisfecho y alegre. Hibari le había abierto, aunque sea para echarlo, últimamente lo dejaba siempre esperando afuera, incluso hasta  abandonaba la sala sin que él lo supiera sino hasta tarde, pero ahora… podía notar que había un pequeño, un minúsculo progreso. Muy feliz y sonrosado se fue a clases.

***---***---***

- Tsuna-nii está de buen humor hoy – Dijo Futa comiendo un poco de pudin. Era hora de la merienda y también los acompañaba el castaño con una resplandeciente aura. - ¿Paso algo bueno hoy en la escuela? – El joven al oír lo dicho por el menor sonrió nervioso y alzo la mano en signo de negar.

- No, no ha pasado nada importante, ni tampoco estoy diferente. – Comiendo un poco más de su pudin.

- I-pin nota algo diferente en ti, es como… un color rosa – Dijo analizando con una sonrisa a Tsuna.

- Jeje, no I-pin, te aseguro que no es nada – Sonrió.

- Es amor – Dijo sin más Bianchi. Tsuna respingo y la miro con una expresión asustado – No trates de objetarme, es más que obvio para mí – Le miro comiendo un poco del postre – Soy una experta en ese tema – Colocando una mano en su mejilla sonrosándose al pensar en Reborn durmiendo.

- ¿Tsuna-nii está enamorado? – Se sorprendió Futa, de saber que el castaño le gustaba alguien lo tenía en cuenta, pero enamorarse a ese grado de poder ver ese cambio radical ¿Seria de la misma persona? Eso se preguntaba.

- ¡Para nada! – Agito las manos – Bueno, no es que… no sé cómo decirlo pero… ¡No me presionen! – Se altero al verse sin salida.

- ¡Sawada Tsunayoshi! – Bianchi se levanto de la mesa con fuerza y enojada - ¡Negar el amor es el pecado más grande que puede haber en este mundo y que haces! – Tsuna parpadeo muchas veces. – No solo niegas tus sentimientos a esa persona – Le miro desafiante - ¡También niegas la completa existencia de tus lazos y su vida! – Los ojos del castaño se abrieron muy grandes ante esa revelación.

- ¿Co-Cómo?

- Una persona que niega su amor por otra, no solo esconde sus sentimientos. También hace que todas las cosas que vivió y vive con aquella persona, no valieran nada, que nunca existieron como para que no haya ni un sentimiento de por medio – Le apunto y ensombreció su mirada – En conclusión, estas queriendo de poco a poco, borrar a esa persona de tu vida – Tsuna se alarmo.

- ¿No crees que lo exageras? – Algo preocupado.

- Si uno de tus amigos te dijera que no lo son ¿Cómo te sentirías? – Le reto a contestar.

- ¿Eh? – En ese momento vio como Gokudera, Yamamoto, Ryohei, Enma, Dino, todos, le decían “No somos amigos” y se sintió destrozado. Al pesar en eso, pensó con angustia… que todo lo que vivieron juntos, no les significo nada. Comprendía ahora un poco mejor. – Muy vacio, sentiría una gran tristeza…

- Lamento haberte hecho pensar así, pero no niegues tus sentimientos, acéptalos porque… ¿Cómo quieres que esa persona acepte tus sentimientos si tu no lo haces frente a otros o a ti mismo? – Tsuna sintió que aquellas palabras se le grabaría como mandamiento en la memoria, sonrió.

- Gracias, Bianchi – La mujer sonrió. Tsuna se dispuso a seguir comiendo cuando noto que su postre desapareció - ¿Eh? ¿Y mi pudin?

- JAJA – El niño vaca rio mostrando en sus manos el pudin de Tsuna.

- ¡Lambo! – Le regaño.

- Jaja, eso te pasa por distraído, ahora esto le pertenece a Lambo-san – Le saco la lengua mientras estiraba la piel baja de su ojito hacia abajo como burla.

- ¡Lambo, devuélvele su pudin a Tsuna! – I-pin comenzó a perseguir al ojiverde.

- ¡Nunca! Jaja – Y salió corriendo.

- ¡Lambo, dámelo! – Tsuna e I-pin perseguían al bovino por la casa, mientras los demás seguían comiendo tranquilos.

- Ara ara, veo que se divierten mucho – Sonrió Nana viendo lo energéticos que eran los niños.

***---***---***

Pasaba de página en página, miraba los videos y anotaba cada paso, consejo o acto importante por minúsculo que fuera el detalle. Pero aun haciendo todo eso, no se animaba a arriesgarse, ya una vez lo hizo creyendo que lo haría bien al ser lógica, pero se equivocó y le exploto en la cara, no quería arriesgarse de nuevo, quería que esta vez le saliera bien y esta vez poner sus sentimientos.

- Esto es una tontería – Dijo lanzando la revista y tirándose sobre el sofá.

Nada, no podía con eso. Si lo pensaba mejor, su hermana tampoco puede ¿Qué le hizo pensar que el sí? Bueno, al menos lo suyo no mataba a nadie… solo que no tenia absolutamente nada de práctica.

Todo esto era por el estúpido de Yamamoto. En esa semana no había progresado para nada en nada, tampoco es como si él fuera un lambiscón con esas zorras y lo llenara de corazones y regalos, que asco, el no iba a ser así… pero…

“No podría rechazar algo así que viene del corazón de una persona”

Eso había dicho el idiota aquel, como si quisiera ser cool, maldito desgraciado. Ahora el se comía la cabeza con eso y pensaba, no seriamente, pero si le rondaba la cabeza cada 10x6 el hacerle algo a Yamamoto… y que él lo aceptara y le sonriera y tal vez… le dejaría… acercarse más a él… como un… abrazo.

- ¡Que no soy niña! – Oculto su cabeza en el cojín y golpeaba el sillón frustrado de sus pensamientos de fresita. Alzo un poquito el rostro y apretó la almohada en sus manos. Se sentía tan tonto, él ahí comprando cada revista, libro y viendo cada video y leyendo consejos de blogs para el idiota ese amante del beisbol ¿Dónde quedo su orgullo? Era tan frustrante ver cuánto ese zopenco le tenía idiotizado. Se sonrojo… no era justo… ¿Por qué él lo amaba de esa manera… y el no? Se entristeció un poco, era algo doloroso, por no decir mucho, que ese idiota no lo tomara en cuenta como algo más – Idiota – Murmuro.

¿Qué mas hacer? ¿Qué tenía que hacer para que Yamamoto lo quisiera un poco más? ¿Cocinarle? Por supuesto que no, no lo admitiría abiertamente, pero temía meter la pata y hacer explotar su departamento o indigestar al moreno. Pero… no hallaba nada mas con lo que pudiera empezar ¿Cómo lo estaría haciendo su decimo? El sabía también que lo pasaba mal, el bastardo de Hibari osaba ignorarlo, dejarlo plantado fuera de su oficina, desaparecer y rebajarlo con esa mirada de engreído. Al menos por su bien, sino le volaba la peluca, lo dejo de golpear, eran solo uno o dos golpes, pero con que ya le haya levantado la mano era intolerable. Aun así, su decimo lo amaba, y lo buscaba, no se rendía y apostaba a que el estaba pensando en lo mismo que el, cocinarle a la persona que le gustaba.

- Si Judaime se esfuerza, yo también debo hacerlo – Se dijo serio y algo más motivado volvió a tomar la revista y ojearla… no… la leería atentamente, como si fuera de vida o muerte el mensaje… y practicaría, lo haría no importaba cuanto. Si su jefe lo hacía, el podía también arriesgarse, con eso, comenzó  poner manos a la obra.

***---***---***

Hacer un bento no es tan fácil como parece. Primero que nada se debía saber que hacer antes de encender el fuego y demás. Había que limpiar bien cada alimento y prepararlo con cuidado. La manipulación de los alimentos también conlleva a higienizarte bien las manos, con todo lo que implica (Uñas, nudillos, muñecas), antebrazos y cara. Hacer un bento también requiere de saber otras cosas fundamentales… ¿Por qué decía todo esto? Fácil. Su madre siempre le hablaba sin parar de comer hacer una comida con amor y cuidado.  Antes el aburrido no quería oír mucho de la charla, pero siempre le prestó atención a su querida madre, por eso hoy agradecía que supiera todas estas cosas.

Primero que nada, su mama le había dicho que, lo más importante, antes que todo, era hacerte una pregunta… ¿Para quién es el bento? Con esa pregunta miles de sensaciones te invaden al hallar una respuesta. Su respuesta, era Hibari. Es por eso que ahora no estaba en la cocina cocinando, no, aun no podía. Tal como indica su respuesta, le siguen otros puntos. Como… ¿Qué le gusta? ¿Qué no le gusta? ¿Es alérgico a algún alimento, especia? ¿Le gusta la comida seria, la divertida, la colorida, la normal? ¿Carecía de algún nutriente o proteína? ¿Cuál es su color favorito? Muchas, muchas cosas habían, pero esas eran las principales… ciertamente no sabía nada de Hibari en cuanto gustos alimenticios, por eso se puso como tarea averiguarlo. Estaba al tanto que si se esforzaba en sacar aunque sea un poco de la comida que le gusta, haría un buen bento del cual él pudiera verlo con ojos diferentes.

- Pronto Hibari-san, pronto te lo daré – Dijo animado.

- Perdedor – Murmuro Reborn que estaba “dormido”.  Ese Tsuna jamás quería hacer nada con tal decisión y ahora le venía a hacer hasta lo imposible por “amor”, un amor inculcado, pero amor. Aun así, tenía ganas de matarlo, pero eso sería después de su sueño de belleza. Sin más, se volvió a dormir.

Ya era un nuevo y nublado día, parecía que iba a llover, pero que más daba, eso no le quitaría su entusiasmo de conocer más acerca de los justo de su prefecto, se sintió algo avergonzado de pensar en el prefecto como algo suyo, pero eran pequeños detalles.

- ¡Dame-Tsuna! – El castaño le miro – La terea que hiciste esta tan mal hecha que me dio ceguera, así que rehazla – Tsuna puso una expresión cuadrada.

- Pero Reborn, debo ir…

- Me importa un comino – Trasformando a su adorado Leon en un látigo – O empiezas del inicio o yo te daré clases de números y división – Tendiéndole los papeles con una amenaza notoria.

- ¡HIEE! – Poniéndose manos a la obra.

***---***---***

- Haru puede venir por Tsuna-san cuando quiere-desu – Dijo la chica con un mohín.

- No, solo estorbas al decimo mujer idiota – Le encaro Gokudera enojado.

- ¡Haru no es idiota! Gokudera es un tonto, y uno muy cruel-desu – Agitando los brazos y empujando ligeramente al peliplateado.

- Etto… - A penas salía y ya veía lo “bien” que se llevaban esos dos.

- ¡Buen día Judaime! – Se reporto Hayato feliz.

- ¡Tsuna-san! Buenos días-desu – Dijo con una linda sonrisa al ver al castaño.

- Bu-Buen día Haru – Le sonrió como de costumbre, pero la expresión de la castaña cambio al parecer notar algo - ¿Qué pasa? – Algo curioso.

- Oh, nada – Con tono sereno – Es que… parece… - Tsuna se concentro que lo que diría – Parece que igual que Gokudera… - Ahí Tsuna abrió los ojos enormes… acaso - ¡¡Hahi!! – Todo se vio interrumpido por un mazo verde que se estrello en la cabeza de Tsuna - ¡Tsuna-san! ¿Estás bien? – Se arrodillo preocupada.

- Mira lo que haces mujer estúpida, distrajiste al Judaime y ahora esta así – Acercándose igual de preocupado.

- ¡No fue culpa de Haru-desu! – Logrando sentar al adolorido chico.

- Dame-Tsuna, no puedes estar ahí parado perdiendo el tiempo ¡Ve a clases! – Tsuna asintió resignado y comenzó a caminar. – Mmm… tengo que ver cómo va eso – Y el Hitman también partió transformando a su Leon en un paraguas que se fue con el viento.

Caminaban entre platica y platica hasta que Tsuna noto algo.

- ¿Dónde está Yamamoto? – Gokudera se puso algo triste.

- El se adelanto, al parecer hoy le urgía por llegar a clases  - Tsuna supo que eso no era del todo verdad, algo había pasado y se sentía tan impotente por no ayudar a su amigo, así que iba hoy mismo a alentarlo y proponerle hacer juntos un bento.

- Haru siente que hay algo muy distingo en ustedes dos-desu – Ambos chicos respingaron – Es como… si hubiera un aura nueva que los rodea – Mirándolos – También Haru nota que están algo triste-desu – Bajo la mirada.

- No es nada Haru, no debes…

- No digas a Haru que no es nada – Dijo algo severa – Algo pasa con ustedes y… ¡Haru quiere ayudarles! Quiero ser de utilidad para lo que están pasando – Mirando a ambos – Porque… Haru siente que… es un tema delicado que les daña por dentro-desu – Murmuro sintiendo que hablo demasiado.

- Gracias Haru – Le sonrió Tsuna luego de unos segundos, créeme que si las cosas se complican, acudiré a ti – La chica se sonrojo alegre y miro a Gokudera.

- Tks, yo no. Una mujer estúpida solo arruina las cosas – La chica le miro mal y Tsuna trataba que no pelearan.

- Bueno, Haru se irá por aquí. Nos vemos Tsuna-san, Gokudera baka – Y sin más se fue animada de que podría ser de ayuda a esos dos. – Haru sabe que… es algo del amor-desu – Y se perdió por el camino.

Caminaron un poco mas, Tsuna sintió a Hayato un poco más animado, el nunca lo admitiría pero a veces Haru le calmaba y podía llegar a destresarlo, era bueno saber que pese a todo Gokudera consideraba a Miura como amiga. Se guardo las palabras de Reborn por un poco más, ya vería cuando decírselas.

- Yo chicos – Saludo desde la puerta Yamamoto con una sonrisa. El moreno hablaba con Ryohei. – Siento si me adelante, es que quería hacer algo importante – Rascándose el cuello.

- Yo creo que algo así merece la pena – Secundo Ryohei.

- Bueno eso es otro tema – Tratando de divagar - ¿Qué tal todo? – Les sonrió.

- Bien, vinimos junto con Haru, ella ahora se fue a su instituto – Takeshi asintió.

- Ya veo, hubiera podido saludarla, jeje.

- ¿Qué es lo que hiciste esta mañana? – Ataco Hayato.

- ¿Eh? – Viendo la fiereza de su mirada – Solo vine a resolver unos asuntos, nada mas – Algo nervioso. – No es momento de hablar de eso, hay que entrar – Y sin más dio la vuelta llevándose a Tsuna.

- ¡Oye teme! No jales a Judaime – Le siguió.

- Jaja, siempre son tan energéticos incluso en días nublados – Rio el peliblanco - ¡Debo rápidamente calentar para mostrarle al idiota de las hojas que estoy preparado para todo! ¡Sí! ¡EXTREMO! – Y salió a trotar alrededor de la escuela.

***---***---***

Una vez dentro del aula se pusieron a hablar trivialidades. Justo en ese momento llego Kyoko.

- Buenos días, Tsuna-kun, Gokudera-kun, Yamamoto-kun – Sonrió la chica pelirroja animada. - ¿Cómo están?

- Buen día, Kyoko-chan – Le sonrió Tsuna – Estamos bien, Gokudera-kun nos ayuda a corregir la tarea – Le hablaba con tranquilidad.

- Yo solo le estoy ayudando a usted Judaime, el friki del beisbol se metió – Dijo malhumorado el chico bomba.

- Ma ma, Gokudera – Agito su mano en son de calma – Ya que ayudas a Tsuna matarías dos pájaros de un tiro si lo hacemos los tres – Le sonrió con serenidad.

- Me vale madres – Suspiro Hayato reteniendo como pudo su sonrojo.

- Vaya, hoy están un poco más tranquilos, para lo que siempre son – Llego Hana con los brazos cruzados - ¿Corrección de tarea? Solo ustedes no están seguros de sus deberes – Negó.

- Je, Hana no seas así – Le dijo Kyoko amablemente.

- Bueno, es hasta que vengan los otros escandalosos de intercambio – Refiriéndose al grupo de la Familia Simon.

- Buen día, Boss – Llego su linda amiga Chrome – Chicos… - Aun tímida.

- Yo Chrome/Buen día Chrome-chan – Saludaron Takeshi y Tsuna respectivamente, Gokudera solo alzo la mano.

- Boss, tengo que decirle algo – Dijo cohibida pero decidida la peliíndigo. El castaño se confundió pero aun así asintió y fueron a la azotea junto con Gokudera y Yamamoto.

- Dime que pasa Chrome-chan – Le sonrió para invitar a la chica a proseguir.

- Lo que pasa es que… - Miraba el cielo nublado aunque anunciaron que no iba a llover – Es sobre Mukuro-sama – Tsuna se tenso.

- ¿Le paso algo a Mukuro? – Dijo de repente en Vóngola preocupado por su guardián de la niebla, Chrome se sorprendió ya que pensó que se sentiría amenazado, no preocupado.

- Eh, no… no le ha pasado nada, pero…

- Habla de una vez ¿Qué quiere ese ilusionista barato? – Se exaspero el ojijade.

- Tranquilo Gokudera, déjala hablar – A regañadientes el nombrado obedeció al beisbolista.

- Lo que pasa… es que…

- Dilo con calma Chrome – Trato de tranquilizarla. La chica apretó su uniforme y tomo aire.

- Mukuro-sama, estará en esta escuela – La bomba le cayó a los tres que quedaron mudos.

- ¡¿Qué?! ¿Po-Por qué? – Logro articular Tsuna imaginándose qué pensaría Hibari de esto y la masacre que seria.

- Porque… ahora… - Tsuna sintió algo…

- Soy un alumno de intercambio – Una voz le susurro en el oído.

- ¡HIIEEE! ¡Rokudo Mukuro! – Se alejo el castaño alterado sobándose la oreja.

- ¡Teme! – Hayato saco sus explosivos y Takeshi estaba alerta de cualquier seña de ataque.

- Oya, siempre tan lanzados – Miro a Tsuna – Bueno, tú sigues igual de pacifista kufufu – Colocando sus manos en los bolsillos.

- ¿A que viniste aquí bastardo? – Soltó Gokudera.

- ¿A qué? – Sonrió como siempre burlón – Pues a que mas… - Se acerco a Tsuna – A divertirme – Tsuna agrando los ojos.

- ¿Divertirte? – “¿Me pregunto con qué? ¿Matándose con Hibari-san?” pensaba con horror eso.

- Me he enterado por ahí, que un par de tu grupito, están en unas situaciones por lo más interesantes – Sonrió de lado. Yamamoto se tenso, si ese idiota seguía hablando de mas, Tsuna y Gokudera…

- ¿Interesante? – Gokudera no comprendía.

- Ese es mi fuente saberlo, y su trabajo adivinarlo – Sonrió – Esto será tan divertido, kufufu…

 

 

 

 

Continuará…

 

 

 

Notas finales:

Jajajaja, la verdad me rei yo jajaja, espero que ustedes igual y si no, maldicion falle, mejor me suicido :'v

Pero ese Yamamoto si que me harta con eso de su uff a salvo y demas weas, se pierde del tiempo con Gokudera, pero como dice, hay que darle tiempo al tiempo.

Jajaja, vieron que aparecieron algunos de la Familia Simon, kyaaa que lindo jajaja, Ryohei y Koyo si que hacen de las suyas y Shitt P. no deja al pobre de Gokudera pobrecito jaja.

Hibari, tu y tu sensual frialdad xD Al menos Tsuna ve lo positivo QwQ

Bianchi y su teoria del amor ¿Quien demas esta deacuerdo? alce la mano ^.^/

Reborn me encanta jajhaja, es tan gracioso y bipolar xD

Tsuna y Gokudera son tan lindos, miren que pensar mucho en hacer un bento QuQ y en las posibles reacciones >w<

Haru es una buena amiga y sera indispensable :D

Uuuuy!! Llego Mukuro!! Que pasara ahora jajaja, desastre, eso pasara xD jajaja

Un gran abrazo y espero sus hersmoso comentarios :D

Nos vemos n_n/


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