Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Nunca lo imagine por AnonimoHarui

[Reviews - 42]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

HoooOooolaaa mis queridos lectores, otra vez yo aqui actulizando tarde jajaja, es que pasaron cosas que no vienen al caso. Como sea, aqui ya empieza un poco mas lo divertido y habra algunos progresos, poquitos, es hasta el proximo cap jejeje ¿Lo resistiran? ¬w¬

Bueno RESPONDI A TODOS SUS REVIEWS asi que pasen a ver las respuestas jejeje, asi que sin mas...

 

A leer se ha dicho!! :D

Capitulo 5.  Un poco de todo.

 

En un aula vacía se reinaba la tensión. Estaban un Hayato malhumorado con una curita en la mejilla, un Yamamoto con una sonrisa nerviosa y las cejas fruncidas hacia arriba con una curita en la frente, una Chrome con incertidumbre mirando de un lado a otro, un Ryohei sonriente y los que generaban más tensión ahí, un Hibari matando con la mirada a Mukuro y este le sonreía con sorna. Reborn estaba en medio de ambos para impedir cualquier idiotez y Tsuna estaba que se cagaba en todo por la mala suerte que tenia. Pero ¿Cómo se había llegado a esa situación? Pues eso era muy fácil.

Una vez que Mukuro termino lo que quería decir Gokudera…

----------------------------------------------- Flash Back --------------------------------------------------

- ¡Tu maldito mal nacido! – Dirigiéndose al pelivioleta- azulado - ¡No creas que seremos tus payasos! ¿Por qué no mejor te devuelves a tu patético instituto y haces tus ilusiones de quita con ellos? – Mukuro sonría pero eso no evito que apareciera su tridente.

- ¡HEEI! – Tsuna se metió en medio de ambos – No peleen, estamos en la escuela y no podemos crear un lio del que otras personas se vean involucradas – Mirando a ambos.

- Pero Judaime, este sujeto solo busca algo para su enfermizo regocijo – Dijo mirando mal a la Niebla.

- Jo ¿Piensas que soy así? Pero no me ofendes ya que viene de un perro lambiscón – Mirándolo con superioridad.

- ¡Ahora si te mato! – Esquivo a Tsuna y encendió unas dinamitas y las lanzo a Mukuro. Este las esquivo un partió algunas, lo que no conto es que una de ellas era de humo y lo cubrió. - ¡Ahora! – Hayato con su anillo en llamas saco una cajita donde saco su Flame Arrow (El arma que parece una calavera) - ¡Quémate imbécil! – Cuando iba a disparar el humo se disperso y entre ella estaba Yamamoto - ¡¿?! – Se impresiono tanto que disparo al cielo, esa llama no fue notada por nadie. - ¿Yamamo…? – Aun con el brazo alzado y unos cabellos flotando. Takeshi quien tenía cara de pánico fue desfigurada por una sonrisa y se aventó para asestarle un tremendo golpe en la cara a la Tormenta.

- ¿Qué paso? – El humo se disipo correctamente y Tsuna, Chrome y Yamamoto solo vieron a Gokudera tirado en el suelo cubriendo su cara y escupiendo un poco de sangre. Lo más sorprendente era que había un segundo Takeshi.

- ¡Gokudera-kun! – Se acerco junto con la Lluvia - ¿Por qué transformarse en Yamamoto? – Le miro mal.

- ¿Por qué lo creerías? – Volviendo a ser él.

- ¡Tú! – Yamamoto se enojo al saber porque lo hizo y se dirigió hacia él. Como no había traído su katana, invoco con su anillo a Jirou y este le dio una de las espadas a Takeshi, se iba a aventar al ilusionista consciente de que nada de lo que creara le iba a afectar.

- ¿Estás seguro? – Dijo Mukuro como si leyera su mente. Esquivo un golpe de la espada con su tridente y luego se acerco a Yamamoto, este al ver una oportunidad le golpeo la cara. Mukuro cayó al suelo. Takeshi sintió que fue muy fácil, pero de la nada Mukuro se volvió Gokudera que ahora estaba inconsciente.

- ¡¿Cómo?! – Totalmente estupefacto y sintiéndose culpable.

- ¡Yamamoto detrás de ti! – El nombrado volteo por lo dicho por Tsuna recibió un golpe en un costado de su cuerpo que lo mando a golpearse la frente con el muro.

- Kufufu, muy fácil – La ilusión de Gokudera desapareció dejando a ver que era solo su mochila.

- Maldito – Gokudera estaba encabronado, usar las imágenes de los compañeros era algo que solo un ruin como lo era Mukuro haría.

- Ya basta, no peleen – Chrome no podía seguir viendo como se peleaban las personas importantes para ella.

- Esta bien mi querida Chrome, pero si tomas lo que paso como un todo, te darás cuenta que yo no inicie nada – Acomodándose un poco sus cabellos de la frente.

Tsuna supo entonces que Mukuro tenía razón. Los que comenzaron la pelea habían sido ellos, no podían reclamarle el que solo él se haya defendido como sabia hacer. Miro a Gokudera y noto este con la mirada gacha, al parecer también se dio cuenta que era así. El peliplateado se levanto y fue preocupado a donde estaba Takeshi sobándose la frente de la cual salía sangre.

- Yamamoto – Le miro inquieto porque lo hayan lastimado. Yamamoto lo miro y vio esa preocupación en sus ojos, así que sonrió.

- No es nada, solo un rasguño – Mostrándole el dedo pulgar arriba. La Tormenta se sintió un poco mas aliviada y le dio un pañuelo suyo – Ja, no, yo estoy bien, úsalo tú – Viendo su mejilla roja.

- No seas idiota, yo no sangro como tú lo haces debilucho – Poniendo la tela en la mano del espadachín con un ligero sonrojo. Takeshi sonrió nervioso pero acepto.

- Kufufu, así que si es así. Interesante – Murmuro el ilusionista más que complacido al ver que si era cierto, pero para estar cien por ciento seguro, aun faltaba alguien.

- Hibari, Hibari – Una avecilla amarilla revoloteaba por ahí y como si hubiera sido invocado, apareció el presidente del comité disciplinario. Todo estaba ahora con más tensión, cuando la Nube y la Niebla se ven cara a cara surge la rivalidad.

Sin decir nada el prefecto se lanza contra el ilusionista para comenzar una batalla épica ya que estos dos personajes eran muy fuertes, siendo Hibari el guardián más fuerte y siendo Mukuro el guardián que puede hacerle frente, cabe esperar que era para rato esta batalla.

Hibari lanzaba golpe y golpe y Mukuro esquivaba y asestaba sus golpes también. Sus armas entrechocaban creando ese ruido metálico y los gruñidos y burlas se hacían presentes.

- Hibari-san, por favor no pelee, Mukuro no hará nada – Tsuna trataba que sus guardianes desistieran, pero estos estaban más concentrados en ellos mismo. – No paran… ¿Qué debería hacer? – No quería entrar en modo Híper para frenarlos como la última vez. En ese momento deseaba enserio ser alguien importante para la Nube, así tal vez, este le haría un poco de caso. Lo mismo se aplicaba a la Niebla, si tan solo lograra que Mukuro lo escuchara, si solo fuera más imponente, más fuerte, si solo lograra conectarse con sus guardianes como decía Reborn. Enojado y frustrado se levanto y fue directamente al campo sin siquiera prepararse.

- ¡Tsuna!/Judaime/Boss – Sus otros guardianes estaba preocupados de que se metiera así sin más. Una vez que Tsuna encontró una entrada entre ambos se metió cuando estos tomaban distancia para volver a entrechocar sus ataques.

- ¡YA DEJEN DE ESTAR PELEANDO! – Grito con fuerza y fiereza. Fue tan sorpresivo y agresivo que ambos guardianes pararon justo cuando iban a darle al pobre Sawada con sus armas. Tsuna jadeaba con la mirada gacha y una expresión ensombrecida ¿Por qué todo tenía que ser así? – Estamos ahora en una zona de estudiantes ¡Podrían comportarse! ¡¿Es mucho pedir?! – Con expresión frustrante.

- Wao – Dijo Hibari erguiéndose.

- Hoh – Imitando la misma acción – Tsunayoshi-kun, yo me he comportado, ustedes son los que me atacaron – Se acerco la Niebla al castaño y tomo uno de sus cabellos - ¿No crees que yo merezco una disculpa? – Tsuna lo miro con sus enormes ojos y agacho la mirada, era justo lo que pedía su guardián. Pero antes de que siguiera dijera algo, Hibari iba a volver a arremeter, Mukuro tomo de la cintura al menor y se alejo. – Oya, ave-kun no está de humor – Hibari bufo y se recompuso un poco.

- ¡Hibari-san, que basta!

- Como sea – Guardando sus tonfas - ¿Qué hace el aquí? – Tsuna no comprendió ¿Hibari no estaba al tanto?

- Pues… Mukuro dice que es un estudiante de intercambio – La expresión de Hibari se descompuso. – Eh, bueno eso es lo que…

- Antes que acepte que este pertenezca a mi escuela ¡Kamikorosu! – Sacando sus armas de nuevo pero no haciendo nada, solo para amenazar.

- Oya, pero yo ya hice los papeles que cabe decir, son legales, kufufu – Tsuna no sabía si creer eso.

- Tsuna, no podemos hacer nada hasta ver si es verdad – Dijo Yamamoto con el pañuelo en su frente.

- Si, eso es cierto…

- ¡Judaime, ya aléjese de ese tipo! – Tsuna algo confundido se dio cuenta que Mukuro lo seguía agarrando de su cintura.

- ¡HIEE! – Alejándose avergonzado.

- Calma, que ofende esa reacción – Alzando su mano en son de paz. – Bueno, a mi menos me hace gracia estar rodeado de mafiosos, y más si es de ese amargado de ave-kun – Hibari tenía un ligero tic, se contenía mucho.

- Mukuro-sama, no creo que deba buscar más pelea – Intervino Chrome viendo las palabras mordaces de su maestro.

- Tranquila mi Chrome, yo solo digo la verdad – Sonrió.

- Maldito – Gokudera iba a volver a la carga pero lo freno Yamamoto.

- ¡Ya estoy aquí! – De la anda llego Ryohei estampando la puerta de la azotea – Oh, vaya, si están todos – Saco de su espalda a Reborn. – El señor me pido que lo trajera. – Reborn estaba disfrazado de un hombre viejo con barba.

- Ciao-su – Saludo este.

- “No vayas disfrazado si dices tú habitual saludo – Pensó Tsuna con cara de circunstancias.

- Veo que ya se encontraron, bueno, ya se habrán dado cuenta que Mukuro ingresará temporalmente a Nami-chuu y sí, yo le di ese permiso – Silencio perturbador.

----------------------------------------- Fin del Flash Back ----------------------------------------------

Y es así luego, claro después terminaran las clases y fueran a la enfermería,  se encontraron todos en un aula y ahora estaban en esas circunstancias. Que día agotador. Lo peor de todo es que Reborn le había obligado a Kyoya a aceptar a Mukuro y este estaba que mataba a alguien.

- Vamos Hibari, solo será un semestre, no es para tanto, ¿Verdad? – Sonrió el arcobalero.

- Yo aun no lo acepto Reborn-san. Mire que tener aquí a un loco como el solo generaría desgracia – Una de ellas era que golpeo a su idiota y eso le molestaba mucho.

- No podemos ya hacer nada, solo aguantarlo – Dijo Takeshi algo más calmado.

- Tu no digas nada si no es para ayudar – Le regaño Hayato. - ¿Cómo e-está tu herida? – Viendo su frente.

- ¿Hm? Está bien, no es nada – Sonrió abiertamente. Gokudera se sonroso.

- Eso es bueno – Murmuro. Takeshi rio un poco incomodo aunque debía estar empezando a acostumbrarse, no podía, aunque agradecía la preocupación de su amigo.

- Esto no quedara así – Dijo muy enojado el azabache y comenzó a marcharse. – Y aun me debes una batalla, bebé – Reborn sonrió.

- La tendrás cuando quieras – Le dijo sin más y Hibari se retiro.

- Hibari-san – Murmuro Tsuna afligido del que el azabache se fuera. Mukuro noto eso y sonrió, entonces si todo encajaba.

- Bueno, arcobalero, yo solo vine hoy de reconocimiento, mañana ya asistiré, así que me voy – Y sin decir más comenzó a desvanecerse.

- ¡Mukuro-sama!

- Tú sigue con lo tuyo, Nagi – Susurro lo ultimo solo para ella y se fue. La chica llevo su puño al pecho y se sintió mal por el poco trato del peliazulado-morado.

- Tranquila Chrome-chan, estoy seguro que eres importante para él, solo que nada lo hará cambiar de actitud – Le sonrió Tsuna – Al menos, él si te aprecia, y tú lo sabes – Pensando triste que Hibari lo trataba así o peor y no sabía si al menos lo consideraba un compañero. Aun así, era a veces esas pequeñas cosas que le gustaban de él “Mi pequeña nube solitaria” pensó nuestro pobre y enamorado Tsuna.

- ¿Boss? – La chica se extraño al verlo sonreír raro y con un sonrojo ¿Estuvo bien interrumpir?

- ¿Eh? ¡Ah, sí! Jeje, no me prestes atención – Se rasco la nuca avergonzado. – Así que Mukuro vendrá a partir de mañana todo un semestre… que agotador será – Sumándole a P. Shitt y Koyo, sería un desmadre. – Me empiezo a cansar y no es mañana – Mirando a Reborn - ¿Por qué hacer eso Reborn?

- La Niebla es parte de tu familia, me parecía mal dejarlo fuera de esto, además que no quedo de otra ya que el averiguo… - Noto que ya iba a hablar de mas, Tsuna esperaba saber lo que Mukuro había averiguado, debía ser muy serio e importante para que Reborn hiciera algo así. – Bueno… ese no es tu asunto…

- ¡¿Eh?! Pero Reborn…

- Has silencio y ya lleva tu trasero a casa, debes hacer tarea – Tsuna quería refutar, pero ya estaba muy cansado así que asintió.

- Judaime, si quiere le ayudo con la tarea, así descansara más rápido – Se ofreció Hayato a lo que Tsuna asintió.

- Yo no puedo ir, debo ayudar a mi padre con la tienda – Se excuso Yamamoto, que le venía de maravilla así se evitaba las constantes miradas de Gokudera para con él. Hayato tristemente sintió leer la mente del beisbolista y se sintió mal, lo estaba evitando.

***---***---***

Se encontraban ahora el Vóngola y la Tormenta terminando de hacer los deberes, como el segundo estaba un poco triste explicaba normalmente sin su lógica y Tsuna le entendía todo, pero también se sentía muy mal al ver a su buen amigo de esa manera, aunque él tampoco se libraba, se sentía igual de triste. Pensaba que era hora de darle ánimos y de esa manera, darse ánimos también. Justo cuando iba a hablar noto algo en la mochila del peliplata lo cual le asombro mucho y le enterneció.

- ¿Estas queriendo preparar algo Gokudera-kun? – El nombrado despertó de sus pensamientos y miro sin entender a su decimo. Su vista se fijo en donde miraba y se sonrojo al ver que en su mochila abierta se notaba en la revista de recetas que compro.

- Eh, bueno yo, como vivo solo creo que es bueno empezar a cocinarme, no tiene nada que ver con otro tipo – Se puso nervioso y comenzó a hablar rápido.

- Yo también quiero prepararle algo a Hibari-san – Hayato miro curioso a su jefe, este sonreía algo cohibido. – Es más difícil de lo que parece, no se cuales son los gustos de Hibari y la verdad que no quiero meter la pata, pero aun así, me esforzare – Le sonrió convencido de ellos.

- Judaime…

- Además, hace días que quiero decirte algo – Se sentó mejor – Veras, se cómo te sientes. Estas confundido y deseoso de que las cosas avancen entre tú y tu persona especial, pero no sabes que hacer… - Miro sus hojas en la mesa – Te sientes asustado y también frustrado, no sabes si lo que haces o sientes es correcto – Bajo la mirada, Gokudera estaba callado escuchando cada palabra atentamente – Pero, Reborn entonces me dijo…. Que no es malo lo que sentimos – Le sonrió – Que amar a una persona no es malo y que no elegimos de quien enamorarnos. Así que Gokudera-kun, si tus sentimientos son tan fuertes por Yamamoto como los míos hacia Hibari-san, hay que buscar juntos la manera de ser más cercanos a ellos, de que correspondan nuestros sentimientos – Sus ojos irradiaban brillo. Hayato estaba muy sorprendido y sonrió.

- Buscar la manera… de que nuestros corazones se conecten – Murmuro más animado, aunque Tsuna lo escucho y sonrió al sentir que lo que decía Gokudera era la absoluta verdad de lo que ambos buscaban. – Judaime, esforcémonos al máximo – Los ojos de Hayato brillaban.

- Hai – Le secundo Tsuna.

***---***---***

Otra semana había pasado. Tanto Yamamoto como Hibari estaban tranquilos, Tsuna y Gokudera no habían venido a acosarlos con sus sentimientos, pensaban que tal vez la pócima poco a poco perdía su efecto. Mukuro hacía de vez en cuando de las suyas, al ser una nueva escuela había muchas posibilidades, aunque no escapo de ser el centro de atención, pese a que muchos lo catalogaban de escalofriante, misterioso y burlón, muchas de las muchachas se sentían atraídas por el (¿Quién no? xD) y pocas se le acercaban y muchas lo admiraban de lejos. Ahora Yamamoto se encontraba practicando su bateo cuando un compañero se le acerco.

- Ey – Se acerco el castaño – El entrenador te llama – El pelinegro no sabía para qué, pero bueno, había que ir.

- Okay, termino esta entrada y voy enseguida. Así que no te preocupes, sabes que para estas cosas soy veloz – Sonriendo abiertamente. El chico sonrió diciendo “De eso seguro” y siguió con lo suyo.

Una vez que hizo los últimos bateos, fue trotando a la oficina del entrenador ¿Para qué lo querría? Esperaba no haber metido la pata ya que de eso dependía que fuese a jugar a los torneos. Pasó cerca del lugar donde a veces almorzaban y se encontró que allí estaban sus amigos. Al parecer estaban dialogando con un desconocido. Al parecer la conversación era tensa ya que la expresión de Gokudera era seria y Tsuna se veía algo nervioso. Iba a meterse al ver que ese sujeto se acercaba demasiado a sus amigos, pero quedo algo perturbado cuando aquel sujeto le susurro algo a Hayato quien se sonrojo y quiso golpearlo. Esa imagen lo dejo anonadado y cuando iba a reaccionar justo se vio arrastrado por el mismo entrenador.

Una vez que termino de hablar con él, al parece era unas nuevas elecciones antes de las locales. Jugar en las intercolegiales le sonaba fantástico, un precalentamiento le vendría bien. Recordó entonces lo que había presenciado y quedo absorto… seria ese… ¿Un pretendiente para el peliplateado? Si era así….

- ¡Pues qué bien recibido sea! Jaja – Expreso al verse que seria libre de ese peso que venía teniendo desde hace semanas.

Nada le haría más feliz que Gokudera terminara con ese enamoramiento suyo. Nada bueno saldría de eso, esperaba al menos recuperar su amistad y en cuanto al tipo ese, ojala se esfuerce mucho. Sin nada más que pensar o decir, volvió a sus prácticas que ya terminaban.

 

Antes de que Yamamoto presenciara esa escena, Gokudera y Tsuna estaban sentados bajo el árbol donde a veces almorzaban los dos junto a Yamamoto. Estaban hablando amenamente tratando de ver si la información que conseguían era buena y más importante cierta, ya que de eso dependían que dieran el siguiente paso, eso sí, aunque no hayan podido estar mucho tiempo con sus amores platónicos, esos cortos tiempos donde conversaban le daban fuerzas a ambos de hacer lo suyo.

- ¿Seguro estarás bien? – Volvió a preguntar Tsuna preocupado.

- ¡Desde luego Judaime! – Alzando el puño y con la otra mano lo apoyo en su brazo flexionado. – No podría considerarme su mano derecha si no pudiera realizar tareas así, además que esto no se compara a nada en una pelea – Sonrió feliz.

- “No sé si eso sea algo de lo que estar orgulloso” – Pensó Tsuna.

- Hola – Se oyó una tercera voz y vieron parado frente a ellos a un estudiante que no conocían.

- ¿Etto…?

- ¿Qué se te ofrece, algún problema? – “Siempre tan temible Gokudera-kun” rio nervioso Tsuna. Pero algo invadió el cuerpo del decimo. Era sensación… miro al chico…

- ¡Mukuro! – Se sorprendió.

- Kufufu, Oya, veo que el Vóngola puede sentir mi presencia aun en cuerpos ajenos – Sonrió abriendo el ojo que mantenía cerrado dejando ver el color y el kanji reconociéndolo como el sexto reino “Reino del Cielo”.

- Maldito ¡Sigues egocéntricamente tomando cuerpos! – Se le encaro Hayato.

- ¿Egocéntrico? No sabía que se pudiera hacer una referencia como esa – Sonrió juguetonamente como siempre.

- ¡No te burles bastardo!

- Gokudera-kun, ya calma – Miro a su “guardián” – Mukuro ¿Y ahora el porqué es que tomo ese cuerpo? – Viéndolo desganado.

- Estaba aburrido, así tome a este tipo un rato, no hice mucho, por cierto la enfermería está llena, procuren no lastimarse – Sonrió. Claro que el nunca diría lo que hace o deja de hacer, pero los Vóngola eran una excepción, sus reacciones frustrantes le causaban dicha.

- ¿Eh? Ay, Mukuro – Se sintió resignado de que el chico fuese aun así de infantil.

- Veo que andan muy ocupado – Mirando en el piso varias revistas. Tsuna se apresuro en recogerlas y guardarlas – No es de mi interés – Seguía sonriendo burlonamente al ver sus “intentos” de colegialas.

- ¡Entonces vete que nadie te invito! – Le grito.

- Gokudera-kun

- Oya – Mukuro se fue acercando al chico bomba – Pero sabes, es gracioso. Hacer todo esto por personas que jamás les darán la mirada que esperan, pero no les diré que paren, me encanta ver como fracasan y fracasaran – Hayato frunció el ceño severamente y Tsuna se sentía nervioso.

- Vete – Dijo conteniendo las ganas de matarlo.

- Solo una cosa más – Se acerco a Gokudera - ¿Enserio haces todo esto por tener los pantalones del que dices no soportar? – Gokudera enrojeció y le quiso lanzar un golpe pero él se aparto. – Kufufu, bueno, me despido Vóngola – Alejándose – Este chico – Señalándose -  Pronto se meterá en un buen lio, cuídalo si no quieres verlo morir – Y sin más desvaneció su esencia y el chico volvió a la normalidad. - ¿Are?.... – No entendiendo para nada de lo que hacía ahí.

- Maldita sea, volvió a dejarnos el paquete – Bufo el italiano.

- Haah, Mukuro no tiene remedio – Se lamento Tsuna.

Cerca de ahí, pero no en la misma zona, Hibari miraba todo desde arriba de la terraza. No le hacía para nada de gracia que ese infeliz del ilusionista estuviera en su escuela y haciendo lo que se le venga en gana. Eso era una terrible falta, él era el único que podía hacer lo que se le plazca, juraba que en cuanto terminara el semestre molería a ese tipo hasta la muerte y el infierno. No solo usaba los cuerpos de los estudiantes para que causaran desordenes, sino que dañaba su escuela, pintó paredes, osó a invadir su oficina, hacia perder a los alumnos en laberintos imaginarios, hacia que estos también, siendo él que los poseía, pelearan con otras escuelas y así generar mala fama. Y lo peor ¡Se robaba su comida! Ya había sido frenado mucho por el bebe, pero si volvía a hacer eso, alguien iba a morir. Su tensión estaba llegando a niveles extremos, así que cuando explotara, ahí pelearía con el carnívoro de patillas.

- Hibari-san – Kusakabe llego en ese momento. El aludido ni volteo, quedo ahí apoyado en la reja de la terraza. – Señor, se han reportado 6 casos de chicos agredidos, sin mencionar que las chicas se quejaron que alguien se llevo sus cambios de ropa cuando estaban en gimnasia y que los pupitres de 4 aulas están apilados de manera absurda en medio de estos – Termino el reporte – Ya los muchachos están ordenando los escritorios e investigando el caso de los alumnos heridos, pero… - Se avergonzó un poco – No sabemos a quién asignar a buscar la ropa de las chicas.

Hibari oyó todo pero seguía sin moverse, miraba el cielo aburrido y demasiado molesto internamente. No hacía falta investigar mucho para saber que mierda había pasado. Era simple, ese alumno quien estaban con esos dos herbívoros infectados, era Mukuro… quien es responsable de todo lo demás. La verdad estaba tan agotado que hoy no quería entrar en polémica, pero más le crispaba los nervios el no hacer nada, así que como buena bestia y prefecto se giro para ir rumbo a la salida del lugar y corregir inmediatamente a ese tipo y sus actos.

***---***---***

- Ah, ya veo – Dijo desilusionado el beisbolista cuando sus amigos le contaron que Mukuro poseyó el cuerpo del sujeto que vio. Allá iba su salida.

- Lo peor de todo es que ese maldito bastardo nos deja siempre sus travesuras – Refunfuño Gokudera todo golpeado, pero no tan grave.

- AHHHY – Tsuna largo un suspiro fuerte y frustrante – Se armo la buena, los chicos estaban realmente enfadados… - Sudo en frio – Y las chicas estaban locas – Recordando que estas decían que ese alumno, que recordemos que Mukuro poseyó, les confesó ser él quien se llevo su ropa, la que se había armado - ¡¿De dónde sacaron esas armas?! Tal vez del club de jardinería pero ¿Y las antorchas? ¡¿Y qué onda con esas espadas y arcos?! ¡¿Es que acaso lo club de arquería no lo noto?! Que desgracia la mía – Se lamentaba nuestro mafioso, quien también estaba apaleado.

- Judaime, no se preocupe, juro que en cuando vuelva a ver la cara de ese tipo le volare el culo en pedazos – Con venas en la frente – Ya estoy hasta las narices de su actitud, juro que voy a despedazarlo – Golpeando su puño en su palma.

- Eso ya no importa Gokudera-kun, es mejor solo apresurarnos y seguir con los nuestro – Dijo Tsuna agotado.

- ¿Y qué es lo que hacen? – Antes de que Tsuna respondiera cualquier estupidez por  ponerse nervioso interfirió Hayato.

- ¿Qué te importa a ti? – Dijo despectivo impresionando a los otros – Solo escápate como siempre – Murmuro, pero Yamamoto logro oír.

- Oe, Gokudera…

- Es tarde, vámonos Judaime – Tomando el brazo de su jefe con respeto y corriendo. Yamamoto quedo algo impresionado y se rasco la nuca. Tal vez era verdad, por querer mantener distancia con el peliplateado se había escabullido evitando los encuentros. Que idiota, él nunca actuaria así, Gokudera tenía razón en tratarlo así. Antes de decidir qué hacer se escucho un escándalo ¿Y ahora que pasaba?

 

- ¡Maldita sea! ¿Qué no tienen nada mejor que hacer? – Bramo cansado Hayato.

- Bueno, es normal. Ya me sorprendía que Hibari-san se estuviera conteniendo tanto – Se le escapo una gota al ver que sus dos guardianes estaban sobre el techo de la escuela mirándose con desafío. – Recuerdo que algo similar paso – Recordando a Hibari vs Adelheid. Trago grueso esperando que Reborn no apareciera de la nada y lo volviera a empujar para “detener” la pelea.

- Vaya, así que el maestro vuelve a hacer de las suyas, que tacaño, jamás me deja unirme – Apareció un niño bonito de cabello verde.

- Ah, tu eres…

- Boss – Llego Chrome – Ah, Fran-kun – Dijo al ver al niño.

- Hola – Dijo con su neutral expresión alzando la mano (Tan genial >u<)

- ¿Qué estás haciendo aquí mocoso? – Dijo la tormenta para nada conforme, ese crio le sacaba los nervios.

- Bueno, no es como si tuviera que darte explicaciones, loco de las bombas – Dijo neutro y mirando al techo comiendo unas palomitas – Pero como estaba aburrido vine ya que aquí es muy interesante – Mastico y trago, atrás de el Gokudera apretaba los dientes y tenía los ojos negros mientras que Tsuna tenía la mirada cuadrada y Chrome se preguntaba donde había sacado esas palomitas. – El maestro se divierte y yo no, que injusticia, yo soy el niño aquí – Siguiendo comiendo. (¿El dice Shisho? Respóndanme por favor >.<)

- Tsuna – En ese momento llego Yamamoto, Gokudera chasqueo la lengua al ver que ni lo nombro, pero ahora había otros problemas – Vaya, veo que Hibari por fin exploto.

- ¿Qué haremos Yamamoto? Si ellos pelean… - “¡¡Explotara toda la escuela!!” Tomándose de los cabellos.

- ¡Sawada! – En eso llego Ryohei – Oh, veo que aquí está pasando algo interesante – Viendo a Hibari en posición de ataque frente al Mukuro - ¿Nani? ¿Qué no es ese tipo malo? – Viendo a Mukuro – Oh. Ya entiendo ¡Hibari está teniendo una competencia amistosa! ¡ASÍ SE HACE HIBARI, DALO TODO, EXTREMO! – Todos los presentes les sudo una gota al ver que el boxeador no comprendió, menos Fran, al él le valía madres. Justo llego en ese momento Enma, Koyo y Shitt P.

- Cielo, si que se armo una buena – Negó esperando que el daño fuera leve el jefe de Simon.

- Mis instinto me dice que nada de esto acabara bien, miren el aura de esos dos, seguro habrá una masacre – Acomodándose un mechón dijo Koyo.

- ¡Ah! ¿Dónde está Gokudera-kun? – Decía la chica extraña sentada encima de un palo como un mono. El peliplateado solo se escondió tras Yamamoto, no le gustaba admitirlo pero él era alto y eso le favorecía, pero eso no evitaba que se sintiera avergonzado. El moreno miro el rostro gacho y sonrojado del que se escondía y sonrió.

- Vaya, como siempre esta escuela no puede ser normal – Dijo Hana de brazos cruzados.

- Bueno, tal vez eso es lo que lo hace divertido – Sonrió la estrella de la escuela Kyoko.

 

Mientras, arriba del techo, Hibari miraba con seriedad al peliíndigo quien mantenía una expresión tranquila con su típica sonrisa sarcástica. Podían oírse los murmullos de los otros alumnos pero ellos lo ignoraban. Podrían decirse varias cosas, pero ese no era su estilo.

- Tu comportamiento no es para nada tolerante y ha acabado con mi paciencia – Sacando sus tonfas – Recibirás tu castigo – Mostrando su macho rostro.

- Jooo – Dijo soberbio y vivaz. – No te gustan muchos la bromas al parecer – Cerro sus ojos y ladeo el rostro a un lado – Pero si es así – Afilando su mirada y alzando su mano, la cual fue rodeada de rastros de niebla, he hizo aparecer su tridente haciendo una pose.

- Esa es otra falta – Entrecerrando sus ojos – Yo solamente puedo traer armas a la escuela – Recordando que ya lo había dicho en otra ocasión. Sin más se lanzo contra el chocando sus armas.

- Pues, técnicamente no la traje, solo la aparecí, kufufu – Se burlo. Así comenzó otra pelea en donde sus ataques iguales y potentes hacían avanzar y retroceder a ambos quienes miraban con una seriedad al otro, claro que Mukuro conservaba esa sonrisa atrayente y Hibari su sexy seriedad fría.

 

- Si Adelheid viera esto, se sorprendería – Viendo con asombro la fuerza de los ataques al entrechocar.

- Tsuna-kun, creo que deberías pararlos, muchos están mirando – Viendo que los alumnos se acumulaban y mostraban pánico.

- ¡¿Eh?! Pero… - El no quería morir pero se trago todo eso, si iba iría por si mismo que ser aventado. Corrió para dirigirse a la azotea siendo seguido por sus amigos. Tsuna dudaba que sirviera de algo ya que nunca era escuchado al menos que usara la fuerza y eso era algo que no le gustaba. Jamás llegaría al corazón de su guardianes, jamás llegaría al corazón de Hibari si seguía desafiándolo y diciéndole que hacer.

Llegaron a la azotea para ver como Hibari daba un salto evadiendo el golpe bajo del fierro largo para al caer darse impulso y asestar un golpe en la mejilla del otro, cosa que Mukuro sonrió y se desvaneció, Hibari algo sorprendido volteo con velocidad para ver como el guardián de la niebla volvía a atacar, logro apartarse hacia atrás, pero el tridente le rasgó un poco la camisa y logro rasguñar un poco su piel. Tsuna se impresiono al ver como Hibari era herido, el más que nadie sabía que cuando esos dos se juntaban ambos iban a pelear hasta lastimarse seriamente.

- Basta – Dijo impresionado aun del golpe hacia Hibari. Ambos guardianes seguían en lo suyo, Tsuna no quería que se repitiera lo de hace días, sabía que no funcionaria. Se fue acercando de a poco.

- Judaime – Se preocupo Hayato por como su jefe iba tranquilo a la zona de pelea.

- ¡Mukuro basta! – El ilusionista hizo oídos sordos - ¡Por favor ya no peleen! – Viendo a Hibari que pasó lo mismo. No había opción esta vez, esta vez si iba a pelear. Saco sus guantes y se los coloco en sus manos, luego tomo la píldora y la llama en su frente se activo y sus ojos cambiaron.se acerco con cautela y cuando otra vez esos dos iba a darse con sus armar las tomo, a cada una con los brazos cruzados. Uso fuerza y se las arrebato y dio un salto hacia atrás.

- Que ya paren – Dijo serio.

- Oya, ya apareció el Vóngola enojado – Con una mano en la cintura – Veo que no te gusta que llamemos la atención – Sonrió mas.

- Herbívoro, dame mi tonfa – Ya que le había quitado una. Tsuna viendo que seguro Hibari iba a usar la otra, saco la cadena  de la tonfa que él tenía y se la arrebato ante la mirada desconcertada de este. - ¿Cómo te atreves? – Tsuna se sintió triste, era obvio que perdió puntos.

- Hibari-san ama la escuela – Dijo volviendo a la normalidad y expresando un rostro preocupado y dulce. Sus ojos brillaban mucho. Hibari le descoloco el comentario ¿Por qué eso de repente? - ¿No te diste cuenta, verdad? – Mirando alrededor. Hibari miro y noto que la azotea estaba siendo dañada con su pelea, su terraza, su lugar de paz y descanso. Comprendió un poco mejor y se acerco al castaño quien se ruborizo al tenerlo de frente y cerca.

- Dame mis armas – Dijo con su voz grave, pero su expresión era relajada. A Tsuna le brillaron los ojos y vio en los ojos de Hibari tranquilidad, así que confió y le dio sus armas. Lo que no espero fue el golpe en la cabeza que le saco un chichón. – No vuelvas a quitármelas – Y sin decir más, pero no estando enojado, se retiro. Gokudera estaba enojado.

- Ese pendejo – Queriéndosele tirar encima pero era frenado por el beisbolista.

- Cielos Hibari, llevas tu pleitos al extremo, eso es bueno – Le sonrió Ryohei pero este solo le miro y siguió en lo suyo, aunque el albino sonrió al interpretar esa mirada, Hibari estaba tranquilo.

- Ite, eso dolió – “Aunque no como otras veces” pensó feliz Tsuna “Tal vez aun tenga posibilidad” Se sonrojo.

- No pongas esa expresión que asquea – Reborn le cayó del cielo en la cabeza aterrizando en su chichón y haciendo que apareciera otro. – Muy bien Dame-Tsuna, al fin tomaste el mando, ya eres 000000.01 por ciento menos patético – Decía acomodándose en posición de loto en la cabeza, sobre los chichones, del ojichocolate.

- Reborn… ya me extrañaba que no aparecieras aun – Llorando cascadas.

- Cállate, es tarde, debes irte a casa o Mamma estará preocupada – Saliendo la cabeza del chico.

- Reborn-san, toda la culpa la tiene este – Apuntando a la nada - ¡Ahh, ya se fue! ¡Qué hijo de…!

- Ma ma,  Gokudera. Es mejor así, sino seria mas tedioso – Gokudera solo bufo por lo bajo no mirando al más alto y lo ignoro. Yamamoto suspiro, sabía que está enojado y con fundamentos, pero trataba de disculparse.

- Ya me confundí, esto era una pelea – Cruzándose de brazos.

- Se ve que eres lento – Llego en ese momento Koyo.

- ¿Qué dijiste? – Se miraron mal.

- Tsuna-kun, ¿Estás bien? – Viéndolo sentado en el piso con golpes en la cabeza.

- Jeje, si lo estoy. Será mejor que vuelva a casa, pronto vendrán exámenes y debería estudiar – Sabiendo que Reborn ya debía estar preparando el entrenamiento de estudios. Sudo frio.

- Si vámonos a casa, estoy agotado – Suspiro Hayato.

Que mas pasaría luego de eso… solo el día de mañana les dará la respuesta, pero eso si… cada vez se pondrá peor.

 

 

 

Continuará…

 

 

Notas finales:

Jajajaja, Mukuro ya empieza a joder xD taaan de el jajaja ¡Fran! O por dio aparecio mi amado Fran jaja, que liiiiindo!!! ^w^

Tambien Kyoya esta suavizandose un poco con Tsuna, solo un poco jajaja y Gokudera esta enojado con Yamamoto ¡Bien hecho! Para que aprenda jaja

Pasaron muchas cosas y la verdad me gusto este capitulo ¿Podrian darme opiniones de las batallas? me harian bien :)

Un gran abrazo y espero recibir sus hermosos comentarios jajaja, sen amables :'v

Nos vemos n_n/


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).