Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Nunca lo imagine por AnonimoHarui

[Reviews - 42]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

OooOoolaa mis amado lectores jeje, aqui yo de nuevo con la conti!!! Yaaay!! :D

Antes que nada, lamento si me tarde un poco, pero tuve que viajar de improvisto a Buenos Aire y bue, llegue hace unos dias a mi casa y nos cortaron en el interter por no que se excusas, ya lo iran resolviendo jejeje. Me fanta responder un comentario ValexWalker!! Esta noche lo respondo, pasa que estoy en un ciber y se me va la hora :'v pero ire a casa de mi tia y ella tiene internet!! *---* asi que solo esperame, sabes que te respondo conn amor!! :'3

Mi pendrive: Lo rrepare!!! Que ingeniero en sistemas, que servicio tecnico ¡Harui señores! Jajaja, yo y un amigo hicimos un invento chino xD y lo reparamos... solo para recuperar mi informacion, ahora mi pen descansa en paz en un sobrecito guardado :'3. Asi que denle su pesame que ese pen me duro mucho y trajo hasta ustedes estas historias maravillosas que leen (Minuto de silencio)

 

Sin mas a leer se ha dicho!! :D Nos vemos abajo 

Capitulo 3.Comienzo de lo intenso.

 

 

Ya era un nuevo día en la muy bella Namimori. Muchos ya se levantaban de sus camas con pereza, otros con energía, otros normales y otros ya haciendo sus bentos o desayunando. Personas en bici en varios sectores de la cuidad entregaban en periódico y revistas y algunos carteros dejaban la correspondencia. Las familias tenían hermosos momentos en las mañanas antes de que cada quien partiera a sus jornadas o algunos discutían con otros por querer saltárselas. Según parecía, ese clima algo nublado iba a ser muy normal y tranquilo… pero….

- ¡Reborn! – Regaño el castaño al bebe por haberle tirado una cubeta de agua helada - ¡¿Sabes que puede darme una pulmonía?! – Le miro con enojo.

- Eso sería tu culpa por tener un cuerpo débil – Salto y le dio una patada en la cabeza – Y no vuelvas a gritarme – Eso definitivamente saco al conejo de la cama.

- Ite, eso dolió – Se arrodillo en el piso y se sobo la cara por el golpe.

- Hm… al parecer no hay cambios más allá – Murmuro para sí mismo viendo que todo parecía normal. – Me sorprende que puedas dormir tanto cuando ayer lo hiciste por casi un día – El menor hizo un puchero.

- No lo sé, de repente me sentía agotado – No sabiendo bien lo que paso.

---------------------------------------------- Flash Back ---------------------------------------------------

Luego de que Reborn se fuera a dormir la disputa entre los menores seguía y Shamal trataba de frenarla.

- Escuchen, prometo que tratare de hallar una forma que de esto se revierta, tampoco me hace gracia que mi aprendiz se fije en un tipo cuando hay bellas señoritas por ahí – Yamamoto no sabía si sentirse ofendido, pero la verdad si revertía el problema sería bien recibido. – Y creo también que a nadie le haría muy feliz que el heredero a decimo capo Vóngola también se babosee por un chico, así que se calman – Era más fácil decirlo que hacerlo, tanto como hallar una cura como hacer que esos mocosos gritones se calmaran.

- Esto a mi no me concierne – Dijo extrañamente ahora calmado el prefecto – Me retiro – Aun queriéndose ir por la ventana pero el herbívoro no lo soltaba - … - Le miro con enojo.

- Hibari-san me cuido ¿No es así? – Se sonrojo – Déjeme compensarle, puedo si quiere…

- No – Queriendo irse – Si quieres compensarme, me sueltas ahora – No queriendo gastar más tiempo en ese lugar.

- Pero… - Algo triste.

- Judaime, deje que el desgraciado se vaya, debe estar de malas por no dormir en su cueva – Hibari le miro penetrante. - ¿Algún problema? – Se sentía el aura de pelea.

- Ma ma, no pasa nada – Intervino Yamamoto – Tsuna, creo que es mejor que Hibari se vaya, después de todo, el debe estar cansado y aun debe cumplir varias de sus tareas como prefecto – Quiso ayudar al moreno que tenía cara de que ya iba a matar a todos.

- Yamamoto… está bien – Con resignación y tristeza soltó al azabache que en un abrir y cerrar de ojos ya se fue – Hibari-san… - Miro por la ventana pero no lo divisaba por ningún lado.

- No le digas al Judaime que hacer ¿Oíste imbécil? – Le apunto regañador.

- No era esa mi intención Gokudera – Sonrió algo nervioso. – Pero sé que tanto él como yo, estamos agotados -  El albino respingo y desvió la mirada.

- Es mi culpa ¿Cierto? – Algo culpable ya que él se quedo cuidándolo y no durmió mucho y encima en esa incómoda posición. El morocho se incomodo con aquella actitud, no era su intención hacer sentir mal a nadie, pero ver al italiano así era algo perturbador.

- No-o pienses eso, no es tu culpa – Trato de arreglar.

- Pero… - Quiso acercarse y tocar las ojeras del más alto pero este retrocedió - … - Se sintió mal por la acción de Takeshi.

- No-o, no era mi intención… - Quiso disculparse pero sabía que era en vano, solo agravaría el problema.

- Chicos tranquilos – Concilio el castaño queriendo apoyar a Gokudera – Yamamoto debes estar cansado, debes ir a descansar ¿Hoy no tienen practica? – Gokudera respingo al no saber eso.

- Bueno si, pero es un entrenamiento de apoyo… no es… tan importante – No sabía mentir en eso, los otros dos sabían que el morocho quería ir, pero su lado amable le ganaba y no quería dejar solo a los otros.

- No te preocupes, Gokudera-kun y yo ya nos sentimos bien – Miro a Hayato y este asintió.

- Eso es verdad, así que no necesitamos tu presencia aquí – Dijo con el ceño algo fruncido, pero aun se sentía mal.

- Pero…

- Ya chico, si tus amigos te dicen que vayas, debes hacer caso a la buena fe que te dan – Intervino Shamal colocando una mano en el hombro de su ex alumno peliplateado.

- Ah… está bien, creo…

- Veras que… - Pero antes de concluir Tsuna se mareo y cayo inconsciente en brazos del deportista.

- ¡Tsuna! – Asegurándolo en sus brazos.

- Juda… - Pero igual que Tsuna, el albino se mareo y cayo rendido, esta vez Shamal lo atajo.

- ¿Eh? – Mirando a sus dos amigos.

- Como lo espere – Dijo el hombre mayor negando.

- ¿Están enfermos o heridos? – Se preocupo el morocho su cara mostraba la impaciencia que sentía, el mayor negó.

- No, aun sus mentes se acoplan al igual que su cuerpo a los brebajes de las pociones, era obvio que volverían a caer inconscientes, pero seguro mañana estarán bien – Recordando a sus mosquitos.

- Y…Y lo de “enamorarse” – Trago grueso rezando porque también pasara. Shamal vio a través de esos ojos dudosos y temerosos.

- Ya te lo dije… si hubiera sido una dosis normal, ya estarían mejor, pero debido a que no, desconozco cuanto dure este “efecto” en ellos, pero por lo menos ya no se desmayaran… creo – Analizándolo.

- ¡¿Crees?! – Perturbado - ¡¿Qué pasa si se desmayan en plena calle?! – Olvidándose de la parte mala que es el “amor”. El moreno sonrió al ver el buen corazón del beisbolista.

- Pues no los dejen sin supervisión, o podría ocurrir una desgracia – Cargando al menor en el hombro – Por lo pronto, me llevare a Hayato a su departamento, seguro al igual que el mosquito final que experimente, dormirá hasta mañana, igual Tsuna, así que recuéstalo en la cama – Dijo dirigiéndose a la puerta – Yo estoy cansado, así que comenzare la investigación de una cura en dos días – Con eso y una sonrisa se fue.

- ¿Dos…días? – Susurro lamentándose… eran dos días de saber que él iba a ponerse en eso y luego quien sabe cuánto tiempo hasta que halle una cura. – Que suerte la mía me ha tocado esta vez – Desganado. Sin más, acostó a Tsuna, corrió las cortinas y cerró la puerta para que ambos, incluido el bebe, descansaran.

------------------------------------------- Fin del Flash Back --------------------------------------

- Me sorprende que actúes normal – Mirando fijo a su Dame alumno. Tsuna quien estaba sentado en el piso, con una pierna flexionada y la otra igual pero apoyada lateralmente en el suelo, y acomodándose el cabello oyó lo que dijo su tutor.

- ¿Eh? ¿Por qué actuaria diferente Reborn? – Mirándolo curioso. El Hitman peso velozmente y sonrió con picardía.

- Bueno, será porque ayer te le confesaste al Hibari, tu guardián de la Nube, una persona temible, el prefecto de la escuela, de una manera tan espontanea – Tsuna analizo cada palabra y de la nada su rostro adquirió un tono muy rojo.

- ¡¿EHHH?! ¡Es cierto! – Se llevo las manos a la cara aun roja y nerviosa - ¡¿Qué es lo que voy a hacer?! ¡¿Qué, qué, qué?! – Agitando la cabeza de arriba abajo reprochándose y agarrándose los cabellos – Hibari-san… - Se tenso con pavor – Hibari-san… pensara… que soy… un ¿Arrojado atrevido? – Se crispo - ¡NOOOO! – Se oculto bajo las sabanas aun humeras por el agua - ¡Qué vergüenza! Que tonto, tonto, tonto – Se recriminaba con vergüenza.

- Por dios, este es mas insoportable enamorado – Conteniéndose de golpearlo para que se callara – Aun así, me es curioso que con Hibari si pudieras confesártele y no con Kyoko – Tsuna de un momento a otro quedo callado.

-… Reborn – Saliendo de las sabanas y sentándose en la cama de rodillas abiertas (típica pose japonés), pero aun no dándole la mirada a su tutor.

- ¿Qué?

- Reborn… como… - Mirándolo algo preocupado - ¿Cómo es que el amor que sentía por Kyoko no se compara al de Hibari-san? – Reborn no sabía cómo responder a eso – Más aun… ¿Cómo el amor que sentía por ella se fue de un momento a otro…? ¿Cómo paso…? ¿No comprendo  del todo…? – Refugiándose en la cobija - ¿Algo anda mal conmigo? – Cerró los ojos.

Reborn no es que no supiera como paso… pero tampoco le podía decir a su estudiante que la razón por la que ama con locura a otro chico y ese chico es Hibari, se debía a la poción de amor de Shamal, la cual por cierta y estúpida vaca le cayó a él y a la tormenta en grandes dosis junto con una poción de sueño, provocando ese efecto en ellos… de amar sin medidas…. No sin duda no lo podía decir, bah, de poder podía, el no tenia tanto problema con eso, se lo diría directo y sin anestesia, pero… Shamal le había prohibido, ya que se osó a exigirle algo debía ser importante, que no debía decirle el porqué a ninguno de los dos, ya que sus mentes colapsarían con la razón y la fantasía que ellos crearon en sus corazones. En conclusión, en el mejor de los casos podrían caer en un colapso nervioso, o en los peores, sufrir un ataque y quedar en coma o tener un derrame cerebral. Todas eran terribles. Así que resignado, y aunque no lo iba a admitir, preocupado por el bienestar de Tsuna y Gokudera, no les diría nada y ya les dejo dicho a el Sol, la Nube y la Lluvia que tampoco lo hicieran, claro que el Ryohei quedo mas confundido cuando le dijo que el porqué de eso lo descubriría mañana, ósea, ese mismo día.

- La verdad lo ignoro Dame-Tsuna – Le dijo, aunque tampoco es bueno dejar a un idiota con la duda, eso solo hace que de más problemas  - Pero si amas a Hibari, no es malo – Tsuna lo miro indagador – No es malo amar a una persona y uno no elige de quien se enamora, así que si tus sentimientos son así de fuertes por la Nube, lo que deberías hacer es hallar la manera de ser más cercanos aun. Ya le confesaste tus sentimientos, ahora trata de que te los corresponda – Bien, no es que el no sepa que hacer en casos de amor, ya que las mujeres lo aman, así que sabía lo que estaba diciendo, pero… ¿Por qué no decirle que desista? Porque eso solo lo pondrá triste y mas idiota a su alumno, por eso lo animaba, además… ¿No sería más entretenido así? - ¿Crees que podrás hacerlo, Dame-Tsuna? – Sonrió burlón. El ojichocolate le miro indeciso y agacho la cabeza.

- No sé qué pasa, y tampoco estoy seguro, pero… - Se levanto con decisión en su mirada – Mis sentimientos por Hibari-san no cambiaran, tratare que me quiera, yo… - Sus ojos brillaron – Amo a Hibari – Esa terrible determinación en el amor sorprendió un poco al Hitman, esa poción en verdad debía ser terriblemente fuerte, ni con Kyoko y las balas de la última voluntad logro confesársele.

- Así se habla – Al final sonrió – Y ya prepara tu trasero que se te hará tarde – Tsuna miro el reloj y se aterrorizo.

- Ahhh, llegare tarde – Y después de esos se escucharon corridas por toda la casa.

***---***---***

Nervioso, sudando, temeroso y muy inquieto… así se encontraba nuestro pobre Yamamoto quien estaba caminando a la escuela con la fija mirada verde de su amigo en su espalda. Gokudera siempre caminaba al frente y le recriminaba que dejarla de mirarlo y seguirlo ya que era molesto y no era su amigo, ahora comprendía mejor al guardián de la tormenta, ya que ahora los papeles se cambian, pero de una manera diferente y escalofriante. Quería romper el silencio, quería decirle que fuera adelante o que se adelantara, pero el peliplata no le dejo alternativas ya que simplemente le dijo “Camina, yo te sigo”, demasiado impropio de él, aun así conservaba su carácter. Ya no soportando mucho esa situación decidió voltear y encarar a su amigo.

- Hey Gokudera ¿No crees que estamos muy callados? – Sosteniendo con fuerza el aza de su mochila preparado para todo.

- No sé de que hablas, siempre estoy tranquilo – Le dijo enojón. Okey, eso no se la creía Yamamoto ni dormido, Hayato era alguien impulsivo y temperamental más si era estando con él, a no ser que esté tratando con Tsuna.

- Bue-Bueno, es que por lo general tú vas al frente, jeje – Dijo con una sonrisa nerviosa y las cejas algo fruncidas hacía arriba

- Hoy quería ir atrás, estaba… pensando… - Dijo muy ensimismado.

- ¿Pensado? – Algo curioso de saber en qué.

- Si… necesito… aclararme algo… pero… - Miro al morocho – Aun no lo comprendo… - Dijo algo disgustado.

- ¿Qué cosa? – Deteniendose en frente de casa de Tsuna.

- No te lo diré maldito entrometido, pero… - Se acerco a Yamamoto – Si te diré que aunque no se cómo, yo siento… - Aproximándose mas y asustando a nuestro deportista.

- ¡Buen día chicos! – Salió corriendo Tsuna. - ¿Eh? ¿También van tarde?

- ¡Tsuna! – Alegre de que haya venido y evitado cualquier acción del ojijade. – No, para nada, tu reloj debe andar mal, jeje – Rodeándolo por los hombros.

- ¡No toques al Judaime con tanta confianza! – Apartándolo enojado pero sonriéndole al castaño – Buen día Judaime – Tsuna le sudo una gota.

- Jeje, aun así, vamos o sino si se nos hará tarde – Comenzando a caminar. Yamamoto ahora estaba tranquilo, si estaba Tsuna, entonces Gokudera estaba quieto y no hostigándolo con la mirada y sus “sentimientos”.

Tsuna intuyo que había algo malo, y noto a Gokudera que aun pese a que sonreía, estaba triste. Seguro se debía a que su amigo Yamamoto no correspondió a los sentimientos del otro. Se sintió terrible, Gokudera era alguien impulsivo pero era una excelente persona y creía que haría buena pareja con alguien tan entusiasta como lo era la Lluvia, así que… cuando estuvieran solos, le diría las mismas palabras que le dijo Reborn a la tormenta. Ambos darían lo mejor. Sonrió pensando en eso.

***---***---***

Se levanto muy temprano e hizo sus ejercicios matutinos. Ya iba por la tercera vuelta a la manzana antes de ir al instituto. Se detuvo por su casa a refrescarse, su hermana ya había salido, noto que le dejo sus cosas preparas y el almuerzo, lloro cascadas en apretó su puño en alto “¡Gracias hermanita!”. Tomo toda sus cosas, después de darse una ducha rápida, y salió esta vez más calmado, ósea… trotando y comiendo un pan con huevo.

Mientras se acercaba a cada trote a su instituto, recordaba los eventos que paso hace dos días, el cómo porque llevo con buenas intenciones al niño vaca al salón de Sawada, todo término en caos y con el castaño y cabeza de pulpo desmayados, temía lo peor. El era un bruto en muchos aspectos del estudio, pero… no era un ignorante, sabía que aquellas sustancias en esos contenedores de vidrio eran peligrosas, no sabe que causan, pero algo malo le debió haber pasado a los chicos si se ausentaron al día siguiente, pero siendo positivos, tal vez estaban ya curados pero dormían por el cansancio.  Si, debía ser positivo, ya habían enfrentados otras, aunque extrañas e ilógicas, situaciones y salieron bien parados, y Sawada no era alguien que se daba por vencido aunque es lo que siempre quiere mostrar, y en cuanto a cabeza de pulpo, con lo terco y cabezón que es, sabía que ni aunque le faltaran las piernas se dejaría vencer. Debía reconocer que el peliplateado tenía actitud, y eso lo respetaba. Nunca se arrepentiría de haber tratado con Sawada Tsunayoshi, encontró buenas personas, gente llena de determinación, de vidas EXTREMAS, de retos EXTREMOS y más que nada, encontró buenos amigos. Con ellos… su futuro seria increíblemente EXTREMO. Se sonrojo al recordar que se casaría. Pero no le daría vueltas a eso, no quería crear una paradoja como mostraban en las series por intervenir en su presente, dejaría las cosas fluir.

Su mirada se alzo un poco al divisar el instituto se acercaba, o mejor dicho, el se acercaba a este. Troto un poco más rápido y llego a ver a su hermana junto con su amiga… Hana. Tragándose un poquito los nervios se acerco. Aunque sabía que se casaría con ella, aun no encontraba nada, ningún indicio de cómo le llego a gustar ni nada, casi no trataban, eso y más lo tenían confundido al EXTREMO y temía meter la pata, pero como se dijo, no forzaría las cosas.

- ¡Hermanita Kyoko, amiga de Kyoko! – La pelinaranja volteo con delicadeza y sonrió y Hana solo arqueo la ceja.

- Onii-chan – Le recibió pero luego hizo un mohín – Onii-chan, ya te dije que no te esfuerces de esa manera en las mañanas, sé que es tu rutina, pero hoy sales hasta la ultima hora – Puso cara de preocupación – Te dormirás y te regañaran.

A Ryohei se le llenaba el pecho de amor y orgullo de tener una hermanita tan buena y linda como lo era Kyoko.

- Sabes que no se puede evitar, es mi rutina EXTREMA y no puedo desistir – Comenzando a lanzar puños al aire.

- Y la mañana estaba tan bien y ya comenzaste a gritar – Dijo Hana sosteniéndose la cabeza, era demasiado temprano para los gritos. El morocho de pelo blanco se tenso un poquito y sonrió.

- Jeje, perdón – Dijo rascándose la mejilla, por un segundo Hana y Kyoko se sorprendieron de su tono tranquilo… acaso… – Pero esa es mi actitud, ¡Siempre al EXTREMO! – Alzando los puños al Sol. La morena negó y Kyoko sonrió.

- Onii-chan, ¿Sabes si hoy vendrán Gokudera-kun y Tsuna-kun? – Estaba preocupada a ver que ayer ambos faltaron luego del accidente de la clase.

- Oh, creo que hoy vendrán, lo dijo el bebe – Siguiendo dando puñetes de boxeo.

- Que mal, ayer estuvo tan tranquilo – Dijo Hana pero en el fondo se preocupo un poquitito por el incidente del laboratorio.

- Ah, eso es un alivio – Sonrió. – Pero como Hana y yo debemos terminar algo, nos adelantaremos al salón, espero verlos – Llegando a la entrada.

- ¡Lo veras EXTREMO! – Mostrándole el dedo pulgar arriba. Kyoko rio un poquito.

- Luego te veo, Onii-chan – Le saludo y ambas se fueron. Ryohei se quedo viéndolas hasta perderlas de vista, era lindo la sensación de estar acompañado en la escuela. Justo en ese momento noto a Hibari, sonrió y alzo el brazo.

- ¡OOOOI, Hibari! ¡Buen día compañero! – Grito a lo máximo que todos lo voltearon a ver con horror de que el prefecto le moliera a golpes. Hibari lo miro, pero dio la vuelta y se fue - ¿Eh? ¿Qué es esa actitud? – Enojado con su nakama.

***---***---***

- ¡Ryohei-oniisan! – El morocho volteo y sonrió.

- ¡Oh, Sawada, cabeza de pulpo! – Se acerco a los chicos.

- ¡¿A quién llamas cabeza de pulpo maldito?! – Alzando el puño, el boxeador sonrió al ver que todo parecía normal, si era así ¿Por qué el bebe le había prohibido hablar del tema del incidente con ellos?

- Jeje, vamos Gokudera-kun, acabamos de llegar, no peleemos – Dijo Tsuna con una sonrisa.

- Pero Judaime…

- Sawada tiene razón, no puedes andar de peleonero siempre cabeza de pulpo, hace mal a la salud ser tan gruñón – Le miro reprochosamente serio.

- ¡Te mato! – Sacando colmillos y explosivos.

- ¡¿Otra vez con eso?! – Sonrió en grande al ver que si todo estaba bien. Justo cuando el peliplateado las encendía y se acercaba a él…

- Ma ma, Gokudera, no creo que sea buena idea – Dijo quitándole los explosivos y apagándolos. Ryohei espero a ver ahora como el beisbolista y el otro comenzaban a discutir, pero lo que paso lo dejo pasmado.

- Tú… no te metas donde no te llaman – Arrebatándole sus “pertenencias” y guardándolas con un sonrojo.

- L-Lo digo para mejor Gokudera – Sonrió algo nervioso al notar el sonrojo.

- Tks, me revienta tu actitud… - Hizo un gesto mohín aun sonrojado, pero estaba tranquilo - … a veces – Susurro bajado la mirada.

-…- Muy bien… eso sin duda fue… “terriblemente sorpresivo e inesperado” ¿Qué pasaba aquí? - ¿Eh?...

- Jeje, me alegra, Gokudera-kun ahora se ve más animado – Dijo Tsuna.

- Ju-Judaime – Dijo impresionado de que supiera sus sentimientos, aunque luego sonrió, era su jefe, así que era obvio, Tsuna era sorprendente. Mientras Tsuna y el ojijade hablaban Ryohei se acerco a Yamamoto quien se lamentaba.

- Oe… ¿Puedes decirme que fue eso? – Dijo refiriéndose a la actitud del enojón.

- Pues…

- Ryohei-oniisan – El mayor lo miro – Sabes… - Se puso nervioso y se sonrojo. El Sol intuyo que iba a preguntarle de Kyoko así que cuando iba a responder… - Si… ¿Sabes si Hibari-san ya llego? – Mirándolo algo esperanzado.

Muy bien… ahora sí que no entendía nada ¿Qué rayos estaba pasando ahí? La mirada de Tsuna era tan brillante que lo cegaba y al igual que Gokudera, quien miraba a Yamamoto con un aire de primavera a su alrededor, y eso sin duda era escalofriante. Pero… aun así respondió con un asentimiento de cabeza.

- ¡¿Enserio?! – Se alegro al borde de notar la misma aura primaveral que de Hayato, otra vez no comprendía que carajos pasaba. – Me iré adelantando…

- ¡Espera Tsuna! – Quiso detenerlo Yamamoto, pero era tarde, había perdido a su escudo de “amor”.

- ¿Para qué quieres detener a Judaime? – Le inquirió el italiano con un deje de celos que se notaba en su rostro.

- Ah… bueno… - Sudando la gota gorda… “Vamos, vamos, piensa Takeshi, piensa” – Es que quería aprovechar a pedirle si podía dejar mi mochila en el aula ya que yo debo ir a hablar con mi entrenador – Sonrió con una gotita de sudor en la mejilla. Gokudera frunció el ceño.

- Maldito ¡No te atrevas a pedirle al Judaime algo tan insultante y absurdo! – Alzando el puño de la indignación.

- Jeje, vamos Gokudera, es solo un favor y…

- Dámela – Le corto.

- ¿Eh? – Confuso.

- ¡Que me des tu asquerosa mochila! – Se sonrojo – Yo-o… Yo la llevare por ti – Haciendo una mueca graciosa por la pena, a Ryohei y a Yamamoto les cayó una piedrita imaginaria en la cabeza y se le despeinaron algunos pelos.

- Etto…

- ¡Solo lo hago para que no te aprovecharte del Judaime como un perro! – Le espeto aun sonrojado - ¡Dame la mochila, yo me adelantare! – Sintiéndose un tonto al ver la demora.

- Ah – Yamamoto sintió un alivio cuando dijo “Me adelantare”, así que sin vacilar, no mucho, le dio su mochila.

- Maldito friki del baseball tenias que ser – Refunfuño pero se sonrojo un poco más al tener la mochila de Yamamoto entre sus manos – Nos vemos adentro – Y sin más se fue, dejando a los otros dos, aunque Ryohei estaba que podía desmayarse con lo que acaba de ver.

- ¡AAAHHHHH! – Pero prefirió gritar su frustración e incertidumbre, si se desmayaba eso seria una pérdida de tiempo en su rutina mental. - ¡¿Qué acaba de pasar?! ¡Eso fue loco al EXTREMO! – Mas que alterado y confuso.

- Calma, yo sé que es esto chiflado, pero te explicare lo que pasa…

** Una explicación más tarde ** xD

- Y ahora están así – Dijo negando algo decaído. Ryohei asentía a todo con la mano en su barbilla.

- Mmm, ajam, ajam, claro, bien. Todo correcto… ahora… - Cerro los ojos y tomo aire - ¡¡¿Cómo es quieres que me tome esto?!! ¡Es una locura! – Expreso exaltado.

- Es más que eso, Gokudera esta e-e… “enamorado” de mí – Le tembló el cuerpo por eso – y Tsuna de Hibari, que eso es peor porque él podría hacerle daño – Tomándose la frente – Y no podemos hacer nada más que solo esperar una cura…

- Es terrible… - Recordando lo que le explico. Yamamoto puso una expresión seria.

- Si – Con las manos unidas rectamente cubriéndose un poco la nariz y toda la quijada – Si ellos llegar a saber la verdad podrían… - Frunció el ceño - … No permitiré eso - Bajo los brazos y apretó un puño – Hasta que haya una cura, soportare a Gokudera – No queriéndolo decir así, pero era lo más sensato que se le ocurrió.

- … - Respetando en silencio a su amigo al verlo en esa situación difícil – Pero… ¿Y Hibari? – Temiendo que el prefecto no hiciera lo mismo.

- No lo sé – Se afligió – Pero el bebe ya le explico, espero que Hibari aguante también – Deseando que así sea, porque si no, Tsuna…

***---***---***

Se asomo por el pasillo donde daba a la oficina del comité disciplinario. Sus nervios le llegaban a ganar por segundos, pero siempre estaba dándose ánimos por eso ahora estaba ahí. Trataba de calmarse pero no hallaba nada que le hiciera descender el ritmo de su corazón. A pocos metros estaba tras una puerta su amor. Se avergonzó al pensar eso, si Hibari-san lo oyera seguro lo molería hasta la muerte. Comenzó a temblar, la verdad estaba siendo un tremendo masoquista, ir a ver al prefecto luego de confesarse para seguirlo como acosador, bueno, en realidad no era un  acosador ya que aun no lo perseguía como perro… aun. Pero ya había dado el gran paso, ni con Kyoko se confesó y pudo hacerlo con el guardián de la Nube, eso solo significaba que su amor por este era más fuerte que otro (Es una poción de amor Tsu-chan :v jajaja, ok me callo), y él no se rendiría a ese inmenso amor, porque lo sentía en su ser, su amor por Hibari era tan fuerte que hasta lo sofocaba y lo dejaba sin aire y su corazón dolía de lo fuerte que latía.

Negó con la cabeza, este no era el momento para analizar y detallar sus síntomas y reacciones para con el prefecto, antes de que comenzara la clase ¡Debía hablarle! Dar el paso ¡Que vea que no es un herbívoro que se da por vencido como una plaga! Esta vez lucharía. Camino a paso lento pero decidido y llego hasta la puerta, la cual con mucho temor toco.

- Pase – Se oyó una voz grave y muy atrayente que era de su guardián. Se sonrojo y sintió que podía desmayarse solo por eso. Sin más, abrió la puerta…

- A… Ano… etto… - Murmuro, así que el presidente del comité disciplinario no lo escucho – Hibari-san… - Se sonroso al verlo ahí tan sereno revisando papeles. Lo quedo contemplando unos segundos. Como movía sus ojos al leer y a escribir, su mirada agachada, sus cabellos ligeramente cayendo… Hibari… era muy apuesto…. Su cuerpo se estremeció al ver como la mirada azulada se posaba en el con fijación. – Ah… he… Bue-Buen día Hibari-san – Sonrió nervioso y sonrojado.

-…- El prefecto arrugo ligeramente, casi imperceptible, el entrecejo y decidió continuar su papeleo – Si no viniste a decirme nada importante, retírate, estorbas mi espacio – Escribiendo en una hoja.

- Eh… - Sintiéndose algo triste por la indiferencia de este. – Bueno yo… quería solo verte – Dijo jugando un poco con las manos.

- Hm – Aun en lo suyo.

-…- Tsuna junto sus manos y las apretaba por lo bajo, era incomodo y le daban nervios estar ahí callado y con Hibari, pero extrañamente le alegraba solo estar con él.

-…-

-…-

-…- Cambiando las hojas.

-…-

-…- Parando de escribir y subiendo la mirada.

-…- Tsuna respingo.

- Sawada – Entrecerró los ojos.

- ¡Hai! – Parándose recto.

- Vete – Muy serio.

- Pero…

- ¿Qué quieres? – Viendo su bolígrafo y mirando otras hojas de distinto color, amarillas claras.

- Yo… ¡Yo quiero estar con Hibari-san! – El prefecto cerró sus ojos lentamente y los abrió igualmente para mirar al castaño penetrantemente. - ¡Hm! – Se estremeció un poco pero se recompuso – Aunque Hibari no me quiera aquí… yo… quiero pasar más tiempo con usted aunque sea solo callado y mirándolo.

-…- Hibari alzo el rostro y se enderezo en la silla aun con la mirada fija.

- Hibari-san sabe de mis sentimientos – Otra vez el azabache frunció ligeramente el entrecejo disgustado con lo que oía. – Por eso… ¡Por eso yo…! – Justo sonó la campana callando al castaño.

-…- Todo quedo en silencio hasta que la campana paro de sonar – Ve a clases – Soltó tranquilo como prefecto que era.

- ¿Eh? Pero…

- Saltarse las clases es un comportamiento que no será tolerado, así que ve o serás sancionado – Dijo mas que serio – Y te castigare – Finalizo fríamente.

- Pero… - Viendo que la mirada del azul no cambiaba, se resigno y algo deprimido asintió – Como diga, Hibari-san – Y sin más se retiro.

-…- Hibari se quedo viendo la puerta para luego volver como si nada a sus papeles.

El bebe ya le había explicado todo, pero él no estaba para eso. No era algo que le interesara ni le concernía. El no iba a meterse en las actividades del grupo de herbívoros de Sawada, el estaba ocupado con su escuela y su Nanimori, así que no podía perder su tiempo en algo tan absurdo e inútil como ellos. Sin más y sin querer saber más del asunto, se mantendría alejado, a menos que estos se le den por perturbar a su Nanimori y tuviera que castigarlos, y no trataría con el asunto. Le daba más que igual. Aun así, si ese herbívoro tuvo las agallas para venir a molestarlo con sus “sentimientos”, quiere decir que nada lo parara de hacerlo de nuevo, y eso sin duda lo molestaría, ese alumno problemático invadiría su espacio y no lo toleraría, aunque allá el, el no iba a ni siguiera mirarlo.

- Haaaah – Bostezó con cansancio y sacudió un poco su cabeza (Como una linda bestia xD) - ¿Mmm? – Sintió una extraña presencia pero se hizo el desentendido, aunque estaba alerta.

- Hibari, Hibari – Justo llego Hibird y se poso en su cabeza.

-… - Le miro – Busca si hay alguien extraño merodeando por aquí – El pajarito se picoteo un poquito su alita y luego emprendió marcha acatando la orden de su amo. Giro un poco su silla, que es giratoria, y vio partir a su compañero por la ventana y perderse. – Sea quien sea, si causa problemas, Kamikorosu – Y sin más… continúo en lo suyo antes de tomarse una siesta.

***---***---***

Lejos de ahí, había alguien quien miraba la escuela en la lejanía, noto que al acercarse se vio presentido por el prefecto de la escuela, así que tuvo que alejarse. Sonrió al ver lo astuto que podía llegar a ser ese sujeto. Por suerte, esa avecilla no lo encontraría, ni aunque quisiera. Se entero de lo que paso, y pensaba sacarle provecho, mucho provecho.

-  Sera divertido… - Volvió a sonreír con burla y malicia.

Sea quien sea esta persona, solo viene a causar problemas, a crear enredos y ser una molestia… tal vez… pero si de algo alguien estaba seguro, no pararía por nada, hasta cumplir sus propósitos… por las malas… o por las malas.

- Kufufu…

 

 

 

Continuará…

 

 

 

Notas finales:

Wooooow!!!! Las cosas estan loooocas!! xD Pobre Yamamoto, el es amable y lo aguanta jajaja, pero Hibari, esta que quiere que al herbivoro se lo trague la tierra y lo deje en paz, pero aun asi, como buen prefecto hace su trabajo y evita que Tsuna falte a clases, que lindo :D

Jajaja, espero que les haya gustado el cap y espero me dejen sus hermosos comentarios, saben que los respondo con amor :'3

ValexWalker!! Solo esperame un poco!! :'v

Sin mas me despido, muchas gracias por leer, hasta la proxima!! xD

Nos vemos n_n/


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).