El día en Japón estaba bastante refrescante, era el mes de marzo, por lo que los cerezos comenzaban a revolotear, el viento los dispersaba y dejaba una buena fragancia en el medio ambiente.
En Japón, existían dos familias totalmente reconocidas, y, que por mala suerte, no podían disfrutar del aroma del cerezo que crecía en marzo.
Para esas dos familias, ese día iba a ser una fiesta conmemorativa y por supuesto, el cumpleaños de uno de los herederos de una de ellas.
Los negocios de dichas familias eran totalmente diferentes, la primera era dueña de una empresa de bienes inmuebles y la segunda, una familia de reconocidos escritores.
Era ya 27 de marzo, mejor conocido, como el día del cerezo.
~En la noche~
"Tendremos bastantes invitados, Ritsu-sama"
"¿Invitados? Yo... No quería esto" Dijo haciendo el nudo de su corbata
"Ritsu-sama, para sus padres es muy importante que usted cumpla 18 años"
"Yana... Yo... ¿Tu crees que hago bien en hacerlo?"
"¡Claro! Desde que eras un bebé te he visto luchar, dales el gusto a tus padres solo por esta noche"
"¿Quienes vendrán?"
"La familia Takano se presentará a la fiesta, la familia Brend, y otros asociados de tu padres"
"¿Tu no iras a la fiesta?"
"Tengo que servir a los invitados, son ordenes de tus padres"
"¿La familia... Ta... kano...?"
"Hai, al parecer se acaban de asociar con tus padres en febrero"
La fiesta estaba dando inicio, no quería hacerlo, convivir con gente que no conocía le era bastante pesado en varios aspectos, sabía que sus padres anhelaban que llegará el 18° 27 de marzo de su hijo para poder hacer una gran fiesta.
Ritsu, no era de ir a eventos organizados por sus padres, sabía que era de una familia millonaria, que su familia ganaba dinero por las propiedades que vendía... Pero... ¿Qué era lo que él quería en realidad?
"Ritsu, te presentamos a nuestros nuevos asociados, se unieron a nosotros por expansión de propiedad en el mes de febrero. Son los escritores Takano Seto y Takano Mei, su hijo Takano Masamune"
"Es un placer conocerte, Onodera" Dijo Masamune extendiendo la mano
"Ha... Hai... Supongo que el mio es igual"
"Ritsu, tu parte de la fiesta empezará más tarde, ¿porque no le muestras la casa a Masamune-kun? Le diré a Yana que te avise"
"P-por supuesto"
Masamune tenía sus ojos sobre aquel delgado cuerpo, le atraía, la figura del castaño provocaba placer en el azabache por tenerlo. Sus ojos verdes que parecían ocultarse de la vergüenza que entonaban sus mejillas sonrojadas.
"Sígueme, te mostraré la casa" Dijo Ritsu sin mirarlo
"Mis padres dijeron que hoy es tu cumpleaños"
"Oh... Hai... Por favor, no se fije en esos detalles, Takano-san" Dijo avergonzado el castaño
"No, al contrario"
El menor podía sentir aquella mirada sobre él, cada segundo, su cuerpo era devorado por el azabache.
"Y por último mi habi... ¡Oi!"
Takano entro inmediatamente al cuarto del castaño, no lo resistía, eran hombres, pero algo tenía aquel chico que lo volvía loco.
El cuerpo del castaño estaba pegado a la puerta, sus miradas estaban cerca, una mirada esmeralda confundida, y una mirada azabache demasiado apasionada. Sus manos a su vez, eran sujetas por las del mayor.
"Así que... Se te da eso mirar a la gente y luego encerrarla, ¿ne?"
"Eres demasiado lindo"
"Oi... Takano-san... No se que..."
"Me gustas"
"Debes estar bromeando, ambos somos hombres..."
"ME GUSTAS"
Las palabras del azabache parecían sinceras, los ojos verdes mostraban confusión, ¿era posible que un hombre se pudiera enamorar de otro? ¿era lo mismo que enamorarse de una chica?
"Mis padres hablaban mucho de un posible heredero de la familia Onodera... Llegué a pensar que eras chica, hasta que te vi"
"Y-Yo... No tengo interés en una relación que se traten de dos hom..."
Sus palabras fueron interrumpidas por un beso de parte de aquel pelinegro, podía sentir como la lengua de aquella persona desconocida luchaba por jugar con la suya, una de las manos del azabache estaba acariciando el miembro del menor. Ritsu se estremecía por cada roce, sus labios habían cedido a continuar, sus manos se aferraban a los hombros de aquel hombre.
No era necesario esperar mucho, porque sus pantalones ya estaban abajo, la ropa interior comenzaba a apretarle, el azabache lo entendió y bajo aquellos bóxer, sin dudarlo, metió aquel miembro ya erecto en su boca.
"N-No... Espera... De-detente, Takano-san... Ahhh... M-me... Me vengo..."
Tal y como lo dijo, se vino dentro de la boca del azabache, aquel pelinegro disfrutaba la esencia del menor. Volteo al castaño y comenzó a acariciar su entrada, aquella cadera bien formada lo excitaba, esa piel suave lo llenaba de placer, comenzó a bajar sus pantalones y sin preparar aquel cuerpo virgen, metió su miembro en la entrada del menor.
"Ahhh... ¿Q-qué haces? Ngh... Du... Ahhh... Takano-san... Ngh... Duele..."
"Eres muy estrecho, deberías calmarte o te dolerá mas" Dijo para después chupar la espalda del menor
"Ngh... Yo... No creo que en verdad te guste" Su miraba estaba en la puerta
"¿No? Creo que... Puedo hacer qué te enamores de mi..." Las estocadas se hacían muy fuertes, el placer invadía el cuerpo del menor "Puedes gritar todo lo que quieras, no escucharán tus gritos de placer, la música los distrae demasiado" Sus mano acariciaban las caderas del menor, podía notar como este las movía pidiendo más, el azabache arqueo un poco la ceja y mientras seguía dando estocadas acariciaba el miembro de aquel chico.
"Takano-san... Ahhh... Ngh... Detente... Más... Más lento... Ngh..."
"¿Así que te esta gustando?" Pregunto mientras aumentaba las estocadas
"Ahhh... Takano... Takano-san... Me vengo... Ngh..."
El azabache saco su miembro del castaño y una gran parte de líquido seminal salía acompañado de sangre... ¿Acaso el chico era virgen?
"Eras virgen, ¿cierto?"
El chico seguía con sus manos apoyado sobre la puerta, su cuerpo temblaba, el líquido seguía saliendo con la sangre del menor recorriendo sus piernas.
Al escucha aquellas palabras saliendo de la boca del mayor, unas cuantas lágrimas comenzaron a salir.
"Yo... Nunca pensé que haría esto... Por más que me negué no podía resistirme, yo..."
"Debo admitir que no estuviste mal"
"¡Urasai!" Su llanto se hacía mas notable "¿Qué voy a hacer si se dan cuenta? Yo... ¡No se supone que esto pasaría!"
"Calmate, eres molesto" Dijo sobandose la frente.
El menor con las pocas fuerzas que tenía, con pasos torpes, se acerco al azabache y molesto lo tomo del cuello del saco.
"¿¡Si soy molesto porque lo hiciste!?" Sus ojos estaban rojos
"Ya no tienes fuerzas, será mejor que te relajes o te desmayaras"
"¡Urasai! ¡Urasai! ¡Urasai! ¡Te odio! Te llevaste mi dignidad..."
"¿Dignidad? ¡Ha! No me salgas con que después de gritar mi nombre como loco tienes dignidad..."
"No lo entiendes... ¿Verdad?" Dijo agachando su mirada
"Entender... ¿Qué?"
La vista del castaño se estaba nublando, su mirada seguía gacha y su cuerpo se volvía débil. Una de sus manos acariciaba el cachete del mayor y con la poca fuerza antes de desmayarse, volvió a repetir su cuestión.
"No lo entiendes, ¿verdad?"
"¡Onodera!" Dijo atrapando el débil cuerpo del castaño.
n93;En la madrugada n93;
"Muchas gracias por cuidar del joven Ritsu" Dijo Yana entrando a la habitación
"Disculpe, Yana-san, ¿usted que es de Onodera?"
"Su nana, por supuesto. Puedes confiar en mi si así lo deseas... Durante sus 18 años, el joven a disfrutado de buena salud, pero, últimamente es rebelde con lo que se le sirve. Si sus padres se enteran que desmayo por desnutrición..."
"Yana-san... ¿El ha sido así de lindo siempre?"
"¿Lindo? ¿En qué sentido?"
"En lo cerrado que es con sus invitados, por supuesto"
"No, el joven siempre ha convivido bastante bien, sus invitados son preciados para sus padres, por lo que al principio se ve obligado a tratarlos bien, hasta el final, sin darse cuenta, toma cariño, recuerdo que eso le pasaba con Kohinata-san"
"¿Kohinata-san? Soka..."
"Ritsu es un buen chico, sus padres trataban de conseguirle pareja instantáneamente, pero con el paso del tiempo, se dieron cuenta de que su corazón sería capturado por alguien... Fuese quien fuese, tiene que tratar y apreciar al joven... Alcanzar la máxima felicidad"
"-Alcanzar la máxima felicidad- Ya veo... Y dime, ¿crees que algún día la encuentre?"
"El joven nunca ha tenido novia, ni ha sentido atracción por nadie, su cuerpo, es totalmente inocente y virgen, como una rosa que nunca ha sido arrancada y vuelta a sembrar, es intocable y solo sus propias manos lo conocen tan bien"
"Yana-san, también creo que Onodera llegará a ser feliz" Dijo mientras acariciaba la frente de Ritsu
"¿En serio? Ritsu te llegará a querer como un gran amigo y te tendrá confianza, solo dale su tiempo, es honesto y frágil, por lo que luchará por algo eterno"
"Realmente sabes lo que dices"
"Venga, sus padres siguen con los señores, así que, ¿le gustaría cenar algo antes de retirarse?"
"La fiesta esta por terminar, ¿qué hay si piden la presencia de Onodera?"
"Yo me encargaré de eso, venga una buena cena calmará los nervios"
¿Alcanzar la máxima felicidad?
¿Qué podría significar eso?
¿Era cierto que se puede alcanzar la felicidad a un 100%?