Prologó: Una Vida Amándote
El Cuarto Kazekage, el padre de Gaara, y el líder de la aldea de Sunagakure, intentaba utilizar a su hijo como un arma personal para la aldea, fue entrenado por su padre durante su infancia, para ayudarlo a controlar las habilidades que el Shukaku le había dado, a pesar de ello, era hostigado por parte de los aldeanos de Sunagakure, quienes lo veían como un monstruo por ser el huésped de una bestia con cola. El Shukaku podía manipular la arena incluso en contra de la voluntad de Gaara, para hacerles daño a los demás aldeanos, lo que permitió solidificar la percepción que aquellos le tenían. Esos ataques ocasionados a los aldeanos convencieron a su padre de que él en realidad fue un experimento fallido, por lo que ordenó asesinar a su hijo, mientras que Gaara había tratado inicialmente de ser amable con los demás, a pesar del miedo de su pueblo, Después de que su tío, Yashamaru, fuera la única persona que se hiciera cargo de él, y de que intentara matarlo lo cambiaron.
"¿Qué es el dolor?" La pregunta que siempre me hacía fue contestada por Yashamaru, y con su muerte una profunda herida quemante y sangrante se abrió en mi pecho para ya no cerrarse.”
Dándose cuenta de que nadie le amaba, Gaara usó su arena para crear un tatuaje en kanji en la frente "amor" (爱, ai), como un símbolo de lo que es un "demonio que se ama sólo a sí mismo", y a la altura de su nombre, como lo creía supuestamente su madre Karura. Gaara se hizo emocionalmente retraído, casi silencioso, y fue paulatinamente consumido por un aborrecimiento amargo para todos, pero al tiempo se convenció de que sólo se importaba a sí mismo y su "madre": la voz del Shukaku en su cabeza. Él aprendió a encontrar el placer y finalmente una razón para vivir en aniquilar a los múltiples asesinos enviados para matarlo y, por extensión, a cualquiera que amenazara su existencia. Esto fue empeorado por el Shukaku que no lo dejaba dormir y como resultado, Gaara buscaba siempre la forma de saciar su sed de sangre, que dio lugar a un Gaara despiadado; demostrado cuando asesinó a Bai y a Midare y no haciendo caso omiso de sus súplicas. El insomnio de Gaara, fue impulsado por el temor de que el demonio dentro de él se coma su mente mientras duerme, sólo fomentó su inestabilidad y aumentó más el deseo de matar. De hecho, su odio se extiende a sus hermanos, ya que nunca los vio como tal, y estaba completamente dispuesto a matar a los que se le cruce y si fuera necesario a su familia para satisfacer su deseo de reafirmar su existencia.
Pensamientos devastadores siempre atormentaban mi mente y corrompían mi adolorido corazón "Por fin entiendo... estoy solo. No voy a creer en nadie, ni a nadie el amor. Estoy solo." “¿Por qué existo y vivo? Pero no encontré respuesta, uno necesita una razón para vivir de no ser así, es lo mismo que estar muerto."
Gaara fue, en muchos aspectos, similar a Naruto Uzumaki, aunque desafortunadamente en su caso, no tuvo a nadie a quien llamar amigo, aunque tuvo familia como su hermano jinchuriki (aunque él no lo descubriría sino hasta mucho tiempo después en la serie), ambos se sentían solos y deseaban ser amados, queridos y reconocidos como un ser humano, de los prejuicios de otros - como ellos mismos, no como a los demonios que se vieron obligados a "contener" - y ambos fueron conducidos a un estado de desesperación. Mientras que Naruto en consecuencia ha desarrollado el concepto erróneo de que bromas y travesuras le traerían la atención que buscaba, Gaara llegó a la conclusión de que podía conservar y confirmar su propia existencia matando a todo aquel que lo desafíe, logrando así una forma extrema del existencialismo como rasgo clave de su personalidad. Ante la falta de reconocimiento de los demás.
Cuando Uzumaki Naruto entro en mi vida, dolorosamente lo sentí como un espejo de mí mismo, alguien que compartía mi dolor y un pasado semejante, aun recuerdo perfectamente lo que dijo.
“-Es algo insoportable, ¿verdad?... el sentimiento de estar solo. Sé lo que se siente... estuve ahí, en ese oscuro y solitario lugar. Pero ahora hay otras... otras personas valiosas para mí... me importan más ellos que yo mismo... y no dejaré que nadie los lastime. Es por eso que jamás renuncio. Te detendré... aunque tenga que matarte” Con esas palabras intento desesperadamente salvarme, yo no entendía el por qué se esforzaba tanto ¿Cómo es que éramos tan iguales y al mismo tiempo tan diferentes?
Por otra parte, mientras que Naruto finalmente tuvo a Iruka, a Kakashi y sus amigos que lo aceptaron y reconocieron, Gaara no tenía nadie para vincularse, ni siquiera su padre o sus hermanos, ya que todos lo despreciaban y temían por el Shukaku que habita dentro de él. La persona que estaba más cerca de ser amigable con Gaara era Yashamaru, su tío, que recibió la orden de matarlo (aunque en realidad él podía oponerse y él lo amaba de verdad), pero resultó creándose con ello a un Gaara sociópata y solitario. Como tal, Gaara no entendía el concepto de lucha por algo más que a sí mismo hasta su enfrentamiento con Naruto.
“-Porque ellos... me rescataron de mí mismo... me salvaron de mi soledad... y fueron los primeros en aceptarme tal y como soy. Son mis amigos”. Había dicho Naruto
Después de ser derrotado por el, me sorprendió al ver que sabía muy bien el dolor que yo había soportado durante toda mi vida, Y me sorprendió aún más de que mi primer amigo nunca perdiera la esperanza, en si mismo y en las personas, de que Naruto fuera a ser reconocido como persona y en última instancia, encontrar amigos que de verdad se preocupaban por él. Al ver la determinación que Naruto tuvo al proteger a sus amigos y a la aldea, hizo que yo mismo me preguntara sobre mi propio camino en la vida.
Sabaku no Gaara decidió seguir el camino de Naruto, y convertirse en Kazekage de Sunagakure para que pudiera estar conectado a su pueblo, y espero que ellos finalmente reconocieran su existencia como persona.
"Voy a trabajar duro y conectarme con la gente de la aldea... el ver a Naruto Uzumaki me dio claridad, hasta antes de conocerlo mis lazos con los demás solo habían traído dolor y tristeza pero el siempre estuvo presionándome para redefinir esos lazos, creo que finalmente entendí. El sufrimiento, el dolor y la alegría son sentimientos que puedo compartir con los que me rodean" Le dije a Kankuro como juramento personal, Puse la dedicación antes que el temor, confié ciegamente en esos ojos zafiro y arriesgarme, jamás me arrepentiré de eso.
En los próximos años, la determinación de Gaara para encontrar la felicidad se hizo evidente a partir de su decisión de confiar en su propio poder en vez de la de su demonio interior.
Eventualmente forme una estrecha amistad y hermandad con Naruto, al ser tan semejantes nuestra compatibilidad era natural, pero él tiene ese don, de atraer a la gente, de hacer amigos sin darse cuenta, y en mi caso de no dejarlo ir nunca, cuando me capturaron los de Akatsuki trato con todas sus fuerzas resacatarme.
-“Somos iguales de nuevo, pero al final, ¿por qué siempre le ocurren la cosas malas a él? ¡Siempre a él!”-Había dicho el rubia a Kakashi y a sus compañeros de equipo al no poder rescatar con vida al aguamarina-“Gaara... ¿Por qué Gaara? ... ¿Por qué siempre él? ¿Por qué tenía que acabar así? Era el Kazekage, apenas tuvo tiempo de serlo”.
- “¡Cierra la boca! Si ustedes los ninjas de Sunagakure no hubieran metido ese monstruo dentro de Gaara, esto no habría ocurrido. ¿Alguna vez le preguntaron a él cómo se sentía? De dónde sacaron eso de Jinchūriki... Dejen de llamarnos así, ¡ni que fueran superiores a nosotros!”-Más que nadie se lamentó por mí y compartió el dolor - “No pude salvar a Sasuke... y no he podido salvar a Gaara. ¿Para qué demonios he estado entrenando? Han pasado tres años y... no ha cambiado nada”. Y a pesar de eso no se rindió hasta el final y me trajo de la muerte lo primero que contemple fueron esos refulgentes ojos aliviados y contentos de verme con vida.
Gaara se preocupa profundamente por Naruto y su bienestar y objetivos, pese a lo bajo que cayo Sasuke durante su asalto a la Cumbre y su estatus como un criminal internacional, fue lo suficientemente lejos para intentar salvar a Sasuke, convenciéndolo de dejar la oscuridad en nombre de Naruto, y cuando no lo pudo convencer, derramo una lágrima por la caída a la oscuridad de Sasuke, y el calvario de Naruto.
Sasuke siempre fue el talón de Aquiles de Naruto, siempre, siempre, en todo momento estaba en su mente, más allá de los celos que me daban el saberlo, el verlo siempre triste por él era lo que más enojo me daba, quería que sonriera, como siempre lo había hecho, trate de traerlo de vuelta a ese idiota Uchiha, pero no lo logre, internamente sabía que el único que lo lograría seria Naruto.
"Sasuke ni siquiera te ve, sólo vive en la oscuridad"- le había dicho aquella vez a suamigo - "Naruto... me dijiste que te convertirías en el Hokage. Me he hecho Kazekage. Si estás realmente preparado para asumir el manto de un Kage, como amigo de Sasuke, debes saber lo que tienes que hacer."
- "Naruto, te considero mi amigo. En el pasado, "Amigo" solo era una palabra para mí, ni más ni menos. Pero después de conocerte mi hiciste dar cuenta que...el significado de esa palabra es lo que importa"- Sé que tal vez fui un poco duro con el pero después de todo la honestidad es mejor con el - "¿Qué puedes hacer por Sasuke? Piensa bien en ello."
A pesar de respetar los objetivos de Naruto, su cuidado para él no bloquea sus creencias personales, y cree que su amigo es el bienestar más importante. Gaara sin rodeos le dice a Naruto que perseguir a Sasuke es tonto, como él lo ve ya no es posible para Sasuke volver a la luz. A pesar de que desafía la meta de Naruto para traerlo de vuelta, él sólo dice a Naruto eso porque son "amigos". Lo dijo aun sabiendo que ese rubio tonto haría exactamente lo contrario.
"No importa que tan perdido en la oscuridad una persona pueda estar, él lo tomara de la mano. Él lo tratará de salvar. Así es como es él.... ¡Yo simplemente lo daré todo para proteger a mis amigos y a el Mundo!"
Dado que Gaara se ha convertido en un amigo muy cercano a Naruto, gracias a su nueva actitud, ha sido capaz de cambiar personalidades de la gente hacia él, como Matsuri que le tenía miedo a las armas, Ōnoki en la Cumbre de los cinco Kages, convenció a prácticamente a toda la alianza de alejar su antigua enemistad y pelear juntos en la Cuarta Guerra.
"Tres veces... nuestras naciones han estado en guerra. Tres veces nos hemos hecho daño, nos hemos odiado. El odio creó una necesidad de poder y esa necesidad me creó; yo era un jinchuriki, la personificación del odio y el poder, solía odiar al mundo y a su gente... Quería destruirlos con mis propias manos, exactamente lo que Akatsuki esta tratando de hacer... Pero un hombre, un ninja de Konoha me detuvo, y aunque era su enemigo, él lloró por mí. ¡Lo herí y aun así me llamo amigo! Me salvó! Mi enemigo, mi amigo jinchuriki... Pasó el mismo dolor que yo pasé pero no tenía odio y rencor en su puro corazón... ¡Aquí no hay enemigos! ¡Porque todos hemos sufrido por culpa de Akatsuki! ¡Así que no hay Arena, ni Roca, ni Hoja, ni Niebla, ni Nube! ¡Solo hay shinobis! Si quieren mantener su odio contra Suna, cuando termine la guerra vengan y tomen mi cabeza. Nuestros enemigos están detrás del amigo que me salvó la vida... Si ellos los capturan, si dejamos que se lo lleven... nuestro mundo llegará a su fin. Yo quiero protegerlo y también a nuestro mundo, pero soy demasiado joven para protegerlo solo. ¡Necesito su ayuda! Todos lo que estén de acuerdo, ¡síganme!"
Así había comenzado la cuarta guerra ninja, así su lucha por mantener a salvo a su preciado amigo "Por el bien del mundo y como el Kazekage, yo te voy a guardar con mi vida." Le había prometido y lucho con todas sus fuerzas para conseguirlo, y cuando el rubio fue herido en la lucha y su corazón amenazaba con dejar de latir, el estuvo a su lado en todo momento.
Al finalizar la cuarta guerra ninja y después de traer de regreso a Sasuke, su lazo se hizo mas fuerte, la amistad continuo y los años pasaron.
“Siempre creí que vivía mi vida en aras del amor, ciegamente pensaba que el amor era darlo todo sin esperar nada a cambio, la primera persona por la que sentí “amor” después de perder a Yashamaru, fue Naruto, pero siempre lo vi como mi más amado y especial amigo, jamás como algo más, no hasta que los vi juntos, no hasta que sus sonrisas se volvieron especiales para ella.”
Gaara a pesar de su edad era un joven ingenuo que no comprendía de relaciones tan complicadas como eran los noviazgos, o el tener una pareja, se había dedicado enteramente a su aldea y a su amigo como para concentrarse en alguien más o en la relación que se tiene entre un hombre y una mujer, fue hasta que sus encuentros disminuyeron, sus pláticas cesaron y sus ojos ya no voltearon a verle que comprendió los sentimientos en su interior.
“La impotencia llego a mí y destrozo mi corazón solo ahora me daba cuenta del amor tan grande que le tenía al que era mi más preciado amigo, lo amaba, de verdad lo amaba, más que a nada, más que a nadie.”
Ahora que había más personas que apreciaba, podía distinguir la inmensa diferencia entre un amigo y la persona que amas, ahora entendía que no era normal pensar siempre en su “Amigo” que esas sonrisas lo pusieran tan contento, que ansiara verlo a cada momento, ahora se daba cuenta que el amor hacia nuevamente de las suyas en su vida, y ahora que lo reconocía su pecho se inflaba de alegría, porque el amor era tan dulce y amargo al mismo tiempo, a pesar de que ahora esos ojos azules veían hacia otro lado, él podía mantenerse cuidándolo a la distancia, el velaría por él y su felicidad, había momentos en los que se desesperaba y esas ansias de tenerlo, de amarlo enteramente lo consumían.
-“Me caso”- Había dicho el rubio, en una de sus tantas visitas, y él se quedó paralizado y su mundo comenzaba a derrumbarse –“Espero que puedas acompañarnos”-“¡No! ¡No podía ser verdad, ¿Por qué? ¿Por qué pasaba esto?, tal vez aun había tiempo de detenerlo, había sido ingenuo al pensar que siempre estarían juntos,, pero era obvio que el ojiazul quería formar una familia.”
-¿C-cuando?-Alcanzo a preguntar con lo que le quedaba de voz
-En dos semanas- Respondió volteando a verlo “Es demasiado rápido” pensó desesperado el aguamarina, “Aún hay tiempo, aun puedo hacer algo tal vez…”- Hinata está embarazada- Dijo sonriendo el rubio- ¡Voy a ser papa!- Termino de decir orgulloso, y el…, ya no supo más, cerro sus ojos con fuerza acallando sus lágrimas, respiro profundamente ahogando un grito y se llevó una mano al pecho sobando su roto corazón, aguardo unos momentos y abrió sus ojos.
-Espero y deseo con todo mi corazón que siempre seas feliz-Rezo para el honestamente con el amor que le tenía.
-¡Gracias! ¡Eres un gran amigo Gaara!- Oh si, era un gran amigo, un cobarde, un triste y destrozado buen amigo, ¿Podría raptarlo y llevárselo lejos? Se lo plateo arduamente, al paso de esas dos semana, se lo planteo al estar frente al apuesto rubio con kimono listo para la ceremonia.
-¡Naruto!-Le grito antes de que saliera hacia la ceremonia
-¿Qué sucede?- Volteo a verlo con esa sonrisa brillante y esos cabellos oro, lo miro directo a los ojos, no podía hacerlo, no podía traicionarlo de esa forma, no cuando, estaba por formar esa familia que nunca tuvo- Estaré aquí, siempre estaré aquí apoyándote-Dijo apretando sus puños “Siempre estaré aquí, amándote”
-¡De acuerdo-ttebayo!- Y así comenzó, la vida de casado del rubio, y el calvario del pelirrojo, a menudo se sorprendía a si mismo ideando fantasías e ilusiones donde se encontraban juntos y se amaban pero…
No, ya no había nada que pudiera hacer ya él estaba casado y próximo a tener un hijo, ya no había lugar para sus sentimientos en la vida del Uzumaki, lo había perdido, por ignorar lo que sentía, por creer que no había diferencia alguna en tenerlo como amigo, pero quería abrazarlo, sentir sus labios, su aroma, que esas sonrisas tan especiales se las dedicara a él y nada más que él, poseer su cuerpo, y corazón.
“Desde aquello, dedique mi vida a amar a Naruto, lo ame aun si él no sabía nada, lo acompañe en su arduo camino por ser Hokague, y trate de aconsejarle y darle cariño como el supuesto amigo que era, aun así, sé que no podría ocupar el lugar de Sasuke, y tampoco el de la mujer que ahora era su esposa, eran una familia, ya con dos niños, cuando logro ser Hokague, el séptimo para ser exacto, me asegure de continuar en mi cargo hasta que el cediera el suyo, pude estar más tiempo con él, era simplemente maravilloso, el pasar de los años solo hacía que su apariencia fuera más atractiva, esos ojos azules jamás dejaban de brillar.”
“Gracias a que mi hermana Temari se casó con Nara Shikamaru, ahora tenía mas razones para visitar la Aldea Aliada, iba y venía entre una y otra, visitando a mis sobrinos, y a ese especial rubio, evitaba estar lo más posible con la familia junta, a pesar de que los pequeños se parecían mucho a él, por el dolor de mi pecho sabía que también a ella, no es que fuera una mala mujer, al contrario, pero el tener lo que yo no hacía que no me agradara, la felicidad de Naruto dependía, de ellos, completamente de ellos.”
El consejo de la aldea preocupados de la dependencia del Kazekague trataron de arreglar un matrimonio arreglado para él, “La verdad es que al principio me resigne y pensé en aceptar para que mi mente y corazón ya no sufrieran por este amor imposible, pero cuando los arreglos ya estaban hechos y conocí a la que sería mi esposa, un gran dolor acudió a mi pecho, y una palabra se formaba en mi mente “Traición”, para mi corazón, para mis sentimientos, para mi amado sin saber Ojiazul, no podía, ¡jamás lo haría!, antes muerto que estar con alguien más que no fuera Naruto, así lo decidí, y así tuvieron que obedecer en mi aldea, el Kazekague se quedaría soltero, no había razón para que ocurriera lo contrario, porque decidí que mi vida se la dedicaría a él, y solamente a él.
Así el tiempo paso y no detuvo su curso, así hasta que mi amado Naruto se hizo abuelo y yo en el solitario y viejo Kazekague…
Sentado en su escritorio, recibía al ave que recién llegaba con un mensaje de emergencia desde Konoha, “No eh podido visitar a Naruto últimamente, solo espero que no esté en problemas y se encuentre bien”
A veces se nos olvida que somos simples humanos, que la vida no es eterna y que nada es seguro en esta vida, a veces se nos olvida respirar, y desatarnos de lo que se nos impone o nos imponemos a nosotros mismos creyendo hacer un bien mayor, a muchos se les olvida entonces ver por su propia felicidad, y hacen suya la contraria.
El Hombre pelirrojo abrió el pergamino que tenía en sus manos, y su expresión se transformó en uno de terror, su pulso se disparó y su cuerpo comenzó a temblar, sus ojos aguamarina se perdieron un momento en la nada y lentamente cubrió su boca con las temblorosas manos ahogando un jadeo de sorpresa, en el pergamino arrugado en el puño del Kazekague le avisaban que el séptimo Hokague de la hoja se encontraba agonizante y solicitaba su presencia con urgencia.
Entonces, ¿Qué pasa cuando la persona de la que dependía tu felicidad ya no está más?
El trayecto se le hizo corto, tan corto que no supo realmente como es que había llegado ahí, frente a la Torre Hokague, no escucho protestas, no aparto su mirada hacia el frente, y corrió con todas sus fuerzas a ver al amor de su vida.
Ser ambicioso no siempre es malo, desear no es pecado, el amor no es una norma que siga reglas, luchar por quien amas no es codicia, y vivir por amor no es una obligación es una elección.
Al llegar al pasillo que conducía a la recamara principal diviso a la esposa e hijos del rubio inclusive a sus nietos, no pregunto cómo o el por qué se encontraba en esa situación el siempre hiperactivo ojiazul, basto con ver las sombrías y tristes expresiones de los presentes para comprender que no era ninguna broma, la mujer de ojos aperlados abrió la puerta de la recamara y le cedió el paso cerrando la puerta tras él, dándoles la privacidad que necesitaban.
“No hay dicha más grande que amar”, eso es verdad pero “No existe alegría más grande en la tierra que amar y ser amado”
Se acercó presurosa al ver entre las sabanas el dorado cabello de un tono más apagado, a la antes dorada piel de un blanco abrumador y de los brillantes zafiros a unos ojos cansados, de verdad estaba muriendo.
-¡Naruto!- Exclamo desesperado lanzándose a su lado y contemplando con amor e impotencia a quien le miraba como si esperase ansioso por verle, no quería creer que esto fuera una despedida.
-Naruto…aquí estoy, siempre eh estado aquí- Dijo tomando su mano entre las suyas cálidas, Tanto por transmitir, tanto callado por gritar, tanta impotencia, tanto dolor, ¿Por qué debían ser separados? ¿Por qué debía de morir? ¿Cómo aguantar verlo así? Gruesas lágrimas comenzaron a descender de sus ojos llenas de frustración, el rubio comenzó a toser ruidosamente y las palabras parecían no poder salir más de su boca.
-Iré a llamar a tu familia- Dijo entrecortadamente el pelirrojo a punto de soltar su mano, no quería definitivamente no quería dejarlo ahora, pero no le correspondía a el estar en ese momento a su lado, pero a pesar de ya no poder hablar el ojiazul lo retuvo, apretando el agarre y mirándolo suplicantemente a los ojos, pareció comprender y se acercó a su rostro con una bella sonrisa, esa que le dedicaba cuando no le veía, esa que era solamente para él.
-Te Amo- Dejo salir con tristeza y anhelo, ¿Por qué ocultarlo más? ¿De qué le había servido callarlo?, a pesar de que su visión estaba borrosa por retener las lágrimas sorprendido contemplo entonces esa hermosa sonrisa que jamás fue para él, “oh dios mío, no te lo lleves, no alejes de mi esa sonrisa, no permitas que esos hermosos ojos se cierren” Rezo mientras las gruesas lagrimas escapaban nuevamente de sus ojos, y apretaba con más fuerza la mano del ojiazul, aterrorizado observo como poco a poco los zafiros se cerraban y su cuerpo tembló, la sangre se le helo y su corazón lloro, Uzumaki Naruto había muerto, el amor de su vida, su mejor amigo, su sueño y anhelo, había abandonado este mundo, escapando más allá de donde sus manos podían alcanzarlo, acaricio las acaneladas mejillas ahora frías, y lo contemplo admirando con devoción al que fue y seria su único amor.
Gaara amo a Naruto con paciencia, con cuidado, devoción, un amor puro y gentil que no cualquiera es capaz de dar, él jamás espero nada a cambio y se convirtió en el fiel guardián de la felicidad del contrario, aun cuando debió ser acompañante o caballero, eligió la fría distancia al calor de la cercanía, jamás dudo de su decisión, jamás flaqueo en el camino que eligió, no hasta que el calor se fue, los labios perdieron el color, y se vio solo con tantos sentimientos por dar, por tanto que querer recibir.
Me pregunto si es posible morir de tristeza, ahora mismo mi corazón mi cuerpo y mi mente se sienten tan, tan cansados, este agujero que siento en mi pecho no me dejara vivir por más tiempo, Naruto…, Naruto…, quiero verte, quiero estar contigo, sé que no tengo el derecho, que ni siquiera fui capaz de hacerte mío, pero daría todo por estar contigo ahora, sé que es egoísta de mi parte, sé que estoy siendo desconsiderado con mi aldea, pero siento que este cuerpo se marchitara pronto porque mi corazón te ha seguido…
Tal vez debió ser más atrevido, tal vez hubiera tomado más la iniciativa, solo tal vez la vida fue algo injusta con él.
El Kazekague entonces preparo los pendientes que tenía en su escritorio, escribió algunas cartas guardándolas en uno de los cajones, fue a visitar a sus hermanos y sobrinos y partió nuevamente a su casa, se puso su ropa de dormir, y fijo su vista en el azulado cielo que ya era matizado por el atardecer, y poco a poco cerro sus ojos aguamarina, su respiración empezó a ser acompasada y cada vez más débil y su conciencia empezó a desaparecer, ya no sentía su cuerpo, ya no sentía nada, solo una cosa paso por su mente en ese momento, un murmullo, tal vez un arrepentimiento, tal vez un anhelo…
“Desearía poder volver a encontrarme con él, poder estar de nuevo con él, poder amarlo con todo mi ser”
Y entonces todo fue…
Solamente oscuridad…
Continuara…