Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Una hermosura invernal por LexXx

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

OKAAAAAY, que nervios xd este es mi primer fanfic, la primera vez que escribo alguna clase de historia o kcio, esta cortito pero espero les guste pls

Notas del capitulo:

ojala les guste

La mansión Phantomhive parecía estar en completa tranquilidad, absolutamente todo en orden y en su lugar, la fresca brisa de una mañana invernal daba un toque especial al ambiente, un toque mágico, sin dudas esa era una mañana singular y especial. La servidumbre y el joven conde dormían plácidamente, este último, acurrucado y protegido del frio entre sus suaves y acogedoras sabanas, sin embargo, un mayordomo, con semblante sereno y al parecer sin preocupación alguna, avanzaba hacia la habitación de su joven amo a través de los numerosos pasillos de la mansión; una vez terminado su viaje, se posiciono frente a la gran puerta de la habitación y toco a esta suavemente tres veces.

-Joven amo, es hora de despertar-. Y sin decir  mas, abrió la puerta, procediendo a entrar silenciosamente en el cuarto.

Se deslizo con gracia por la habitación, mientras realizaba la rutina de todos los días, pero algo parecía distinto en sus movimientos, era casi como si las cualidades de aquella mañana encajasen a la perfección con el ánimo y su forma de actuar.

Claramente les esperaba un día mágico.

Acercándose lentamente a la cama de su amo, se encorvo un tanto y susurro a un lado de su oído –Buenos días Joven amo, espero haya disfrutado de una grata noche, pero me temo que ya es hora de que se levante-. Pero el pequeño niño se encontraba tan profundamente dormido que apenas reacciono al llamado de su mayordomo, suspirando rendido, se dedico a observar el angelical rostro de su amo y sin poder siquiera prevenirlo acabo sonriendo dulcemente ante tal imagen, parecía tan sereno, tan cómodo, sumido en una paz absoluta, si tan solo se mantuviese así por siempre, se lamentaba con ahora, una expresión que se asomaba a la tristeza.

Lo había descubierto hace probablemente un mes, o quizás siempre lo supo e ignoraba de que se trataba, comenzó simple, con una pequeña calidez que subía por su cuerpo, sonrisitas tontas y uno que otro escalofrió abrazador, el problema se manifestó cuando la pequeña calidez se volvió un calor insoportable, cuando las sonrisitas tontas se volvieron sonrisas que guardaban algo grande, cuando ese “uno que otro escalofrió” se presentaba con una frecuencia asombrosa y a la vez aterradora, recuerda haber buscado desesperadamente por todos los medios posibles, una explicación coherente a lo que estaba experimentando, no obstante, en cada oportunidad que creía conseguir una respuesta lógica a lo que le sucedía, siempre desencajaba algún detalle, le costo un gran esfuerzo aceptarlo, por un momento llego hasta a pensar que se había vuelto completamente loco, que deliraba, que era un error todo lo que sentía.

Pero el verdadero error que el cometía, era negarse a el mismo lo que sentía, entro en razón, simplemente ya no quedaba nada que hacer, no había vuelta hacia atrás, tarde o temprano lo tendría que aceptar y el momento finalmente llego.

Con o sin su consentimiento, le quería.

Así fue como las semanas fueron transcurriendo y se fue acostumbrando  a ese nuevo sentimiento, que a cada segundo que pasaba, parecía crecer cada vez más y más.

Ya no le aterraba, de hecho en estos momentos le gustaba, pero que decía, en realidad le encantaba, aun así, algo nuevo se fue formando es su interior, un sentimiento contrario al que experimentaba hacia su joven amo, el miedo de perder, el temor de perderlo y del saber que tenia mínimas posibilidades en ser correspondido, y eso, lo destruía por dentro…

-¡Sebastián! ¿¡Que te sucede!? ¡Reacciona de una buena vez imbécil!-.

Y aquí vamos de nuevo, pensó el mayordomo mientras suspiraba, para luego sonreír.

 

( . . . )

 

Sebastián POV.

 

-Aquí tiene, Joven amo-. Dije mientras servía su te, junto con una rebanada de pastel, luego de ello me limite a observar cómo se alimentaba, mientras yo le informaba sobre uno que otro asunto sobre trabajo, tanto como de la empresa, como de los encargos de su majestad la reina.

-Joven amo-.

-¿Qué quieres Sebastián?-. Como es típico de él, se mantuvo en su tono indiferente.

-¿No cree que sería una buena idea que se tomara el día para descansar?, no tiene mucho trabajo que hacer hoy, a pesar del encargo de la Reina, se puede permitir dejarlo para mañana-. Le propuse esperando que aceptara, debido a que últimamente se mostraba bastante cansado, deprimido y sin energías, lo que provocaba que me preocupase.

-No digas tonterías Sebastián, la…-. Antes de que el Amo lograse terminar su frase, fuimos sorprendidos por un gran estruendo proveniente desde fuera de la mansión.

-Sebastián, ve rápido a ver qué sucedió-. En su rostro se percibía la curiosidad, mmm que lindo.

-Sí, Joven amo-. Me aleje rápidamente sonriendo como un verdadero estúpido, dirigiéndome directamente al lugar en el cual se escucho el ruido.

Pero jamás llegue, puesto que justo antes de llegar a mi destino, fuera de la ventana, un destello blanco llamo mi atención, me acerque rápidamente, para no perder más el tiempo, y lo que vi me dejo sorprendido y a la vez bastante contento

- Dicen que las cosas suceden por algo, tal parece que el clima de hoy está a mi favor, es hora de volver junto al joven amo-. Retome mi camino, pero esta vez en dirección contraria, mientras una sonrisa traviesa iba tomando lugar en mis labios, sí, tal parece hoy será el gran día que tanto he estado esperado.

Una vez retomado mi lugar junto al amo, me miro con plena curiosidad, curiosidad que luego paso a ser intriga, que finalmente termino en molestia, me encantaba que fuese tan divertido en ese aspecto, me divertía su rostro cuando se mostraba enfadado.

-¿Y?-. Me pregunto desde su asiento.

-¿Mmm?, ¿Qué sucede Joven Amo, desea algo?-. Lo observe como si no supiese las respuestas que él quería, ni de lo que hablaba, mientras me reía de su expresión internamente.

-¡Ya dime lo que descubriste estúpido!-.

-No sé de lo que me está hablando-. Le dije con una falsa expresión de duda en mi rostro y una sonrisa traviesa.

-¡Que me digas que fue lo que provoco ese ruido, maldito imbécil!

Ouch, golpe bajo, debo admitir que eso me dolió un tanto, pero me recupere al instante, así no lo notaria, suspire resignado.

-Pues tal parece que se ha desatado una tormenta de nieve-. Me miro con confusión.

-¿Y eso en que tiene que ver con el ruido de hace unos minutos?-. Tal parece que este niño nunca se cansa de hacer preguntas.

-Esta tormenta de nieve es singular, es mucho más fuerte que otras que usted haya vivido, por lo tanto los vientos que causa son mucho más fuertes, por lo que se lograron desprender algunas ramas de un árbol, las cuales golpearon contra un vidrio próximo a esta habitación, provocando el ruido-. Le explique, omitiendo claro, cierta información, sería una sorpresa.

-Ya veo-.

-Oh, pero que tonto soy, discúlpeme joven amo, omití por accidente cierta información-. Le mencione con falso remordimiento.

-¿De qué se trata?-.Y la curiosidad vuelve.

-Estamos encerrados, solos-.Y fue en ese instante en que logre apreciar su rostro, transformado en una expresión total de horror.

-¿! A que te refieres Sebastián!? ¡Exijo que te expliques!-.

-Verá Joven Amo, la tormenta fue capaz de trabar cada vidrio y puerta de la mansión, sellando cualquier salida por completo, además de ello, la nieve se acumulo fuera de la mansión rodeándola casi hasta la mitad de su altura y considerando bien la situación, es peligroso que usted salga con este clima fuera-. Le explique sonriendo amablemente, el se limito a mirar estupefacto y sorprendido hacia la nada y sinceramente no me esperaba esa reacción, ¿será que tanto le molesta quedarse a solas conmigo en la mansión, en lo que durara la tormenta? .

-¿Por cuánto tiempo durara la tormenta?-. Me pregunto algo ausente.

-Me temo que no lo sé, no se lo puedo decir con exactitud-.

-yo… no quiero…-.No tenía idea de que le sucedía tampoco comprendía que no quería, apenas y lograba entender lo que murmuraba repetidamente.

-Discúlpeme Joven Amo, no comprendí lo que usted acaba de decir, ¿Lo podría repetir por favor?-. A este punto ya sentía el nerviosismo a flor de piel, estaba realmente nervioso.

Y ahí fue cuando algo salió mal.

-¡QUE NO QUIERO ESTAR JUNTO A TI!, ¡¿QUE ACASO NO LO ENTIENDES PEDAZO DE IDIOTA!?-.

Y fue en ese instante que irónicamente todo lo que yo no tenía, se derrumbo, se volvió definitivamente algo inalcanzable, cuando me pareció que él era definitivamente inalcanzable y no pude reaccionar para ir tras él, solo me quede estático, sin saber que pensar, ni que decir, observando como se alejaba rápidamente y se encerraba en su estudio.

 

Ciel POV.

 

Me sentía realmente aterrado, no quería que esto sucediera y lo peor, es que no hay forma de salir de aquí, tampoco puedo fingir estar ocupado, justo como dijo Sebastián este día estaba casi completamente libre de trabajo, no veía ninguna forma de escapar, tarde o temprano me lo encontraría.

Sebastián…

No lograba quitármelo de la cabeza y eso era, realmente frustrante, estaba confundido, no sabía qué hacer, por lo que opte por sentarme en mi escritorio y contar mis probabilidades de salir intacto de toda esta situación tan molesta y es que, simplemente no me lo podía creer, todos mis esfuerzos por evitarlo para nada.

-¡Maldito estúpido ya basta! ¡Estoy harto de esto!-. Grite fuertemente, para liberar un poco de estrés, está claro que no funciono, no podía pensar claramente, por lo que preferí por enumerar mis problemas…

1. Estoy atrapado en una tormenta de nieve en mi propia mansión, lo que no es relevantemente grave.

2. Estoy solo con Sebastián por un tiempo indefinido…

Y ese era justamente mi problema, estaba confundido, en las últimas semanas no he logrado evitar mirar a ese maldito demonio como algo más que un simple mayordomo, como algo mas para mí y tenía miedo, estaba aterrado, temía el encariñarme con ese tipo, porque era un hecho que solo me quería, para matarme después.

No me quería arriesgar, no me quiero arriesgar a sentir algo mas, yo sé, estoy seguro de que le tengo cierto afecto, pero no esta clase de cariño, y no podía dejar pasar por alto lo que con una mirada el lograba hacerme sentir, lo que me provocaba con un simple rose suyo sobre mi cuerpo.

Desde hace un tiempo me he deprimido, duermo menos, pero Sebastián no es la única razón de mis desvelos, son también porque a pesar de todo, quiero ser feliz, yo quiero un lugar al cual llamar hogar, quiero sentirme en paz una vez más, así como cuando era tan solo un niño pequeño y las preocupaciones no existían.

Y no puedo evitar creer que soy realmente todo un tonto por anhelar cosas que definitivamente no llegare a obtener y dejar de lado mi odio y venganza, pero a veces pienso que valdría la pena olvidarme de todo ello a cambio de un Hogar… estupideces.

Sin embargo ya no lo puedo continuar negando, simplemente ya es casi completamente imposible ocultar esto de mi mismo, estaba claro, le quería, realmente lo quería, y deseaba tanto acercarme a él, confesarle mis sentimientos, ser correspondido y finalmente cumplir mis sueños de una vez.

Pero eso, no sucedería, claramente no, y el hecho de aceptar aquello, a la vez en que acepto mis sentimientos hacia Sebastián, realmente, me destruye por dentro.

Pero no hare nada, no daré ningún paso en falso, no caeré, solo esperare a que las cosas se den por si solas, será un infierno.

Inesperadamente sentí una corriente de frio, la que causo que comenzara a temblar, entonces me puse de pie y me dirigí a hacia la ventana, apoyándome en el marco de esta misma.

-Vaya, pero si es hermoso-. Pensé en voz alta, mientras admiraba el paisaje helado de afuera o por lo menos lo que se lograba distinguir, era mágico, era precioso, no tenia palabras para describirlo, pero fue en ese mismo instante en el que sentí unos brazos rodeando mi torso y una voz susurrando cerca de mi oído derecho e inmediatamente supe de quien se trataba.

-¿Usted?, está claro que es precioso… Joven amo-. Y juro que en ese instante me sentí desfallecer.

 

( . . .)

 

 

Sebastián POV.                           

Luego de que el señorito me gritase de esa forma, decidí meditar por unos minutos, me sentía realmente dolido era la primera vez que la causa de ello fuese algo tan insignificante y a la vez tan maravilloso como el amor, estaba en un dilema y tenía tan solo dos opciones .

Se debatía entre alejarse del pequeño niño o probar suerte, confesarle sus sentimientos, lo cual si lo pensaba mejor, era en extremo arriesgado pues las palabras del joven amo habían dejado en claro que no quería ninguna clase de relación afectuosa con él.

Podría hacerlo, era mejor que nada, era mejor que alejarse sin intentar nada antes, y no se daría por vencido hasta intentarlo, sin importar lo que sucediera, no renunciaría tan fácil.

Entonces me encamine hacia el estudio en donde se encontraba el niño que últimamente, se había robado mi supuesto corazón, iba lento con temor, meditaba exactamente lo que haría y le diría, una vez que llegue frente a la puerta la abrí lentamente, con la intención de también, anunciar mi llegada, pero no puede, porque frente a mí, se encontraba una imagen realmente hermosa a mi vista.

El joven Amo se encontraba mirando con un gesto sereno y lleno de tranquilidad el hermoso paisaje, que no se distinguía en exceso, pero si lo suficiente como para saber, que el combinaba con esa brisa invernal, con aquel brillo blanco, con aquella tranquilidad tan singular, y es que incluso, para mí era incluso mejor.

Me acerque lentamente, sin levantar sospechas.

-Vaya, pero si es hermoso-. Fue en ese instante en que sonreí y le rodee con mis brazos, en un abrazo cariñoso, y le exprese lo que pensaba, sin lugar a dudas.

-¿Usted?, está claro que es precioso…  Joven Amo-.

 

( . . .)

 

Después de todo, y de un largo y cálido abrazo, Sebastián Invito a su Joven amo a sentarse en la sala, le propuso conversar sobre lo sucedido y le declaro seriamente que tenía algo muy importante que decirle, algo urgente.

Ciel procedió a sentarse, mientras que el mayordomo prefirió mantenerse en pie, con semblante serio, lo que de cierta forma intimidaba al niño.

Entonces comenzó a hablar.

( . . . )

Sebastian POV.

 

Literalmente sentía como si me estuviese muriendo, los nervios que sentía eran incontrolables, podría parecer serio por fuera, pero por dentro, era un total caos y el rostro del joven amo esperando por escuchar expectante lo que diré, no ayuda para nada, pero me di un último aliento interior y comencé.

-Joven Amo, la ultima orden que usted me dio, fue la de alejarme, de no permanecer junto a usted, pero debo informarle que eso, no será posible, sin importar nada, yo he decido quedarme a su lado debido a algo más que un simple contrato-. En ese punto ya tenía toda la confianza que necesitaba para proseguir.

Me arrodille frente a él, tomando sus dos manos, juntándolas a las mías, y mirándolo fijamente a los ojos proseguí con mi pequeño discurso.

-Hace un tiempo, no lo podía aceptar, me resultaba imposible pensar en usted como algo mas, pero fue inevitable, mis sentimientos hacia usted florecieron como si nada, plantando un caos en mi cabeza, pero si en estos momentos estoy frente a usted de esta forma, es porque, ya no puedo negar que, yo le quiero, le quiero como jamás he querido a nadie, usted es fuente de mi completa adoración, se que lo más posible es que yo no sea correspondido, pero se lo ruego de rodillas, que por favor me permita permanecer a su lado pase lo que pase-.

Las mejillas de mi niño se habían vuelto de un rojo carmesí bastante fuerte, que contrastaba con sus pálidas mejillas, tenía la cabeza gacha y tal parecía, no se atrevía a mirarme, por lo que me acerque lentamente y tome su barbilla suavemente, levantando su cabeza, y cuando me miro quede bastante  sorprendido,ya que, eran unas cuantas lagrimas las que caían por sus mejillas, entonces hablo.

-Sebastián yo… yo…-.

-Está bien que no me corresponda Joven Amo, no interesa, solo quiero quedarme a su lado-. Le transmiti con la mirada que no se preocupase, que daba igual, no eran necesarias mas explicaciones, me coloque de pie y di la media vuelta, dispuesto a retirarme por un tiempo, ciertamente era doloroso, pero debido a ello, es que prefería sufrir en soledad y en silencio, sin embargo cuando tan solo llevaba algunos pasos de mi recorrido, alguien se interpuso en mi camino.

 

Ciel POV

 

Escuchar esas palabras de Sebastián, expresando sus sentimientos , despertaron algo en mi interior que hacía mucho no experimentaba... paz, una tranquilidad increíble, una felicidad inmensa, una calidez inexplicable, fue entonces cuando lo comprendí, yo enserio estaba enamorado de ese estúpido demonio, realmente había caído completamente a sus pies.

Reaccione cuando me di cuenta, de que se estaba alejando, pero esta vez no lo permitiría, el era mi fuente de felicidad, era algo que yo necesitaba, esta vez no dejaría escapar mi razón de ser, de estar vivo.

Me interpuse rápidamente en su camino, dispuesto a hablar.

-¡Estúpido demonio, no te atrevas a dar ni un paso más! ¡No te escaparas tan fácilmente de mi!, ¡no me dejaste terminar de hablar siquiera!-.Sebastián parecía realmente sorprendido, seguro no se lo esperaba, ese pensamiento me hiso sonreír, proseguí a tomarlo, con todo mi esfuerzo por el cuello de su camisa, dejándolo así a mi altura, provocando que terminara de rodillas y aun seguía con la misma expresión.

Entonces lo abrace, lo abrace tan fuerte como mis brazos me lo permitían.

-Se que nunca te he tratado muy bien, se que de vez en cuando resulto ser un niño realmente caprichoso y molesto, pero también sé que las razones de que te moleste, son comprensibles, porque tu estúpido demonio, siempre estas tan impecable, tan perfecto, tranquilo, guapo, con esa atrayente mirada y esos jodidos apetecibles labios, que simplemente no podía evitar molestarme, me frustraba que provocaras estos sentimientos en mi-. En este punto mi voz era suave y tranquila, mientras que el no demostraba nada.-Yo también intente negármelo Sebastián, pero enserio ya no puedo más, no voy a seguir dejando de lado mi felicidad, el problema es, que tu eres quien provoca mi felicidad, que tu eres un maldito demonio que seguramente solo quiere devorar mi alma, tampoco sé si solo estás jugando conmigo, pero si estoy seguro de algo, que estoy profundamente enamorado de ti y dispuesto a arriesgarlo todo, por estar a tu lado-.

Entonces me beso, y juro que sentí los fuegos artificiales mas maravillosos que nunca veré, pero que estoy seguro, continuare sintiendo, era un beso  dulce, un beso cargado de sentimientos, un beso que he ansiado secreta e inconscientemente desde hace ya mucho tiempo.

-Joven Amo, no es un problema que yo sea su felicidad, pues yo estoy dispuesto a entregarme a usted en cuerpo y en alma, sin importar nada estaré siempre a su lado, como mayordomo u amante, lo que quiera, pero jamás me separare de usted-.

En ese punto ya había comenzado a llorar en sus brazos, lloraba de alivio, de felicidad, era algo que no podía evitar.

-Te quiero, Sebastián-.

-Y yo a usted, Ciel-.

Y nos volvimos a besar, en el piso de aquella habitación, como si no existiese un mañana.

 

Y supe que esa noche soñaría, que ya no había nada a que temer, puesto que, ya había encontrado mi Hogar.

Notas finales:

ammm puede que continue con algo, tipo el epilogo en onda lo que sucedio al proximo dia de eso y seria, gracias por leer


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).