La primera impresión que podría describir el chico sería algo así como: "increíble" con un aura a su alrededor de "señor todo poderoso" o "un rey" para ser exactos, se había parado frente a el mirándolo desafiante, viéndolo desde arriba obviamente porque este joven de ojos negros, cabello corto y de igual color era mucho más alto como la mayoría de los que el conocía.-muévete. Dijo sin tacto alguno y el no pudo evitar sentirse frustrado y ofendido por el tono de su voz. Pudo sentir al instante que esa aura tan imponente que provenía de él no era solo por su altura sino porque era un alfa, uno muy fuerte, con un olor que era brusco y penetrante pero nada desagradable al contrario era electrizante y te daba esa sensación de hacerte sentirte diminuto, eso era algo común en los alfas, ser imponentes y aterradores, por eso no le agradan del todo; a su corta edad no era un experto en conocerlos pero si podía reconocerlos porque se había topado con alguno de ellos en su colegio, de echo a él no le afectaba tanto ya que él era un beta pero aun así se había sentido intimidado a la misma par que se había sentido levemente atraído de seguir sus órdenes y se preguntaba que si eso le ocurría a él siendo un beta que nada tenía que ver con un alfa como actuaria un pobre omega si tuviera que enfrentarlo, seguramente estaría besándole los asquerosos pies. Cuando salió de sus pensamientos lo miro nuevamente de reojo sintiéndose observado por esos ojos negro llenos de indiferencia y a el no le quedo de otra más que hacerse a un lado luego de haber intercambiado unos insultos al mayor.-Kageyama andando-. Escucho la voz de los compañeros de este joven llamándole. Así que almenos sabia su nombre ahora, el nombre del alfa bruto que tenía enfrente.
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Ese día no había ido del todo muy bien ya que al inicio los demás equipos que participaban en el torneo se burlaban de el (seguramente por su estatura). Y su pequeño equipo de boleibol estaba perdiendo contra el equipo de la secundaria "de kageyama" del joven que minutos antes había compartido insultos. Esto iba mal, estaban siendo aplastados y su equipo perdía a cada segundo los ánimos y las esperanzas de ganar, a el no le quedaba de otra mas que intentar pelear por todos y aunque no fuera tan bueno, el balón en sus manos le daba demasiada emoción y excitación como nada en la vida, por un segundo cuando el balón llego a sus manos y golpeo por arriba pudo notar que ese chico alfa el "rey" como algunos de su mismo equipo lo llamaban, lo miraba muy atento, quizás sorprendido, no lo sabía, solo sabía que lo observaba atentamente sin quitarle la vista de encima cosa que a el le revolvía el estómago pero no precisamente de asco, era una sensación chispeante como si su ego creciera al ver que un alfa lo observaba tan minuciosamente. El balón fue detenido por otro jugador y solo alcanzo a escuchar el sonido del silbato que marcaba la finalización del partido, su equipo habia perdido y no se contuvo al sentirse frustrado y con deseos de llorar; vio al otro equipo despedirse e irse luego de un rato, contuvo la respiracion y corrió a toda velocidad detrás de ellos; el joven alfa era el último en caminar y gracias a eso logro alcanzarlo. Viéndolo desde arriba de las escaleras. - te venceré, sin importar cuando, seremos rivales y te venceré!-. Grito a todo lo que daba su pulmón sintiendo como le ardia la cara por correr tanto y el aire le raspaba la garganta por gritar de golpe, el chico se habia girado para verlo y luego de unos segundos de silencio el le devolvió una respuesta en forma de sonrisa.-adelante-. Dijo girándose con la misma, yendo con sus demás compañeros que ya se encontraban en el autobús. Hinata sabía que era un desafío, no iba a olvidarse de esa cara ni de esa sonrisa burlona del final, iba a vencerlo, iba a derrocar a ese rey en su juego y esperaba ansioso poder volver a encontrarlo para enfrentarlo como era debido. Volvió a sentir ese revoloteo en el estómago como cuando jugaba el voleibol, una nueva emoción rodeo su cuerpo y una nueva sonrisa se marcó en su cara. Si. él estaba listo.