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Nisshoku ¿Uzumaki o Uchiha? por Senkarin

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Notas del capitulo:

no hay notas, bueno solo no traten de matar a Sakura jaja. 

 La pelirosa no dejaba de lavarse, la sangre ya se había ido completamente pero su mente le hacía creer que aún estaba ahí, se tallaba sin parar de llorar. Demonios! Tantos meses preparándose para este día y nadie había podido hacer nada!.
Kakashi entro por la puerta apresuradamente, había sido llamado por Tsunade con una simple frase “Ven… es Naruto”, lo que Kakashi vio al entrar al cuarto fue un maldito golpe al pasado, un jodido Dejavu Sakura frente al lavamanos tallándose fuertemente sollozando con esa expresión de culpa que lo atormento toda su adolescencia y hasta ahora no terminaba de irse, veía a la pelirosa tratando de limpiarse desesperadamente tal como él lo hizo por todos esos años. No podía ser, ¿así había sido el final del gran Naruto? ¿Y en manos de una camarada tan cercana? Paso saliva fuertemente y desvió su mirada buscando a Tsunade a la cual encontró sentada con ambas manos en su frente sosteniendo su cabeza, sollozando al igual que la pelirosa, así que así había sido. Maldita sea el peli plata llevo su mano a su frente lleno de coraje y dolor, porque Naruto al igual que para todos en esa sala era más que solo un alumno, todos ahí eran como familia y acaba de perder prácticamente a un hijo.

–¿Irónico no?- musito Tsunade con una sonrisa amarga y llena de dolor –Gano tantas batallas, y perdió esta contra sí mismo-  

–me parece que era la única forma de que Naruto saliera tan mal librado- un par de lágrimas sinceras se derramaron por los ahora descubiertos ojos de Kakashi y como nadie había hecho con él, se acercó a Sakura para tomarla y susurrarle lo más calmado posible –Ya está Sakura… no es tu culpa, déjalo ir- al escuchar lo ultimo los sozollos dejaron de serlo para transformarse en llanto puro y desgarrador que Kakashi acallo apretándola contra su pecho, el no dejaría que nadie más pasara lo que el paso, cerro la llave del agua y dejo que Sakura se desahogara en su pecho sin prisa, debía desahogarse para luego dar fortaleza a quien sabía que más confundido y desolado estaría tras todo esto; Sasuke. Uchiha después de todo, Kakashi sabía lo que este apellido conlleva, y esta tragedia dejaría un remolino implacable en el azabache, Kakashi no sabía que esperar, la maldición caería de nuevo sobre el sin una luz que remplazara la del rubio, por el rubio siempre había sido la luz en sus amigos, pero Sasuke, Sasuke solo era alumbrado por la radiante luz del héroe de Konoha, con esta luz apagada quien sabe que sería de Sasuke sin un rempla… un momento. Naruto se había apagado, pero ¡¿y esa luz que ambos estaban formando y esperando con ansias?! Sasuke no se había quedado sin nada esta vez, el destino no le había arrebatado todo, porque era bien sabido que aunque Sasuke contara con todo el apoyo de sus amigos, jamás los llego a considerar indispensables ni como un refugio o esperanza, o como la familia que perdió. Eran compañeros cercanos y hasta ahí. Pero a Sasuke no solo le habían quedado esos compañeros Sasuke tenía el fruto de esos 12 meses, de ese año de espera. Él bebe.

Llevaba ya más de 3 horas llorando, pero es que desde hace años había estado tan feliz y contento, su dolor había sanado y ahora volvía mil veces peor, peor como todas sus pesadillas juntas una vez más, peor que la masacre de su familia, la muerte de su madre, su padre, y su Nii-san.

Poco a poco se fue resbalando por la cama hasta caer sentado al pie de esta con la mano de Naruto entrelazada a la suya, frotándola contra su propio rostro, anhelando ese calor que se negaba a no sentir más.

Lloro hasta caer dormido, y siguió durmiendo deseando que al despertar, todo fuera una pesadilla y que su Dobe estaría ahí para levantarlo, para levantarlo como las primeras noches que pasaron juntos y su caricias y abrazos lo calmaban de cuando su mente le hacía revivir sus peores tragedias.

Kakashi y Sakura seguían abrazados, Kakashi le transmitía toda la comprensión que el poseía ante lo sucedido, poco a poco Sakura comenzó a calmarse y a relajar los músculos, dando cese al llanto y surgiendo la kunoichi fuerte y madura que había conseguido ser con los años, dando prioridades a los asuntos, si bien no había salvado a Naruto, si había salvado parte de este, su hija.

Miro a Kakashi y este le dirigió una mirada, correspondiendo sus pensamientos, los ojos de Sakura se aguaron de nuevo pero esta vez por ese rayo de esperanza del legado de Naruto. Oh, haría todo por cuidar a la reina que había dejado, como solía decir Shikamaru, la primera reina de su generación. Ella al lado de Sasuke debía cumplir la promesa hecha a Naruto, ella y Sa… Sasuke!
–¡¿Donde esta Sasuke?!-  Exclamo girando a ver a Tsunade.              

–Sigue  en la habitación, no me he atrevido a interrumpirlo, paso ahí la noche- dijo compa deciente –Sakura, Kakashi me parece que les corresponde a ustedes…- Kakashi solo asintió y Sakura no lo pensó más y se dirigió consciente de que lo que vería probamente sería más horrible que las veces que había enfrentado a Sasuke en momentos tan decisivos emocionalmente, aun recordaba esa vez cuando curo a Karin, jamás olvidaría esa faceta del Uchiha, ese era el problema con Sasuke, se transformaba en una bestia invencible, y la otra bestia capaz de hacerle frente se había ido.         
Pero no se rendiría daría todo en ella por contenerlo en todos los sentidos y ayudarle a ver la luz que aún había para él. Se asomó por la ventana que daba al cuarto, el Uchiha se encontraba tumbado sosteniendo la mano del rubio, dormido al parecer. Abrió la puerta aproximándose a él, controlo en vuelco de pensamientos que comenzaron a atormentarla de nuevo cuando se topó con el cuerpo de su amigo, siguió adelante hasta que llego a Sasuke y se inclinó para quedar a su altura y con mucho tacto lo tomo del hombro para llamarlo, ella entendía lo difícil que sería dejarlo ir, pero ya llevaba mucho tiempo y el cuerpo necesitaba ser transportado al lugar apropiado y entre más se tardara en ver la realidad más duro seria cuando lo hiciera. –Sasuke…- lo llamo, en respuesta escucho un susurro que hizo la escena aún más dolorosa “Naruto…” –Sasuke, necesitamos irnos- volvió a removerlo buscando despertarlo –Sasuke, vamos debemos salir- el Uchiha abrió los ojos esperando encontrarlo pero lo que vio fue a la pelirosa y entonces recordó todo            

–Sakura!, Sakura ¿cómo esta Naruto? – la pelirosa lo miro con resignación y dolor, entonces Sasuke giro su cabeza a la derecha encontrando la mano que había estado sosteniendo, recibiendo el golpe de la horrible realidad , su esperanza de que fuera una pesadilla había desaparecido cuando choco sus ojos con los de Sakura

 –Debemos salir Sasuke- trato de jalarlo para ponerlo de pie, el Uchiha en uso de su cordura se dejó hacer, se levantó pero no para salir, se paró aun lado de la cama dando unas ultimas caricias, se estaba controlando su ataque de locura por respeto al lugar, pero su mente era una explosión que no dudaría en descargar al salir de ahí, sostuvo la mano y comenzó a retroceder soltándola cuando por fin giro para seguir a Sakura. Sakura lo guio a una sala que usaban para conferencias, lo más lejos posible de donde estaba Naruto que pronto seria llevado para ser procesado –Sakura necesito salir- dijo el Uchiha con la vista perdida –necesito alejarme de todo- tal como Sakura predijo, Sasuke había sacado a la bebe de su mente, sabía que era consecuencia del dolor y cuando se refería a alejarse de todo, lo decía literal, seguramente de nuevo dejaría la aldea, iría a la tumba de su hermano y destruiría medio bosque. Sabía que lo necesitaba pero no podía dejarlo ir, no sin hacerle conciencia que ya no solo se debía a él.
–Sasuke. No puedes – el Uchiha la miro con el ceño fruncido, no comprendía, o ¿Qué? Él se iría, no es como si alguna vez ella hubiera logrado retenerlo.               
–Sakura… solo comentaba, no era una consulta, no estoy de humor, no estoy de nada como para soportar nada- comenzaba a alterarse, tratando de controlarse apretando sus nudillos.
–Sasuke esto no es por mí, ni por la aldea, ni siquiera por ti. No te diré nada de lo que estás pensando, yo también lo perdí ¿Si?-
las palabras resonaron en su cabeza, perderlo  aunque así fuera, ella no entendería su dolor en una mile –Sé que no entiendo tu dolor ni en un mínimo porcentaje – interrumpió sus pensamientos completándolos –pero te repito, esto ya no es por mí, ni por ti siquiera, es por ella. El Uchiha abrió los ojos de sobre manera al recordarla, definitivamente el dolor lo tenía cegado por completo y ella había salido de su mente.

–Yo-
–le pedí a Tsunade-Sama que la trajera, Sasuke, sin Naruto tu quedas como único responsable, además se lo prometiste.-al terminar sus palabras Tsunade entro con un bulto entre los brazos acogiéndolo como la cosa preciada que era, estaban acorralando a Uchiha con su avalancha de emociones y pensamientos, no estaba listo, no quería verla porque apenas si tenía un poco de autocontrol, realmente hacia lo imposible por mantenerse de pie, conforme Tsunade se fue acercando el retrocedió instintivamente.

 –Sasuke, fue una niña- el azabache topo con la pared que le impidió seguir retrocediendo y Tsunade logro al fin darle alcance, la Sannin descubrió a la bebe dejando ver las hebras doradas de cabello al igual que su oto-chan sin embargo la pequeña reflejaba una tranquilidad no propia del rubio, más bien de su lado Uchiha.       
 Los ojos de Sasuke se posaron directo en ella –Sasuke!- y sin poder más escapo de esa emboscada de sentimientos y presión siendo llamado a los lejos por Sakura.              
 –No está listo Sakura.- Dijo la Sannin contemplando a la bebe ajena a todo lo que le rodeaba.

–Lo se maestra, nadie lo está. Pero si no se lo decía, si no se lo recordaba… estaba dispuesto a irse y casi puedo asegurar que no planeaba volver; después de todo ya nada lo ataba a la aldea.      

Salió del hospital y se dirigió a su casa, la casa que ambos habían preparado para comenzar de nuevo; a su hogar. Se detuvo en la puerta, al parecer la noche anterior habían olvidado apagar la luz, como recordarlo con tanta prisa que habían tenido, pero este descuido provoco a un más confusión en él, al ver la luz por debajo de la puerta no pudo evitar sonreír, pensando que al final si había sido un jodido sueño, un horrible pensamiento y que por fin luego de la semana volvía a casa de su última misión, si eso debía ser. –Tadaima!- abrió estrepitosamente, ansioso por saludar a su Dobe, que le importaba que se asustara por su repentina efusividad que casi nunca solía tener, había vivido una pesadilla digna de abrazarlo, besarlo, y hacerle el amor sin planear soltarlo de nuevo. Sin embargo, no obtuvo su bienvenida de siempre, no vio la luz de su cocina que siempre solía estar prendida cuando llegaba a casa desde que Naruto quedo embarazado, no escucho el “okaeri-Teme’’ que siempre recibía con ese tono cálido que le demostraba lo mucho que le alegraba verlo de nuevo. No hubo nada. Cerro los ojos recargándose con fuerza contra la pared descubriendo una vez más la basura por la que estaba pasando, camino hacia su recamara pasando por la que tenían para él o ella cuando llegara, cerro con un portazo ese cuarto, podría jurar que había roto la puerta y acelero su paso llegando a la habitación que compartía con Naruto, el símbolo Uzumaki y Uchiha pintados en la pared, partidos a la mitad, complementándose entre sí, simbolizando la unión de los dos, las fotos que Naruto había tomado desde que llego de nuevo a la aldea, el poster ridículo de Ramen del lado de Naruto y su capa… símbolo del cumplimiento de su mayor sueño.

Tocar cualquier cosa de esa habitación le quemaba, misma cosa que pasaría cada vez que viera y tocara a su hija, seria echarle sal a sus heridas a cada segundo. No podía romper la promesa que le había hecho a Naruto; aunque él hubiera incumplido la de nunca abandonarlo a partir del día en que Sasuke piso esa aldea, fue una de las condiciones, porque aunque Sasuke lo negara el tenia sentimientos encontrados con esa aldea, con sus personas tan hipócritas, tenía coraje por todo lo que le habían hecho a él, a su hermano y al mismo Naruto. Pero acepto todo porque Naruto merecía ser feliz, y él lo era a su lado, todo iba bien maldita sea! Este sentimiento provoco que comenzara a lanzar los muebles en frustración, comenzó a destruir todo con toda su furia contenida en cada golpe, recogió sus preciadas fotos, incluyendo la última foto que le quedaba de su familia, de su hermano, las guardo para dirigirse al cuarto de su niña y destruirlo de igual manera con una enorme bola de fuego, no quería nada, nada mas de esa casa, vería como se las arreglaría para cumplir su promesa sin tener que torturarse tanto, o por lo menos… “tsk” ya vería que se le ocurriría. Salió de la casa que ya ardía en llamas en una parte y posándose frente a esta encendió su poderoso Susano ‘o para terminar de hacerla desaparecer, no se tentó nada en aplastarla y demolerla por completo, y no satisfecho  con su característico ojo condeno la casa a consumirse totalmente ante las llamas del Amaterasu.

Sakura había seguido al Uchiha minutos después, tenía completa idea de a donde se dirigiría, la pelirosa observo toda acción del Uchiha desde la copa de un árbol, en cuanto empezó el fuego mando un mensaje a la hokage que todo estaba bajo control, que mantuviera al margen a cualquier tipo de apoyo o ninja. Dejo que el Uchiha se desquitara con lo que quisiera, comprendía que lo necesitara.
Después de ver la casa consumiéndose por el amaterasu vio a Sasuke caer de rodillas ante esta, totalmente quebrado, reflejando su interior con esa casa que tanto le había dado. Descendió el árbol para acercarse a él, esperaba que ante tal descarga Sasuke estuviera más accesible, así que sin más lo abrazo, por detrás como alguna vez lo hizo de niña, no esperaba tener el mismo efecto pero si al menos servir de algo.           
Lo abrazo y para su sorpresa el Uchiha le correspondió, dejándose hacer y soltando al llanto en sus brazos. Si bien para Sasuke Naruto era la razón que lo ataba en la aldea, él había aceptado tener cariño y aceptar el mismo que la pelirosa le había ofrecido por años, se podía decir que de alguna manera le conmovían los sentimientos resignados de ella hacia él, y los aceptaba, dándole el título a ella como única excepción de los demás novatos de amiga.

La casa comenzaba a ceder completamente, todo cuanto había en ella también. El sonido de los escombros cayendo amontonados al suelo, humeantes y aun algunos en llama hicieron voltear al par que solo suspiraron al unisonido.  

–No puedo quedarme…- Soltó luego de unos minutos de estar sentado en el suelo, al pie de las rodillas de la pelirosa mientras esta acariciaba su cabello, un poco más largo y con sus picos característicos casi desaparecidos. –No puedo…- repitió tallando sus ojos con su capa negra.   

– Hiciste una promesa.- le recordó Sakura sin mostrar consentimiento ante las claras ideas de Sasuke de huir y volverse a cercar de todo sentimiento. –y yo también. Varias de hecho Sasuke, y no incumpliré ninguna de ellas.- Sasuke sabía de lo que hablaba, o al menos lo imaginaba. Naruto tenía muchas esperanzas y entusiasmo en este proyecto, el confiaba en que todo saldría bien, más existía ese “por si…” Naruto había dejado claro sus últimas voluntades, y había dejado encargado muy bien cada cosa que le importaba. Sasuke por supuesto, como principal. El Rubio conocía mejor que nadie a su azabache, no le sorprendería nada su reacción, y no podría culparlo del todo, una vez más la vida lo condenaba a su temida maldición. –Y ella no tiene la culpa, y no merece tener una niñez llena de soledad, menos porque ella no quedó huérfana.- los recuerdos se remordieron dentro del Uchiha las palabras de Sakura realmente calaron en su interior. – ¿Respetaremos en el nombre que habían elegido?- pregunto de la nada.

–Si.- respondió aun meditando el que su hija de ninguna manera merecía o iba a sufrir ese vacío al que él y Naruto habían sido condenados cuando eran apenas unos niños. –como dijiste si respetaras una voluntad debemos respetar todas las demás.-

 –Nisshoku*será entonces.- Sakura se puso de pie empujando un poco a Sasuke para que este se sostuviera con sus propias fuerzas, ya desde arriba le tendió la mano, el con la mirada gacha extendió aquella mano que había sido remplazada después de su redención. Todos habían batallado para convencerlo de aceptar la prótesis mas después de que el rubio y el empezaran a planear su futuro el acepto, no es que dudara de su fuerza o de que con el tiempo lograra ser igual de grande y talentoso con un solo brazo pero con ese especifico plan de formar una familia quería tener su fuerza al cien, los protegería al máximo después de todo. –Debemos volver a llenar los registros- Sasuke volvía a entrar en un debate mental, su cabeza iba a explotar su siempre intranquila y llena de problemas cabeza estallaría. Entonces…

–Sakura.- esta volteo dirigiéndole una mirada llena de perspicacia oliendo que vendría alguna otra queja, u obstáculo de parte del Uchiha –regístrala a tu nombre.- la expresión de sorpresa y el chasquido de la pelirosa demostraban su sorpresa y el evidente inicio de enfado que presentaba ¿Qué demonios decía? –Deja su apellido, pero coloca tu nombre en el sitio de la madre….-

 -¿Qué coño va Sasuke?- de verdad hablaba boludeces, cuando la chica creía que no podía a ver cambios más drásticos en el Uchiha este le sacaba otro digno de premio.   

–No puedo…- volvió a insinuar, la kunoichi solo chirriaba los dientes dejándole hablar – no puedo cuidarla como quisiera y como debería, yo la protegeré, a ti y a ella y nunca les faltara na..-    

–para. Para de una jodida vez. No harás eso. No le harás eso a ella ni a la memoria de Naruto.-     los puños apretados de la rosada en genuina indignación ante la inmadurez del “hombre” porque sí, ya era un hombre de 26 años, pero seguía teniendo esa jodida mentalidad victimita y facetica de toda la vida. –vas a hacerte cargo y ser el papa que-

–no puedo!, no voy a poder verla por las mañanas sin sentir remordimiento! Sin poder culparla incluso un poco! O a mí mismo por no haber hecho nada para salvar a Naruto! Por no hacer nada para salvar su niñez! A su padre!.. No puedo Sakura..-  

 –Sasuke! Por kami no puedes ir por la vida huyendo de estas maneras! Debes vencer esa maldición! Hasta pareciera que el ninja cabezón que tanto te persiguió no te hubiera enseñado la lección! No hubiera luchado todo este tiempo! Haces que su sacrificio se vea en vano!- miraba al Uchiha con ojos llenos de la voluntad que Naruto había implantado en todos mientras que el Uchiha ni siquiera le miraba, miraba al suelo, esperando que acabara de hablar, él había tomado la decisión y aunque sabía que todo lo que Sakura decía en ese momento como en todos los anteriores no reaccionaria a las posiblemente sabias palabras. Una pelea por la redención tal vez, tal vez podría ayudarle pero el único que pudo haberle hecho frente en esa pelea yacía en la cama del hospital. – tú no puedes hacerle esto! No puedes!, Sasuke por favor..- se acercó, iba a tomarlo por los hombros más este retrocedió.

Haría mucho más berrinche, mucho más drama, para que al final no comprendiera. Sakura cansada de esas actitudes comenzó a llenarse de rabia, olvidándose de toda la compasión y comprensión que tenía por el moreno, estaba harta, harta de su egoísmo y autocompasión       .
 Con esa sensación de coraje, se armó en sus casillas y si, cedió ante la decisión del Uchiha, si se largaría lo haría aceptando todas las consecuencias que trajeran los años. El día de mañana que el Uchiha volviera a pensar frio, que el Uchiha notara que estaba dejando de lado la luz que Naruto había dejado para él, el día que Sasuke decidiera volver para recobrar lo que estaba dejando, ese día ella sería la que se lo impidiera.      
Ese día haría que Sasuke luchara tanto por recuperar lo que estúpidamente dejo, haría que perdiera años tratando de acercarse de nuevo a su hija, y ella de ninguna manera lo ayudaría o colaboraría para que esta lo viera con otros ojos o se acercara como el desearía. Esa sería la lección para el ul.. Hasta eso perdería. La oportunidad de que su apellido renaciera almenos por una generación más. –Vete.-               

Sasuke solo entonces levanto la mirada, viendo fijamente a la pelirosa analizándola, él estaba preparado para seguir oyéndola, incluso estaba esperando el común llanto en la mujer que siempre había luchado por detenerlo y contenerle en sus penas. – ¿de   verdad?-.

 –Si eso quieres. Vete.- la Kunoichi se cruzó de brazos dándole la espalda –firma los papeles correspondientes, consentimiento y registro y vete.- volteo a verle de reojo, sabía que el Uchiha estaba algo fuera de sí, seguramente esperaba verla llorar, lo sabía.

–Yo cuidare de ella, quise mucho a Naruto y no  me importara soportar los rumores de todo esto.- si bien nadie sabía de la relación entre los dos ninjas de elite, tampoco estaban conscientes de que el Hokage tuviera una pareja. Todo el asunto del estado del Hokage fue manejado en completo secreto, Naruto no quería oír las fastidiosas excusas y protestas de sus consejeros, y quería darle una sorpresa a la aldea, y asegurarse de que esta no fuera de ninguna manera a tomar una actitud de aislar a su pequeño como lo hicieron con él. –Todos saben lo enamorado que estuvo Naruto de mi durante años- Sasuke frunció el ceño y la miro con reproche, los primeros años de estar con Naruto habían tratado ese tema, y el rubio con el tiempo demostró que la había olvidado por completo, más que Sakura lo trajera al aire le había molestado. –No les sorprenderá que la sorpresa que Naruto había anunciado hace unos meses sea la llegada de nuestro hijo, de tanto tiempo que suelo pasar en el hospital nadie habría podido notar si estaba embarazada o no.- Sasuke solo escuchaba con atención, Sakura no era tonta, era un buen plan, le molestaba pero era lo mejor.          

–Me parece bien- musito bajo, pero lo suficiente para que Sakura escuchara, -¿te presentaras como la señora Uzumaki?- hizo la pregunta que saco a Sakura de si por unos segundos, para luego considerar que eso sería un golpe extra ante el caprichoso
Uchiha, con una sonrisa llena de victoria y satisfacción que el Uchiha no alcanzo a percibir se giró hacia él.

–Así es… en cuanto firmes esos papeles, seré la viuda Uzumaki.-  el Uchiha dio un respingo, y sin más con su típica careta fría y desinteresada asintió desapareciendo en una nube de humo dirigiéndose al hospital. Dejaría todo atrás, en manos de Sakura, volvería luego de unos años y cumpliría su promesa de cuidar de su  pequeña; desde las sombras como su hermano alguna vez lo hizo con él.

Llego al hospital y fue directo a los cuneros en lo que Sakura le daba alcance, ahí estaba… volvió a mirarla, tan indefensa definitivamente una vida al lado de un padre tan frio como él lo sería no se la merecía, él estaba seguro que Sakura al igual que muchas veces que la vio conviviendo con los niños en el área pediátrica sería muy buena como madre, y se encariñaría mucho con ella, después de todo era parte de uno de sus mejores amigos… Sakura llego y lo miro por detrás, negó con la cabeza resignada y le informo que iría con su maestra para dejar listo todo.                 
 

– ¿Qué?, De ninguna manera! – la rubia ex Hokage golpeo la mesa, con más que una clara cara de desaprobación ante lo que Sakura le proponía –no puedes dejar que haga este tipo de berrinche! Su situación es comprensible pero no a este punto!.

Sakura le miraba sin amedrentarse –maestra, sé que parece una locura, y yo tampoco considero correcto que huya tan cobardemente como siempre lo hace.- suspiro –pero esta vez, hmp- miro a su maestra con la determinación que ella alguna vez noto cuando la rosada se decidió a ser su alumna. –esta vez no habrá nada de compasiones!-

La rubia mayor la miraba aun sin comprender, y Sakura ante su escritorio sonrió –Maestra, Naruto lucho muchos años haciéndole entender a Sasuke el camino que debía tomar, y nos convenció a todos de perdonarle y darle una segunda oportunidad, compadeciéndole por su pasado y traumas, justificando sus acciones en pocas palabras- Tsunade le seguía en silencio –Todos terminamos perdonándole, porque ambos se veían felices, todos terminamos ayudándole para limar asperezas aquí en la aldea y terminar de solucionar sus problemas, pero esta vez, esta vez… cuando decida recuperar lo perdido, y las palabras de Naruto hagan el eco suficiente en su mente para hacerle reflexionar y venir a por lo que ha dejado, tendrá que esforzarse en recuperarlo, tendrá que lidiar emocionalmente  con todos los lazos que esta por romper, creare a esa niña como hija mía, y su padre será Naruto.

 –Sakura!

–El día de mañana que Sasuke vuelva y trate de recuperarla, estará todo en el! Tendrá que lidiar con explicarle todo a la pequeña Nisshoku, y a todo el resto de la aldea hablare todo esto con los chicos, que estoy segura me apoyaran Sasuke Uchiha aprenderá la lección- el puño izquierdo de la chica choco con la palma derecha en una clara señal de determinación, la vieja sannin por su lado después de salir de su cara de sorpresa que había adquirido ante el plan de su alumna se cruzó de brazos sonriendo con suficiencia.

–Ahora entiendo… con todo el cariño y respeto que todos le tenemos a Naruto, no dudes en que te apoyaran, lo siento por Sasuke ahora que ha terminado con tu paciencia- La pelirosa asintió con la cabeza enérgicamente.

–Así es maestra, hablare todo con los chicos en cuanto Sasuke deje la aldea.

 

Minutos más tarde ambas kunoichis se encontraban frente a Sasuke tendiéndole los registros de Nisshoku y una carta de sesión de derechos, Sasuke tomo la pluma y dirigió su mirada una vez más hacia los cuneros confirmando su decisión, luego de unos segundos de silencio marco el papel dejando atrás su proyecto fallido, pues así lo veía en estos momentos.

–traeré a la bebe, seguramente esta va a ser de las pocas veces que puedas verla tan de cerca de ahora en adelante…- anuncio Tsunade antes de dirigirse a llevar los papeles al archivo y después tomar a la bebe, Sasuke se había tensado ante sus palabras, pero el instinto paternal que obtuvo a lo largo del año que esperaba al lado de su amado hizo que se quedara, hizo que quisiera despedirse de su, de la bebe. 

Los latidos de Sasuke se aceleraron conforme Tsunade se acercaba con la pequeña Nisshoku en brazos, quería correr como la última vez y a la vez terminar de romper la distancia para abrazarla antes de dejarla para protegerla desde las sombras. Termino haciendo lo segundo y la tomo en su brazo, ese que no había sido afectado en su última batalla donde se redimió, la miro, y se acercó a su cabeza besando sus rubios y pequeños cabellos, frotando su mejilla en la pequeña frente, la pequeña era muy tranquila… cual Uchiha, Sasuke al pensarlo provoco que una pequeña lagrima escapara, silenciosa y profunda. Se separó entonces de ella y se la entregó a Sakura quien de ahora en adelante seria quien ocuparía el papel que le correspondía a Naruto y seria llamada mamá.

Sakura tomo a la pequeña en brazos, y suspiro tomando entonces conciencia de todo lo que estaba pasando y todas las responsabilidades que estaba adquiriendo, bajo su mirada y sonrió con pura nostalgia y ternura, depositando un beso en su ahora hija.

–Gr-gracias de nuevo- Sasuke hizo lo que había hecho toda su vida con ella, agradecerle antes de marcharse, vaya que esta vez sí terminaba debiéndole mucho. Sakura solo le miro como siempre lo había hecho y asintió, para devolver su mirada a al pequeño ángel que reposaba en sus brazos, Sasuke dirigió sus dedos y Sakura creyó que le daría otro toque como aquel que le dio antes de su viaje de redención, pero no, Sasuke beso su frente y después partió esfumándose literalmente con uno de sus jutsus. 

Notas finales:

nos leemos pronto, espero su opinion dattebayo! 


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