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Madurándo por limon18

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Notas del fanfic:

como saben los personajes no me pertenecen 

Notas del capitulo:

le habia costado mucho conquistarlo y ahora por sus estupideces lo estaba perdiendo. 

Mientras meditaba entre su silencio abre los ojos sin saber las respuestas a todas sus malditas preguntas, ya era muy tarde y el seguía con ese insomnio que no se apartaba de su vida desde ese último día que lo vio, que le hablo, que le sonrío, sabía que debía dejarlo ir lejos, más, no le pudo ofrecer, nunca pensó que terminaría todo así, ese hombre siempre lo llevaba al borde de la locura, a sentirse el mismo en cualquier ocasión, para que sonreír ahora si ya no hace falta se repetía una y otra vez, se levanta y se acomoda mientras se dirige al sanitario a lavar su rostro, se mira al espejo y ve su rostro triste, con ojeras y su piel demasiado blanca… desea abrazar su cuerpo, lo desea, cierra los ojos mientras lo piensa, toca su piel como si sintiese sus dedos, se muerde el labio tratando de saborear los suyos, de pronto abre los ojos y nota su soledad completa, mientras regresa a su habitación, desea verlo, pero no puede permitir que vuelva y aceptar sus andanzas de siempre, se recuesta en su cama para tratar de dormir, pero lo único que puede hacer por el momento es pensarlo.

El león dorado caminaba en la orilla de la cornisa de la casa de virgo, sintiendo como el rayo de luna lo bañaba por completo sumergido en sus pensamientos, sonriendo como loco, ya cansado de jugar debía regresar a donde pertenecía, pero pronto recordó su maldita pelea anterior, esa pelea estúpida por jugar a tener lo que no necesitaba, a desear lo indeseable y olvidar lo que realmente amaba. Se baja de aquel enorme templo, adentrándose, caminando muy decidido, entra aquel aposento haciendo que instantáneamente virgo se siente en la cama, los dos se miran fijamente, pero el león no lo duda y le salta encima haciendo que el rubio caiga sobre la cama recibiéndolo, sintiendo eso besos en su cuello, saboreando sus labios, mientras sus ojos derraman lágrimas de dolor, pero no dolor carnal, era un dolor punzante en su alma, en su corazón. Separa al león y sale de esa cama. Aioria lo ve de reojo, sabe lo difícil que fue conquistar al rubio y ahora lo está echando a perder por completo.

-          Tranquilo amor, ven acá (mientras se sienta sobre la cama y alza la mano para que el rubio la toma)

-          ¿con quién pasaste el rato? (cruzándose de brazos)

-          (suelta una risilla) no la pase con nadie, estaba en mi templo, me aburrí y vine, es todo… ahora ven acá (vuelve alzar la mano)

-          No puedo evitar que mi corazón se fractura en pedazos, pero a ti poco te importa, pues tienes a los que quieres y crees que eso es amor, sin darte cuenta que aquí lo que te ofrezco es incondicional, pero siempre me haces sufrir, me hieres y no lo niegues más pues traes aun el perfume de Dita.

El león sonríe al saber que es totalmente cierto, se levanta de la cama logrando aplastar al rubio contra la pared, sintiendo su aroma, tocando su piel tan delicada, pero nota sus lágrimas, toma su mano y la besa, toma su barbilla para deleitarse viendo su rostro imperfecto por esas gotas de agua que arruinan sus ojos. Shaka lo empuja y logra apartarse.

-          ¡vete! Tratare de no pensar en ti, hasta que logre perderte (mientras le abre la puerta)

el león muy calmado se dirige a la puerta pero no sin antes decir lo que siente…

-          Sabes que mis pensamientos, mi cuerpo, mi corazón te pertenecen, que a pesar de mis bajos instintos lo más importante, mi más grande y dulce amor eres tú, me has enseñado a quererte, ha amarte como se debe, no lo olvides… no te pido que me perdones porque siempre lo hago, pero si te pido que pienses bien tus decisiones y si en verdad quieres que me vaya…

Shaka suspira y esas palabras le dicen que el león nunca cambiara, eso no es amor, eso es capricho, el rubio no lo piensa más solamente le señala la puerta, a lo que el león se va…

El rubio queda destrozado al pensar en esas palabras, palabras que destruyeron su esperanza de cambio por parte del león. Vuelve a su cama sin poder dormir…

El paso de los días le han dolido, este león dolido sabe que lo esta perdiendo, pero como dejar de divertirse si es lo único que puede hacer, será posible que en realidad no lo ame sino simplemente sea parte de sus juegos… todo acabo, se esfumo, el mismo lo hecho a perder… se recuesta en el paraje lleno de verde grama bajo un enorme árbol. Nota como una presencia se acerca pero al percatarse que es el toro coloca sus manos bajo su cabeza.

-          ¿Por qué tan pensativo? Te volviste a pelear con Shaka ¿cierto? (mientras se sienta a su lado)

-          Si, lo hice, pero creo que esta vez es definitivo, el ya no ama… ayer llegue a su templo, pensando en que nos amaríamos, no lo hicimos, me saco muy sutilmente, pero creo que esta vez lo perdí, como decirle que lo amo, pero no puedo dejar de acostarme con otros para no caer en la rutina… (el toro rie, mientras leo frunce el ceño)

-          Pareciera que tuvieron una gran disputa, pero creo que si lo perderas pues su paciencia debe de tener limite, debes de pensar bien si en realidad quieres pasar el tiempo con el rubio o con todas tus aventuras, es hora de ser inteligente y muy maduro Aioria (esas palabras hacen que el moreno lo mire sorprendido)

-          ¿Qué madure? Ya soy suficiente maduro para saber que (pero es interrumpido por el toro) para saber que hasta el amor más profundo se cansa y se acaba si lo hechas a perder una y otra vez… piénsalo Aioria, no lo heches a perder, él te ama, tú lo amas. Yo aún los recuerdo, felices justamente en este lugar, jamás había visto una mirada tan bonita como la de ustedes…

-          Tengo días pensando en ese asunto, pero no sé qué hacer aun

-          ¿no sabes? O lo tomas o lo dejas leo, porque no creo que vuelva junto a ti… no lo olvides o ¿son tus aventurillas o es él?

Aioria se levanta, mira de reojo al toro y se va, esos recuerdos le bajan a su mente, no quiere olvidarlo, solo con ese rubio se sentía bien, solo con él lo comprendía todo mejor que nadie, esas malditas aventuras en el santuario lo volvían estúpido pero no realmente feliz, su mente por primera vez razonaba y le daba gracias al toro, se detiene un momento para soltar un par de lágrimas, se limpia con la mano y regresa a su maldito templo, mientras va directo a la ducha para sacarse los demonios de tanto sexo con cualquiera…

Por la noche pasa a templo de Virgo y lo ve allí sentado, meditando como siempre, ya es casi de madrugada y le sorprende verlo, se acerca sin decir nada para plasmarle un beso pero la mano del rubio no se lo permite, levantándose de golpe y empujándolo para que se largara del templo, pero el león no se mueve ni un centímetro de donde está.

-          Tengo miedo de perderte… (Shaka no puede creer lo que escucha) quiero pasar mi tiempo contigo, deseo amarte, protegerte, disfrutarte… pero este miedo me invade, porque no sé cómo reaccionar ante esta situación, ante ti y nuestra relación, soy nuevo en las relaciones formales y no sé cómo  hacer que no te vayas, que no te alejes y me ames…

Shaka abre sus ojos de la sorpresa que escucha, le sonríe al verlo tan tierno, nota sus mejillas ruborizadas, no parece ese león fuerte, valiente que conoce, esta vez parece un tímido gatito.

-          Te amo tontito, pero me molesta que te vayas con cualquiera y yo sea tu último bocado, como tu plato de segunda mesa.

Leo alza su mano para tomar la del rubio y halarlo hacia él, abrazándolo fuertemente, esta vez puede sentir ese aroma perforar sus sentidos, eres tú con quien yo quiero pasar el resto de mis días, mientras lo besa, mientras se besan. Un beso tan delicado, tan tierno, sin lujuria solo amor…

-          Amo ver tus ojos…

Skaka sonríe, lo toma de la mano para llevarlo a la habitación mientras se recuesta sobre la cama el león sobre él, sintiendo los nervios de punta, como que fuese su primera vez, pero  ¿Por qué? Será posible que hoy que se ha decidido a abandonar su trayectoria de libertino y tomar en serio lo que en realidad importa,  hará por fin el amor,  mira su rostro perfecto, con sus ojos color cielo, su sonrisa preciosa y su piel delicada que combina perfectamente con sus cabellos lacios y rubios… toma sus manos y lo besa, lo besa delicadamente, sintiendo ese néctar de sus labios que lo vuelven loco, pasando a su cuello y escuchando esos leves gemidos del rubio que hacen que su piel se erice por completo, baja sus manos para poder desnudar ese pecho blanco, deleitándose con sus tetillas rosáceas mientras lo sigue besando, consiguiendo que su amado pegue pequeños gritos de satisfacción, su boca baja para lamer las tetillas, mordisqueando, llenándolo de saliva, haciendo que el rubio suba de tono sus gemidos y mientras sigue tomándolo termina de quitarle esa ropa fastidiosa y sentir su miembro excitado, leo está muy feliz de sentirlo de esa manera, por lo que baja para darle una probadita, antes vuelve a verlo a los ojos, no puede creer que se pierda en esas pupilas tan hermosas, le sonríe y Shaka le devuelve la sonrisa… te extrañe gatito… Aioria toma su miembro con la boca para humedecerlo por completo, para saborearlo todo, pasando su lengua y apretando levemente con los dientes, esto hace que el rubio se pierda en esas sensaciones extrañas, con notaciones suaves,  de su boca salen gemidos de placer que no permite que piense, dejándose hacer por aquel hombre que ama, el gato vuelve a subir a su boca para besarlo, por lo que el rubio se pierde entre sus besos, tomando la mano del gato, lamiendo sus dedos, jugueteando con ellos dentro de su boca, empapandolos de saliva, Leo sonríe, lo sigue besando, pero sus dedos buscan ya su entrada, le abre las piernas mientras adentra sus dedos. Uuuffff… dolía, pero valía la pena… entraba uno y con incomodidad entra el segundo, el rubio lo ve un poco desesperado, pero el moreno vuelve a devorar su miembro que hace que por poco pierda el control, metiendo el tercer dedo, esas son mil sensaciones… el gato se quita los pantalones, pues su miembro pide ya espacio y atención, acomoda a Shaka, mientras el rubio se sostiene por el cuello del moreno, este se adentra haciéndolo gritar, al estar todo adentro espera un momento, para empezar en vaivén de lo que antes habían vivido pero esta vez era diferente, con cada una de las estocadas el rubio no puede ni gemir, solo siente como algunas lágrimas le caen de sus ojos, y su boca no puede tragar su propia saliva, al ver esto el moreno lo besa, lamiendo esa saliva que sale de la boca de virgo, sus cuerpos chocan, se perlan de sudor, sus pieles se fusionan en una sola, sus miradas casi perdidas por el vigor de las estocadas. Sin saberlo Shaka ha logrado domar aquel león infiel, libertino y seductor.

Shaka se pierde entre tanta pasión, viniéndose entre los dos, Aioria ama eso, por lo que las estocadas van más rápidas, pues Aioria siente como no puede más viniéndose, dejando su semilla completa dentro del rubio… ambos se recuestan, uno al lado del otro tratando de regular su respiración,…

Shaka lo abraza, con un poco de incomodidad por la semilla de Aioria pero feliz, que de hoy en adelante todo será distinto… Aioria sabía que esta fue la mejor decisión, el era perfecto, besa su frente mientras lo abraza fuertemente para dormir.

Con el paso de los días se les puede ver de la mano, siempre juntos, Dita los ve y nota que Aioria ya es otro, pero encuentra el momento perfecto para hablarle, justo cuando Shaka decide alejarse para hablar con Milo y Camus…

-          Como es posible que ya no me busques, que ya no nos encontremos… ¿te pasa algo?

-          Así es Dita, casi pierdo lo que por naturaleza me pertenece, a quien amo… perdona si te he confundido, pero lo nuestro nunca será Dita…

-          ¿Qué dices? Crees que yo quería tener algo más que sexo contigo, no te equivoques gato…

-          No…no… no te equivoques tú, hablaba que no habrá más sexo, ya sé que te daba como querias (dice esto con mucho orgullo)

Dita se siente un poco mal por lo que dice, pero luego sonríe grandemente, tocándole el brazo…

-          Rayos león, te voy a extrañar ( se aleja mientras se con la mano se despide)

El león se dirige hacia donde esta el rubio y sus amigos… al fin se siente un hombre, un verdadero hombre, que ha dejado atrás sus boberías y juegos infantiles, aunque no puede negarlo, se divirtió, pero ahora ya maduro y eso lo hace ser el amor de Shaka

 

Notas finales:

espero les haya gustado  :)


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