-Aquí tienes tu ensayo, fue perfecto, Jonghyun por favor toma asiento, me impresiono tu poesía, creo que tendrás tu primera calificación alta en todo el semestre. — Sonrió con lascivia “Jajá poesía de MIERDA sacada del Internet, pero él esta coladito por mi y no importa cualquier cosa que diga me pondrá una buena calificación” le estrujo el pensamiento tener que recurrir a su encanto y saciar un poco el apetito de su profesor con un modito muy asqueroso lo sentía venir, esas palabras que tanto detestaba.
-Kim ven un momento hay cosas que corregir de tu poesía. — Y ahí estaban. Se despego de su asiento para llegar al lado de su profesor. La maldita cercanía, la respiración sudorosa, el asqueroso aliento susurrándole al oído y esas manos arrugadas y secas apretando su redondo y firme trasero con fuerza. Así era aquello en esa clase, si dejaba manosearse aunque fuera un poquitín obtenía una buena calificación, lo sabían todos a la par sabían que ese cochino Sujeto que se hacía llamar “profesor”, no llegaría a más que simples roces y apretones de improvisto. Siempre era igual, los días se volvían mas monótonos y aburridos, la misma rutina, las mismas personas asquerosas, pero solo había algo que le sacaba de toda esa mierda aunque no de tan buena manera y eso era…
-Jo… ya está aquí el dinosaurio maricon- Y eso era… El niño de 10 años que vivía al lado de su casa… Su vecino “Key”. El mocoso desesperante que siempre le molestaba, cada que salía de su casa y llegaba a esta. De alguna manera se comenzó a acostumbrar, desde ya hacía cinco años que el diablillo le trataba así, no se hacía idea de porque. Los padres de este eran muy amigos de los suyos y siempre estaban en reuniones, en su casa o en la del “diablo”, pero nunca logro hacer buenas migas porque este no se lo permitió.
-Key ya te dije que no soy ningún maricon, no me llames así, si no le diré a tu madre.
-Bah la dinosauria se enojo y ya anda de chismosa.- Suspiro hastiado y mascullo entre dientes maldiciones. Siempre el diablillo hacia lo mismo. Le esperaba detrás de la reja de su casa y le insultaba. Algunas veces hasta le arrojaba tierra a la cara manchándole el uniforme escolar. Sentía una grandísima impotencia el no poder tomarlo y regalarle una que otra cachetada.
-Que te dije, ahora mismo voy para con tu mama.- Entre abrió el portón y entro a la casa con la mirada llena de susto de su pequeño “amigo” se dio paso a la entrada y toco.
-Ahora salgo.- La voz de la mujer le hizo temblar al diablillo sabia estaría en problemas si le chismorreaban que anduvo de pleitero.
-No…no le digas. –Pronuncio muy quedamente…casi un chidillo susurrado muy fino para los oídos del mayor quien no tenía intención alguna de chismear que le anduvo molestando un mocoso de solo diez años. Sería más que vergonzoso.
-Sí, diga.- Entreabrió la puerta la mujer con un delantal y unos guantes rojos de cocina puestos. –Ah Jonghyun ¿como estas?-
-Bien gracias, estoy de visita Hehe-
-…Adelante bienvenido, Key entra a lavarte las manos que ya esta echa la comida.-
-Jooh…-Ladro el pequeñillo con un gestito muy gracioso, y camino hacia dentro enchilado por que “El dinosaurio marica” lo había asustado en falso.
-Tu mama me dijo que te quedarías aquí por unos días.- Dijo la mujer.
-Si no le molesta a usted.
-Que va, como me va a molestar si tu mama es mi mejor amiga, y si fueron de viaje será algo muy importante.
-De luna de miel.- La mujer lo miro extrañada –Cada que es su aniversario hacen algo para festejarlo y esta vez decidieron ir a un crucero.-Explico Jonghyun
-Wow que romántico le diré a mi marido que yo también quiero algo así.-El moreno despejo una risilla junto con la mujer ambos encaminándose a la parte alta de la casa.
-Mira Jonghyun nuestra casa no es muy grande por lo que tendrás que compartir habitación con Key, yo se que él no te trata muy bien pero le sentenciare para que no te moleste ¿vale?- moreno asintió. Agradeciéndoselo internamente a la mujer. No quería despertar y darse cuenta que ya no tenía cabello o que el “Diablillo” le tomo fotografías comprometedoras para subirlas a internet u otra diablura similar.
- Puedes dejar tus pertenencias donde gustes, sacare algunos juguetes de Key para que haya más espacio.- Anuncio sonriente, era agradable tener otro chico, para que su niño jugara, la mujer se preocupaba mucho porque su Key a esa edad no salía nunca a jugar, no tenía amigos, siempre le cambiaba de escuela por problemas con los compañeros. Suspiro, quería aprovechar esa oportunidad para que su hijo tuviera su primer amigo. Pues él y Jonghyun, se conocían desde pequeños aunque este último fuera más mayor, lo había visto tratar muy bien a su niño incluso de la forma en cómo soportaba sus insultos todos los días.
Siempre veía a su niño levantarse más temprano de la hora indicada en el despertador. Solamente para ver que Jonghyun partía a la escuela con el simple motivo de insultarlo y cuando su diablillo llegaba de la primaria esperaba y esperaba en el patio de enfrente de la casa jugado y entreteniéndose hasta que veía llegaba el mayor. Se acomodaba en el portón para insultarlo o jugarle una que otra travesura.
La Señora bajo a servir la comida dejando a Jong solo en la habitación acomodando sus cosas. Percatándose que no había cama, sino más bien dos futones, colocados cerca de la ventana, uno cubierto con sabanas de dinosaurios, ese debía ser el del diablillo. Y el de enseguida con un edredón aterciopelado color guinda. Se sorprendió de la cercanía que compartían ambos futones, asustándose, no quería pasar la noche al lado del hijo de chuky. Pero no podía negarse sus padres le dijeron que no querían dejarlo solo en casa. No tenia de otra más que soportar al Diablillo y sus sandeces.
-¿Qué haces espiando en mi cuarto?- Esa vocecilla lo sobresalto. Dejo de acomodar su ropa en el closet del menor para girarse y comprobar que el diablillo estaba detrás mirándole furioso.
-Ah…este…yo…-las palabras se le quemaban en la garganta, el diablillo reflejaba en su mirada que le detestaba y eso lo ponía muy nervioso.
-El vivirá aquí por unos días y le compartirás tu habitación.- La voz de la mujer quien acababa de subir le interrumpió su nido de palabras.
-¡¿Ah?!- El diablillo estaba que no se lo creía. Comenzaba a colorearse del coraje.
-¡No quiero!...NO QUIERO.- Tanto el mayor como la mujer se sobresaltaron cuando el menor elevo su tono de voz, haciéndola chillona y aguda.
-No comiences Key Ya dije.- Sentencio la mujer. El moreno no podía sentirse más incomodo con aquello. El menor había dejado en claro que no lo quería en su casa mucho menos en su habitación. Comenzaba a sentirse como un intruso.
-Pero no quiero que el dinosaurio viva aquí.- Hizo un puchero agudizando el insulto hacia el mayor. Este último sintió el coraje rellenándole el pecho. Por la tremenda impotencia de no poder responder ninguna de aquellas ofensas como se merecía el Diablillo ese.
-Basta, sigue así y estas castigado.- Sentencio la Señora.
-Jo, siempre me regañas.- Volvió a hacer pucheritos apretujando la boquita lo mas que se podía, haciendo que se notaran los redondos pómulos en sus mejillas. “Es la primera vez que los veo”, se dijo el moreno en su interior. Jamás le prestó al diablillo la atención necesaria para percatarse sobre ese singular detalle. Se le veían lindos esos mofletes. Se preguntaba cómo se vería al sonreír. “Muy lindo tal vez”. Se repetía concentrado en los cachetitos del menor.
-Sí, si deja de hacerte el mártir y vamos a comer ¿vale?- Impuso la mujer.
-Vaaale.- Asintió con la voz hundida. Al mayor se le figuro igual a un cachorrito acabado de regañar con las orejas bajas, y la colita entre metida.
Muy a regañadientes, el menor se sentó enseguida del mayor, la señora les servía la comida. Al mayor le brillaron los ojos y la garganta le aguo, esa comida se veía de lo más deliciosa. Estaba muy hambriento pues en la escuela nunca comía nada para no gastar dinero, el cual ahorraba para comprarse un bajo. Tomo los palillos para comenzar a devorarse hasta el plato, después sintió que era observado, pero se limito en mantener su vista en el plato, la comida y los palillos.
-“Tragón, glotón.”- Escucho como el menor murmuraba en un hilo de voz…insultándolo. Opto por ignorarlo y seguir comiendo.
-Y dime Jonghyun como te va en la escuela.- Pregunto la señora quien encontraba en el otro extremo de la mesa.
-Bien, los profesores son muy buenos conmigo y me ponen muy buenas calificaciones.- “Porque me dejo manosear”. Se respondía a sí mismo el moreno.
-Me alegro mucho. Y ¿ya tienes novia?- Pregunto curiosa.
-Hehehe estoy en proceso de eso.- Contesto con una idea en su mente. “Quiero que mi coche sea mi novia.
-Me alegro, porque estas en una edad muy bonita, eres muy guapo por lo que no dudo que tengas a muchas tras de ti.- se sonrojo. Jamás pensó en el cómo alguien guapo. Simplemente él era un chico normal como todos.
-Gra…gracias, amm la verdad no. Las chicas de mi edad buscan a muchachos con carro y dinero. Ninguna va tras de mi.-
-Descuida ya habrá alguien diferente a esas chicas y veraz lo bonito que es el amor. Yo quiero que mi Key se encuentre a una linda niña y que tenga su primera novia.- Ambos miraron sonrientes al pequeño quien torció la boca. Refunfuñando palabritas que esta vez no llegaban a los oídos del mayor
-Oh! yo tengo una sobrina es de tu edad y es muy linda, tal vez y los presente.- Jonghyun se sonrojo hasta por las orejas. Mientras que el diablillo se paro molesto de la silla.
-Mama es una TONTA.- Y salió corriendo hacia su habitación.
-Y ahora que mosca le pico a ese niño.- Se preguntaba a sí misma la señora, mientras el mayor pensaba “que niño tan caprichoso y rezongón”.