Capitulo II
¿Cómo era que la situación se había tornado de ese modo?
Un dia, las cosas simplemente se dieron asi.
Ahora mismo yo me encontraba sentado en el suelo, recargado a la pared, mientras este pelinegro, que estaba hincado sobre mi, con cada una de sus delgadas piernas a mis costados, frotaba su cuerpo contra el mio a pesar de ser metalico. Sus brazos, enredados alrededor de mi cuello, atrayéndome hacia él, y sus labios, pegados a los mios en lo que podría considerar un apasionado beso. Pase mis manos por su cintura, y ante esto el levanto el pecho. Realmente no logro comprender como puede sentirse tan bien cuando lo toco, considerando que mis manos son metalicas, ¿No le molesta realmente? Me pregunto siempre. Esto que tenemos es muy extraño, pero no podría llamarle "relación".
…l, siendo humano en su totalidad ( a diferencia de mi) podría conseguirse a cualquier persona en este planeta para tener este tipo de actos con más comodidad y de forma más placentera, pero en cambio...siempre recurre a mi.
Todo comenzó aquel dia, cuando entro de manera "sigilosa" a la casa de Sensei. …l no se encontraba en estos momentos, no me quiso decir a donde iría pero simplemente me prohibió ir con él. Algo de privacidad necesitaba, y si el lo desea asi entonces no hay ningún problema. Cuando detecte la presencia ajena yo me encontraba en el cuarto del baño, limpiando el retrete. Me quite el mandil de encima y luego, abri la puerta con lentitud
¿Este sujeto nunca se cansa de molestar? Tendria que darle la paliza que no le di el otro dia. Pero ahora mismo estamos dentro la casa del Sensei, y lo que menos quiero es una pelea dentro de ella y destruir sus cosas. Cuando sentí su presencia se hizo cercana al baño, salí de inmediato en un salto hacia delante y justo cuando iba a sostenerlo para que no se moviera, este fue muy veloz y se dio cuenta, por lo tanto se movio y no logre atraparlo.
-Tu otra vez- habló, frunciendo el ceño. -¡No vengo a pelear contigo! ¡quiero ver a Saitama!- exclamó.
-Crei haberte dicho que dejaras de molestar con...-
-Si si si, dijiste, pero no te vine a verte a ti, no voy a dejar de venir hasta tener mi pelea con Saitama, ¿entendiste?-
-No eres más que una molestia-me acerque a él lentamente, quien se puso en guardia, dispuesto a esquiva cualquier movimiento. -Pero no tengo la intensión de pelear contigo estando aquí, no planeo dañar la residencia de sensei- dije, mirándolo fijo.
-Valla, hasta que te controlas un poco- respondió el pelinegro con una sonrisa característica suya. -Pues veras, yo no tengo planeado moverme de aquí hasta pelear con Saitama.
-No esta, vuelve más tarde- respondi sin rodeos, aunque tan solo deseo que se largue.
-¿Qué?- preguntó, realmente no se había dado cuenta que no se encontraba aquí. -¿Pues sabes que? ¡Voy a esperar aquí hasta que regrese!- dijo de manera caprichosa, y después de mirar los alrededores, fue y se sento en el suelo delante de una mesa. Realmente...no puedo creer esto, no quiero aguantar a este sujeto.
-No, vete...o esperalo afuera, pero no aquí- replique de inmediato.
-¿Eh? No no, yo me voy a quedar aquí hasta que el calvito llegue, a menos que quieras una pelea aquí dentro para echarme por la fuerza, de otro modo no me ire- Sonrio ampliamente.
-Entonces me quedare aqui vigilándote para que no hagas ni un solo movimiento- termine por decir, hincándome en el suelo delante de el aun con la mesa de por medio, mirándolo fijamente a los ojos. Es obvio que no se va a ir, asi que lo mejor será esperar a que llegue sensei.
-Bien- respondio, cruzándose de brazos y sentándose mas comodamente en su lugar. -Ve por tu enchufe para que no se te valla a terminar la batería si nada mas te quedaras ahí mirándome.- Dijo, riéndose, según el, de mi.
No me interesan sus intentos de insultos, asi que simplemente lo deje pasar, no me movi y continue mirándolo fijamente. El levanto una ceja.
-Esta va a ser una larga espera...- dijo, suspirando.
-En eso estoy de acuerdo.- fue lo ultimo que dije antes de que el me devolviera la mirada fija y se quedara en silencio.
Asi nos quedamos durante...¿Cuánto tiempo era ya? Creo que 1 hora. Una hora en la que nos miramos fijamente sin movernos ni hablar, ni emitir ningún sonido mas que hacia su respiración cuando inhalaba y exhalaba. Solo nuestras miradas fijas, aunque podía ver sus ojos un poco enrojecidos...es verdad, en lo que ha estado aquí, no lo he visto parpadear mucho, ¿será que se esta probando a si mismo en una de esas competencias de no parpadear? Quien sabe, pero esto se esta volviendo verdaderamente molesto. Termine dando un suspiro sin querer, algo que hizo que el pelinegro parpadeara repetidas veces, como si lo hubiese asustado. ¿Cuánto tiempo más iria a tardar sensei...? Sabia que debi seguirlo, pero si llegase a tardarse mas tiempo, no quiero quedarme aquí sentado mirando a este sujeto.
-Esto es absurdo- Hable, y me puse de pie sin mirarlo. -y demasiado molesto. Mientras no rompas ni destruyas nada has lo que quieras-
-gane- dijo en voz baja, a lo cual voltee y lo mire.
-¿Qué ganaste?- levante una ceja, mirándole confundido.
-Cediste primero, lo que significa que gane- dijo con una sonrisa burlona.
Lo único que hice fue darme la vuelta y dirigirme a la cocina a tomar un poco de agua. El clima esta algo frio, asi que producir un poco de vapor para mantener a una temperatura mas estable el ambiente estará bien, asi sensei se sentirá más comodo cuando llegue. Cuando llegue a la cocina y me servi un poco de agua, al dar la vuelta me di cuenta de que el ninja estaba justo frente a mi, mirándome. Su nombre es tan ridículo que tuve que resumirlo, pero aun asi el simple hecho de pensarlo me da pena ajena.
-¿Qué quieres ahora?- Lo mire hacia abajo, gracias a nuestra diferencia de estaturas.
-Esto- dijo, y rápidamente me quito el vaso con agua que traia en la mano, tomandosela de un trajo y luego poniéndola en mi mano nuevamente. -gracias, tenia sed-sonrio de nuevo y me miro tratando de mostrar superioridad, con una de esas sonrisas características suyas.
No puedo creer que haya olvidado lo rápido que es para moverse. Pero no planeo caer en sus provocaciones...se que eso es lo que quiere, y no lo obtendrá.
Así que lo mejor era ignorarlo de nuevo, por ello me di la vuelta y decidí servirme agua de nuevo, algo que está vez si logré tomarme yo. Cuando me gire de nuevo me di cuenta de que este sujeto seguía ahí parado todavía. -
-¿Ahora que?- le pregunté sin expresión alguna. El sólo me miro.
-¿Tienes comida?- dijo para después levantar ambas cejas.
-No para ti- contesté, pasandole por un lado para volver a la sala.
-oye oye, soy tu invitado, deberías tratarme con más cortesía~ -respondió, siguiendome el paso y sentándose al lado mío.
-Alguien que se invita solo no cuenta como mi invitado
-Pero estoy aquí esperando pacientemente...deberías tratarme como uno
-Si con eso guardaras silencio, ve y toma algo del refrigerador- termine diciéndole, algo frustrado.
-Mhh...- se puso de pie, estirándose -no, creo que ya no quiero nada-
Me pregunto que tanto se molestaría sensei conmigo si destruyo un poco la casa para sacar a esta plaga...¿Me perdonaría si le digo que fue por una buena causa? Igual podría ser una buena oportunidad para que me deje remodelar la casa...
-¿Qué estas haciendo?- pregunte interrumpiendo mis propios pensamientos cuando me di cuenta de que este sujeto estaba tumbándose sobre el futón de sensei, algo que no entendí, pero simplemente no podía permitir.
-¿Qué? ¿Es donde duermes? Si es que duermes- se acosto boca arriba, cruzando las piernas.
-No es de tu incumbencia, Muévete- exclamó, poniéndome de pie.
-Eso es...desagradable- le dije, pero no evitó que se tranquilizara.
-Lo es- dijo, confundiendome. -Me da asco excitarme por una maquina pero...Pero Este tipo de situaciones...en serio me ponen así, deberías soltarme- esta vez habló más seriamente.
Lentamente lo solté, y me arrodille aún estando sobre él. A pesar de que creí que sería una trampa y se levantaria y trataría de atacarme, no lo hizo. Por el contrario...sonrio ampliamente, y por fin note lo que su rostro decia...
Lujuria.
-Entonces eres de esos- le dije, entrecerrando los ojos, sin tomarle mucha confianza al rumbo que tomaba esto.
-mientras se sienta bien y cumpla lo que quiero no me interesa- dijo, esta vez con más desinteres.
Por simple inercia mi vista se fue hacia abajo. Este sujeto siempre usaba una ropa demasiado pegada al cuerpo, asi que era inevitable el hecho de que su ahora creciente bulto resaltara mas de la cuenta entre sus piernas.
.........Realmente no se que pensar de esto.
Pero definitivamente debia sacar a este sujeto de la casa, antes de que las cosas se tornaran aun más extrañas de lo que ya estaban. Tenia que hecharlo rapido, antes de que--
-Oye...sabes...no me molestaria intentarlo- habló, llevando las manos detras de su cabeza. ¿él enserio estaba....? -No te soporto, y realmente quiero matarte, pero...bueno, un Cyborg... debo admitir que suena un poco interesante de probar-
-Estas enfermo- le conteste. ¿Cómo podia sugerir algo como eso? -¿que hay mal en tu cabeza? solo largate de aqui, ya estoy lo suficientemente molesto como para seguir con estos juegos ridiculos-
-Mira... Cyborg Demon... yo te dije explicitamente que no me iba a ir de este lugar hasta que tuviera mi pelea, y no me voy a ir sin ella...pero lo que si se tiene que ir rapido es el calor que siento y el tiempo que falta para que tu querido maestro llegue...asi que te estoy sugiriendo una buena opcion para eso, ¿acaso no ganamos ambos?-
-Solo estas diciendo tonterias- le repeti, aun asi ya había colmado toda mi paciencia y sin darme cuenta, al responderle estaba cayendo en su juego. -No tengo la necesidad de hacer algo de ese tipo, y mucho menos con alguien como tu.
-Oh vamos- se levanto en su lugar un poco, sentandose y sosteniendose de mis hombros, acerco su cabeza a mi oido y susurro -¿No te da ni un poco de ganas de hacerlo? ¿Con toda tu vida de heroesito y peleas que tienes, con lo que tienes que aprender del calvo y entrenar, no quisieras aunque sea una vez divertirte y experimentar algo diferente?-
Por alguna razón, algo en mi interior hizo un repentino click. Esta sensación que tuve cuando susurro en mi oido...nunca la había sentido. No entiendo por que de repente me senti diferente. De repente senti algo extraño, algo que nunca antes habia sentido. Probablemente fue su tono de voz, el modo en que las palabras salieron de su boca, lo cerca que estaba, el como respiraba en mi oreja... tal vez eso fue lo que hizo que lo tumbara contra el futon de sensei y le dedicará la mayor mirada de desagrado y asco que he sentido por alguien en mi vida.
-¿Esto es un si?- dijo mientras sonreía con malicia y relamia un poco sus labios.
-Nunca dije que iba a hacer algo contigo-
-y sin embargo me estás sosteniendo tan provocativamente...- levantó una de sus piernas, frotando su rodilla contra mi entrepierna.
Por primera vez en mi vida, había entrado en un extraño dilema que no sabía como resolver. Lo más difícil de todo fue darme cuenta y aceptarlo, pero...
Cada fibra de mi cuerpo me pedía seguir.
-Ya lo decidi-
Hablé, y aún con el desprecio que estaba sintiendo, el sólo... sonreía.
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