En el siglo XIX el mundo de los humanos es un lugar lleno de conflictos pero estos no llegan a arruinar donde se desarrolla nuestra historia, el sitio se encuentra muchos kilómetros bajo tierra conocido como el infierno, ahí en cambio es calmado entre sus habitantes en algunas zonas, como cualquier reino tenían un rey y este su corte que era integrado por los dirigentes de los siete pecados capitales los cuales tenían una vida común
Nuestra historia comienza cuando el Barón Blake está en el momento de parto de su amado doncel el cual es un joven ángel que por cuestiones del destino termino casado y embarazado de aquel hombre, el doctor trata de hacer su mejor trabajo librando al pequeño con su hijo ya que al ser de una raza distinta no es posible que la madre sobreviva
-Por favor amor no me dejes…yo te amo y si algo te sucede no volveré a ser el mismo- su voz se escuchaba alarmada con un toque de miedo, tomo la mano de su amado mirando como este se esforzaba por dar a luz
El doncel de blancos cabellos y ojos color lavanda seguía en su labor pero volteo a ver a su esposo acariciando con ternura su cabello demostrándole con la mirada que se encontraba bien y que no se preocupara de nada, pero de pronto cambio el rumbo de su mirada cuando la habitación se llenó de un llanto a todo pulmón
-Puede que sea un niño o un doncel –dijo el doctor limpiando a la pequeña criatura recién nacida para después dejarla en manos de su padre
El Barón de la lujuria miraba sonriente a su pequeño bebe mientras que sujetaba la mano de su esposo el cual se debilitaba cada minuto dando sus últimos suspiros
-La madre no sobrevivirá, es mejor que este a su lado en sus últimos minutos de vida– el doctor se puso de pie saliendo del lugar dejando a un triste demonio el cual con una mano cargaba a su bebe recién nacido y con la otra acariciaba el rostro de su amado ángel
-Sabes yo siempre te he amado y cuidare al bebe con todo…también lo educare como planeaste –soltaba lagrimas las cual casi no se notaban en su pálido rostro, dejo a su pequeño al lado de su madre para así tranquilizarlo ya que desde que salió el doctor se encontraba inquieto
El doncel acaricio a su bebe dedicándole a él y a su esposo su última sonrisa cerrando sus ojos como si durmiera, el mayor al ver esto comenzó a llorar cubriéndose el rostro con una mano para momentos después tomar en brazos a su hijo recién nacido
-Al parecer…estamos solos bebe- el pequeño abrió los ojos dándole su primera mirada a su padre el cual sonrió levemente- por lo que noto tienes los ojos de mami
El pequeño tenía unas mechas de cabello color negro igual que su padre y una mirada color lavanda idéntica a la de su madre, era un lindo ser el cual se mostraba que sería así por muchos años de su vida, pero había un inconveniente si este llegaba a ser un doncel no tendría la oportunidad de tomar el lugar de su padre como Barón de la lujuria.
3 meses después el doctor asistió a la mansión del Barón Blake para la revisión del menor, fue bien recibido por un doncel de la servidumbre el cual lo llevo frente a su amo que se encontraba en la sala de té jugando con su bebe, este al verlo se colocó de pie dándole un amable saludo de mano
-Muy bien si me lo permite debo revisar al pequeño – el padre le entrego a su hijo, el medico dejo en pañal al menor revisando su pecho dando leves palmadas para después regresarlo a su papa- Si mi tacto no me falla su hijo es un adorable doncel
El Barón sonrió para después despedir en la puerta al doctor el cual se fue tranquilamente- Muy bien bebe mi pequeño Ariel Blake…debo cuidarte ante todo idiota que quiera acercarse a ti
Alexandre cuida a su pequeño doncel de 3 meses de edad, era un bebe de mejillas rosadas, que resaltaban en su pálida piel, el cabello más oscuro que la noche y unos tiernos ojos color lavanda, sin duda alguna era el mayor tesoro para su padre ya que era el único recuerdo que conservaba de su amado Ángel el cual falleció a la hora del parto.
El menor de nombre Ariel era el único hijo del demonio de la lujuria llamado Alexandre y de un Ángel guerrero llamado Ancel, el padre al quedar solo con el hizo el propósito de cuidarlo con todo su ser pero había un inconveniente con el pequeño, al ser un doncel mestizo no podía tomar el lugar de su padre como dirigente de la lujuria, para obtener una buena solución tuvo que recurrir al rey del infierno
-Se mejor que nadie la situación y después de pensarlo se dé una solución que es más que perfecta solo que si el trato llega a realizarse no podrás entrometerte–dando una señal con la mano hacia la oscuridad hizo que un pequeño niño se acercara colocándose a su lado- Él es mi hijo Zero y planeo que él tome tu lugar solo que debe casarse con tu ejendre
Al pensarlo unos minutos Alexandre suspiro y acepto- está muy bien acepto el trato –miro a su pequeño el cual estaba dormido aferrándose a su cuerpo-
-Muy bien, Zero ve a conocer a tu futuro consorte- sonrió de forma burlona y señalo al pequeño bulto
El pequeño de 5 años con ojos y cabellera color rojizo se acercó al hombre el cual se colocó de rodillas permitiéndole ver al bebe que sería su futuro esposo, Zero después de observarlo unos minutos volteo a ver a su padre con un poco de disgusto
-Yo no lo quiero…quiero alguien que sea igual a mami dudo que esto pueda estar conmigo- Dijo mientras regresaba a su lado
-No hay nadie igual a tu madre y sabes tú haces lo que yo te ordene, Alexandre ya puedes retirarte luego seguimos con este asunto
El pelinegro salió tranquilo pensando cómo sería el futuro de su hijo al lado de aquel mocoso sintiéndose algo arrepentido, pero él sabía que su bebe podría mostrar belleza y conseguir una buena vida
-yo sé que tu podrás contra aquel mocoso –beso su frente mientras viajaba directo a la mansión-
15 años después en un enorme cuarto se encuentra un hermoso doncel de cabellos color de la noche, piel banca como la nieve y unos hermosos ojos color lavanda, era un joven tranquilo y de buenos sentimientos que en estos momentos estaba nervioso y asustado ya que era el día en que vería los asuntos de su compromiso
-Hijo ya es hora de irnos- se escuchó en la puerta su padre con una voz calmada
-si ya voy papa no tardo –termino de acomodar su vestido color lila y salió directo al carruaje sentándose en su lugar mientras sonreía hacia su padre- sabes estoy algo nervioso….a mi prometido solo lo he visto de lejos en algunas fiestas pero nunca le he hablado o bueno si he llegado a conversar pero es un grosero
-No estés nervioso sé que todo saldrá bien….por cierto procura mantenerte callado ya que el rey y su hijo son hombres…especiales porque un doncel y una doncella no pueden hablar hasta que ellos le sedan el permiso así que no hables –sonrió acariciando el pequeño rostro de su hijo.
El carruaje comenzó a avanzar aumentando más los nervios del pequeño Ariel y la angustia de su padre ya que con el paso de los años fue conociendo más al príncipe descubriendo que este tenía un fuerte carácter
Cuando llegaron a palacio bajaron tranquilamente- Ariel se abrazó al brazo de su padre y entro a su lado viendo el enorme salón donde los recibía el dueño del lugar con una sonrisa burlona
-sean bienvenidos a mi palacio, en unos momentos vendrá mi hijo para hablar los asuntos del compromiso- se acercó a Ariel observándolo detalladamente- wow sí que has crecido y puedo ver que tienes unas buenas caderas, espero que mi hijo las disfrute bastante y si él no llega a aceptarte con gusto lo hare
Ariel se sonrojo un poco bajando la mirada y jugando con sus dedos, en esos momentos una puerta se abrió dejando ver a un joven de cabellos y ojos rojos como el fuego el cual mostraba cierto nivel de molestia
-Al menos llegaron a tiempo…pasen quiero terminar con esto rápido
Molesto Alexandre camino hacia la pequeña oficina con su hijo entrando y cerrando la puerta, a dentro se podía notar un escritorio el cual contenía unas cuantas hojas
Alexandre se acercó dejando a su hijo recargado en la puerta- Entonces sobre el matrimonio dime cuanto va a durar y cuando será la boda
-Sera el próximo sábado….ya tenemos todo preparado y respecto a cuanto durara, solo es necesario 6 meses ya después de eso ambos estaremos libres para hacer con nuestras vidas lo que queramos- sonrió sentándose en una gran silla que se encontraba detrás del escritorio
-Está muy bien el trato pero quiero añadir algo tu no le harás ningún hijo a Ariel, puedes pedir lo que quieras a cambio
Zero miro al doncel detalladamente para después dar su opinión- Si su presencia me fastidia lo encerrare en un cuarto o lo que quede del matrimonio vivirá con usted
Los hombres dieron un saludo de mano cerrando así el trato y el pequeño Ariel tranquilo también saludo a Zero sintiendo su desprecio
Los pelinegros salieron de la oficina despidiéndose del dueño del palacio para después salir subiéndose al carruaje con dirección a su casa, dejando a un disgustado Zero con su padre
-No puedo creer que acepte casarme con ese mestizo….su vida a mi lado será un verdadero infierno
-Espero que después no te arrepientas pero en fin me da igual tú haces lo que se te pegue en gana – un burlón padre se fue de la sala del trono dejando solo a su hijo
-Solo espero que mi amado Jossyr no se disguste con esto –suspira y con amor recuerda a su amado doncel el cual trabaja en un prostíbulo
Llego el día de la boda, el pequeño Ariel estaba siendo vestido y maquillado para llegar al gran evento el cual se celebraría en el gran salón del palacio, decoraron los últimos detalles acomodándole el traje blanco y terminando su peinado
-Te ves hermoso mi pequeño Ariel…tu madre estaría totalmente feliz si estuviera
-Sé que donde quiera que esté él me está mirando orgulloso solo que papa tengo miedo que ese hombre me maltrate
Alexandre suspiro para después calmar a su pequeño retoño, sujeto su mano y tranquilos subieron al carruaje el cual estaba decorado para la boda
-No me gusta dejar mis cosas en la casa….quiero llevarme todo para no sentirme solo
-Son cosas que uno no puede decidir pero cuando me lo pidas te llevo lo que pidas…se supone que tu esposo debe mantenerte bien
Ariel suspiro cansado y continuo viendo por la ventana mientras pensaba como sería su vida después de la boda, se imaginaba como estaría durante esos seis meses y después de ellos
Al llegar Alexandre bajo para después ayudar a su pequeño, Ariel caminaba nervioso mientras entraba al enorme y tétrico salón tomado de su padre, al fondo podía notar un enorme altar con una copa de oro encima y a su prometido esperándolo
-Te dejo y encargo a mi mayor tesoro espero que lo cuides como yo lo he hecho este tiempo
Zero totalmente serio contesto con un gesto de molestia y tomo la mano de Ariel colocándolo a lado de él, la ceremonia del juramento inicio cuando Zero tomo la copa diciendo el juramento oficial para una boda pero esta no se haría como las tradicionales que duran toda la eternidad donde el hombre debía dar de beber sangre a su doncel, esta ocasión el doncel debía dar sangre al hombre
Ariel nervioso tomo la daga y después de hacer una cortada profunda en su brazo dejo caer unas gotas de sangre en la copa para que así Zero las bebiera y sacara un hermoso anillo de plata
-Yo Zero te nombro como mi esposo- sin muchos ánimos lo jalo del brazo plantando un seco beso en sus rosados labios
Todos comenzaron a aplaudir mientras los novios seguían en el altar dándose una seria mirada, entonces Zero se acercó al oído del menor susurrando
–espero no terminar odiándote